domingo, 28 de febrero de 2010

Pequeñas joyas de La mujer del viajero en el tiempo

Es irónico, en realidad. Los placeres que más nos gustan son los caseros: la comodidad de la butaca, la excitación sedante de la vida doméstica. Lo único que deseo es disfrutar de los placeres sencillos: leer una novela de misterio en la cama, el olor de la melena rojizo dorada de Clare, mojada y limpia, recibir una postal de un amigo que está de vacaciones, disfrutar con la visión de la nata que se deshace en el café, la suavidad de la piel bajo los pechos de Clare o la simetría de las bolsas de la compra dispuestas sobre el mármol de la cocina, esperando que las vacíen. Me encanta deambular sin rumbo fijo entre las estanterías de la biblioteca, cuando los jefes ya se han ido a casa, rozando los lomos de los libros. Estas son las cosas que me aguijonean de añoranza cuando me veo alejadas de ellas por culpa de los caprichos del tiempo.
No puedo estar más de acuerdo con Henry, no valoramos las cosas cotidianas, aquellas que nos producen un placer seguro y duradero, porque las disponemos a diario, en el momento en que por razones ajenas a nosotros dejamos de disfrutarlas las añoramos. A mi los placeres que mas me gustan si son los caseros, un buen libro, en el sofá o en la cama, de cualquier genero pero si es de misterio superior, mi pareja, mis amigos y las pequeñas e ínfimas cosas de cada día que se tornan grandes e importantes cuando empiezan a faltarnos. Durante unos meses trabaje de sustituta en un biblioteca y cuando me encontraba sola era feliz deambulando por las estanterías, acariciando los lomos de los libros, cogiendo uno al azar y disfrutando con su perfume, con fragmentos escogidos al azar...
Por otro lado me ha sorprendido la definición que hace Clare de una biblioteca y la quiero compartir con vosotros
La biblioteca me inspira la misma sensación que la mañana de Navidad, como si se tratara de una enorme caja llena de preciosos libros

jueves, 25 de febrero de 2010

La mujer del viajero en el tiempo.


Un relato conmovedor sin caer en el sentimentalismo, ni en el almibaramiento de muchas novelas de corte romántico, porque así la han etiquetado y se puede encontrar en muchas librerías. Este es uno de los libros que me han elegido a mí. Hubo un tiempo en que me lo encontraba reseñado en casi todos los blogs, después amigos que conocen mi pasión por la lectura, en sus correos dejaban caer que la novela era buena, y que a pesar de no ser un género por el que me desviva la cantidad de azúcar era la justa como para no empacharme. La portada empezaba a serme familiar hasta que un día me presente en la biblioteca para renovar El corazón helado, y mientras curioseaba por sus estanterías el libro se me presentó coqueto, haciendo más guiños que de costumbre y no fui capaz de dejarlo allí tan desangelado.


Como sabía que no iba a poder leerlo inmediatamente se lo pase a mi madre a quien le costo de leer Dios y ayuda porque se perdía, a ella dale una historia lineal, pero no empieces con los flash back y otras figuras literarias que la mareas. La opinión de mi madre fue un escueto, es bonito, pero es tan poco creíble. Empecé a temer que me había equivocado con la elección, porque si no me lo creo como que no me llega, de todas maneras cuando ella lo terminó me lo renové para mi y si me ha costado de leer es porque por medio tenía las oposiones, porque a mi el libro me enganchó desde el primer momento y conforme llegaba al final tenía sentimientos encontrados, porque tenía necesidad de saber que pasaba con los personajes, pero al mismo tiempo no quería que se terminara.


Audrey Niffenegger ha sabido crear unos personajes entrañables, con sus virtudes y sus defectos, una pareja de la que no sólo vemos el lado bonito del amor, si no también las desavenencias y los roces de la convivencia. La autora ha evitado caer en el sentimentalismo, y mantiene latente la emoción durante todo el libro. En ocasiones es una historia de gran belleza, con una fuerza increíble que te lleva a plantearte no pocas preguntas.

Henry de Tamble es uno de los personajes principales aquejado de una enfermedad cromosómica que le obliga a viajar en el tiempo, premisa de por si fantástica hasta el extremo, no es capaz de controlar estos viajes, ni cuando se van a producir, ni donde , ni durante cuanto tiempo, lo único que conoce es el detonante que los desencadena, la presión y el nerviosismo. Se producen situaciones algo esperpénticas puesto que sólo viaja el cuerpo de Henry, ni la ropa ni ninguna pertenencia, por lo que se tiene que procurar ropa, dinero y sobre todo comida, porque siempre siente nauseas. Estos viajes se producen a su pasado o a su futuro sin embargo corre excesivos riesgos porque es un fuera de la ley.

Clare Abshire es su mujer, a la que conocemos al inicio de la novela cuando sólo tiene 6 años y se encuentra con el que será su futuro marido en un prado cercano a su casa, y desnudo. Nos encontramos con una niña madura para su edad a la que le cuentan un cuento fantástico que cree a pies juntillas y será quien acogerá a Henry le vestirá y le alimentará cuando recale por allí. No en pocas ocasiones Henry reconoce que ha intentado proporcionarle una infancia lo más normal posible, si por ello se puede entender que se te aparezca de vez en cuando tu futuro marido en cueros.

Sin embargo rodeando a la pareja hay un sinfín de personajes dotados de una gran humanidad, dibujados con tal maestría que parecen levantarse del papel, a mi me ha conmovido Gómez, puede que por ese empeño por seguir enamorado de Clare incluso cuando ve que los lazos que la unen a Henry son imposibles de cortar. El personaje de Richard me ha llegado al fondo del alma, un hombre completamente destrozado por la pérdida del amor de su vida, que lanza a perder lo poco que le quedaba y que no llega a asimilar que su hijo no sea una persona normal.

La autora consigue introducir orden dentro del caos. Clare y Henry se turnan para contarnos su forma de ver las cosas, en ocasiones nos cuentan desde una perspectiva diferente el mismo suceso, y a pesar de no guardar ninguna linealidad, ha encontrado la forma de crear una historia clara, porque he intentado pillarla en algún renuncio y no lo he conseguido. Ha sido un acierto que cada vez que cambia de tiempo y lugar lo apostille con la edad que tienen Henry y Clare en el momento que narra.

En ocasiones me he sorprendido reflexionando si yo hubiera sido capaz de pasarme la vida esperando y sufriendo por el hombre al que quiero, debe ser duro, muy duro verlo desaparecer y saber que puede estar pasando necesidades y no ser capaz de hacer nada por retenerlo. En esas ocasiones es cuando más he valorado el tener a mi marido a mi vera, y el saber más o menos donde puede encontrarse en un momento determinado. La perseverancia de Clare me ha sorprendido en muchos pasajes, también la infelicidad que le producian ciertas cosas que le impedían de disfrutar de ese amor tan intenso que sentía por su marido.

Una novela para mí mas que recomendable, con una estructura novedosa que necesita de un poco de paciencia y sobre todo estar centrada en lo que se lee, pero al mismo tiempo con una acción bien dosificada que te lleva a necesitar saber que pasa en cada momento, puede que en algún momento te deje intuir que pasara más adelante sin embargo lejos de ello restarle interés a la narración suele empujarte a leer más y más. A mi me han quedado algunas dudas que me gustaría que resolviésemos entre todos pero lo voy a plantear en los comments marcando el spoiler para no quitarle su ración de sorpresa a quien se aventure en sus páginas.

martes, 23 de febrero de 2010

¿Quién elige a quién?



La forma en que llegan los libros a mi es muy variada y variopinta, aunque he de reconocer que cada vez menos. Cuando iba a trabajar mis breves trayectos en coche coincidían con un programa de promoción de libros que en forma de cuña publicitaria interactiva te ofrecían las delicias de un determinado autor o novela, no han sido pocos los libros que han llegado a mi mano por ese método, entre ellos el primero de Stig Larson o La noche del Tamarindo. Recuerdo que como en coche no podía escribir, porque superpoderes todavía no tengo, cuando llegaba a la oficina buscaba rapidamente la agenda para que no se me olvidara el titulo y el autor o le ponía una calificación para priorizar cuando fuera a la librería.


También es verdad que eran otros tiempos y yo todavía no estaba muy metida en este mundo de blogs y por lo tanto de algún sitio me tenían que llegar las sugerencias que ahora me bombardean desde distinto post y bloggers. Mi otrora agenda se ha transformado en una libretita din A-5 en la que apunto los títulos que me han dado buenas vibraciones y que llamo el plan infinito, titulo brillantemente acuñado por Ale.


Otra forma en la que han llegado muchos libros a mis manos es el boca a boca, y en esa ocasión estoy segura que mas que elegir yo los libros, ellos me han elegido a mí. Me cuesta mucho encontrar fuera de la pantalla a personas con las que poder conversar sobre lecturas, libros y autores, no se si somos una especie en peligro de extinción, o es que lo consideramos tan intimo el hecho de leer que lo llevamos en secreto. La cuestión es que cuando por casualidad he llevado un libro en la mano por no caberme en el bolso, ya por grande el libro, ya por lleno el bolso, me han llovido las sorpresas. Ahhhh pero tu lees, uys yo también leo mucho, me ha gustado mucho ultimamente ... te lo tienes que leer, ya veras que pasada. Y sin darme cuenta me encuentro con el libro en la mano, muchas veces sin que a mi me apetezca su lectura, y como no me gusta tener inquilinos en casa, me toca priorizarlos a la lectura de otros libros que me hacen guiños y me gustaría acometer en ese momento.




El ultimo episodio de ese entrometimiento en mis lecturas, lo viví el día de mi cumpleaños. No podía dejar tanto libro en mi casa, y sobre todo eran difícil de camuflar debido al tamaño de uno de ellos, así que cuando fui a llevar a mi hijo a casa un compañero para que hiciera un trabajo, me los lleve detrás, mi idea era dejarlos en casa mi hermana antes de ir a casa el niño en cuestión, pero me mire el reloj, íbamos a pie, el tiempo apremiaba y decidí pasar por allí a la vuelta. Las bolsas de la Casa del libro no son nada discretas con ese color verde y amarillo, así que cuando la madre del chiquillo me vio con los libros quiso darles un vistazo. Me comentó que quería comprarse el segundo libro del autor de El quinto día, de nombre impronunciable y como no quiero meter la pata, no lo apunto, como da la casualidad de que lo tengo, le dije que yo se lo dejaría en cuanto quisiera leerlo.


Creo que fue allí donde cometí el error, porque ella empezó a recomendarme libros a diestro y siniestro y me di cuenta de que no iban nuestros intereses lectores por los mismos derroteros. Los chicos se pusieron a meter bulla con la perra y ahí termino nuestra aventura literaria. Pero como no somos madres sino madrazas, o dicho en mi lengua diaria, no som mares si no marotes. Se presentaron problemas técnicos con el trabajo, y me tocó llevarlo a mi casa, revisarlo, corregirlo, imprimirlo y llevarme las manos a la cabeza y a los ojos con semejantes faltas de ortografía y despropósito.


Para ello tuve que ir a casa el compañero de mi hijo para copiar en un pen el trabajo, el niño no sabía hacerlo y la madre se horrorizaba solo en pensar que pudiera hacerlo mal. Allí me presento incauta sin saber que era lo que me esperaba, primero me empieza a enseñar su colección de libros, de los que me había leído unos cuantos, después ni corta ni perezosa me enseña sus ultimas adquisiciones entre las que se encontraba La mecánica del corazón, que yo ya había descartado de mi plan infinito, e insistió tanto para que me lo llevará que termine con ese libro y La reina oculta de Molist que también había desechado dentro de mi bolso por no herir sus sentimientos.


Y ahora ¿Quién elige a quién?, Yo elijo lo que quiero leer... o el libro me elige a mí?. Hace unos años hubiera afirmado que era yo quien elegía, ahora cada vez tengo más claro que algunos ejemplares, me eligen a mi, da igual que sea mediante el sistema de préstamo, que mediante el sistema de adquisición, porque cuantas veces no habré ido yo a comprar un libro y habré salido con otro completamente distinto y que en un principio no había llamado mi atención.


Y vosotros elegís vuestras lecturas? o ellas os eligen a vosotros?

viernes, 19 de febrero de 2010

Asesinato en el Palacio de las Artes


Una gran riada del Turia sacude los cimientos del Palacio de las Artes en el momento en que se pone en escena La caida de los dioses de Wagner. De una solera de cemento resquebrajada emerge un cadáver al sesgo que nos habla de diversas maneras. También salen políticos y transexuales (y perdón por la redundancia), monjas que fuman y putas que rezan; polícias, periodistas, plagas del campo y de la playa, autores celebres, videntes, meteoritos y cocina tecno-emocional. Parece cosa de Pitita Ridruejo o de los pastorcillos de Fátima, pero es mucho peor.

Asesinato en el Palacio de las Artes cuenta los esfuerzos del policía Andres Ferrrandis por desenredar una madeja tan densa y negra como la caca de Godzilla.


Sólo con echarle un ojo a sus autores, Tonino Guitián i Emili Piera, ya se sabía que rumbos podía tomar esta novela, en la que el asesinato no era más que una excusa para ofrecer un retrato mordaz, y cargado de ironía de la fauna política valenciana, y de los vastos colosos del cemento. Una visión desde dentro de las redacciones periodísticas quiero pensar que solo de esta zona porque en cierta manera sigo conservando ese candor hacia la profesión que en su día elegí. Los manejos del sistema judicial que echa por tierra meses de investigación por no enfrentarse a poderoso don dinero.


Sus autores son grandes agitadores, personas que conocen el medio en el que se mueven, televisivos, a Tonino Guitián lo pudimos ver en Caiga quien caiga a las ordenes del Gran Wyoming, Emili Piera fue un gra agitador en TVE española hasta que el expediente de regulación de empleo se lo llevo por delante. Ambos han sido humoristas, guionistas de radio, televisión e incluso cine, y ambos siguen escribiendo columnas periodísticas, faceta que no conozco, pero que viendo el cariz de la novela deben ser de lo mas mordaces y divertidas, poniendo el dedo en la llaga y urgando siempre un poquito más.


El comienzo es un tanto peculiar, puesto que no se conoce la trama y el capítulo se titula el muerto al habla, no sabemos por donde van los tiros pero conocemos que hay un muerto que se pone en contacto con nosotros, nos pide que no le juzguemos demasiado duro cuando salgan a la luz ciertos acontecimientos, puesto que su cadáver todavía no ha sido encontrado... eso me ha parecido de gran originalidad, puesto que no revela nada, ni su identidad, ni como fue a parar donde se encontró, nos cuenta sus peripiecias eso si rio abajo.


Parte de un hecho quiero pensar que fantasioso hasta el extremo, para los que no conozcan Valencia, el rio Turia pasaba por dentro de la ciudad, en la época franquista se canalizó el rio por otros derroteros y el antiguo cauce hoy alberga un sinfin de actividades. De todos es sabido que la furia del agua antes o despues recupera su cauce y eso es lo que plantean los autores una avenida tan grande de agua que colapsa la canalización artificial y agua vuelve por sus vías naturales llevandose por delante entre otras muchas cosas uno de los pilares del Palacio de las Artes, y enterrado en el cemento se encuentra el cadáver demediado de una persona a la que es dificil identificar puesto que le falta entre otras cosas la cabeza.


De ahí parte la trama digamos negra, porque la polícia de la mano de Andres Ferrandis intenta esclarecer el crimen, y despues de tirar del hilo se encuentran con los colosos de la construcción. De la mano de Ferrandís y tambien en solitario Llorens, un periodista, se enfrenta al dilema de informar de forma veraz o sucumbir a los efectos de la publicidad y demas maniobras que acaban mermando este mundo. De su mano conoceremos los abusos inmobiliarios, las vulneraciones de la ley urbanistica por parte de constructores y ayuntamientos, la desproteccion de zonas verdes en manos de estos personajes que solo piensan en su bolsillo.


"Que en Valencia crecía una Marbella igual de espesa pero oculta, rellenando la ciudad de cemento como si fuera un pastel de nata, se podía comprobar contando las grúas metidas dentro de las fachadas históricas del viejo Ensanche. Aquí y allá se arramblaba, con el beneplácito del Ayuntamiento, con los patios interiores de antaño refrescados por las sombras de un fresno, se subían cuatro alturas desde los viejos desvanes, se excavaba sin complejos cortando centenarias acequías y pozos negros".


Sale a relucir la actualidad con la plaga del picudo rojo que afecta a las palmeras, y la de medusas en las playas. El lenguaje periodístico esta presente en buena parte de la obra, sobre todo cuando Llorens y otros personajes de la fauna toman la palabra, y denmino la fauna a aquellos que se dedican al papel colorin que tambien tienen en este libro su ratito de gloria. En ese tipo de lenguaje me hizo gracia que pusieran sobre papel la familiaridad con la que tratan a los políticos.


"Dicen que la estructura del Palau no peligra y que a las seis habla Paco Camps. Falta un cuarto de hora"


Paco Camps es el Molt Honorable President de la Generalitat, peor parada sale la alcaldesa, de quien se dice que tiene voz de carajillo, y se la llama la Rita o la Barberá. La frivolidad del retrato de la política valenciana y de sus protagonistas no deja indiferente, ante una catastrofe de ese tipo, solo piensan en recontruir el Palacio de las Artes para que todo siga igual, y en favorecer a sus afines aunque para la ciudad económicamente sea un desastre. Pasean personajes relevantes de otras epocas como la mujer del ex presidente de la Generalitat catalana Jordi Pujol, y una amiga de esta, personajes del mundo literario, Juan Manuel de Prada, Arturo Perez Reverte, Lucia Etxebarria, Maria de la Pau Janer, nadie se libra de esta critica mordaz.


Me he reido con las ocurrencias y con las palabras que intercalaban en valenciano que seguro que con la traducción que daban no provocan ni una sonrisa en un lector no valenciano parlante. Me he asombrado con las acusaciones veladas que corren de boca en boca sobre la sexualidad de algunos personajes relevantes, desde luego no se han pisado las manos, pero lo que es un rumor a gritos esta presente. A mi al menos me ha hecho reir que es lo que buscaba, me ha ofrecido una visión de la sociedad valenciana que es la que exportan nuestros políticos, de pandereta y fanfarria, que posiblemente es la que tengan fuera de nuestro territorio, grandes obras faraónicas y el nombre de esta tierra en boca de todos.


He recuperado algunos parrafos que un dia de estos pondre en las perlas literarias para compartirlos con vosotros, quizás porque como he dicho antes esta novela mete el dedo en la llaga y se regocija en el acto y supongo que algunas de las visiones que se exponen a la gente le resultará al menos conocida o habrá pensado alguna vez cosas semejantes

martes, 16 de febrero de 2010

Nuevas adquisiciones



Normalmente soy muy cautelosa con estas entradas por si mi consorte chequea el blog, no me gustaría que le cogiera ningún infarto al ver aumentar mi colección de libros, que visualmente no aumenta ya que los escondo, pero si lo hace poco a poco. El sábado después de salir del examen de oposiciones lejos de angustiarme por lo difícil que este había sido y el poco tiempo que teníamos para contestar, salí más feliz que unas castañuelas, nada ni nadie me iba a amargar el día de mi cumpleaños.

Así que me acerqué al centro comercial, concretamente a la Casa del Libro y salí con tres libros bajo el brazo, y una sonrisa pintada en el rostro que no cabía en mi cara, me compré dos libros bien encuadernaditos, y al menos uno de ellos gordísimo por 5,95 euros, eso sí léase cada uno. Iba detrás de El Quinto día un tiempo, pero la edición de bolsillo con esa letra tan pequeña me mataba, así que que cuando Javi me dijo que lo había visto en la Casa del libro a ese precio me fui de cabeza a por el, casi me mato en el intento. Había muchos más pero me contuve y compre otro El secreto de Nag Hammed creo que se llama así porque lo he dejado en adopción en casa mi hermana para no colapsar la mía y no se me ha quedado el titulo ni se ve bien en la foto, por tapar ese circulito rojo. El de El quinto día venia acompañado de un librito pequeño que se llamaba las claves de El Quinto día y que parece prometer.


Al final encontré Expiación en edición bolsillo por eso de la economía leí la reseña de Susana en Libros y literatura y la verdad es que me gusto tanto lo que decía de el que lo voy a leer aunque ya no creo que para este bimestre porque estoy liada con dos y con uno mas seguro que no puedo. Y por la noche, mi hermana nos invito a cenar, le hacía ilusión celebrar mi cumple y sabía que yo después de tantos meses de estudio no tenía ni ganas ni tiempo para organizar nada en casa, y por si este no hubiera sido un detalle ya bastante bonito, me regalo La soledad de los números primos, así que un cumple redondo a pesar de haberme comprado yo la mayoría de los títulos.

jueves, 11 de febrero de 2010

Perlas de identidad.

Pero solo eran uno o dos segundos: la llamaba y oía su voz muy adentro del piso, tras la puerta cerrada del cuarto de baño, o era simplemente que estaba tan distraida en su estudio, o tan ensimismada en un libro o una transmisión de Radio Clásica que no había oído la llave. Escuchaba primero el ruido de sus tacones, la veía luego venir desde le fondo del pasillo y tenía la sensación de que Blanca volvía de un sitio muy lejano, de un sótano o una cripta de secretos cuya existencia él no conocía y donde nunca le estaría permitido acompañarla. Sentía lo mismo las pocas veces que la llamaba a media mañana desde el trabajo: sonaban las primeras señales y Mario ya se sobresaltaba temiendo que ella no estuviera; escuchaba su voz y era la voz de alguien que esta sólo, perdido en pensamientos o habitaciones de los que nadie más tiene noticia. Pero es que Blanca tenía una capacidad admirable para sumergirse en sí misma, para desaparecer del todo del mundo exterior mientras leía un libro, escuchaba una música o veía una película. Era una concentración absoluta, en la que Mario había aprendido a no inferirse, la prueba de una sensibilidad que le maravillaba y al mismo tiempo le hacía sentirse romo en comparación, íntimamente desertado, algunas veces, cuando hubiera querido preguntarle o contarle algo a Blanca y sabía que no valía la pena el esfuerzo, no porque ella no le hiciera caso, sino porque literalmente no estaba, estaba ida, como se decía antiguamente, en el sentido más exacto de la palabra, ida de una realidad que con tanta frecuencia le provocaba aburrimiento o disgusto.
Este fragmento pertenece a En ausencia de Blanca, como dije en la reseña me sentía identificada en algunos aspectos con la protagonista, y he aquí en los que más me siento identificada, yo también soy capaz de abstraerme absolutamente cuando estoy leyendo, tanto que puede terminar el mundo a mi alrededor y yo no ser consciente de ello, puede sonar el teléfono y el timbre y no provoca en mi reacción alguna. Mis hijos y mi marido han aprendido a respetar mi tiempo de lectura, quizás porque les pase como a Mario que no les merezca la pena decirme nada, porque simplemente no estoy.
En ocasiones cuando las cosas me sobrepasan mucho tejo como mundos paralelos en los que me refugio, donde nadie tiene cabida, yo a ello le suelo llamar la espiral del silencio, son episodios en los que me refugio en mi misma como forma de no ser consciente de una realidad que me provoca angustia que me sobrepasa en demasía llegando a provocarme cuadros de miedo. Otra forma de llamarlo es la soledad acompañada, pienso que Blanca sufría de ella

viernes, 5 de febrero de 2010

En ausencia de Blanca


Antonio Muñoz Molina provoca en mi sentimientos encontrados, un dilema que solo es capaz de provocar otra escritora, Isabel Allende. Supongo que os preguntareis el porque de tal situación, y es que mi primer contacto con este autor fue con una novela que aún no he sido capaz de leer El Jinete Polaco, despues venci la reticencia gracias a que mi cuñado me presto Plenilunio y cuando insite en que me lea algo no suele pinchar en falso, y de ello Plenilunio me gusto muchisimo, poco despues lei Beltenebros y ya no volvi a repetir con el autor.


Para ser sincera si no llega a ser por el Club de lectura probablemente hubiera tardado mucho más en elegir una de sus obras para pasar el rato. Sobre todo porque no tienen esa consideración. Como disponía de poco tiempo escogí en Ausencia de Blanca, para mi un libro desconcertante, en pocas páginas se encierran una perfecta descripcion de la complejidad humana. Para mi Muñoz Molina se revela como una gran conocedor de la condición humana, de pensamiento y del alma de la persona.


El inicio es desconcertante, juega al despiste. Puede considerarse una novela redonda, y paso a explicar el termino para evitar posteriormente una avalancha de preguntas. La novela empieza del mismo modo que termina, por eso desconcierta. Porque sin conocer a los personaje Muñoz Molina te coloca en un lugar poco cómodo. La mujer que no es Blanca, pero viste como Blanca, camina como esta y viste de igual forma. Digamos que empieza la novela por el final y luego con juegos de flashback nos sitúa en la historia, nos presenta a los personajes, como se conocieron y como llegan a la situación en la que se encuentran y remata volviendo a narrar el principio. No se si me estoy explicando bien.


Mario y Blanca son dos polos opuestos que representan: Blanca la brillantez, la cultura, en pocas palabras todo lo atractivo, sin embargo es una persona insegura con muchas dudas. Mario en cambio representa lo gris, lo anodino, idealiza a su mujer porque se siente inferior a ella, y se subordina a ella. A los ojos de Mario la inconstancia de Blanca es vitalismo. Ella representa un perfecto escaparate de cara a la sociedad, inquieta, de buena posición socioeconomica, interesada por el arte, por las buenas maneras. Mario en cambio es un funcionario de provincias cuya única obsesión es ella.

Esta novela narra la historia de una obsesión, la de Mario por su mujer, desde el mismo día que la conoce en unas circunstancias poco agradables, con ella sumida en un pozo profundo del que él le ayuda a salir. Como premio ella abandona una vida ligada a la bohemia, con una lista de parejas ligadas al mundo del arte, el alcohol y las drogas y se dedica a ser la mujer de alguien que le aporta serenidad, y seguridad, pero que sin embargo le corta de raíz todas las aspiraciones y todos los gustos.


Al principio Mario se muestra seguro de que la mujer con la que convive no es la misma con la que se casó, sino una impostora, se dedica a vigilarla para ver en que momento la pilla en un renuncio. Casi a mitad de la novela empieza a dudar ya no tiene tan claro que ella no sea aquella que conoció, y al final es capaz de darse cuenta de casi le da igual que esa Blanca sea una impostora o aquella con la que el se casó, se siente bien a su lado, sigue siendo suya.

Mario da a entender que Blanca ha cambiado, sin embargo de lo que no se da cuenta es de que es él quien ha cambiado, que idealizó a su mujer, que en su pensamiento y en sus deseos la modeló tal y como a él le hubiera gustado que fuese, se acostumbró a vivir para y por ella, adaptó los horarios a las necesidades de ella y a sus antojos. Sin embargo llego un momento en que dejó de idealizarla y por eso ya no era Blanca la mujer que convivía con el.


Hay dos tipos de lenguajes uno muy cuidado, Muñoz Molina domina a la perfección el lenguaje y los recursos literarios sin florituras, y otro cuando se trata de la persona a la que cree su rival en la disputa de su amor por Blanca, Onésimo en ese momento el lenguaje se vuelve burdo, lleno de palabras mal sonantes.


En este libro se trata la dualidad existencial, nos mostramos tal y como somos?, o nos reinventamos para agradar a la persona que nos gusta, finalmente a Mario se le cae la careta, no puede seguir escondiéndole a Blanca sus miedos, la realidad que le atormenta, sus celos le hacen ver fantasmas en todas partes, cualquiera es un rival en su lucha por no perder el amor de Blanca, pasa de la obsesión a la paranoia. Es la historia de dos mundos paralelos, en ocasiones opuestos, de claroscuros, de cordura y de locura, de realidad y ficción.


Con esta novela Muñoz Molina me ha sorprendido gratamente, me ha enganchado el llegar a conocer porque afirmaba que aquella mujer que tenia el mismo pelo, los mismos ojos, usaba su ropa y zapatos no era Blanca, me tuvo pendiente e incluso me identifique con la protagonista en algunos pasajes, en algunas cosas yo era parecida a Blanca en otras su opuesto, me resultaba divertido esa identificación con el personaje para dos páginas después encontrarla como una desconocida.