miércoles, 23 de marzo de 2016

Maldita Verdad. Empar Fernández

Sigo viéndomelas para encontrar tiempo para todo, si leo  no reseño, y si reseño no leo, además llevo una temporada que parece que los virus, y bacterias me han cogido mucho cariño, porque encadeno resfriados y gripes, estas dos ultimas semanas me han tenido fuera de combate, mi cabeza abotargada era incapaz de escribir, y había días que incluso no lograba entender nada de lo que leía, como resultado he tenido que aplazar un par de lecturas, por esa incomoda sensación de que me estaba perdiendo algo.

No puedo decir que esté recuperada pero al menos he tenido fuerzas de sentarme ante el teclado para comentaros Maldita Verdad de Empar Fernández. A la autora la conocí con su anterior novela La última llamada, ya entonces me pareció que manejaba el sentimiento de la culpa con una elegancia y una destreza fuera de lo común y con esta constato que pocas personas son capaces de retratar un sentimiento tan destructivo de forma tan real y verídica.

Me llamó la atención la portada, quizás porque en casa tengo adolescentes y ese chico con la capucha de la sudadera puesta mientras parece que arrecia la lluvia me es cotidiana, y no porque llueva mucho en mi tierra, si no porque  mis hijos no suelen usar paraguas y usan como protección la capucha de la sudadera o de la chaqueta que lleven en ese momento.

Cómo en su anterior novela Empar me ha llevado a un bucle en el que la culpa se enseñorea, en que destruye a la persona en la que se aloja, que llega a ofrecer cuanto tiene para descubrir el porque de la situación que vive, pero aquí este sentimiento lo comparten al final varias personas y todas en mayor o menor medida llevan su cruz, muchas veces sin que las otras sepan que van en el mismo barco.

Mientras la leía se me puso muy mal cuerpo, quizás porque empaticé tanto con Olga Bernabé que pensaba que en cualquier momento me podía pasar algo así a mí, porque yo también tengo un hijo de 17 y casi todo lo que se expone al principio me sonaba a dejà vu, a familiar, esa desidia, ese desapego de unos chicos que comienzan a ser adultos y dueños de sus propios problemas, que en ocasiones ven a sus padres como auténticos estorbos. Me desesperé como Olga, y quería saber tanto como ella, y luego cuando yo sabía más que ella deseaba que nunca supiera la verdad,  porque en ella no siempre se halla consuelo, puede traer un dolor aún mayor.

Maldita Verdad es una novela que impacta, en la que es imposible no sumergirse y dejarse llevar por la trama, en la que el lector hay momentos en que va a la par de la protagonista y otros unos pasos por delante, en que no siempre se comprende como actúan sus personajes hasta que la historia vira para dejar al lector atónito, hubo momentos en que pensaba que hubiera hecho yo en la situación de cada uno de los personajes.

La Autor@:

Empar Fernández nació en Barcelona, es escritora de ficción y ensayo, profesora y columnista de
prensa. Con su primera incursión en la ficción, Horacio en la memoria, obtuvo el XXV  Premio Cáceres 2000. Entre los títulos que han sido mejor acogidos por crítica y público se encuentran: Para que nunca amanezca, Hijos de la derrota, Mentiras capitales y Sin causa aparente. Es coautora, junto a Pablo Bonell Goytisolo, de la serie de novelas negras protagonizadas por el subinspector Santiago Escalona y del thriller Hombre muerto corre.

Ha sido finalista del Premio de Novela Fernando Quiñones con la obra El loco de las muñecas y ganadora del Premio de Novela Corta Rejadorada con La cicatriz. Fue finalista del Premio Medellín Negro 2013 y del Ciudad de Carmona 2014. También en 2014 inició su particular trilogía sobre la culpa con tres volúmenes de novelas autoconclusivas en la colección misterio Offversatil. Tanto la primera La mujer que no bajo del avión, como la siguiente, La ultima llamada son historias urbanas y oscuras protagonizadas por personas que nunca creyeron que acabarían viéndose implicadas en un crimen. Tanto en ellas como en Maldita verdad no hay una investigación policial, si no una intriga psicológica completamente desnuda de artificios.

Sinopsis:

Desde su divorcio, hace ya varios años, Olga Bernabé convive con su hijo Daniel, que se ha convertido en un desconocido de 17 años con el que apenas cruza alguna palabra. Una noche de finales de septiembre, Olga regresa a casa a medianoche, agotada tras una larguísima jornada en el hospital en el que trabaja y sintiéndose más sola que nunca. Comprueba que Daniel no ha cenado y que está acostado en su habitación con los auriculares puestos. Decide no despertarlo, pero que descubrirá al día siguiente la impulsará a conocer la auténtica vida de su hijo.

De la mano de Raúl Forcano, un investigador en ciernes, retrocederemos en la vida de los protagonistas, hasta llegar a un suceso que quizás sea mejor seguir ignorando. Conocer la verdad resultará para los implicados una verdadera maldición.

Mis impresiones:

Creo que lo que caracteriza las novelas de Empar Fernández al menos de las dos que he leído son sus personajes cotidianos, todos y cada uno de ellos podrían ser vecinos nuestros, amigos, compañeros de trabajo, gente tangible, gente de la calle, y las situaciones que viven, no podemos decir que sean normales, pero tampoco que nos sean extrañas ni ajenas del todo, y lo que nos une a nosotros con esos personajes es que ninguno pensamos nunca en encontrarnos en una situación semejante.

Pero en la vida no siempre te tocan cartas buenas y si tienes una mala mano tienes que saber jugarla para no perder demasiado en la  partida. Olga no es una mujer con suerte, es más bien una mujer cansada, que cada día lucha por salir adelante y por darle lo mejor a un hijo que cada día le es más extraño, con el que apenas cruza dos palabras, ni comparte espacios a pesar de vivir bajo el mismo techo. 

Quien puede decir que haya días que no se haya sentido como Olga tan cansada que se haya ido a dormir sin ni siquiera cenar ni dar importancia a que su hijo estuviera dormido sobre la cama con los auriculares puestos, vestido e incluso con  zapatillas, cuando la relación es tan distante y el cansancio tan acusado todo el mundo evita confrontaciones inútiles, las pospone, el ser humano sabe de supervivencia muchísimo, de ahí que muchas veces actuemos sin saber muy bien porque...

Pero lo que descubre al día siguiente la deja desmadejada, rota, y con una sola meta en la vida, descubrir quien era en realidad su hijo, que le atormentaba tanto para tomar una decisión tan drástica y sin posible vuelta atrás. Olga no es ni la sombra de lo que fue, y ese imagen la plasma muy bien Empar a través de la narración, conforme va avanzando notamos como la mujer cada día es menos dueña de si misma. Poco ayuda que la policía haya cerrado el caso, y que su ex marido y padre de Daniel con más medios económicos que ella se niegue a seguir adelante. Ella busca una salida y en ella encuentra a Raúl Forcano a un estudiante de Criminalistica, con tres asignaturas pendientes que lucha por independizarse.

Raúl es ese joven que podemos encontrar en cualquier barrio, sin blanca, con una edad en que añora tener su propia casa, un trabajo con el que mantenerse, un sueño que está más al  alcance de su  mano cuando decide restaurar el piso de su abuela y casi al mismo tiempo le llueve del cielo un trabajo. Como todo joven no tocado por la diosa Fortuna Raúl tiene  dudas sobre su valía, sobre su capacidad para descubrir lo que Olga le pide. A pesar de todo decide aceptar el trabajo y comienza por el entorno más cercano al chico.

Profesores, alumnos, amigos, no parece que haya mucha gente dispuesta a ayudar, más bien parece que todos intentan poner palos a la rueda y el que se aplica con mayor ahínco parece ser el padre del chico, tanta frialdad asusta. Es como si nada fuera con él, el conformismo con el que asume el destino de su hijo abruma, sin embargo terminas comprendiéndolo, terminas por redimirlo, incluso por sentir una pena inmensa por el papel que le ha tocado desempeñar en ese drama y que el asume encantado con tal de que la verdad no salga a la luz.

En medio de una investigación que no parece avanzar unas notas ponen en alerta al detective en ciernes, Daniel recibe una cada 29 de mes, con una frase escueta, que siempre se repite, y lo único que varía es el tamaño de la fuente. Esas notas parecen tener un significado tanto para la madre del chico como para el padre, para ella un recuerdo amargo que no puede relacionar con lo que le ha pasado a su hijo, para el padre la necesidad de evitar un daño mayor.

La culpa es un sentimiento que destruye y todos y cada uno de los personajes que aparecen en esta novela tienen su parcela, parece que buscan la redención en el conocimiento de esa verdad o bien en esconder la misma. Y nos podríamos preguntar que culpa podría sentir el investigador, pues aunque no lo parezca el también tiene su parcela y su dilema, que conforme avanza la trama se acrecienta, y se hace más grande.

Nos encontramos ante una novela pausada, que va transcurriendo sin grandes sobresaltos ante nuestros ojos, y sin embargo nos llena de inquietudes, de miedos, de pena en ocasiones, no necesita Empar utilizar grandes artificios para tocar nuestro corazón, no necesita de un crimen, ni de grandes investigaciones, tan solo el discurrir de una cadena de errores con consecuencias en el tiempo.

La autora hasta casi el final utiliza una narración lineal, incluso cuando el investigador se acerca a sus amigos y profesores, estos se remontan a unos cuantos meses atrás, tiempo presente, tarda en aparecer la conexión con el pasado, ese que siempre vuelve, y ahí si que nos encontramos saltos, la historia no se recompone hasta casi el final de forma líneal, tenemos pistas, piezas de un puzzle que no terminan de encajar y al final tenemos la clave, esa ultima declaración con el porque del comportamiento de ese personaje en cuestión.

El amor, la culpa, la redención, están muy presentes en esta novela, en la actuación tanto de los personajes principales como de los secundarios, la autora de ellos nos desvela únicamente lo que necesitamos para entenderlos, para comprender su forma de actuar y todos lo hacen de forma muy creíble, desde el primero al último, no son personajes de ficción, son personajes reales, de los que podemos encontrar cualquier día en una cafetería tomando un café.

No puedo decir si esta es la mejor novela de la trilogía de la culpa, porque me falta leer la primera, pero si puedo decir que Empar se ha ganado un sitio en mi estantería, que cada vez que publique estaré pendiente para leerla, creo que es una autora a tener muy en cuenta en el noir español, o en el gris asfalto como ella prefiere denominarlo.

Conclusión:

Con Maldita Verdad descubrirás que saber, que conocer que se esconde tras una actuación inexplicable no siempre es el mejor camino para descansar, para comprender, que hay verdades envenenadas que merecen no ser desveladas. Que todo comportamiento por extraño que parezca puede tener un porque, una explicación a veces más lógica de lo que creemos, y que no hay acto de amor más grande que aquel que te sume en el ostracismo.

Pocas veces una portada ha sido más adecuada, aunque para comprenderla haya que adentrarse en la trama y desvelarla. A través de esos 28 capítulos cortos y menos de 300 páginas Empar nos ha transportado a la desdicha de una familia y a una ciudad Barcelona, aunque esto sea lo menos importante, porque de los enclaves solo obtendremos ligeras pinceladas.

Si quieres entrar en una historia que no te será indiferente en la que terminarás empatizando con todos los personajes a pesar de sus distintos grados de culpa, esta es tu novela. No me importaría que Empar pensara seriamente en iniciar una serie que tuviera a Raúl Forcano como protagonista, como investigador principal... porque pienso que es un personaje que lo merece


lunes, 14 de marzo de 2016

Sorteo de marzo. Dos ejemplares de "La mujer del reloj" de Alvaro Arbina

Aquí estamos de nuevo para presentaros un nuevo sorteo, en esta ocasión gracias a Alvaro Arbina y Ediciones B, que ponen a nuestra disposición dos ejemplares de La mujer del reloj, una novela que salió al mercado a finales de enero y que está cosechando muy buenas criticas.

Eso sí tendréis que hilar muy fino porque solo tiene cabida en una casilla, en la tercera semana, siglo a siglo. Siglo XIX. Si os apetece participar ya sabéis que solo tenéis que reseñar, cuantas más escribáis más puntos podréis conseguir y más posibilidades de ganar.


Sinopsis:

La mujer del reloj, una novela de carácter histórico, a caballo entre el thriller y el género policíaco, transcurre a lo largo de los cinco años que duró la guerra de la Independencia (1808-1813).

Describe la aventura que vivirá Julián de Aldecoa Giesler, un joven de dieciséis años que emprende un largo viaje por el país en guerra tras el rastro de su padre, quien, asesinado en extrañas circunstancias, no puede contarle el codiciado secreto que desde hace años protege su familia. Tales circunstancias atraerán al frío y calculador general francés Louis Le Duc, un hombre que esconde un terrible pasado lleno de odio y venganza. Empujado por su locura personal, perseguirá sin descanso al joven Julián. Este tratará de luchar contra las fuerzas que le amenazan en un intento por reemprender el camino hacia sus verdaderos sueños, los sueños de su padre.

«Déjese llevar y no se arrepentirá. Los protagonistas de este relato tan bien narrado le escoltarán en un largo e inolvidable viaje; asistirá al período turbulento de las discusiones en una Cádiz sitiada y verá con sus ojos la retirada definitiva de las derrotadas tropas de Napoleón tras los ataques de la guerrilla. No es solo una novela histórica al uso; es, al mismo tiempo, un verdadero thriller, trabado con maestría, en el que los protagonistas le enfrentarán con situaciones inesperadas. Todo pudo haber ocurrido. ¿Ocurrió? Es parte de nuestra propia historia.»

Pello Salaburu, catedrático y ex rector de la Universidad del País Vasco.

No diréis que no pinta bien, si os hace falta convenceros podéis pinchar aquí


Requisitos:


El sorteo es nacional, en el caso de que no residas en España necesitarás una dirección postal donde te puedan enviar los libros.

Confirmar la participación mediante comentario en ambos blogs con enlace a la entrada en la que figuren las plantillas para que podamos contabilizar las reseñas de marzo.

La fecha limite para apuntarse es el  31 de marzo a las 23:59. El primer o segundo día de abril intentaremos hacer el sorteo por Random.org. Recordad que cada reseña os dará tres puntos para el sorteo, cuantas más publiquéis más posibilidades tendréis.

Comprometerse a reseñar el libro dentro de la Yincana Histórica, en esta ocasión solo cabe en una casilla.

Los agraciados tendrán 48 horas para enviar un mail con los datos postales y número de teléfono a detintaenvena@gmail.com, al ser un reto de largo recorrido para que no se nos extravien mails hemos decidido centralizarlos en un único correo electrónico.

En caso de que los ganadores no reclamaran el premio, se volverían a sortear los ejemplares o el ejemplar, así que atentos a los blogs, al grupo de Facebook y al hastag #YincanaHistorica.

Los envios los realizará el autor, o la editorial bien por mensajería o por correo ordinario y no nos hacemos responsables de posibles pérdidas o extravíos.


martes, 8 de marzo de 2016

El bouquet del miedo. Xabier Gutierrez

Los que me conocéis de hace tiempo ya sabéis que junto a la lectura mi gran pasión es la cocina, me gusta meterme entre fogones, experimentar con platos, sorprender a mi familia y a mis amigos, a los que suelo usar de conejitos de indias cuando algo me ronda la cabeza. Así que no es de extrañar que sucumba ante el llamado noir gastrónomico.

Además a Xabier Gutierrez lo descubrí en 2015 con El aroma del Crimen, que todavía no he reseñado pero no descarto hacerlo dentro de la Yincana Criminal que este año se celebrará el segundo semestre, para darle un poco más de margen de arranque a la Yincana Histórica. Decía que el autor me dejó buenas sensaciones con esa primera novela, en la que la cocina tenía más protagonismo que en El bouquet del miedo, en el que se lo lleva el vino, tanto en su cata como en su elaboración.

No voy a decir que sea una experta en el mundo del vino, porque mentiría, ni siquiera una gran enamorada, papel que se lleva mi marido, yo solamente puedo decir que disfruto del vino blanco, y de los saraos que se montan en torno al mundo de las catas, y de la gente que entiende o pretende entender. Quizás como dice mi sobrina todavía no he probado bastante el tinto para que llegue a gustarme, o quizás soy de sabores menos intensos.

No podría ser pues de otra forma que Vicente Parra y su hijo Alberto me hayan conquistado a partes iguales, y como no, el abuelo Martin, personaje que se deja ver en esta novela más que en la otra, que a los librófilos nos tiene que enamorar por su profesión y por la forma que tiene de entenderla. Casi me ofrezco para hacerme cargo de su LIBRE RIA, y no no se me han ido los dedos, ese espacio en blanco está bien puesto, pero habréis de descubrir porqué si os pica la curiosidad.

El autor:

Xabier Gutierrez nació en San Sebastián en 1960, es cocinero, psicólogo y escritor. Dirige desde
1990 el departamento de innovación del Restaurante Arzak en San Sebastián, además de asesorar a empresas del sector de la alimentación, colaborar con los medios de comunicación e impartir clases en el máster de innovación y gestión de restaurantes del Basque Culinary Center. Ha publicado doce libros de cocina y cinco ensayos sobre estética culinaria. 

Ha sido galardonado con el Premio Nacional de Gastronomía y el Best World Cookbook Award. Tras publicar su primera novela El aroma el crimen (Destino 2015) Gutiérrez repite escenarios y personajes en El bouquet del miedo, la segunda entrega de la serie de noir gastronómico protagonizada por el subcomisario Vicente Parra.

Página web del autor:

www.xabiergutierrezcocinero.com


Sinopsis:

En pleno mes de septiembre, tiempo de vendimia, y a pocos días para que empiece la recolección de la uva, al subcomisario de Ertzaintza Vicente Parra le asignan la investigación del asesinato de la enóloga Esperanza Moreno, encargada hasta entonces de la elaboración del vino en las Bodegas Sáenz de la finca Marbil, una de las más prestigiosas haciendas de La Rioja, y productora del apreciado vino VVV. Su cuerpo ha sido hallado sin vida en su piso del barrio del Antiguo de San Sebastián, en medio de un charco de sangre y con la garganta seccionada. Todo parece indicar que se trata de un crimen pasional, cuando a las pocas horas de encontrar el cadáver desaparece el novio de la víctima, Roberto, operador de cámara en uno de los programas de televisión de cocina más exitosos del país y dirigido por un afamado cocinero.

El subcomisario Parra tendrá que dilucidar quién puede estar detrás de ese crimen, a la vez que la búsqueda del paradero de Roberto se convierte en una carrera contrarreloj para solucionar el caso.

Mis impresiones:

Como ya os he dicho soy una gran enamorada de la cocina, de las innovaciones, y aquí entre fiambre y fiambre se sientan a la mesa a disfrutar de un buen yantar. Además Xabier a través de Alberto y de Françoise, su madre, nos revela trucos culinarios que vienen muy bien, pone de manifiesto asociaciones de sabores que parecen imposibles pero que maridan a la perfección, y esas cositas reconozco que me apasionan. También el subcomisario, hombre acostumbrado a la cocina rápida y que poco a poco se está convirtiendo en un gran gourmet, a pesar de no acercarse a los fogones para nada, tiene unas salidas muy apropiadas para que Xabier nos haga participes de esos truquitos que tan bien sabe camuflar en sus libros, y que seguro que hacen las delicias de lectores que como yo disfrutan entre ollas, especias, condimentos y materias primas de lo más variopintas.

Si la cocina tiene un papel importante, también la profesión, puesto que Alberto ya es un chef de cocina reputado, y comienza a plantearse los inconvenientes de su profesión, que por cierto es bastante absorbente. Supongo que es necesario que cuando uno es joven, a pesar de disfrutar del trabajo que ha elegido, llegue a plantearse si realmente esa es la vida que desea, y en este libro a Alberto lo noto muy quemado, así que habrá que esperar a la nueva entrega a ver si volvemos al fast food o seguimos disfrutando del buen hacer de este muchacho.

Xavier Gutierrez conoce muy bien el mundo de la hosteleria, no en balde es cocinero y jefe de investigación de la cocina de Arzak, de las exigencias de un servicio nos habla a través de Alberto, pero también usa otro cocinero mediático, este se dedica a hacer programas de televisión y de esa manera nos revela los entresijos de este mundillo, como se presentan los alimentos para que nos llamen la atención, como se ruedan los planos para que nos resulten más apetecibles, como cuando el chef comienza a grabar el programa todo está medio preparado.

Me ha parecido ver un guiño a los programas de cocina de Karlos Arguiñano, aunque igual es porque lo he seguido durante mucho tiempo, lo digo por la huerta al lado del set de grabación, porque nuestro cocinero no me parece que tenga el mismo don de palabra que el susodicho. Con estos guiños a ese mundo que el conoce a la perfección y maneja casi a diario, nos sumerge en otro que a nosotros no tiene el porque resultarnos conocido, el vino, la vendimia, los enologos, las cosechas, los instrumentos de vendimia, las barricas... las rencillas entre bodegas y bodegueros, un mundo que me ha resultado como poco fascinante.

Un valor añadido para mi lo tiene la ubicación de la bodega Saénz en el pueblo alavés de La Guardia, un enclave precioso de La Rioja alavesa que tuve el placer de visitar hace un par de veranos y al que volvería con los ojos cerrados. Xabier Gutierrez ha sabido transportarme a esa tierra, al color de la uva, al dulzor de ese grano en su punto, al interior sombrío de esas bodegas en las que se prepraran las cubas de fermentación, a la capilla, ese lugar reservado solo a los propietarios en los que se guardan las botellas más valiosas.

Si nunca has ido a La Guardia sentirás deseos de pasearte por sus calles, por sus alrededores alfombrados de vides, yo fui en verano, todavía no había mucho movimiento, visité bodegas y hasta un museo del vino, lástima que no me fijé en los corquetes, término que he aprendido en esta novela. Vicente Parra es un gran enamorado del mundo del vino incluso se está haciendo su propia bodega, y dedica un pellizco considerable de su sueldo a aprovisionarla de los mejores caldos, así que ya podéis imaginar el mimo que pone el autor al describir ese mundo.

Cómo he disfrutado con las notas de cata, y con los guiños de burla que dedica el abuelo Martin al resto de comensales, menos mal que este mundo ya no me es tan ajeno, porque algunas veces me he juntando con gente que disfruta buscando los matices a un caldo antes de dar cuenta de él.

En torno a este mundo y con la muerte de la enóloga de las bodegas Saénz, se inicia una investigación que unirá el mundo del vino con los programas de televisión del cocinero mediático. Durante toda la trama nos serán desvelados los secretos de una familia con solera vinicola, las rencillas con sus competidores, las traiciones y los odios encubiertos. El mundo de la vendimia que en esta  supone todo un ritual para garantizar que será la mejor cosecha del año y por tanto el mejor vino.

Xabier Gutierrez nos presenta personajes complejos, llenos de matices y recovecos, todos y cada uno de ellos guardan fantasmas dentro del armario, ninguno es lo que parece, y desde el primer momento empezaremos a sospechar de unos y de otros y mientras tanto un desaparecido pone en jaque a toda una empresa de comunicación y saca lo peor de la jefa de producción, con la que es difícil, muy difícil empatizar.

Los personajes:

Las novelas de Xabier son autoconclusivas con lo que no es necesario leer la anterior para disfrutar de un nuevo caso. Pero para mi si es indispensable, puesto que hay personajes que se mantienen de una novela a otra y que van evolucionando y sus relaciones se nos quedan cojas que si no hemos asistido a su presentación.

Fijos:

Entre los personajes que se mantienen novela a novela, al menos en la primera y la segunda están

Vicente Parra: Subcomisario de la Ertzaina, un hombre bastante reservado, que poco a poco va abriéndose más a su familia y por lo tanto al lector. Gran apasionado de los vinos, dedica un gran porcentaje de su sueldo a coleccionar botellas. Casado con Fraçoise forman un matrimonio un tanto extraño con muchos silencios y zonas vedadas, sobre todo lo que se refiere al primer enlace de ella.

Françoise: Trabaja en la universidad, experta en el mundo azteca, es quién más apoya a su hijo Alberto, y colabora para que entre ellos no se haga más grande la brecha que los separa. Es una gran pinche y tiene unas salidas muy airosas

Alberto Parra: Cocinero de profesión, tiene más afinidad con su abuelo Martin que con su padre al que nota distante, tiene una relación de complicidad con su  madre que se desarrolla entre los fogones de la casa y en la mesa, donde han logrado convertir a Vicente en un verdadero gourmet.

Martin Parra: En esta novela se destapa mucho más y es entrañable su historia, nunca ha sabido acercarse a su hijo, sus caracteres contrapuestos tienen gran parte de la culpa, Martin es soñador y Vicente pragmático. Pero a este personaje vais a tener que descubrirlo vosotros.

Los especificos de El bouquet del miedo:

Esperanza Moreno: de ella lo conoceremos todo, su físico, su empuje, sin embargo nada es lo que parece y tendremos que esperar a los giros que da la trama para descubrir su verdadera forma de ser, sus dobleces.

Roberto: El novio de Esperanza y cámara del programa de televisión de Aitor, Otra caja de sorpresas que iremos conociendo por los comentarios de unos y de otros, desde el más amable de su padre, hasta el más ruin que va maquillado de la directora de producción, y entre medio su psicóloga con la que mantiene una relación de dependencia algo extraña.

La familia Saénz: Del primero al último ninguno tiene desperdicio y esconden secretos, traiciones y mucho rencor, todo escondido en una bodega de éxito que sustentan en la desaparición de la matriarca del clan a la que de adoran, o al menos invocan en cada cosecha.

Ni los hermanos Saénz Andrés y Julián, ni sus mujeres Aracelí y Merche son santos, pero hay que leer para saber que fantasmas esconden, el porque de la forma de ser de cada uno. El único que de momento se salva Josu, el hijo de Andres y Araceli y el heredero de las bodegas, pero para él tampoco nada volverá a ser igual después del descubrimiento que hace.

No quiero extenderme más, porque los personajes de Xabier dan para una  tesis doctoral y os puedo aburrir soberanamente y os prometo que no es mi intención.

El autor se vale de un narrador omnisciente para que el lector tenga una visión amplia de la trama, el lenguaje que utiliza es el adecuado para el mundo en el que se mueve cada personaje, no tendría sentido quitar los tecnicismos de las catas, o de los servicios de cocina, o de la investigaciones criminales. Sin embargo, el lector puede seguir la lectura sin estar buscando continuamente en el diccionario porque Xabier nos describe aquellos objetos que nos obligarían a hacerlo, como el corquete, o el tipo de cámara que utiliza Roberto para grabar.

La lectura resulta ágil porque hay un gran equilibrio entre la narración y el diálogo y en ningún momento decae el interés del lector gracias a los giros de los que hace gala Xabier, por lo que las páginas van cayendo sin que uno se vaya dando cuenta.

Os aconsejo no leer este libro con el estómago vacío, porque puede daros un hambre canina, sobre todo cuando nos cuentan las exquisiteces que ponen sobre la mesa los Parra, o cuando desde el equipo de Aitor se está preparando el rodaje.

Los amantes de los libros y de la lectura, disfrutaremos con el abuelo Martin, con su forma de entender su profesión, con su amor por los libros y por esa historía que lleva sobre sus espaldas. Referencias a títulos, a polvo, a ejemplares apilados, a libros que susurran. Todo en Martín enamora al lector, y muchos se verán identificados con él. Al abuelo le gustaría tener clientes como Mientras Leo, o Maria Ines Caro, a Victor Alcantara, a Esther nuestra pingüina en busca de su equilibrio, a Margalida Ramón y a tantos otros que seguro que harían sonar su caja registradora más de lo que lo hace en esta novela.

Ya por último y sin desvelar nada, me gustaría destacar la forma que tiene Xabier de mostrarnos el desenlace de esta novela, a mi por lo menos me descolocó un poco, pero me pareció muy original, igual esta técnica la han utilizado otros autores, pero yo es la primera vez que la encuentro, estoy acostumbrada a que sea el detective quien me cuente la resolución del crimen, no que esta me venga por otros medios, a pesar de que el autor nos deja intuir que es la misma conclusión a la que ha llegado la polícía, pero que sea el culpable el que explique que lo ha hecho, como lo ha maquinado y porqué, me ha gustado sobre manera

Conclusión:

Xabier Gutierrez crea para mi una novela adictiva, una novela en la que la tensión no decae en ningún momento, en que hay varios frentes abiertos que terminan por confluir, en la que su prosa sencilla pero por ello banal hace disfrutar al lector, que termina dudando de todos y hasta de la cordura de uno mismo.

Sus personajes son complejos, llenos de sombras, ninguno es lo que parece y conforme avanza vamos descubriendo las dobleces de unos y de otros, los fantasmas comienzan a salir del armario y los giros que da la trama descolocan al lector en varias ocasiones.

No puedo hacer más que recomendaros la lectura de esta serie, consta de cuatro libros y el bouquet del miedo es el segundo. Os recomendaría comentar por El aroma del crimen por aquello de ver evolucionar a los personajes que se repiten título tras título

domingo, 6 de marzo de 2016

Ganadores del sorteo de dos ejemplares de "La tribu maldita" de Victor Fernández Correas, en el sorteo de Febrero de la Yincana Histórica

Una vez finalizado el plazo para apuntarse al sorteo de dos ejemplares de la novela LA TRIBU MALDITA, de Víctor Fernández Correas, entre los participantes de la Yincana Histórica que a continuación os detallo:




NICK
BLOG
RESEÑAS
PUNTOS
La isla de las mil palabras
La isla de las mil palabras
2
1 – 2 – 3 – 4 – 5 - 6
Mar
Leyendo con Mar
3
7 – 8 – 9 – 10 – 11 – 12 – 13 – 14 - 15
Yolanda
Que el sueño me alcance leyendo
1
16 – 17 - 18
Cudeyo C.
Libris: Retos y lecturas
9
19 – 20 – 21 – 22 – 23 – 24 – 25 – 26 – 27 – 28 – 29 – 30 – 31 – 32 – 33 – 34 – 35 – 36 – 37 – 38 – 39 – 40 – 41 – 42 – 43 – 44 – 45
Irunesa
En tus libros me colé
1
46 – 47 - 48
Ángela
Anduriña
1
49 – 50 - 51
Fesaro
Libros en el petate
1
52 – 53 - 54
Marina Córdoba
Mis lecturas
1
55 – 56 - 57
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Así que, sin más, paso a ofreceros el resultado, deseando a la ganadora que lo disfrute. Os recomiendo que también os paséis por el blog de Kayena libros:negro sobre blanco, que sortea el otro ejemplar.


¡¡¡ENHORABUENA!!!

viernes, 4 de marzo de 2016

La fuente de Oro. Juan Pedro Cosano


No se si fue la portada, el dossier de prensa que recibí en el correo electrónico, la sinopsis, o ese sexto sentido que tenemos todos los lectores, pero verla fue quererla. Por aquel entonces estaba buscando algo nuevo para la Yincana Histórica, para que no se limitara solo a los sorteos mensuales, quería que de vez en cuando pudiéramos hacer algo juntos. Y pensé que esta novela se prestaba para ello, porque no era histórica pura, y la ambientación parecía muy adecuada, además se  podía reseñar en varias casillas, y eso ofrece mucho juego a los yincaneros.

Ya solo me quedaba mover los hilos, y la verdad es que la editorial me lo puso muy fácil, desde el primer momento les gustó la iniciativa y me brindó la oportunidad de hacer una lectura conjunta poniendo a nuestra disposición cinco ejemplares para sortear, como requisito que no se demoraran las reseñas, así que el sorteo fue expres y la llegada de los ejemplares rapidísima, me gustaría dar las gracias a la editorial por tantas facilidades.

Nunca había leído nada del autor, para mi era una apuesta arriesgada, porque se basaba en un pálpito, aunque Kayena, que si había catado su prosa me dijo que seguro que acertabamos. Y he decir que Juan Pedro Cosano me ha sorprendido con su forma de narrar, con el léxico tan rico y cuidado que ha usado, con el mimo que ha puesto en la ambientación histórica, con ese uso de los aromas, los colores y la luz que te transportan a un mundo que no conoces y a una época que yo no he vivido.

Una novela que ha superado las expectativas que yo había puesto en ella, que he disfrutado comentando en facebook y en twitter. Y a pesar del poco tiempo del que disponía mis compañeras me animaban a seguir leyendo con sus apreciaciones, con esas frases lanzadas al azar que en mi causaban un efecto rebote de querer coger el libro y llegar donde ellas cuanto antes.

Pero no adelanto acontecimientos, que como siempre me voy por las ramas y queda mucho hilo del que tirar. Si que quiero hacer especial mención a la edición de esta novela, puesto que debajo de la sobrecubierta esta reproducida la misma imagen que podemos disfrutar en ella, eso lo he visto en pocos libros y me ha causado muy buena impresión, porque embellece el ejemplar.

El autor:

Juan Pedro Cosano Alarcón, nació en Jerez en 1960, es titular del bufete jurídico Cosano y Asociados, S.L.P., en Jerez de la Frontera, aunque desarrolla su actividad por todo el territorio nacional.

Es autor de las novelas Hispania y Las muertes pequeñas y del poemario La noche calma y otros poemas. En 2014 recibió el Premio Abogados de Novela por El abogado de los pobres. En 2015 publicó llamé al cielo y no me oyó, nueva entrega de las peripecias de su personaje Pedro de Alemán y Camacho, abogado de pobres.

Está casado y tiene dos hijos, ambos estudiantes de Derecho.


Sinopsis:

Una sociedad a punto de cambiar para siempre

Jerez de la Frontera, años treinta: Beltrán de la Cueva, carismático y ambicioso, heredero de una de las sagas bodegueras más importantes de la ciudad está comprometido con una joven de su clase. Pero en su camino se interpone una pasión inesperada: la que siente por la bellísima Lele Gavilán, una de sus empleadas.

El destino siempre tiene la última palabra.

Lo que podría ser la historia banal del aristócrata que seduce a la joven inocente tiene una deriva que dejará sin aliento al lector: el curso de los acontecimientos dará un giro extraordinario, movido por el viento de la historia y sus dramáticas circunstancias pero, sobre todo, por causa del carácter indomable de Lele.

Un Downton Abbey a la española.

Mis impresiones:

Me gustaría decir en primer lugar que creo que el libro se defiende por si solo, y tiene suficiente empaque para no necesitar esa comparación con Downton Abbey, y seguro que si os acercáis a él o si os habéis acercado ya coincidiréis conmigo en esta apreciación.

En segundo lugar espero estar con mi reseña a la altura de esta novela y sobre todo ser capaz de picaros la curiosidad sin fastidiaros la lectura, porque son tantos los giros inesperados que da, que creo que el lector debe llegar a ella sabiendo lo menos posible, o si puede ser sin saber nada, porque se disfruta mucho más. Es de esas novelas que vale la pena leer cuando salen publicadas y poca gente ha opinado aún sobre ellas.

El contexto histórico:

Son varias las cosas sobre las que creo que se sustenta el éxito de esta historia, o sus puntos fuertes, y me gustaría destacar la ambientación histórica, porque la he disfrutado muchísimo, pocos autores saben trasladarte a la época de forma tan amena y a la vez didáctica, sin ofrecer más datos de los necesarios y regalando al lector resúmenes que lo sitúan sin abochornarlo, sin ralentizar la lectura.

La novela comienza con la caída de Primo de Rivera, nos encontramos ante un periodo convulso de la historia de España, la sociedad tal y como se concebía hasta ese momento empieza a cambiar, se produce un choque de trenes a alta velocidad, la clase adinerada que pretende mantener sus privilegios y su estatus, y la clase trabajadora que harta ya de sobrevivir exige mejoras laborales y salariales. Y este choque terminará desembocando en la Guerra Civil, en esa lucha fraticida que me cuesta entender y que de alguna manera todavía colea.

A grandes rasgos esto sería extrapolable a toda España, pero la novela se centra en Jerez, tierra de vides, de uva, y vinos. Juan Pablo Cosano mezcla con gran acierto personajes ficticios con personajes de ficción, tienen solera en Jerez los apellidos de Gonzalez Byass y Domeq, como también los lectores sabrán reconocer al general Mola y otros que desfilan por estas páginas otorgándole gran verosimilitud.

El titulo de la novela es ya una gran metáfora, hace referencia al color de los vinos de Jerez y también a la riqueza que genera en la zona, no solo para los bodegueros que son los que salen más beneficiados, también dan trabajo a multitud de personas, hombres y mujeres en una época en que la mujer solía quedarse en su casa para no quitar el jornal al varón.

De la mano de la trama Juan Pedro Cosano nos narrará la influencia, económica, social y en ocasiones política, que en la Jerez de la época tenían los bodegueros, que en ocasiones extendía sus tentáculos fuera de la ciudad, la apertura de nuevos mercados en los que colocar los caldos, las luchas por el poder, e incluso los enfrentamientos entre las bodegas más importantes que en ocasiones sellaban un pacto de no agresión mediante matrimonios de conveniencia. También seremos testigos de las relaciones con Reino Unido.

Del nacimiento de los sindicatos, de las arengas para concienciar al obrero, de las huelgas que terminaron por paralizar las bodegas, del ingenio de los bodegueros para lograr desconvocarlas una vez las pérdidas ya eran demasiado cuantiosas. Del enconamiento entre esas dos clases sociales que terminó desembocando en la Guerra Civil y más tarde en una posguerra llena de represalias.

Al ser Jerez una ciudad tomada de forma temprana, la Guerra apenas se deja sentir, y por ello el autor se vale de saltos temporales, pero para que el lector en ningún momento pierda de vista el contexto histórico en el que se enmarca la trama, resume la situación en el resto de España, que poco o mucho afecta a Jerez y a su situación económica y política.


Unos personajes de carne y hueso

El otro punto fuerte de esta novela sin lugar a duda son sus personajes Juan Pedro Cosano tiene la habilidad de crear unos personajes que se salen del papel, personajes muy creíbles, ricos en matices y complejos. Personajes a los que ves crecer y transformarse, que parece que toman decisiones delante del lector, tiene el autor la habilidad de trasladar al lector a la trama de la mano de todos y cada uno de ellos, desde los principales a los secundarios.

Podríamos decir que los protagonistas absolutos son Beltrán de la Cueva y Villacreces y Mercedes Gavilán, conocida por Lele. Ambos son personajes antagónicos cuyos caminos no deberían haberse cruzado nunca, sin embargo la razón no siempre se impone al corazón.

Beltran es el personaje que me da la sensación que más evoluciona a lo largo de la trama, lo conocemos en su juventud, estudiando en Madrid, o más bien haciendo ver que estudia, mujeriego, carismático y un tanto tarambana, Beltran se dedica a vivir la vida y a malgastar dinero, Huérfano de madre desde el nacimiento, la relación con su padre es fría y sin embargo estrecha, es justo su desaparición la que da un vuelco a su vida y la que nos revela a un Beltran distinto, muy centrado, gran negociador, con pocos escrúpulos o ninguno, capaz de tomar las riendas de unas bodegas en las que solo tenía unas pocas acciones de uan forma podríamos decir poco ortodoxa.

El joven Beltran nos dará más de una sorpresa a lo largo de la lectura, y en muchas ocasiones nos preguntaremos donde quedó el canalla que conocimos en las primeras páginas. Su psicología es un tanto compleja, es un personaje con luces y sombras, quizás más de las segundas que de las primeras, un personaje para disfrutar descubriéndolo.

Lele Gavilán, es una joven obrera, que a pesar de su pobreza destila una gran felicidad, su única ambición ganar el poco dinero que lleva a casa y que hace la vida un poco más fácil a su familia. Su mente se tortura con unos ojos verdes, los de un señorito bodeguero al que no puede aspirar. Aún así se conforma con la compañía de un joven de su estatus social al que no ama, Antonio Barea. Su vida sufrirá un cambio drástico al perder el trabajo en circunstancias trágicas, y la ayuda del abogado de Bodegas Beaumont será providencial para el sustento de la familia Gavilán.

En un momento en que los ojos verdes de Beltran se cruzaran con los ojos negros de Lele, el universo de ambos quedará roto en miles de pedazos. El casanovas de Beltran intentará terminar con el candor de Lele, pero lo que ocurre lo vais a tener que adivinar vosotros.

Me ha sorprendido lo bien que el autor ha sabido plasmar la lucha interna que mantiene Lele, esa lucha entre el corazón y la razón en la que solo hay una perdedora, Lele.

Sonsoles Domeq: Una señora de la cabeza a los pies, a las damas de alcurnia se las educaba para casarse, llevar las riendas de una casa, criar hijos sanos y felices y hacer la vista gorda ante los escarceos de sus maridos. La posición de esta Jerezana es un tanto difícil, y en todo  momento se mantiene en su sitio.

Maravillas Obertos de Valeto: Prima de Beltran una mujer de armas tomar, acostumbrada a conseguir siempre lo que quiere sin importarle lo que arriesga, dará mucho juego.

Antonio Barea: quizás el personaje que menos simpatía me ha despertado no entendía su fanatismo, quizás era necesario comprender su pasado, lo mucho sufrido para poder ponerse en su piel, aún así no lo he conseguido. Novio de Lele, y cenetista se mete en la boca del lobo una y otra vez. Quizás lo que menos pude comprender es la reacción para con su novia al salir del calabozo. Pero en su cruz llevó la penitencia.

No son todos los que son, pero si los que yo he creído oportuno destacar, pero vale la pena ir descubriéndolos poco a poco, sobre todo por las sensaciones que despertarán en nosotros como lectores.

La ambientación espacial:

Podríamos decir que la ciudad de Jerez es un personaje más de esta novela, Juan Pedro Cosano nos da descripciones exactas y en ocasiones exhaustivas , no solo físicas de sus calles, monumentos y edificios importantes, también nos describe la luz, las sombras, los aromas y los colores que podemos encontrar. Tras terminar de leer esta novela piensas que de visitar Jerez serías capaz de reconocer los enclaves por los que hemos paseado a través de la pluma de Cosano, la calle Francos, el Casino Nacional o el Jerezano...

La mayor parte del color lo dan los viñedos, las uvas, el vino, el sol que se derrama por la ciudad haciendo que la riqueza fluya entre aquellos que regentan las bodegas. Cosano juega también con el aroma, Lele es una gran apasionada de los perfumes y de las esencias. También juega con la gastronomía de la ciudad, tanto de lo que se puede comer en las casas pudientes como en las trabajadoras. La contraposición es patente en todo momento, como forma de que podamos ver como inevitable ese choque de intereses.

A pesar de que la mayor parte de la acción sucede en Jerez, en ocasiones se trasladará a Madrid, quizás en esta ciudad donde mejor podemos ver los efectos de la guerra. Puesto que al principio de la novela el joven Beltran se encuentra en la capital de España, lleva una vida disoluta, Madrid cosmopolita y brillante atrae las riquezas, hay ambiente en las calles y en los bares. Esta situación cambia con la guerra y cuando Beltran recala de nuevo en la capital se encuentra una ciudad gris, que ha perdido la alegría, en la que deambulan muchos foráneos en busca de una vida mejor, es el Madrid de las cartillas de racionamiento y de los estraeperlistas.

También visitaremos Sevilla y Gibraltar, en todos los enclaves el conocimiento de Cosano nos será mostrado, podremos pasear junto a los personajes, vivir con ellos sus experiencias. Tendremos el alma en vilo y el corazón partido en más de una ocasión.

El estilo:

Cosano hace gala de un léxico cuidado, culto, lo que yo llamaría LITERATURA, así en mayúsculas, rescata palabras en desuso, palabras que podemos comprender por el contexto, pero aún así los curiosos disfrutaran buscando en el diccionario. Nos encontramos ante múltiples metáforas y aún así es una novela al alcance de cualquier lector.

La novela se divide en cuatro partes, cada una narra un periodo, no solo de la historia de nuestro país si no también de la relación entre Beltran y Lele, a su vez cada parte esta dividida en capítulos cortos, muchos terminan en puntos álgidos de la narración obligando al lector a leer un poco más y si las dos primeras partes cunden un poco, las dos últimas vuelan en las manos del lector ávido por saber de las suerte de los personajes.

El autor se vale de un narrador omnisciente, lo que sirve al lector para ver la trama desde todos los puntos de vista posible, hace gala de un cuidado equilibrio entre la narración y el dialogo y tiene unos giros sorprendente que agilizan la lectura y que  mantiene al lector atento en todo momento, sin que el interés por lo que cuenta decaiga en ningún momento.

No conocía la prosa del autor, es la primera novela que leo, sin embargo auguro que no será la última.

Conclusión

Nos encontramos ante una novela de ambiciones, de luchas familiares y de pocos escrúpulos, un periodo histórico convulso y unos personajes muy bien dibujados por el autor. Con estos ingredientes Cosano marida una trama que mezcla el amor, las convenciones sociales, la lucha entre la razón y el corazón en una sociedad muy encorsetada, como es la jerezana del siglo pasado.

Sin despeinarse y sin cansar al lector hace un retrato social, económico y político de la España de 1929 hasta la posguerra, todo ello macerado con una historia que hará vibrar a más de un lector.

Solo me queda recomendaros su lectura.


Esta reseña participa en la Yincana Historica. Conflictos belicos: Guerra Civil española

                                                                     


domingo, 28 de febrero de 2016

El tren de los huérfanos. Christina Baker Kline

Leí esta novela el año pasado, ya había casi declinado el reseñarla, ya no tanto por no tener frescas las impresiones, que las apunto nada más terminar la lectura, si no por el tiempo pasado desde la publicación de la novela. Sin embargo el otro día en twitter vi que ya iban, si no recuerdo mal por la segunda edición en formato bolsillo, y me dije, si todavía es una novela que la gente compra, ¿porqué no animar a quién pueda tener dudas?

Así que cogí mi libreta, releí mis impresiones, para refrescarlas volví al libro, y leí al azar unos cuantos capítulos, y me puse ante la pantalla del ordenador dispuesta a contaros mis impresiones sobre una novela que me cautivó por varios motivos, primero por sus protagonistas, una joven y una anciana, que a pesar de lo que pudiera parecer, tenían mucho en común y su encuentro podía ser beneficioso para ambas. También por narrar un episodio para mi desconocido de la historia americana, y como no por la forma de narrarlo, la prosa de la autora me ganó desde que comencé la lectura.

Por todo ello no me he resignado a que mi opinión se quedara en un cajón y he decidido compartirla con vosotros, igual suerte correrán otras novelas que se quedaron en borrador, o en meros apuntes, aquellas que crea que merezcan la pena saldrán a la luz.

La autor@:

Christina Baker Kline es novelista, ensayista y editora. Nació en Cambridge, Inglaterra, y se educó primero allí y luego en el sur de Estados Unidos y en Maine. Se licenció en Yale, Cambridge, y en la Universidad de Virginia, donde obtuvo una beca Henry Hoyns en Escritura de Ficción. Entre 2007 y 2010 una beca de la Universidad de Fordham le permitió dedicarse en exclusiva a escribir.

Sus ensayos, artículos y reseñas han aparecido en medios como el San Francisco Chronicle, The Literarian, Coastal Living, More y Psychology Today.

Además de El tren de los huérfanos, que ocupó el número uno en la listas de los más vendidos del New York Times, ha publicado las  novelas Bird in Hand, The Way Life Should Be, Desire Lines y Sweet Walter.

Vive en una vieja casa en Montclair, Nueva Jersey, con su marido y tres hijos.

Sinopsis:

Para evitar ser enviada a un centro de menores, Molly Ayer, de diecisiete años, se ve obligada a ayudar a una mujer de noventa a ordenar su desván. Al principio la tarea le resulta algo fastidiosa, pero a medida que revisa con Vivian Daly sus recuerdos y posesiones, descubre que ella y la anciana no son tan diferentes.

Desplazándose desde el Maine contemporáneo a la Minnesota de los tiempos de la Gran Depresión, El tren de los huérfanos es una novela inspirada en hechos reales que nos habla de pérdidas, de segundas oportunidades y de amistad inesperada.

El contexto histórico:

Me gustan los libros que además de entretenerme me ayudan a aprender, me descubren hechos históricos, o personajes ya sea reales o ficticios que me enamoren. Este es uno de ellos y es que la historia americana me es bastante desconocida y tampoco es que yo ahonde demasiado en el periodo histórico en el que se desarrolla

Los llamados trenes de huérfanos existieron y estuvieron vigentes desde 1854 a 1929. En los años cincuenta Nueva York esta sobre poblada de emigrantes, eran tiempos de hambre y epidemias muchos de ellos morían, y los niños quedaban desamparados. Los orfanatos se vieron desbordados. Pensaron que la solución sería reubicarlos, intentar encontrar para ellos una familía que los quisiera y los educara.

Por ello partían de forma regular desde ciudades ubicadas en la Costa Este estadounidense hacia las tierras de labranza del Medio Oeste, en el viajaron miles de niños abandonados, desde bebés hasta adolescentes, en busca de una vida mejor, pero no todos la encontraron. Y no todos lo hicieron voluntariamente. Después de muchos días en los trenes donde los mayores cuidaban de los más pequeños, cuando llegaban a las ciudades era bañados, vestidos y puestos en fila para ser exhibidos. Los que no tenían suerte volvían a subir al tren, hasta la próxima parada.

Los que más posibilidades tenían de encontrar una buena familia que los quisiera y los adoptara eran los bebés, sin embargo los más mayores tenían muchas papeletas para convertirse en mano de obra barata, y en ocasiones gratuita. Las familias que los acogían debían alimentarlos y darles una educación, las más de las veces esto último brillaba por su ausencia, y la comida era también escasa, muchos eran tratados peor que animales, incluso maltratados por aquellos que los acogieron.

Al profundo desarraigo que sufrían estos niños, había que sumarle que les era cambiado el nombre las más de las veces, si una familia los rechazaba volvía a comenzar para ellos el peregrinar y debían sentirse agradecidos. Al final de la novela la autora incluye el testimonio de algunos de esos niños que viajaron en esos trenes, niños que crecieron y se transformaron en adultos y a los que siempre les ha faltado algo.


Mis impresiones:

A pesar del tiempo transcurrido Nyamh, todavía regresa mi memoria, y pienso cuantos como ella viajaron a Estados Unidos en pos de un sueño y se encontraron con un infierno, de tener una familia a perderlo todo, en un país extraño, y con un color de pelo que suelen rechazar, puesto que nuestra protagonista es pelirroja y su pelo llama la atención, y no siempre para bien.

El tren de los huérfanos es una historia narrada en dos tiempos. Una trama se desarrolla en la actualidad, en ella nos encontramos a una joven cuya vida no es nada fácil, que vive en acogida desde que murió su padre y su madre se reveló incapaz de cuidar de ella. Arisca y siempre enfurruñada con el mundo, intenta que su imagen le sirva de escudo, aleje de ella a quién pueda hacerle daño, colecciona familias de acogida como otros coleccionan cromos. Su rebeldía le lleva a romper las normas donde va, hasta que llega un momento en que se ve obligada a hacer servicios a la comunidad o ingresar en un centro de menores.

Ayudar a una anciana nonagenaria a ordenar su trastero es infinitamente mejor, o eso piensa al principio, pero entre ellas no surge de forma inmediata la simpatía, las almas heridas es lo que tienen, siempre levantan muros que son difíciles de resquebrajar.

La otra trama se desarrolla en el pasado, desde 1929 hasta 1943, en ella la gran protagonista en Nyamh, nuestra anciana nonagenaria, que conocemos como Vivian Daly. Con ella viviremos su periplo desde Irlanda, hasta la Costa Este americana y mucho más tarde hasta el Medio Oeste, y la acompañaremos hasta su madurez.

Ambos hilos temporales son fácilmente reconocibles, y a pesar de ello la autora al principio de cada capítulo nos sitúa en la fecha y en el lugar en que se desarrollan. En la trama del presente la autora recurre a un narrador omnisciente en tercera persona que se centra en la perspectiva de Molly, sin dejar de lado la de la anciana. En la trama del pasado es la propia Vivian la que en primera persona nos narra su historia, por lo tanto es más intimista, también más extensa.

Cuando nos encontramos ante dos líneas argumentales es difícil conseguir el equilibrio de manera que una no eclipse a la otra, Christina no lo ha conseguido, la historia de Vivian es mucho más atractiva, y se impone, al menos en mi caso sí, a la del presente, en la que resulta complicado empatizar con Molly, pero también con Vivian al principio, sin embargo la pequeña Nyamh se gana al lector desde el principio, desde las primeras líneas que protagoniza.

La autora hace gala de una prosa ágil, cuidada, sencilla, en la que a pesar de la dureza de los tema que trata no se ceba en ellos, no los dramatiza, se limita a exponer los hechos, y a mostrarnos los sentimientos encontrados de esos niños que eran arrancados de lo que conocían hasta ese momento y llevados hacia una suerte incierta. La narración se combina con los diálogos, haciendo que la lectura fluya y que no decaiga en ningún momento, ni siquiera cuando se recala en el presente, mucho menos atractivo.

El que ambas protagonistas sean antagónicas y afronten de distinta manera su situación es parte de su atractivo. La vida ha sido dura para ambas, pero mientras Vivian siempre ha sido dulce, y muy responsable además de inteligente, Molly es más reservada, huraña, arisca, inconformista. La ilusión que pone Vivian en aprender, en sacar el lado positivo de todo, en tomar responsabilidades desde muy niña, no la muestra Molly, y sin embargo ambas tienen una infancia complicada, ambas han sufrido rechazo y no han vivido en el mejor de los ambientes, pero la forma de enfrentarse a ellos, hace que Vivian sea más afortunada que Molly.

Como ya he comentado es muy difícil empatizar con Molly, hay que ir avanzando en la lectura y conocerla para entender su forma de comportase, quizás por ello, porque sobre ser antagónicas son tan parecidas, entre ellas surge la amistad y la compresión, y nos regalaran momentos inolvidables, porque la vejez y la juventud no tienen porque siempre estar en extremos opuestos que no se puedan tocar.

La autora toma un hecho histórico, los trenes de huérfanos para tratar temas muy complejos, como las relaciones familiares, la importancia de conocer nuestro pasado para construir nuestro presente, el desarraigo, la pérdida de identidad, de los lazos afectivos, y como todo ello afecta en el desarrollo de una persona, en quién acaba siendo. El tren de los huérfanos es una historia de superación, de lucha contra la adversidad, de la capacidad de adaptación del ser humano, de segundas oportunidades y un canto a la amistad.

Por todo ello me parece una lectura recomendable, que no dejará indiferente al lector, que seguro que le toma cariño a esa niña pelirroja que termina convirtiéndose en una anciana que sigue mirando a través de esos ojos infantiles, que sigue acusando las pérdidas, que sigue soñando, y seguro que también termina queriendo a esa muchacha arisca que se refugia en los libros y que levanta muros para protegerse.

Conclusión:

Si además de entretenerte te gusta conocer episodios desconocidos de la historia, El tren de los huérfanos es una apuesta segura. Su lenguaje claro, sencillo y ágil te transportara a principios del siglo XX, a las dificultades que atravesaban aquellos que menos tenían, y te traerá de vuelta al siglo XXI, en que las circunstancias serán distintas, pero los que sufren siguen siendo los mismos.

Molly y sobre todo Vivian te robaran el corazón y el giro que da al final la historia te sacara una sonrisa que perdurara durante mucho tiempo.

Por si necesitas un empujoncito más te dejo el book trailer de la novela, espero lo disfrutes, sitúa muy bien el contexto de la novela y al menos a mí si no la hubiera leído ya cuando lo encontré me hubiera motivado a hacerlo.