Hay autores con los que sientes un flechazo tan descomunal que te apetece leer cuanto han escrito. Eso me pasó hace años ya, con Empar Fernández y le he ido siguiendo la pista, y leyendo casi todas sus novelas sean del género que sean.
Empar Fernández transmite como pocos autores sentimientos destructivos, esos que anidan dentro del ser humano capaces de aniquilarlos como persona, de destruirlos física y sicológicamente y les da esa sensación de realidad que traspasa el papel y se agarran a nuestra alma dejando una desazón impresionante durante toda la lectura.
Sabía que podía encontrar en Será nuestro secreto, porque ya había leído la trilogía de la culpa y aún así me ha envuelto en un ambiente irrespirable por momentos. Una realidad en la que todos y cada uno de los personajes escondían en su armario tantos cadáveres, tantos secretos, tantas sombras que no sabías hacía donde te podía llevar la autora. Como siempre ir de su mano hasta el desenlace ha sido un placer agridulce porque lo narrado en esta historia araña el alma, no sales indemne de su lectura.
Cuando el tiempo escasea, hay que saber apostar por buenas lecturas, ir a lo seguro, y en Al revés yo he encontrado esa editorial a la que acudir en momentos críticos. Mención a parte merecen las recomendaciones de la editora Mercedes Castro, he leído algunas novelas por recomendación suya, y voy a seguir haciéndolo en la medida de lo posible.
Últimamente me gusta adentrarme en las lecturas sabiendo lo menos posible sobre ellas, por ese motivo no leo las sinopsis, en algunas cuentan demasiado y te estropean giros y otros subterfugios que pueda utilizar el autor. Si eres de los que la sinopsis te ayudan a decidir si adentrarte en una historia piérdete entre sus líneas, si no salta ese epígrafe.
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La Autor@:
Empar Fernández es profesora de secundaria y autora de novelas que abordan la historia europea contemporánea (Hotel Lutecia, Irina, La epidemia de la primavera), de obras de divulgación histórica de carácter local, de ensayos humorísticos y de numerosas novelas de genero negro escritas en solitario o a cuatro manos junto a Pablo Bonell.
Cabe destacar las novelas negras escritas en solitario: Sin causa aparente, La mujer que no bajó del avión, La última llamada y Maldita verdad (premios Tenerife Noir, Cubelles Noir y finalista del premio Hammet).
Recientemente ha publicado Som uns pringats, novela juvenil incluida también en el género delictivo.
Será nuestro secreto es la primera novela protagonizada por el veterano inspector de los Mossos d' Esquadra Mauricio Tedesco.
La podéis encontrar en:
Instagramm: @emparf1914
Twitter: @EmparFdez
Facebook: Empar Fernández
Sinopsis:
Noa, una tímida adolescente de catorce años, desparece tras una función escolar en el exclusivo colegio privado Saint Michael's School, al que acuden los hijos de los miembros más destacados de la alta burguesía barcelonesa como el empresario, y padre de Noa, Víctor Renom.
Cuando se hace evidente que Noa, una chica singular, empeñada en no contrariar a sus padres, no ha huido de casa, el subinspector Mauricio Tedesco pasa a encargarse del caso. Con su flema, sus silencios y desencanto, se sumergirá en esta trama que se irá enredando cuando comience a hacer preguntas y a descubrir todos los secretos que se esconden tras la apariencia, brillante e impoluta, de unas vidas expuestas al lujo y a la despreocupación, pero que también ocultan envidias, desamores e, incluso, la frustración de los deseos incumplidos.
Con una prosa directa, limpísima, siempre elegante y en ocasiones inusitadamente incisiva y poética, Empar Fernández desentraña, con el escalpelo de una mirada asombrosamente observadora, la maraña de anhelos, ambiciones y hambre de poder que mueve a unos personajes a los que retrata, si embargo con una gran dosis de verdad, no exenta, por momentos, de delicadeza, ternura y hasta compasión.
Es esa mezcla de desencanto y verismo, de realidad incisiva y, sin embargo, ausencia de rencor lo que hace de esta novela coral, al amparo de una trama criminal adictiva, una crónica asombrosamente ágil y certera de una élite atrapada en los demonios de la propia decadencia.
Mis impresiones:
Será nuestro secreto es una novela coral con personajes bien dibujados sicológicamente, profundos, reales, verosímiles, por sus páginas desfilan envidias, amores, desamores, hambre de poder, rencores y secretos, muchos secretos que condicionaron el pasado, el presente y determinaran el futuro de muchos de los personajes, pero sobre todo un sentimiento destructivo, anquilosante, demoledor, el miedo, que adquiere tal consistencia que se puede cortar, se puede palpar, se mete entre los pliegues y los poros de la piel creando una sensación en ocasiones molesta, paralizante.
Las desgracias unen o separan, la culpa es una costra difícil de arrancar. La sensación de desamparo que produce, el aislamiento, la desazón, ese dejarte arrastrar por la pena va destruyendo a unos padres que se comportan como dos islotes separados por kilómetros de distancia pero a la vez formando parte de un todo. Dos personas incapaces de procurarse consuelo, de apoyarse mutuamente. Un secreto que propicia un aislamiento mayor y entorpece la investigación de la policía y en medio de esta tormenta perfecta un niño que no entiende muy bien la situación, pero sabe que algo tan grave está pasando que mejor se mantiene al margen del deterioro físico y mental de sus padres.
Pero Empar no se conforma en retratar minuciosamente a la familia Renom, lo hace también con el personal del colegio y el alumnado, con los policías encargados de la investigación, cada uno de ellos tiene sus filias, sus fobias, su carácter, una forma de ser y de comportarse que no te resultara como lector indiferente, con unos conectaras y con otros no podrás hacerlo en absoluto. También entre los investigadores planea una especie de sombra negra, cada uno arrastra un pasado, un motor de vida, cada uno de ellos esconde algo de si mismo que vamos descubriendo conforme avanza la investigación.
Esta es una novela que se cocina a fuego lento, a la que le cuesta arrancar y en cada página se respira la angustia, la desesperación, los reproches, parece que no vamos a ninguna parte, que la investigación no avanza, solo lo hace el deterioro de los personajes. La autora nos va filtrando la información de forma pausada, creando expectación, para en un momento dado soltarte un sopapo que te hace despertar de golpe, ponerte alerta, jurar en arameo, buscar respuesta a las miles de preguntas que te asaltan. Te deja el alma hecha jirones y vagando en busca de una verdad que uno de los personajes intuye, y el lector parece tener un poco más clara, pero solo lo parece.
A partir de ese primer giro, la sensación del lector es que todo se precipita, y sin embargo sigue su curso, con la misma rapidez o lentitud que antes, porque en realidad es una mera percepción, parece haber pasado una eternidad y solo lo han hecho unos pocos días. Empar Fernández te sigue arañando el alma, sigue dosificando una información que tienes completa demasiado tarde, cuando comprendes que no vas a poder parar el devenir de los acontecimientos, pero ni tu ni nadie. Porque hay motores muy potentes capaces de mover montañas y convertirnos en lo que no somos. Motores que nos impulsan a tomar decisiones drásticas, así son el amor y el odio, dos caras de una misma moneda, tan lejos y a la vez tan cerca que los separa una fina línea. El poder destructivo de ambos es infinito y no somos capaces de darnos cuenta hasta que es demasiado tarde.
La realidad de los colegios de élite, las miserias de esos estudiantes pudientes, con oropel y los mismos problemas o incluso peores de los que tiene cualquier estudiante menos afortunado, la presión de la alumna e hija perfecta tras la que se esconde un miedo irracional, lejos de las únicas personas que lo pueden disipar. Cada lector puede bucear en una parte del libro pero en su conjunto, tanto si buceas en el colegio, en la comisaria o en la familia Renom, el resultado es brillante, es una novela bien hilvanada, con unos ingredientes bien escogidos, con un componente sicológico brutal, con una denuncia social subyacente impresionante y unos investigadores que espero hayan llegado para quedarse porque aunque entre ellos habitan las antípodas como equipo lo bordan.
Con la precisión de un cirujano, una prosa aséptica y alguna concesión a lo poético, pero sin subterfugios y florituras innecesarias la historia que nos cuenta Empar Fernández es de las que todos pensamos que no nos puede alcanzar, que esas cosas solo le pasan a los demás y sin embargo la realidad es tan tozuda que se empeña en demostrarnos que un error puede ocasionar que cualquier desgracia se pueda cebar con nosotros, que no son aleatorias si no bien estudiadas.
No quiero desvelaros más, solo que estas pocas pinceladas os lleven a adentraros en una historia que duele, que en algunos momentos asfixia, que te envuelve en una telaraña de sentimientos difíciles de gestionar. Y sin embargo, si bien lo analizamos es un reflejo de la sociedad en la que vivimos, con su hipocresía, con sus virtudes publicas y vicios ocultos cual moral victoriana. Lo que se calla, lo que se oculta no ha sucedido, craso error, con silencio no se puede tapar nada, porque siempre hay alguien dispuesto a tirar de la manta.
¿Te animas a leerlo? ¿Te has sumergido ya entre sus páginas? ¿Te ha gustado tanto como a mí? Venga no seáis timidos y compartid vuestras impresiones conmigo.
Conclusión:
Si has llegado hasta aquí, si he conseguido picar tu curiosidad con lo poco que he contado, no me queda más que recomendarte Será nuestro secreto, como lector el secreto que desencadena todo lo descubrirás en el momento adecuado y te quedarás o no tan sorprendido como yo, porque el titulo en si para mí también es un juego.
Le auguro larga vida a Mauricio Tedesco y a su equipo, no me gustaría vérmelas con David, pero aún así ya estoy esperando su siguiente investigación, que espero no tarde demasiado en llegar.
Quiero aprovechar para felicitar a Al revés por el tino que tiene al elegir las obras de su catálogo, para mi es siempre una apuesta segura.