Comencé a leer novela negra siendo todavía una adolescente que peinaba trenzas, primero literatura juvenil. Más tarde y cuando se impuso un cambio de peinado comencé con la novela para adultos, sin embargo, seguía siendo una jovencita idealista que pensaba que podría cambiar el mundo desde el periodismo. En aquellos años los libros que entraban en mi casa eran de autores extranjeros, y siempre había relacionado el género con ellos, no pensaba que en España pudiera darse y ¡como me equivocaba!.
Desde siempre me recuerdo ahorrando dinero para poder comprar libros, así que las colecciones de quioscos me parecían una buena alternativa, al menos las primeras entregas, luego ya me costaba mucho más ahorrar porque el gasto semanal se me hacía cuesta arriba. En una de esas colecciones conocí a Lorenzo Silva, a Alicia Gimenez Bartlet y a Manuel de Lope y comprobé que era posible novela políciaca, criminal y negra en nuestro país. Más tarde y ya siendo una bloguera con experiencia conocí a un autor que me gusta mucho, Domingo Villar y gracias a la blogosfera sigo descubriendo autores y libros, unos me llenan y otros no acaban de hacerlo, pero siempre es un placer.
Y todo esto para contaros que desde hace unos años me apetece ir descubriendo y leyendo a autores españoles en todos los géneros pero sobre todo este que nos ha ocuapdo todo el mes. No había oído hablar de Guelbenzu hasta que Kayena propuso una lectura conjunta en la que se sorteaba entre los participanes Muerte en primera clase. Leí la sinopsis, busqué información en blogs, y vi que podía interesarme, así que vencí las reticencias a embarcarme en lecturas conjuntas y sobre todo al libro en cuestión porque se trataba de una antología zombie y no me atrae nada ese tipo de historias, y la suerte me sonrió y el libro llegó a casa.
Me gustaría haberlo leído antes, pero no saco tiempo de ningún lado, así que pensé que el mes temático me ofrecía una ocasión que no podía desperdiciar. Terminada su lectura me ha dejado sentimientos contradictorios. Y no es que no me haya gustado el libro, que no es esa la cuestión, pero si que hay flequitos que me han dado quebraderos de cabeza, guiños a la vieja dama del crimen que no me han acabado de llegar y una protagonista que siendo lo mejor de la novela me ha dejado asombrada con su falta de juicio...
Pero no corramos y vayamos paso a paso, y con buena letra vayamos desgranando los pros y los contras de una novela que no me acabó de resultar redonda porque quizás esperaba más acción y es de desarrollo lento en un principio, va de menos a más y eso siempre es una virtud, pero tarda en mi opinión mucho en despegar...
El autor
J.M. Guelbenzu nació en Madrid en 1944, estudió Derecho en la Complutense. Entre 1964 y 1969 trabajó en la recién fundada Cuadernos para el diálogo y en la actualidada colabora regularmente en el diario El País como crítico literario. En 1967 quedó finalista del Premio Biblioteca Breve con El mercurio, su primera novela.
Fue director de Taurus y Alfaguara. Entre los libros que ha publicado hasta la fecha están, La noche en casa (1977), El rio de la luna (1981), que recibió el Premio de la Crítica, La Tierra Prometida (1991), ganadora del Premio Plaza y Janés, Un peso en el mundo (1999), El amor verdadero (2010).
Bajo la firma J.M. Guelbenzu es autor de seis novelas políciacas: No acosen al asesino (2001), La muerte viene de lejos (2004), El cadáver arrepentido (2007), Un asesinato piadoso (2008), El hermano pequeño (2011), ganadora del Premio Torrente Ballester por su "magistral construcción de una intriga cuayo desarrollo se enriquece con una compleja caracterización psicológica de los personajes, una sutil creación de atmósferas y una visión muy auténtica de la España actual" y Muerte en primera clase (2012), todas ellas protagonizadas por la juez Mariana de Marco.
Información ofrecida por la editorial en la solapa interior
Argumento
Mariana de Marco, juez de provincias, es invitada por su amiga Julia Cruz a un crucero de lujo por el Nilo, uno de esos viajes que tienen como objetivo que personas influyentes se relacionen entre ellas y surjan negocios fructiferos. El crucero esta compuesto por varios pasajeros pero hay un grupo bastante numeroso que parece girar en torno a la figura de una mujer mayor, de unos sesenta años, con clase y carácter.
Mariana de Marco sentirá curiosidad por el variopinto grupo, con el que es incapaz de empatizar, solo Carmen le inspira simpatía y un sinfín de preguntas. Parece que la misma Carmen siente curiosidad por la figura de la juez y le emplaza para una cita. Pero está no tendrá lugar porque tras un espectáculo de alto contenido erótico denigratorio para la joven que lo efectuó Carmen desaparece sin dejar rastro.
La mente análitica de la juez de instrucción comienza a fraguar hipotesis, que se van viendo reforzadas o eliminadas conforme va conociendo al resto de los miembros de la familia y las relaciones que los unen y que parecen unir a Carmen y a la joven que realizó el espectáculo. A pesar de las advertencias de Julia, Mariana no se puede quedar al margen y su vida corre serio peligro, porque es incapaz de mantener sus tesis e hipotesis en secreto.
Impresiones
A medida que avanzaba en la lectura y salvando las distancias, Mariana de Marco se me aparecía como la sin par Jessica Fletcher y es que aquella buena señora también se metía en algunos fregados por no poder mantener la boca cerrada y hacer demasiadas preguntas, o meter las narices donde no le llamaban. Sin embargo no es el único guiño que encontramos a la Dama del crimen, casi al final se menciona al Karnak, barco en el que transcurre una de las novelas de Agatha Christie y la forma que tiene de ir atando cabos Mariana no difiere mucho de la que usa la protagonista de sus novelas. No soy una entendida en la obra de esta autora sin embargo no me perdía ningún capítulo de la serie Se ha escrito un crimen.
Muerte en primera clase es una novela que va de menos a más, una novela en la que en primer lugar se nos presenta a todos los personajes y la relación que los unen, una novela muy descriptiva en la que es posible pasear por los principales enclaves turísticos egipcios de la mano de Mariana, su amiga Julia y los demás viajeros del crucero. Todo parecía ir viento en popa, Mariana y Julia lo estaban pasando bien a pesar de que sus compañeros de mesa en el comedor eran un poco sosos y aburridos, al menos a mi me lo parecieron.
Parecía que la acción no iba a despegar nunca, y después de un espectáculo lamentable de alto contenido erótico, Carmen de Montesquinza desaparece camino de su camarote, y aquí es donde empieza a moverse un poco la novela, pero de forma lenta y gradual. La voz cantante la lleva Mariana de Marco, una juez de provincias, que parece tener muy claro que Carmen ha sido asesinada, y no para de mover los hilos para lograr que el asesino se delate, aún a riesgo de su propia vida.
En mi opinión lo mejor que tiene esta novela son sus personajes, puesto que poco original me parece la trama, pero el autor ha sido capaz de dibujar unos personajes interesantes, unos más que otros, pero pocos te dejaran indiferentes, con unos empatizarás y a los otros directamente los odiarás.
Personajes
Mariana de Marco: Si no recuerdo mal nos encontramos ante una sexta entrega, por lo que el personaje principal que se repite en cada una de ellas está muy evolucionado. Mariana es juez de instrución y primera instancia, una mujer acostumbrada a buscar indicios. A pesar de no ser una jovenzuela todavía es atractiva y está de buen ver, sin embargo ella es reacia a las relaciones por algún que otro desengaño amoroso, y por el sabor amargo que le ha dejado el último caso que ha instruido y que le ha hecho plantearse un traslado.
Acostumbrada por su trabajo a buscar indicios de culpabilidad, Mariana no puede quedarse al margen y disfrutar del crucero como le pide Julia cuando desaparece Carmen y mucho menos cuando desaparece Dolores y es encontrada ahogada poco después. Sus preguntas y sobre todo sus teorías levantan ampollas, se gana digamos que enemigos y si no se puede decir de una forma tan tajante, al menos si antipatias.
Pronto se da cuenta de que no está segura, una sombra se desliza en la cubierta cuando está sola, tiende a asirse a la barandilla porque no cree en las casualidades, es agredida aprovechando el tumulto de un bazar, pero no eso no disuade a Mariana de seguir especulando y de provocar al autor material de los asesinatos porque como ella dice no tiene jurisdicción pero no puede permitir que quede impune.
Julia Cruz: Es la amiga de Mariana, es ella quien recibe la invitación y la hace extensiva a la juez. Julia es arquitecta y tiene éxito. Es la única capaz de decirle las cosas a la cara y de causarle daño, porque la verdad sin duda es dura y cruel. Julia presiona a Mariana en más de una ocasión para que disfrute del viaje y se olvide de investigaciones para las que no tiene jurisdicción.
Pero sin darse cuenta entra en el juego de su amiga, ella misma plantea hipotesis, y va descartando las que le parecen descabelladas, se convierte en los ojos y oidos de Mariana cuando esta no está presente.
Carmen de Montesquinza: toda una sorpresa de mujer, conforme avanzaban las averiguaciones de Marina constatabamos que no era oro todo lo que relucía. Fuerte de carácter, y lider nata, Carmen tenía a toda su familia alrededor, una corte de parásitos a los que alimentaba y daba trabajo. Un personaje a descubrir.
Dolores: Una muchacha de buena familia que protagoniza un episodio un poco desafortunado, y que es el que desencadena la acción. Se convierte en la segunda desaparecida, de ella poco conocemos y siempre a través de terceros, posiblemente sea el personaje peor dibujado, un secundario necesario, pero sin un papel relevante.
Pedro Gúzman: Es el organizador del crucero, quien peor lo pasa con todo lo relacionado con las desapariciones y con las elucubraciones de Mariana, su cometido es que este sea un éxito y todo amenaza con saltar por la borda, mantener la calma entre el pasaje se antoja imposible y programar excursiones que puedan alejar los contratiempos de la mente de los cruceristas una odisea.
Pero sin duda Pedro es un hombre de recursos a quien sólo una persona opone resistencia, nuestra juez de provincias que se empeña en buscar asesinatos donde la polícia no los encuentra.
Tatty: La hija de Carmen, tan distinta a ella como el día y la noche, sin ninguna dote de liderazgo, una mujer apocada a quién su propia madre deja de lado, y sin embargo la heredera de todo el imperio Montesquinza.
Ada: La secretaria de Carmen, una mujer que sabe mucho más de lo que parece, y que le ofrece a Mariana muchísima información. Una mujer rota, aislada por el clan una vez falta la matriarca que vagará por el barco como alma en pena y se cogerá al salvavidas que le ofrece la juez, aunque las relaciones entre ellas terminarán siendo algo tirantes.
Ignacio y Ricky Llano: Ignacio es el ex marido de Carmen y sigue haciéndose cargo de una parte de su negocio, está confinado a una silla de ruedas por lo que es una carga para su hijo. Ricky es el prometido de Tatty, la hija de Carmen, pero parece hacerle más caso a la prima de esta, Carola, es un chico que no parece tener muchas luces y que sin duda alguna va detrás del dinero de Carmen.
Y podríamos seguir porque hay más personajes, pero creo que he destacado los principales, los que más peso tienen dentro de la trama por una u otra razón.
Estilo
Nos encontramos ante un narrador omnisciente y eso nos permite conocer lo historia desde varios flancos, sin embargo la mirada que se nos ofrece más nítida es la de Mariana, y será a través de sus ojos como descubriremos las bellezas del paisaje egipcio, también a través de ella veremos a los diferentes participantes en el crucero, sin darnos cuenta nos contagiará sus teorías y todo eso a pesar de que la narración se encuentra en tercera persona del singular.
Guelbenzu hace gala de un narrar reposado, que avanza sin grandes sobresaltos, se toma su tiempo en las descripciones tanto de los lugares, como de los personajes. Utiliza un lenguaje depurado, podría decir que incluso culto, sin caer en cultismos y en figuras retóricas de difícil calado. Sabe manejar el diálogo y a cada personajes le da una voz diferente acorde con su forma de ser.
Sin duda el autor es un amante del jazz, y la propia Mariana también, mientras uno va leyendo puede ir poniendo música a la lectura, solo hace falta buscar las canciones en la red. Sin dudas eso ha hecho mis delicias, soy una amante del jazz y de la música instrumental y he disfrutado como una enana.
Cómo ya he dicho con anterioridad esta novela me parece un guiño a Agatha Cristhie y a Jessica Fletcher siempre salvando las distancias, pero no he podido evitar hacer las comparaciones. En un primer momento me costó muchisimo avanzar, las descripciones, unidas al poco tiempo que tenía para leer hacía que a penas encontrara placer en la lectura, poco a poco el libro me fue ganando y ya estoy deseando leer algo más del autor y reencontrarme con Mariana de Marco, y desde luego oportunidades no me faltaran porque tengo unas cuantas novelas en las que perderme.
Conclusión
Quizás a estas alturas os preguntéis si recomiendo o no la lectura, y la respuesta es sí, los pequeños flecos que no me han acabado de llegar son apreciaciones personales que a otro lector le pueden gustar, sobre todo en cuanto a los guiños se trata, mi experiencia con este tipo de cosas es un poco mala, y tiendo a rechazarlos, aunque reconozco que los paralelismos los establecí yo, más que el libro que solo lo menciona de pasada y a próposito del Karnak.
Sólo por conocer a Mariana de Marco ya vale la pena, aunque llegué a la conclusión de que estaba como un cencerro, o que como poco era kamikaze, es difícil comprender ese afán por tentar al asesino que le podría haber costado la vida.
Si os acercáis a ella y es vuestra primera novela quizás os convenga saber que el personaje está muy evolucionado, y podéis encontrar en la biografía del autor sus anteriores entregas, en estos momentos no se muy bien si comenzar por la primera o bien hacer caso a mi instinto y coger El hermano pequeño, a la que le tengo ganas desde hace tiempo.
Si os animáis espero leer vuestras opiniones
A medida que avanzaba en la lectura y salvando las distancias, Mariana de Marco se me aparecía como la sin par Jessica Fletcher y es que aquella buena señora también se metía en algunos fregados por no poder mantener la boca cerrada y hacer demasiadas preguntas, o meter las narices donde no le llamaban. Sin embargo no es el único guiño que encontramos a la Dama del crimen, casi al final se menciona al Karnak, barco en el que transcurre una de las novelas de Agatha Christie y la forma que tiene de ir atando cabos Mariana no difiere mucho de la que usa la protagonista de sus novelas. No soy una entendida en la obra de esta autora sin embargo no me perdía ningún capítulo de la serie Se ha escrito un crimen.
Muerte en primera clase es una novela que va de menos a más, una novela en la que en primer lugar se nos presenta a todos los personajes y la relación que los unen, una novela muy descriptiva en la que es posible pasear por los principales enclaves turísticos egipcios de la mano de Mariana, su amiga Julia y los demás viajeros del crucero. Todo parecía ir viento en popa, Mariana y Julia lo estaban pasando bien a pesar de que sus compañeros de mesa en el comedor eran un poco sosos y aburridos, al menos a mi me lo parecieron.
Parecía que la acción no iba a despegar nunca, y después de un espectáculo lamentable de alto contenido erótico, Carmen de Montesquinza desaparece camino de su camarote, y aquí es donde empieza a moverse un poco la novela, pero de forma lenta y gradual. La voz cantante la lleva Mariana de Marco, una juez de provincias, que parece tener muy claro que Carmen ha sido asesinada, y no para de mover los hilos para lograr que el asesino se delate, aún a riesgo de su propia vida.
En mi opinión lo mejor que tiene esta novela son sus personajes, puesto que poco original me parece la trama, pero el autor ha sido capaz de dibujar unos personajes interesantes, unos más que otros, pero pocos te dejaran indiferentes, con unos empatizarás y a los otros directamente los odiarás.
Personajes
Mariana de Marco: Si no recuerdo mal nos encontramos ante una sexta entrega, por lo que el personaje principal que se repite en cada una de ellas está muy evolucionado. Mariana es juez de instrución y primera instancia, una mujer acostumbrada a buscar indicios. A pesar de no ser una jovenzuela todavía es atractiva y está de buen ver, sin embargo ella es reacia a las relaciones por algún que otro desengaño amoroso, y por el sabor amargo que le ha dejado el último caso que ha instruido y que le ha hecho plantearse un traslado.
Acostumbrada por su trabajo a buscar indicios de culpabilidad, Mariana no puede quedarse al margen y disfrutar del crucero como le pide Julia cuando desaparece Carmen y mucho menos cuando desaparece Dolores y es encontrada ahogada poco después. Sus preguntas y sobre todo sus teorías levantan ampollas, se gana digamos que enemigos y si no se puede decir de una forma tan tajante, al menos si antipatias.
Pronto se da cuenta de que no está segura, una sombra se desliza en la cubierta cuando está sola, tiende a asirse a la barandilla porque no cree en las casualidades, es agredida aprovechando el tumulto de un bazar, pero no eso no disuade a Mariana de seguir especulando y de provocar al autor material de los asesinatos porque como ella dice no tiene jurisdicción pero no puede permitir que quede impune.
Julia Cruz: Es la amiga de Mariana, es ella quien recibe la invitación y la hace extensiva a la juez. Julia es arquitecta y tiene éxito. Es la única capaz de decirle las cosas a la cara y de causarle daño, porque la verdad sin duda es dura y cruel. Julia presiona a Mariana en más de una ocasión para que disfrute del viaje y se olvide de investigaciones para las que no tiene jurisdicción.
Pero sin darse cuenta entra en el juego de su amiga, ella misma plantea hipotesis, y va descartando las que le parecen descabelladas, se convierte en los ojos y oidos de Mariana cuando esta no está presente.
Carmen de Montesquinza: toda una sorpresa de mujer, conforme avanzaban las averiguaciones de Marina constatabamos que no era oro todo lo que relucía. Fuerte de carácter, y lider nata, Carmen tenía a toda su familia alrededor, una corte de parásitos a los que alimentaba y daba trabajo. Un personaje a descubrir.
Dolores: Una muchacha de buena familia que protagoniza un episodio un poco desafortunado, y que es el que desencadena la acción. Se convierte en la segunda desaparecida, de ella poco conocemos y siempre a través de terceros, posiblemente sea el personaje peor dibujado, un secundario necesario, pero sin un papel relevante.
Pedro Gúzman: Es el organizador del crucero, quien peor lo pasa con todo lo relacionado con las desapariciones y con las elucubraciones de Mariana, su cometido es que este sea un éxito y todo amenaza con saltar por la borda, mantener la calma entre el pasaje se antoja imposible y programar excursiones que puedan alejar los contratiempos de la mente de los cruceristas una odisea.
Pero sin duda Pedro es un hombre de recursos a quien sólo una persona opone resistencia, nuestra juez de provincias que se empeña en buscar asesinatos donde la polícia no los encuentra.
Tatty: La hija de Carmen, tan distinta a ella como el día y la noche, sin ninguna dote de liderazgo, una mujer apocada a quién su propia madre deja de lado, y sin embargo la heredera de todo el imperio Montesquinza.
Ada: La secretaria de Carmen, una mujer que sabe mucho más de lo que parece, y que le ofrece a Mariana muchísima información. Una mujer rota, aislada por el clan una vez falta la matriarca que vagará por el barco como alma en pena y se cogerá al salvavidas que le ofrece la juez, aunque las relaciones entre ellas terminarán siendo algo tirantes.
Ignacio y Ricky Llano: Ignacio es el ex marido de Carmen y sigue haciéndose cargo de una parte de su negocio, está confinado a una silla de ruedas por lo que es una carga para su hijo. Ricky es el prometido de Tatty, la hija de Carmen, pero parece hacerle más caso a la prima de esta, Carola, es un chico que no parece tener muchas luces y que sin duda alguna va detrás del dinero de Carmen.
Y podríamos seguir porque hay más personajes, pero creo que he destacado los principales, los que más peso tienen dentro de la trama por una u otra razón.
Estilo
Nos encontramos ante un narrador omnisciente y eso nos permite conocer lo historia desde varios flancos, sin embargo la mirada que se nos ofrece más nítida es la de Mariana, y será a través de sus ojos como descubriremos las bellezas del paisaje egipcio, también a través de ella veremos a los diferentes participantes en el crucero, sin darnos cuenta nos contagiará sus teorías y todo eso a pesar de que la narración se encuentra en tercera persona del singular.
Guelbenzu hace gala de un narrar reposado, que avanza sin grandes sobresaltos, se toma su tiempo en las descripciones tanto de los lugares, como de los personajes. Utiliza un lenguaje depurado, podría decir que incluso culto, sin caer en cultismos y en figuras retóricas de difícil calado. Sabe manejar el diálogo y a cada personajes le da una voz diferente acorde con su forma de ser.
Sin duda el autor es un amante del jazz, y la propia Mariana también, mientras uno va leyendo puede ir poniendo música a la lectura, solo hace falta buscar las canciones en la red. Sin dudas eso ha hecho mis delicias, soy una amante del jazz y de la música instrumental y he disfrutado como una enana.
Cómo ya he dicho con anterioridad esta novela me parece un guiño a Agatha Cristhie y a Jessica Fletcher siempre salvando las distancias, pero no he podido evitar hacer las comparaciones. En un primer momento me costó muchisimo avanzar, las descripciones, unidas al poco tiempo que tenía para leer hacía que a penas encontrara placer en la lectura, poco a poco el libro me fue ganando y ya estoy deseando leer algo más del autor y reencontrarme con Mariana de Marco, y desde luego oportunidades no me faltaran porque tengo unas cuantas novelas en las que perderme.
Conclusión
Quizás a estas alturas os preguntéis si recomiendo o no la lectura, y la respuesta es sí, los pequeños flecos que no me han acabado de llegar son apreciaciones personales que a otro lector le pueden gustar, sobre todo en cuanto a los guiños se trata, mi experiencia con este tipo de cosas es un poco mala, y tiendo a rechazarlos, aunque reconozco que los paralelismos los establecí yo, más que el libro que solo lo menciona de pasada y a próposito del Karnak.
Sólo por conocer a Mariana de Marco ya vale la pena, aunque llegué a la conclusión de que estaba como un cencerro, o que como poco era kamikaze, es difícil comprender ese afán por tentar al asesino que le podría haber costado la vida.
Si os acercáis a ella y es vuestra primera novela quizás os convenga saber que el personaje está muy evolucionado, y podéis encontrar en la biografía del autor sus anteriores entregas, en estos momentos no se muy bien si comenzar por la primera o bien hacer caso a mi instinto y coger El hermano pequeño, a la que le tengo ganas desde hace tiempo.
Si os animáis espero leer vuestras opiniones
Retos
Mes temático de novela negra policiaca y de misterio
reto Cruce de caminos: Negra y Criminal 8/10
reto autores de la A a la Z: G
reto 25 españoles.
reto 25 novelas de misterio y suspense
A mi me gustó mucho la novela y no me importaría nada leer el resto de novelas de la serie, porque en mi caso también he empezado con el final.
ResponderEliminarY coincido contigo en que merece la pena leer esta novela aunque sólo sea por conocer a la jueza, que tiene mucho de kamikaze, etc. etc.
Un beso.
No he leído nada del autor y este género no me entusiasma, aunque es cierto que lo poco que he leído me ha gustado mucho. El libro no me llama mucho la atención y además me ha recordado mucho a Sin entrañas, de Maruja Torres. Muchos besos.
ResponderEliminarHasta ahora no he leido nada de este autor. Tu reseña aunque soy consciente de tus dudas, me ha animado y si tengo ocasión espero poder leer algo de él pronto. Aunque a mi me gusta empezar las series por el principio.
ResponderEliminarPor cierto, esta entrada no se ha actualizado, y sigue apareciendo como ultima la que publicaste el día 23, esa de que te apuntabas al reto erótico festivo, mira a ver que pasa, pues yo he entrado por casualidad en esta reseña.
Besos.
Pues me parece muy interesane, lo había visto por ahí pero no sabía bien de que trataba, tomo nota.
ResponderEliminarSoy más de historias y tramas que de personajes, y por lo que cuentas no creo que sea un estilo escrito para mí,
ResponderEliminarbesucus
Hola Carmina, juraría que había puesto un comentario en esta reseña, pero como soy nuevo en este mundo de la blogosfera, posiblemente no confirmaría en algún momento dado, pero bueno, solo decirte que me ha gustado mucho tu reseña y que gracias por descubrirme a un autor totalmente desconocido para mi.
ResponderEliminarUn beso.
Pues me has dejado con la duda, pero el género me gusta lo suficiente como para darle una oportunidad a la serie, así que me apunto el primero y ya veremos cómo evoluciona:)
ResponderEliminar1beso!