Eitana la esclava judía. Javier Arias Artacho

Este verano participé en un concurso de Martínez Roca en facebook , y este fue uno de los libros que me llevé de premio. En un principio no me atraía mucho, porque históricamente Roma nunca ha sido santo de mi devoción, me gustaba más la cultura e historia de la Grecia Antigua. Sin embargo cuando Laky propuso la lectura conjunta no me lo pensé dos veces, era una forma de ir dando salida a los libros que poblaban mi estantería, y de participar en una iniciativa que siempre me ha dado buenas experiencias.

Pero por distintos motivos apuré bastante el plazo para esta lectura conjunta, entre otras razones, me había saturado de novela histórica y de protagonistas de etnia judía, a veces los libros que se eligen, sin saber como giran todos en torno a un mismo grupo étnico o una misma realidad o periodo histórico y llega un momento en que sospechas que como encajes una lectura más de ese mismo corte se va a llevar una critica injusta. Por ese motivo decidí dedicarme a leer cosas más ligeritas y preparar mi cabeza para esta novela, sobre todo para poder valorar en su justa medida este libro.

Y me alegro de la decisión que tomé, porque he disfrutado este libro como una enana. A pesar de que como he comentado no es un periodo histórico que me entusiasme, me he descubierto girando una pagina tras otra, intentando vislumbrar el futuro de esta niña rebelde, de corazón guerrero incapaz de someterse. Si bien he de confesar que el final me ha parecido un poco previsible, aunque no por ello malo.

Ambientación.

La acción comienza en Palestina, en el año 54 d.C, la legión romana intentaba controlar a los judíos descontentos con los impuestos que habían que pagar en una época de bastante hambruna. El autor hace gala de una gran documentación sin por ello saturarnos con un compendio de fechas ni de hechos. La descripción de Betsaida, o Julias tal y como la bautizan los romanos nos lleva a imaginar como podía ser esa ciudad volcada en la pesca, la realidad de sus gentes, como vivían, o más bien malvivían, y el ambiente de descontento que se respiraba en la zona.

Muchos de estos aspectos de la vida en este pueblecito los descubrimos a través de Eitana, una muchacha de gran valor y coraje, una chica impetuosa, incapaz de obedecer que sella su destino, propiciando que la hagan esclava. En ese momento la acción se traslada primero a Cesárea y más tarde a un barco con destino a Roma.

Al llegar a Roma lo primero que descubrimos al igual que su protagonista es el puerto, una gran puerta de entrada y salida de esclavos. Eitana sufre un revés y se ve como mercancía de cambio junto a gente de diversa procedencia. Parece que tiene suerte y la compra la mano derecha de un juez, y de la mano de esta esclava visitaremos la zona elegante de Roma, y descubriremos las domus patricias, sus supersticiones, sus dioses, sus costumbres, el trato a los esclavos...

Descubrir el destino de un esclavo y el poco valor que tiene su vida, nos lleva a tener conmiseración de la muchacha que tan solo cuenta con trece años, y sin embargo destila una fortaleza y una insumisión impropia de las personas de su condición. También será de su mano como llegaremos a descubrir el futuro que les espera a los esclavos fugitivos, y como lo soslaya para llegar a un barrio humilde.

Pasear por la Suburra esconcer un mundo completamente distinto al que habíamos visto hasta ese momento, los artesanos e incluso mujeres de mala vida intentaban sobrevivir de su trabajo, con humildad. Es en esta época cuando conocemos el sistema educativo romano y las posibilidades que tenían las diferentes clases. Las descripciones son tan visuales que el lector se puede hacer una composición de la distribución de la casa del amanuense, y de las distintas calles, al igual que de la domus del juez, de El Palatino, el circo romano...

Rozar la felicidad es difícil cuando uno es esclavo, y perderla lo más sencillo a través de la huida de Eitana de nuevo descubrimos barrios más pobres, y de nuevo la riqueza de una casa patricia fuera de Roma, las distintas religiones que imperan en Roma, los distintos dioses, y sobre todo los distintos ritos de iniciación....

La novela termina en el punto de partida... sin embargo el porque tendrás que averiguarlo tú

Personajes

Como toda novela histórica intenta anclarse en un hecho conocido, o en algún personaje reconocido. Ambos hechos los tenemos aquí, el personaje histórico real es Nerón, aunque es un mero personaje comparsa, y el hecho real el incendio de Roma.

Son muchos los personajes que desfilan por la novela, y todos aportan riqueza y una visión de la cultura y vida romana, como sería tedioso tanto para mí como para vosotros enumerarlos uno a uno, me dedicaré a hacer una valoración bastante general y haré hincapié en aquellos que por una razón un otra me han llegado más.

Como soy la última en publicar he tenido la oportunidad de leer algunas de las reseñas que ya han salido en días anteriores, y muchos lectores parecían coincidir en que los personajes eran planos, o eran muy buenos, o eran villanos, posiblemente debido a la cantidad de personajes el autor se vio imposibilitado de dotarlos a todos de bidimensionalidad y posiblemente resaltó de ellos lo que le interesaba.

Eitana ha sido el personaje que más me ha llegado, sobre todo porque me gustan las protagonistas femeninas fuertes, esas que destilan un gran determinación, coraje... Y sin duda Eitana lo es. También se puede considerar un ejemplo de persona con estrella, porque no hay que dudar de que su situación es difícil, dura y sobre todo inaceptable, como lo es toda esclavitud, pero su belleza y su corazón la llevan a una clase de esclavitud menos dura de la que hubiera podido ser presa si le hubiera fallado la suerte. Apoyada siempre en personajes secundarios, la mayor parte de las veces masculinos, Eitana remonta el vuelo cada vez que se hunde, torea su suerte y acaba por reconocerse afortunada, sin embargo su comportamiento va dejando por el camino consecuencias para aquellas personas con las que ha convivido y eso también hace mella en su carácter.

Efren es el personaje masculino por excelencia que resaltaría, por lo que se comentaba de los personajes planos, este no lo es en absoluto, nos muestra su lado bueno y su lado malo, o menos bueno, con Eitana igual se comporta con indiferencia como la beneficia. A través de terceros conocemos su historia y al menos yo empaticé bastante con este personaje que no mide las consecuencias de sus actos, y que ha tenido que sufrir bastante para mantenerse fiel a un hombre malvado que terminó con lo que más quería. A través del sirio conocemos el mundo de los gladiadores, y del circo romano.

Didico este personaje me intrigo bastante, es un medico judío que ha abrazado el cristianismo, un movimiento incipiente aún en el imperio romano, aunque ya vamos viendo que poco a poco comienzan a ser numerosos y que Nerón encuentra una forma de deshacerse de ellos. El médico destila una gran humanidad, siempre intentando curar al mismo tiempo el cuerpo y el alma. El autor nos ofrece sólo su imagen benévola, pero como ser humano seguro que cometería errores.

Entre los personajes que odié a primera vista el juez Claudio Ulpio, un personaje que se nos presenta como malvado, un hombre amargado por el pasado, con unos fantasmas que lo atormentan y muy seguro de su posición. Se toma la ley por su mano y aquel que lo afrenta sufre una muerte dolorosa o bien consecuencias nada favorables para su salud. Me impactó la suerte que corrió su familia e intenté disculparlo, sin embargo llegue a la conclusión que el la provocó y por eso sufría la persecución de sus manes.

Destacaría también los personajes de Servius y Verina, el matrimonio de libreros que le dieron a Eitana la posibilidad de esconderse del juez, criaron a su hijo y le proporcionaron un futuro como amanuense, en ellos la bondad rebosa, sin embargo también saben mostrarse duros y egoístas cuando el peligro les acecha. Es la época más feliz de Eitana, la que recordará más veces. Lo que me llamó la atención fue que por lealtad a una persona arriesgaran su vida, su negocio y todo lo que hasta ese momento habían conocido. Lo hubiéramos hecho nosotros?, es difícil contestar en frío esta pregunta, pero visto todo lo que estaba en juego no se hasta que punto yo hubiera arriesgado mi porvenir.

Podríamos seguir enumerando, la lista sería larguisima y no podría más que dar unas ligeras pinceladas de cada uno de los personajes, es mejor que lo descubráis vosotros acercándoos a la novela. Sólo resaltar que los personajes están bien construidos, que a mi me han parecido creíbles a pesar de que de algunos solo se muestra la parte positiva y de otros la parte negativa.

Estilo

El autor divide esta novela en tres partes, que abarcan periodos diferentes y en los que vemos evolucionar a los personajes, unos entran en acción, otros desaparecen y los más se mantienen y evolucionan.

La primera parte se titula Tiempo de sufrir y abarca desde iunius del 54 a aprilis del 58. Nos presenta a Eitana y su realidad en Palestina, como es hecha prisionera y trasladada a Roma y la suerte que corre a su llegada a esta ciudad. Y termina con la huida de Eitana de la domus del juez y su llegada a la Suburra

La segunda parte Tiempo para crecer, abarca desde aprilis del 58 a iulius del 64, es la parte más optimista de la novela, porque es la más feliz para Eitana que llega a olvidar su condición, se reune con su hijo al que creía muerto, y comienza a instruirse como amanuense... Esa libertad de la que goza y que no sabe dosificar le llevara a echar por la borda todo lo conseguido y a convertirse de nuevo en una fugitiva. Es mucho lo que tiene que sacrificar y a muchas personas a las que pone en peligro con sus acciones.

La tercera parte Tiempo de aceptar, abarca desde iulius del 64 y hasta februarius del 65, es una etapa de madurez para Eitana, después de su huida ha ido a Capua a la casa de Marcius Julius el hombre que la compro en Cesárea y le evito un mal mayor. Allí se entera de la suerte sufrida por Roma asolada en un incendio... le quedan muchos años para intentar aceptar que ya nada queda de todo aquello que amó y conoció, incluso ha perdido a su hijo. Su trabajo y la bondad de Paulina le abren las puertas a un futuro prometedor. Pero su corazón indómito la lleva de nuevo a Palestina, donde sufrirá el rechazo de su gente.

Narrada en tercera persona del pasado de una forma sencilla, pero con una prosa bella y cuidada Javier Arias Artacho nos ofrece una historia bien documentada, con una ambientación soberbia y unos personajes a los que se llega a querer o a odiar, pocos dejan indiferentes. Para situarnos en la Roma de aquella época utiliza palabras latinas para nombrar los meses, las partes de la casa, o incluso los enclaves, a mi me ha parecido un acierto, pero atendiendo a que no todas las generaciones han estudiado latín, he echado en falta alguna nota a pie de pagina o un glosario a final del libro.

El final me ha parecido bastante previsible como he comentado más arriba, sin embargo lo concibo como la única forma de cerrar una vida colmada de infortunios sembrados de buena estrella. La vuelta a Palestina la he visto muy realista y la reacción de sus conciudadanos la lógica, sobre todo teniendo en cuenta que una vez más Eitana no ha atendido a las indicaciones recibidas y ha puesto su vida en peligro una vez más.

Cuando cerré el libro me invadió la nostalgia, me había quedado con ganas de más, de conocer que más le deparaba la vida a esta mujer indómita que ni las situaciones más penosas habían logrado someter, se me ha hecho corta, amena y agradable. Si lo has leído sabrás a que me refiero, si no lo has hecho ¿ A que esperas?

Como soy la ultima y a lo largo de la semana han aparecido reseñas que seguro habreis leido si os habeis perdido alguna pinchad en en enlace al blog de Laky, que seguro que cuando tenga un rato actualizara los enlaces que le faltan.