A veces cuesta vencer ciertos prejuicios a la
hora de leer a escritores mediáticos, yo entono el mea culpa, aunque no
precisamente con esta novela en la que ya los tenía más que vencidos. Creo que
estamos demasiado acostumbrados a ver como hay famosos y famosillos de medio
pelo que pueden publicar verdaderos ladrillos y escritores noveles cuya obra no
encuentra editorial dándoles mil vueltas a las de estos personajes. ¿Quién
tiene la culpa de ello? Pues creo que Don Dinero, puesto que en las editoriales
como en cualquier negocio prima la ganancia y muchos de estos autores se venden
solos, sin necesidad siquiera de marketing.
Sin embargo me gustaría romper una lanza por
Màxim Huerta, porque yo vencí mis reticencias con una novela muy valiente,
porque su protagonista es un poco difícil de entender y más difícil todavía de
empatizar, pero está escrita con una elegancia exquisita y sobre todo mantiene
hasta el final la incognita, sabe dosificar bien la trama y dar un giro
sorprendente en el desenlace. Me pareció una novela muy arriesgada que tarda en
enganchar mucho al lector. Sin pensarlo mucho me lancé a leer su opera prima,
que me pareció menos elaborada, y que me sorprendió también muy gratamente.
Cuando vi Una tienda en Paris entre las
novedades de Martínez Roca, me enamoré primeramente de su portada en tonos de
gris en el que el único color lo pone la mujer que está frente a la tienda. La
editorial ha sabido jugar con el tema de la novela desde el exterior y para mí
ha sido un acierto. Os adelanto que la novela me ha gustado, que no me ha parecido
redonda porque hay ciertas cosas que no me han acabado de llegar. Que me he
entusiasmado con la historia aunque no he logrado siempre empatizar con sus
protagonistas. Me parece mucho más comercial y menos arriesgada que El susurro
de la caracola pero no por ello de peor calidad.
Màxim Huerta se ganó una lectora
incondicional, por su bella prosa, por ese lenguaje poético que a veces
despliega bien dosificado, por su buen hacer con los personajes femeninos,
tiene una gran habilidad para meterse en la piel de una mujer, y por las
historias que cuenta, tan diferentes entre sí y a la vez tan atrayentes.
El autor
Os dejo las mismas pinceladas que ya os apunté cuando hablé de El
susurro de la caracola, y Que sea la ultima vez poco se ha movido su biográfia desde ese
momento
Màxim Huerta nace en Utiel en 1971. Inicia sus estudios de periodismo
en la Universidad CEU San Pablo de Valencia, donde compartimos estudios durante
cuatro años, yo me licencié una promoción después. Comienza sus pasos en radio
y prensa valencianos, y en 1997 da su salto a la televisión en Canal 9, dos
años después se hace cargo del informativo regional de Telecinco para la
Comunidad Valenciana, y ese mismo año salta a la emisión nacional donde se
convirtió en uno de los rostros de Informativos Telecinco, faceta que desempeño
durante cinco años presentando distintas ediciones. Durante ese período
presenta La noche temática de los juegos de rol, y forma parte del equipo
informativo de elecciones y grandes acontecimientos, como la guerra de Irak, de
Afganistán o la boda real.
En el año 2005 da un giro a su carrera, que a mi al menos me resultó
poco convincente, y se incorpora al equipo de presentadores del programa de Ana
Rosa Quintana. Formó parte también del equipo de Queremos hablar, en Punto
Radio, junto Ana Garcia Lozano.
Es miembro de la
Academia de las Ciencias y las Artes de la Televisión, y colabora mensualmente
con la revista Vanidad. El susurro de la caracola es su segunda novela, con la
que ha sido éxito de ventas y crítica y se ha convertido en uno de los
fenómenos editoriales del 2011. Quizás el éxito conseguido haya sido lo que ha
impulsado a Martinez Roca a reeditar una obra que no había tenido mucha
resonancia en su primera andadura, dotándola de una portada menos chillona, y
acortando el titulo.
Su última obra en el
mercado es Una tienda en Paris, cuya reseña me ocupa en estos momentos.
Si quereis más
información podeis acercaros a estos enlaces
@maximhuerta
(en twitter)
#unatiendaenparis
(en twitter)
Argumento
Teresa es una mujer
gris y anodina cansada de los tonos negros y grises en los que su vida se ve
envuelta. Una chica insegura que vive a la sombra de su estricta tía y sin
capacidad para decidir. Teresa esta cansada de su vida, se aburre y necesita un
cambio, sin embargo no es capaz de dar pasos por sí sola, necesita que la
empujen para actuar.
El empujón necesario
le llega cuando en una tienda de antigüedades compra un cartel que le llama la
atención. A partir de ese momento se suceden una serie de señales que la hacen
tomar la decisión de romper con la vida que lleva y marcharse a Paris a empezar
de nuevo.
Sin pensarlo mucho
compra la tienda a la que perteneció el cartel y entra de lleno en la vida de
la anterior propietaria que parece haberse instalado en su vida. Ir en pos de
Alice devuelve a Teresa la alegría de vivir, le descubre el color y le hace recuperar
el gusto por el amor.
Impresiones
En líneas generales
Una tienda en Paris me ha gustado, tiene sus puntos fuertes y sus puntos
débiles, y quizás yo los considere así porque no me gustan los fenómenos
paranormales en la literatura, pero es que además considero que no hacen
ninguna falta, que la novela hubiera seguido igual su cauce y quizás hubiera
agradado más a los lectores.
La trama se puede
dividir en dos partes, en la primera se nos presenta a Teresa, una mujer de
hábitos y costumbres, gris, anodina, aburrida de su vida, y con una tía que dirigió su
infancia a la muerte de su madre con mano férrea y sigue haciéndolo a pesar de
que ya se ha independizado. A Teresa no le gusta su vida, pero ni tiene valor
para cambiarla, enfrentarse a su tía la aterra.
Conocemos a Teresa
desde niña, la relación con la hermana gemela de su madre, Tía Brigida, una
mujer de armas tomar, sus gustos, sus hobbies. Teresa como protagonista es
demasiado normal, incluso aburrida, los pocos intentos por rebelarse a su forma
de vida son débiles, tanto como lo es
ella. Todo cambia en una tienda de antigüedades y el cartel que le llama
poderosamente la atención, tanto que decide autoregalarselo.
Màxim nos situa bien
a Teresa en su ambiente, tanto cuando es niña, como cuando es adulta, no
escatima en descripciones, esta primera parte transcurre en Madrid, y nos
hacemos una perfecta composición, de la casa en la que ha vivido de niña y el
ático de sus padres en el que vive desde que se ha independizado. También de
las calles que suele transitar. Hasta aquí no tengo ningún pero para la novela,
te puede gustar más o menos la protagonista, te puedes identificar con ella o
no, pero el estilo y la prosa son espectaculares y te llevan de la mano página
a página.
Con la llegada del
cartel a casa comienzan unos fenómenos paranormales que para mí están metidos
con calzador, creo que aquí se equivoca Màxim, no hacía falta introducir un
fantasma, ya estaban los pálpitos que tenía Teresa, ya estaba decidida a viajar
a Paris.
Comienza una segunda
etapa para Teresa, viaja a Paris en pos del color para alegrar su vida, y
siguiendo la estela de Alice Humbert, la dueña de la tienda cuyo cartel compró
en el anticuario. El cambio de escenario le da más viveza a la narración, le
aporta interés, porque Màxim sigue dibujando muy cada ambiente, conoce Paris no
hay duda y nos ofrece un retrato de la actualidad, pero quizás lo más
interesante es el que ofrece del Paris de los años 20 de la mano de Alice que
toma la voz para contarnos su vida, aquella que no puede conocer Teresa con sus
investigaciones.
La novela da un
vuelco en este momento, si ya te había atrapado ahora no te deja, no puedes
parar de leer, deseas saber más sobre esa enigmática mujer cuya vida aunque tu
no la hubieras vivido igual te fascina, sin duda Màxim ha creado un personaje
fascinante, con sus luces y sus sombras, una mujer de carne y hueso que se
equivoca en muchos pasos que da, que sin duda es muy humana.
Pero se vuelve a
equivocar introduciendo de nuevo la presencia del fantasma, y sigo creyendo que
no es necesaria, aunque esta vez tiene una explicación más plausible, el estado
de ansiedad de Teresa, y la obsesión que siente por esa mujer a la que ve en
cada paso que da.
Siempre me ha
sorprendido la capacidad que tiene el autor para meterse en la piel de una
mujer, en su mente, sus personajes son muy femeninos. Además leyendo sus obras
nos encontramos ante mujeres muy distintas, Alice y Teresa lo son, digamos que
son la cara y la cruz de una moneda, la una se come la vida a grandes bocados,
la otra la deja pasar sin pena ni gloria, pero ambas no se parecen para nada a
Margarita ni a Angeles Alarcón, sin embargo todas tienen en común las
obsesiones que les acompañan a lo largo de su vida, son mujeres muy complejas,
y dibujadas con esmero.
Personajes
Nos encontramos con
dos protagonistas femeninas de excepción, aunque para mi gusto, Alice termina comiéndole
el terreno a Teresa puesto que es mucho más interesante
Teresa: Es una mujer
de unos cuarenta años, cansada de su vida, de ser un pelele de su tía que
todavía le dice como tiene que vestir, y comportarse. Su vida se ha anclado en
los tonos grises, y necesita un cambio. Muchas de nosotras tiene un halo de esa
mujer que tan poco nos atrae. La Teresa de Paris va evolucionando poco a poco,
se ve más suelta, hace lo que quiere con su vida y sin embargo se ve eclipsada
por una Alice exultante.
Tía Brigida: Es una
mujer estirada, muy de clase alta y puesta en su papel, busca la perfección en
su apocada sobrina y lo único que consigue es formar a una mujer débil de
carácter a la que detesta. Delante de este personaje he tenido sentimientos muy
encontrados, en momentos la he comprendido y en otros me he puesto en la piel
de Teresa y la he odiado profundamente.
Alice Humbert: Fue
modelo de pintores, una mujer con un carácter fuerte que se hundía con
frecuencia, comparte con Teresa uno de sus matices la inseguridad. Su vida se
desarrolla en los felices años 20, en ese periodo entre guerras que la gente se
dedico a vivir de forma despreocupada. A
ella también la conocemos desde su infancia, como se fue labrando un futuro y
los errores que cometió. Me he quedado con ganas de mucho más, hubiera seguido leyendo
sobre Alice páginas y páginas.
Pero no todos son
personajes femeninos también hay hombres que actúan como secundarios
necesarios.
Laurent: El amor de
juventud de Teresa, el que le dejó un tremendo vacío y le hizo perder las ganas
de volver a amar. El personaje no está tan bien dibujado como las mujeres, pero
tiene su aquel, conocemos su aspecto físico y sus miedos, sus rencores.
Mathieu Ardisson: El
periodista parisino que ayuda a Teresa en su investigación, un hombre que propiciará
un nuevo cambio en la vida de Teresa. Un personaje con el que también he tenido
sentimientos encontrados, en ocasiones he sentido lástima por él y otras he
pensado que se merecía todo lo que tenía, y también me ha levantado una ternura
infinita. Tantas emociones caben en un mismo personaje, porque vive y respira y
no es nada plano, aunque esto lo comparten todos.
Los felices años 20
Ya he dicho que
quizás el acierto principal provenga de la aparición de la figura de Alice, que
nos retrotrae a los años 20, a un Paris que tiene carencias, en las que los
pobres sufren necesidades, donde cada uno intenta sobrevivir. De la mano
de Alice nos introduciremos en los
barrios obreros donde el hambre y el frío reinan por doquier, y también de su
mano daremos un salto a ese Paris frívolo, al Paris bohemio, en el que los
pintores tenían sus modelos a las que alzaban a la fama, las compartían y
solían dibujar desnudos.
Así comienza la
ascensión de Alice en la vida, siendo modelo, pasando frío, tragándose su pudor
y prestándose a situaciones que no se si yo hubiera sido capaz. Su belleza la
hace entrar en círculos más selectos, dejar de ser una modelo que se codea con
Modigliani, o Kisling este menos conocido, a pasar a brillar en la alta
sociedad con personajes como Coco Chanel.
Alice sabe
aprovechar todas las oportunidades que se le brindan, y mejorar su situación
personal, quiere olvidar su ascendencia, el hambre, el frío, quiere instalarse
en su nueva vida y borrar su pasado, aunque ello signifique olvidarse de su
familia, de su madre y sus hermanos. Pero Alice es débil y se equivoca en sus
decisiones y su vida da vuelcos y vaivenes.
El retrato de ese
Paris de los años 20 y los personajes que crea Màxim brillan con luz propia
tanto que eclipsan la historia principal que leemos para llegar a una nueva
narración de Alice.
Estilo
Me gusta la forma de
narrar de Màxim, me enamoró en el Susurro de la caracola y sigue conmoviéndome y
sorprendiéndome a cada novela. En esta ocasión le da la voz a sus
protagonistas. Tenemos dos historias narradas en primera persona, son Teresa y
Alice las que nos cuentan sus vidas, sus experiencias, sus debilidades, sus
miedos, sus aciertos y sus fracasos. Y de ahí que la narración sea cercana, con
profusión de descripciones, pero no menos diálogos.
Una narración que
fluye, que va pasando sin un orden lineal porque los recuerdos son muy
importantes para las dos mujeres, sin embargo en ningún momento nos sentimos
perdidos como lector. El autor va salpicando la narración de golpes de efecto, reservándose
para el final el más importante, me dejó con la boca abierta, sin duda un gran
as guardado en la manga.
Utiliza un lenguaje
sencillo con comparaciones y similes de fácil comprensión, bordea con elegancia
la prosa poética. Uno de los recursos que más me ha gustado es esa maleta llena
de pedacitos de ropa que guarda Teresa desde su infancia. Un guiño que tendrá
su importancia a lo largo de la lectura, aunque a veces pase desaparecibido.
Conclusión
Podría seguir
hablando de la novela, de los sentimientos que me ha levantado, podría
desgranar todos los puntos, pero prefiero que los descubráis, que os acerquéis
a Teresa y a Alice que viváis con ellas
sus aventuras, no es fácil empatizar con ellas, sin embargo las he comprendido,
en muchas ocasiones hubiera actuado de forma distinta, pero siempre me ha
quedado claro porque Màxim las hace actuar de una u otra forma.
Una novela que sin
ser redonda cuenta una historia preciosa que tiene su culmen en ese Paris de
los años 20 que seguro que te deslumbra y como no puede ser de otra forma Alice
y Teresa terminaran unidas para siempre solo te falta descubrir de que forma…
¿Te animas a
hacerlo? Seguro que lo disfrutas…
Máxim Huerta debería rendirte pleitesía, no creo que nadie en toda la blogosfera esté haciendo tanto por sus libros. Yo todavía sigo teniendo prejuicios pero cuando los venza por fin prefiero el otro, El susurro de la caracola, que por tus reseñas me tira más. Un besote.
ResponderEliminarEstoy leyendo este libro, y me esta gustando. El del susurro de una caracola lo empece a leer y no recuerdo porque lo deje apartado y no lo continué, este de momento lo estoy leyendo bastante rápido y me esta resultando agradable la lectura.
ResponderEliminarUn beso
Pues yo ya tengo "El susurro de la caracola"... venga! A vencer prejuicios!
ResponderEliminarNo tiene mala pinta. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarUn beso
No tengo prejuicios con este libro...pero aunque me interesa..por ahora no creo que lo lea.
ResponderEliminarLo pendiente manda jeje
Un beso!
A mí también me daba un poco de reparo leer a este muchacho, aunque después de varias reseñas sobre esta novela lo mismo hasta me animo con ella y todo.
ResponderEliminarEstupendisima reseña, me ha encantado,el libro ya le he leído y das en el clavo con todos los detalles.
ResponderEliminarBesitos
Yo también hablé de los prejuicios en mi reseña así que qué te voy a decir! Entiendo la postura de las editoriales porque son una empresa como otra cualquiera pero yo me pregunto si quien compra esos libros escritos por famosillos luego los leen; me da que la respuesta pueda ser negativa...
ResponderEliminarRespecto al libro, sabes que me ha gustado.
No dije nada en mi reseña de ese elemento paranormal y sabes por qué, porque casi lo he olvidado. No me gustó nada de nada y por eso pasé por encima de él. No aporta nada a la historia y es completamente prescindible.
Hay otras novelas como algunas de Marc Levy, El jardín de los hechizos o La librería de las nuevas oportunidades en que ese elemento mágico le da un toque especial y diferente y que no parece para nada traído por los pelos, pero no es el caso aquí.
Besos
Que razón llevas con lo de los perjuicios.
ResponderEliminarNo creo que sea una de mis lecturas, más por el tema que otra cosa, pero claro, te pegas estas reseñas que cualquiera la deja sin leer.
Saludos
Pues mira, aunque no sea redonda, es un libro que me llama. Quizás porque no he leído nada de Maxim Huerta. Hasta ahora es cierto que mis prejuicios mandaban, pero reconozco que a veces uno se puede encontrar agradables sorpresas tras un rostro tan televisivo como el de este hombre, además cada vez que lo veo en televisión mejor me cae, así que como por alguno hay que empezar lo más probable es que opte por éste, ya que es el que está más de actualidad y después si me gusta buscaré los otros.
ResponderEliminarVenciendo prejuicios yo me animé a leer una novela de Teresa Viejo (La memoria del agua) y sin ser tampoco una historia redonda, me gustó mucho más de lo que esperaba.
Un beso guapa
Tenía mis dudas sobre si leerlo o no, pero vi al autor en Pasapalabra y el plumón que tenía me ha cargado de tal modo de prejuicios, que me será muy difícil animarme a leer este libro
ResponderEliminarFijate que ignorancia la mía que no asociaba a Maxin Huerta, con el presentador del programa ese. La verdad es que veo muy poco la tele.
ResponderEliminarTu reseña es muy interesante y aunque no se ni como ni cuando, si la novela llegase a caer en mis manos, seguro que la leería, pues me ha llamado mucho la atención, quizás sea porque vivi en Paris muchos años...
Besos
Justo hoy he publicado una reseña de este libro.
ResponderEliminarNada comparable con la tuya, qué barbaridad, qué manera de expresarte!! me ha gustado mucho.
Enhorabuena.
Un besazo
Uy que curiosidad me ha entrado, la segunda reseña que leo hoy y las dos muy positiva... entiendo los prejuicios contra escritores mediáticos como este o como Boris Izaguirre, creo que tienen que demostrar más, verdad??
ResponderEliminarun abrazo Carmina!!!
Con esta novela voy a tener que vencer los prejuicios, que sólo veo buenas reseñas. Y me estáis dejando con unas ganas...
ResponderEliminarBesotes!!!
Estoy a ver si me lo regalan para Navidades jejeje
ResponderEliminarBesotes
Cuando he empezado a leer la reseña, en particular cuando hablabas de los prejuicios sobre determinados personajes televisivos, me ha entrado la risa floja, porque hoy en día Telecirco parece el Café Gijón, porque chica, en mi pueblo se decía que allí el más tonto arreglaba un reloj, pero de T5 se podría decir lo mismo, cambiando lo del reloj por escribir un libro, que a mi me pasa como a Pedro (el Buho), que veo Pasapalabra y los veo desfilar, uno por uno, hablando de su libro, como el otro.
ResponderEliminarEl caso es que ya sabes que ahora veo a este hombre de otra manera y de eso tienes la culpa tú, porque su imagen ha subido enteros gracias a las reseñas que escribes sobre sus libros. Sólo lamento el tema "fantasmeril", porque estoy convencida de que me molestaría por lo que cuentas. Así que nada, en día que me dé por conocerle, empezaré por "El susurro de la caracola", que seguro que lo hago con buen pie.
Un beso.
Es la segunda reseña de esta novela que leo hoy y cada vez me picáis más y me llama más la atención, era muy reacia a leer libros de gente de la tele, pero este creo que podría gustarme. Muchos besos.
ResponderEliminarSí que tenía prejuicios con este autor, pero los voy a dejar de lado porque sus libros me llaman bastante y los pones tan bien que es difícil resistirse.
ResponderEliminarUn beso!!
Todas las reseñas que voy viendo de esta novela son positivas y la verdad es que tengo bastantes ganas de leerla, me atraen los años 20 y París aunque no mucho lo de los fenómenos paranormales, de todas formas aún tengo que leer El susurro de la caracola que está en la estantería esperando
ResponderEliminarbesos
Reconozco que sí tengo prejuicios a la hora de leer las novelas de este hombre porque la sensación que me da es de superficialidad total, seguramente esté totalmente equivocada.
ResponderEliminarDe la novela que nos reseñas me llama la atención la ambientación geográfica y temporal, también la trama en sí pero me echa bastante para atrás lo que comentas del elemento paranormal. Por el momento lo dejo en barbecho a la espera de leer alguna que otra opinión.
Musus.
Le tengo muchas ganas, y es que a mí me ganó con El susurro de la caracola, aunque me costó vencer los prejuicios, pero una vez vencidos... quiero más.
ResponderEliminarBesos!
Lo tengo en casa esperando y le tengo ganas, y eso que el susurro no me gustó mucho. No tenbgo prejuicios, si, sale en la tele, pero es periodista, como muchos que escriben. En fin, que lo leeré, pero la reseña la he mirado solo por encima, que he visto cosillas que desconocí y he preferido dejar de mirar, jeje. Un besote!!
ResponderEliminarMe estoy leyendo Una tienda en Paris y me está gustando, creo que engancha, a mí por lo menos desde el principio me ha enganchado! me gusta la forma de escribir de Màxim y sin duda la descripción de Paris, ciudad maravillosa. Lo recomiendo!
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