Esta novela de Guillermo Martinez, como muchas otras empezó a interesarme al oir por la radio la sinopsis, yendo en el coche a eso de las 9 de la mañana una gran libreria exponía las novedades, una novela por semana, en forma de amena cuña publicitaria en la que hablaban dos o mas personajes exponian la sinopsis y los puntos atractivos de la obra. Nada conocía en aquel momento del autor, pero me cautivo lo que se exponia en aquel breve anuncio. Asi que cuando volvi a la libreria a buscar lectura placentera, la elección estaba hecha de antemano, y se vino a casa. Por una serie de motivos personales, no pude empezarlo enseguida y recuerdo que el libro me quemaba en la piel, me atraia fatalmente.
La lectura al principio me resulto un poco desconcertante puesto que no sigue un orden lógico, los protagonistas son limitados, yo pondria que cuatro en realidad, la propia Luciana, su hermana, y dos escritores antagonistas, uno afamado, Kloster y otro principiante y sin éxito que se convierte en el narrador de la historia. Por ese mismo patron hay dos formas de enteder la trama, una marcada por una secuencia logica de acontecimientos casuales y otra que vislumbra la obra de un demonio que va desarrollando un maquiavelico plan, dispuesto a vengar la muerte de lo que mas queria.
La novela es entretenida, mezcla el relato policial pero no de corte clásico y el relato filosofico, pienso que le falta algo de fuerza al personaje de Luciana, que aunque una mujer destruida por una tragedia que la ha privado uno a uno de todas las personas a las que quería carece de personalidad, la presenta como un manojo de nervios y una persona paranoica, difumina bastante el papel de la hermana, y le da mucha fuerza al personaje de Kloster, que es quien defiende que detras de esa tragedia se oculta una serie de acontecimientos azarosos funestos.
La eleccion del tercero en discordía que es el narrador resulta acertada por cuanto hay en el una especie de dilema que le hace por un lado admirar al celebre escritor y por otro lado denostarlo, conoce a ambos personajes a Luciana porque la contrato para dictarle unas novelas cuando se rompio el brazo y le era imposible escribir, al afamado escritor porque en la profesion se conocen todos, le resulta dificil creer lo que aquella chiquilla tan gracil antaño y tan desmejorada en el momento del reencuentro le cuenta, aun asi contrapone una y otra version sin que el lector pueda llegar a una conclusion clara, que dependera de quien lea la novela y lo que quiera ver detras de los acontecimientos yo saque mi propia versión que no se si era la que Guillermo Martinez tenía en mente cuando la escribio.
A pesar de la escasez de personajes se tejen y entretejen una serie de tramas que le dan riqueza al texto y coherencia, pero sinceramente me esperaba otro final, porque maneja extraordinariamente los mecanismos del equivoco, no es una novela de corte policial clásico si no que realiza saltos a otras consideraciones, maneja el suspense sicologico con maestria, e incluso un erotismo muy refinado en algunos pasajes del libro, ya que ambos escritores se sintieron atraidos en su dia por la joven Luciana. Expone una solucion humana al problema planteado por Luciana y otra demonica sin embargo le falta un final más elaborado, quizás menos abierto... aunque creo que todos llegaremos a conclusiones parecidas.
SINOPSIS
¿Podría un asesino simular cuidadosamente el azar, concebir una geometría encarnizada de muertes y quedar impune? ¿Cuál es la proporción justa del castigo para el que nos ha despojado de todo y nos ha causado el máximo dolor?
Diez años después, nada queda en Luciana de la muchacha alegre y seductora a la que el famoso escritor Kloster dictaba sus novelas. Tras las trágicas muertes primero de su novio y después, uno a uno, de sus seres más queridos, Luciana vive aterrorizada, vigilando cada sombra, cada persona que se cruza a su lado, con la sospecha de que esas muertes no pueden ser casuales, sino parte de una venganza metódica urdida contra ella, un círculo a su alrededor que sólo se cerrará con el número siete. En la desesperación más absoluta, recurre a la única persona capaz de adentrarse en el siniestro universo de Kloster. Los cuadernos de notas de Henry James y una Biblia de Scofield serán claves ambiguas en un pasaje sin retorno a la región más primitiva del mal.