viernes, 31 de enero de 2020

INFAMIA. Ledicia Costas

Hay portadas que te atraen de forma irremediable, si además la novela viene avalada por la critica de lectoras de cuyo criterio te fías ciegamente, el libro cae en tus manos sí o sí, y te tragas el vértigo que da esas expectativas que se desbocan a cada recomendación.

A pesar de las altas expectativas que ya sabéis que pienso que son un arma de doble filo, Ledicia Costas me ha conquistado con esta novela que gira en torno a la maldad humana y las múltiples caras que esconde. Un libro que sin regodearse pone de manifiesto temas atemporales y por lo tanto candentes en nuestros días, nos saca de nuestra zona de confort, nos obliga a mirar cara a cara esos temas que por molestos solemos desterrar, porque al fin y al cabo son cosas que suceden a otros.

Me ha enamorado la prosa de la autora, la elegancia y sutilidad con la que trata esos temas tan espinosos, los personajes que ha construido, la cadencia con la que se desarrolla la trama, que nos va envolviendo y al mismo tiempo llenando de esa niebla que ahoga a los habitantes de Merlo. Dolor, pérdidas, amores, desamores, locura, cordura son ingredientes que en esta historia la autora ha sabido cocinar con maestría, dejando al lector con ganas de más, de mucho más.

Me hubiera gustado leer la historia en su versión original, en galego, pero si soy sincera me cuesta leer en catalán que es mi lengua materna, como para atreverme con otra que no domino, ni conozco, pero la musicalidad será distinta y la exquisitez que se aprecia en la versión en castellano seguro que se verá redoblada.

Por otro lado si la portada de la Editorial Destino me enamoró reconozco que la versión original tiene una que si has leído la novela te llega al alma, duele y más por esa combinación del rojo y el blanco, que solo un buen lector podrá llegar a descubrir en toda su intensidad, os dejo la portada para que si habéis leído la novela la disfrutéis y si no, cuando la leáis volved sobre ella.

La autora:

Ledicia Costas nace en Vigo en 1979, es una autora gallega licenciada en Derecho que lleva varios años dedicándose profesionalmente y en exclusiva a la literatura. Publicó su primer libro  en 2000 y desde entonces ha escrito numerosas novelas infantiles y juveniles que han sido traducidas a varios idiomas, como el coreano, el italiano o el búlgaro. Por su extraordinaria narrativa ha obtenido importantes premios literarios,  como el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil y, en dos ocasiones, el Premio Lazarillo , gracias a los cuales ha ido conquistando a miles de lectores. Infamia es su primera novela para adultos y la consolida como una de las autoras con más proyección de la narrativa española actual.

Sinopsis:

Emma Cruz es abogada y profesora de derecho penal. Se traslada al pequeño pueblo gallego de Merlo para impartir clases en la universidad, sin saber que ese lugar está marcado por la desgracia. Su llegada coincide con el veinticinco aniversario de la desaparición de las Giraud, dos hermanas a quien parece que se las haya tragado la tierra.

Así Emma descubrirá que los habitantes de Merlo guardan secretos inconfesables, algunos imposibles de digerir. ¿Qué fue de las hermanas Giraud? ¿Están muertas? Y si es así ¿quién fue el responsable de sus muertes? ¿Por qué nunca han encontrado los cuerpos?

Infamia es un thriller psicológico donde nada es lo que parece. Una novela de ritmo vibrante que agarra al lector y lo conduce a los límites de la condición humana. Una historia de amor, de odio y de locura.

Fiel a su escritura, Ledicia Costas se sumerge en una novela en la que explora lo más recóndito que anida en el alma humana, ofreciéndonos una novela poderosa y adictiva.

Mis impresiones:
"Llovía en alta definición. Quinto día de agua, sin apenas descanso, y todo apuntaba a que el cielo de Galicia iba a seguir vomitando frío. Emma siempre se había sentido como una personas de invierno, de agua y de luna, por ese orden. La lluvia no afectaba a su estado de ánimo, pero consideraba que, por imperativo legal, los grandes cambios deberían ir acompañados de un punto de luz al que aferrarse."

Con esa bella metáfora da comienzo una novela en la que la lluvia, la niebla, el frío y la soledad son una constante, tanto en sentido físico como en sentido metáforico, sobre todo la niebla, que todo lo envuelve, y afecta al ánimo de los habitantes de Merlo, ese pequeño pueblo que sobrevive a la desgracia de la desaparición de dos niñas, de 14 y 6 años, desde hace 5 lustros.

Hasta allí llega Emma nuestra protagonista, o podríamos decir una de tantas, porque  nos encontramos ante una novela coral, y aunque parece que ella sea el centro de la trama pronto descubriremos que no es así, o al menos no del todo. Profesora de derecho penal consigue plaza en la universidad y decide poner tierra de por medio, dejar su zona de confort y alejarse del amor de su vida, un hombre cuyos tiempos no entiende y que están muy alejados de los de ella.

Llegar a un pequeño pueblo donde todos se conocen es un arma de doble filo, por un lado sientes del peso de las miradas sobre ti. Eres el centro de atención porque vienes a alterar su rutina, su día a día. Y todos tus pasos están controlados. Si además sientes curiosidad por un hecho del que todos callan y todos parecen saber algo, tu vida se puede convertir en un infierno, en el trabajo y en el pueblo.

Ledicia Costas maneja con exquisitez la prosa, los recursos lingüísticos, sabe crear ese clima de desasosiego que sufren todos aquellos que tienen cicatrices en el alma, y en esta historia son casi todos los personajes con un cierto peso, Emma, Lucas, Noel, Salva, Rubén, personajes muy bien trazados, ricos en matices, personajes con más sombras que luces en un paisaje inhóspito, en el que la niebla es protagonista por su densidad, por penetrar incluso en el alma de la gente.

La historia esta narrada en tercera persona por un narrador omnisciente y esta plagada de flash back que nos van situando en la infancia de los cuatro protagonistas masculinos, muchachos que un día fueron amigos, y que hoy no consiguen serlo. Algo ha roto su amistad de forma irremediable, de forma que tres se mantienen unidos y otro ha decidido poner una barrera entre ellos, barrera que además de soledad lo marcará a los ojos de todos los habitantes del pueblo.

El equilibrio entre la narración y los diálogos le proporciona agilidad a la historia, que no se desarrolla de forma vertiginosa, tiene una cadencia más propia de los gallegos, sin embargo ese ir fluyendo, ese goteo de información, ese conocimiento que el lector tiene de los hechos incluso antes que Emma, hace que el ritmo que le imprime la autora sea perfecto para la trama, para ir descubriendo poco a poco que pasó con las hermanas, y porque cada personaje esconde tantos fantasmas en su armario. Fantasmas que no les permiten ser felices, que les anclan a un pasado lleno de dolor, de rabia...

Que la historia se desarrolle en una comunidad tan pequeña, da pie a que se indague en el pasado de los personajes, pasados que ponen la carne de gallina a pesar de la elegancia de la autora para tratar ciertos temas. Me gustaría no indagar más en ese aspecto, porque Ledicia no da puntada sin hilo, todo en su historia aparece a su debido tiempo y siempre como una especie de efecto dominó ante lo que descubre Emma o las reacciones que provoca su investigación. Parece que no todos están dispuestos a que la verdad salga a la luz después de tanto tiempo y harán lo que sea necesario para conseguirlo.

No todo es oro lo que reluce en este libro, de hecho nos daremos cuenta que la vida puede ser tan canalla que convertir a víctimas en verdugos, y como ese pacto oral que impide decir la verdad está destruyendo toda una comunidad, porque las sospechas se inoculan cual virus y mancillan reputaciones.

Esta novela me ha hecho reflexionar, meterme en los zapatos de todos y cada uno de los personajes, odiar a unos muchísimo hasta que he descubierto que se escondía detrás de su carácter y de su forma de actuar, para terminar teniéndoles mucho afecto, sin lograr entender como se puede callar durante tanto tiempo y porqué. La maldad campa a sus anchas, en todos los estamentos de la sociedad y en todas las capas sociales, es algo que se pone de manifiesto. También como el poder mal usado puede convertirse en una lacra capaz de destruir vidas humanas, porque vivir como una sombra es otra forma de morir.

Y por si no hubiera bastantes temas de calado, la relación tóxica de Emma con Mario es toda una tesis de lo que no debe permitir una mujer, pero por partida doble, porque nuestra protagonista es valiente y pone distancia para evitar caer en sus redes una y otra vez, pero la forma de actuar de María, su mujer, no la podré entender por más años que viva. Y la indecisión de Mario es para enmarcar, y lo peor de todo es que son personajes tan reales, tan identificables en cualquier sociedad que duelen, hay momentos que traspasan el papel. Como Salva, que ha logrado quedarse en un rinconcito de mi corazón, y la portada de la versión en gallego tiene mucho que ver con el motivo de haberlo conseguido.

No quiero contaros mucho más porque merece la pena acercarse a esta novela sabiendo lo mínimo para disfrutarla párrafo a párrafo, línea a línea y capítulo a capítulo, para ser conscientes de que la maldad no tiene límites, profesión o clase social, que la oscuridad de algunas personas a veces tiene un motivo que estas esconden celosamente por vergüenza y que condiciona su forma de comportarse y de ser.

Mención aparte merece el final, un final abierto que hace pensar que quizás pueda haber una segunda parte, una especie de catarsis y cuanto menos de justicia poética para que no quede impune un acto deleznable. Una forma de cerrar heridas, de intentar disipar una niebla que se mete en jirones dentro del cuerpo de las personas. Brillante es un adjetivo que se queda corto para definir el cierre de esta novela.

Espero haber conseguido llamar tu atención sobre esta historia, y la forma en que la ha escrito su autora que es una delicia por la exquisitez y la elegancia para tratar temas completamente deleznables, y a la vez tan actuales que no logran removernos por dentro si no es con el testimonio directo de quienes lo han sufrido, y la voz utilizada por la autora es de lo más acertada.

Conclusión:

Infamia es una novela deliciosa por la forma en que esta narrada y la cadencia que le imprime a la trama su autora. Su forma de narrar nos traslada a ese pueblo imaginario, de pocos habitantes, con una orografía adecuada para los fenómenos paranormales, y sin embargo ha prescindido de ellos porque la lluvia y la niebla han sido sus aliadas, una lluvia real y una niebla más metafórica que real.

La elegancia y la exquisitez a la hora de tratar temas delicados hacen de Ledicia Costas una  autora a tener en cuenta, estoy deseando leer algo más suyo, pero esperaré a que vuelva a escribir para adultos porque no suelo adentrarme en la literatura juvenil.

Nos encontramos ante una novela coral en la que hay una trama principal de la que nacen subtramas al tiempo que la Emma investiga, y parece que hay momentos que alguna se impone, pero sin ir más lejos al final recupera ese hilo principal y esa recopilación de infamias que dan titulo a la novela.

¿Y tú la has leído? ¿Tienes previsto hacerlo? Si por algún casual esta reseña te mueve a leerla me gustaría que me lo contaras.

Galería de frases:

"Si el alma tenía forma física, la suya era un conjunto de agujeros negros por donde se le escapaban las ganas de vivir."

"El frío fue instalándose en Merlo como una nueva pareja que no pide permiso. Un día deja en tu casa un par de libros porque necesita sentir que ese lugar le pertenece un poco. Semanas después libara un cajón y mete alguna ropa. Se acomoda en un sitio concreto del sofá y escoge un lugar  en la mesa de la cocina que ya  nunca va a abandonar. De repente, ya no existen los límites. Ni siquiera recuerdas muy bien cómo era todo antes de su llegada."

"Lo amargo no es la libertad, sino las decisiones que hay que tomar para conseguirla." 


miércoles, 15 de enero de 2020

El show de las marionetas. M. W. Craven.

Cuando Babelio me ofreció postular por El show de las marionetas, no me lo pensé dos veces. Los que  sois asiduos a este blog sabéis lo que me gusta el thriller, la novela negra, los detectives atípicos, las novelas con muertos en los que hay que resolver quién, y sobre todo porqué... y a golpe de sinopsis esta novela lo tenía todo. Aposté y el resultado de esa apuesta ha resultado ganadora, ha superado mis expectativas y en un futuro quiero seguir las andanzas de Poe y Tilly. Quiero volver a la agreste Cumbria, o igual Craven prefiere cambiar de escenario, yo seguiré apostando por sus personajes y sus tramas.

Cómo habréis adivinado la novela llegó a mi casa, antes de su publicación, en una edición no venal, me tuvo completamente abducida, buscaba cada segundo libre para viajar a Cumbria con sus círculos de piedra, para reunirme con Poe, Tilly y Flynn para seguir investigando, me  vi buscando sospechosos, llevando una línea paralela a la de ellos, haciendo mis propias cábalas, errando un sospechoso tras otros, disfrutando a cada giro, recibiendo el mazazo en el giro final que no esperaba para nada.

De una investigación no se sale indemne, de una novela negra de este tipo tampoco, llevo una rachita de encadenar libros que remueven, que duelen, que me hacen reflexionar y cambiar puntos de vista, que ponen de manifiesto atrocidades que pensaba que ocurrían muy de vez en cuando. Realidades incomodas que se quedan conmigo mucho después de haber cerrado la última página.

Pero me voy por las ramas, y es hora de meterse en harina, de picar vuestro gusanillo para que os adentréis en esta historia y conozcáis a sus personajes, y la maldad que campa a sus anchas por las páginas de esta novela. Estáis dispuestos a plantearos quien es victima y quien verdugo?

El autor:

M.W. Craven nació en Carlisle pero creció en Newcastle, donde se unió al
ejercito con tan sólo dieciséis años. Pasó los siguientes diez años viajando por el mundo. En 1995 estudió Trabajo social especializado en criminología. Ahora se dedica en exclusiva a la escritura. Actualmente está casado y vive en Carlisle con su esposa.

El show de las marionetas, ganadora del premio Gold Dagger a la mejor novela de 2019, es la primera entrega de la serie protagonizada por Washington Poe.

Sinopsis:

Un asesino en serie está quemando vivas a sus víctimas. No deja ningún tipo de pistas en las escenas del crimen y la policía ha perdido todas las esperanzas de encontrarlo. Cuando su nombre aparece en los restos carbonizados de la tercera víctima, Washington Poe, un detective suspendido de empleo y caído en desgracia, recibe la llamada para hacerse cargo de la investigación, un caso del que no quiere formar parte. De mala gana acepta, al igual que su nueva compañera Tilly Bradshaw, una brillante pero poco social analista. Pronto la pareja descubre una pista que solo él podria ver. El peligroso asesino tiene un plan y, por algún motivo, Poe forma parte de él. Mientras el numero de víctimas sigue aumentando, Poe descubre que sabe mucho más acerca del caso de lo que jamás se habría imaginado. Y en un final aterrador que echará por tierra todo lo que creía saber sobre sí mismo, Poe comprenderá que hay cosas mucho peores que ser quemado con vida.

Mis impresiones:


El show de las marionetas tiene uno de los comienzos más impactantes que recuerdo, un brutal asesinato que parece que esconde un ritual. Lo tiene todo para enganchar al lector y mantenerlo pegado a la trama, porque a ese principio que te deja con ganas de más hemos de sumarle los giros constantes que al menos a mi me dejaban con la boca abierta, sin aliento, con más preguntas que respuestas, aunque estas no tardaban en llegar, a veces unas páginas más adelante, en otras ocasiones llegaban en el siguiente giro, el autor no deja tregua al lector de mente analítica, al que no le gusta que se lo den todo mascado.

Por si eso no fuera poco no nos ofrece los clásicos personajes que podemos encontrar en cualquier novela de este tipo, Poe al que podríamos considerar el protagonista rompe con los arquetipos del género, no es un bebedor aunque si que tiene una parte oscura en su pasado, pero ello tampoco lo convierte en un ser arisco. Más bien nos encontramos con una persona políticamente incorrecta, que sigue una pista más allá de los límites que establecen las ordenes de un superior. Que actúa aún sabiendo que ha cruzado una línea roja, y no rehuye las consecuencias de sus actos. Un inspector mediocre pero un sargento con un olfato muy fino, capaz de llegar donde otros no ven indicios, quizás por ello se ve involucrado contra su voluntad en un caso que hubiera rechazado. La personalidad de Poe es muy compleja, tenerlo de compañero no debe ser fácil por lo imprevisible que es, sin embargo esta siempre atento a las necesidades de sus compañeros de investigación, intentando no perjudicarlos en sus salidas de escena.

Pero Poe no esta sólo en este enredo, le acompaña Tilly Bradshaw, a la que podríamos considerar una secundaria de lujo, pero me niego a ello, porque tiene madera de protagonista. Nos encontramos ante un ratón de oficina, una mujer con una inteligencia por encima del 200, muy aguda, con una mente analítica espectacular que deja mudo al lector, pero con escasas habilidades sociales, carente de humor, sin un ápice de empatia al principio de la novela, motivos por los que es el blanco de las bromas de sus compañeros, y atrae como un imán a los abusones. A lo largo de la lectura de la novela me he planteado muchas veces si Tilly padece Asperger, todo indica que sí, pero la evolución del personaje es tan brutal, tan tremenda, que no se si eso encaja en el síndrome en cuestión. Sería un puntazo que se mencionara si es Asperger porque podría ser de ayuda para muchas personas que lo padecen, y los visibilizaría.

La pareja de investigadores nos darán horas de buena lectura, nos harán pensar, nos involucrarán en sus teorías y volverán loca a la inspectora Flynn, que sabe que tiene a sus dos mejores bazas investigando, aún no sabe como se van a llevar entre ellos, sin embargo su trabajo en equipo es sensacional.

No son todos los personajes pero si todos los que yo te voy a presentar a riesgo de descubrirte algo que mejor lo hagas a su debido tiempo, para mayor disfrute de la lectura. Aunque parezca raro si me tuviera que quedar con un personaje ese sería Tilly, esa desmañada muchacha que crece a pasos agigantados e inseguros fuera de la protección familiar me ha despertado ternura, la he visto crecer, madurar, afrontar situaciones que nunca hubiera imaginado. Y pone de relieve valores que hoy están en desuso como la lealtad y la amistad. 

Si algo tienen las novelas de este corte es que son previsibles, a mi esta no me lo ha parecido, me ha roto los esquemas a cada giro que da la trama y hay un buen número de ellos, quizás las personalidades de los protagonistas también han ayudado a esa imprevisibilidad, dentro de sus características al menos Poe actúa como se esperaba, Tilly menos porque rompe sus reglas tantas veces que no sabemos como va a actuar, aunque sigue un patron. Pero si hay algo que los caracteriza es que siguen los dictados de sus corazonadas, ¿hay algo más imprevisible que eso?.

Merece mención especial Cumbria, casi se podría decir que es un personaje más de la novela, uno muy importante con todos los círculos de piedra que hace servir el asesino como firma, es meticuloso, no deja rastro en la escena del crimen, pocas son sus firmas y se repite el patrón a cada asesinato. Sin embargo, no pienso desvelaros que es común a cada asesinato porque descubrirlo causa desasosiego, y quiero que sintáis en vuestras carnes lo que sentí yo. Porque el autor no se regodea, pero tampoco le escatima al lector ninguna imagen, por dura que sea. Y reconozco que más de una me ha roto el corazón, situaciones que revuelven el estomago quizás más que las atrocidades del asesino. También es importante Cumbria por ese clima tan duro, ese territorio tan basto y penas habitado, casi se puede entender a Poe, solo por el sitio en que se ha criado, un lugar donde todos se conocen porque la concentración humana es más bien escasa.

En esta novela se denuncian muchos hechos que están demasiado presente en nuestros días, hechos que a fuerza de verlos en los informativos ya no generan en nosotros el estupor que deberían generar, sin embargo en la literatura le dan una vuelta, los presentan con toda su crueldad y al menos a mi me remueven, hasta el punto de no tener muy claro de parte de quién estaba, ¿víctimas y verdugo son la cara y la cruz de la misma moneda? ¿o realmente ambos son victimas y verdugos a la vez? Menudo dilema ¿verdad? 

Y ya solo me queda hablaros del final, pero no temáis, no voy a contaros nada, porque es una gozada llegar a él sin intuir el golpe que vas a recibir, de esta novela el protagonista sale muy tocado, pero también el lector, con las mismas dudas que Poe, apoyándolo en ese final que yo no esperaba, porque quizás no quise ver más allá de quién es Poe, porque es un final muy acorde a las características del personaje, redondo, un broche de oro que ya vislumbra que detrás llegan otras aventuras de este personaje peculiar, que espero siga teniendo de compañera de investigación a Tilly porque todavía le queda mucho para dar.

Conclusión:

Si te gustan las novelas adictivas no puedes dejar pasar El show de las marionetas, cuando cierras el libro te das cuenta de que el titulo le viene como anillo al dedo. Si te gusta que te sorprendan, que te rompan los esquemas, te gusta encontrarte con personajes fuertes, con personalidades complejas, esta es tu novela.

Poe y Tilly no te dejaran indiferente, seguro que el resto de personajes tampoco, no hay ninguno insulso, todos despertaran una emoción en ti, una filia o una fobia. Página a página mientras avanza la investigación seguro que cambiarás de idea mil veces. Igual te planteas como yo si no se tendrían merecido el castigo recibido.

El autor no se regodea en las crueldades pero tampoco las evita, no se saca ningún as de la manga, todo está a la vista, y la novela es como una gran puzle que se resuelve en el momento encaja la última pieza. Pero ¿encaja realmente? Eso lo habrás de descubrir adentrándote en las páginas de esta magnífica novela.