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sábado, 31 de julio de 2010

Bibliotecas llenas de fantasmas



Hace unos días fui a matricular a mi hijo en el conservatorio, coincidía con el último día para la entrega de solicitudes de unas nuevas oposiciones en las que me he embarcado. Así que a pesar del calor sofocante tuvimos que salir pronto hacia la capital, porque una nunca sabe si los trámites le van a costar dos minutos, o dos horas. Quiso la fortuna que esta vez nos costaran sólo dos minutos de espera, a los que hubo que sumar el tramite que la administrativa hizo de las tres solicitudes que yo llevaba, porque para aprovechar el viaje, me lleve las de otros opositores, una que es masoca, namás.


Al salir de aquella sala nos encontramos con un sol aplastante y casi dos horas de tiempo libre, puesto que no podíamos matricularlo hasta la una menos cuarto, son muy escrupulosos con el horario establecido. Nos miramos, y barajamos varias posibilidades, después de hacer propósito de contrición nos decidimos a entrar a una librería a mirar y apuntar títulos, por aquello que septiembre se presenta cargadito de gastos y hay que ser moderados en los meses previos.


Compramos unos libros de ingles para el chiquillo que ya estaban pactados, uno de lectura, y otro de ejercicios más que nada para que no se anquilosen los conocimientos durante el verano y nos dedicamos a curiosear entre las estanterías, el niño lo paso en grande en la sección de juvenil, y yo fui a la caza de algún libro que regalarle a mi madre y debo reconocer que ninguno me llamó con suficiente fuerza desde la estantería.


Con los libros que compramos me dieron una revista de novedades, que por la noche devoré y entre los cientos de libros que allí habrían uno me llamó la atención, por cuanto es el problema con que nos encontramos la mayoría de los bibliófilos. El libro se llamaba Bibliotecas llenas de fantasmas y se presentaba de una forma muy suculenta.


¿Teme usted que el derrumbamiento de su biblioteca lo aplaste mientras duerme? ¿Pone la acumulación de libros en peligro la existencia de su familia? ¿Ordena usted los volúmenes por temas, por autor o siguiendo un criterio por usted solo conocido? Graves preguntas que se hacen los bibliómanos, que, amén de la pasión d e poseer libros, tienen la de leerlos. En este pequeño tratado del arte de vivir con muchos libros aparecen, entre muchos otros, Pessoa intentando convertirse en bibliotecario o el capitán Ahab y el misterio de la pierna que le arrancó Moby Dick. Y es que esos miles de páginas que ocupan nuestras estanterías están habitadas por fantasmas muy vivos que, una vez los hemos conocido, no nos abandonan jamás. «Jacques Bonnet ha escrito una declaración de amor a la literatura» (Jean-Claude Perrier, Livres Hebdo); «Un compendio de ordenación, tratado de jardinería, ejercicio de agradecimiento, investigación policial, novela de aventuras y autobiografía, este relato borgeano es una promesa de felicidad» (Jérôme Garcin, Le Nouvel Observateur); «Un pequeño y delicioso volumen» (Agnès Léglise, Rock & Folk).

A pesar de eso, he tardado unos días en buscar información sobre el, finalmente hoy me he decidido a hacerlo y me he encontrado con las primeras 20 páginas de la novela que he leído de un tirón y he llegado al convencimiento que más pronto o más tarde caerá en mis manos. Si te apetece leer esas primeras páginas Picha aqui


Espero haberos dado una idea para estas tardes de verano, por si no teniais bastante que leer. Por si queréis leer opiniones de otros bloggers sobre este ensayo os dejo un enlace http://complicedetuslecturas.blogspot.com/2010/03/bibliotecas-llenas-de-fantasmas-de.html


martes, 27 de julio de 2010

El consuelo. Anna Gavalda



Llevaba mucho tiempo viendo reseñas de libros de esta autora francesa, parecía que me perseguía por más que yo me escondiera en todos los recovecos posibles. Es difícil mantener la orden de alejamiento de librerías, cuando tu biblioteca publica no es lo que tu desearías, y la verdad es que desplazarse a la de la población vecina es cuanto menos un pequeño inconveniente, además tampoco es que tenga muchas novedades, jejeje si me he paseado por sus estanterías, a ver si me convenía hacer un renuncio, pero al final he dejado las cosas como estaban.


Un día paseando mi vista por la novedades que siempre suelen estar ausentes, me tropecé con El consuelo, no era ninguna de las que había visto reseñadas, pero lo puse junto a los otros dos ejemplares que me quería llevar a casa. Tampoco pasé mucho tiempo buscando reseñas, las opiniones me llegaron sin pedirlas y les estoy muy agradecida a aquellas personas que me dejaron su retal en los comentarios.


Tal y como me dijo Tag en su día hay un momento en que la narración se vuelve lenta, e incluso pesada, y me sirvió de mucho el que ella me lo apuntará para seguir leyendo con fruición y que no se colaran más libros en medio, aunque tengo que reconocer que al principio lo hacían.


Me sedujo con su prosa sencilla y fácil de leer para una lectora ducha en batallas como yo, me impacto esa forma de interpelar al lector, de hacerlo complice, la complicidad al mismo tiempo con su personaje, el hacerlo pensar y decicidir por su mismo. Me ganó como lectora en pocas páginas y ya estaba planificando compras de otros de sus libros.


Anna Gavalda con este libro no ha conseguido el mismo éxito que con otros, en la traducción española en la que se puede prescindir del sujeto y de los pronombres no ha sido tan patente, pero en la francesa, sus lectores le han echado en cara la dificultad en la lectura por ese mismo motivo, la autora prescindió de ellos de forma voluntaria para que fuéramos capaces de captar el caos y el desconcierto en el que esta sumido Charles Balanda, el protagonista, un hombre que se acerca a la medianía de edad, con mucho éxito en el trabajo y una vida familiar mediocre, rayando la inexistencia, que se ve imposibilitado de cambiar aunque no le llene. La única solución que encuentra es sumergirse en su trabajo, en miles de quilómetros recorridos y noches solitarias de hotel. Sin embargo no se replantea su vida hasta que un hecho sacude los cimientos de su existencia.


En ese momento encontramos a un Balanda que lucha con su propio yo, que piensa en voz alta, que se recrimina a si mismo las cosas, hasta el punto que somos capaces de empatizar con el, yo en ocasiones me veía recriminándole y pidiéndole que diera los pasos que tenía que dar. Tenía ganas de zarandearlo de quitarle la venda que le imposibilitaba ver las cosas, tal y como por otra parte las veian todos los que estaban a su alrededor.


Quizás fue ese momento el que me resultó más tedioso, ese regodeo en el dolor del que nos hace participes el protagonista, contándonos su historia desde la infancia, hora en presente, hora en pasado sin mediar ningún aviso con un caos de tiempos verbales, un monopolio de la situación de unos personajes completamente entrañables, pero al mismo tiempo tan lenta en su desarrollo que llegaban a cansar, suerte que estaba avisada de ello. Es la búsqueda de aquello que ha perdido irremisiblemente para siempre lo que le lleva a conocer a Kate, una mujer fuerte que ha estado a merced del infortunio, que vive en un lugar especial que la autora describe con guante blanco y tanta precisión que te parece estar viéndolo como si fuera un fotograma que pasa ante los ojos.


Tengo que reconocer que esta segunda historia que en mi caso ganó peso a la primera, es la que me ha hecho leer como una posesa estos últimos días, sin casi levantar los ojos del libro, ni siquiera en la playa. Para mi una historia de superación con un mensaje positivo, es como esa máxima que hice mía hace muchos años, por mal que estés, si miras detrás de ti siempre habrá alguien en una situación peor. Quizás es ese varapalo que recibe Charles el que le hace replantearse su vida, el que le obliga a dar un paso definitivo salvando ese miedo que lo tenía paralizado, le ayudó a reencontrarse a sí mismo y a ver cosas que tenía ocultas bajo la venda de sus ojos.


El mensaje final, ese rayo de luz después de tanta oscuridad, ese pedacito de esperanza después de tanto dolor me ha parecido magistral, yo diría que increíble, y se ha ganado una lectora incondicional que poco a poco ira leyéndose toda su obra, aunque para ello tenga que romper esa orden de alejamiento que la atenaza. Me ha gustado mucho esta novela salvando unas cuantas páginas y quizás a ello contribuya que es la primera novela que he leído de esta autora francesa, porque si algo he sacado en claro de otras reseñas sobre este libro, es que es inferior a otros que tiene escritos, quizás porque con esta novela la autora se ha permitido experimentar. No es sólo una novela de arquitectos, es una novela que toda ella es un experimento arquitectónico, en el que al lector le cuesta ubicar el narrador, el tiempo en el que se desarrolla la acción, y en ocasiones sobre todo en la edición francesa le toca releer para entender la trama.


Hay momentos en que el sentido del humor se apropia de la estructura, si se lee entre lineas hay una critica social bastante feroz, a una sociedad que deja pasar los días imbuida entre trabajo y quilómetros entre pecho y espalda, en el que el éxito social se impone a la familia. En el que la belleza que aquí termina bastante tocada, puesto que son los personajes peor parados, es un plus, en el que la superficialidad gana la partida a la profundidad... creo que ese mensaje implícito es igual de importante que esa bella prosa de la que hace gala, muy fácil de leer con unos diálogos preciosos, parece que la historia te la esta contando una amiga sentada en una cafetería con una taza de café en las manos.


No encontré significado al titulo del libro, pero como siempre la razón esta en la traducción que se ha dado, que supongo que será obra del editor y no del traductor, puesto que la consolación es el titulo que tendría sentido, y encontraríamos su razón de ser al final casi del libro, en la pagina 505 cuando explica que significa una partida de consolación.


Creo que ha quedado patente que el libro me ha entusiasmado, pero no se muy bien si recomendarlo, puesto que leen este blog muchos fan de la autora que podrían sentirse decepcionados, por lo que he podido leer, sin embargo creo que vale la pena la experiencia y que sólo por la historia de Kate, vale la pena tragarse las 558 páginas de esta novela. Es un placer compartir las horas con sus personajes, solo uno se me ha atragantado, bueno más de uno, pero en especial la superficial mujer de Charles Balanda, y otro al que he intentado entender sin conseguirlo Alexis. No se puede empatizar con todos los personajes.


Sin embargo tengo peros, Kate es inglesa y como tal los textos que ella narra estan salpicados de expresiones inglesas que no siempre se traducen y que para una desconocedora del idioma como yo le han resultado una barrera infranqueable para disfrutar del todo de la lectura.

lunes, 26 de julio de 2010

Vida de Martin Pijo



Vi reseñado este libro en poco tiempo en varios blogs de los que sigo, me picó el gusanillo y con la orden de alejamiento de librerías en vigor, me puse a buscarlo como una posesa por la biblioteca, no voy a decir que me decepcioné al no encontrarlo, porque son muchos los libros que me apetecen que no están, más bien me resigne y me dije nada ya lo compraré más adelante. Fue Elena la autora de Tribulaciones de un sicario, la que después de leer mi comentario, se ofreció para dejármelo, en aquella época llegaban las vacaciones de semana santa y le propuse esperar un poco.

Con el veranito y de nuevo enterrada entre temarios me apetecía algo con clave de humor, y por las reseñas que había leído este libro cumpliría su cometido a las mil maravillas, y aproveche para pedírselo a Elena que en poco tiempo me lo envió por correo, todo un detalle por su parte. Me duró poco menos que un suspiro, a pesar de no haberlo podido leer de un tirón como a mi me hubiera gustado.

La novela se publico en 1999 como anónima y seguía una estructura parecida al Lazarillo de Tormes pero a la inversa, puesto que el primero narra la ascensión de un pícaro de la nada hasta las alturas y esta que nos ocupa narra precisamente el proceso inverso, el descenso de un niño bien, pijo, y de papa, desde las altas cimas, hasta los suburbios más bajos. Ahí radica todo su parecido y quizás en el tipo de lenguaje algo arcaico que utiliza Miguel en su novela. Si el Lazarillo usaba Usía, Martín usa un amplio abanico, Su Excelentísima, Su muy Egreguísima, Su Exclusivísima, Su Señoría, Su Exquitisísima. El pícaro se ha convertido en la pluma de Miguel Baquero en un personaje cándido y algo lelo y la gente que le rodea hace gala de una picaresca nada sana que lo hunde a cada paso un poco más.

La versión que yo he leído es de unos años después, ya va firmada por su autor y esta ampliada. Con un humor un tanto especial, hace una critica social donde no deja títere con cabeza y te hace esbozar una sonrisa a cada nueva iniciativa cada vez más desacertada de ese niño bien que se ve abocado a tomar decisiones para las que no estaba preparado y que lo llevan al cieno.

La novela esta escrita en primera persona es el propio Martín Alzuera y Velascón quien le cuenta su vida desde la infancia, hasta la actualidad, a cierto personaje bien posicionado,al que conoce desde hace años y el lector desconoce, para que este no siga preguntando a sus conocidos el motivo de su desventura. Utiliza una mezcla de lenguaje arcaico y muy culto que evidencia sus orígenes y su esmerada educación en un colegio de monjes, con el lenguaje un tanto coloquial y en ocasiones incluso burdo de la calle, que es el medio en el que se desenvuelve, y por todo ello pide perdón a la persona a la que dirige la carta.

Con una forma de narrar que engancha Miguel Baquero nos lleva de la mano desde los años del franquismo con todas aquellas prerrogativas que tenían ciertos personajes, y de las que disfruta
Martín hijo del Gobernador en aquellos momentos, se pasea por la época postfranquista en la que desaparecen todos los conocidos de su padre e incluso este se recicla a los tiempos actuales para sobrevivir, hasta llegar a la madurez de una persona que no ha sabido aplicar los conocimientos y los valores que le insuflaron su abuelo, los monjes y su padre.

Martín es un soñador un utópico que quiere llegar a la cima blandiendo cual espada los valores más nobles, aquellos que le transmitieron unos monjes interesados, y en su camino se encuentra con una bandada de pícaros que le hacen ir renegando de tal altos propósitos hasta dedicarse tan solo a sobrevivir en la sociedad de la forma más sencilla posible, sin molestar ni ser molestado.

Miguel Baquero hace gala del más puro humor español para dar un repaso critico a la Iglesia, los sindicatos, los empresarios, la vida laboral y cultural de España, y sobre todo a la educación. Me han hecho gracia muchos fragmentos, resaltare dos que son los que más me han hecho reír.

Aquel en el que por trabajar correctamente es despedido de la obra en la que prestaba sus servicios y se dedica posteriormente a ayudar con sus discursos a un sindicalista que cuando consigue sus objetivos que es encandilar a la audiencia, lo vende al publico del auditorio revelando sus apellidos y le hace correr para salvar el pellejo.

Y aquel otro en el que la virtud de una dama no es digna de ser mancillada y decide cortejar a su enamorada a la antigua usanza, y a fuerza de hacerle regalos anónimos termina en una comisaria, no bien por el acto cometido si no por acoso. Pero aquella cuya virtud intentaba preservar solo buscaba de el que la mancillara y las situaciones que provoca despiertan en el lector una sonrisa de oreja a oreja.

Es más difícil hacer reír que hacer llorar, no todos tenemos el mismo sentido del humor, ni disfrutamos de la misma educación, por ende no todos somos capaces de reírnos con las mismas situaciones, a mi Martín Pijo me ha despertado a partes iguales la compasión y la risa, por cuanto no se le preparó para el futuro, ni en la escuela, ni en su familia, y en las amistades que le rodearon.

Una novela para pasar un buen rato, sin perder de vista ese trasfondo de critica social que en clave de humor realiza con maestría el autor.

jueves, 22 de julio de 2010

Entre las cenizas. Simon Beckett


Menudo subidón de adrenalina. Debo agradecer a Mertxe que me diera el empujoncito que me faltaba para acometer esta lectura, era una locura llevando tantos libros al mismo tiempo, pero me apetecía tanto y había pasado tanto tiempo entre temarios que me merecía en ese descanso que hacía en mis estudios coger algo que realmente me llenara, y no me ha decepcionado, yo diría salvando la distancia de una año que hace que he leído su primer libro que con este se ha superado.

La contraportada del libro no puede ser más atractiva y si no juzgad por vosotros mismos.


Una terrible tormenta. Un asesino despiadado. Un cadáver carbonizado... Un telón de fondo nada halagüeño para el forense David Hunter, quien habrá de enfrentarse a un imprevisible criminal que parece dispuesto a sembrar la muerte en la pequeña isla de Runa, un remoto rincón de Escocia en el que da la impresión de que el tiempo se hubiera detenido.


El comienzo de la historia es un poco crudo por todos los datos que da, incluso lleva a convertirla en algo desagradable y eso que estoy acostumbrada a leer novelas de forenses, incluso al propio forense al principio da la sensación de que le repele y se la transmite al lector. A partir de ahí el autor empieza a dosificar la acción y sobre todo la investigación, los personajes parecen cobrar vida y llevarte en una dirección o en otra. Que los crímenes se hayan cometido en una isla de las Hébridas completamente aislada por una tormenta y sin posibilidades de comunicación por vía marítima ni aérea, y mucho menos por ondas normales, dificulta una investigación que se vuelve sórdida y termina angustiandote, sobre todo por ser una comunidad pequeña en la que todos se conocen y al forastero no le dan demasiada credibilidad.

En el último cuarto de libro la intriga va en aumento, el forense agudiza unos sentidos que tenía dormidos, y la historia da muchos vuelcos convirtiéndola en mucho más adictiva que al principio, no podía soltar el libro y llevaba meses en que nada me robaba el sueño, sin embargo Simon Beckett me ha robado muchisimas horas, porque no podía soltar la novela. LLegar al final se convirtió en un ansia que me hacia devorar página tras página. Cuando ya creía que tenía el desenlace una nueva vuelta de tuerca me hacia seguir leyendo, y hasta la última linea tiene su importancia.

Tengo que reconocer que no he sido capaz de intuir quien era el asesino hasta instantes antes de que lo revelara y que me he llevado una grata sorpresa, que Beckett se ha hecho un hueco por mérito propio entre mis escritores favoritos, y que si con La química de la muerte reconocí que me había gustado incluso más que Patricia Cornwell en esta me reafirmo, sabe llevar con mucho más estilo la historia, sabe mantener la tensión y el interés.

David Hunter es un personaje ante todo humano, muy profesional, pero incapaz de no verse afectado por lo que ocurre a su alrededor, aunque al final es objetivo y no se deja llevar por sus sentimientos. El final abierto invita a una nueva entrega cuya espera supongo que habremos de sufrir sus seguidores, porque si ha tardado casi un año en haber algo suyo en el mercado, supongo que nos espera otro año de espera para saber el desenlace del final.

Tengo que reconocer que me gustan los finales abiertos, esos en los que el lector con su imaginación puede llenar las lagunas que el autor ha dejado a propósito, este os aseguro que es redondo. Hay que darle un diez al conjunto, por su planteamiento bien esbozado, por el desarrollo magistral y bien dosificado y por un desenlace de infarto que parecía llevarte de sobresalto en sobresalto, y cuando pensabas que había páginas de relleno que no servían para nada la guinda del pastel. Sin desperdicio oigan.

Espero no os parezca una reseña demasiado entusiasta, supongo que habrán algunos fallos, yo no he sido capaz de verlos y el autor me gusta demasiado para ser objetiva al cien por cien, pero considero que ninguna reseña lo es, porque vertemos ante todo la opinión que nos merece un libro y su autor.

Por si la contraportada os ha sabido a poco a todos los amantes del genero, os dejo la sinopsis.

SINOPSIS

Unos restos humanos calcinados han aparecido misteriosamente en un caserío abandonado en Runa, uno de los islotes de las Hébridas, en la costa oeste de Escocia. En su intento por resolver el caso, y con los servicios forenses escoceses colapsados a raíz de una colisión ferroviaria en Inverness, la policía de la zona decide solicitar la colaboración del Doctor David Hunter, quien se desplaza hasta allí con objeto de esclarecer las causas de la muerte.

Incapaz de salir de Runa o de recibir refuerzos a causa de un terrible temporal que mantiene bloqueada la región Hunder se dedicará a analizar los escasos restos de que dispone-los cuales apuntan sin ninguna duda a un crimen- y a intentar descifrar el peculiar orden que rige en la isla. Una cerrada comunidad cuyos peculiares miembros: un policía jubilado incapaz de asumir su retiro, una madre soltera de oscuro pasado, una periodista entrometida o un matrimonio de excentricos filántropos, se obstinan en negar que entre sus miembros pueda esconderse un frío y calculador asesino. La aparición de otro cadáver carbonizado, sin embargo, los obligará a enfrentarse a la cruda realidad, a la vez que sembrará en todos ellos el miedo y la sospecha.


Simplemente magistral!!!!

lunes, 19 de julio de 2010

Simon Beckett.



No suelo escribir sobre autores, y menos sobre aquellos que solo he leído dos obras, sin embargo Simon Beckett se ha hecho un hueco en mi estantería por méritos propios. Conocí al autor y su obra a través del Circulo de lectores, aunque no soy socia, mi hermana si lo es, y como tiene un trabajo muy absorbente, cuando le llega la revista me la envía a casa para que yo le recomiende libros. Desde el primer momento vi que el estilo y la temática de este autor casaba con lo que a ambas nos apasiona. Lo comparaban con Patricia Cornwell cuyo último libro en aquel momento, yo había leído y me había sabido a gloria, tanto como para etiquetarlo como el mejor que he leído hasta el momento de ella.


Las comparaciones son odiosas y aún así se lo recomendé a mi hermana. Y a día de hoy no me arrepiento, porque he caído rendida a los pies de este inglés que retrata los escenarios británicos como pocos, y dosifica la acción y la intriga con una maestría única.


Es escritor y periodista, nació en Sheffield, Inglaterra en 1968. Se licenció en Filología inglesa de ahí su amplio conocimiento de la técnica narrativa y artificios, de los que el inglés es un idioma bastante pobre. Durante unos años fue profesor en nuestro país. Fue percusionista en varias bandas musicales, antes de lanzarse a su carrera como periodista free lance. Mucha valentía si tenemos en cuenta que no se cuenta con un sueldo fijo y que tienes que vender tus noticias al mejor postor.


Como periodista ha publicado en The Times, The independent on Sunday Review, The Daily Telegraph y The observer. Antes de la serie de David Hunter, había escrito otras novelas que tuvieron quizás menos éxito y que no se nombran ni en su página oficial ni en las entrevistas.


La química de la muerte, fue nominada en 2006 para el premio Daga de Oro, y quedo finalista. En esta se estrenó como protagonista David Hunter, un antropólogo forense. Para crear el personaje y posteriores novelas se inspiró en una visita y una serie de artículos que realizó para la Granja de Cuerpos en Tennessee, la primera vez que tuve noticia de este Centro de Antropología Forense fue a través de una novela que lleva el mismo nombre de Patricia Cornwell, una de las que no tiene desperdicio y de las que se puede aprender un tanto sobre descomposición de cuerpos y tecnicas de investigación.


Beckett presenció y participó en ejercicios prefabricados, y en reconstrucción de crímenes reales con cadáveres en descomposición, fue testigo de las técnicas empleadas para determinar la secuencia temporal de la muerte, como y donde se produjo y que objeto la provocó. De esta experiencia nació el antropólogo forense David Hunter. Un personaje encantador, atractivo, con un pasado que olvidar y tremendamente humano, aunque subyugado por su trabajo.


Lo que para otros es motivo de disgusto, para el representa un reto, conseguir que un cadáver le revele sus más intimos secretos, como el dice en varias ocasiones en los dos libros que se han traducido al español, su trabajo consiste en conseguir que los muertos hablen y le cuenten lo que necesitan saber.




Novelas:


Fine Lines publicada en 1994


Animales publicada en 1995


Cuando el río suena publicada en 1997


Ser propietario de Jacob publicada en 1998


Serie David Hunter




La química de la muerte publicada en en 2006 y traducida al español en 2009


Escrito en hueso, El titulo en español Entre las cenizas publicada en 2007 y traducida al español en 2010, de la que pronto podréis leer reseña


Los sonidos de los muertos, falta saber bajo que titulo saldrá al mercado español y se encuentra en estos momentos en proceso de traducción, se publico el año pasado


La vocación de la tumba, publicada este mismo año y sin proyecto traductor...




Por lo visto tenemos antropólogo forense para rato y podremos disfrutar del buen hacer de este autor

miércoles, 14 de julio de 2010

Perdida entre libros

Así me he sentido en los últimos meses, pero no precisamente entre los que me hubiera gustado perderme. Si no enterrada en temarios, jurisprudencia varía, procedimientos administrativos y un sinfín más de temas que espero dejar aparcados por unos días. Hoy he hecho mi examen y la verdad es que preferiría olvidarlo, aunque el comentario de la gente iba por los mismos derroteros, las preguntas no eran acordes con el temario estudiado, ni con el nivel exigido. Hoy no me premiado este nuevo chasco con la compra de libros, porque ya lo hice hace unos días y no esta la economía para tanto dispendio.

Asi que me he conformado, con el empujoncito que me dio Bookworm en los comentarios, con soltar todas las lecturas que tengo entre manos que no son pocas y leer lo que realmente me apetece Entre las cenizas de Simon Beckett.

Conocí a este autor por casualidad hace un poco más de un año, y también por estas épocas leí su primera novela traducida al castellano, La química de la muerte, me quedó tan buen gusto de boca que busque más libros para seguir deleitándome con el autor, para mi sorpresa, aunque tenía tres más publicados en su lengua, no se habían traducido, ni había proyectos de hacerlo. La desilusión fue tremenda.

Cuando mi chula me comunicó en un mail que había nuevo libro en el mercado, rauda y veloz se lo dije a mi hermana, quien con una sonrisa en la boca me informó de que ya lo tenía pedido para ese bimestre, en el Circulo de lectores. Nuestra sorpresa fue mayúscula cuando su agente se equivocó de pedido y en su lugar nos dejó un libro de puericultura. Pero al fin la semana pasada llegó a la estantería y mi hermana me lo ofreció en primicia.

La química de la muerte, se ofreció en exclusiva en el Circulo de lectores, y meses después Random House Mondadori se hizo cargo de la publicación para aquellos que no quieren estar atados a una suscripción. Desconozco si con Entre las cenizas, se ha hecho la misma jugada, o se puede encontrar en cualquier librería, pero de no ser así, tarde o temprano se podrá comprar en abierto.

El estilo directo de este autor me apasionó en su primera novela y espero encontrar más de lo mismo en esta, con este cambio de lecturas pretendo salir de mi atasco lector, y disfrutar un poco de estos días que me estoy tomando de descanso, puesto que tengo que volver a los temarios en breve, aunque intentaré no enterrarme durante el verano en ellos y disfrutar un poco de la placentera lectura, que nunca he abandonado del todo, pero no he disfrutado como merecería.

jueves, 8 de julio de 2010

Mil Soles espléndidos



Había leído tantas criticas buenas sobre este libro que cuando Elwen propuso el concurso al cumplir un año su blog no me lo pensé dos veces en apuntarme. Pensé que nunca había tenido suerte pero que no perdía nada por intentarlo. De hecho cuando comprobé que había sido la ganadora y que en breve el libro reposaría en mi estantería me tuve que pellizcar para asegurarme que no se trataba de una broma.


En esa época llegaron a mi casa dos libros que ansiaba tener, uno este cuya reseña me ocupa y La elegancia del erizo, que para mi es muy especial por quien me lo regaló, (esa lagrimita que la veo ehm), sin embargo los dos se quedaron esperando un mejor momento de lectura. El que en el bimestre anterior en Bibliolandia saliera elegido este libro lo catapultó a lo más alto de la estantería, sin embargo no pude terminar de leerlo dentro del plazo establecido.


Cuando me adentre en la lectura de este libro sabía que era de una gran crueldad, que dolía al leerlo, sin embargo me sumergí en sus páginas de la forma más aséptica posible, dejando fuera mis propios prejuicios y lo poco que pudiera saber sobre la población afgana. Deje mi mente en blanco para que Khaled Hosseini impriera en ella su visión sobre su país, que a nosotros no nos es ajena puesto que hay miles de documentales sobre la situación de la mujer en Afganistan.


A pesar de lo duro que resulta en algunos pasajes su lectura, Mariam y Laila se han ganado con su valentía un lugar en mi corazón, han dejado una dura impresión en mi alma y han borrado algunas de las ideas preconcebidas que tenía antes de la lectura de este libro.


Mil soles esplendidos esta divido en cuatro partes, claramente diferenciadas y relata la convulsión política y la bélica de este país conocido últimamente por ser el refugio de Bin Laden.


En la primera parte Mariam una niña bastarda, pero feliz, nos cuenta como transcurre su día a día, y cual es la situación del país en esos momentos. La acción transcurre en esos momentos en dos enclaves diferentes Herat y Kabul. En la segunda parte el autor nos presenta a Laila, la antítesis de Mariam, una niña educada en una libertad que en esos momentos era posible, pero que le será arrebatada y la convertirá en un animal enjaulado dentro de su casa en su amado Kabul. Esta parte a pesar de estar salpicada de momentos shock es la más dulce de la novela. En la tercera parte Mariam y Laila pasan a vivir en una misma casa, bajo un mismo régimen de temor, cada capitulo nos lo cuenta una, y vemos dos formas muy distinta de ver la misma realidad. El cariño que termina uniendo a estas dos mujeres frente al infortunio y la valentía que demuestran me desarmó por completo y les hizo ganarse definitivamente un lugar en mi corazón. La cuarta parte quizá demasiado optimista, da una visión positiva que puede no corresponderse con lo que esta pasando en estos momentos en Afganistan. Laila vuelve a tomar el relevo de la historia, y las piezas van encajando como si de un engranaje perfecto se tratara, comieza en Pakistán y termina de nuevo en Kabul.


El autor elige a dos mujeres para hacer un recorrido a través de la historia de un país del que se exilió, para mi una opción muy valiente por cuanto los integristas no perdonan y su brazo ajusticiador es muy largo. No se recrea en el dolor de las mujeres, se dedica a dar una visión de lo que es la vida de la mujer en este país que ha pasado por tremendas convulsiones, unas han dado libertad y otras la han suprimido cruelmente. A la verdadera Mariam la descubrimos a través de los ojos de Laila, una mujer con una fuerza narrativa impresionante, que transmite valentía, resignación y una tozudez que puede costarle la vida, pero que no duda en defender su criterio a pesar del resultado que pueda tener tal acción.


Cuando empecé a leer la novela le asigné a Mariam un rostro que dio la vuelta al mundo por su belleza hace unos cuantos años, y que diez años después volvió a salir en las revistas y estaba ajado y carente de belleza, en muchas ocasiones Hosseini hace alusión a ese rostro avejentado en exceso a los treinta años por las penurias que viven, y a pesar de que Mariam nunca fue presentada como una persona bella no pude dejar de asignarle ese rostro una y otra vez, porque irradiaba un interior sin esculpir pero hermoso.


Mil soles espléndidos venía avalada por el éxito de Cometas en el cielo, novela que no he leído y que acometeré en cuanto tenga un poco de tiempo para disfrutarla, sin embargo se ha ganado por ella misma un lugar entre las más vendidas. Este tipo de libros vienen bien porque te dan una visión desde dentro, una visión que posiblemente le venga al autor de sus padres y abuelos, pero que no por ello deja de ser válida y ha sabido plasmarla como si la hubiera vivido en primera persona. Se ha puesto en la piel de dos mujeres de muy distinta procedencia, con dos tipos de educación completamente distintos, unidas por un mismo destino, en busca de una esperanza para superar el miedo que las atenaza, y ha creado una historia verosímil, en la que expone en todo momento la situación que viven sin regodearse en el dolor y la crueldad, se limita a dejarlo caer como lo haría un fotógrafo que captara ese instante.


Me impresionó la habilidad del autor para meterme en la piel de esas dos mujeres, sentía su miedo, lo podía palpar y respirar, me alegraba con su determinación de no dejar que las atenazara ese terror particular que vivían en su propia casa. Viví sus frustraciones, sus esperanzas, compartí sus confidencias, me imagine conspirando con ellas. Y me intente poner en la piel de miles de mujeres encarceladas en sus propias casas, sufriendo el suplicio del burka en las calles y la humillación de saberse menos que nada en este mundo.


Si te animas a leerla seguro que Mariam y Laila se labraran un huequito en tu corazón y la realidad Afgana no te será indiferente. Os dejo la sinopsis por si necesitáis un empujoncito.


SINOPSIS


Hija ilegítima de un rico hombre de negocios, Mariam se cría con su madre en una modesta vivienda en las afueras de Herat. A los quince años, su vida cambia drásticamente cuando su padre la envía a Kabul a casarse con Rashid, un hosco zapatero treinta años mayor que ella. Casi dos décadas más tarde, Rashid encuentra en las calles de Kabul a Laila, una joven de quince años sin hogar. Cuando el zapatero le ofrece cobijo en su casa, que deberá compartir con Mariam, entre las dos mujeres se inicia una relación que acabará siendo tan profunda como la de dos hermanas, tan fuerte como la de madre e hija. Pese a la diferencia de edad y las distintas experiencias que la vida les ha deparado, la necesidad de afrontar las terribles circunstancias que las rodea _ tanto de puertas adentro como en la calle, donde la violencia política asola el país_, hará que Mariam y Laila vayan forjando un vinculo indestructible que les otorgará la fuerza necesaria para superar el miedo y dar cabida a la esperanza.


lunes, 5 de julio de 2010

Un vicio nada sano



Me da la sensación de que no avanzo, que las lecturas se me hacen interminables, y esa sensación me aturde. Ayer haciendo repaso mental al último mes me di cuenta de que llevo cinco libros o seis al mismo tiempo, de ahí que con el poco tiempo que tengo, los libros gordos que me gusta leer la sensación sea de estancamiento total. A ello se le une el verano, que pasas más tiempo en la calle, menos tiempo delante del ordenador y sobre todo las opos y las matriculas de mi hijo mayor, que me traen de cabeza.

En cuanto a las opos con tanta visita a médico y la verdad es que me las he cogido con calma, pues las tengo dentro de semana y media y llevo el temario fatal, pero bueno sigo estudiando con calma, porque si me pongo nerviosa tampoco voy a solucionar mucho.

La voz de alarma la lanzó ayer mi marido, otro libro, como puede ser que te los termines tan rápido, y yo le conteste pero si hace más de dos semanas que no termino ninguno, hijo que quisquilloso estas. Mi marido me miró con cara de asombro y me dijo, oye que ya no cabemos más en la habitación ni en el salón, campando a sus anchas, eso me hizo contar cuantas historias tenía en marcha y donde se ubicaban.

La ciudad pérdida de Z, la empecé en mal momento es un libro que exige demasiado mi atención y ahora no puedo prestársela, esta dentro del cajón de la mesita de noche.

Mil soles espléndidos. Me queda poco pero no consigo terminarla, esa campa debajo de mi cama.

La conspiración de las lectoras, otro libro que exige demasiado mi atención y me lo estoy dosificando, esta encima de la cómoda.

El consuelo, este es más que gordito, me esta gustando muchísimo y espero terminar mil soles espléndidos para dedicarle mas tiempo... pero tempus fugit

Siete mentiras, ese lo empecé por no despertar a mi marido que suele dormir la siesta, y yo en la sobremesa suelo dedicarme unos diez minutos o media hora a leer, así que ese campa en el salón donde a la postre tendrán que salir todos los demás porque si no empiezo uno tras otro sin concluir ninguno.

El cuento nº 13, ese lo tengo en el pueblo por si se tercia que me agobio de estudiar, hago un kit, kat.

Vida de Martin Pijo. Me lo ha dejado Elena la escritora de Tribulaciones de un sicario, al recibirlo no pude dejar de leer las primeras páginas.

Semejante despropósito me mantiene en stand by, ahora ya respiro más tranquila, no es cuestión tanto de tiempo que también sino de organización, de no querer acaparar tantas lecturas. Con todo lo que llevo en marcha y el poco tiempo que tengo me parece que pasaré el verano.