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miércoles, 22 de junio de 2022

Será nuestro secreto. Empàr Fernández


Hay autores con los que sientes un flechazo tan descomunal que te apetece leer cuanto han escrito. Eso me pasó hace años ya, con Empar Fernández y le he ido siguiendo la pista, y leyendo casi todas sus novelas sean del género que sean.

Empar Fernández transmite como pocos autores sentimientos destructivos, esos que anidan dentro del ser humano capaces de aniquilarlos como persona, de destruirlos física y sicológicamente y les da esa sensación de realidad que traspasa el papel y se agarran a nuestra alma dejando una desazón impresionante durante toda la lectura.

Sabía que podía encontrar en Será nuestro secreto, porque ya había leído la trilogía de la culpa y aún así me ha envuelto en un ambiente irrespirable por momentos. Una realidad en la que todos y cada uno de los personajes escondían en su armario tantos cadáveres, tantos secretos, tantas sombras que no sabías hacía donde te podía llevar la autora. Como siempre ir de su mano hasta el desenlace ha sido un placer agridulce porque lo narrado en esta historia araña el alma, no sales indemne de su lectura.

Cuando el tiempo escasea, hay que saber apostar por buenas lecturas, ir a lo seguro, y en Al revés yo he encontrado esa editorial a la que acudir en momentos críticos. Mención a parte merecen las recomendaciones de la editora Mercedes Castro, he leído algunas novelas por recomendación suya, y voy a seguir haciéndolo en la medida de lo posible.

Últimamente me gusta adentrarme en las lecturas sabiendo lo menos posible sobre ellas, por ese motivo no leo las sinopsis, en algunas cuentan demasiado y te estropean giros y otros subterfugios que pueda utilizar el autor. Si eres de los que la sinopsis te ayudan a decidir si adentrarte en una historia piérdete entre sus líneas, si no salta ese epígrafe.

¿Quieres saber más sobre esta novela? ¿Me acompañas?


La Autor@:

Empar Fernández es profesora de secundaria y autora de novelas que abordan la historia europea contemporánea (Hotel Lutecia, Irina, La epidemia de la primavera), de obras de divulgación histórica de carácter local, de ensayos humorísticos y de numerosas novelas de genero negro escritas en solitario o a cuatro manos junto a Pablo Bonell.
Cabe destacar las novelas negras escritas en solitario: Sin causa aparente, La mujer que no bajó del avión, La última llamada y Maldita verdad (premios Tenerife Noir, Cubelles Noir y finalista del premio Hammet).
Recientemente ha publicado Som uns pringats, novela juvenil incluida también en el género delictivo.
Será nuestro secreto es la primera novela protagonizada por el veterano inspector de los Mossos d' Esquadra Mauricio Tedesco.

La podéis encontrar en:

Instagramm: @emparf1914

Twitter: @EmparFdez

Facebook: Empar Fernández

Sinopsis:

Noa, una tímida adolescente de catorce años, desparece tras una función escolar en el exclusivo colegio privado Saint Michael's School, al que acuden los hijos de los miembros más destacados de la alta burguesía barcelonesa como el empresario, y padre de Noa, Víctor Renom.
Cuando se hace evidente que Noa, una chica singular, empeñada en no contrariar a sus padres, no ha huido de casa, el subinspector Mauricio Tedesco pasa a encargarse del caso. Con su flema, sus silencios y desencanto, se sumergirá en esta trama que se irá enredando cuando comience a hacer preguntas y a descubrir todos los secretos que se esconden tras la apariencia, brillante e impoluta, de unas vidas expuestas al lujo y a la despreocupación, pero que también ocultan envidias, desamores e, incluso, la frustración de los deseos incumplidos.
Con una prosa directa, limpísima, siempre elegante y en ocasiones inusitadamente incisiva y poética, Empar Fernández desentraña, con el escalpelo de una mirada asombrosamente  observadora, la maraña de anhelos, ambiciones y hambre de poder que mueve a unos personajes a los que retrata, si embargo con una gran dosis de verdad, no exenta, por momentos, de delicadeza, ternura y hasta compasión.
Es esa mezcla de  desencanto y verismo, de realidad incisiva y, sin embargo, ausencia de rencor lo que hace de esta novela coral, al amparo de una trama criminal adictiva, una crónica asombrosamente ágil y certera de una élite atrapada en los demonios de la propia decadencia.


Mis impresiones:

Será nuestro secreto es una novela coral con personajes bien dibujados sicológicamente, profundos, reales, verosímiles, por sus páginas desfilan envidias, amores, desamores, hambre de poder, rencores y secretos, muchos secretos que condicionaron el pasado, el presente y determinaran el futuro de muchos de los personajes, pero sobre todo un sentimiento destructivo, anquilosante, demoledor, el miedo, que adquiere tal consistencia que se puede cortar, se puede palpar, se mete entre los pliegues y los poros de la piel creando una sensación en ocasiones molesta, paralizante.

Las desgracias unen o separan, la culpa es una costra difícil de arrancar. La sensación de desamparo que produce, el aislamiento, la desazón, ese dejarte arrastrar por la pena va destruyendo a unos padres que se comportan como dos islotes separados por kilómetros de distancia pero a la vez formando parte de un todo. Dos personas incapaces de procurarse consuelo, de apoyarse mutuamente. Un secreto que propicia un aislamiento mayor y entorpece la investigación de la policía y en medio de esta tormenta perfecta un niño que no entiende muy bien la situación, pero sabe que algo tan grave está pasando que mejor se mantiene al margen del deterioro físico y mental de sus padres.

Pero Empar no se conforma en retratar minuciosamente a la familia Renom, lo hace también con el personal del colegio y el alumnado, con los policías encargados de la investigación, cada uno de ellos tiene sus filias, sus fobias, su carácter, una forma de ser y de comportarse que no te resultara como lector indiferente, con unos conectaras y con otros no podrás hacerlo en absoluto. También entre los investigadores planea una especie de sombra negra, cada uno arrastra un pasado, un motor de vida, cada uno de ellos esconde algo de si mismo que vamos descubriendo conforme avanza la investigación.

Esta es una novela que se cocina a fuego lento, a la que le cuesta arrancar y en cada página se respira la angustia, la desesperación, los reproches, parece que no vamos a ninguna parte, que la investigación no avanza, solo lo hace el deterioro de los personajes. La autora nos va filtrando la información de forma pausada, creando expectación, para en un momento dado soltarte un sopapo que te hace despertar de golpe, ponerte alerta, jurar en arameo, buscar respuesta a las miles de preguntas que te asaltan. Te deja el alma hecha jirones y vagando en busca de una verdad que uno de los personajes intuye, y el lector parece tener un poco más clara, pero solo lo parece.

A partir de ese primer giro, la sensación del lector es que todo se precipita, y sin embargo sigue su curso, con la misma rapidez o lentitud que antes, porque en realidad es una mera percepción, parece haber pasado una eternidad y solo lo han hecho unos pocos días. Empar Fernández te sigue arañando el alma, sigue dosificando una información que tienes completa demasiado tarde, cuando comprendes que no vas a poder parar el devenir de los acontecimientos, pero ni tu ni nadie. Porque hay motores muy potentes capaces de mover montañas y convertirnos en lo que no somos. Motores que nos impulsan a tomar decisiones drásticas, así son el amor y el odio, dos caras de una misma moneda, tan lejos y a la vez tan cerca que los separa una fina línea. El poder destructivo de ambos es infinito y no somos capaces de darnos cuenta hasta que es demasiado tarde.

La realidad de los colegios de élite, las miserias de esos estudiantes pudientes, con oropel y los mismos problemas o incluso peores de los que tiene cualquier estudiante menos afortunado, la presión de la alumna e hija perfecta tras la que se esconde un miedo irracional, lejos de las únicas personas que lo pueden disipar. Cada lector puede bucear en una parte del libro pero en su conjunto, tanto si buceas en el colegio, en la comisaria o en la familia Renom, el resultado es brillante, es una novela bien hilvanada, con unos ingredientes bien escogidos, con un componente sicológico brutal, con una denuncia social subyacente impresionante y unos investigadores que espero hayan llegado para quedarse porque aunque entre ellos habitan las antípodas como equipo lo bordan.

Con la precisión de un cirujano, una prosa aséptica y alguna concesión a lo poético, pero sin subterfugios y florituras innecesarias la historia que nos cuenta Empar Fernández es de las que todos pensamos que no nos puede alcanzar, que esas cosas solo le pasan a los demás y sin embargo la realidad es tan tozuda que se empeña en demostrarnos que un error puede ocasionar que cualquier desgracia se pueda cebar con nosotros, que no son aleatorias si no bien estudiadas.

No quiero desvelaros más, solo que estas pocas pinceladas os lleven a adentraros en una historia que duele, que en algunos momentos asfixia, que te envuelve en una telaraña de sentimientos difíciles de gestionar. Y sin embargo, si bien lo analizamos es un reflejo de la sociedad en la que vivimos, con su hipocresía, con sus virtudes publicas y vicios ocultos cual moral victoriana. Lo que se calla, lo que se oculta no ha sucedido, craso error, con silencio no se puede tapar nada, porque siempre hay alguien dispuesto a tirar de la manta.

¿Te animas a leerlo? ¿Te has sumergido ya entre sus páginas? ¿Te ha gustado tanto como a mí? Venga no seáis timidos y compartid vuestras impresiones conmigo.


Conclusión:

Si has llegado hasta aquí, si he conseguido picar tu curiosidad con lo poco que he contado, no me queda más que recomendarte  Será nuestro secreto, como lector el secreto que desencadena todo lo descubrirás en el momento adecuado y te quedarás o no tan sorprendido como yo, porque el titulo en si para mí también es un juego.

Le auguro larga vida a Mauricio Tedesco y a su equipo, no me gustaría vérmelas con David, pero aún así ya estoy esperando su siguiente investigación, que espero no tarde demasiado en llegar.

Quiero aprovechar para felicitar a Al revés por el tino que tiene al elegir las obras de su catálogo, para mi es siempre una apuesta segura.

miércoles, 16 de diciembre de 2020

Durante la nevada. Luis Roso


Tenía ganas de reencontrarme de nuevo con la prosa de Luis Roso, y con un nuevo caso de su inspector Trevejo, puestos a pedir, un completo por favor. Cuando cayó en mis manos Aguacero poco podía imaginar que este joven escritor se convertiría en uno de mis autores de cabecera, me gusta como escribe y las épocas en las que ambienta sus novelas. La forma en la que traza sus personajes, y las distintas personalidades que les otorga, su prosa directa, la construcción de los diálogos. Los guiños que se encuentran en sus novelas.

Sorprende cuando menos que una persona tan joven ambiente en un periodo más o menos reciente de la historia de nuestro país y por ese motivo con tantos claroscuros, ya lo hizo en su serie Trevejo, perdonad el atrevimiento de bautizarla, y vuelve a hacerlo en Durante la nevada, metiéndose de lleno en los primeros pasos de la Transición española. Y no contento con ello elige como protagonista a un periodista Miguel, uno de pura raza, con escuela y carisma, maleado y que ha vivido en su piel los estragos del franquismo, y lo contrapone a una joven periodista idealista que se ahoga bajo la sombra alargada de su progenitor, miembro del ejercito. Forman un tándem muy atractivo la fuerza de la juventud con la prudencia de la experiencia.

Una historia que a mi me ha llegado muy hondo, será porque el mundo del periodismo siempre me ha atraído, será porque me veía reflejado en ambos personajes, será porque me imaginaba en todo momento en su piel y pensaba como hubiera encarado yo cada situación. Hay tantos motivos para recomendar Durante la Nevada, hay tantos para perderse entre sus páginas y disfrutar de una historia en la que la acción y los diálogos le ganan protagonismo a la descripción que si aún no he logrado convencerte, quédate porque aún me quedan balas que disparar.

El autor:

Luis Roso nació en Moraleja, Cáceres en 1988, es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad
de Salamanca y en Filología Inglesa por la Universidad Autónoma de Barcelona. Su primera novela, Aguacero, fue elogiada por la critica y galardonada con el premio Tuber Melanosporum en el festival  Morella Negra a la mejor novela negra novel del año 2016. A esta le siguió Primavera Cruel, publicada en el 2018. Actualmente trabaja como profesor de secundaria.

Sinopsis:

En las Navidades de 1968, el cuerpo de la joven Rebeca Sanromán fue hallado en una laguna helada de las inmediaciones de un pequeño pueblo de montaña al norte de Burgos, sin que se hallara nunca al responsable de su asesinato.


Diez años después, dos reporteros de un diario provincial viajan hasta el lugar para escribir un artículo sobre el crimen: Miguel un periodista de raza, formado en los años más oscuros del franquismo, y Esmeralda, una joven idealista criada a la sombra de sus estricto padre.


La investigación periodística, que se preveía anodina, pronto se convertirá en una compleja trama en la que Miguel y Esmeralda verán peligrar sus carreras profesionales y hasta sus propias vidas, mientras que el país entero bulle por los vertiginosos cambios políticos y la violencia desatada en los primeros años de la Transición democrática.


Mis impresiones:


Nos encontramos ante una novela policial aunque su protagonista no sea un policía, a través de la investigación periodística de un crimen sobre el que todos guardan silencio para de una forma u otra proteger a alguien querido, o por que un día aceptaron dinero a cambio de su silencio. Luis Roso consigue transmitirnos la opresión del mundo rural, del que dirán, la esclavitud de ser observado por todos y cada uno de los vecinos. Un mundo cerrado, agreste, árido como la aldea en la que vivía Rebeca y sigue viviendo su tío, único habitante desde hace años.


Aunque no se puede considerar una novela rural, porque el pequeño pueblo es uno de los muchos enclaves en los que transcurre la novela, el autor plasma los males endémicos de la España vaciada en las quejas de sus personajes secundarios. Se sienten olvidados por la administración, sin calidad de vida y con las mínimas comodidades y así los jóvenes se van, abandonan el pueblo y vuelven lo menos posible. La nieve, el silencio, el camino áspero hasta Las Sabinas, esa mentalidad tan cerrada, Luis Roso maneja a través de esas descripciones la opresión que Rebeca Sanromán sentía en su pueblo, como se le quedaba pequeño y la ahogaba como al resto de jóvenes, solo que ella no tenía muchas oportunidades para escapar.


Me gustan las novelas de periodistas y no suelo tropezar con muchas. Me ha gustado ver reflejada la realidad socio-política española a través de la prensa, de las noticias que se publicaban tanto en España como las que llegaban del extranjero, nuestro país era un polvorín y no éramos conscientes de ello, los acontecimientos se sucedían a una rapidez que no siempre era posible plasmarlo en las páginas de un periódico, pero esa inmediatez se ralentizaba lejos de la capital, donde no siempre llegaban todas las noticias, donde aprehender la realidad a veces era muy complicado. He disfrutado en la redacción del periódico, en la cueva del director y hasta en el archivo, que es el alma de todo publicación periódica de antaño. Me ha deleitado la frescura y lozanía de Esmeralda en contraposición a la sensatez y cautela de Miguel.


Muchos son los temas que tienen visibilidad en este libro, nos encontramos ante una época convulsa, la apertura de España todavía es tímida, Miguel la mira con mucho optimismo pero con los pies en el suelo por que no espera cambios muy bruscos, ETA siembra el terror en el País Vasco, pero también fuera de él, las prebendas que el franquismo repartió siguen funcionando, sobre todo en los pueblos pequeños donde parece que todo sigue igual y tenemos a un cacique que se conduce como un pequeño dictador, haciendo uso de los bienes y el dinero publico en su beneficio, pensando que todo va a seguir siendo igual, que a pesar de todo los cambios no van a llegar. El rol de la mujer en el mundo rural donde están condenadas a hacerse cargo de sus mayores a cambio de unas pocas migajas con las que los varones limpian sus conciencias, en contraposición la independencia de Esmeralda que sueña con librarse de la alargada sombra de su padre y la de Beatriz, la mujer de Miguel que se ahoga en Burgos porque no encuentra trabajo y no es una buena ama de casa. La huelga de futbolistas que logró eclipsar cualquier actualidad política a pesar de que lo que estaba en juego era la sanción de la Constitución. Las primeras huelgas sindicales, los tejemanejes de los empresarios para no ser devorados por el nuevo régimen, la realidad del País Vasco, el impuesto revolucionario, la violencia, y hasta un sicario se toma la justicia por su mano.


Luis Roso se sirve de la narración en tercera persona, a través de la mirada de Miguel, como protagonista único con unos secundarios de lujo. Casi todos los personajes están bien dibujados, con matices psicológicos y físicos muy claros. A Miguel lo aprehendemos por su forma de actuar y a través de sus ojos y de los diálogos vamos conociendo al resto de personajes. Si hay uno que me fascina es, Beatriz, esa mujer independiente, que un buen día tiene que abandonar su trabajo para seguir a su marido, que sacrifica su libertad económica e incluso física, sin grandes alardes, que intenta empezar desde cero en una ciudad pequeña, se empeña en ser una buena ama de casa, y cocinar aunque no ha sido llamada por ese camino. Que comprende a Miguel y lo apoya en todas las decisiones que toma. Beatriz es la mujer menos tópica de la época, pero también lo es Miguel, ese periodista que no me hubiera importado ser, un hombre que respeta las opiniones de su mujer, capaz de ver sus defectos y aún así amarla con más intensidad.


Merece la pena descubrir a todos y cada uno de los personajes pero si hay uno en torno al cual gira toda la novela y conoceremos a través de unos y otros es Rebeca Sanroman, la gran desconocida de esta historia un puzzle que armar. Una muchacha que se ahogaba en un pueblo sin oportunidades, carente de formación pero dueña de una belleza y un físico espectacular. Victima de los dimes y diretes de un pueblo en el que todos se conocen y se ven con el derecho de opinar sobre todo. Rebeca es la gran desconocida y también la gran damnificada de esta historia. Una en la que dos periodistas intentan reconstruir quien fue, y que al tirar del hilo ponen en peligro sus carreras profesionales y algo más valioso aún su vida. Una realidad que merece ser contada, investigada, pero ¿A cualquier precio?. Y ante la falta de posibilidad de contarla en un periódico, Miguel decide embarcarse en novelar la vida de la muchacha para descubrir quién fue y qué le pasó. 


De esta forma Luis abre una nueva subtrama, porque Miguel es periodista, no ha escrito nunca literatura y por ese mismo motivo tiene dudas, se atranca, sus personajes no terminan de despegar, sufre el síndrome de la página en blanco, tiene miedo a no ser capaz, a no dar la talla, llega a puntos muertos que algún acontecimiento pone en marcha. Me ha gustado mucho esa parte, su yo autor. He sido capaz de meterme en sus zapatos, de habitarlos para llegar a la conclusión de que no se si sería capaz de algún día escribir una novela, porque tengo sus mismas dudas, me hago sus mismas preguntas, pero sin haber escrito una sola línea.


Aunque la investigación la lleven periodistas no por ello las fuerzas del orden dejan de intervenir. Nos encontraremos con un guardia civil jubilado por las heridas sufridas en un atentado de ETA y con un inspector de policía poco convencional, obcecado en una línea de investigación, sin ser capaz de atender a razones ni abrir otras líneas. Ambos le otorgaran a la trama otra visión, abrirán nuevos campos de investigación, harán que nuestro protagonista pase por momentos que desearía olvidar y que nuestra joven reportera se crezca ante las dificultades sin tener demasiado en cuenta el sentido común.

Unas fuerzas del orden en plena reestructuración en las que el viejo orden convive con la apertura y que crea unos dualismos a veces difíciles de entender.


Luis Roso nos regala una novela documentada y al mismo tiempo cocinada con tanto mimo que esta se ensambla en la narración y en los diálogos de la forma más natural. Hay tantos claroscuros en la época en que ambienta que intenta no profundizar demasiado, no meterse en charcos que puedan empequeñecer la historia de ahí que utilice esa tercera persona, en lugar de la primera a la que nos tenía acostumbrados en Aguacero y Primavera Cruel, de ahí que sea menos descriptiva, a pesar de que logra transmitir la opresión del mundo rural y también el miedo  que sienten tanto el guardia civil como nuestros periodistas, la desazón del empresario que teme que todos sus logros se queden empañados, la culpa que siente Mario.


Son tantas las sensaciones que se experimentan a lo largo de la lectura, o al menos las que yo he sentido que solo por eso ya ha merecido la pena este viaje al corazón más profundo de los primeros años de la Transición, ese viaje espacio temporal por la España profunda, por una pequeña capital de provincia, por el populoso Madrid y también al París de 1968 con su famoso Mayo. No sé si he sabido hacer justicia a una novela que me ha parecido redonda en muchos aspectos, una historia que me ha confirmado a su autor como un valor a tener en cuenta, que su éxito no fue flor de un día y de un personaje redondo, si no que tiene recursos, y puede hacernos pasar horas de verdadero deleite lector.

Conclusión:


En estos días en los que viajar no es una opción la literatura nos da una vía de escape, un plan inmejorable, así que si te apetece trasladarte a la España de finales de 1978 y principios del 79, si te apetece embarcarte en una investigación periodística en la que la acción y los diálogos mantienen al lector enganchado a la trama, sin duda, Durante la nevada es una buena elección.


Una mirada impersonal al mundo rural, a sus rémoras de antaño y de ahora, aunque parece que con la que está cayendo algunas familias jóvenes estén volviendo sus ojos a los pueblos en busca de una mayor libertad para sus pequeños.


Espero haber sido capaz de convencerte para perderte en las líneas de una historia bien documentada, bien tramada y bien finalizada, con personajes bien dibujados y para mi entrañables. Una mirada al pasado más reciente que por edad apenas viví, porque era muy pequeña, pero en el que me gusta perderme en la ficción.