Conocí a este autor gracias al boca oreja, ese potente promocionador que es algo así como poco ruído y muchas nueces. Me gusta escuchar a las personas cuando hablan de libros, tanto si lo hacen con entusiasmo, como si lo hacen con reservas, y si he leído el libro en cuestión me gusta participar de la tertulia, lo he echado durante mucho tiempo de menos.
Mi tiempo se reduce exponencialmente en la medida que voy cumpliendo años y creciendo mis hijos, aunque me habían prometido que sería al contrario, supongo que llegará el día en que se cumpla el dicho, pero mientras tanto elegir bien las lecturas es importante para gestionar ese poco tiempo del que dispongo. Cuando personas cuyo criterio para mí es más que válido recomendaban de forma entusiasta El secreto de Vesalio, tardé poco en hacerme con un ejemplar de la novela, y en contribuir yo misma a ese boca oreja que a mí me había ayudado a descubrir a un escritor al que había que seguir la pista.
Jordi se ha hecho de rogar, o más bien su segunda novela, pero todo el tiempo esperado ha valido la pena porque se ha superado con esta nueva historia, que en nada se parece a su antecesora, pero mantiene al lector pegado a sus páginas durante toda la lectura.
Como muchos sabréis participo en el Club de lectura Cosas&Musas de Nules, hace un par de años o tres porque el tiempo vuela, tuvimos la suerte de tener a Jordi a nuestra merced para someterlo al tercer grado, no debió desagradarle la experiencia porque vuelve el próximo 8 de noviembre para que hablemos largo y tendido de No hay luz bajo la nieve.
Pero basta de chachara y nos metemos ya en harina.
El autor:
Jordi Llobregat (Valencia, 1971) soñó con ser escritor a la edad de doce años tras ver la película Le magnifique, con Jean-Paul Belmondo y Jacqueline Bisset. Ha escrito numerosos relatos publicados en varias antologías, es el autor de la novela El secreto de Vesalio (Destino, 2015), traducida a diecinueve idiomas y vendida a más de cuarenta países. Es creador y director de Valencia Negra, festival internacional de género negro, codirector del festival Torrent Histórica y del ciclo de encuentros culturales XATS en la Fundación Bancaja. Escribe la columna cultural Atasco en la mesita de noche en el diario Las Provincias y colabora con varios medios especializados. Pertenece al grupo literario El cuaderno rojo.
Lo podéis encontrar en las redes en:
jordillobregat.com
nohayluzbajolanieve.com
Twitter: @jordillobregat
Instagram: @jordi.llobregat
Facebook: JordiLlobregat.autor
nohayluzbajolanieve.com
Twitter: @jordillobregat
Instagram: @jordi.llobregat
Facebook: JordiLlobregat.autor
La sinopsis:
En un lugar olvidado, una montaña guarda un antiguo secreto. Cuando el silencio de la nieve no sea suficiente para esconderlo, las muertes ya no se detendrán.
Un hombre desnudo y maniatado, con los párpados cosidos con un alambre, ha sido encontrado sumergido en las aguas heladas de una piscina, durante las obras de la estación de esquí Vall de Beau en el Pirineo: la infraestructura más emblemática de la candidatura hispano-francesa para los próximos Juegos Olímpicos de Invierno.
La subinspectora de homicidios Álex Serra y el teniente de policía francés Jean Cassel serán los encargados de la investigación. Después de un tiempo apartada del cuerpo por un grave incidente en el que Serra disparó a un compañero, sus superiores la envían a las montañas a investigar el caso. Serra creció en un pequeño pueblo de la zona, al otro lado del valle. Nadie como ella conoce aquel lugar.
Con su regreso, se reencuentra con todo aquello que creía haber dejado atrás: una montaña inmisericorde, un entorno opresivo dominado por los secretos y los recuerdos de un pasado que todavía no ha superado. Ahora, además, un asesino inteligente e implacable la pondrá a prueba.
Este será solo el primero de una serie de crímenes que tienen que ver con una historia oculta durante décadas. Solo quien la conozca podrá resolver el caso y dar con el misterioso criminal.
Mientras tanto, la tormenta de nieve más devastadora de los últimos veinte años está a punto de desencadenarse.
Mis impresiones:
No sabría explicar muy bien a que se debe el éxito de esta novela, o sobre que bases se sustenta este, porque son varias y muy diversas, a la vez que heterogéneas, pero todas ellas unidas componen una historia de la que no saldrás indemne y tardarás en olvidar. Voy a ir desgranando poco a poco los que para mí son los pilares de esta novela, no precisamente en el orden en el que los voy a enumerar, pero como por algún sitio hay que empezar ¿qué tal si lo hacemos por la ambientación?
Si la anterior novela la ambientaba en la Barcelona de finales del s. XIX, en esta ocasión elige un pueblo situado en la Vall Tova, Meranges de tan sólo noventa y ocho habitantes, situado en valle catalán de la Cerdanya y colindante con Francia. No es que Jordi se prodigue en descripciones que son más bien escasas, pero con la narración sabe crear ese ambiente de misterio, de quietud de la montaña, si me apuras incluso de opresión, ese silencio que se produce cuando nieva, incluso cuando la nieve es virgen y no se ha compactado, la oscuridad. Y para acabar de aportar ese ambiente incluso claustrofóbico tenemos un elemento sobrenatural que ejerce de nexo de conexión entre las tramas e incluso entre los personajes, que no voy a nombrar porque considero importantísimo descubrirlo a lo largo de la lectura e ir atando cabos.
Otro de esos pilares es la propia estructura de la novela, formada por 88 capítulos cortos, de una gran intensidad y siete partes con unos títulos muy reveladores que vas a tener que descubrir internándote en sus páginas, porque nada es baladí en ella y el autor va dejándonos pistas que si leemos con atención vamos uniendo hasta llegar a un todo que nos deja con la boca abierta y con ganas de más de mucho más. Es una historia para leer atentamente, no la recomiendo para lugares en los que las distracciones abunden para disfrutarla en toda su intensidad
Nos encontramos con una estructura compleja, con distintos planos espacio/temporales, historias sin conexión aparente que nos descolocan en algún momento , una gran diversidad de personajes con ricos matices, incluso los que aparecen poco y para acabar de rematar un diario escrito en primera persona por una niña judía que escapa de los nazis tras perder a toda su familia. El resto de la novela está narrado por un narrador omnisciente que nos va dando una visión general de la historia y nos va a hacer ir un paso por delante de la subinspectora Serra.
El lector tiene ante sí un rompecabezas, a medida que avanzan las tramas y subtramas si hemos estado atentos a las pistas que va sembrando el autor todo encaja con la precisión de la maquinaria de un reloj suizo, para regocijo de quien va pasando las páginas del libro. Jordi Llobregat no da puntada sin hilo, no saca conejos de la chistera, todo está a la vista y el lector avezado puede disfrutar del juego que le plantea el autor, porque se trata de eso, de jugar, de componer nuestras propias hipótesis para ver una vez tras otra lo equivocados que estábamos, porque no supe ver hasta el final quién estaba detrás de esa macabra y a la vez inteligente venganza.
Otro pilar es la multitud de temas que desfilan en esta novela en la que se incluyen hechos históricos y mucha ficción, sin olvidar ese elemento sobrenatural. Quienes me conocen saben que lo sobrenatural me desagrada, intento no abordar novelas en las que de antemano sé que tienen ese componente, pero encaja en la narración de forma tan natural que no me ha molestado en absoluto, incluso me hacía esperarlo con ansia.
Los hechos históricos que relata son el paso de los judios por la frontera francesa hacia España para después coger un barco que los llevaría a Ámerica, un total de 15000 cruzaron los Pirineos pero no todos llegaron a su destino, en esta novela se da una posible explicación que pone los pelo como escarpias. Cuando leo me gusta aprender cosas nuevas, encontrarme como hechos de nuestra historia remota o reciente que desconozca, No hay luz bajo la nieve habla de las antiguas Colonias Textiles, no es la primera vez que me cruzo con este tema este año, pero entre las dos novelas me he hecho una composición bastante exacta de lo que significaron para el patrón y también para los trabajadores.
Un enclave alejado de las ciudades, en el que vivían y trabajaban, en ese mismo reducido espacio tenían tiendas, iglesia, escuela, dispensario médico, una casa donde vivir, todo ello supervisado por el patrón que tenía que dar su consentimiento para los matrimonios. Se podía trabajar en la fábrica, o servir en la mansión de los señores, y cada trabajo tenía su estatus, pero también en ocasiones se era la comidilla de la comunidad. Un negocio redondo para el patrón que pagaba el sueldo que estimaba oportuno y al mismo tiempo se aseguraba que parte de lo que ganaban los trabajadores volviera a sus manos.
Un último elemento histórico que desconocía es la línea de búnqueres P, una barrera defensiva pirenaica que nunca tuvo que utilizarse, pero que en esta novela da mucho juego, introduciendo una línea de misterio más, por cuanto en uno de ellos sucederá algo que marcará a nuestra protagonista, convirtiéndola en un personaje peculiar.
En cuanto a los temas encontramos una investigación policial enrevesada, secretos familiares, traumas infantiles que se siguen arrastrando en la madurez, un gran sentimiento de culpa, una venganza planificada con gran inteligencia, mucha violencia, metaliteratura ya que la Divina Comedia de Dante tiene un peso importante, historias antiguas en forma de diario en primera persona que nos conmueve, una gran historia de amor, desencuentros familiares, traiciones.
Los elementos son múltiples y muy variados, no falta de nada en esta historia, una familia adinerada con mucho que esconder, una antigua colonia textil cuya existencia no consta, una heredera con una enfermedad rara "porfiria eritropoyética", tremendamente inteligente, empática, que ha sabido salir adelante sin apenas salir de las cuatro paredes de su mansión, que se encuentra en estado ruinoso por fuera y en total oscuridad en su interior. Un monasterio, un prior pedófilo, secretos guardados que ponen los pelos como escarpias. Y con tantos elementos esta novela hará las delicias de múltiples lectores porque se adentra en muchos géneros, es un thriller porque los asesinatos se suceden en poco tiempo, gustará también a los amantes de la novela histórica por esos hechos reales que ficciona, es romántica por esa gran historia de amor que esconde.
La Divina comedia y sus siete pecados capitales como eje de una venganza meticulosamente planificada, sembrada de pistas para mantener a la policía despistada, como eje central de la investigación una vieja fotografía, todos los que aparecen en ella serán asesinados uno a uno porque encarnan la envidia, la ira, la lujuria, la soberbia, la gula y la avaricia y la pereza, si no ellos sus descendientes. Si digo que vi venir el final mentiría, Jordi me tuvo engañada toda la novela, el final me cayó como un jarro de agua fría, ojo, no porque no esté a la altura, si no por lo inesperado.
Y me queda abordar una última cuestión, los personajes, múltiples y cada uno de ellos cumple su función, muy bien perfilados, todos y cada uno de ellos necesarios, y a pesar de ello el lector no se pierde en ningún momento. Un acierto el perfil de la subinspectora Serra, una mujer muy preparada, la mejor de su comisaría, pero tremendamente inestable, arrastra un trauma de la infancia, lo que ella cree un abandono familiar, que soporta ataques de pánico, por ese motivo se convierte en una bomba de relojería. Una mujer que sufre visiones en las escenas del crimen, que no puede comentar con nadie porque dudarían de su cordura, aunque ella misma lo hace constantemente.
Comienza la novela suspendida de empleo y sueldo por haber disparado por la espalda a un compañero en medio de un ataque de pánico, pero al conocer la zona de los crímenes por haber pasado allí su infancia se convertirá en la mejor baza para investigarlos. Trabaja mejor en solitario, sin embargo aceptará como compañero a un francés, Jean Cassel, entre ambos se tejerá una especie de relación cordial y confidente. Pero tampoco aquí es oro todo lo que reluce para consternación de una persona con una pétrea coraza y también para la del lector que ya ve dibujarse la trama un poco más.
Si alguién merecería una mención a parte sería Beatrice Dalmau, un personaje creado con mimo, con gran multitud de matices, una dama a la que la luz del sol perjudica, una mujer inteligente, muy sociable a pesar de los pocos momentos en que puede hacerlo. Aprehender este personaje es un reto para el lector, la iremos conociendo por lo que el narrador omnisciente nos cuenta, por las descripciones que hace el autor, por los diálogos en los que es protagonista y a través de los ojos del médico que la trata desde niña. Me ha subyugado la enfermedad que padece, como la afronta, su sentido del humor, la aparente resignación con la que sobrelleva su enfermedad, porque ya se sabe que con dinero todos es más fácil.
Muchos más son los personajes que aparecen y todos ellos están trabajados con el mismo cuidado, explicando su presente y su pasado porque como ya he dicho no hay puntada sin hilo en esta novela y todo esta pensando para que al final las piezas encajen y creen un puzzle bello, sorprendente que hará las delicias del lector que se adentre en sus páginas.
Sólo espero que Jordi Llobregat ya esté pensando en su próxima novela, que no nos haga esperar cuatro años de nuevo, y si ello sucede nos sorprenda como lo ha hecho en esta ocasión.
Conclusión:
No hay luz bajo la nieve es una novela ambiciosa, con un estructura compleja que en algún momento puede descolocar al lector, con multitud de temas candentes y actuales que quien se adentre en sus páginas podrá descubrir ruborizándose en ocasiones. La envidia, la ira, la lujuria, la soberbia, la gula, la avaricia y la pereza, los siete pecados capitales, como eje de una venganza en que la Divina comedia de Dante tiene gran importancia.
Una venganza que ancla sus raíces en el pasado, en una vieja fotografía y en un diario que el lector irá descubriendo poco a poco y atando cabos. El pasado siempre vuelve y si no que se lo digan a la subinspectora Serra a quién volver al pueblo de su infancia no le está haciendo ningún bien.
Solo me queda recomendaros este thriller, porque te guste el género que te guste encontrarás en el elementos suficientes para que te enganche y disfrutes. Y ten paciencia con la estructura de la novela, esta pensada para no dárselo todo mascado al lector, para que juegue con el autor, con los personajes, para que teja y desteja teorías y para que se sorprenda con una final que está a la altura de toda esa obra de ingeniería literaria que el autor ha levantado con este NOVELON, sí en mayúsculas.
¿Y tú lo has leído? ¿Me cuentas que te ha parecido?