Conocí la obra de Andrés un poco por casualidad, un día me crucé con un titulo que llamó poderosamente mi atención El factor Einstein, la portada me cautivó, pero todavía más la sinopsis,y si a eso le unimos mi fascinación por el científico, comprenderéis que la novela se viniera conmigo a casa y fuera devorada casi de inmediato. De eso hace ya unos años, yo tenía el blog relativamente poco tiempo, y el libro fue objeto de una anécdota, que me sorprendió que Andrés recordara tantos años después. La impresión fue tan positiva que he ido leyendo algunas de sus novelas, El violinista de Mauthausen que a mi me confirmó que sería uno de mis autores imprescindibles y La clave Pinner, cada una de ellas tiene un tema y me atrevería a decir que incluso un género diferente.
Pero a pesar de ser ya un viejo conocido he de reconocer que me ha sorprendido con esta novela corta, porque no se parece en nada a lo que he leído de él hasta este momento, quizás solamente en el final que no se sale de lo que nos tiene acostumbrados, aunque en esta historia es mucho más patente, mucho más palpable y hace que la trama, los personajes y un gran ¿por qué? sigan flotando en la mente del lector, días, semanas e incluso más tiempo, de forma recurrente, a pequeños latigazos.
Se trata de una novela corta, pero intensa, muy intensa, que atrapa al lector desde el principio, que le hace tejer hipótesis, lo hace reflexionar y construir su propia historia, su propia realidad paralela a lo que nos cuenta el personaje. A Jorge lo puedes creer o no, y según adoptes una postura u otra la visión que tendrás de la trama será distinta dando mucho juego para un debate o una puesta en común entre lectores como pudimos constatar en facebook aquellos que habíamos participado en la lectura simultanea, que yo misma propuse y convoqué.
Aprovecho para agradecer a Alianza Editorial su amabilidad al poner a disposición de este blog y sus lectores siete ejemplares, y a todos los que participaron en el sorteo y en la lectura simultanea/conjunta por su participación activa tanto en twitter bajo el hastag #perrosladrananochecer y en el grupo de facebook que se creó posteriormente para debatir impresiones.
También me gustaría agradecer a Andrés Pérez Domínguez su participación en twitter y en facebook, dio mucho juego y dinamizó nuestras aportaciones, al tiempo que él nos dio pie al debate con sus hilos y comentarios.
El autor:
Andrés Pérez Domínguez nació en Sevilla en 1969. Ha ganado varios premios literarios y es autor de las
La clave Pinner (2004),
El factor Einstein (2008),
El sindrome de Mowgli (2008),
El violinista de Mauthausen (2009, Premio Ateneo de Sevilla) y
El silencio de tu nombre (2012)
Los perros siempre ladran al anochecer fue merecedora del Primer Premio Iberoamericano de Novela Corta "La espiga dorada" y ha sido publicada por Alianza Editorial.
novelas
Argumento:
Nos encontramos ante uno de los libros que yo considero importante acercarse sabiendo lo mínimo sobre él, para disfrutarlo, para participar en el juego del autor, y ser parte del mismo y para que te hagas las preguntas que necesites, aunque estas ronden tu cabeza durante días y no encuentres una respuesta para ellas. Últimamente por falta de tiempo suelo echar mano de la sinopsis de la editorial, en esta historia me parece imprescindible, por aquello de no desvelar ningún ardid.
Clara y Jorge acaban de mudarse a una urbanización porque la convivencia con los vecinos del edificio donde vivían era insoportable. Esperan que ahora todo sea diferente, pero arrastran un secreto oscuro del que no pueden librarse y, aunque sus nuevos vecinos los acogen con entusiasmo, pronto descubrirán cosas terribles de su pasado que abrirán una grieta insalvable entre ellos.
Los perros siempre ladran al anochecer es un relato de suspense que se lee del tirón y que al mismo tiempo arroja luz sobre la condición humana, las dudas que lastran la existencia y la dificultad de enterrar el ayer para empezar de nuevo.
Mis impresiones:
Nos encontramos ante una lectura en la que hay mucho escondido entre líneas, el propio titulo ya es una metáfora que deberá desentrañar el lector, pero no es lo único que deberá descubrir, cada frase, cada línea esconde dobles significados que un lector atento sabrá encontrar y le llevará a reflexionar, a interrogarse sobre la condición humana.
Aparentemente nos encontramos ante una historia sencilla, la de cualquier pareja, contada en primera persona por uno de sus miembros, pero Jorge comienza fuerte, poniendo en tensión al lector y preparándolo para un drama que durante toda la narración es palpable, notas que puedes cortarlo con un cuchillo.
Ésta no es una historia de fantasmas. Una historia de terror, de las que dan miedo cuando las ves en el cine y oyes a los espectadores gritar o tal vez reírse para espantar su miedo. Pero no. Ojalá fuera así. Por desgracia la nuestra, la de Clara y mía, es una historia normal y no de fantasmas.
(...) Tampoco hay demonios en esta historia, ni gente rara. Los únicos que guardan un pasado oscuro en sus maletas somos nosotros, y quizás es de nosotros de quienes los vecinos han de tener miedo. Porque somos unos monstruos, Clara y yo, los dos, cada uno tiene su parte de culpa, pero entonces, la tarde que llegamos a la urbanización, todavía no lo sé. O, mejor, para ser sincero debería decir que todavía no he querido reconocerlo, que me da miedo asumir la verdad, que quizás llevo engañándome mucho tiempo, mirando para otro lado porque no quiero ver mi mundo patas arriba.
Creo que esta es la única debilidad que le he visto a Jorge y a la vez el único acto de valentía. Hace unos años me dijo una persona a la que quiero mucho que cuando algo se tuerce en una relación, ambos tienen culpa, bien por acción o por omisión, pero que cada uno contará la historia como mejor se le adapte para no ser el malo de la película, y que al final solo ellos dos, sabrán la verdad de lo que sucedió y falta que asuma cada uno sus faltas o que se las endilgue todas al otro para autoengañarse. Creo que entonces no entendí muy bien a que ser refería, sin embargo, con la lectura de este libro, me ha venido a la memoria lo que me dijo y lo comprendí perfectamente.
Como habréis podido deducir es Jorge quien nos cuenta la historia, y lo hace aparentemente cuando todo ha pasado, cuando ya hay un desenlace, sin embargo decide empezarla cuando llegan a esa nueva urbanización, en ese primer momento no entenderemos las palabras de Jorge, nos creará expectativas y mucha tensión que junto a esos capítulos tan cortos nos llevaran a leer y a no soltar el libro, y si disponemos de una tarde por delante sus 170 páginas fluirán irremediablemente, sin embargo os recomiendo una lectura pausada, que os paréis a cada reflexión que os suscite, que entréis en el juego del autor, porque lo que pasa ante nuestros ojos es la vida de Clara y Jorge, pero también la de cualquiera de nosotros, o de la de cualquier conocido. Todos guardamos secretos, fantasmas en el armario, todos tenemos partes oscuras que intentamos ocultar a los ojos de los demás.
¿Ya por ello somos monstruos?, creo que no, como tampoco creo que lo sean Clara y Jorge... pero para descubrir mi afirmación tendrás que leer el libro, y sobre todo tendrás que ver que te suscita la narración de Jorge.
Os comentaba que la historia arranca cuando llegan a la nueva urbanización, una Clara un tanto apática y un Jorge que parece haberse echado sobre los hombros la relación. Para descubrir porque Clara se encuentra sumida en ese desánimo Jorge va intercalando su nueva vida con retazos de la anterior, de esa que les ha obligado a meter los recuerdos en una maleta y volver a empezar con la esperanza de olvidar el mal trago. Y es en esos destellos de pasado que nos va regalando Jorge cuando empezamos a descubrir que no es oro todo lo que reluce, y te vas llevando impresiones contrapuestas que te van desasosegando y haciendo al mismo tiempo hervir tu mente con algunas hipótesis que irás cambiando o reafirmando conforme Jorge va desgranando su parte de la historia.
La rumorología como deporte nacional:
Cuando estudiaba Periodismo se estudiaba el rumor, como algo que empieza de forma sorda, con susurros, y que se va agrandando de forma irremediable y mutando hasta convertirse en gritos que en las manos equivocadas y sin contrastar podían ocasionar un daño irreparable.
Eso es lo que vemos que pasa con nuestros personajes, el rumor comienza en la antigua escalera, lo provoca una salida de tono de Clara, y lo alimenta sin darse cuenta Jorge con su forma de actuar, al final la situación se convierte en insoportable para el matrimonio, que quiere huir de su pasado, comenzar de nuevo, sin el desprecio de los vecinos, sin sus habladurías y rumores.
¿Qué hay de cierto en el rumor? a veces mucho, otras poco o nada, pero se expande como la pólvora y en poco tiempo es imparable, a veces me pregunto porqué un error puede costar tan caro. Y con lo grande que es el mundo, este se convierte en un pañuelo en el momento menos oportuno, y de nuevo el pasado llama a la puerta y destruye todas las posibilidades de felicidad.
¿Qué es eso tan monstruoso que han hecho? Pues creo que lo más monstruoso de todo es las dudas y los temores que ese rumor crea en la nueva comunidad, haciendo que su vida de nuevo vuelva a tambalearse, que mala es la duda, cuanto temor siembra, cuanta desconfianza...
En España somos muy dados al cotilleo, a expandir rumores sin confirmar, se puede ver a la puerta de cualquier escuela, en las peluquerías... en cualquier espacio donde hayan unas cuantas personas, independientemente del género, del sexo y de la religión que tengan. Nos gusta malmeter sin tener en cuenta las consecuencias y estas pueden ser nefastas.
Los celos:
El otro gran tema que se toca, son los celos, los que Jorge dice que siente Clara, y que él afirma no alimentar, ¿Pero será así? ¿De verdad él no tiene nada que ver en el comportamiento obsesivo de su mujer?.
Yo tengo mi propia teoría, si te apetece conocerla y has leído el libro puedes pasarte por el grupo de facebook o utilizar el mail, si no lo has leído deberás formarte tu propia idea y luego la debatiremos si no coincide con la mía o la comentaremos.
Lo que si me ha gustado es el retrato que hace de esta enfermedad, de como la vive no la persona que la padece y siente los celos, si no desde el punto de vista de quien soporta las escenitas, y de todo lo que se ve obligado a hacer, aunque reconozco que me hubiera gustado que alternara ambas visiones, ver el mismo hecho a través de los ojos de Clara, poder empatizar con ella o todo lo contrario, pero al menos tener más claves para poder juzgar, porque no es fácil hacerlo cuando solo uno de los protagonistas opina.
Un final que da que pensar:
Cuando terminé la novela me quedé choff, el final era tan abierto, los interrogantes que se me planteaban eran tantos, sin duda me había quedado con ganas de más, con ganas de conocer la versión de Clara sobre todo, pero el autor no nos tenía deparada esa sorpresa, nos deja con la miel en los labios.
Incluso releí un par de veces las últimas páginas buscando que se me había escapado, que no había sabido leer entre líneas, porque no se le puede negar al autor que el final es majestuoso, impactante, pero tampoco se puede negar que te deja huérfano vacío, incluso con una sensación de engaño tremenda, como si te la hubieran dado con queso.
Decía el autor en las entrevistas que la trama termina, pero la historia no, y cuanta razón tiene, días después Jorge, Clara y David, seguían en mi mente, las preguntas crecían, compartía inquietudes con los demás lectores, y constataba que todos habíamos tenido experiencias similares, aunque no iguales. Con el paso de las semanas ese final que me había dejado choff, me fue pareciendo el único posible, al menos desde la visión de Jorge, sin que Clara nos de la suya. Y es impactante. Y quizás la clave está en esos párrafos que os he dejado al principio, el único renuncio de Jorge, el único acto de valentía, y que el lector tiene un poco olvidado cuando llega al final por toda la tensión que ha ido acumulando a lo largo de las 170 páginas del libro.
Conclusión:
Andrés Pérez Domínguez me ha sorprendido con este nuevo trabajo, no niego que me hubieran gustado algunas páginas más y que nos ofreciera las dos visiones, las de Jorge y las de Clara, hubiera dado mucho juego, y para rizar el rizo, la opinión de algún vecino, para ver de donde nace el rumor. Esta novela corta podría haber sido el mimbre de una mucho más ambiciosa.
Aún así me ha gustado el reto que el autor ha lanzado al lector, he disfrutado la lectura, he construido mis propias hipótesis, he reflexionado, tejido teorías y las he compartido con otros lectores, ¿Se puede pedir más?
Ahora os toca a vosotros. ¿La habéis leído? ¿Tenéis pensado hacerlo?
Retos:
25 españoles