Esta novela lleva en mi casa dos años mínimo. Los que me conoceis de hace tiempo recordaréis que a principios de 2010 tuve un accidente, que pese a no ser grave me perjudicó mi lesión de espalda, ante mí se abrieron meses de rehabilitación, y aprovechaba esos ratitos para leer. Un día con las prisas olvidé el libro, tenía turno con el rehabilitador y la certeza de que me iba a dar más terapia, cuando llegué a la sala de espera, constaté que me había dejado el libro, y encaré la espera con las revistas más que pasadas de la consulta. Como tenía la consulta tarde, ya me había arreglado las cosas para comer algo rápido en la capi y quedarme a las sesiones de rehabilitación.
Encarar la hora que tenía pendiente sin ningún tipo de lectura se me hacía insufrible, así que vencí el dolor y me acerqué a una librería que no cierra a mediodía, pero ya entonces tenía tanto pendiente que no llevaba en mente gastar mucho dinero, y se cruzó esta novela en mi camino, tan solo pagué tres euros por ella y de paso me quité una espinita que llevaba clavada desde hacía años.
Porque ya he reconocido alguna vez que he sido compradora de colecciones de quiosco. En un ocasión este libro se cruzó en mi camino y lo desdeñé por no conocer a los autores, y me arrepentí demasiado tarde porque ya fue imposible conseguirlo. Os preguntareis que si lo compré para esa tarde, como puede haber estado en mi estantería tanto tiempo esperando. Y la respuesta es muy sencilla, ese día las cabinas estaban llenas y me pusieron parte del tratamiento de forma comunitaría, y la locuacidad de la gente aquel día no la he vuelto a ver en el año y medio que pasé allí, eso junto con un principio muy descriptivo que no me atrapó para nada, la relegaron a dormir el sueño de los justos en la estantería, hasta que mi reto 12 meses, 12 libros la ha rescatado de su sopor.
Debo reconocer que me ha sorprendido muy gratamente esta lectura, que a pesar de no tener nada de estos autores en mi estantería seguro que repertiré pronto, porque de vez en cuando vale la pena sumergirte en los clásicos de la novela negra, y de paso descubrir que los nórdicos ya escribían antes del boom y tenían sus iconos.
Autores:
Per Wahlöö nació en Gotemburgo en 1926. Se graduó en la ciudad de Lünd en
1946. Trabajó como periodista realizando crónicas de crímenes y
sociedad. En los 50 escribió guiones para televisión y radio y trabajó
como editor de varias revistas. Militó en diversas formaciones políticas
radicales y fue expulsado de la España franquista en 1956. Escribió
algunas novelas conocidas como la serie “Los dictadores” donde muestra
los abusos del poder y el lado oscuro de la sociedad. Algunas de ellas
son de ciencia-ficción. Tradujo gran parte de la obra de Ed McBain al
sueco. En 1961 conoció a Maj Sjöwall en la revista en que ambos
trabajaban.
Maj Sjöwall nació en Estocolmo en 1935. Estudió periodismo y trabajó como redactora de varias revistas y periódicos y más tarde como editora.
Maj Sjöwall nació en Estocolmo en 1935. Estudió periodismo y trabajó como redactora de varias revistas y periódicos y más tarde como editora.
En 1962 decidieron iniciar una vida en común y aunque no se casaron tuvieron dos hijos que Per Wahlöö sumó a los de sus dos anteriores matrimonios. Juntos crearon una revista literaria Peripeo y escribieron a cuatro manos la serie Martin Beck. En aquella época la visión que se tenía de Suecia en el exterior era idilica y ellos intentaron utilizar sus novelas como un "bisturí para abrir el vientre de una ideología empobrecida y exponer la cuestionable moral burguesa del pseudobienestar".
A través de una historia clásica de detectives, pero con una
profundización en los aspectos sociales y psicológicos de la trama, la
pareja publica en 1965 Roseanna, tratando de expresar su visión del mundo en general y de la sociedad sueca de la época en particular.
Las diez novelas que forman la serie de investigaciones de Martin Beck
fueron publicadas en Suecia entre 1965 y 1975. La serie fue detenida
tras la muerte de Per Wahlöö por cancer de Pancreas. Maj Sjöwall se ha dedicado
posteriormente a la tradución literaria, además de escribir algunos
relatos cortos y la aclamada novela negra La mujer que se parecía a Greta Garbo (Kvinnan som liknade Greta Garbo, 1990), inédita en español. Maj Sjöwall es todavía la traductora de inglés, noruego y danés más reputada de toda Suecia.
Inspiradores de Mankell, podríamos considerarles los padres de la novela policíaca social.
Argumento
Roseanna empieza una tarde de julio, cuando el cuerpo de una joven es sacado del lago Vattern, en Suecia. Tres meses después, todo lo que sabe el inspector de polícia Martín Beck es que el nombre de la chica es Roseanna, que vino de Lincoln, Nebraska, y que pudo ser estrangulada por cualquiera de las ochenta y cinco personas que viajaban con ella en una excursión en barco.
He utilizado la sinopsis de mi libro de bolsillo, escueta pero muy reveladora del contenido de la misma, sin descubrir nada de la trama.
Mis impresiones
Lo que más me llamó mi atención de esta novela, es que el prólogo estuviera escrito por otro grande de la novela negra, y este no es otro Henning Mankel, y aunque reconozco que no he leído su serie Wallander y que por tanto aún me queda ese placer, se que no se puede tener mejor maestro de ceremonias para avalar una novela que tuvo su momento de gloria allá por los años 60.
Ya nos pone en antecedentes Mankell, que estos dos autores revolucionaron la novela negra y que por ello se les puede considerar los padres de la novela negra moderna. Cómo no soy una gran entendida en clásicos, ahí tengo mi asignatura pendiente que poco a poco voy a ir solucionando, poco tengo que añadir a esta afirmación. Tan sólo recomendaros la novela y el prólogo que muchos lectores solemos pasar por alto, y en ocasines nos perdemos verdaderas joyas.
Mi experiencia con esta novela no ha sido miel sobre hojuelas, aunque el balance final es más que positivo, reconozco que al principio me costó mucho entrar en ella, quizás esas descripciones tan minuciosas del las primeras páginas se me atragantaron, es tan visual la novela que no creo que fuera dificil adaptarla al cine, de la mano de estos dos autores se puede pasear por las calles de Gotemburgoy Estocolmo, por el lago Vattern, nos podemos hacer una idea de la casa del detective Beck, y de la comisaria en la que trabaja.
Y al mismo tiempo una composición bastante exacta de la sociedad de la época y de la forma de trabajar de la policía por lo menos en aquella decada y parte de la siguiente. Per Wahlöö y Maj Sjowal nos ofrecen una radiografía de la sociedad en la que viven, que no coincide con esa visión idilica que se tenía en Europa, y sin duda otros autores nórdicos han seguido sus pasos, para citar alguno que si he leído Jo Nesbo.
Roseanne constituye la primera novela de la serie, y la incidencia en su detective supongo que será mayor que en las posteriores, sin embargo tendré que adentrarme en ellas para poder constatar ese hecho. Pero lo que si es cierto es que nos presenta a su familia, a su mujer sobre todo y una visión bastante poco idilica del matrimonio que comparten y que hace agua por todas partes.
Una vida basada en la rutina que confina a Beck en la comisaría y le obliga a encerrarse en sus casos para vencer el tedio de su monotona vida, y todo ello nos lo hace llegar con maestría la pluma de estos dos periodistas que un día decidieron denunciar los males sociales a través de un género, el policiaco, que se adaptaba muy bien a sus necesidades.
La novela avanza de forma bastante lenta, desde el momento en que se descubre el cadaver en el río, hasta que logran identificar a la víctima pasan meses, y a partir de ese momento tampoco se avanza de forma rápida, más bien todo va muy pausado, y de esta forma nos van introduciendo la forma de investigar de la policía.
No es hasta casi el final del libro, o un poco menos, cuando la investigación les arroja un sospechoso, y a partir de ese momento se centran en intentar demostrar que fue el quién cometió el crimen y sobre todo buscar un móvil. Con mucho esta parte es la que más en vilo me mantuvo, y el final es un broche de oro a una novela que si bien no es un page turner, ni tampoco es un thriller trepidante te mantiene pegada a sus páginas una vez logras soslayar ese principio demasiado descriptivo, que seguramente hará las delicias de otros lectores.
También encontramos en la novela un momento para el humor, una rayito de luz entre tanta tristeza, porque sin duda Martin Beck sigue la estela o es el principio de esos detectives nórdicos, tristes y solitarios. Y este viene de la mano de la comunicación con Estados Unidos y los malentendidos en las traducciones, hasta el punto de preguntarse el detective Beck, si su homonimo estadounidense habrá entendido la comunicación que le ha mandado.
El detective
Como en toda serie la primera de la saga sirve para presentar a su detective, en este caso a Martin Beck, un hombre que se define así mismo como un individuo alto, de apariencia siniestra, rostro demacrado, frente ancha, mandibula poderosa y ojos tristes de un color azul grisaceo. Visto de esta forma y girando la vista atrás a las peliculas clasicas del cine negro americano, nos encontramos ante un cliché mal que me pese, ante uno de los duros más duros holliwodense.
Otros rasgos que caracterizan al detective, su adicción al nicotina, fuma constantemente cigarrillos florida, tiene una salud muy débil, siempre está enfermo y no por ello se cuida, tiene una gran dependencia del café, come mal y duerme peor.
Al inicio de esta novela lleva trabajando 23 años como policía y es el comisario de la Brigada Nacional de Homicidios de Estocolmo. Su matrimonio con Inge es un fracaso, a pesar de que siguen juntos, el matrimonio tiene dos hijos de 14 y 10 años que en esta primera entrega tan solo son testimoniales. 17 años de matrimonio y una rutina que le asquea, le terminan sumiendo en su trabajo como medio de evasión, por lo que cualquier caso es más importante que su familia, y esta como en otras novelas negras ocupa un lugar secundario.
Beck se nos muestra como un policia muy reflexivo, que tiene que volver una y otra vez a las pruebas, para ir atando cabos, en esta entrega su ayudante de investigación es Ahler, de la policía de Gotemburgo, el resto de sus compañeros de comisaria son meras comparsas.
Sin embargo nos encontramos con una protagonista omnisciente que planea por toda la novela Roseanne, una mujer que para Beck constituye un misterio y que cuanto más conoce de ella más le intriga, y es que la americana sin duda es un personaje peculiar, y al final del libro la sensación que te queda es que no podía haber terminado de otra forma.
Conclusión
Sin lugar a dudas una mirada retrospectiva a los clásicos de la literatura negra no nos viene mal a ningún lector del género, con ello nos damos cuenta que las bases están sentadas desde hace muchos años, y que lo que hoy no me puede parecer novedoso porque está muy explotado en la década de los sesenta debió ser una gran revolución en el género.
A pesar de que las descripciones me rompen un poco el ritmo, he disfrutado muchisimo de la lectura de este libro, tanto que voy a seguir poco a poco con la serie, que para eso tengo un carnet de biblioteca, y aunque me cueste años terminar la saga al menos se que hay diez entregas, que su numero no es exagerado y puedo proponerme un calendario.
Me ha gustado el detective Beck al menos es humano, y no le da a la bebida, aunque el solo podría termina con todas las plantaciones de tabaco y con la producción de café de colombia. Un hombre taciturno, que no acaba de encajar con su familia y que se refugia en el trabajo como medio de subsistencia mental. Seguro que no es la primera vez que lo encontramos en literatura...
Retos
12 meses, 12 libros
de la A a la Z: W
PD. Posiblemente este último mes del año veais gran cantidad de novelas negras. Pertenecen a mi reto que llevo bien en cuanto a lecturas, pero muy atrasado en cuanto a reseñas, tanto que finalmente creo que no llegaré a superarlo
Lo que más me llamó mi atención de esta novela, es que el prólogo estuviera escrito por otro grande de la novela negra, y este no es otro Henning Mankel, y aunque reconozco que no he leído su serie Wallander y que por tanto aún me queda ese placer, se que no se puede tener mejor maestro de ceremonias para avalar una novela que tuvo su momento de gloria allá por los años 60.
Ya nos pone en antecedentes Mankell, que estos dos autores revolucionaron la novela negra y que por ello se les puede considerar los padres de la novela negra moderna. Cómo no soy una gran entendida en clásicos, ahí tengo mi asignatura pendiente que poco a poco voy a ir solucionando, poco tengo que añadir a esta afirmación. Tan sólo recomendaros la novela y el prólogo que muchos lectores solemos pasar por alto, y en ocasines nos perdemos verdaderas joyas.
Mi experiencia con esta novela no ha sido miel sobre hojuelas, aunque el balance final es más que positivo, reconozco que al principio me costó mucho entrar en ella, quizás esas descripciones tan minuciosas del las primeras páginas se me atragantaron, es tan visual la novela que no creo que fuera dificil adaptarla al cine, de la mano de estos dos autores se puede pasear por las calles de Gotemburgoy Estocolmo, por el lago Vattern, nos podemos hacer una idea de la casa del detective Beck, y de la comisaria en la que trabaja.
Y al mismo tiempo una composición bastante exacta de la sociedad de la época y de la forma de trabajar de la policía por lo menos en aquella decada y parte de la siguiente. Per Wahlöö y Maj Sjowal nos ofrecen una radiografía de la sociedad en la que viven, que no coincide con esa visión idilica que se tenía en Europa, y sin duda otros autores nórdicos han seguido sus pasos, para citar alguno que si he leído Jo Nesbo.
Roseanne constituye la primera novela de la serie, y la incidencia en su detective supongo que será mayor que en las posteriores, sin embargo tendré que adentrarme en ellas para poder constatar ese hecho. Pero lo que si es cierto es que nos presenta a su familia, a su mujer sobre todo y una visión bastante poco idilica del matrimonio que comparten y que hace agua por todas partes.
Una vida basada en la rutina que confina a Beck en la comisaría y le obliga a encerrarse en sus casos para vencer el tedio de su monotona vida, y todo ello nos lo hace llegar con maestría la pluma de estos dos periodistas que un día decidieron denunciar los males sociales a través de un género, el policiaco, que se adaptaba muy bien a sus necesidades.
La novela avanza de forma bastante lenta, desde el momento en que se descubre el cadaver en el río, hasta que logran identificar a la víctima pasan meses, y a partir de ese momento tampoco se avanza de forma rápida, más bien todo va muy pausado, y de esta forma nos van introduciendo la forma de investigar de la policía.
No es hasta casi el final del libro, o un poco menos, cuando la investigación les arroja un sospechoso, y a partir de ese momento se centran en intentar demostrar que fue el quién cometió el crimen y sobre todo buscar un móvil. Con mucho esta parte es la que más en vilo me mantuvo, y el final es un broche de oro a una novela que si bien no es un page turner, ni tampoco es un thriller trepidante te mantiene pegada a sus páginas una vez logras soslayar ese principio demasiado descriptivo, que seguramente hará las delicias de otros lectores.
También encontramos en la novela un momento para el humor, una rayito de luz entre tanta tristeza, porque sin duda Martin Beck sigue la estela o es el principio de esos detectives nórdicos, tristes y solitarios. Y este viene de la mano de la comunicación con Estados Unidos y los malentendidos en las traducciones, hasta el punto de preguntarse el detective Beck, si su homonimo estadounidense habrá entendido la comunicación que le ha mandado.
El detective
Como en toda serie la primera de la saga sirve para presentar a su detective, en este caso a Martin Beck, un hombre que se define así mismo como un individuo alto, de apariencia siniestra, rostro demacrado, frente ancha, mandibula poderosa y ojos tristes de un color azul grisaceo. Visto de esta forma y girando la vista atrás a las peliculas clasicas del cine negro americano, nos encontramos ante un cliché mal que me pese, ante uno de los duros más duros holliwodense.
Otros rasgos que caracterizan al detective, su adicción al nicotina, fuma constantemente cigarrillos florida, tiene una salud muy débil, siempre está enfermo y no por ello se cuida, tiene una gran dependencia del café, come mal y duerme peor.
Al inicio de esta novela lleva trabajando 23 años como policía y es el comisario de la Brigada Nacional de Homicidios de Estocolmo. Su matrimonio con Inge es un fracaso, a pesar de que siguen juntos, el matrimonio tiene dos hijos de 14 y 10 años que en esta primera entrega tan solo son testimoniales. 17 años de matrimonio y una rutina que le asquea, le terminan sumiendo en su trabajo como medio de evasión, por lo que cualquier caso es más importante que su familia, y esta como en otras novelas negras ocupa un lugar secundario.
Beck se nos muestra como un policia muy reflexivo, que tiene que volver una y otra vez a las pruebas, para ir atando cabos, en esta entrega su ayudante de investigación es Ahler, de la policía de Gotemburgo, el resto de sus compañeros de comisaria son meras comparsas.
Sin embargo nos encontramos con una protagonista omnisciente que planea por toda la novela Roseanne, una mujer que para Beck constituye un misterio y que cuanto más conoce de ella más le intriga, y es que la americana sin duda es un personaje peculiar, y al final del libro la sensación que te queda es que no podía haber terminado de otra forma.
Conclusión
Sin lugar a dudas una mirada retrospectiva a los clásicos de la literatura negra no nos viene mal a ningún lector del género, con ello nos damos cuenta que las bases están sentadas desde hace muchos años, y que lo que hoy no me puede parecer novedoso porque está muy explotado en la década de los sesenta debió ser una gran revolución en el género.
A pesar de que las descripciones me rompen un poco el ritmo, he disfrutado muchisimo de la lectura de este libro, tanto que voy a seguir poco a poco con la serie, que para eso tengo un carnet de biblioteca, y aunque me cueste años terminar la saga al menos se que hay diez entregas, que su numero no es exagerado y puedo proponerme un calendario.
Me ha gustado el detective Beck al menos es humano, y no le da a la bebida, aunque el solo podría termina con todas las plantaciones de tabaco y con la producción de café de colombia. Un hombre taciturno, que no acaba de encajar con su familia y que se refugia en el trabajo como medio de subsistencia mental. Seguro que no es la primera vez que lo encontramos en literatura...
Retos
12 meses, 12 libros
de la A a la Z: W
PD. Posiblemente este último mes del año veais gran cantidad de novelas negras. Pertenecen a mi reto que llevo bien en cuanto a lecturas, pero muy atrasado en cuanto a reseñas, tanto que finalmente creo que no llegaré a superarlo
Ya le tenia echado un ojo a esta serie, porque me encanta la novela negra y pienso que puede ser un referente, con tu reseña no has hecho más que asentar mi idea de leerlo pronto, besotes
ResponderEliminarÁnimo con tu reto de novela negra. Yo, de momento, dejo este género para más adelante. Ya echaré mano de tus consejos entonces. Abrazos.
ResponderEliminarQue lástima que no haya entrado en el reto.
ResponderEliminarYo tengo una versión que compré en un mercadillo de segnda mano y me gustaría leer la serie pues son un clásico en la novela negra. Voy a ver si me planteo leer alguna para el próximo reto.
Un abrazo.
Estoy saturada de series de novela negra empezadas y pendientes, por eso evito fijarme en más...
ResponderEliminarVeo que esta, a pesar de los peros te ha terminado por convencer, sí sigues con ella y me vas poniendo los dientes largos, no descarto que termines por convencerme!
Besos
A pesar de que soy una "forofa" de la novela negra nórdica tengo pendiente esta serie y a estos autores aunque tengo tres libros en la estantería. Igual me ha pasado con Jo Nesbo que lo acabo de descubrir por suerte. Con tus comentarios no los dejaré mucho tiempo más.
ResponderEliminarPor cierto que te recomiendo a Wallander; a mi personalmente me han encantado.
Bs.
A pesar de que te ha gustado ésta no me la llevo que eso de que cuesta entrar en ella al principio y el gran número de descripciones me echan para atrás.
ResponderEliminarBesos!
Pues los "peros" que le has puesto me tiran un poco para atrás, así que por ahora no me lo apunto. De todas maneras, si sigues leyendo la serie estaré atenta a tus impresiones:)
ResponderEliminar1beso!
Me gusta mucho la novela negra pero el hecho de que sea una saga de diez libros me 'acojona' un rato.
ResponderEliminarBesitos.
Por ahora voy a pasar. Ya lo he intentado con alguna de sus novelas y no he podido con ellas, las dejaré para momentos de "sequía", por ahora se me acumulan las lecturas. Besinos.
ResponderEliminarMuy interesante este análisis del inicio de la novela negra nórdica. Gracias por la clase.
ResponderEliminarBesos
La verdad es que estoy un poco cansada de novela nórdica y ahora no me apetece probar con ninguna más. Lo tendré en cuenta para el futuro.
ResponderEliminarUn saludo.
ME costó a mi también entrar en el libro y la encontré excesivamente lenta para ser una novela de intriga. Me interesé por la autora porque este año le dieron el premio Carvalho en la semana negra de Barcelona y no había leído nada de ellos; así que empecé por el principio aunque no me quedaron muchas ganas de repetir
ResponderEliminarD.
Con tanto por leer, los clásicos de novela negra me dan pereza, pero bueno, siempre estarán ahí para rescatarlos,
ResponderEliminarbesucus
Pues este lleva en mi estantería la tira de tiempo, me lo acabas de recordar!
ResponderEliminarBesotes
Pues no lo conocía pero me lo apunto porque es de mi género preferido jeje
ResponderEliminarUn beso!