Hace tiempo que he confesado ser lectora de novela erótica, desde aquel día en que cayó en mis manos Amistades peligrosas, un clásico del que deberían aprender muchas autoras que se erigen en icono del género. Es verdad que con la aparición en el mercado de 50 sombras de Grey y todas las que han emergido aprovechando el filón, me había desencantado bastante, las obras no tenían calidad, eran más porno que otra cosa, o si bien lo preferimos por no exagerar novelitas rosas picantitas, que pretendían escandalizar y remover algo en las mujeres que hemos sido madres, como si la vida sexual acabara cuando se pare un hijo.
Desde que Grey se convirtiera en el icono por el que suspiran algunas mujeres me costaba encontrar novela erótica, o novela romántica con tintes eróticos que mereciera la pena leer, que me hiciera perderme entre sus páginas y desear tener un solo momento para sumergirme en sus líneas, en su historia, acompañar a sus personajes en ese ir y venir de pasiones. Sin embargo, cuando me ofrecieron Todo lo que quiero eres tú, le vi algo distinto que me atrajo desde el primer momento, y me lancé de cabeza a su lectura, aunque me haya costado casi tres meses escribir esta opinión.
Adelanto que la autora me ha convencido, me he reconciliado con el género erótico aunque ya se que tengo que escoger con pinzas mis lecturas y asegurarme que no me la dan con queso, porque parece ser que como vende, las editoriales se han lanzado a una escalada de publicaciones a cada cual más mediocre, que ojo tiene su publico, personas que generalmente no leen, pero que a mi no me convencen y no quiero ni perder mi tiempo, ni mi dinero en algo que ya se que no me llena.
La autor@:
Elizabeth Antony descubrió las novelas históricas al principio de su adolescencia. Tras graduarse en Nottingham University, empezó a trabajar como profesora de inglés, pero sin abandonar su sueño de poder dedicarse algún día a la escritura. Sus deseos se cumplieron gracias a la publicación de una novela de suspense ambientada en el S. XVIII que recibió una gran aclamación del público tanto en Estados Unidos como en Gran Bretaña y se tradujo a nueve idiomas.
También ha escrito novelas eróticas y varias novelas de amor situadas en la época victoriana. Elizabeth Anthony vive con su marido en Derbyshire Peak District.
Argumento
Una joven doncella
1920. Sophie, una joven de 17 años que trabaja como criada en la mansión de Belfield Hall, alberga el deseo de ser bailarina en Londres.
Atrapada en un juego peligroso
La sofisticada Lady Beatrice le ofrece su ayuda, pero con una doble intención. Lord Ashley, el atractivo heredero, está a punto de llegar a la mansión. Y Beatrice está dispuesta a hacer cualquier cosa con tal de hacerlo caer en su red, aún a costa de la inocencia de su joven criada.
De pasiones prohibidas
Lo que Beatrice no sabe es que Sophie y Ash se conocen. Y conforme se van desvelando los retorcidos planes de sus señora, Sophie no tendrá más remedio que elegir: rehusar convertirse en mero juguete del hombre al que ama desesperadamente o dejarse arrastrar por la pasión de un inimaginable placer sexual...
Los oscuros secretos de un duque...
el despertar de una criada
Mis impresiones...
Comencé a leer este libro con muchas expectativas, las que me había creado yo misma porque lo leí cuando todavía no se habían publicado reseñas, me sumergí en esta historia intima, muy intima de una mujer que nos habla de su niñez, su adolescencia, y su juventud... Una vida marcada por la perdida a temprana edad de sus padres, y un sueño imposible, ser bailarina, cuando por necesidad trabaja como sirvienta en una gran mansión victoriana.
El tono intimista viene marcado por el uso de la primera persona en la narración, es la propia Sophie la que nos cuenta su historia, comienza presentándose y hablándonos de su infancia, en una familia que pasa necesidades, pero en la que ella es feliz, correteando con Will, su amigo de la infancia y leyendo con su madre que trabajaba de lavandera en Beldfield Hall.
Ambientación...
A esa narración intimista que sucumbimos al instante se le une una muy buena recreación de la época. Se acercan tiempos difíciles, Una gran guerra que se preveía corta comienza a hacer mella en la población inglesa y muchos son los que se alistan. El padre de Sophie es uno de ellos, la situación con su mujer se hace insostenible y a pesar de que ella está muy enferma las abandona a su suerte. También marcha a la guerra Lord Charlwood, al que Sophie no tenía en muy alta estima desde que lo sorprendió con su madre.
En Oxford se vive una campaña pro alistamiento, Sophie y su madre a pesar de la enfermedad de esta se desplazan a comprar unos lazos, pero el destino quiso que ese fuera el ultimo día que pasaran juntas. Ante la desesperación de la niña, nadie ayuda a su madre cuando se desvanece, le toca oír más bien comentarios despectivos hacia ella. Sola en una ciudad que no conoce y sin dinero, Sophie recibe la ayuda de un caballero que costea los gastos del médico y del entierro de su madre y le da referencias para que entre a trabajar en Belfield Hall.
Ese caballero se convierte en su gran e inalcanzable amor...
La autora hace gala de una prosa elegante y sencilla para ir adentrándonos en una época de grandes diferencias sociales y a través primero del microcosmos de una gran mansión, y después de la vida en Londres de nuestra protagonista nos hace un relato bastante completo de ambos mundos, del ostentoso en el que se movían los ricos, y el rústico en el que se movía una servidumbre que no podía usar los mismos baños que sus dueños, que no podían ni siquiera cruzarse con ellos por el pasillo y en el caso de que sucediera no podían mirarlos, tenían que pasar lo más desapercibidos posible.
La vida de la servidumbre la retrata Sophie con esmero en las cartas que le envía a Mr Maldon, su salvador, el hombre que le ha conseguido el trabajo, un trabajo duro que comienza de madrugada y termina con el final del día, a pesar de todo está contenta, tiene un techo, comida y aunque no siempre la tratan con respeto a pesar de haber cambiado su apellido, ella sigue soñando con que un día llegará a ser bailarina.
El candor que destila Sophie hace que el lector se encariñe con ella, que asuma como propias las vejaciones a las que las someten, porque los criados de la casa saben de quien es hija, y asumen que de tal palo tal astilla e intentan por todos los medios mancillarla, conseguir sus favores, pero Sophie tiene otros planes.
Planes que cree que comienzan a hacerse realidad cuando lady Beatrice comienza a interesarse por ella, y le promete llevarla a Londres y abrirle camino. Es ella quien le abre la puerta a la sensualidad, al sexo, Sophie se siente abrumada, sabe que aquello no está bien pero con el sueño al alcance de la mano no se puede negar, necesita someterse a los caprichos de aquella mujer que tiene la llave hacia su sueño.
De la mano de Lady Beatrice, Sophie consigue mejoras en sus condiciones, ya no duerme con los sirvientes si no cerca de su señora, no siempre viste la ropa de sirvienta, en ocasiones su piel es acariciada por el satén, por las medias, por los adornos y alhajas de Beatrice, comparte juegos eróticos con ella y también el placer de un bueno vino o Champañ. Sin darse cuenta ha cruzado una línea que le va a resultar muy difícil de transitar. En el servicio no es mirada de igual forma, piensan que es una espía de los señores, como sirvienta tampoco tiene cabida en el mundo de Lady Beatrice que solo pasa temporadas en la casa, devolviéndola con el resto de la servidumbre cuando ella marcha a la ciudad.
La guerra avanza, los aristócratas temen perder sus privilegios, sus tierras, sus riquezas, el condado de Beldfield se queda sin heredero y el conde está muy enfermo, quien se perfila como sucesor no gusta nada a la señora de la casa, pero si a Lady Beatrice que quiere ser condesa a toda costa, y para ello se aprovecha de la inocencia de su joven criada.
Entre todos los nobles existe uno nada enconsertado, que heredará el condado de Beldfiel y que se convertirá en una pieza codiciada. Es en ese momento cuando el mundo de Sophie cambiará, se sumirá en un mar de sombras y dolor. Abandonará una mansión en la que ya no tiene cabida entre la servidumbre y marchará a Londres en pos de su sueño.
Si en la casa las diferencias sociales son palpables no menos lo son en la city, una mujer sola y con poco dinero, y sin formación cae en manos de gente indebida y la joven, inocente e inexperta Sophie es un caldo de cultivo muy apetecible. La fina línea que separa pobres de ricos, se convierte en una gran brecha, renuncia al gran amor de su vida, por inalcanzable y se lanza vivir su gran sueño sin conocer el mundo en el que se mete.
Me ha gustado ese recorrido por la gran mansión victoriana en la que sirve la protagonista, descubrir el trato de los señores para con sus criados, y también la vida en los bajos de la vivienda donde tenían sus habitaciones los criados, y su lugar de trabajo. La separación de géneros tan abismal, las mujeres con una vida frívola, dedicada a las compras y caprichos, los hombres dirigiendo los designios del país o sus tierras desde los despachos.
Con la llegada de Sophie a Londres, descubrir la vida de las clases más pobres, el desamparo de una mujer sola que cae en las manos equivocadas, los ambientes de los cabarets, la poca valía que le da un hombre rico al honor de un mujer de clase más baja. La caridad y la conmiseración de Sophie que siempre intenta ayudar al menos afortunado.
Una novela de AMOR
Ante todo nos enontramos ante una novela de AMOR, si con mayúscula y todas las letras. Porque solo quien ama es capaz de sacrificarse, de sufrir dolor, de renunciar a ser feliz para que otro lo pueda ser.
Sophie a pesar de su bajo estrato social, es toda una señora, una mujer que sabe que puede hacer mucho daño social y politicamente al hombre que ama, han de cambiar mucho las cosas para que una mujer de baja condición pueda desposar a un aristócrata. Y ella no está dispuesta a que él lo pierda todo, no está dispuesta a que las personas que dependen de él queden desamparadas.
Amar también es saber renunciar, y a través de Sophie aprenderemos una gran lección. También nos daremos cuenta de que no hay que prejuzgar a la gente, que detrás de una persona altiva, o de una persona que tiene fama de mujeriego se pueden esconder muchas sombras que conviertan su vida en un infierno.
Las idas y venidas en la relación de Sophie y Lord Ashley, nos llenaran de sobresaltos, intentaremos comprender a ambos, y no siempre lo lograremos. Desearemos un final distinto, pero al final comprenderemos que era el único posible, al menos por ahora.
Con ello no quiero decir que se trate de una novela romántica, yo al menos no la veo así. Quizás porque en las novelas románticos todo es muy almibarado, todo tiene un final feliz por mucho que cueste llegar a él. No es el caso de esta novela, para nada es dulce, más bien el dolor está muy presente en ella. Tiene escenas de alto voltaje, sí, para mi necesarias y tratadas con mucha elegancia, porque en esta vida hay amores pasionales, amores que necesitan del cruce de cuerpos, del contacto, pero además de eso nos encontramos con una necesidad de que el otro sea feliz, de preservar su honor, su condición social, de no causarle ningún perjuicio.
Los personajes:
Al tratarse de una novela narrada en primera persona, a todos los vemos a través de los ojos de Sophie, sin embargo aunque con pinceladas no demasiado profundas acabamos conociendo a un buen elenco. Los que mejor dibujados estan son Sophie y Ash, unas ligeras pinceladas nos permiten conocer a Lady Beatrice, a Cora, y otras más ligeras aun al resto de personajes.
Aún así el dialogo tiene una gran preminencia en esta novela y nos permite ir conociendo a los personajes que están dibujados de forma más escueta.
Sophie: es la protagonista absoluta, una mujer fuerte, que ha pasado por muchas penurias que ella se encarga de contarnos. Una mujer que ama perdidamente a un hombre que no está a su alcance, con un gran sueño, ser bailarina. Una mujer integra, que es capaz de no vender su cuerpo y solo entregarlo a quien ama. Una mujer que sabe renunciar y amar, una mujer adelantada a su tiempo que siempre tuvo claro que estaba bien, y que no.
Ashley: El destino puso en su camino un medio para la venganza por una infancia triste, un hombre con grandes sombras que a pesar de su riqueza es incapaz de compartir su vida con una mujer. Un hombre que encuentra el amor de la mano de una muchacha de clase inferior y que su educación victoriana le impide disfrutar. Un hombre que comete muchos errores hasta que descubre que solo una persona puede hacerlo feliz, y está dispuesto a renunciar a todo por ella.
Lady Beatrice: Una oportunista que se dedica a vivir la vida, a conseguir riquezas mediante matrimonios, como no consigue lo que desea se convierte en la sombra que amenaza la relación de Sophie y Ash. Intenta separarlos por todos los medios, y conseguir de esa manera un titulo nobiliario. Una mujer muy libertina para su tiempo que hace gala de la máxima: el fin justifica los medios.
Will: el amigo de infancia de Sophie, su vuelta después de la guerra le depara una gran sorpresa.
Cora: La amiga de Sophie, una bailarina que le ofrece compartir su casa y con la que Sophie vivirá una experiencia bastante amarga y descubrirá el peligro de las calles, para una mujer sola
Por supuesto son muchos más, pero yo me quedo con estos a riesgo de aburriros.
Conclusión:
La novela ha cumplido todas mis expectativas, me ha reconciliado con el género erótico y me ha sumergido de lleno en los años de la Primera Guerra Mundial y posteriores. La autora hace gala de una prosa sencilla, ágil y correcta, en la que el dialogo y la descripción está compensado para contarnos en primera persona la historia de una mujer admirable.
A pesar de contener escenas de alto voltaje, ya no solo entre un hombre y una mujer, también de sexo entre mujeres, el lenguaje en ningún momento entra en el ámbito de lo soez, guardando las formas y permitiendo al lector asomarse al despertar al sexo de una adolescente, y vivir una historia tórrida en la que los secretos se imponen el disfrute de una relación carnal. Una relación casi de dependencia, aunque lejos del BDSM que parece haberse puesto de moda últimamente.
A mi me ha gustado por muchos motivos, aunque quizás el más importante sea su ambientación y ese reflejo de la sociedad en la que transcurre la trama.
A pesar de contener escenas de alto voltaje, ya no solo entre un hombre y una mujer, también de sexo entre mujeres, el lenguaje en ningún momento entra en el ámbito de lo soez, guardando las formas y permitiendo al lector asomarse al despertar al sexo de una adolescente, y vivir una historia tórrida en la que los secretos se imponen el disfrute de una relación carnal. Una relación casi de dependencia, aunque lejos del BDSM que parece haberse puesto de moda últimamente.
A mi me ha gustado por muchos motivos, aunque quizás el más importante sea su ambientación y ese reflejo de la sociedad en la que transcurre la trama.