#SoyYincanera está resultando una experiencia de lo más edificante, me ayuda a acercarme a libros que me hubieran pasado desapercibidos entre la gran cantidad de títulos que se publican cada mes y eso cuando tu tiempo es tan escaso que para leer se lo tienes que robar al sueño, es muy de agradecer. Quizás por esa escasez que menciono este no era el mejor momento para leer lo que yo vengo en llamar una novela costumbrista que se recrea en la ambientación y en la descripción de los personajes, porque le siguen al menos seis entregas más y bien es sabido que la primera de la saga es la más lenta y descriptiva de todas.
Me costó mucho avanzar, meterme en la novela, disfrutar de los paisajes que nos va desgranando Jessica con tanta habilidad que parece que estés allí mismo, sin embargo cuando la parte descriptiva dio paso al desenlace de la trama, la historia voló entre mis dedos, y pude disfrutar mucho más de la lectura, que he reconocido no era el mejor momento para abordarla porque suelo disfrutar y mucho con este tipo de novelas.
Como las novelas hay que valorarlas en su conjunto, os aconsejo que busquéis un buen momento para sumergiros en ella y así la simbiosis con la historia será completa y la disfrutaréis desde la primera línea. Y también que empecéis investigando un poco sobre las hermanas Mitford, yo lo hice al final, cuando al terminar la novela me picó mucho más la curiosidad y encontré un articulo que arroja mucha luz sobre lo que fueron, si te apetece consultarlo pincha aquí, te aseguro que no tiene desperdicio.
La Autora:
Jessica Fellowes es conocida por ser la autora de las cinco novelas oficiales de Downton Abbey, gracias a las cuales se ha consolidado como autora de best seller de The New York Times y del Sundey Times con más de un millón de lectores. Como conferenciante ha asistido a numerosos eventos tanto en Inglaterra como en Estados Unidos; también ha hecho varias apariciones en radio y en televisión. Vive en Londres y en Osfordshire con su familia.
La puedes encontrar en:
www.jessucafellowes.com
@jessicafellowes
Sinopsis:
Estamos en 1919, y Louisa Cannon sueña con escapar de su vida de pobreza en Londres, y sobre todo, de su peligroso y opresivo tío.
La única salvación para Louisa es una posición dentro de la casa de los Mitford en Asthall Manor, en el campo de Oxfordshire. Allí se convertirá en niñera, acompañante y confidente de las hermanas Mitford, especialmente de Nancy, de dieciséis años, una chica joven y mordaz, fantasiosa e imaginativa.
Sin embargo, una enfermera de nombre Florence Nightingale Shore será asesinada en un tren a plena luz del día, y Louisa y Nancy se encontrarán envueltas en los crímenes de un asesino que hará cualquier cosa para ocultar su secreto.
Mis impresiones:
Jessica Fellowes parte de varios hechos reales y de unos personajes que existieron para crear una novela de ficción histórica, o una un libro de historia ficcionada, para la elección de los términos cada lector es muy libre y puede aplicar el que más le guste. Cierto es que la autora se permite ciertas licencias como bien explica al final del libro.
Ambienta la trama en 1919, un periodo entreguerras, con muchas carencias, mucha pobreza y escasez de hombres, son los años previos a los felices 20 que ya comienzan a vislumbrarse y se sirve de una de las familias aristocráticas más peculiares de la época, los Mitford, con su seis hijas y un sólo varón.
Parece ser que las mujeres Mitford que ya apuntan maneras en esta novela fueron toda una institución en la época, rebeldes, lenguaraces y transgresoras.
Y la tercera pata para crear la trama es otro hecho real, el asesinato de Florence Nightingale Shore en un tren a plena luz del día, un caso nunca resuelto, y que nos tendrá en vilo durante toda la narración, porque es una de las licencias que se toma la autora y que le da ritmo al último cuarto de novela.
En este libro la Mitford que tiene más protagonismo es Nancy, una jovencita de dieciséis años, caprichosa, decidida, manipuladora, mordaz, fantasiosa, ya se vislumbra en ella a la escritora famosa que llegó a ser, sin embargo, no se puede decir que sea la protagonista sino un personaje secundario de lujo muy necesario para la trama. Porque a mi entender la protagonista de esta novela es Louisa Cannon.
Y ello me va a dar pie para hablar de los personajes, podríamos decir que nos encontramos ante una novela coral, con muchos personajes y todos dibujados de forma bastante completa, y aquellos que quedan más difuminados es porque son meramente accesorios y posiblemente no vayan a tener cabida en próximas entregas. Como podréis comprender no voy a hablar de todos y cada uno de ellos, pero sí de los que me parecen más importantes
Louisa Cannon: es una joven humilde, huérfana de padre e hija de una lavandera, su vida se convierte en un infierno tras la muerte del cabeza del familia y la llegada a casa de su tío Stephen, un hombre sin escrúpulos que no duda en utilizarla para cometer pequeños delitos. Cuando las cosas pintan feas para Louisa, esta busca la forma de alejarse de él y su salvación será el empleo de niñera en Asthall Manor. A pesar de ser consciente de su posición en más de una ocasión no medirá bien las consecuencias de algunos de sus actos o alguna de sus palabras. Louisa es uno de los personajes que más evoluciona en la historia y a la que más cariño se le llega a coger.
Nancy Mitford: La primera de seis hermanas, con las que tiene rivalidades, una rebelde que pone en más de un aprieto a la pobre Louisa a la que convierte en confidente y en carabina para sus propósitos tengan o no el beneplácito de sus padres. Nancy se nos va a presentar como una joven de su tiempo a pesar de que la nobleza por aquellos años estaba en decadencia y el dinero no fluía a raudales. Se muestra caprichosa, testaruda y tremendamente inteligente, audaz, perspicaz, unas cualidades que no le abandonarían al madurar.
Stephen Cannon: Posiblemente el personaje más odioso de este libro y eso que apenas tiene protagonismo, pero es como una sombra alargada que acecha en todo momento a Louisa y que condiciona su forma de actuar. Jugador y bebedor, utiliza a su sobrina para pagar las deudas de juego, lo que empezó siendo perqueños hurtos, se convirtió en algo que Louisa no podía consentir y huir se convirtió en la única vía posible para no terminar vendiendo su cuerpo cada vez que su tio incurriera en una deuda.
Guy Sullivan: policía ferroviario, un joven con problemas en la vista que le impidieron ir a la guerra y que se minusvalora a sí mismo por ese motivo. Cuando asesinan a Florence Shore en el tren ve en la resolución del caso una forma de ascenso, un trampolín para llegar a la Policía Metropolitana. Su camino se cruza por casualidad con el de Louisa Cannon y queda prendado de la joven a la que ayuda económicamente cuando se zafa de su tío y no tiene forma de pagar el billete de tren para acudir a la entrevista de trabajo. El Guy apocado se va despertando y tomando la iniciativa conforme avanza la investigación y va a tener como aliadas a Louisa y a Nancy.
Roland Lucknor: Un soldado que compartió batallón con Lord Redesdale, el padre de Nancy, la presencia de este personaje es muy significativa e importante para la resolución de la trama y también para el planteamiento. Por casualidad conoce a Nancy, le hace creer que tiene algún interés en ella, cuando quien en realidad le interesa es su padre. No llega a ser un personaje del todo limpio, oculta muchos secretos, sin embargo, al final la autora lo redime.
Florence Shore: es una enfermera de guerra, que al licenciarse decide jubilarse y vivir con sus ahorros en una casita en la playa, sin embargo, nunca llegará a cumplir su sueños porque su vida se trunca en el tren que la llevaba a visitar a una amiga. Florence se nos presenta por aquellos que la recuerdan como una buena profesional, vocacional, muy volcada en su trabajo, una mujer que gracias a una herencia no necesitaba ponerse en peligro. La conoceremos por lo que los demás cuentan de ella y también por las cartas que escribió estando en el hospital de campaña.
No son todos los que son, pero si los que yo quiero y puedo resaltar sin destripar nada y sin condicionar la lectura de aquel que decida acercarse al libro al leer esta reseña.
Si los personajes están trazados de forma concienzuda y con mimo por la autora, no lo es menos la ambientación. Y es que a través de esta historia somos conscientes de las diferencias sociales y económicas de la clase trabajadora y la nobleza, a pesar de que la escasez afectaba a todos, siempre han habido clases y estatus. Y en esta novela son muy palpables tanto en la casa de Asthall Manor como en Londres donde vive Louisa antes de encontrar trabajo de niñera.
Jessica Fellowes retrata muy bien la sociedad de la época, el encorsetamiento de las clases pudientes, su relación con los sirvientes, el empobrecimiento que también les afectaba y que intentaban tapar a toda costa. La autora retrata de forma minuciosa el día a día en la casa de los Mitford, la relación que tenían con sus hijos y con los criados. El cariño que le tenían los niños a sus niñeras superior al que podían sentir por sus padres con los que ni siquiera compartían mesa todos los días.
Los bailes de sociedad recién terminada la guerra, la importancia de encontrar marido cuando la población masculina estaba diezmada por el conflicto bélico y muchos arrastraban problemas físicos o psíquicos. La pobreza de la clase trabajadora que luchaba por sobrevivir día día, y que buscaba prosperar.
Nos encontramos ante una novela de misterio en la que lo importante es el crimen y la investigación para su resolución en la que se verán enredadas por distintos motivos Nancy y Louisa. Se trata de una historia de corte clásico, más pausada que las actuales, pero más ágil que las de antaño, en la que una pista lleva a otra y en la que durante largos periodos de tiempo incluso se estanca. Puede ser una investigación al estilo de las novelas de Agatha Christie, en la que la sucesión de pistas lleva hasta el asesino y no siempre resulta ser quien habíamos pensado en un principio.
Conclusión:
Jessica Fellowes nos presenta una trama narrada en tercera persona, de forma sencilla, ágil y con multitud de diálogos, una novela de corte costumbrista en la que la resolución de un asesinato involucra a una señorita de la aristocracia, su niñera y un policía ferroviario. Entre los tres compondrán una estampa muy verosímil de la época y harán las delicias de los amantes de las novelas de misterio clásicas.