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lunes, 17 de enero de 2011

Como en un espejo (IV)


" En casa de la señorita Winter nunca miraba el reloj. Para los segundos contaba con las palabras; los minutos eran renglones de caligrafía en lápiz,. Once palabras por renglón, veintitrés renglones por hoja, he ahí mi nueva cronometría. Paraba regularmente para hacer girar la manivela del sacapuntas y observar las virutas de madera con carboncillo columpiarse hasta la papelera; esas pausas marcaban mis horas.


Tan absorta me tenía la historia que estaba escuchando y escribiendo que no deseaba nada más. Mi propia vida se había quedado reducida a la nada. Mis pensamientos diurnos y mis sueños nocturnos estaban habitados por seres que pertenecían al mundo de la señorita Winter, no al mío. Eran Hester y Emmeline, Isabel y Charlie, quienes vagaban por mi imaginación y Angelfield era el lugar al que siempre volvían mis pensamientos.


La verdad era que no me molestaba renunciar a mi vida. Sumergirme hasta las profundidades de la historia de la señorita Winter era un modo de dar la espalda a mi propia historia. Sin embargo no es tan fácil olvidarse de sí mismo"
( El cuento número trece. Dianne Setterfield)
Quién no ha usado alguna vez la literatura como medio de evasión, como una forma para alejar momentaneamente los problemas o preocupaciones de la mente. Mientras te sumerges en las páginas de un libro, sólo importan los personajes, sus problemas, sus historias, y la mente descansa un rato de aquello que nos angustia y nos oprime. Es como una puerta de entrada a otra dimensión, sin embargo al cerrar el libro, al salir de la historia en la que nos sumergemos, ahí esta nuestro día a día, nuestras inquietudes, nuestras preocupaciones, no es tan fácil olvidarse de una misma.

10 comentarios:

  1. Hola Carmina!! !cuánta razón tienes! El cuento número trece está plagado de pasajes así que hacen de su lectura una delicia.

    Feliz lunes, cargadadelibros.blogspot.com

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  2. Para mí creo que será siempre el mejor modo de evasión. Por cierto "El cuento número trece" es una novela maravillosa y como dice M. plagado de pasajes interesantes.
    Un beso
    PD. Usando el picnik en la imagen eh? ¡je,je!

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  3. Yo confieso que es como una droga que uso constantemente para evadirme y estoy terriblemente enganchada porque lo que tengo en la vida real no me entusiasma ni la mitad que un libro por malo que éste sea :(

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  4. Totalmente de acuerdo: tengo que leer para irme a otro mundo donde deje de existir todo lo que me rodea, por dios, que casi no hay nada bueno! Me pasa como a Elwen.
    Le tengo ganas a este libro, por cierto.

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  5. Me encanta esta sección. Y tienes mucha razón. A mí la literatura me ha ayudado muchísimo a lo largo de toda la vida, tanto leer como escribir, pero sobre todo el año pasado. Entre octubre de 2009 y enero de 2010 mi padre estuvo en el hospital con un cáncer, le tuvieron que operar varias veces en ese tiempo y darle quimioterapia, al final lo superó y está muy bien, pero fueron meses muy duros, separada de mi chico, que ya se había venido en octubre a vivir a Madrid, viviendo día y noche en el hospital, y lo único que me consolaba un poco eran los libros que devoraba día y noche, en esa época leí muchísimo y me ayudó. Besos.

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  6. El mundo no es tan malo mujeres !

    la literatura nos evade, sí, pero como muchas respuestas están en los libros,también nos acerca más a la realidad, y a otras realidades presentes pasadas y futuras.

    Un besico!

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  7. "El cuento número trece" me encantó y además le tengo un cariño especial porque es mi primera reseña en el blog... ya ves tú qué tontería!! Estoy de acuerdo contigo la lectura te ayuda a evadirte, pero por suerte la buena literatura es mucho más que simple evasión y , como dice Susana, te hace entender mejor la realidad e incluso a ti mismo.
    Un beso,

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  8. Dependiendo de que libro caiga en mis manos podrá hacerme que me evada o que me hunda más en el hoyo, por eso soy muy cuidadoso con lo que leo y cuando, digamos que funciona demasiado bien en mis neuronas desquiciadas la mimetización con ciertos personajes.
    Besotes y apunto.

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  9. Totalmente de acuerdo, no solo sirve como evasión sino también para potenciar la imaginación, viajar sin salir de casa… resumiendo, para disfrutar.
    Musus.

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  10. A mí la lectura siempre me ha hecho desconectar y pasar un buen rato. ¡Incluso en mi época de estudiante los descansos en época de exámenes los aprovechaba para leer!
    Este libro me parece una maravilla, y cualquier fragmento se disfruta.
    Un abrazo.

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No se debe tomar estas criticas como algo profesional,ni como un intento de cambiar la opinion que se pueda tener sobre un libro, tan solo son mis opiniones y reflexiones acerca de lo que he leido y si me das la tuya estare encantada de conocerla