Una de mis grandes pasiones literarias es la India, cada vez que me adentro en su historia disfruto muchísimo, hay autor que tiene la peculiaridad de hacerte llegar los aromas y los colores de este país de forma tan intensa que parece que estas allí y sin embargo estas a miles de quilómetros sentada en un sofá, sumergida en la lectura de una novela. Este libro en concreto gira en torno a la construcción del majestuoso edificio que el emperador Sha Yahan ofrece en prenda de amor a su difunta esposa. Un edificio majestuoso de mármol blanco, oro y piedras preciosas. Un dispendio en una época en que la sequia asolaba el país y en las aldeas la gente moría de hambre… nada paró la enajenada mente del monarca que se rodeo de los mejores artesanos y no escatimó en gastos para conseguir su más preciada joya, el Taj Mahal.
Junto al hambre que azota las aldeas, un siniestro personaje conspira para robar las joyas con las que el emperador esta adornando la tumba, se sirve para ello de todos los ardides y no duda en ningún momento en comprometer el honor de una princesa rajputa, viuda de un joyero francés, un artesano con gran prestigio, que deja a su mujer en una situación precaria al emperador enemistarse con los cristianos y esta haberse convertido a esta religión para estar más cerca de su marido, y también esquivar la tradición india por la que una mujer es incinerada con su marido a la muerte de este
De la mano de Christian Petit, podemos viajar por las aldeas indias, recalar en la capital, disfrutar de los aromas y la sensualidad del Mina Bazar, sumergirnos en el polvo y en los ruidos de los alrededores del Taj Mahal donde se alzan las tiendas de los artesanos que labran el mármol, de los que colocan las piedras preciosas, o trabajan el oro, de los herreros, alfareros…
También descubriremos la situación de la mujer en la India, lo fácil que era engañar a una familia necesitada para que cediera a su bonita hija para una zenana, cuando en realidad la estaban dando para la prostitución. El incierto futuro de las niñas huérfanas, la corrupción de los colonos que habitaban la India en la primera mitad del siglo XVII.
Conviviremos con los elefantes tan necesarios para el traslado del mármol desde la cantera hasta el enclave en construcción, descubriremos que son animales rencorosos, incapaces de perdonar el daño sufrido. Descubriremos los distintos usos que le da el emperador, quizá el más curioso sea el de ser verdugo de la gente a la que condena a muerte. Descubriremos las necesidades de estos animales, su nobleza, y su bajo fondo, los adoraremos y llegaremos a odiarlos y todo ello en el transcurso de un viaje corto pero intenso por este país asiático.
Sin duda estamos ante un gran conocedor de este periodo de la historia de Asia, de un enamorado que ha sabido conjugar con mano maestra una cuidada ambientación oriental con el sensual erotismo de la época, para construir una aventura intrigante en torno a la construcción de una de las siete maravillas del mundo.
Los personajes están dibujados con guante blanco, de ellos sabemos tanto de sus físico como de su carácter, nada se deja al azar. Quizás los personajes femeninos estén más detallados que los masculinos, puesto que en unos son importantes el físico y en los otros su carácter. Pero los femeninos tienen todos una gran fuerza y un detalle inusitado.
Las tres niñas coprotagonistas de la novela tienen una ternura a la vez que valentía que empuja a empatizar con ellas. Tara, Luz de luna y Maya, son tres muchachas con un sueño parecido, pero diferentes entre sí, cada una de ellas atrae por un motivo diferente. No dudan en enfrentarse a su destino, Tara quiere ser talladora como su padre, pero a la mujer no se le permite aprender un oficio, tramara un sinfín de ardides para conseguir aprender y entre ellos el disfrazarse de muchacho… Maya le secunda en el atrevimiento cuando descubre que ha robado las ropas de su hermano. Luz de Luna es una niña sordo muda que ha sufrido mucho, que encuentra la estabilidad al lado de la princesa rajputa que cree que es la hija desaparecida de su difunto marido. Aprender a comunicarse con ella es todo un reto que al final verá cumplido.
Pero si un personaje tiene fuerza, ese es la princesa Sanjana, afligida por la desaparición de su marido, sabiéndolo muerto sin tener constancia de ello, ve desfilar sus días en torno a sombras que la acompañan a todas partes. La llegada de Flor de luna le supone un alivio y un reto al que enfrentarse. Víctima de un engaño y una vez el emperador le ha retirado la asignación de su marido por ser cristiana, Sanjana tiene que sacar fuerzas para emprender un peligroso viaje que le restituya el honor y le permita recuperar la fortuna perdida.
De los personajes masculinos destacaría por su maldad a Enguerrand de Morteville, un francés que disfrazado con una máscara roja, se convierte en el jefe de unos bandidos que sueñan con la fortuna que el emperador esta dilapidando en la tumba de su esposa. Un personaje siniestro, capaz de las más bajas vejaciones, y de infligir muerte y dolor a partes iguales sin temblarle el pulso. Su destino es digno de un bandido.
La novela está escrita en tercera persona del singular y en pasado, los diálogos la dotan de agilidad, y frescura, para ser una novela bien documentada no se hace pesada en ningún momento. El único pero que le pondría es el glosario al final del libro, hubiera preferido que las notas estuvieran a final de página, más rápido de consultar y menos pesado…
Como broche final a esta novela triunfa el amor y se almibara un poquito, pero hasta esto es perdonable, puesto que en conjunto es una gran novela, repleta de aventuras, de intrigas y misterios, que van resolviéndose al tiempo que avanza la trama y quizás un final así era necesario después de tanta crueldad y maldad.
Si te apetece viajar a la India a lomos de elefante, aprender a bailar, pasearte por el Mina Bazar, deleitarte con el avance de las obras y descubrir todos los entresijos de la corrupta política colonial de la época, sin duda este es tu libro… A que esperas?