Hoy es viernes y de nuevo la sección BBF se
queda huérfana, y es que llevo una muy
mala racha lectora, desde octubre no consigo leer más de un libro al
mes, y si este es tocho, puede durarme hasta mes y medio. El tener reseñas
pendientes de publicar han salvado el blog de la inactividad pero, no creo que
la situación mejore mucho con el nuevo año y voy a tener que poner mucho de mi
parte para salvar los retos, incluido le mío.
Así que después de mucho arañar minutos,
segundo y microsegundos, vengo a traeros la opinión de un libro que ha hecho
mis delicias por varios motivos, porque el autor es siempre sinónimo para mí de
éxito y disfrute lector, porque sus tramas son envolventes y sobre todo
imprevisibles, porque su detective es humano donde los hayan, y porque la
ciencia forense me apasiona aunque jamás me dedicaría profesionalmente a ella.
Este libro forma parte de mi maratón veraniega
y me duró unos tres o cuatro días entre manos mientras iba y volvía del trabajo en el tren, incluso en
alguna ocasión he estado a punto de no bajar en mi parada de tren por estar
demasiado metida dentro de la historia, y me ha tocado correr para ganar la
puerta antes de que el tren iniciara de nuevo su marcha.
Os adelanto que me ha gustado tanto o más que
los anteriores de la saga, que el autor gana con cada entrega como el buen
coñac con los años, y que estoy esperando la traducción ya del cuarto título de
la serie que espero no se haga mucho de esperar
El autor
Aunque os hablé largo y tendido de él en un
monográfico que le dediqué voy a recuperar unas cuantas pinceladas.
Es escritor y periodista, nació en Sheffield,
Inglaterra en 1968. Se licenció en Filología inglesa de ahí su amplio
conocimiento de la técnica narrativa y artificios, de los que el inglés es un
idioma bastante pobre. Durante unos años fue profesor en nuestro país. Fue
percusionista en varias bandas musicales, antes de lanzarse a su carrera como
periodista free lance. Mucha valentía si tenemos en cuenta que no se cuenta con
un sueldo fijo y que tienes que vender tus noticias al mejor postor.
Como
periodista ha publicado en The Times, The independent on Sunday Review, The
Daily Telegraph y The observer. Antes de la serie de David Hunter, había escrito
otras novelas que tuvieron quizás menos éxito y que no se nombran ni en su
página oficial ni en las entrevistas.
La química de la muerte, fue nominada en 2006 para
el premio Daga de Oro, y quedo finalista. En esta se estrenó como protagonista
David Hunter, un antropólogo forense. Para crear el personaje y posteriores
novelas se inspiró en una visita y una serie de artículos que realizó para la
Granja de Cuerpos en Tennessee, la primera vez que tuve noticia de este Centro
de Antropología Forense fue a través de una novela que lleva el mismo nombre de
Patricia Cornwell, una de las que no tiene desperdicio y de las que se puede
aprender un tanto sobre descomposición de cuerpos y técnicas de investigación.
Beckett presenció y participó en ejercicios
prefabricados, y en reconstrucción de crímenes reales con cadáveres en
descomposición, fue testigo de las técnicas empleadas para determinar la
secuencia temporal de la muerte, como y donde se produjo y que objeto la
provocó. De esta experiencia nació el antropólogo forense David Hunter. Un
personaje encantador, atractivo, con un pasado que olvidar y tremendamente
humano, aunque subyugado por su trabajo.
Lo que para otros es motivo de disgusto, para él representa un reto, conseguir que un cadáver le revele sus más íntimos secretos, como él dice en varias ocasiones en los dos libros que se han traducido al español, su trabajo consiste en conseguir que los muertos hablen y le cuenten lo que necesitan saber.
Sus obras
Novelas:
Fine Lines publicada en 1994
Animales publicada en 1995
Cuando el río suena publicada en 1997
Ser propietario de Jacob publicada en 1998
Serie David Hunter
La química de la muerte publicada
en 2006 y traducida al español en 2009
Escrito en hueso, El titulo en español Entre
las cenizas publicada en 2007 y traducida al español en 2010,
Los sonidos de los muertos, publicada por círculo de
lectores bajo el titulo El susurro de los muertos, opinión que me ocupa
en este momento
La vocación de la tumba, publicada en 2010,
desconozco si se está traduciendo
Por lo
visto tenemos antropólogo forense para rato y podremos disfrutar del buen hacer
de este autor.
Parece que al final he pintado el cuadro
entero, porque poco más creo que se pueda añadir a esta biografía.
Argumento
Me siento incapaz de hacer esta sinopsis sin
desvelar nada importante, después de desechar dos intentos he decidido copiar
la que ofrece Círculo de lectores en una de sus solapas, ya que en la
contraportada como gancho utiliza un fragmento del libro.
Hay ocasiones en que el destino te ofrece una
segunda oportunidad. Después de filtrear con la muerte, víctima de una agresión
que casi termina con su vida, el forense inglés David Hunter decide dar un giro
radical y volver a sus orígenes, a la Granja de Cuerpos, Centro de
investigación Antropológica Forense de Tenesse donde estudió. Aunque para el
común de los mortales ese lugar sería lo más cercano al escenario de una
pesadilla con cuerpos humanos en distintos estados de descomposición esparcidos
aquí y allá, David se siente como pez en el agua estudiando los complejos
procesos que sufre el cuerpo humano tras
la muerte.
Durante la estancia su estancia en la Granja,
David acompaña a Tom Lieberman, director del centro y antiguo profesor
suyo, a examinar el cuerpo de una
víctima de asesinato en una cabaña en las montañas. Acostumbrado a ver todo
tipo de cadáveres, Hunter nunca se había enfrentado a nada semejante: el cuerpo
desnudo, con el torso hinchado por los gases, despedía un hedor que casi podía
palparse. Al lado de la mesa donde yacía
tendido, había una silla, como si alguien, el asesino, no hubiera querido
perderse detalle de la macabra función. El descubrimiento de un nuevo cadáver
no hará sino confirmar sus sospechas: un asesino en serie anda suelto, uno
particularmente metódico y retorcido, cuya fascinación por la muerte es tan
intensa como el interés científico que por ella sienten los forenses que habrán
de seguir su rastro.
Mis impresiones
Siempre he defendido que hay que comenzar las
sagas por su principio, por lo menos por el principio que nos ofrecen aquí en
España que tienen la mala costumbre de empezar por la tercera o cuarta entrega.
A pesar de que Beckett suele contextualizar bien sus novelas y en algún momento
acabas por reunir todas las piezas del puzle, hay cosas que quedan en el aire
si te has perdido alguna historia.
Todas ellas son independientes entre sí, sin
embargo el hilo conductor de todas ellas y que evoluciona novela a novela es su
detective David Hunter, un hombre que va evolucionando con los golpes que le va
dando la vida, un hombre deshecho incapaz de asimilar tantos vaivenes y que
después de un episodio especialmente trágico que se desarrolla en Entre las
cenizas, se plantea recuperarse de las heridas del alma, necesita saber si
todavía está capacitado para hacer su trabajo, para seguir teniendo de pareja
de baile a la muerte que parece haberse fijado obsesivamente en él.
Para ello el mejor sitio para descubrirlo es
la Granja de cuerpos, va en calidad de invitado y cuenta con la ayuda del que
fuera su profesor y mentor Tom Lieberman, al que le queda muy poco para la
jubilación. Tom cree saber por donde está pasando su pupilo y por ello a pesar
de que no las leyes americanas son muy estrictas y los tribunales invalidan
muchas pruebas por errores en el procedimiento, pide la ayuda de David en un
escenario de crimen, este se muestra reticente pero al final le puede comprobar
la mala salud de su compañero.
El espectáculo encontrado es dantesco, muchas
piezas no encajan, cualquiera diría que es un escenario preparado y que quien
se encuentra detrás sabe bastante de ciencia forense, David vuelve a
encontrarse cara a cara con sus fantasmas del pasado, pero a su pesar se ve
envuelto en una operación en la que no debería participar porque puede
invalidar pruebas.
La novela como es normal en este autor está
llena de pistas falsas que te llevan a sospechar de muchos personajes, todos
ellos parecen tener un móvil, o alguna prueba les inculpa, se encuentran ante
un asesino escurridizo y muy inteligente. Giros y contra giros nos van
despistando mientras en el camino van apareciendo más víctimas y alguien está
persiguiendo a los miembros del equipo de investigación, ¿quién necesita
tomarse tantas molestias?
Quizás lo más original es dentro del capítulo
haya partes en las que el protagonista
es ese asesino que desconocemos, ese hombre
especialmente cruel que tiene un motivo para matar y que nos desvela, pero
contrariamente a lo que podríamos pensar, el narrador no es el asesino, sino que el autor utiliza la segunda persona, algo poco común en la literatura
y que en ocasiones puede descolocar al lector, porque no sabe muy bien a quien
se dirige. Y es en estos fragmentos en los que se nos explica porque mata, que pretende conseguir, porque tiene una
finalidad, como elige a sus víctimas y prepara los escenarios, como vive, como
ha sido su infancia y quién o qué lo ha abocado a esa carrera desenfrenada y a
ese juego con la policía que cada vez se encuentra más cerca de su pista.
Creo que sin desmerecer a ninguna de sus dos
otras novelas, que en todas podemos encontrar mucha intriga, tensión y maldad,
en esta el autor se ha lucido especialmente, ha sido capaz de meterse en la
piel de David un hombre sicológicamente deshecho y con muchos problemas todavía
para olvidar el incidente que casi le cuesta la vida. Pero también en la de Tom
Lieberman que tiene que lidiar entre la ética y deontología y la necesidad de
ayudar al amigo que está sufriendo, pero también en la del asesino, que no es
más que otra víctima de la sociedad, un hombre con un trastorno mental, muy
inteligente que es capaz de engañar a todos.
Nos encontramos ante una historia que cuenta
con ingredientes de primera calidad, unos personajes creíbles y muy elaborados
física y sicológicamente, una atmosfera
que a veces puede incluso ahogar, el trabajo en una Granja de cuerpos no es
nada agradable para las personas ajenas al tema, y no se nos ahorran detalles, pero tampoco de
las escenas de los crímenes y el final es apoteósico, no digno de estómagos
delicados. Sin embargo cuando la novela enfila la recta final, cuando la policía
tiene en el punto de mira al asesino, cuando la ayuda de David y su intuición
es más que necesaria para resolver el caso, se pega a tus manos y es imposible
soltarla hasta que la trama se resuelve.
Sin duda David Hunter por su humanidad se ha
ganado un hueco en mi corazón, y estoy deseando leer una nueva aventura, porque
las heridas siguen abiertas y hay una trama pendiente de cerrar que se arrastra
desde el segundo libro publicado en España y en algún momento encontrará el
autor la forma de darle el carpetazo y con ello el descanso que necesita el
forense que si algo comprende es que lleva esa ciencia en la sangre y que con
muchas limitaciones puede seguir dedicándose a ella porque no ha perdido lo
esencial.
Conclusión
Simón Beckett ocupa un lugar de honor entre
los autores de novela negra en mi biblioteca porque consigue lo que pocos, que
cada novela que saque me apetezca con locura. Su trabajo es impecable, cuida
todos los aspectos de la novela, y pretende sorprender al lector, lo predecible
no entra en sus obras, de ahí que siembre sus historias de pistas que llevan a
múltiples callejones sin salida pero que sin embargo son imprescindibles para
llegar al final.
En sus novelas siempre hay un ingrediente
original, en esta ha sido ese narrador en segunda persona que para resaltarlo está
escrito en cursiva, es como si la conciencia del asesino estuviera contando sus
hechos, y porque llega a esa situación, que busca y cuáles son sus métodos para
conseguirlo. Cuesta mucho entender al asesino, empatizar es imposible pero
cuando descubres quien está detrás de todo no puedes menos que sentirte
estafado por el personaje, porque ha llegado a conmoverte, y a engañarte y no
llegas a comprender como has podido estar tan ciega para no ver que tenías en
las narices.
Supongo que la misma sensación del
lector la compartirán los personajes,
puesto que son tan engañados como el propio lector, Simon Beckett hace gala de
una gran maestría a la hora de hilar la acción y de mantener la intriga que no
decae en ningún momento, y también a la de dar vida a unos personajes
complejos, con una sicología muy elaborada y una forma de actuar muy marcada
por sicopatologías.
Sin duda es una buena opción de lectura si
eres amante de las novelas negras. El único pero no es para la obra que me
parece redonda en muchos sentidos, sino para la forma de acceder a ella, de
momento y yo no he sido capaz de encontrar lo en otra edición es exclusivo de Círculo
de lectores, y es una lástima porque no todos estamos suscritos a él…
Si te animas a leerlo seguro que lo disfrutas, pero no olvides empezar por el principio...
Con esta reseña inicio mi participación en el reto 25 novelas de misterio y suspense.
No conocía el libro, me alegro de que lo hayas disfrutado. Muchos besos y feliz navidad.
ResponderEliminarNO he leído nada de este autor y es díficil que lea este libro si sólo está disponible en Círculo de Lectores. Una pena porque creo que me podría gustar. Besos
ResponderEliminarVaya tela... porque no he leído nada de este autor y el problema no es ya que hayas conseguido tentarme con esta novela, sino con la saga en si. ¿Y ahora cómo lo hago?
ResponderEliminarUn beso.
No lo conocía ni he leído nada del autor pero creo que no me voy a poder resistir a probar algo de este escritor. Lo has puesto de irresistible para arriba =)!!
ResponderEliminarQué buena pinta tienen estos libros! Una pena que sólo estén en Círculo... Ahora me dejas pensando en amistades que estén aún apuntados a la revista...
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues está claro que habrá que ponerse a la tarea de leer a este autor.
ResponderEliminarPara todos, La quimica de la muerte la editó tambien Mondadori, pero de las otras novelas no tengo noticias que hayan sido editadas fuera de circulo y eso que he investigado
ResponderEliminarNo lo conocía... tiene buena pinta! =)
ResponderEliminarBesotes
Hasta que he leido tu reseña no sabía nada de este autor, qué lastima, porque tiene una pinta estupenda.
ResponderEliminarEspero ponerle pronto remedio.
Muchas gracias por la información.
Besos.
Ahhh, como me marcho hoy mismo de vacaciones, aprovecho para desearte pases unas felices fiestas de navidad y que descanses un poco, para empezar el año con fuerza y alegría.
(Hay que ver que incongruencia acabo de decir, Navidades y descansar...)
No conocía al autor, pero tomo nota para leer alguna de obras, ya que me voy familiarizando con el género, aunque las sagas no me gustan demasiado.
ResponderEliminar¡Feliz Navidad!
Besos
Yo tampoco conocía a este autor ni sus libros pero creo que me animaré a leer alguno, los buscaré entonces en la revista de Círculo aunque igual hasta hay alguno en las estanterías de casa
ResponderEliminarbesos
No conocía al autor, gracias por presentarme su obra.
ResponderEliminarFelices Fiestas Carmina.
Besitos.
Me tomo nota, ¡Felices Fiestas, Carmina!
ResponderEliminarTampoco conocía el libro pero yo no me lo apunto. Por el momento tengo mucho pendiente y este no me atrae lo suficiente.
ResponderEliminar¡Muchos besos!
He leído muy buenas opiniones de este autor. Todos los ponéis muy bien y coincidís en que sus novelas son adictivas. Tengo que probarlo, sin duda.
ResponderEliminarUn beso!!
Para los amantes del género pinta más que bien pero, como dices, no todos estamos suscritos a Círculo. Una lástima.
ResponderEliminarMusus y feliz Navidad.
Pues apuntado queda. No conocía al autor ni la obra, aunque el nombre del autor me suena.
ResponderEliminarTengo intención de leer muchas lecturas negras el próximo año, así que quizá caiga.
Otro que no conozco ni auto ni novela. Me va a gustar esto del reto, pues entre todos me enseñaréis un montón de libros :)
ResponderEliminarGenial reseña, ¡un besito!