jueves, 28 de marzo de 2019

Papel y Tinta. Maria Reig

Con lo que se publica hoy en España las editoriales tienen que apostar en su  marketing a caballo ganador si quieren que entre todas las novedades del mes el lector elija la suya. Y no se si ellos tendrán la fórmula mágica para acertar, pero yo tengo todo un ritual a la hora de elegir una novela, y es que cuando el tiempo cotiza en bolsa uno tiene que acertar las lecturas, casi es una obligación.

Generalmente aunque no sea lo más importante los libros nos entran por los ojos, las portadas hacen que los miremos antes que a otros.  Y por supuesto que el género te guste, porque por bella que sea una portada si no es tu estilo difícilmente te acercarás a ella. Y dentro del género si se trata de histórica por ejemplo la época en la que transcurre la trama, porque una tiene preferencias en este ámbito tanto en la nacional, como en la mundial.

Y si seguimos, un personaje femenino potente me hace ir de cabeza tras una historia, tanto que me da igual que la novela se venda al peso, casi mejor, y sí, recuerdo que he dicho que mi tiempo cotiza en bolsa, y a que precios oiga... pero soy lectora de tramas de amplio recorrido como a mi me gusta llamarlas.

Si a estas alturas aunque no hayas leído Papel y Tinta, no sabes que cumple todos esos parámetros, quizás no entiendas porque la escogí, aunque no supiera de donde iba a sacar el tan preciado bien. En esta como en otras ocasiones #SoyYincanera me echó un capote, porque no solo me enamoró a mí y montar una simultánea fue un juego de niños en el que hemos disfrutado todas las participantes.

Y es que Papel y Tinta es una novela que puede atrapar a un lector por muchos motivos, por su ambientación histórica que me parece buenisima, por sus personajes tan adaptados a la época en la que vivieron, tanto los femeninos como los masculinos tienen sus luces y sus sombras, son ricos en matices. Por la prensa, si habéis leído bien, que no ejerza de periodista no quiere decir que no lo sea y no me sienta tal, y nuestra protagonista ¿qué desea ser?, síiiiiiiiiiiiii redactora como dice ella, y pretende poder ser corresponsal, cubrir conflictos bélicos, como me he visto reflejada en esa jovencita que lucha por cumplir sus sueños.

Pero me puede la pasión y como siempre me adelanto y hay tanto que decir de esta novela, hay  tanto recoveco por el que adentrarse, que me da que no le voy a hacer justicia con esta reseña, pero tanto mejor, si consigo pícaros el gusanillo para acercaros a ella, habrá valido la pena el esfuerzo.

La autora:

Maria Reig nació en Barcelona en 1992, estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y un Máster en Dirección de Comunicación Corporativa en EAE Bussiness School. A los 24 años decidió centrar todos sus esfuerzos profesionales en que su primera novela, Papel y Tinta, viera la luz. En febrero desarrollo una campaña de crowfunding con el objetivo de  recaudar fondos para la promoción del libro. En poco más de 24 horas consiguió el apoyo requerido y el proyecto se cerró con más del doble de la cantidad inicial. Gracias al éxito de acogida del proyecto al que se sumaron más de 125 personas, logró su meta, la publicación de esta novela, así con la financiación de sus primeros pasos como escritora.

La puedes encontrar en su pagina web   https://mariareig.es//

Sinopsis:


¿De qué serías capaz por cumplir tus sueños?

¿Que tenía que hacer una mujer para lograr los suyos en la España de principios del siglo XX?

Madrid, primeras décadas del siglo pasado. Elisa Montero, aunque de origen humilde, es criada desde niña por su madrina, una adinerada y misteriosa mujer perteneciente a la alta burguesía madrileña. La sensación de no pertenecer a ningún lugar y de cierta rebeldía ante los designios que otros han trazado para ella será algo que marcará su vida. Elisa no solo buscará liberarse de las limitaciones que le imponen su  condición de mujer y su posición social para lograr convertirse en periodista, sino que intentará tomar las riendas de su destino y entregarse al verdadero amor. Como testigo, la rabiosa y convulsa actualidad de una España entre guerras que acompañará en su lucha por conocerse a sí misma y sobreponerse a sus propios prejuicios.

Opinión:


No se muy bien por donde empezar, quizás lo mejor sea comenzar por el principio, por donde empieza una buena novela, y cuando hablamos de novela histórica o ficción histórica, cada uno que escoja el término que más le guste, este no es otro que la documentación. Sorprende el titánico trabajo de documentación realizado por la autora y si cabe lo hace más por su juventud y por que se trata de una primera novela, con la que ha puesto el listón muy alto. Podríais pensar con esta afirmación que nos encontramos ante una novela densa y pesada de leer, y puedo aseguraros que para nada, o al menos yo no lo he sentido así. 

Se nota que la autora se ha documentado históricamente porque nos encontramos ante una novela costumbrista exquisita y llena de contrastes como lo era la época en la que se ambienta, unos contrastes que vienen dados por las diferencias sociales, estamentos muy compartimentados que se ven a la perfección en los señores y sus sirvientes, pero también por la diferente vida que se llevaba en el campo y en la ciudad y que la autora introduce a través de la familia de Elisa. 

Pero como buena periodista apuesto a que ha visitado las hemerotecas de algún periódico heredero de las cabeceras de la época o la sección de hemeroteca de una biblioteca bien surtida, porque no se si será evidente para cualquier lector, pero para alguien que ha estudiado periodismo salta a la vista, y es que los periódicos son una fuente de información y documentación muy preciada a la hora de retratar una época.

Y a pesar de todo el trabajo de  documentación que se adivina detrás de esta novela no resulta densa, ni pesada,  la trama va fluyendo, María Reig sabe mantener al lector pegado a sus páginas, deseando saber más, ver en que termina toda la aventura de una niña rebelde que crece a la par que avanza la lectura de este libro, porque en la novela constantemente están pasando cosas.

He de confesar que María Reig ha ambientado la novela en una de las épocas más convulsas de la historia de nuestro país, y una de las que más disfruto yo, porque con tanto baile de presidentes la inestabilidad era un sello de España, imagino las dificultades del trabajo periodístico, y al mismo tiempo me hubiera gustado estar allí, pero como redactor, evidentemente me hubiera gustado participar de esa vida que como mujer se me hubiera negado como a Elisa, así que ya podréis imaginar que he disfrutado como una enana las andanzas de Morales, López, Fernández, Simón, Pascal y como no las de Pedro Liébana, incluso con el genio de Ernesto Rodriguez de Aranda

Uno de los pilares más fuertes de esta novela son sus personajes, tanto los principales, como los secundarios, podría decirse que hay muchos personajes, pero estamos hablando de casi 800 páginas, y de la vida de una persona, y si somos consecuentes pasan muchas personas a lo largo de una existencia más si es tan controvertida como la Elisa Montero. A pesar de ese numero tan elevado de personajes no me he perdido en ningún momento, y algún merito tendré yo como lectora, pero supongo que el mayor de ellos le pertenece a la autora y a su buen hacer.

De entre esos personajes quiero hablar de uno, de la mujer que le da vida a esta novela Elisa Montero, desde que es una simple niña me ha fascinado,  por la fuerza que era capaz de transmitir, la inocencia, la bondad, la rebeldía y al mismo tiempo se hacía querer, por el personal de servicio claro está, porque su madrina era una mujer dura como el pedernal incapaz de exteriorizar sentimientos, ni
afecto. No se si Elisa Montero es el alter ego de Maria Reig, en quien también se adivina una mujer luchadora, capaz de hacer realidad sus sueños, pero si puedo decir que en muchos momentos me he sentido identificada con Elisa, he sido capaz de meterme en su zapatos, en sus clochés, pero lo he sido más de meterme en sus pantalones, en sus bigotes, en definitiva en su disfraz masculino.

Me he sorprendido apoyándola en sus locuras, pero también reconveniendola cuando alguna de sus reacciones no me gustaban, no me erigí en juez y parte, pero me metí tanto en la historia que en ocasiones me preguntaba que hubiera hecho yo en su lugar, si como Pedro Liébana se lo perdonaba todo, como Elisa no siempre la comprendía, pero por suerte no viví su época y quizás por ello no supe tener altura de miras, no supe comprender su vértigo, no supe situarme en esa tesitura de las convenciones de las señoritas adineradas, y al mismo tiempo no entendía como esa lucha interna que se libraba en la señorita Montero no terminaba por devorarla.

Elisa Montero fue una mujer adelantada a su época, una mujer con sueños y con ganas de convertirlos en realidad, el papel que le tenía preparado la sociedad no le complacía pero al mismo tiempo estaba convencida de poder burlarlo gracias a su belleza y al enamoramiento de su pretendiente. Salir de la casona de su Madrina, Manuela Montero, se convirtió en un deseo tan fuerte que la cegó hasta el punto de no darse de cuenta de con que tipo de hombre se iba a casar. Desde las primeras líneas nos avisa Elisa  de sus muchas equivocaciones y que no es como para sentirse orgullosa de ser quién es.



Sin embargo yo pienso todo lo contrario, que si que es como para sentirse orgullosa de ser quien fue, porque es gracias a mujeres como ella, a mujeres que se rebelaron contra lo que se esperaba de ellas, que las féminas de hoy hemos llegado a gozar de una mayor libertad, queda mucho camino por recorrer hasta lograr la igualdad, pero estamos más cerca que a principios del S. XX, gracias a mujeres como María de Maetzu, Carmen de Burgos "Colombine" que tienen su espacio en esta novela tenemos mucho camino hecho.

Un personaje injustamente tratado durante toda la novela creo que es Manuela Montero, en ella se percibe a una mujer adelantada a su tiempo, pero al mismo tiempo anclada al que dirán y a las convenciones sociales, mantuvo perennemente su condición de viuda, pero no por ello tuvo algún pretendiente, y tampoco ello le impidió reunir en su casa  una tertulia literaria formada mayormente por hombres, como Ortega y Gasset, Gomez de la Serna, Luis Bello o los hermanos Moreno de Torres entre otros, eso sí clandestina. Elisa siempre tuvo la percepción de que a su Madrina no le gustaban los niños, y muchas veces no sabía a que atenerse con ella, porque le imponía unas normas que la asfixiaban como una mordaza y sin embargo se mostraba flexible cuando transgredía algunas de sus prohibiciones. No puedo decir que doña Manuela me cayera simpática porque no imagino el infierno de vivir bajo su mismo techo, pero a su forma procuró que Elisa tuviera una educación, que pensara por ella misma, que vistiera conforme a su posición social para eso sí, pescar un buen marido que era el fin último de toda aquella inversión si queremos llamarlo de alguna forma.

Todos y cada uno de los personajes de esta novela te atraen o te repelen, ninguno de ellos por poca relevancia que pueda tener resulta plano ni le es indiferente al lector, María Reig para ser su primera novela ha hecho una gran labor en ese sentido puesto que tanto física como sicológicamente están tratados con mucho mimo, cuesta reconocer tras sus letras a la autora primeriza que es. Pero no quiero hablaros más de ellos, prefiero que los descubráis a través de esas casi ochocientas páginas, como he tenido el placer de hacerlo yo.

Meternos en la época histórica es una gran hazaña que os confieso que no voy a acometer, porque me podría cegar la pasión y podría aburriros porque no dispongo de la amenidad de la escritora de esta historia. De su pluma Madrid se convierte en un personaje más de la historia, vive, respira y en ocasiones da la sensación de ser de carne y hueso, pasear por sus calles es una delicia y no solo me da a mi esa impresión, lo he hablado largo y tendido con Ana Kayena que es una enamorada de su ciudad la conoce en la actualidad y también desde su evolución histórica y la autora ha sabido insuflarle vida y eso sorprende en una mujer nacida en Barcelona y que ha vivido allí su infancia y adolescencia para recalar en Madrid en su época universitaria, y ello a riesgo de ser muy pesada evidencia la gran labor de documentación de la autora a pesar de su juventud. Reconozco que la lectura de esta novela es un plus añadido para cualquier madrileño de nacimiento o de adopción con un mínimo de curiosidad histórica.

Y ahora me voy a esa parte que a mi por deformación profesional me ha fascinado, y es el día a día en un periódico, como se conseguían las noticias, como se trampeaba con la censura, los confidentes, las rencillas y competiciones entre redactores, y como el Director de un periódico modesto como El Demócrata había de ir haciendo equilibrios entre los gastos y los ingresos. Me ha encantado volver a reencontrarme con las linotipias, las máquinas de escribir, el humo en las redacciones, los gritos de los redactores, todo ello hoy no existe, el trabajo de un redactor es mucho más cómodo, lo puede realizar desde su propia casa a golpe de teléfono y ordenador, eso sí, sigue siendo a golpe de tecla e ingenio, tanto para lograr encontrar exclusivas como para seducir al lector  con las forma de redactar y más con las ofertas que tiene hoy cualquier persona tanto en el campo de la prensa escrita, como en la digital, como en radio, televisión, plataformas digitales.... Si señores el periodismo hoy más que nunca es ingenio

Nos encontramos sobre todo ante una novela costumbrista que narra la vida de Elisa Montero a través de cuatro partes, que corresponden a la niñez, la juventud, el matrimonio y la madurez de la protagonista, esas cuatro partes a su vez cuentan con 16 capítulos, pocos si contamos con que la novela tiene 780 páginas. A medida que Elisa va creciendo somos participes de los contrastes en las clases sociales de la época, por un lado la Alta Burguesía, a la que pertenece Elisa por adopción, con sus bailes, sus meriendas, sus cenas, sus modistas, sus paseos, sus cafés, nos encontramos otra clase intermedia, burguesía también pero tan adinerada, a la que podría pertenecer Catalina, mucho más libre de convencionalismos, en la que no todo esta mirado con lupa y perder la reputación pueda resultar un drama, y por último las clases sociales bajas, trabajadoras, ahí a una mujer no se le afeaba el trabajar, era una necesidad tanto para ellas como para la clase acomodada. Pero si acaso el mayor contraste se advierte en la vida del campo y la ciudad, la vida rural es mucho más desfavorecida, quizás en este momento es cuando Elisa se da cuenta de que su infancia no ha sido tan mala como pensaba porque podría haber sido mucho peor.

Y estos contrastes y la forma en que la autora los muestra al lector me han tenido completamente maravillada durante toda la lectura, con una prosa ágil y cuidada y los diálogos de los personajes  adaptados a su condición social, incluso cuando hablaba la gente del campo se permitía la autora licencias para dotarlos de verosimilitud que me ha gustado encontrarme. Dudo que ningún lector no logre enamorarse de este libro tan bien hilado, tan coherente con la época en la que se desarrolla, con un personajes tan sublimes, si hay algún pero yo no he sabido encontrarlo y Elisa se va a quedar a mi lado durante mucho tiempo, tengo el libro lleno de marcas para releer los párrafos que más me han llamado la atención, casi todos referentes al papel de la mujer a principios de siglo XX pero también del quehacer periodístico, y como no de esas descripciones del Madrid de antaño que de haber tenido más tiempo de ocio hubiera buscado en documentales.

Conclusión:

María Reig ha escrito una primera novela francamente buena, se ha puesto un nivel muy alto que espero sea capaz de igualar al menos en su próxima novela, porque si algo me ha quedado claro es que ha llegado para quedarse, tanto entusiasmo no se derrocha para una única publicación.

Me ha encantado recorrer el Madrid de los años 20 de la mano de Elisa, acompañarla en su maduración, en las decisiones que ha tomado, cometer locuras a su lado, me convertí casi sin darme cuenta en su confidente y encubridora. Me ha gustado conocer a todos esos personajes con los que alterna, con los que conversa, va de bailes, o discute de política, la voz de la señorita Montero era brillante aunque como mujer solo le correspondiera arreglarse, tocar el piano, y callarse cuando los hombres conversaban.

Anímate a embarcarte en una aventura que seguro que disfrutas y descubrirás una mujer fuerte, y lo que es capaz de hacer para que sus sueños se hagan realidad, aunque el camino no sea de rosas, si no que haya  más espinas que otra cosa.

Y si te llama la atención el periodismo y su mundo este es un añadido más, en el encontraras las notas de humor que distienden los pasajes más históricos, aunque confieso que a mi nada me ha resultado pesado, solo el libro cuando lo llevaba en el bolso, mi hombro se ha declarado en huelga y protesta a la mínima.

Espero haber picado tu curiosidad y si te acercas a Papel y Tinta a través de mi recomendación compartas tus impresiones conmigo, si ya lo has leído no dejes de hacerlo igualmente, será un placer conversar sobre él.

martes, 12 de marzo de 2019

La isla de Ambar. Ana Olivia Fiol

Me enamoré de esa portada en las novedades de Versátil de mayo creo recordar, en aquel momento estaba preparando oposiciones y la dejé pasar, pero llegó junio, el calor, seguía con mis estudios y trabajando y el Club de Lectura Cosas&Musas participó en la feria de Romántica de Benicasim invitado por la organización. Debería haber declinado la invitación, pero junio fue un mes complicado, con trabajo de lunes a sábado y una oficina compleja y me dí un respiro y allí que me presenté después de trabajar, con un calor de mil demonios y un tráfico demencial y no os cuento el aparcamiento, Benicasim en verano es una locura, casi me vuelvo a casa sin comer y sin participar en las jornadas de la tarde.

Cuando llegué a la terraza del restaurante donde me esperaban me encontré con una chica supersimpática ibicenca que me dio conversación toda la comida, y cuando me acerqué al stand de libros allí estaba la enigmática pelirroja de la portada mirándome, y haciendo señales pera que me la llevara puesta, y eso hice y en ese momento descubrí, porque la chica de la librería la llamó para que me lo dedicara. que la autora era la muchacha con la que había charlado toda la comida.
En ese momento me tuve que contentar con poner el libro en la estantería, los exámenes estaban muy próximos y el día no me daba para tanto, jornadas maratonianas de estudio, trabajo y de vez en cuando diez minutos de lectura. Ana Olivia prometió venir a Nules en octubre y dejé la lectura para mejor ocasión. Finalmente vino en el mes de marzo y pude disfrutar la lectura con mucha más calma

Inicialmente la portada era otra, para mí el cambio fue todo un acierto porque la primera propuesta no me hubiera llamado la atención. Mucho más sensual la definitiva, pero juzgad vosotros mismos.


La autora:

Esta inquieta ibicenca devora novelas con avidez desde que aprendió a leer y, a los diez años, escribía obras de teatro ambientadas en Egipto y Babilonia. Con dieciocho decidió dedicarse al mundo de las artes plásticas por lo que estudió Diseño y Fotografía, aunque nunca se desvinculó del universo literario. Desde 2004 ha colaborado en la escritura de doce libros sobre temáticas diversas: la mayoría ensayos, autoayuda y biografías.
La isla de Ibiza fluye por sus venas. Su familia ha regentado míticos locales del panorama isleño, por donde han pasado artistas, celebrities, bohemios, rockstars, excéntricos, hippies…mezclados entre sí con esa magia que sólo confluye en esta isla tan especial. Tantos años embarcada en inenarrables aventuras, excitantes fiestas y experiencias delirantes le han proporcionado material de sobra para una novela que transporta al lector a una Ibiza exclusiva y prohibida.

Sinopsis: 

Victoria es una pelirroja sofisticada e independiente que trabaja como traductora freelance y monitora de spinning. Se siente libre, feliz y disfruta de tener un control total sobre su vida hasta que, en la zona vip de la discoteca más top de Ibiza, se cruza con Alejandro, un atractivo empresario de la noche por el que se siente poderosamente atraída. Pronto descubre que, además de su magnetismo, Alejandro tiene ciertas facetas ocultas que empujarán a Victoria a un juego de mentiras, sexo y estrategias, en el que tendrá que encajar muchas piezas para descubrir quién es él realmente.
Este fascinante juego transcurre en Ibiza, una isla viva, excitante y explosiva donde los protagonistas entran en un torbellino de celos, fragancias, pasiones salvajes y mafia rusa, con la banda sonora de la música electrónica más vibrante y el color de los atardeceres en mitad del Mediterráneo. Victoria recorrerá el lado más burbujeante y auténtico de la isla, donde cada nueva revelación conlleva nuevas incógnitas que tendrá que resolver junto a sus dos mejores amigos, Lola y Philip.

La isla de ámbar es tan explosiva, vibrante y llena de vida como una noche en Ibiza.



Mis Impresiones:

La isla de ámbar es una novela que mezcla muchos temas y muchos géneros y aborda la novela erótica desde un punto de vista distinto al que en los últimos años nos tenía acostumbrados, y dicho sea de paso ese enfoque que ella pretende romper es el que hizo que dejará ser asidua al género, porque no hay forma humana de entender a esas mujeres mojigatas que se dejan vapulear, mangonear, vigilar... Desde el primer momento La isla de ámbar me pareció otra cosa y sinceramente en cuanto a lo erótico supone un soplo de aire fresco.

Pero también es una novela de suspense, puesto que tenemos un personaje masculino misterioso, que nos da una de cal y otra de arena, que coquetea con la mafia rusa, que tiene acceso a la drogas de todo tipo y parece ser que también a favores políticos de alto nivel. Esa fue la trama que a mí terminó ganándome como lectora, y empieza a moverse de mitad libro hacia adelante.

La novela está escrita en primera persona por su protagonista Victoria Svensson, una muchacha mitad sueca mitad ibicenca, a la que su vena española le tira más que la nórdica y que tiene con sus padres una relación un tanto tirante, y yo diría que casi nula. Victoria es traductora free lance, y monitora de spinning, este último trabajo me ha chirriado bastante porque la protagonista tiene una enfermedad de corazón congénita por la que fue operada de niña y que precisa medicación por lo que no se si es muy normal las sesiones maratonianas que se da sobre la bicicleta, aunque Ana Olivia nos contó en el club que había hablado del tema en todo momento con un cardiólogo.

El elenco lo completan sus amigos Lola y Philip, Lola trabaja en una inmobiliaria y Philip es fotógrafo, las escenas en las que aparecen los tres destensan el ambienten y dan el toque de humor a una historia en la que se entremezclan temas muy duros, como la trata de blancas, la corrupción, las fiestas y macro fiestas regadas con droga, la mafia rusa... Se agradece que el trío se cuente sus amoríos, sus desamoríos, sus rolletes, sus chascos, lo que les preocupa... No tienen  ningún desperdicio.

Como habréis podido adivinar cuando he dicho que esta escrita en primera persona, solo tenemos la voz de Victoria, una chica de su tiempo, una mujer moderna, que busca diversión en la noche ibicenca que no se cierra al sexo ocasional pero que tiene sus reglas, y es que nunca se lía con un chico que tenga novia, al menos si ella lo sabe, así la vemos en las primeras escenas saliendo por la ventana cuando se entera que el chico de turno la ha engañado respecto a su chica. Tiene las ideas muy claras, le gusta vivir la vida, la noche ibicenca, aprovechar las entradas VIP sin coste alguno, para algo es natural de la zona y tiene contactos.

Esa despreocupación cambiará la noche en que accidentalmente se tropieza con Alejandro y sus islas de color ámbar que pondrán su mundo al revés. Alejandro es un personaje misterioso, oscuro, entorno a él hay un sinfín de rumores y pocas certezas, tiene una posición muy desahogada, la agasaja, unas veces se la come y otras la mira con indiferencia. Victoria es una chica rebelde y desoye en muchas ocasiones los consejos que le da, y actúa más con el corazón que con la cabeza, hasta el punto en que se pone en peligro en muchísimas ocasiones.

La novela va de menos a más, para mi muy densa al principio, tanto que no lograba atraparme, con muchas escenas de cama explicitas, muy bien colocadas, y narradas con mucha exquisitez hasta que la novela toma tono, que viene a coincidir con el despegue de la historia y con que el libro se pegue a las manos del lector, pasado ya medio libro. En ese momento las escenas eróticas se multiplican siempre vienen a cuento, al mismo tiempo que la relación entre los protagonistas se complica, porque Alejandro nunca debería haber metido a Victoria en su mundo, de ese modo la pone en el punto de mira de personajes muy peligrosos y comienza una serie de palabras claves, de encuentros furtivos, de huidas hacía ningún lado que Victoria tiene que gestionar sin la ayuda de sus amigos, porque cuanto menos sepan mejor, y tampoco es muy consciente de lo que ella sabe.

Es en este momento donde un lector avezado intuye que esconde Alejandro, aún así la historia sigue fluyendo, la noche ibicenca, sus fiestas, sus bebidas, sus salas VIPS salpican la trama, una Ibiza que no tengo ningunas ganas de conocer, no me suelo mover en esos ambientes, pero también la pareja se mueve por el día, por calas bañadas por el mar Mediterráneo y la luz del sol, esa Ibiza aunque menos presente es la que algún día me gustaría conocer.

La novela tiene muchos flecos, historias que no terminan de cerrarse, o que quedan como insinuadas, la autora comentó que en un primer momento el libro tenía como unas ochocientas páginas, y que tuvo que empezar a cortar, de ahí que muchas historias se queden en el aire, como la de Óscar, tampoco sabe el lector si con el final tan abierto que tiene volverán Victoria y Alejandro, o el lector le dará el final que más que le convenga, tampoco es que Ana Olivia fuera demasiado explicita en el club, o me perdí yo la vuelta de la pareja, una de dos.

Durante todas esas páginas en las que la novela no logró engancharme por verla tan inverosímil, ¿Cómo puede la gente salir todas las noches sin estar de vacaciones, ir de fiesta en fiesta y al día siguiente ir a trabajar? Ana Olivia nos confesó que justamente en eso la novela era muy fiel, en Ibiza se puede encontrar ese tipo de fiestas en verano todos los días, y hay mucha gente que sigue el ritmo, porque hay que aprovechar el tiempo en que la isla tiene vida. 

No seré yo quién le niegue a una ibicenca que eso es posible, máxime cuando no he pisado la isla en mi vida, pero si sé que no me seduce ese tipo de turismo porque iba a durar menos que un caramelo a la puerta de un colegio, vamos que mi aguante no esta a prueba del trio formado por Victoria, Lola y Philip.

Conclusión:

La isla de ámbar es una novela en la que se mezclan varios géneros, y temas, en la parte erótica supone un cambio en lo que se estaba publicando hasta este momento, y eso siempre es una buena noticia para todos los amantes de este tipo de lecturas, prefiero mil veces a una protagonista como Victoria que una mojigata. Aunque Alejandro como personaje tiene todos los clichés habidos y por haber, algunos necesarios cuando descubres lo que hay tras su fachada, otros no diría yo tanto. Y los amigos de Victoria, otros que tal bailan, el amigo gay, y la otra dentro de los cánones, aún así, son de lo mejorcito porque proporcionan las escenas de humor que destensan la trama, sobre todo Philip.

La trama de suspense supone al mismo tiempo una critica social, sobre todo a los abusos de construcción que se cometieron, muchas veces a manos de constructores rusos, que actuaban como verdaderas mafias que corrompían a funcionarios públicos o altos cargos políticos, nada nuevo bajo el sol, sin embargo en esta novela nos tiene el corazón en un puño, por la inconsciencia de Victoria, y es que la información es poder y la pobre va más perdida que un pulpo en un garaje.

Una novela a la que a mí personalmente me ha faltado recorrido, y después de la charla con ella y ese recorte de casi la mitad de las páginas es entendible, un buen reclamo para visitar la isla, a quien guste de la fiesta de noche y a quién no guste de ella de día, en el futuro me gustaría pasearme por su calas, sentarme en sus terracitas, y perderme por donde lo hacen los lugareños, no el turismo.

Una novela que seguro que disfrutarás, que en verano se puede saborear entre tumbonas porque no exige demasiada concentración, pero la acometas cuando la acometas, dale tiempo para despegar, y deja que Ana Olivia Fiol, y Victoria Svensson te paseen por Ibiza ya que son perfectas embajadoras de la isla y sus encantos.