Con Madera de savia azul he podido constatar lo importante que es la sección en la que la editorial encuadra un libro, supongo que no soy la única lectora que huye de algunos géneros porque no hay manera humana de que me lleguen, siempre tengo un pero, y si soy sincera si no creo en dragones, seres mitológicos, gnomos, hadas, difícilmente la culpa la tiene la novela en cuestión, más bien está en mis gustos y en mi bagaje.
Y todo esto os lo cuento porque ya tenía descartado este libro cuando Ana Kayena llegó con la noticia de una simultánea en #SoyYincanera y yo por activa y por pasiva quería bajarme de ella por el bien de la novela. No es difícil intuir que si el género no me gusta difícilmente la experiencia podría resultar placentera y por ende mi opinión resultaría poco válida a lectores que seguro disfrutan de él.
Como no es lista la madrileña ni na, empezó a leerlo antes de darme la noticia, llevaba más de cien páginas y no había visto el corte fantástico por ningún lado y con la confianza que dan los años trabajando codo con codo me aseguró de que disfrutaría como una enana porque estaba más cerca de la ficción histórica de lo que me pudiera imaginar.
Vencí mis reticencias y me lancé a la aventura de una nueva lectura simultánea con el temor todavía en el cuerpo, y hoy tras haber disfrutado cada una de sus páginas, y si me apuras cada una de sus líneas no me arrepiento de haber cambiado de opinión, de haberme sumergido en ese viaje épico y haber acompañado al pueblo de Ariok en ese éxodo a la tierra prometida.
Si como a mí no te gustan las novelas fantásticas, no temas abordar Madera de savia azul, porque si bien la trama sucede en un reino inventado por el autor, y adoran a diversas deidades, el resto de la historia es perfectamente verosímil, ha salido de la mente del autor, pero hubiera podido pasar. Para mi nos encontramos más ante una novela épica, de aventuras o ficción histórica que de fantasía.
Una vez puntalizado esto, me meto en harina que no se si seré capaz de hacerle justicia a lo que yo considero UN NOVELON y no precisamente por el número de sus páginas que bien podría serlo, que sin anestesia son más de seiscientas, así que cuidadín con las contracturas si eres de las que sólo lee un libro y no lo compaginas con ninguno más porque el bolso puede convertirse en un arma de destrucción masiva, tanto para quien ose apropiarse de él como para tus hombros y caderas.
El autor:
José Luis Gil Soto nace en Badajoz en 1972, es ingeniero agrónomo, estudiante de Humanidades y novelista. Autor de numerosos guiones literarios y publicitarios, es autor de las novelas La traición del rey (2008), La colina de las piedras blancas (2010) y la dama de Saigon (2014). Aficionado a la historia, estas obras recrean episodios del pasado de España.
Ahora con Madera de savia azul, deja a un lado el género histórico para ofrecernos una novela en la que cada lector encontrará personajes, dilemas y conflictos con los que conectará profundamente. Una gran historia como las de antes, de la que no querrás salir nunca y cuyo emocionante final dejará una huella imborrable en tu memoria.
Puedes encontrar al autor en:
Twitter @glgilsoto
Facebook e Instagram: @joseluisgilsoto
Sinopsis:
El destino de un niño.
Erik tiene apenas cuatro años cuando pierde a su madre en el gran terremoto que destruye Waliria, la capital de Ariok. Su padre, el carpintero Bertrand de Lis, y Astrid, la humilde viuda de un herrero, no pueden imaginar que la catástrofe no solo cambiará sus vidas para siempre, sino que, sin quererlo, les hará dueños de secretos que nunca hubieran querido tener que guardar.
El viaje hacia un reino de leyenda.
Tras el desastre, y alentado por una profecía, el rey decide emprender con su pueblo un peligroso viaje hasta tierras del sur. Una gran caravana se pone en marcha. La esperanza, el miedo y la ambición viajan con ellos.
La búsqueda de un padre.
A Bertrand solo le queda su hijo, y su única preocupación es cuidarle, pero un hecho inesperado cambia el rumbo de sus vidas. Así, quien era solo un hombre bueno y sencillo, se convertirá en protagonista de una aventura épica, impulsada por el profundo amor a su hijo y su deseo de volver a reunirse con él.
Una gran novela, llena de emociones y aventura, que nos traslada hasta un mundo medieval legendario para mostrarnos las grandes pasiones que, desde el principio de los tiempos, mueven al ser humano.
Mis impresiones:
Madera de savia azul comienza creando intriga, en una estancia forrada en madera del suelo al techo, una vieja aya se dispone a contarle a la princesa una historia, pero no una cualquiera si no su propia historia, la que lleva muchos años guardando y que la ha corroído porque sus hombros no estaban preparados para tanta responsabilidad en el peor momento de su vida.
Así en el tono reposado de una mujer cansada que ve como la vida se le escurre de las manos y no quiere llevarse con ella la esencia de quién es la persona llamada a reinar en Ariok, comienza una relato que nos llevará desde Waliria a los Grandes Lagos. Un éxodo no exento de peligros, aventuras, y como no desventuras que hará las delicias del lector de cualquier género, que a pesar de su grosor irá avanzando unas veces lentamente y otras con más rapidez, porque el autor sabe dosificar la intriga, maneja el arte del diálogo y del monólogo, y ha sabido crear unos personajes que de tan reales se salen del papel y se convierten en carne y hueso para quedarse con el lector mucho tiempo después de haber cerrado la última página.
Lo que relata el aya a la princesa está narrado en primera persona, después la voz pasa a la tercera persona del singular y un narrador omnisciente nos cuenta una aventura mucho más amplia en la que el pueblo de Ariok es el protagonista absoluto, pero dentro de este gran pueblo existen unos secundarios de lujo que van a ser los que nos van a montar en una montaña rusa, en las que unas veces reiremos y otras las más nos angustiaremos, porque yo no soy llorona, pero seguramente a alguien le pueda provocar el llanto y otras nos enfadaremos con la situación, con los personajes, con el destino en general. Una novela que desde luego no dejará indiferente al lector, en la que el autor está hábil con los giros, y en la que en todo momento pasa algo.
Toda aventura suele comenzar con un desastre de la entidad y magnitud que sea, pero por regla general hoy y siempre el ser humano suele ser acomodaticio, así que para lanzarse al vacío y sin red como el pueblo de Ariok algo tiene que destruir su bienestar. En este caso es un terremoto que asola la capital del reino, termina con parte de su población y obliga a su rey a tomar una decisión, reconstruir la antigua Waliria, o ir en pos de una leyenda como prometió un día a su difunto padre.
Magmalión, el rey de los arokies es una persona responsable, cabal, que sopesa bien los pros y los contras, sabe que van en busca de algo que ni siquiera saben si existe, aunque él fervientemente cree que sí, pero sobre todo no saben bien donde está, a que peligros se van a enfrentar, aunque sí tiene claro que no todos van a llegar, y también que no pueden permanecer en la ciudad porque bajo los escombros hay muchos cadáveres y las ratas campan a sus anchas.
Los súbditos con el alma algún encogida por el dolor de la pérdida de sus seres queridos, se ven ante una disyuntiva difícil de asimilar, seguir a su rey en busca de una tierra fértil, o quedarse a morir en aquella explanada porque entrar a la ciudad y sobrevivir en ella no es una opción. Entre estos arokies se encuentran Bertrand de Lis y Astrid, el primero ha perdido a su mujer, Lizet y ha logrado salvar al pequeño Erik que pierde el habla, la segunda ha perdido a su marido y a su hija.
Ambos iniciaran el viaje en diferentes grupos, vigilándose por el rabillo del ojo, procurando cuidar entre ellos, hasta un momento en que el camino se dificulta y Bertrand pierde al resto de la expedición de vista, pero al mismo tiempo a su hijo. A partir de este momento el papel de Erik se hace mucho más importante en la novela, pero me vas a permitir que te recomiende internarte en la historia para descubrir porque.
La novela está ambientada en la Edad Media, las comunicaciones en aquella época eran lentas, las travesías arduas, este aspecto queda muy bien reflejado en el libro, igual que la vida en la Corte, la división en gremios y la importancia de estos en una gran ciudad. Bertrand es maestro carpintero, de ahí la importancia de la madera en la historia y en el mismo título, de ahí la importancia que cobrará la estancia en la que se encuentran el aya y la princesa, de ahí que mi me apeteciera visitar ese palacio y en especial la habitación del monarca. Mi mente que en ocasiones se desboca pudo incluso visualizar parte de esa decoración, imaginar las casas que construía sin tener ni la mas remota idea de construcción.
José Luis Gil Soto consigue que la novela pase en ocasiones ante tus ojos como si de fotogramas se tratara, y las situaciones que pasa el pueblo no son precisamente un camino de rosas, más bien podríamos decir que atraviesan caminos de espinas y que estas no parecen tener fin. El autor es minucioso en sus descripciones, y no le ahorra al lector escenas escabrosas y hay algunas que a fe reconozco que me enrabietaron, cabrearon y un sin fin de adjetivos que no quiero pronunciar y casi todas esas escenas iban unidas al villano de esta novela, porque haberlo haylo, y el lector lo odia desde su primera aparición, pero no solo a él, también al instigador de tanta maldad, su padre, porque al proyectar su larga sombra sobre él lo convierte en más malvado de lo que por naturaleza es.
Habréis podido imaginar que nos encontramos ante una novela coral, en la que la mayoría de los personajes están bien dibujados, con matices, tanto física como psicológicamente, aunque lo segundo predomina, ningún personaje por poco peso que tenga resulta gris o plano, y al lector no le resulta indiferente, le puede gustar más o menos, le puede inspirar ternura, odio, pero resultarle indiferente pocos. Entre ellos destacan, Bertrand, Astrid, Erik, Elisheva, la princesa Shebaszka, Barthazar, Gabiok, la Gran Aya, Dragan, Willem...
Muchos y muy variados y aún así quien se adentra en sus páginas no tiene la sensación de perderse y de necesitar un árbol genealógico para situarse y eso es lo sorprendente de esta novela, que va avanzando y al tiempo que unos personajes se quedan por el camino aparecen otros, y en un momento dado, cuando Bertrand se separa de la caravana, nos encontramos con dos historias paralelas, la del pueblo de Ariok en busca de ese lugar de leyenda para asentar su capital, y la lucha de Bertrand por encontrar a su hijo y aún así en todo momento sabemos de quien se habla sin necesidad de fichas, ni apuntes.
En Madera de savia azul José Luis Gil Soto aborda temas que son tan antiguos como el mismo mundo y la vida, el amor en todas sus variantes, el dolor ante la pérdida de seres queridos, la envidia, la ambición, la maldad, las intrigas en la Corte, el poder, el todo vale para conseguirlo, los sacrificios en pos de un bien común, el instinto de supervivencia, la venganza... Y si algo nos queda claro es que la felicidad es efímera, que hay que vivir el día a día porque no sabemos que ocurrirá mañana, si vamos a seguir teniendo a la persona que amamos al lado, si la estabilidad de la que disfrutamos va durar o no.
Al tiempo que aborda un oficio fascinante de la mano de Bertrand de Lis, el trabajo con la madera, tanto en la elaboración de pequeños y grandes muebles, como en empresas más laboriosas como la construcción de casas, o en la decoración. De la mano de Bertrand recorreremos todo el camino lo veremos crecer como maestro carpintero, lo veremos posponer una y otra vez la búsqueda de su hijo que es el motor principal de su existencia, con él sufriremos y reiremos, experimentaremos la crudeza de la vida del bosque, la maldad que se gastan algunos, el salvajismo de los nómadas, las reglas que rigen en ese mundo olvidado de la civilización, la jerarquía de un jefe...
De la mano de Astrid conoceremos la vida en la Corte, sus intrigas, los personajes nobles aunque no en acciones, viviremos con ella la zozobra de no saberse segura, de ser depositaria de un secreto demasiado pesado para sus endebles hombros. El caprichoso destino la pondrá un sinfín de ocasiones en una disyuntiva que ella tendrá que resolver de la forma que más convenga al reino, aunque con ello dañe a las personas que más quiere.
Si he admirado a Bertrand desde el principio, con Astrid he mantenido una lucha interna en la que no siempre salía bien parada, el autor ha sido diestro a la hora de manejar las emociones del lector que en un momento dado coinciden con las de la misma princesa. Al menos yo he sido capaz de comprenderla, y sinceramente creo que hubiera actuado igual que ella, era demasiado lo que estaba en juego, pero hay que dar tiempo a la narración, a que el autor vaya descubriendo sus cartas, que son muchas y muy variadas.
No puedo más que recomendar esta lectura que estoy convencida hará las delicias de cualquier lector, tenga la edad que tenga, y frecuente el género que frecuente. José Luis Gil Soto tiene oficio, sabe escribir, y sobre todo sabe narrar, sabe contar una historia con maestría de manera que atrape al lector y termine olvidando que tiene entre sus manos un libro de más de seiscientas páginas, y solo pretenda conocer y descubrir en que termina esa gran aventura que empieza el pueblo de Ariok.
Soy consciente de que me dejo muchas cosas en el tintero, unas porque quiero que las descubras tú, de la misma forma que las he descubierto yo, otras por incapacidad para hacer honor a esta historia, pero espero que al menos a partir de mis letras te animes a darle una oportunidad a este libro, porque estoy segura de que no te vas a arrepentir.
Conclusión:
A riesgo de repetirme, Madera de savia azul será mi libro revelación de 2019, una novela que no hubiera elegido por estar encuadrada por la editorial en el género fantástico y que me ha procurado muchas horas de buena lectura.
UN NOVELÓN, que cuenta con unos ingredientes atractivos y con un cocinero de excepción que sabe cocinar la historia a fuego lento, como las abuelas preparaban los pucheros, dejando que soltaran toda su esencia. Así es esta historia, una narración cuidada, lenta, que avanza al ritmo que las comunicaciones en la época en la que se ambienta, y el resultado es una historia bella, como la prosa del autor y los personajes que con gran tino ha sabido crear.
Si como a mí no te gusta la novela fantástica, no descartes por ese motivo Madera de savia azul, porque te vas a encontrar con una amalgama de géneros y lo único que tiene de fantasía es el lugar en el que transcurre, que ha salido de la mente del autor, todo lo demás bien podría haber pasado, es muy verosímil, y te vas a encontrar historias de amor, de desamor, traiciones, la lucha del hombre contra la naturaleza, intrigas en la Corte, celos, maldad, engaños, venganzas ...
¿Se puede pedir algo más? Sí tiempo para disfrutar de este tipo de historias y autores valientes que se atrevan a escribirlas.
Lo que relata el aya a la princesa está narrado en primera persona, después la voz pasa a la tercera persona del singular y un narrador omnisciente nos cuenta una aventura mucho más amplia en la que el pueblo de Ariok es el protagonista absoluto, pero dentro de este gran pueblo existen unos secundarios de lujo que van a ser los que nos van a montar en una montaña rusa, en las que unas veces reiremos y otras las más nos angustiaremos, porque yo no soy llorona, pero seguramente a alguien le pueda provocar el llanto y otras nos enfadaremos con la situación, con los personajes, con el destino en general. Una novela que desde luego no dejará indiferente al lector, en la que el autor está hábil con los giros, y en la que en todo momento pasa algo.
Toda aventura suele comenzar con un desastre de la entidad y magnitud que sea, pero por regla general hoy y siempre el ser humano suele ser acomodaticio, así que para lanzarse al vacío y sin red como el pueblo de Ariok algo tiene que destruir su bienestar. En este caso es un terremoto que asola la capital del reino, termina con parte de su población y obliga a su rey a tomar una decisión, reconstruir la antigua Waliria, o ir en pos de una leyenda como prometió un día a su difunto padre.
Magmalión, el rey de los arokies es una persona responsable, cabal, que sopesa bien los pros y los contras, sabe que van en busca de algo que ni siquiera saben si existe, aunque él fervientemente cree que sí, pero sobre todo no saben bien donde está, a que peligros se van a enfrentar, aunque sí tiene claro que no todos van a llegar, y también que no pueden permanecer en la ciudad porque bajo los escombros hay muchos cadáveres y las ratas campan a sus anchas.
Los súbditos con el alma algún encogida por el dolor de la pérdida de sus seres queridos, se ven ante una disyuntiva difícil de asimilar, seguir a su rey en busca de una tierra fértil, o quedarse a morir en aquella explanada porque entrar a la ciudad y sobrevivir en ella no es una opción. Entre estos arokies se encuentran Bertrand de Lis y Astrid, el primero ha perdido a su mujer, Lizet y ha logrado salvar al pequeño Erik que pierde el habla, la segunda ha perdido a su marido y a su hija.
Ambos iniciaran el viaje en diferentes grupos, vigilándose por el rabillo del ojo, procurando cuidar entre ellos, hasta un momento en que el camino se dificulta y Bertrand pierde al resto de la expedición de vista, pero al mismo tiempo a su hijo. A partir de este momento el papel de Erik se hace mucho más importante en la novela, pero me vas a permitir que te recomiende internarte en la historia para descubrir porque.
La novela está ambientada en la Edad Media, las comunicaciones en aquella época eran lentas, las travesías arduas, este aspecto queda muy bien reflejado en el libro, igual que la vida en la Corte, la división en gremios y la importancia de estos en una gran ciudad. Bertrand es maestro carpintero, de ahí la importancia de la madera en la historia y en el mismo título, de ahí la importancia que cobrará la estancia en la que se encuentran el aya y la princesa, de ahí que mi me apeteciera visitar ese palacio y en especial la habitación del monarca. Mi mente que en ocasiones se desboca pudo incluso visualizar parte de esa decoración, imaginar las casas que construía sin tener ni la mas remota idea de construcción.
José Luis Gil Soto consigue que la novela pase en ocasiones ante tus ojos como si de fotogramas se tratara, y las situaciones que pasa el pueblo no son precisamente un camino de rosas, más bien podríamos decir que atraviesan caminos de espinas y que estas no parecen tener fin. El autor es minucioso en sus descripciones, y no le ahorra al lector escenas escabrosas y hay algunas que a fe reconozco que me enrabietaron, cabrearon y un sin fin de adjetivos que no quiero pronunciar y casi todas esas escenas iban unidas al villano de esta novela, porque haberlo haylo, y el lector lo odia desde su primera aparición, pero no solo a él, también al instigador de tanta maldad, su padre, porque al proyectar su larga sombra sobre él lo convierte en más malvado de lo que por naturaleza es.
Habréis podido imaginar que nos encontramos ante una novela coral, en la que la mayoría de los personajes están bien dibujados, con matices, tanto física como psicológicamente, aunque lo segundo predomina, ningún personaje por poco peso que tenga resulta gris o plano, y al lector no le resulta indiferente, le puede gustar más o menos, le puede inspirar ternura, odio, pero resultarle indiferente pocos. Entre ellos destacan, Bertrand, Astrid, Erik, Elisheva, la princesa Shebaszka, Barthazar, Gabiok, la Gran Aya, Dragan, Willem...
Muchos y muy variados y aún así quien se adentra en sus páginas no tiene la sensación de perderse y de necesitar un árbol genealógico para situarse y eso es lo sorprendente de esta novela, que va avanzando y al tiempo que unos personajes se quedan por el camino aparecen otros, y en un momento dado, cuando Bertrand se separa de la caravana, nos encontramos con dos historias paralelas, la del pueblo de Ariok en busca de ese lugar de leyenda para asentar su capital, y la lucha de Bertrand por encontrar a su hijo y aún así en todo momento sabemos de quien se habla sin necesidad de fichas, ni apuntes.
En Madera de savia azul José Luis Gil Soto aborda temas que son tan antiguos como el mismo mundo y la vida, el amor en todas sus variantes, el dolor ante la pérdida de seres queridos, la envidia, la ambición, la maldad, las intrigas en la Corte, el poder, el todo vale para conseguirlo, los sacrificios en pos de un bien común, el instinto de supervivencia, la venganza... Y si algo nos queda claro es que la felicidad es efímera, que hay que vivir el día a día porque no sabemos que ocurrirá mañana, si vamos a seguir teniendo a la persona que amamos al lado, si la estabilidad de la que disfrutamos va durar o no.
Al tiempo que aborda un oficio fascinante de la mano de Bertrand de Lis, el trabajo con la madera, tanto en la elaboración de pequeños y grandes muebles, como en empresas más laboriosas como la construcción de casas, o en la decoración. De la mano de Bertrand recorreremos todo el camino lo veremos crecer como maestro carpintero, lo veremos posponer una y otra vez la búsqueda de su hijo que es el motor principal de su existencia, con él sufriremos y reiremos, experimentaremos la crudeza de la vida del bosque, la maldad que se gastan algunos, el salvajismo de los nómadas, las reglas que rigen en ese mundo olvidado de la civilización, la jerarquía de un jefe...
De la mano de Astrid conoceremos la vida en la Corte, sus intrigas, los personajes nobles aunque no en acciones, viviremos con ella la zozobra de no saberse segura, de ser depositaria de un secreto demasiado pesado para sus endebles hombros. El caprichoso destino la pondrá un sinfín de ocasiones en una disyuntiva que ella tendrá que resolver de la forma que más convenga al reino, aunque con ello dañe a las personas que más quiere.
Si he admirado a Bertrand desde el principio, con Astrid he mantenido una lucha interna en la que no siempre salía bien parada, el autor ha sido diestro a la hora de manejar las emociones del lector que en un momento dado coinciden con las de la misma princesa. Al menos yo he sido capaz de comprenderla, y sinceramente creo que hubiera actuado igual que ella, era demasiado lo que estaba en juego, pero hay que dar tiempo a la narración, a que el autor vaya descubriendo sus cartas, que son muchas y muy variadas.
No puedo más que recomendar esta lectura que estoy convencida hará las delicias de cualquier lector, tenga la edad que tenga, y frecuente el género que frecuente. José Luis Gil Soto tiene oficio, sabe escribir, y sobre todo sabe narrar, sabe contar una historia con maestría de manera que atrape al lector y termine olvidando que tiene entre sus manos un libro de más de seiscientas páginas, y solo pretenda conocer y descubrir en que termina esa gran aventura que empieza el pueblo de Ariok.
Soy consciente de que me dejo muchas cosas en el tintero, unas porque quiero que las descubras tú, de la misma forma que las he descubierto yo, otras por incapacidad para hacer honor a esta historia, pero espero que al menos a partir de mis letras te animes a darle una oportunidad a este libro, porque estoy segura de que no te vas a arrepentir.
Conclusión:
A riesgo de repetirme, Madera de savia azul será mi libro revelación de 2019, una novela que no hubiera elegido por estar encuadrada por la editorial en el género fantástico y que me ha procurado muchas horas de buena lectura.
UN NOVELÓN, que cuenta con unos ingredientes atractivos y con un cocinero de excepción que sabe cocinar la historia a fuego lento, como las abuelas preparaban los pucheros, dejando que soltaran toda su esencia. Así es esta historia, una narración cuidada, lenta, que avanza al ritmo que las comunicaciones en la época en la que se ambienta, y el resultado es una historia bella, como la prosa del autor y los personajes que con gran tino ha sabido crear.
Si como a mí no te gusta la novela fantástica, no descartes por ese motivo Madera de savia azul, porque te vas a encontrar con una amalgama de géneros y lo único que tiene de fantasía es el lugar en el que transcurre, que ha salido de la mente del autor, todo lo demás bien podría haber pasado, es muy verosímil, y te vas a encontrar historias de amor, de desamor, traiciones, la lucha del hombre contra la naturaleza, intrigas en la Corte, celos, maldad, engaños, venganzas ...
¿Se puede pedir algo más? Sí tiempo para disfrutar de este tipo de historias y autores valientes que se atrevan a escribirlas.
Flaco favor hacen las editoriales a sus obras a la hora de clasificarlas. En ocasiones hacen que nos perdamos auténticas joyas. La novela fantástica no me disgusta, pero está claro que este libro es mucho más. Por circunstancias personales no he podido terminar la lectura del libro a tiempo para su reseña, pero lo que llevo leído hasta ahora me tiene atrapada, porque la historia cuenta con muchos incentivos y engancha desde las primeras páginas.
ResponderEliminarMuy buena reseña, Carmina. Creo que con tus palabras vas a conseguir que más de uno se acerque a una lectura que igual habían dejado pasar por su clasificación como fantástica. Has defendido muy bien tus argumentos y me has dado ganas de retomar la lectura y vivir la aventura de los protagonistas.
Besos.
Es una mezcla de tantos géneros este libro y tan bien combinado, tan bien equilibrado, que resulta imposible clasificarlo. Lo que no hay duda es de que es una gran novela. Para mí ha sido toda una sorpresa y va a estar entre mis mejores lecturas del año.
ResponderEliminarGran reseña, como siempre, Carmina.
Besotes!!!
Pedazo reseñón!!! estoy totalmente de acuerdo cuando haces referencia a las etiquetas que se les ponen a los libro, que poco bien les hace!!! En el caso que nos ocupa, ha sido un placer la lectura y opino como tú, un gran novelón. Besazos!!
ResponderEliminarLa verdad, Carmina, desde luego, no se puede pedir nada más. Me ha resultado toda una sorpresa la lectura de esta novela y detrás de ella, un autor que promete muchas historias tan apasionantes como esta en la que como tú dices, no falta de nada.
ResponderEliminarUna reseña fantástica Carmina, y comparto totalmente tu opinión, sobre todo en lo que respecta a que también será la novela revelación del año para mi. En lo único que no coincido contigo es que yo si soy llorona y mientras leía las páginas finales no pude evitar soltar algunas lagrimas. Por ultimo felicitaros por el gran acierto al incluir esta novela en nuestras lecturas simultáneas. Un beso
ResponderEliminarEs verdad que yo tampoco la hubiera elegido, de hecho la pasé cuando vi las novedades de la editorial pero, después de un año compartiendo lecturas en Soy yincanera me fío ciegamente de vuestras recomendaciones así que no me lo pensé. He disfrutado tanto leyendo este libro, me ha gustado todo: personaje, argumento, ambientación, escenarios, final...que evidentemente a todos los que me piden alguna sugerencia esta va a ser la primera. Buena reseña.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarHace tiempo que tengo en mente leer este libro. Me llamó la atención el título y la cubierta pero no me había decidido. Ahora que le leído tu reseña me has conseguido convencer totalmente y espero pronto hacerme con esta lectura.
Muchas gracias por la super reseña.
Un besazo ;P
Mujer de poca fe, ya ves que nunca se puede ir con prejuicios, porque se etiqueta muy a lo loco y luego pasa lo que pasa.
ResponderEliminarLa reseña, por mucho que digas, es espectacular. Has argumentado cada uno de los palos por lo que la novela puede atrapar a cualquier tipo de lector y eso es algo tan complicado que cuando nos encontramos con una historia como esta, todavía nos sorprende.
Creo que es de lo mejor que vamos a leer en mucho tiempo, ¿a que sí?.
Un beso.
¡Hola, De tinta en vena!,
ResponderEliminarMe alegro de que hayas disfrutado tanto de esta novela. A mí me encanta todo lo medieval y este tipo de historias y tramas, así que espero darle una oportunidad muy pronto, sobre todo sabiendo que te ha gustado tantísimo *.*.
Muchísimas gracias por la maravillosa reseña.
Un besito de tinta y hasta pronto.
Nos leemos :D
Hola! Estoy leyendo muy buenas opiniones de este libro y eso hace que cada vez le tenga más ganas. Me lo regalaron hace unas semanas en mi cumpleaños y quiero empezarlo mañana. A ver que me parece porque voy con las expectativas altas.
ResponderEliminarBesos!
Ya he leído varias reseñas similares a la tuya y es imposible no contagiarse de vuestro entusiasmo. Sé que no la voy a leer en el corto plazo porque se me ha ido la mano comprando en la Feria del Libro, pero caerá en algún momento seguro ;-)
ResponderEliminarBesos!
Hola!te haré caso. Aunque mucho la fantasía no me va...Hay excepciones!!saludosbuhos.
ResponderEliminar¡Hola, Carmina! ^^
ResponderEliminarCreo que sabes lo mucho que me gusta empezar la casa por el tejado, así que vamos con la última frase - vale, oración jajajaja - de tu entrada. Me encanta. Me parece súper acertado porque, como comentas, muchas veces lo que de verdad necesitamos como personitas que leen es gente que se plante delante del procesador de texto y... lo vuelque todo. Que vomite el corazón en su libro, para que luego puedan rompernos el nuestro. Así que chapó a esa frase, Carmina :)
¡Y ahora empezamos por el primero! ¿Qué tal todo, guapa? ^^ ¿Una semana de las buenas? ¡Ojalá que sí! Yo estoy que no cago porque llegue julio. Sí, sí, contando días estoy jajajajaja Me ha encantado lo que comentas de que es deporte de riesgo cargar un libro-tocho al hombro JAJAJAJAJAJAJAJA ¡Qué razón! Yo ahora cuando salgo de casa - benditos ratitos de lectura en el bus -, llevo el Kindle. No pesa. Me da la vida jajajajaja
¿Así que no te gusta la fantasía? Ö Pues... bueno... es de mis géneros favoritos ^^ jajajajaja Me alegro de que este libro responda más bien a otra etiqueta, así has podido disfrutar de una joyita :) ¿Sabes?, me encantan los libros que empiezan con un personaje tomando la decisión de contar su historia. Hay algo mágico en el papel de "la aya", como si fuera una cuenta-cuentos de las de antes :')
¿Así que el libro es un gran éxodo? Sé que hay personas que se aburren con los viajes largos de personajes pero, una vez más, me encantan ^^ Tengo muchísima curiosidad por saber qué hará ese protagonista tan maravilloso del que nos hablas (escribes) ;) ¡Pero tengo aún más ganas de saber qué pasa con Astrid! ¿No te pasa, Carmina, que a veces te interesa más el personaje controvertido que el adorado? Hum. Lo mismo soy yo la rara jajajajaja
Nada, guapa, que me alegro muchísimo de que hayas podido disfrutar tanto el libro :) ¡Una reseña estupenda! :D
¡Un besazo muy pero que muy grande y que pases un maravilloso fin de semana, guapísima! ^^
Esta manía de clasificar siempre hacen que nos perdamos grandisima historias, menos mal que existe #SoyYincanera porque ha sido este un grandisimo descubrimiento. Mil besos.
ResponderEliminarSoy de tu misma opinión. Me costó mucho decidirme a leer Madera de Savia Azul. Pero, en este caso, las cr´ticas fueron positivas desde el primer momento y pensé que tal vez era yo la que me estaba equivocando así que me lancé a por ella y, desde luego, no me arrepiento.
ResponderEliminarHola, pues yo soy muy de tu estilo, no suelo leer géneros que no me apasionan porque les encuentro los mil y un peros, pero...voy a hacer una excepción porque siendo de mi linea lo has leído y te ha encantado, así es que anotado, queda. Otra cosa es que al final decida leerlo, pero...ahí estará en mi lista, por si acaso. Excelente reseña. Un abrazo.
ResponderEliminarHola. Me encantó todo. Una historia preciosa que gusta tanto por sus personajes como el torbellino de sucesos que ocurre. Mira que el libro es gordo, pero supo a poco. Leeré más historias creadas por el escritor. Besos.
ResponderEliminarHola Carmina!! Es un libro que tiene muy buena pinta, la verdad es que no lo conocía y creo que podría gustarme mucho. ¡Genial reseña! Besos!!
ResponderEliminarYour content is brilliant story in many ways. This is good. Thankyou for sharing!
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