Esta es mi tercera participación en una lectura conjunta organizada por Laky, me gusta su organización, disfruté muchísimo con la primera novela que propuso, para mí de una belleza sin igual y sin embargo, no lo he hecho tanto con las otras dos. Reconozco que me ha pillado un poco el toro, parece que últimamente me gusta complicarme la vida, y me basto yo solita para meterme más presión de la que pueda tener. A pesar de que la organizadora siempre me ha dejado poner el broche final, y esto por un lado es una ventaja,
porque me da tiempo para leerla con tranquilidad y por otro una responsabilidad, que asumo con mucho gusto.
Ya estaban en marcha las opiniones sobre esta novela y yo todavía no la había empezado siquiera, así que sin querer me vi influida de forma negativa por las opiniones de los demás, no pintaba nada bien la cosa, leer un libro por obligación es lo peor que se puede hacer, pero había ganado mi ejemplar en el sorteo que organizó Laky y era condición indispensable escribir una reseña y para hacerlo había que leer el libro, creo que si no hubiera tenido ese requisito lo habría descartado de plano y hoy posiblemente estaría arrepentida.
Con estas premisas me autoimpuse cordura, deje de leer comentarios de la novela y menos reseñas, quería tener mi propia opinión y que esta no estuviera influida por mis compañeros de lectura. Mis expectativas estaban ya bastante bajas y no quería que me arrebataran los pocos arrestos que me quedaban para enfrentarme a ella. Os adelantaré que al final he salvado los muebles, que esta lectura no será la mejor del año, pero que tampoco ha sido un chasco.
La autora
Nació en Londres y su gran afición a lo dramático la llevó a hacer sus pinitos como actriz, sin embargo parece que le gustaba más estar entre bambalinas y se paso a la televisión documental, lo cual le permitió viajar mucho, y ser testigo de vidas anónimas que de otra manera hubieran permanecido ocultas.
Actualmente escribe artículos en periódicos como The Guardian, The Independence on Sunday o el Telegraph. Trabajo que compagina con el cuidado de sus dos hijos, uno de ellos de muy corta edad.
Sinopsis
Generalmente me gusta hacer mis propias sinopsis, sin embargo y sin que sirva de precedente os dejaré la de la editorial y eso me servirá para poder luego explicar los puntos flojos que le veo a esta novela.
Lo que comenzó siendo un agradable día familiar en la Tate Gallery para Jess Finnegan, una joven madre primeriza con problemas para asumir su nuevo papel, se convierte en la peor de sus pesadillas: su marido Mickey y su bebé, en cuestión de horas, han desaparecido misteriosamente sin dejar rastro…
Cuando la policía comienza la investigación, el pánico se dispara en su interior. Un terror que aumenta cuando localizan a su esposo en un hospital de Londres, golpeado, en coma… y sin el bebé.
Desde entonces, en la mente de Jess surgen sin cesar miles de interrogantes que la atormentan: ¿Dónde está su pequeño? ¿Sigue vivo? ¿Podría haberse convertido en una nueva víctima del tráfico de niños o se trata de algo mucho más cercano a su círculo familiar? ¿Conoce lo suficiente a su marido, con el que se ha casado hace poco, cómo para no desconfiar de su posible implicación en los hechos? ¿Qué hay detrás del repentino regreso de su díscolo hermano pequeño después de tantos años de incomunicación?
Claire Seeber nos presenta un inquietante thriller psicológico lleno de giros inesperados que perturbará y hará disfrutar a partes iguales a los más fieles seguidores de Asa Larsson, Camila Läckberg y Stieg Larsson.
Las comparaciones son odiosas, pero esta coletilla me asestó un duro golpe, porque si bien no he leído nada de Asa Larsson y no puedo opinar, si lo he hecho de los otros dos y no me parecen para nada semejantes, de hecho no me gusta como escribe Camila Läckberg y después de leer esta novela no le veo la semejanza ni con esta autora ni con el autor de la trilogía de millenium.
Puntos flojos y mejorables en la novela
Leer está novela me ha resultado chocante, y me ha costado seguir el ritmo, y el principal problema está en el uso de una palabra que en castellano no se usa de la forma que aparece en el libro. Cómo no he leído la versión original no se si se trata de una traducción desafortunada o realmente la autora utiliza este vocablo, pero me parece del todo improcedente en la mayoría de los casos en que esta usado. Y es que nosotros si usamos chica implica una confianza, el conocer bastante bien a una persona, desde luego no lo usamos con un desconocido, ni en el ámbito laboral.
Esta simple palabra cuyo uso es abusivo me ha sacado muchas veces de la lectura. Una vez me he acostumbrado a la palabrita en sí, casi ni la veía. Sin embargo es un punto negativo.
Creo que se le hubiera podido sacar más partido a la investigación policial que ha quedado bastante en segundo plano, y quizás este sea el único parecido que le encuentro a esta novela con la única que he leído de Camila Läckberg, ambas ningunean bastante la trama negra, policial… o como cada uno la quiera llamar. Y no es lo que se desprende al leer la sinopsis, porque a pesar de estar calificado del thriller sicológico emana una acción que de hecho no llegamos a encontrar en ningún momento.
A la protagonista se le hubiera podido sacar mayor partido, aunque realmente quien es madre se puede poner en su lugar y me parece muy creíble, no quiero ni pensar que hubiera hecho yo de encontrarme en semejante situación. Pero para quien no lo es no creo que le haya llegado el personaje, más bien les habrá caído muy mal.
Se nos promete un thriller sicológico y eso encontramos, se nos prometen giros inesperados y a mí en ciertos momentos se me ha hecho bastante previsible, de hecho acerté quien se había llevado el niño y los implicados en el asunto.
Ambientación
La novela transcurre en la época actual en Londres y sus alrededores y en un pequeño pueblo de la costa donde la protagonista pasaba sus vacaciones cuando era niña. La autora no se explaya en descripciones de los lugares la mayoría de las veces, solo cuando es necesario para poner al lector en situación.
Una de esas ocasiones es cuando Jessica acompaña a su hermano a los bajos fondos, que precisamente no están muy lejos de la oficina de su marido. En ese momento y con acierto para mi gusto se explaya en la descripción del estado de ruinas de la casa, de la mugre que se encuentra y de la sordidez tanto del emplazamiento como de los personajes con los que se encuentra. El inframundo de las drogas visto por una persona ajena a ellas. Creo que este es uno de los momentos en que más me he metido dentro de la piel de la protagonista, mejor la he entendido y empatizado con ella, incluso he llegado a sufrir con las vejaciones a las que la estaban sometiendo.
Las pocas ocasiones en las que se nos presenta un flash back a la infancia de Jessica es para hablarnos de su padre y para justificar su enconamiento con la policía de la que no puede fiarse, sin embargo para mi gusto esta nos llega un poco tarde y cuando ya hemos tomado partido a favor o en contra del personaje, creo que la autora debiera haberlo puesto de manifiesto antes.
Personajes
Muchos y muy variados y no todos desarrollados con la misma precisión, la autora nos da las claves para que simpaticemos con ellos o para que los odiemos y creo que eso lo hace bastante bien y consigue sus propósitos.
Jess Finnegan: Es una joven que no ha tenido una infancia fácil, cuando parece que las cosas le van mejor, sin llegar a ser perfectas, alguien se encarga de arrebatarle la tranquilidad. Le ha costado mucho sacar su instinto maternal, adaptarse a la nueva vida cuando ella no la deseaba se le ha hecho cuesta arriba en muchas ocasiones y cuando ya había conseguido superar todos los escollos, su hijo desaparece. Su vida se transforma en una pesadilla. Creo que para empatizar con el personaje es necesario ser madre, e intentar ponerse en la situación que ella está viviendo, de lo contrario sólo nos encontraremos con una mujer histérica, poco cooperativa y desagradecida en extremo.
Sin embargo si somos capaces de ponernos en su lugar posiblemente nos demos cuenta de que sus reacciones son las normales, la angustia mueve su vida, la policía no tiene avances y parece que no haga nada y a su alrededor todo parece marchar muy rápido cuando su día a día se encuentra suspendido en el tiempo.
Mickey Finnegan: La autora carga las tintas contra este personaje, todos los datos que nos da de él son negativos, para que el lector no sea capaz de empatizar con él. Se le puede tachar de maltratador sicológico, es altivo, muy seguro de sí mismo, y le gusta ningunear a la gente que tiene cerca, sabe que el dinero le da una situación de poder que nadie le puede discutir. Su relación con Jessica se mantiene por ese hijo que tienen en común y que tanto ha deseado, sin embargo su corazón pertenece a su primera mujer.
Agnes Finnegan: Una belleza escondida en un tempano de hielo. Sigue enamora de su ex marido y odia a Jess que ha conseguido quedarse con todo lo que siente que le pertenece, su participación es escasa pero estelar.
Silver: Es el policía encargado del caso, esconde detrás una historia triste como la mayoría de los personajes. La mayoría de las veces sigue pistas falsas y tiene el don de sacar a Jessica de sus casillas. Su coca cola y su eterno chicle son sus compañeros inseparables.
Maxine: Es la niñera francesa de Louis el pequeño desaparecido. Me ha costado mucho entender como una familia acaudalada podía tener en su casa a una muchacha como ella, tan alocada e irresponsable, hasta el punto de dar las llaves de la casa en la que vive y trabaja a su novio.
Robbie: Es el hermano pequeño y díscolo de Jess y es de quien se vale para jugar al despiste, supongo que a su participación es a lo que llama la editorial giro inesperado. No creo que aporte mucho a la novela y es una forma de despistar al lector de quién puede estar detrás de la desaparición del niño. Sin embargo sirve para introducir un poco de sordidez en ese mundo de ricos en el que se desarrolla la trama.
Hay muchos más personajes y todos aportan su granito para que podamos comprender la situación, sin embargo resultaría un tanto largo e inapropiado desarrollarlos a todos, creo que a grandes rasgos están los que deben estar, aunque supongo que cada participante en la lectura conjunta resaltará unos diferentes.
Impresiones
Cómo ya he dicho esta novela no es la mejor que he leído este año, y posiblemente gran parte de la culpa la tenga la traducción o las expresiones utilizadas por la autora que me parecen muy fuera de lugar y bastante forzadas en castellano.
El tema del que parte es muy seductor, y siendo madre hay temas que se evitan tocar y uno de ellos es el del secuestro de niños, los míos ya no son bebes, e incluso tengo uno adolescente y todavía tengo miedo de que les pueda pasar algo. No hay más que echarle un vistazo a los miles de desaparecidos que hay en todo el mundo y nuestro país no es una excepción.
En ocasiones he tenido en corazón en un puño, y he sentido incluso simpatía por una mujer que me ha parecido fuerte, aún con todos los arrebatos que tenía, no quiero ni imaginarme en su piel, sin embargo me ha quedado la sensación de que hay tantas cosas que se han quedado en el tintero que la autora hubiera podido sacar mucho más provecho de esta trama y sobre todo de este personaje. Pero no hay duda de que ha conseguido transmitirme la angustia y la desesperación de esa madre.
Cómo thriller sicológico cumple su cometido nos mantiene en vilo, aunque haya veces que nos dé la sensación de que nos están tomando el pelo, o que se lo están tomando a la protagonista o que es esta quien se lo toma a la policía. La autora juega al despiste y nos hace sospechar de muchos personajes, algunos de los cuales solo están esbozados, para llevarnos poco a poco hacia un final que se intuía desde más o menos la mitad de la novela.
El final sin embargo me ha parecido muy bueno, pero precipitado, ya teníamos al secuestrador, un desenlace que quizás no esperábamos, cuando al autora nos confirma nuestras sospechas y convierte en gris o en negro un final que se preveía rosa. Y deja a la imaginación del lector que pasa con los personajes principales.
Recomiendo esta novela? Pues yo creo que tiene su público, pero que este no debe hacer mucho caso de la contraportada del libro, puesto que leyéndola nos imaginamos una novela con mucha acción y una investigación policial impresionante y lo que encontramos es una novela introspectiva, que analiza sicológicamente la mente de la madre de un bebé secuestrado, y que para mí es brillante en este punto, pero que quizás no es lo que espera el lector de ella.
Si tuviera que calificarla que no suelo hacerlo, se llevaría un 7 sobre 10 no es tan mala nota y se la he bajado por esos puntos negativos que he resaltado desde el principio.