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viernes, 29 de noviembre de 2013

Cuentos por una buena causa...

Llega la Navidad y con ella las temidas compras que nos dejan la cabeza hecha un lío y el bolsillo escurrido. Y yo vengo a lanzaros una propuesta solidaría, bien de precio y un regalo magnifico para los más peques.
¿Os apetece que os cuente? Pues seguid leyendo.

Con la crisis y los recortes, los que más lo están sufriendo son las personas con discapacidades, y como bien dicen la necesidad agudiza el ingenio. A cuatro autores premiados, Lourdes Ventura, Paloma Orozco, Pepa Roma, y Marcos Chicot, se les ha ocurrido la idea de hacer un libro de cuentos, con ilustraciones de niños que padecen el Síndrome de Down. Un regalo que sin duda será muy especial y que tan sólo cuesta 10 euros.

Lo recaudado se destinará integramente a la Fundación Garrigou, que financia proyectos de educación para personas con discapacidad intelectual y presta cobertura al colegio de educación especial María Corredentora, al que asisten niños con Síndrome de Down y otras discapacidades.



¿A que es precioso?

Si te apetece tener un regalo especial y colaborar con una buena causa ya no tienes excusa, porque el libro ya está a la venta en Librería Rafael Alberti en Madrid (C/ Tutor 57) y a partir del día 5 de diciembre lo estará en la Librería Maite (Vía Augusta, 64), en Barcelona

Además si lo queréis dedicado Marcos Chicot, el autor de El asesinato de Pitagoras y de uno de los cuentos, estará en el día 4 de diciembre de 19:00 a 20:00 horas en la Librería Maite, para presentar el libro, y para hablar con pequeños y grandes sobre como se les ocurren a los autores los cuentos, para responder preguntas, firmar libros y lo que se os pueda ocurrir. Si Barcelona os queda un poco lejos también estará en Madrid el día 14 de diciembre en la Librería Rafael Alberti, de 12:00 a 14:00 horas.

Después de presentaros el libro ya solo me queda dejaros un vídeo que ha grabado la Fundación Garrigou, y que seguro os animará a colaborar con su proyecto.



Si necesitáis más información seguro que Marcos Chicot estará encantado de atenderos en su pagina web y en su facebook

martes, 26 de noviembre de 2013

La otra mecanógrafa. Suzanne Rindell


Que queréis que os diga, la carne es débil, y tan débil, he descubierto que sigo siendo carne de biblioteca, y eso en mi caso tiene delito, con tanto pendiente por leer en casa, que una fije sus ojos en ejemplares que no tiene en la estantería... En fin últimamente paso menos por la biblioteca, me conozco y por eso he ampliado mis ordenes de alejamiento, antes solo me prohibía entrar a las librerías, ahora ya empiezo a limitarme las visitas a la biblioteca.

La primera vez que vi esta novela juraría que fue en el blog o en el facebook de Bookworm, y aunque ella y yo solemos coincidir en algunas opiniones en otras también disentimos, creo que esto es la magia de la literatura que un mismo libro habla de sensaciones diferentes según el lector que lo aborde. Pero ya en aquella opinión  pude intuir, que la novela iba a hacer mis delicias, y además encaraba un tema que yo al menos no tengo muy trillado ni leído, así que el disfrute sin lugar a dudas iba a ser doble.

Con estos argumentos ya podéis imaginar que cuando aquel día la vi disponible en la estantería de novedades  no pude dejarla ahí, tenia que aprovechar la oportunidad, y aunque ya tenía al menos otras dos novelas empezadas le di prioridad porque sabía que no iba a tener la posibilidad de renovarla, y no me equivoqué.

 Vaya por delante que es una novela que me ha sorprendido, una opera prima muy buena, que me ha desconcertado en varios momentos porque no sabía muy bien donde me quería llevar, hasta que las piezas empezaron a encajar y como por arte de magia como si se tratara de un engranaje perfecto la trama circula ante tus ojos, sin embargo siempre ha estado ahí.

La autor@: 

Pocos son los datos que se conocen de Suzzane Rindell, tan pocos que se circunscriben a sus estudios de
Literatura inglesa  en la Universidad de Rice, y el master que en el momento de la publicación de la novela estaba estudiando y que supongo que ya habrá terminado. Aunque La otra mecanógrafa es su opera prima ha publicado relatos y artículos en revistas como Nimrod, Crab Ochard Review o Conjuctions on line.

No os asuste que sea una opera prima, porque es una novela muy bien estructurada, con unos personajes muy interesantes y que mantiene la tensión y el suspense desde la primera a la ultima página.

Argumento


En 1922, la jornada laboral en la comisaria del distrito del Lower East Side, en Nueva York, transcurre al ritmo impuesto por una nueva ley que prohibe la producción, venta y transporte de bebidas alcohólicas.

El trabajo se va acumulando, pero Rose Baker no se queja: es mecanógrafa de profesión y su tarea consiste en escuchar y reproducir fielmente las palabras de los delincuentes que cada día desfilan por el edificio.

Robos, sobornos y delitos de sangre son su pan  de cada día, así que parece una mujer difícil de impresionar, pero todo cambia la mañana en que Odalie entra a formar parte del equipo: mientras Rose lleva el pelo castaño recogido en un discreto moño,  la recién llegada se atreve a estrenar melena a lo garçone, a fumar y a frecuentar los mejores restaurantes, sin preocuparse demasiado por la cuenta. Su mirada fascina a hombres y mujeres, y Rose cae en sus redes, viviendo con ella los placeres ocultos que reserva la ciudad de Nueva York a quien sabe disfrutar lo bueno.

¿Qué es mentira y qué verdad en la vida de Odalie? Habrá que leer hasta la última página para entender el juego perverso, deudor de la novela negra y del mejor cine, que el talento de Suzanne Rindell convierte en gran literatura.

Impresiones

Después de leer las impresiones de Mertxe y de Rusta, mis expectativas crecieron, aunque logré domeñarlas, porque no hay nada peor que empezar una historia teniendo estas por las nubes, ya que corre el riesgo de que no nos termine de convencer. Quizás como tardé tanto en abordar la lectura estas se fueron templando y cuando empecé la novela me dejé cautivar por el ambiente y la magnifica prosa de la autora.

La novela esta narrada en primera persona por Rose Baker y desde el primer momento en la narración sobrevuela la fatalidad, ya que forma parte de los recuerdos de la protagonista y no sabemos muy bien donde se encuentra. Sin duda es la pregunta que más nos asalta conforme va avanzando la historia, donde está Rose y porque nos cuenta esas vivencias.

La novela pues nos ofrece solo un punto de vista, el de Rose, y además la autora juega con el lector, porque en ocasiones la propia Rose duda de que sus recuerdos sean fidedignos, así el lector en más de una ocasión termina desconcertado, pero al mismo tiempo pegado a las páginas para poder desentrañar el tremendo misterio que oculta. Ya habréis podido intuir que a penas hay diálogos y por el contrario abundan las descripciones, hasta el punto de hacernos una composición muy clara de las costumbres de la época, del vestuario femenino, incluso de los bajos fondos neoryorkinos donde se burla la Ley Seca, también de los ambientes de lujo y ostentación donde se mueven nuestras protagonistas.

Hay que destacar dos puntos fuertes en esta novela, uno son sus personajes, con un gran  carisma y dibujados con muchisima precisión y la otra es la ambientación, y ambos merecen un apartado para desarrollarlo

Personajes

Sin duda los personajes principales son Rose y Odalie, dos mujeres muy distintas y que sin embargo se
complementan, y alrededor de ellas flotan unos secundarios imprescindibles para lograr comprender la trama. Pero puesto que ellas son el alma mater de esta historia,  solo os ofreceré unas pinceladas, con ánimo de picaros el gusanillo y que os acerquéis a sus páginas.

Rose Baker:  Es una mujer gris, anodina, que no destaca por nada y que podría pasar desapercibida en cualquier lugar. Criada en un orfanato, desde pequeña aprendió a mimetizarse con el entorno, a no llamar la atención, ello le valió el reconocimiento de las monjas y una educación que le abriría las puertas a un futuro muy distinto del que le hubiera correspondido como huerfana.

Su vida da un giro radical cuando el exceso de trabajo aconseja contratar a otra mecanografa,  y Odalie entra en su vida, poniéndola patas arriba, y dando al traste con todo lo que hasta ese momento había constituido la vida de Rose.

Desconfiada por naturaleza e inteligente, llama la atención el modo en el que se deja envolver en la telaraña del lujo, la ostentación y las actividades de Odalie, aunque hay momentos en que el lector llega a pensar cuanto hay de verdad en lo que cuenta, y cuanto calla o esconde, ya que las pruebas no la eximen precisamente y aquello que la acusa con más insistencia son sus propias notas a modo de diario.

Odalie es la otra mecanógrafa y el contrapunto de Rose, con una personalidad arrolladora Odalie pone patas arriba la tranquila  convivencia de la comisaria en forma de sutiles sonrisas cargadas de dobles sentidos. La amistad que une a las dos mecanografas va cimentandose en malos entendidos y después en una fe ciega, parece que compre la resistencia de Rose, colmándola de lujos, de vestidos y fiestas a las que ella no podría tener acceso con su sueldo.

Llama la atención la despreocupación con la que gasta el dinero, las comidas en restaurantes de lujo, las fiestas clandestinas, los desplazamientos en taxi. Odalie sin duda tiene clase y emana distinción, atrevida y coqueta luce un corte a lo garçone que es la envidia de Rose, aunque no se atreve a reconocerlo.

A pesar de la historia estar contada por  Rose es el personaje que más magnetismo despliega, su habilidad para manipular a la gente no tiene limites, hasta personas que Rose consideraba incorruptibles, pero a medida que avanza la trama no puedes dejar de preguntarte si en algún momento llegó a traspasar esa fina línea que separa el amor del odio.

La amistad de Rose y Odalie merece una lectura entre líneas y es uno más de los juegos de la autora que llega a confundirnos con la sexualidad de Rose, aunque ella machaconamente desmiente lo que se desprende de sus palabras, y otras lo afirma, no queda más que seguir avanzando en la historia para ve en que desemboca esa amistad sobre la que desde el principio sobrevuela la fatalidad.

La ambientación

Comentaba al principio que la novela transcurre en una época que al menos para mi no está muy trillada literariamente como puede serlo la guerra civil española, la II Guerra Mundial, o incluso el periodo entre guerras... La trama nos retrotrae al Nueva York de los años 20, en los que se promulga la  Ley Seca y con ello empiezan a florecer los bajos fondos y aumenta el trabajo de las comisarias encargadas de contener tanto la fabricación como el consumo de alcohol.

Suzanne Rindell nos pasea por ambos mundos, por el que se paseaba Rose antes de conocer a Odalie, un mundo de carencias en todos los sentidos, donde la mujer se veía obligada a encontrar un trabajo para mantenerse o a casarse para depender del marido. Y el mundo de las fiestas, el lujo y la ostentación, de la clandestinidad y la ilegalidad, por el que comienza a moverse cuando Odalie la convence para compartir vivienda.

Ambos mundos están dibujados con guante blanco, hasta el punto de que es posible pasearte por ellos, palpar la falta de alimentos e incluso de vestidos, la ansiedad por encontrar un buen partido que te solucione la vida, la falta de intimidad en las casas de huéspedes, los pequeños hurtos y las envidias. Pero también la despreocupación en el gasto, las fiestas en locales clandestinos, los vestidos de lujo, los desplazamientos en taxi, la moda de los años  años  veinte.

En ocasiones da la sensacion de que es casi cinematográfico, es posible imaginar el vestuario de las protagonistas,  los complementos, el recogido o el lustre del pelo. También las sombras que envuelven la noche cuando se desplazan a fiestas de incógnito. Sin duda la magistral pluma de Suzanne es capaz de situarnos en los maravillosos años veinte, en todo su esplendor.

Conclusión

Nos encontramos ante una novela de suspense sicológico, sin duda deudora de la novela negra americana clásica, llena de dobles sentidos en los que tendremos que averiguar que hay de verdad en la historia que nos cuenta Rose. Una novela que hay que saber leer entre líneas, que nos desconcertará y nos hará disfrutar hasta la última línea.

Una historia de maldad, de perfidia, en la que llegaremos a dudar de quien es la víctima, en la que las piezas irán encajando poco a poco hasta crear un engranaje perfecto que hará nuestras delicias. Una novela con un mensaje claro, como pueden influir los demás en nuestras, quizás llevado a extremos que no son habituales, aunque quien sabe.

Si quieres una novela con una ambientación soberbia y nada trillada, personajes bien perfilados y una prosa atractiva, esta es una buena opción, seguro que te hará pasar un buen rato.

Retos

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domingo, 24 de noviembre de 2013

Bloggero invisible 2013

Llega de nuevo la Navidad y con ella el bloggero invisible que en esta tercera convocatoria, si no recuerdo mal, se está convirtiendo en todo un clásico que nos brinda la posibilidad de esperar con ilusión el día de Reyes.

Todavía recuerdo la reticencia en participar en el primer bloggero, como se lo curró Kayena para que participara, y como lo disfruté, hasta el punto de faltar a ninguna de las iniciativas que prepara esta madrileña, incluso toco temas en los que no me sumerjo jamás.  Reconozco que este año estaba ya esperando la convocatoria y varios eran los libros que barajaba para regalar. Libros que por una razón u otra estan duplicados en mi estantería, y que a mi me han gustado.

Al final uno ha sido el elegido, no podía ser de otra forma, y aunque lo leí a finales de junio publiqué la reseña la semana pasada, me refiero a Lo que moja la lluvia de Adriana Abenia, espero que a quién le toque le guste tanto como a mí.

Me consta que sois muchos los reincidentes, y también que hay gente que participa por primera vez, podría poneros un extracto de las bases, sin embargo prefiero que os paseis por el blog de Kayena y consulteis las bases, seguro que ella lo explica mejor que yo.

De momento si he logrado picar tu curiosidad y vives en España ve preparando un libro, que puede ser nuevo o usado, pero en buenas condiciones, consulta los requisitos, preparate para escribir tu entrada y consulta de vez en cuando el cuadro para ver  que libro regala el resto de participantes. Kayena hará los emparejamientos el 27 de diciembre así que un día antes mandale un mail con los libros que ya tienes, para que ella lo tenga en cuenta, no hace falta mandar mails todas las semanas o cada vez que actualice la lista, sobre todo porque le dificultais el trabajo, para vosotros es tedioso y para ella que todos los días recibe muchos correos también, y al final puede haber alguna confusión.

Bueno ya solo me queda desear que os animeis que probeis la experiencia porque vale mucho la pena, desde la elección del libro, pasando por el envio y los nervios de la espera y como no la apertura del paquete para ver que historia llega para quedarse con nosotros.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Un refugio para Clara. Marta Estrada

Cada día me gusta más la colección Ancora y Delfín de Destino, no ha habido titulo que me haya decepcionado, y ya se ha convertido en una apuesta segura dentro de mis lecturas. Cuando vi esta novela no se muy bien que me atrajo de ella, la portada es preciosa sí, pero tampoco nada llamativa, la sinopsis no revela muy a las claras por donde puede ir la novela, sin embargo, ya podía yo entrever que en ella la superación sería un baza muy importante, lo que no supe adivinar es quienes serían los protagonistas de esta historia de superación, yo apunté hacía una niña de siete años que ve como su vida cambia a raíz de un accidente y sin embargo erré el tiro...

La novela ha durado en mis manos a penas dos días, el frío y la lluvia me confinaron en casa el fin de semana, si a ello añadimos que mis chicos estaban celebrando la fiesta de la patrona de los músicos, ante mí se abrieron muchisimas horas y la televisión no me suele distraer. Sin darme cuenta las hojas iban pasando, la historia se iba desgranando con sus altibajos y los ojos iban acusando el cansancio, mire de reojo el reloj y saltaron todas mis alarmas, le estaba robando horas al sueño y al día siguiente lo iba a pagar bien caro. A regañadientes cerré el libro y decidí terminar las escasas páginas que me separaban del final el domingo, ¡Y vaya si lo hice!

He disfrutado mucho de esta novela que me ha tocado la fibra sensible en más de una ocasión, me ha hecho entristecerme, dudar, reír y soñar  que con esfuerzo todo es posible. Las minusvalías no siempre son insuperables, pero el tesón de la persona y el ambiente que tiene alrededor es muy importante. Este libro sin duda ha supuesto para mi una lección y supongo que para muchos más lectores, además de adentrarme en un universo que aunque no me es del todo desconocido, tampoco conocía en su profundidad.

La autor@:

Marta Estrada nace en Esplugues de Llobregat en 1967,  invidente desde los 11 años por un
desprendimiento de retina, ante si se abrió un mundo completamente distinto, el de la literatura, obligada a pasar muchas temporadas en el hospital su padre empezó a leerle para hacerle más llevadera la convalecencia, y poco a poco despertó en ella la pasión por escribir. Sus primeros relatos los escribió con tan solo 12 años.

Al llegar a la edad adulta, compaginar su trabajo en la ONCE, con el cuidado de su familia, le fue complicando la dedicación a la escritura, esta novela es  fruto de muchos años de trabajo, y del empuje de un amigo periodista que le animó a continuar, a partir de ese momento dotó de contenido la historia, y en año y  medio la tuvo terminada. De momento no tiene previsto dedicarse a la literatura de forma profesional, prefiere escribir sin la presiona de tener que poner un plato en la mesa, pero tres proyectos le van rondando la cabeza, a saber cual de todos terminará convertido en novela.

Argumento:

Tras escribir tres veces la sinopsis y darme cuenta de que desvelo demasiado, he optado por transcribir la que ofrece la editorial, revela mucho menos que yo, y al menos a mi me hizo morder el cebo y pasar un buen rato sumergida entre las líneas de esta novela de superación personal, de dolor y mucha esperanza.

Una tarde de lluvia, Clara pierde el control del coche que conducía provocando un accidente que dejará a Belén, su hija de siete años, parapléjica. Las horas en vilo en el hospital, los días en coma, los meses de rehabilitación intentando que la vida de la pequeña consiga algo de normalidad, le revelan a Clara que puede sacar fuerza no sabe de dónde para afrontar la tragedia, pero a la vez, la van sumiendo en un estado de agotamiento y culpa que su ex marido, absolutamente insensible a su dolor, aviva y alimenta.

Unos días de excursión del colegio de Belén le permiten finalmente tomarse un respiro y Clara emprende un viaje a un lugar del Pirineo donde encontrar un poco de paz. Pero una tormenta de nieve la hace tomar el rumbo equivocado y la obligará a refugiarse en la cabaña de hombre arisco y taciturno, Éric, quien a pesar de ofrecerle su ayuda resulta molesto con su presencia. Ese tiempo en la cabaña, aislados del mundo, serán días de confesiones mutuas, de pequeñas y grandes complicidades entre dos seres heridos pero con una férrea voluntad de vivir.

Y también serán días de grandes descubrimientos, de los cuerpos y de los corazones, y de la revelación de que no existe nada más erótico que el amor.

Impresiones:

Que no os asuste la palabra erótico de la contraportada, porque no es ese el género en el que se circunscribe, y además bien leída la frase da la medida de lo que hasta ahora se ha estado catalogando como novela erótica. Con ello no vamos a negar que no haya sexo, pero como en cualquier novela de antes de estallar el boom.

Si tengo que describir con una sola palabra esta novela, sin duda alguna utilizaría SUPERACIÓN, si en mayúsculas, porque, sobre todo eso, es lo que vamos a encontrar  entre sus páginas, y una visión optimista a pesar del dolor que se desprenden de sus páginas de las adversidades, todas ellas superables si al lado cuentas con la persona adecuada.

Poco conocía yo de esta novela antes de sumergirme entre sus páginas y fui poco a poco descubriendo los ases que la autora se iba guardando en la manga, y os aseguro que para mí ha sido una delicia y sobre todo una sorpresa.

Paralela a la superación encontramos el tema de las minusvalías, aunque ello es accesorio, simplemente porque la trama reclamaba profundidad, y lo trata desde el conocimiento, desde los muchos obstáculos que seguro que como invidente se ha encontrado por el camino, pero huye de lo conocido, y se documenta sobre otras dos minusvalías que trata con respeto, pero nunca con conmiseración, habla desde el conocimiento, aunque no desde la experiencia y es algo que agradezco profundamente.

Sin embargo como bien apunta Clara, no solo se trata de aquellas personas que sufren deficiencias fisicas o síquicas, están aquellos disminuidos sociales, aquellos que oyendo con claridad, solo oyen lo que les conviene y hacen oídos sordos a todo los demás, aquellos que no respetan las rampas y ponen obstáculos insalvables tanto para parapléjicos, como para invidentes, y en la órbita de todo ello, una critica social, la ley de accesibilidad y yo me atrevería a decir que de dependencia que al no estar desarrolladas se convierten en papel mojado, dejando de nuevo a los más "débiles", en desventaja. Y como habréis visto he puesto débiles entre comillas, porque estas personas sacan fuerzas de donde los demás no podemos, desarrollan sentidos que los llamados capacitados ni sabemos que existen y nos dan en ocasiones una lección de humildad que bien tendríamos que aprender.

Comenta la autora que su intención no era hacer una novela en la que las minusvalías fueran las protagonistas, y doy fe de que lo consigue, están ahí flotando, pero de forma positiva, con un rayito de luz o esperanza que es impresionante, porque son ante todo personas, y como tal hay que tratarlas.

Personajes

En esta historia de superación, dos son los personajes que destacan y uno el que ofrece mayor luz, y a ellos les voy a dedicar unas ligeras pinceladas porque deseo que descubráis la historia poco a poco.

Clara: Segura de sí misma, y emprendedora, tiene la mala suerte de casarse con un hombre cínico que se dedica a minar su confianza y su autoestima. Tras la separación se ve obligada a seguir tratando con él por el bien de su hija y cada vez ejerce una influencia más negativa sobre su síquico, y todo ello se agrava en el momento en que Clara pierde el control de su coche condenando a su hija a una silla de ruedas.
A partir de ese momento, se convierte en una mujer insegura a la que su ex marido manipula a su antojo, a parte de no ayudarle a soportar las cargas de trabajo que le imponen el nuevo estado de su hija.

Eric: Quizá el personaje más profundo, el que está mejor plasmado, el que emana más humanidad, y rezuma más dolor. Y ello tiene que ver con unos fantasmas o sombras que arrastra desde el pasado, que lo han convertido en un hombre arisco y taciturno que se aisla socialmente. Las reflexiones de Éric no tienen precio, aunque nos será complicado comprenderlo hasta que no nos revele que le hace sufrir de ese modo.

Con este personaje es con el que más he empatizado, conozco el mundo de la sordera,  y con él he aprendido cosas que algún día quizás me puedan ser útiles para asesorar a personas que como él se ven confinadas a un mundo de silencios, y sin embargo personas tan intuitivas, y humanas. Es el personaje que más avanza, el que más cambia a lo largo de la narración y el que más arriesga.

Bélen: Una niña  como tantas otras, charlatana, mimosa y un tanto vaga... una niña que vive en un hogar desestructurado y que prefiere estar con su madre, que con su padre, quizás por eso la tarde del accidente desplegó toda su locuacidad y toda la artilleria para no quedarse con él, sin tener en cuenta de que la lluvia convertía la conducción en un hecho peligroso, y quizás también por ello contra todo pronostico se desato el cinturón de seguridad momentos antes de que su madre perdiera el control del coche.

A pesar de estar en una silla de ruedas, Belén nos da una lección de optimismo difícil de desdeñar, no ha perdido la alegría y pretende hacer lo mismo que los demás, solo lamenta no poder bailar, porque como bien dice ella correr y caminar lo hace aunque de otra forma. Parece más afectada Clara por el estado de la niña que ella. Y la explicación quizás más lógica la ofrece Éric, quien también se encontró con una discapacidad sobrevenida.

Y aunque hay muchos más personajes, me quedo con estos tres, ellos serán los que más sensaciones nos causaran, unas veces lograremos empatizar con ellos y otras no tanto, salvo en el caso de la niña que siempre nos enternecerá. Creo que es una novela para ser disfrutada y paladeada, para sumergirnos en un mundo que a la mayoría de los lectores le vendrá de nuevo, para conocer realidades que poco tienen que ver con las que tenemos y para mirar con otros ojos a todas aquellas personas que padecen una discapacidad.

Pero sobre todo para aprender que cualquier adversidad tiene que ser enfrentada, y que con algún apoyo al lado puede ser superada, para darnos cuenta de que hemos de respetar las rampas, y no hemos de prejuzgar a las personas por las apariencias sensoriales, porque podemos equivocarnos. Una novela que destila una gran humanidad y sensibilidad, un ejemplo de superación ante los problemas que la vida nos va colocando delante. Porque en esta partida de póquer no siempre les llegan buenas manos a los protagonistas.

Escenarios
 No voy a negar su importancia en la novela, porque si no se da la coyuntura necesaria, nada hubiera podido desarrollarse de esa forma, los acontecimientos se hubieran sucedido seguramente en otro orden y entre los protagonistas no se hubiera dado tanto intimismo, nada como la soledad que los arrastra para que el acercamiento haya sido posible.

 La novela se desarrolla casi toda en los Pirineos, en una cabaña aislada y con una nevada impresionante. Por ese motivo la desolación y la soledad se convierten en protagonistas de la novela, encubiertas eso sí, presentes en los ánimos de los dos personajes principales, que se ven obligados a silencios prolongados, al desconocimiento de sus propias realidades, y el viento, la blancura de la nieve y el fuego del hogar que los reconforta, se convierten en claves en el devenir de la trama.
Pero también podremos pasear por un pueblo rural navarro, y conocer el carácter de sus gentes, el poco tacto que destilan, reflejo del que muchos de nosotros también destilamos, lo que pasa que en una ciudad pasa mucho más desapercibido, las personas van  mucho más lo suyo.
Y como colofón la gran ciudad, y no una cualquiera, Barcelona, ciudad apabullante donde las hayan y  más para una persona acostumbrada a la soledad, a la tranquilidad y no digo al silencio porque no procede. Sin duda alguna todo un mundo a descubrir al alcance de la mano.

Curiosidades

Ya he  comentado que el mundo de las personas con escasa audición o carente de ella no  me es desconocido, me gusta estar al día y si no he aprendido la lengua de signos es porque pocas veces he tenido contacto con sordo mudos y aún así he sabido vencer los obstáculos.

Reconozco que aunque no se hacer volar mis manos, y en el futuro me gustaría aprender, ellos se hacen entender porque aunque sus cuerdas vocales no emitan voz, vocalizan, tan solo tienes que ser capaz de leer sus labios, y os aseguro que es muy útil.

Cuando leía la novela me extraño no ver en la casa de Eric ninguna de las señales luminosas que suelen utilizar las personas con sordera, suelen  ser luces rojas en lugares estrategicos de la casa, que avisan de cuando suena el timbre, el teléfono...   Pero no por ello Éric estaba incomunicado, hubiera sido un error que la autora no podía cometer teniendo ella misma una discapacidad.

Ante mi se abría todo un mundo nuevo el de los perros señal, y ha hecho mis delicias, os puedo asegurar que aunque no lo he puesto en el apartado de personajes o protagonistas, el perro lo es por derecho propio, destila humanidad, y un cariño  impresionante, al mismo tiempo es la forma con la que su amo se comunica con los elementos sonoros, es el perro quién les lleva a ellos.

Tan solo voy a apuntar este hecho porque el propio Éric lo explica muy bien en la novela y vale la pena sumergirse entre sus páginas, avanzar poco a poco y descubrir el mundo que se abre para una personas con discapacidad auditiva y las personas de su entorno.

Sólo me queda añadir lo real y humano que me ha parecido el personaje de Éric, con el que no siempre seremos capaces de empatizar porque no vivimos una situación  como la suya, a mi me ha costado menos porque muchas de sus reacciones no me eran desconocidas, y las he podido encajar aunque con un mohín de labios...

Conclusión

En un refugio para Clara vas a encontrar una novela de amor, del amor más puro y comprometido, a la par que una novela de superación, en la que dos personas que arrastran heridas del pasado, van a aprender a respetarse, a dialogar y a utilizar los silencios en la conversación. Es una novela de confidencias, de mucho dolor y adversidad, que les hace resurgir de sus sombras y darnos un rayito de esperanza, porque todo se puede superar con la persona adecuada a tu lado.

Quizás a través de esta novela podamos aprender a ver las discapacidades de otra forma y cambiar las miradas de conmiseración por otras de admiración, las que merecen todas aquellas personas que a pesar de no tener todos sus sentidos son capaces de seguir adelante, superarse a si mismas y darnos una lección de humanidad, y humildad que bien nos vendría a todos aprender, así seguro que no pondríamos más obstáculos en su camino de los que ya de por si tienen en su día a día.

Tan solo me queda desearos una feliz lectura a todos los que decidáis adentraros en el mundo de Clara y Éric


Retos

25 españoles
de la A a la Z: E

lunes, 18 de noviembre de 2013

Lo que moja la lluvia. Adriana Abenia

De este libro me enamoró su portada, ese cuadro que parece sobresalir del papel y mirarte con esos ojos tan tristes. Una vez te adentras en el libro, ves que la editorial lo ha cuidado con mimo, porque su cubierta esta en consonancia con su interior, para que luego digan que es una banalidad o frivolidad fijarse en estas cosas. Pero señor@s no nos olvidemos que los libros como cualquier otra cosa, primero entran por los ojos, y si la portada ya nos resulta atractiva tiene muchas probabilidades de ser elegido entre una gran oferta, que de eso andamos un poco sobrados en nuestros días.

Otra cosa que sin duda engancha, o al menos a mi me sirvió para engancharme fue la sinopsis, en la que ya se nos deja intuir que algún misterio envuelve la trama, y mi ser de naturaleza curiosa, sin duda picó en el cebo,  y una vez leído el libro me he quedado con alguna preguntita, con algo que se me ha escapado, o que no he sido del todo audaz para adivinar.

Adelanto que la novela me ha gustado, me ha tenido enganchada y ha mantenido hasta el final el suspense, y eso en una opera prima es harto complicado.

Autor@:

Confieso que no me sonaba de nada el nombre de Adriana Abenia, veo muy poco la televisión, y por ese motivo tampoco la cara me era conocida. Pocas veces me congratulo de mi ignorancia, pero en este caso os aseguro que fue un punto a favor, porque tengo bastantes prejuicios hacía los famosos que escriben libros, sobre todo si estos desarrollan su actividad en el campo que lo hace Adriana.

Os dejo las ligeras pinceladas que sobre ella ofrece la editorial.

Adriana Abenia cursó estudios universitarios en Zaragoza y residió durante un tiempo en Milán y París. Empezó a trabajar en televisión en Aragón TV y enseguida dio el salto a Telecinco, donde consiguió una gran popularidad. En los últimos años se ha hecho un hueco destacado entre las presentadoras de televisión de éxito por su simpatía y desparpajo. Actualmente forma parte del Grupo Antena 3/ La Sexta. También es autora del blog Tinta Rubia. Se confiesa adicta a las  redes sociales y, concretamente, a Twitter, donde nos acerca su día a día (@abeniaadriana).

Argumento

Nos encontramos ante una novela que esconde un secreto, o varios para ser exactos, con un fuerte componente sicológico, una novela en la que un paso en falso por parte del reseñador puede dar al traste con todo el trabajo de la autora, por ese motivo he decidido no hacer yo mi propia sinopsis, y dejaros la que la editorial ofrece en  su contraportada. Seguro que si alguien tiene curiosidad por el libro agradecerá este gesto.

¿Quién conoce tan bien a Cecilia que es capaz de ofrecerla la casa que sólo aparece en sus sueños?

Tras publicar su primer libro, Cecilia, una joven incapaz de librarse de los demonios de su pasado, recibe la inesperada oferta de un misterioso editor francés: escribir su segunda novela en un apartamento a su disposición en el corazón de París.

Impulsiva, Cecilia acepta. Para su sorpresa una vez allí, descubre que el piso es una réplica exacta del que aparece en su novela y que el editor es su vecino, un hombre que le atrae mucho pero que, por algún extraño motivo, despierta en ella temores dormidos y abre una vieja herida que se resiente con la lluvia.

Impresiones

Lo que moja la lluvia es metaliteratura, una novela dentro de otra novela, y ambas con el mismo titulo, ya que Lo que moja la lluvia es la opera prima de Cecilia la protagonista de esta historia, y la que le abre las puertas a la aventura de escribir un libro en la ciudad de la luz y del amor, con todos los gastos pagados, si eso no es suerte, ya no sé que puede serlo.

Pero como siempre tiendo a correr y a dejarme cosas por el camino. La protagonista absoluta de esta novela es Cecilia, un personaje de una gran complejidad sicológica. Una mujer marcada por un trauma de la adolescencia que tan solo se intuye, como muchas otras cosas en esta novela, la escritura seduce mucho más que muestra, no es para nada explicita, de ahí que muchas veces nos quedemos con las dudas. Posiblemente sea el único personaje con entidad propia y perfectamente definido, ya que de los demás tan solo nos da ligeras pinceladas para que comprendamos la relación que tienen con ella.

A fin de que podamos aprehender a la protagonista la historia comienza con su adolescencia , una niña normal, con un pelo rojo que llama la atención y que sin quererlo se ve envuelta en un hecho que tan solo apunta, que la marcara para siempre y que la convertirá en una mujer introvertida, solitaria y con problemas para relacionarse sentimentalmente con los hombres.

El desarrollo de la historia no es lineal y si en el primer capítulo nos encontramos con una adolescente en el siguiente se encuentra en París de viaje final de carrera, convertida en periodista, y disfrutando de la amistad de un compañero de promoción y su novia Valeria. Nuevamente nos encontramos con un episodio que tendrá mucha importancia en su vida y que convertirá a Valeria en su amiga más intima y en su confidente.

Nuevo salto en la vida de Cecilia, y también cambio de escenario, en este caso nos encontramos en la isla de Ibiza, donde se recluye en la casa de Valeria, ha escrito una novela, donde se ha desnudado interiormente a través de un personaje femenino, Ada, que es todo lo que a ella le gustaría ser. La novela tiene aceptación y allí recibe la nota de un editor francés que le propone escribir su nueva novela en París, en un apartamento puesto a su disposición.

Y es a partir de aquí donde la novela da un giro, y se introduce un halo de misterio y de desasosiego de la mano de Arnaud, el editor y vecino de Cecilia que se comporta de un modo ora distante, ora romántico que nos descoloca. Dado el excesivo protagonismo que le da a la escritora no ha sabido explotar el potencial del editor y en ocasiones hace actuar a  la protagonista de una forma un tanto irracional si tenemos en cuenta los fantasmas que pueblan sus pesadillas.

Hay un momento en que la autora se pierde y no aporta nada a la trama, si no llega a ser por la presencia de Aurora, que a pesar de ser un personaje como todos los demás difuminado tiene un carisma capaz de llenar por si misma las páginas se haría difícil seguir leyendo y cuando ya lo das todo por perdido, cuando piensas que la novela va a terminar en una pastelada descomunal al estilo de El perro del hortelano, la autora le da un nuevo giro, potencia el misterio y nos noquea... aunque en que sentido vas a tener que descubrirlo con la lectura. Creo que ese giro llega un poco tarde y que la autora no ha sabido explotar el potencial de la trama y a pesar de un final contundente la novela no termina de ser redonda.

Y digo que no es redonda porque deja tantas cosas a la imaginación del lector, se dedica tanto a dejar pinceladas sutiles para sea el propio lector quién intuya que sucede que en ocasiones este corre el riesgo de perderse, de no saber muy bien que ha sucedido con un determinado personaje o situación y eso a mi me ha descolocado un par de ocasiones.

Por lo que respecta al estilo la autora tiene una pluma ágil, provista de lirismo, y al mismo tiempo nada complicada, por su lenguaje cercano, aunque abusa de la adjetivación. La novela va fluyendo incluso en los momentos en que parece que no aporta nada. Aunque las descripciones son preciosas no termina de aprovechar el potencial que ofrece un enclave como París y sin embargo se pierde en detallarnos como es el apartamento por dentro, y la ropa del armario, para mi datos mucho menos interesantes, pero que ayudan a producir desasosiego.

Conclusión

Nos encontramos ante una novela que sorprende tanto en la forma como en el contenido, que no llega a ser redonda porque deja demasiadas cosas a la imaginación del lector y porque desde mi punto de vista no ha sabido aprovechar el potencial que le ofrecía tanto París como ciudad como los personajes secundarios. Por contra tiene una protagonista muy bien definida, con una sicología muy compleja, un personaje muy redondo que actúa por impulsos.

Me parece una novela que entretiene, que tiene fragmentos de una gran belleza, gracias al uso de unas metáforas que se pueden aprehender con facilidad. Unas descripciones minuciosas que ayudan a dotar de misterio, y sombras los fragmentos que lo requieren.

Y mención de honor merece el  final, un giro que mi modo de ver debería haberse producido antes, porque en ese momento la novela gana enteros, pero cuando nos damos cuenta las páginas llegan a su fin y nos queda un regusto agridulce, como que podría haberse sacado mucho más partido.

A pesar de todo la recomiendo, si pongo la balanza, la disfruté, me causó mucha desazón y mantuvo hasta el final la incógnita, y eso en una opera prima es meritorio.


Retos

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miércoles, 13 de noviembre de 2013

Dispara, yo ya estoy muerto. Julia Navarro

Me arrepentí de haber tenido tantos años en la estantería Dime quién soy, así que tan pronto llegó a mis manos comencé a leer la última novela de Julia Navarro, no quería que aparecieran reseñas que enfriaran mis ánimos lectores tal y como pasó con la anterior y con ello la relegaran al sueño de los justos en la estantería hasta que algún reto la rescatara o mi vergüenza ¿porque no?

Como he comentado alguna vez me interesa todo lo que tenga que ver con el conflicto árabe-israelí, y esta novela prometía moverse en su entorno, y lo que es más, dar luz sobre los orígenes del enfrentamiento, a mis ojos ya no podía ser más atractiva... pero me equivocaba, lo que iba a encontrar en esta historia ha superado todas mis expectativas, Julia Navarro me ha convencido, y se ha consagrado como una de mis escritoras favoritas, o mejor dicho se ha ratificado porque ya lo era.

A pesar de todo no es una novela que haya fluido entre mis manos, su tamaño conminaba a mantenerla en casa, así que las pocas horas de asueto y sofá se las dedicaba, y eso ha hecho que la haya arrastrado un mes y me he dado cuenta de que con ello no se ha hundido mi mundo, ni se ha parado mi blog, sobre todo porque tengo tantas reseñas retrasadas que ni se ha dado cuenta. En fin todo este rollo para deciros que voy a intentar perder el miedo a lo que yo llamo tochos y voy a intentar leer al menos uno al mes, y si lo arrastro para el siguiente supongo que el mundo seguirá girando.

La autor@:

Os he dejado las mismas pinceladas salvo algún matiz que en la reseña de Dime quién soy, en tan poco tiempo la autora no cambia tanto.

Julia Navarro nació en Madrid en 1953, es periodista y ha trabajado a lo largo de su carrera en prensa escrita, radio y televisión. Es autora de los libros de actualidad política Nosotros, la transición; Entre Felipe y Aznar; La izquierda que viene, y Señora presidenta.
Con su primera novela La hermandad de la Sábana Santa, obtuvo un espectacular éxito y alcanzó los primeros puestos de ventas tanto en España como en el extranjero. Con las siguientes La Biblia de barro, La sangre de los inocentes, confirmó su éxito de público y crítica y Dime quién soy la catapultó. Sus obras han vendido más de tres millones de ejemplares en todo el mundo y se han publicado en treinta países, entre ellos Italia, Alemania, Portugal, Rusia, Corea, Japón, China, Reino Unido o Estados Unidos.
Sus novelas han sido merecedoras de distintos galardones: Premio Qué Leer a la mejor novela española de 2004, VIII premio de los lectores de Crisol, premio Ciudad de Cartagena 2004, Premio Pluma de Plata de la Feria del Libro de Bilbao 2005, Premio Protagonistas de Literatura, Premio Más que Música de los Libros 2006.

Argumento

Considero que es una novela para descubrirla poco a poco, para ir sin ideas preconcebidas, dispuestos a disfrutar de la pluma de la autora y del ingenio que derrocha, por ese motivo voy a dejaros la nota que publica en la solapa, de la que poco vais a poder dilucidar si no os adentráis en sus páginas.

Hay momentos en la vida en los que la única manera de salvarse a uno mismo es muriendo o matando.

A finales del s. XIX, durante la última etapa zarista, los Zucker, perseguidos por su condición de judíos, tienen que abandonar Rusia huyendo del horror y de la sinrazón. A su llegada a la Tierra Prometida, Samuel Zucker adquiere las tierras de los Ziad,  una familia árabe encabezada por Ahmed. Entre él y Samuel nace un fuerte vínculo, una sólida amistad que, por encima de las diferencias religiosas y políticas, se mantiene generación tras generación.

Con las amenazas, la sed de venganza y muchas pasiones desatadas como telón de fondo, las vidas entrecruzadas de los Zucker y los Ziad conforman un mosaico de traiciones y sufrimientos, de amores posibles e imposibles, al tiempo que plasman la gran aventura de vivir y convivir en un territorio marcado por la intolerancia.

Intensa y conmovedora crónica de dos sagas familiares, la nueva y esperadísima novela de Julia Navarro nos adentra en las vidas de personas con nombres y apellidos, que luchan por alcanzar sus sueños y son responsables de su propio destino.

Impresiones

Julia Navarro ha vuelto  a enamorarme con su pluma y con una historia tan intensa como bien estructurada, con unos personajes cercanos y humanos, que en ocasiones parecen traspasar el papel y contarte en primera persona sus cuitas. Pero sobre todo ha sido capaz de abordar un conflicto como el árabe-israelí desde la neutralidad, dándole voz a las dos facciones en liza, sin tomar partido en ningún momento por ninguno de los dos bandos, y al mismo tiempo trazar temporalmente la línea en la que la brecha entre las dos comunidades fue agrandándose y sus posturas fueron convirtiéndose en irreconcilliables.

Un conflicto como el que aborda este libro, es complicado de explicar puesto que todos tenemos ya demasiadas ideas preconcebidas, mucho es lo que se ha abordado el tema en documentales televisivos, y ya comienza a cansar que sus posturas continúen tan enfrentadas como en 1948. Sin embargo pocos somos los que realmente conocemos como comenzaron los problemas entre las dos comunidades y porque no son capaces de llegar a un acuerdo, en el que ambos seguramente perderán y no están dispuestos a ello. Durante años no he entendido las políticas de asentamientos de los judíos en territorio árabe y no puedo decir que esta novela me lo haya aclarado, sin embargo si que a través de una historia muy bien estructurada o mejor dicho a través de dos historias que se entrelazan y entrecruzan, he sido capaz de adentrarme en los orígenes y he sido capaz de ir siguiendo el deterioro, y con ello he podido entender porque está en el punto en el que se encuentra.

La autora ha conseguido no tomar partido terminando la historia en 1948, a partir de ese momento solo se nos dan ligeras pinceladas, para poder cerrar la trama de una forma impactante, que me mantuvo con la boca abierta durante mucho rato y que convirtió esta novela en una de las mejores lecturas que he abordado este año, y eso que de candidatas no ando sobrada, porque he tenido bastante suerte al elegir los títulos.

Personajes:

No se si es lo más importante de la novela, pero si lo que a mi me ha llamado más poderosamente la atención. Nos encontramos ante una historia ambiciosa que recorre parte del s. XIX y también del s. XX, de la mano de dos familías,  una judía, que conocemos a través de uno de los miembros y de una árabe cuyo testimonio nos viene dado por el miembro de una ONG. La historia se nos cuenta desde el principio de la generación, o lo que es lo mismo desde los abuelos de  quienes nos la narran, por el lado de la familia Zucker es Ezequiel y por el lado de la familia árabe es Wädi. A ambos los veremos nacer, forjar su relación y sobre todo distanciarse.

Y quizás lo más impresionante es que en una novela de casi 900 páginas, la autora no haya repetido el nombre de ningún personaje, con ello ha hecho más sencilla la lectura, ya que yo he sido capaz de seguirla sin hacerme ni tan siquiera un árbol genealógico y eso es muy de agradecer. Al mismo tiempo destacar lo complicado que es crear tantos personajes, dibujados con guante blanco la mayoría y darles vida propia y caracteres en ocasiones contrapuestos.

En una historia de esta envergadura es casi imposible hablar de todos ellos por lo que destacaré aquellos que por una razón u otra hayan llamado más mi atención, y tengo que reconocer que la mayoría son mujeres, cuya fortaleza de carácter y física me han dejado en ocasiones sin palabras. Para mantener un poco el orden separaré por historias

Familia Zucker: Aquí voy a incluir a todos los miembros de la Huerta de la esperanza, ya que las tierras que labraban los Ziad fueron compradas por cuatro personas y crearon allí una especie de kibutz pero con características muy especiales.

Samuel: Con este personaje tuve sensaciones muy encontradas, ora empatizaba con él, ora no comprendía su comportamiento, era un volcán de sentimientos encontrados, que parece que solo al final de su vida hallaron cauce y tranquilidad. Con Samuel no comienza realmente la historia, porque cuando Ezequiel comienza a narrar este es apenas un niño que se ha quedado huérfano de madre. Isaac su padre intenta inculcarle amor por una religión que él ya ha repudiado y ve como algo malo. Para salvar la vida Samuel sale de Rusia y emprende viaje a Jerusalén, más por remordimientos por la muerte de su padre que por ganas de hacerlo, y allí comienza una nueva experiencia socialista con personas que no conocía hasta ese momento y  fragua amistad con un árabe que irá manteniendo generación tras generación.

Kassia: es una judía de Kiev, su fortaleza es tal que ningún hombre se atreve a cuestionar sus ordenes. Intenta adaptarse a la vida de la Huerta de la Esperanza y se afana en arrancarle a esa tierra tan desagradecida los frutos, nunca se queja y fragua amistad con Dina, una musulmana afable, que tiene tanto carácter como ella, pero que lo esconde por no avergonzar a su esposo. La evolución de Kassia quizás es la que más sorprende, porque va paralela al conflicto y se niega a aceptar que la política este dando al traste con tantos años de amistad.

Judith y Miriam: su peso en la historia es más bien escaso, sobre todo el de la primera, sin embargo las resalto porque son de origen Sefardí, sus raíces se anclan en España, concretamente en Toledo y mantienen la lengua que se hablaba en aquel entonces, además que siguen respetando costumbres y tradiciones propias de los sefardies y entre ellos comidas, para mi ha sido un placer. Miriam adquiere más peso al convertirse en la mujer de Samuel y la madre de Ezequiel.

Dalida: Es la hija de Samuel y Miriam, su historia comienza a coger algo de impulso cuando comienza la II Guerra Mundial y al encontrarse en Europa forma parte de la resistencia. Es una mujer tenaz, sin miedo aparente, que lucha por lo que cree justo y que tiene un final trágico, que tendrás que descubrir por ti mismo.

Sara: Es una superviviente de Auschwitz, un testimonio y un relato tan vivo, que llega a estremecer, su aparición en la historia es más bien escasa, pero lo suficientemente profunda para que merezca un sitio de honor.

Ezequiel: nuestro narrador, posiblemente no sea un personaje destacable, actúa como cualquier joven lo haría en su situación, con el corazón partido por enfrentarse a quién ha considerado sus amigos, pero con un fuerte sentimiento de patria que su padre no tenía.

Familía Ziad:

Ahmed: es el patriarca, un hombre reflexivo, poco amante de la violencia, muy juicioso que entabla una amistad sincera con Samuel a pesar de la diferencia de cultos religiosos, ambos piensan que no son diferentes y que pueden convivir. Les enseña a labrar la tierra y les ayuda a levantar su casa. El devenir de los acontecimientos le obligan a tomar una postura que no es precisamente la que el hubiera deseado.

Dina: es la esposa de Ahmed, una mujer respetuosa con las tradiciones y con su marido al que no avergonzará en ningún momento. A pesar de que le cuesta entender a Kassia y su comportamiento entre ambas mujeres se forja una amistad sin fisuras que mantendrán con tiras y aflojas hasta el final de sus días. La fortaleza de Dina se manifiesta conforme va avanzando la historia, y se muestra ante nuestros ojos de forma encantadora.

Mohammed: Es el hijo de Ahmed y Dina, es un muchacho impulsivo que venga todas las afrentas que se le comenten, mantiene con Samuel la misma amistad que su padre, pero el es consciente de que en algún momento la brecha será tan profunda que todo cambiará. Respetuoso con las tradiciones y con sus padres, se casa con Salma a pesar de estar enamorado de otra mujer.

Salma: Es la mujer de Mohammed, discreta y atenta con su marido, su suegra, y con todos los que a ella se acercan, una mujer que sabe que el corazón de su marido no le pertenece y aún así en ningún momento se lo reprocha.

Wädi: Es el hijo varón de Mohammed y Salma, un muchacho más parecido a su abuelo que a su padre, que poco a poco tendrá que virar sus convicciones para hacer frente a las vicisitudes de la guerra y la partición de su tierra.

Y lo dejo ahí porque personajes hay cientos, y todos ellos son atractivos por un motivo o por otro, quizás destacaría al otro narrador, a la Señora Miller, miembro de una ONG encargada de hacer un informe sobre las condiciones de los palestinos en los campos de refugiados. Una mujer con ideas preconcebidas que al conocer a Ezequiel se ven un poco tambaleadas, sin embargo, sus intenciones no son del todo loables...

Enclaves:

Y si personajes hay  muchisimos, también la historia se desarrolla en varios enclaves, unos más importantes que otros, pero todos de interés para el discurrir de la narración.

La historia comienza en Jerusalen en la época actual, con una Marian Miller dirigiéndose a casa de Ezequiel para hablar sobre asentamientos judíos, una mujer que de mala gana acepta esa entrevista porque realmente necesitaba hablar con el hijo.

Varios son los escenarios en los que se desarrolla esta acción:
Rusia: Los Zucker descienden de allí, de un pueblecito judío que es atacado por los hombres del zar, Isaac y Samuel logran salvar la vida porque se encontraban en ese momento en viaje de negocios. Incapaces de continuar la vida en el que hasta ese momento había sido su pueblo se trasladan a San Petersburgo, ciudad cosmopolita donde los judíos pueden vivir con permiso del zar, siempre y cuando no se signifiquen
Paris: Será el destino elegido por Samuel cuando tenga que huir de San Petersburgo para salvar su vida. Su madre era parisina y su contacto con la capital francesa ha sido continuo. Allí se refugia en los cuidados de Marie a quien le confía a Irina y Mijail que han escapado con él de las garras de la Ojrana.
A pesar de no ser el destino final de Samuel allí vuelve siempre que alguna de las mujeres reclama su presencia, y allí terminará afincando su residencia.
Jerusalén: Tras su paso por París, Samuel decide hacer realidad el sueño de su padre, y viaja a Jerusalén, allí comienza una vida llena de privaciones, compartida con otros judíos rusos, y lleva a cabo su idea del socialismo, entabla amistad con Ahmed y es feliz, aunque no siente que pertenezca a ningún sitio en especial.

Tel Aviv: ciudad enteramente judía en la Palestina de entonces, allí se instala finalmente Mijail.

Londres: ciudad en la que se instalan Konstantin, Vera, y Katia, amigos de la infancia de Samuel, que al final también tienen que dejar Rusia. Allí viaja Ezequiel en busca de pistas sobre el paradero de su padre.

Auschwitz: Parte del libro, se desarrolla en aquellos campos, de mano de Sara una superviviente, y más tarde lo visitan Ezequiel y Gustav.

Toledo: Samuel efectúa un viaje a los orígenes de su mujer Miriam.

Muchos enclaves diferentes que se van sucediendo a la par que los hechos históricos reales presentes en esta novela.

Un retazo de historia

Si algo me asombra de Julia Navarro es la ingente cantidad de documentación que maneja y que va introduciendo en la novela sin que en ningún momento llegue a abrumar al lector, porque está totalmente integrada.

A través de su pluma viajamos por la Rusia zarista, los pogromos judíos, las reuniones clandestinas bolcheviques, la represión zarista, la caída de los zares y la instauración del bolchevismo, aunque esto último con pinceladas muy ligeras.

También a vuelo de pájaro pasaremos por la I Guerra Mundial y las consecuencias que de ello se derivaron, en Palestina, la caída del Imperio Otomano, que supone el comienzo de las desavenencias entre judíos y musulmanes.

La II Guerra Mundial adquiere mucho  más protagonismo, musulmanes y judíos apuestan por distintos bandos en lucha, aunque los musulmanes no están unidos a la hora de elegir bando, como las consecuencias de esta guerra son más importantes la autora le dedica mucho más énfasis, y la aborda tanto en Palestina como en Europa, de la mano de los personajes que nos acompañan durante buena parte de la narración.

Con la victoria de los aliados llega la partición de Palestina, 1948 es el punto donde las posturas de ara bes y judíos se convierten en irreconcilliables, puede que ninguna de las dos facciones este de acuerdo con la partición, sin embargo los judíos la aceptan y los musulmanes no...

Con la partición la novela comienza a languidecer, la autora deja de darnos datos tan concisos, a partir de ese momento ligeras pinceladas de la mano de Ezequiel que se niega a dar por terminada la historia nos llevan a conocer la guerra de los seis días y atentados de uno y otro lado, las intifadas, los fedayines... Y una amistad que sigue latiendo aunque hay muchas cosas que no pueden perdonarse, y posturas enfrentadas que no pueden reconciliarse.

Y como broche para esta novela que ante todo es redonda, un final de lujo que impacta, que te descoloca y que te hace ver la historia desde otro prisma y sobre todo te permite constatar que hay formas de ser, y de ver la vida que se heredan.

Julia Navarro consciente de lo larga que es la novela y de la cantidad de datos que nos aporta crea al final de la novela un  glosario en el que nos explica algunos términos que puede que no conozcamos y también algunos acontecimientos históricos que ella resalta como interesantes en el devenir de la acción, como el caso Dreifus o la Declaración de Balfour.

Como en su anterior novela no todos los personajes son de ficción, algunos realmente existieron y supongo que algo habrá ficcionado para poder integrarlos con normalidad en la historia, pero al final también nos ofrece alguna pincelada de estos personajes históricos. Me ha gustado que haya tenido con los lectores ese gesto, puesto que no todos estamos puestos en historia, y en el caso de conocer el periodo en el que se desarrolla puede que algo se nos escape.

Conclusión

Si has sido capaz de llegar hasta aquí, habrás comprobado que la novela ha hecho mis delicias y de paso me ha hecho perder el miedo a afrontar un libro largo con el escaso tiempo del que dispongo, ya que el mundo no se ha parado porque yo haya arrastrado durante un mes un libro, y tampoco ha pasado nada por no llegar a tiempo a una iniciativa, creo que necesitaba una lección de esta categoría.

Por otro lado nos encontramos ante una novela en la que se entrelazan dos historias, dos formas de ver un mismo hecho, que nos permite ser imparciales, o al menos conocer las dos versiones, la vida de los Zucker y de los Ziad se enlazan y entrecruzan, ambos tienen una forma de ver los hechos y de vivirlos, pero entre ellos hubo una amistad sincera que las circunstancias menoscabaron, pero no pudieron romper, para poder entender estas afirmaciones tendréis que bucear en la novela, adentraros en sus páginas y embeberos de la belleza de la narración.

Nos encontramos ante una novela coral, con un gran cantidad de personajes y que sin embargo no es dificil de seguir gracias a la  deferencia de la autora de no repetir ningún nombre, imagino que el esfuerzo habrá sido grande pero ha valido la pena porque es un punto a favor de la obra.

Llegados a este punto solo me queda recomendárosla, que no os abrumen sus páginas porque van fluyendo sin apenas daros cuenta, a pesar de los capítulos que para mi gusto son demasiado largos.




sábado, 9 de noviembre de 2013

Perdida en...

He estado un poco desaparecida, y la verdad es que sentía morriña del blog, pero no tenía tiempo ni ganas de enfrentarme a las reseñas, sin embargo si he leído, hasta el punto de que he terminado un libro que ni siquiera os había presentado. Sigo liada con la reseña de Dispara, yo ya estoy muerto, espero tenerla lista en pocos días, me he ventilado no Pasa nada y si pasa se le saluda, de  Raquel Martos un libro ideal para salir de casa, así que ha hecho mis delicias en los almuerzos y esperas de médicos y también alguna noche que tenía que guardar reposo por agotamiento... mi espalda no esta fuerte todavía.

En el lado negativo, sigo arrastrando la lectura de Betibú, con este libro tengo una relación amor-odio que no se como voy a compensar, por un lado el tema de la novela me gusta, el enfoque que le da la autora también, peroooooooo esta es argentina y usa la forma de hablar de allí, con lo cual hay palabras que no acabo de entender ni por contexto, y se me hace tedioso estar mucho rato enganchada a este libro.

Tengo tanto por reseñar que debería arrinconar un poco la lectura y darle marcha a la escritura, pero me parece que tengo uno de esos periodos en los que las musas no están de mi parte y me cuesta más de lo habitual dejar una reseña en condiciones de ser publicada... así que paciencia que ya volverán de vacaciones y me pondré las pilas, porque si no peligran varios retos, que los llevo muy bien en cuanto a lecturas y muy mal en cuanto a publicación.

Y como no tengo remedio, he vuelto a caer... no no es que haya asaltado ninguna librería, el presupuesto familiar no me da para eso, pero teniendo tanto como tengo por leer en casa he vuelto a coger un libro de la biblioteca y ya lo he comenzado,  porque le tenía unas ganas tremendas desde que lo recomendó Bookworm. En cuanto lo vi disponible no me puede resistir y eso que iba a devolver un libro que no me había acabado de convencer y del que no había leído más de 30 páginas.

No me enrollo más, y paso a presentaros una de las lecturas que llevo entre manos, que creo que ganará puestos y que terminará siendo la que ocupe casi todo mi tiempo de ocio, porque me ha enganchado desde la primera línea.

Autor@: Suzanne Rindell

Titulo: La otra mecanógrafa

Editorial: Lumen

Nº Páginas: 376


Así comienza ...

Dijeron que la máquina de escribir nos despojaría de toda feminidad.
Basta con echar una mirada al artilugio para comprender cómo han llegado a semejante conclusión los autoproclamados guardianes de la virtud y moralidad femeninas. La típica máquina de escribir, ya sea Underwood, Royal, Remington o Corona, es un objeto adusto y severo cuyos rígidos ángulos rectos van directamente al meollo sin ningún indicio de detalle curvilíneo o capricho femenino. A ello se suma la pura violencia de sus brazos de hierro, que aporrean la hoja de papel con despiadada fuerza. Despiadada, sí. Sentir compasión no es una de las funciones de la máquina de escribir.

Aunque en estas líneas no se aprecie bien por donde se va a mover la novela, he considerado oportuno no continuar escribiendo, por el peligro de copiaros todo el capitulo...

Sólo os adelanto que esta siendo una delicia de lectura, que la autora aunque novel me esta sorprendiendo muy gratamente.

sábado, 2 de noviembre de 2013

Perdida en...



Ya sabéis que llevaba tres libros entre manos, hoy he conseguido terminar Dispara, yo ya estoy muerto,  de Julia Navarro, os adelanto que el libro me ha encantado, que el final me ha dejado con la boca abierta, tanto que todavía no la he podido cerrar, me había fijado como fecha tope para terminarlo finales de octubre, para participar en una iniciativa, pero trabajar lejos de casa e intentar que esta no parezca el lejano oeste me restaba horas de ocio, así que me plantee si terminar a tiempo o disfrutar calmadamente del libro aunque mi participación se quedara por el  camino, ya sabéis lo que decidí y no me arrepiento nada, porque casi que esas doscientas páginas últimas las he disfrutado línea a línea, no sabía muy bien a donde pretendía llevarme la autora y si algo no es, es precisamente previsible...

Ahora toca elegir lectura sí, pero también darle un empujoncito a las que tengo empezadas, falta que os presente la lectura de octubre del reto 12 meses 12 libros, la verdad es que le tenía muchas ganas a la novela, pero no está resultando lo que yo pensaba, quizás porque la escritura es muy autóctona,  con muchos vocablos propios de Argentina que me han dificultado en ocasiones la comprensión. Pero la voy a terminar porque la historia que cuenta me parece atractiva...

Esta vez si que he sabido mantener la intriga, así que paso a presentaros mi lectura

Titulo: Betibú

Autor@: Claudia Piñeiro

Editorial: Alfaguara

Nº Pág: 317


Así comienza...


Los lunes son los días que lleva más tiempo entrar en el Club de Campo La Maravillosa. La cola de empleadas domésticas, jardineros, albañiles, plomeros, carpinteros, electricistas, gasistas y demás obreros de la construcción parece no terminar nunca. Gladys Varela lo sabe. Por eso maldice, ahí donde está, parada frente a la barrera de la que cuelga el cartel "Personal y proveedores", detrás de por los menos otras quince o veinte personas que , igual que ella, intentan entrar. Se maldice por no haber cargado la tarjeta electrónica que el permitiría el acceso directo. Pero es que la tarjeta vence cada dos meses y los horarios en los que se puede hacer el trámite para recargarla coinciden con los horarios en los que ella trabaja para el señor Chazarreta. Y el señor Chazarreta no tiene buen  carácter.


**A mediados de febrero tendremos la película en la que participan actores españoles... producida por la Warner Bross