Hay libros que te seducen desde su portada, obvio que no es motivo para comprarlos ni para decidir leerlos, sin embargo la vista es un elemento fundamental a la hora de encapricharnos de una novela y las editoriales suelen jugar bien sus bazas. El colorido de esta portada enamora a simple vista, y un vistazo a su sinopsis hace que caigas rendida ante ella.
Y cuando eso sucede confieso que tengo miedo, sí, miedo a equivocarme a tener unas expectativas tan elevadas que cuando comience la lectura me de un batacazo de antología. Y con esta novela tengo sentimientos encontrados, porque si bien en su conjunto me ha gustado y podría decir incluso que me ha gustado mucho, tiene puntos débiles, que al colocar la balanza no desmerecen la lectura, pero que no la convierten en el novelón que podría ser.
Uno de los pilares de esta novela, quizás el más importante son sus protagonistas Patricio y Gloria, ambos muy distintos pero con una meta común ser felices a toda costa, desafiando incluso al orden establecido, y con ello no me refiero a las leyes, ni al estado, pero no siempre el orden establecido se encuentra en estos estamentos.
Patricio es un joven asturiano de 19 años que cuando nada le ata a su tierra decide probar fortuna y hacer las Américas, con la única compañía de unas latas de conserva y un traje demasiado caluroso para el lugar donde pretende recalar. Sorprende en él su desparpajo, es hijo de mineros se le supone poca cultura y sin embargo tiene un manejo del lenguaje que ya lo quisieran para si muchos graduados en marketing, porque a ver quién es capaz de vender una bufanda de lana en una playa cubana.
Y aquí es donde uno de los puntos débiles comienza palpitar y no me quitaré esa impresión en ningún momento de la lectura, y es que parece que todo le sale bien a este hombre desde su llegada a Cuba, que a penas encuentra obstáculos, aunque no es así, obviamente, pero las sensaciones persisten.
Gracias a esa gracia natural para vender comienza en los almacenes El Encanto, donde compra la flor y nata de la clase alta, por allí pasan adinerados cubanos pero también personajes de relumbrón de la farándula cinematográfica como Tyrone Power.
Gloria: Es una mujer cubana bella, elegante, pero de mirada triste, en el primer encuentro visual con Patricio le recorre una descarga. Su posición es envidiada y sin embargo esta bella mujer es la más infeliz de la tierra. Casada contra su voluntad con Cesar Valdés, el gánster que controla la Ciudad de La Hábana, no duda en alimentar ese sentimiento a escondidas y enfrentarse a la ira de su marido que puede terminar tanto con su vida como con la de Patricio.
La historia de Gloria es desgarradora, dramática, las cábalas que tiene que hacer para ver a su amor y recibir tan solo un roce o unas palabras es puro contorsionismo. Sin embargo, nos hace soñar, pero como de sueños no vive el hombre, y la vida no es perfecta, un día el sueño se convierte en una pesadilla, que cambia su vida por completo.
Pero si Patricio y Gloria son importantes también lo son los secundarios y solo voy a resaltar cuatro
Nely: la ascensorista enamorada de Patricio, la mujer que le dedica cada mañana una sonrisa, unas palabras bonitas y quiere ayudarle a integrarse en la isla. forma junto a los protagonistas un triángulo de amor y traición en el que no siempre saldrá bien parada. Me sorprendió mucho este personaje y fue uno de los que más me gustó.
Gúzman y El Grescas: Compañeros de piso y amigos de Patricio, porque es bien sabido que cuando uno llega a tierra extraña la patria tira mucho. Gúzman es el más cabal de los tres, El Grescas el más impulsivo y Patricio el embaucador, juntos forman un equipo con el que viviremos un sinfín de situaciones y aventuras.
César Valdés: El villano de esta novela, el capo de la Ciudad de la Habana, nada se mueve sin su consentimiento, tiene la potestad para conseguir todo lo que quiere, aunque tenga que forzarlo hasta el infinito, la simple mención de su nombre aterroriza a quién lo conoce. La repulsión que me ha provocado este personaje ha sido infinita, pero reconozco que está muy bien dibujado.
Con su forma de narrar Susana Lopez nos traslada al color, olor e incluso melodías de La Habana de los años 40-50 y como no a su glamour, y al de los almacenes El encanto, precursores en España de El Corte Ingles y Galerías Preciados.
Con El Encanto te trasladarás a la ciudad del color, de la música, de los clubes nocturnos, y lo harás de la mano de una novela trabajada, sencilla, sonora en la que podrás encontrar el amor y el desamor, el suspense, todo ello de una forma amena y ágil gracias a sus múltiples diálogos y también a esos capítulos que te dejan con la miel en los labios y te impelen a leer "solo uno más", que nunca se cumple. Y así entre aventuras, peligros y desafíos a la autoridad que supone Cesar Valdés se llega a un final que no espera el lector y que una vez más me ha hecho pensar en que todo en la vida de Patricio parece encajar demasiado bien.
Si he logrado picar tu curiosidad con estas someras pinceladas no dudes en acercarte a El Encanto, una novela que seguro que hará tus delicias y evocadoramente te llevará muy lejos de tu casa
Gloria: Es una mujer cubana bella, elegante, pero de mirada triste, en el primer encuentro visual con Patricio le recorre una descarga. Su posición es envidiada y sin embargo esta bella mujer es la más infeliz de la tierra. Casada contra su voluntad con Cesar Valdés, el gánster que controla la Ciudad de La Hábana, no duda en alimentar ese sentimiento a escondidas y enfrentarse a la ira de su marido que puede terminar tanto con su vida como con la de Patricio.
La historia de Gloria es desgarradora, dramática, las cábalas que tiene que hacer para ver a su amor y recibir tan solo un roce o unas palabras es puro contorsionismo. Sin embargo, nos hace soñar, pero como de sueños no vive el hombre, y la vida no es perfecta, un día el sueño se convierte en una pesadilla, que cambia su vida por completo.
Pero si Patricio y Gloria son importantes también lo son los secundarios y solo voy a resaltar cuatro
Nely: la ascensorista enamorada de Patricio, la mujer que le dedica cada mañana una sonrisa, unas palabras bonitas y quiere ayudarle a integrarse en la isla. forma junto a los protagonistas un triángulo de amor y traición en el que no siempre saldrá bien parada. Me sorprendió mucho este personaje y fue uno de los que más me gustó.
Gúzman y El Grescas: Compañeros de piso y amigos de Patricio, porque es bien sabido que cuando uno llega a tierra extraña la patria tira mucho. Gúzman es el más cabal de los tres, El Grescas el más impulsivo y Patricio el embaucador, juntos forman un equipo con el que viviremos un sinfín de situaciones y aventuras.
César Valdés: El villano de esta novela, el capo de la Ciudad de la Habana, nada se mueve sin su consentimiento, tiene la potestad para conseguir todo lo que quiere, aunque tenga que forzarlo hasta el infinito, la simple mención de su nombre aterroriza a quién lo conoce. La repulsión que me ha provocado este personaje ha sido infinita, pero reconozco que está muy bien dibujado.
Con su forma de narrar Susana Lopez nos traslada al color, olor e incluso melodías de La Habana de los años 40-50 y como no a su glamour, y al de los almacenes El encanto, precursores en España de El Corte Ingles y Galerías Preciados.
Con El Encanto te trasladarás a la ciudad del color, de la música, de los clubes nocturnos, y lo harás de la mano de una novela trabajada, sencilla, sonora en la que podrás encontrar el amor y el desamor, el suspense, todo ello de una forma amena y ágil gracias a sus múltiples diálogos y también a esos capítulos que te dejan con la miel en los labios y te impelen a leer "solo uno más", que nunca se cumple. Y así entre aventuras, peligros y desafíos a la autoridad que supone Cesar Valdés se llega a un final que no espera el lector y que una vez más me ha hecho pensar en que todo en la vida de Patricio parece encajar demasiado bien.
Si he logrado picar tu curiosidad con estas someras pinceladas no dudes en acercarte a El Encanto, una novela que seguro que hará tus delicias y evocadoramente te llevará muy lejos de tu casa