Este libro se ha convertido para mi en un placer para los sentidos, hacía demasiado tiempo que no leía en catalán, tenía incluso miedo de haber equivocado el libro. A su favor jugaron varias variantes, me enamoró la portada que es esta misma que se reproduce en este texto, me gustó que el protagonista fuera un periodista radiofónico sin nombre, un protagonista anónimo que nos mete dentro de la historia de una forma magistral, debe ser deformación profesional, porque a la radio me dedicaba yo antes de dejar el periodismo activo.
Este es el primer salto a la novela del periodista Gaspar Hernández y con ella ganó el Premio Josep Pla de narrativa catalana el año pasado. Es el conductor de los programas de radio Una nit en la terra ( una noche en la tierra) y L'ofici de viure (el oficio de vivir). Gaspar Hernández bebe de fuentes tan poco literarias como pueden ser los manuales de autoayuda, se ha estado documentando durante tres años, y el resultado no podía ser un ensayo porque no es médico, así que con un estilo y personalidad propia ha creado un producto muy alejado de lo que habrían hecho autores como Paulo Coelho o Jorge Bucay.
Pero si hay un protagonista absoluto y a pesar del titulo este es la voz y los silencios que genera, el silencio lo entiende como esa forma de de dejar la mente en blanco, el fluir de los pensamientos, un silencio propio de la filosofía zen y de las meditaciones que han llevado mi mente hasta México y desde allí hasta
Ale, a la que supongo que siendo una gran amante de la yoga este libro no desagradaría.
Confieso ser una neófita en este campo, del que no había oído casi hablar hasta el momento de leer este libro, y que siendo sincera no me atraía nada, sin embargo el autor ha sido ingenioso y ha sabido llevar al lector a su terreno, puesto que desde el principio nos hace participes de sus reticencias a los manuales de autoayuda, se cuestiona lo que le propone la bella Umiko y de esa forma se hace participe de los prejuicios que pueda tener el propio lector. Creo que con esta treta consigue que la persona que lee su obra le otorgue credibilidad y siga leyendo su novela aunque no se crea mucho lo que plantea.
Y lo que plantea no es ni más ni menos que la posibilidad de la curación de una enfermedad tan destructiva como el cáncer por el poder de la mente y de la voz. Creo que ha llegado del momento de exponer la sinopsis de la obra. Pido perdón por posibles errores de traducción puesto que mi ejemplar esta en catalán.
En una habitación de Formentera, un hombre habla suavemente, durante toda la noche, a una joven dormida y desnuda.
Se llama Umiko, es una joven japonesa que da clases de meditación y cree en el poder de la curación espiritual. Está enferma de cáncer, y no ha dudado en desafiar a la medicina tradicional. Umiko ha realizado un duro aprendizaje en un monasterio zen y esta convencida que si las emociones han hecho que enfermara, también la pueden curar.
El hombre con muchas dudas sobre los métodos extravagantes de la muchacha, le hablará toda la noche sobre la enfermedad, las remisiones espontáneas, el mundo de la autoayuda y del crecimiento personal, y de la meditación. Pero Umiko pide terminar la noche con un acto que va más allá de la palabra.
Una novela sobre el inmenso poder de la confianza, que pone en tela de juicio nuestros limites.
En situaciones limite y cuando ya no tenemos nada que perder, qué somos capaces de hacer?
Antes que nada y aunque he reconocido que para mi este libro ha sido un placer para los sentidos también tengo que reconocer que me ha causado un gran dolor. Por desgracia en los últimos años el cáncer se ha cebado en mi familia, en el año 2007 perdí a mi madrina por un cáncer galopante, y el año pasado a mi suegro, estas dos pérdidas marcaron mi vida de forma diferente. La primera me hizo coger la pluma después de muchisimos años sin escribir, la segunda y la forma tan cruel en como se produjo me hicieron cerrarla y sigo escribiendo muy poco, me siento oxidada. Umiko no es la única persona enferma de cáncer en esta novela, si el periodista acepta llevar a término un ejercicio que le crea más escepticismo que confianza, es porque tiene a su alrededor personas enfermas, un amigo suyo, dicho de paso es un personaje real, Baltasar Porcel, ha vencido a la enfermedad, un tío suyo, la está padeciendo en estos instantes.
La novela pone en tela de juicio el valor de los
libros de autoayuda, del poder de la mente, el protagonista, un alter ego del autor, es un iniciado en la meditación, empezó precisamente de la mano de Umiko, en busca de una paz que sólo obtenía en los silencios radiofónicos. Cuando recibe el encargo empieza a investigar sobre el tema y se da cuenta de que a medida que avanza sus reticencias se van diluyendo. De todo eso habla durante esa noche tan larga, a través del monologo concebido como un guión de radio para una sola voz, vamos conociendo a los personajes. La vida de Umiko es una constate huida hacia adelante, situaciones de duelo personal le sirven para emprender la marcha, la muerte de sus padres la llevaron a un monasterio zen, del que salió tras una experiencia traumática rumbo a Formentera donde se dedicó a enseñar meditación. Sus expresiones de duelo constituían una ruptura con todo lo que había sido hasta ese momento. Una misma voz que puedes imaginar nítida y clara va narrando todos los episodios, unos los lee del dietario de Umiko, los pasajes del monasterio zen son los que leía con más avidez, puesto que eran mucho más ligeros.
Esa misma voz nos presenta a Pema, una amiga de Umiko, una neohippie prototipo del progresismo que vive en las islas Baleares los últimos coletazos de la ideología de los años sesenta que hoy se sintetiza en las sabidurías alternativas en contacto con la naturaleza y las nuevas religiones. El narrador se tiene que enfrentar a esta amiga que es la que le pone en antecedentes de que es lo que tiene que hacer, la que le informa del ejercicio de la segunda parte de la noche que transciende las palabras, y que pone al protagonista contra las cuerdas, pero si quieres saber porque tendrás que leerla.
El autor contrapone durante ese largo monologo las versiones de dos personajes reales a los que convierte en personajes, Baltasar Porcel y Alejandro Jorodowsky, el primero tiene plena confianza en los médicos y en la medicina tradicional, el segundo se define a si mismo como un psicomago, son puntos de vista contrapuestos, sin embargo ambos demuestran una gran alegría de vivir un ansía extrema por la vida, y esta es la visión que quiere transmitir el autor del libro. Y sin que eso sirva de precedente antes de terminar la novela pone de manifiesto un pasaje escabroso que contrapone la vida y la muerte, y los relativiza.
Gaspar Hernández en una disertación llena de dudas, salpicada de referencias a autores de manuales de autoayuda, expone la versión de estos autores y hace prevalecer la suya propia, posiblemente tal y como el sugiere el protagonista es el alter ego del escritor, puesto que el practica la meditación desde hace años. Puede la mente curar?, las ansias de vivir pueden crear el efecto placebo? Es posible una solución alternativa cuando la medicina te desahucia?, este libro viene a decir que si es posible curarse a través de la mente y las emociones, pero a las empresas farmacéuticas no les interesa este postulado por eso la ciencia no investiga en este campo.
Una novela llena de sensibilidad, en la que con guante blanco se nos dibujan los personajes que desfilan ante nuestros ojos, Umiko, Pema, Baltasar Porcel, Josep Pla, John Malkovich y Pascal Comelade, estos últimos representan una ligera pincelada, Carlota la mujer del protagonista a la que hace constante referencia... Creo que con sus razonamientos, la exposición de las fuentes de donde saca sus teorías, su rechazo o aceptación de los postulados de Pema i Umiko, Gaspar Hernández se gana al lector, que devora sus páginas, por un lado para saber en que consiste esa segunda parte del ejercicio que tanto le trastorna y que no deja entrever hasta el final y por otro para ver hasta donde le lleva ese hilo argumental que esgrime.
Puede que no pase nunca a los anales de la literatura clásica, sin embargo es un buen libro.