miércoles, 31 de marzo de 2010

Ahí le han dado!!!

Eso fue lo que pensé cuando leí La noche del tamarindo, un post que en un principio no tuvo muchos comentarios pero que yo recuerdo con cariño, porque la novela me hizo pensar muchisimo, eso de crear una ficción para poner sobre el tapete los males de la sociedad actual, me pareció muy original. Hoy me propongo rescatar uno de los fragmentos que aisle, y descontextualice de la novela porque me pareció que refleja al ser humano a la perfección.
La belleza es, entre las cualidades excelsas del ser humano, la única que puede apreciarse con los ojos. Las demás pueden sentirse, pueden emocionar y sublimarse, se pueden reconocer... Pero sólo la belleza aparece ante nuestros ojos con la fidelidad de un árbol, de un atardecer o de una llanura de corales en el fondo del mar. El ser humano puede poseer el don de la bondad, y los demás lo valoran; o un pensamiento puede constituir la verdad, y se acepta; alguien ser inteligente y cabe apreciarlo. La bondad, la verdad, la sabiduría, la maldad, la virtud, la simpatía, la laboriosidad, la eficacia son cualidades por todos reconocidas. Se comprenden, se aceptan, se valoran. Pero sólo la belleza deja de apreciarse con los sentidos, sea el oído, la vista o el tacto... La belleza: todos los dioses permitieron crearla para rodearse de ella. Y los mortales, cegados por su esplendor, la persiguen y la idolatran igual que que a un dios eterno. Sólo el corazón perverso no se deleita con ella, si no que la aborrece porque resalta aún más su maldad; el corazón enfermo tampoco repara en ella, porque pierde su valor frente a la necesidad de recobrar la salud, lo único que importa; y el corazón herido por el desamor la desprecia, porque ha dejado de poseerla y su dueño será otro. Pero el corazón noble conoce que la vida existe para ser alimentada con bocados de belleza, aquellos que se plasman en un cuadro, se componen en una melodía, se escriben sobre papel o se descubren, ingenuamente, en la Naturaleza, que la diseña porque no sabe hacerlo de otro modo.
Al igual que en la Naturaleza nace espontáneamente la hermosura, imitada por el ser humano desde los principios de la civilización, la belleza es buscada allá donde se encuentra y requerida para poseerla, aunque sea de forma tan efímera como que dura la observación de un cuadro, la interpretación de una melodía, la lectura de un poema, o la visión de un ser humano hermoso. Los griegos la esculpieron, los romanos la cincelaron, los árabes la veneraron y los románticos se quitaron la vida por ella. La belleza puede verse y mostrarse es la cualidad humana que se presenta ante los ojos sin avisar y entonces el corazón sabe que ha quedado preso. No hay sublimación intelectual más elevada que la veneración de la belleza. Por ella cabe matar; y morir.
La belleza cuyo canon es muy cambiante se representa en las bellas artes, y su ideal es imitado hasta la saciedad por ciertos sectores de la sociedad más proclives a ellos, supongo que hay una edad para cada cosa y que hay personas que miran más las modas porque no es otra cosa que otras, sea como sea, este es uno de los fragmentos de este libro que me han hecho reflexionar, los demás los entresaque en la reseña de la novela en cuestión y tampoco tienen desperdicio.
Hay pocos libros que me hayan dejado poso después de su lectura, y este es uno de ellos, disfrute con su lectura, pase por todos los estadios posibles, desde la indignación, la tristeza, la ternura, la alegría, de todo un poco durante sus páginas y mi cabeza en constante ebullición de pensamientos

sábado, 27 de marzo de 2010

Si los muertos no resucitan


Mi vuelta al género negro que tantas satisfacciones me ha dado, no ha podido empezar con mejor pie. Hace tiempo que leyendo otros blogs empecé a conocer a otros autores de novela negra que yo no había oído ni mencionar, practicamente me había encasillado en los cuatro o cinco que me gustaban y de vez en cuando por arte de magia en alguna librería descubría a algún nuevo autor, en los últimos años la novela policíaca se ha diversificado tanto en las estanterías y ha hecho tantas incursiones en otros géneros, que encontrarla en estado puro es un poco complicado y para mi sorpresa, he vuelto al genero negro con una novela genuina, sin toques de otros géneros y sin el socorrido toque romántico que ahora impera. Y con ello no quiero decir que no haya amor que si lo hay... pero con otros tintes.

Me gusta leer las sagas por el principio, sin embargo cuando me encontré con este libro que fue premio novela negra RBA 2009 no me plantee que me iba a encontrar, y rompí con otra regla, por dios Hilario no se me escandalices de nuevo, es que ultimamente ando algo revoltosa. Esta es la sexta novela de la serie Berlin noir, que en principio fue concebida como una trilogía. Los dos primeros titulos los tengo en mi estantería, y entonces porque empecé por el sexto?, pues porque me enteré de esa información cuando ya llevaba casi doscientas páginas leídas, y no me merecía la pena soltar una novela que me había atrapado de esa manera.

Esta novela es una critica social de la sociedad alemana que se adentra en el nazismo, esta ambientada en el Berlin de 1934. La verdad que es un libro muy descriptivo y dudo que se pueda encontrar un documental, informe o ensayo en el que se describa y al mismo tiempo se descubra el nazismo en sus primeros pasos de asentamiento. Nos cuenta el día a día, como una radiografía de la sociedad, su visión del mundo.

Este libro esta estructurado en dos partes claramente diferenciadas y sin aparente conexión entre ellas. La primera de ellas es para mi también la más oscura y la que más me ha costado de leer. Esta ambientada en el Berlin de la era preolimpica. Bernie Gunther, es detective del hotel Adlon, trabajo al que se ve abocado después de dejar la policía criminal alemana, la KRIPO, al no simpatizar con las SS y las SA con las que tendría que haber compartido espacio, y por su negativa a abrazar el incipiente nazismo que ya comenzaba a imponerse. Me he encontrado con un detective cínico, con una ironía morbosa, con una valentía fuera de lo común, un abogado de causas perdidas, un defensor de sus principios aunque en ocasiones se veía impelido a aceptar algunas reglas en aras a la supervivencia. Si algo se le puede reconocer a Gunther es su olfato para agarrarse a la vida.

La llegada al hotel de una periodista norteamericana, Noreen Charamlabides, amiga de la directora de Adlon, para escribir un reportage sobre las injusticias racistas del régimen de la Wehrmacht y asi favorecer el boicot de los Estados Unidos a la candidatura de Berlin como sede Olímpica, les llevará a descubrir una trama de corrupción económica que afecta a altas esferas del nazismo y empresarios americanos, y también a autoridades alemanas y americanas del comité olímpico. Todo ello regado de cadáveres, y surge la sorpresa cuando no todos ellos son judíos.

En el recorrido que ambos personajes hacen por las calles de Berlin es posible detectar el miedo, ver las bases sobre las que se sustentaba el regimen que sembraba el terror, que empezaba a expanderse como una mancha de aceite. Es posible conocer a la gente que se paseaba por el Berlin de 1934, los que abrazaron el nazismo sin concesiones, los reticentes, los judíos desamparados y a la búsqueda de un trabajo que les permitiera alimentar a sus hijos, las triquiñuelas de los mandos policiales, la dureza de los oficiales nazis. En una palabra muy sonora CORRUPCIÓN, salpicada de un terror introducido a golpes de injusticias.

Sus investigaciones les llevan incluso a arriesgar su vida, y la norteamericana tiene que salir urgentemente de Alemania, dejando un corazón partido y un alemán luchando por su supervivencia, dejo el resto para que descubráis una historia tan emocionante como oscura y a tramos dura, por el uso del lenguaje.

La segunda parte ya he comentado que aparentemente no tiene conexión con la primera, veinte años después en la Cuba de Batista, Gunther es una persona mucho más cínica, llega a la isla con un nombre falso y un visado argentino-germano. En la dictadura cubana se esconde de una orden de búsqueda y captura dictada por Viena, por el asesinato de dos mujeres. Allí se vuelve a reencontrar con Noreen que se ha separado y ha adoptado su apellido de soltera y es una consumada escritora. Otro personaje que le da continuidad a la trama es Max Reles un gangster americano dueño del un hotel -casino y socio de Batista.

El cambio de escenario introduce otros olores y colores, pero no cambia la esencia de la novela, por la dictadura cubana, y se deja entrever la urdidumbre del régimen castrista, Gunther vuelve a estar en su sitio, nada contra corriente y guarda la ropa, se vuelve a ver inmerso en situaciones comprometidas. Lucha por volver a su Alemania natal, no acaba de acostumbrarse a la isla pero el curso de los acontecimientos amenaza con mantenerlo cautivo en la isla y de un amor que ya no es correspondido y que le causa mucho sufrimiento.

Esta segunda parte para mi ha sido más ágil, más fácil de leer, o quizás mi ansia por saber que iba a pasar me hacia devorar página tras página en uno se esos momentos en los que la tensión ya era palpable me fui hacia las páginas finales para ver como se iba a desarrollar la trama, un vicio nada sano la verdad.

Tengo mis reticencias hacia los premios, crean muchas expectativas y en ocasiones sólo son estrategias de marqueting pero en esta ocasión el premio ha sido merecido, la novela es impecable y ahora me ha picado el gusanillo de leer las otras novelas del autor, pero eso será dentro de un tiempo, ya que como las dos primeras son mías puedo acometer su lectura en época vacacional.


Rescato un parrafo que me ha llamado poderosamente la atención y que da sentido al titulo de la novela.


Algunos morimos en un día. A otros les cuesta mucho más. Años, incluso. Todos morimos como Adán, eso es cierto, pero no todos los hombres vuelven a la vida como Ernest Hemingway. Si los muertos no resucitan, ¿Que pasa con el espíritu del hombre? Y si resucitan, ¿Con qué cuerpo volveremos a la vida?. No tenía respuestas para eso. Nadie las tenía. Si los muertos resucitasen y fueran incorruptibles y yo pudiese cambiarme por otro en un abrir y cerrar de ojos, puede que, sólo por morir, valiera la pena dejarme matar o quitarme la vida.

Cuando llegue a la Habana, fui a Casa Marina y pasé la noche con un par de chicas complacientes. No me quitaron ni un gramo de soleda. Sólo me ayudaron a pasar el rato. El poco del que disponemos

jueves, 25 de marzo de 2010



Se que no es propio de mi hacer disgresiones de este tipo en este blog, sobre todo porque tengo otro donde poder hacerlas, pero la verdad después de tanto tiempo parado, la mayoría de mis lectores no lo siguen y escribir para mi solamente o algún despistado la verdad es que no me apetece. Así que con vuestro permiso, y espero que no me tiréis muy fuerte las orejas, paso a romper las normas que me impuse en su día, y espero que sea un excepción.


Desde que deje el mundo del periodismo no escucho la radio mas que en el coche, puede que sea simplemente por morriña hacia un trabajo que me llenaba, puede que sea por falta de costumbre, puesto que casi nunca he sido oyente de ella, ya que me saturaba en largas jornadas ante el micrófono, o bien detrás de ellos. La cuestión es que desde que no trabajo tengo pocas oportunidades de oírla, porque conduzco menos, ayer camino de la capital para hacer unas compras de rigor, era temprano y tenía puesta la Ser en el programa Hoy por hoy, y me sorprendí riéndome de temas aparentemente serios.


Cosa que me llevo a plantearme, pero esta gente de verdad trabaja?, porque si le pagan por pasárselo tan bien, socorro quiero volver de nuevo a la radio, después se impuso la cordura y recordé como para llegar a aislar esos gags, había que trabajar muchisimas horas oyendo entrevistas, programas, declaraciones, hasta pillar al político de turno en un renuncio, en una incongruencia, y después darle forma, para que el resultado final desatara la carcajada en el oyente o al menos una tímida sonrisa.

Sin embargo como si de una novata se tratara, cuando los tertulianos empezaron a desgranar uno por uno los gags de los políticos me di cuenta de que quien más habla, más yerra y en estos momentos los que no mantienen la boca cerrada son los miembros del partido popular, y entre ellos se contradicen muchisimo. Así que el viaje termino haciéndoseme corto, entre las risas que en ocasiones hacían peligrar mi conducción y termine enterándome de una forma bastante divertida del panorama político español, que desde luego no tiene desperdicio, y por un momento me pude olvidar de tanta crisis, de tanto resultado económico desastroso, de tantas cifras de parado, para meterme de lleno en las meteduras de pata de unas personas a las que no se les exige ningún certificado de conocimientos.


Puede un político que representa a España no usar bien la lengua?, puede cometer cada vez que habla disgresiones y darle una patada al diccionario de la Real Academia Española de la Lengua?, puede una persona que por el mero hecho de ser diputado tiene garantizado un sueldo vitalicio no hablar con propiedad? Pues no se en el resto del mundo, pero aquí en nuestro querido país si puede, como no, y por eso siempre hay algún periodista avispado a la caza de esos gazapos que los ponen en evidencia, unas veces son simples descuidos por no haber leído el manual de como hablar en público, otras veces es fruto de su ignorancia, y queda patente.


Igual al hilo de la anterior entrada me atrevo con alguno de los libros de su protagonista, aunque se que en ellos no encontrare el panorama político en clave de humor. Espero al menos haber levantado una ligera sonrisa, o no haber agriado el día de alguno de los lectores de este blog porque si algo tiene la política en clave de humor o no, es el poder de fastidiar el día a cualquiera, y esa no era mi intención al escribir este post

lunes, 22 de marzo de 2010

Nuevo libro de Julia Navarro


No, no he leído todavía Dime quien soy, ni siquiera lo tengo en la estantería, aunque supongo que mi hermana no tardara en encargarlo al circulo de lectores. Desde hace años soy seguidora de esta periodista madrileña, puedo decir que he leído las tres novelas anteriores y que aunque no me he decido todavía con sus libros de actualidad política, la he visto madurar historia a historia.


Hace unos años cayó en mis manos La hermandad de la sabana blanca, me cautivó con su forma de contar las cosas, con ese viaje a través del pasado hasta el presente, el tema de los templarios me apasiona, también la novela de intriga y suspense y tengo que reconocer que disfrute como una niña con una novela en la que Julia Navarro era más periodista que novelista, se notaba que era su primera historia. Supe que seguiría leyendo lo que publicara porque su estilo narrativo me enganchaba a las páginas del libro y no era capaz de soltarlo, recuerdo en aquellos días a mi madre refunfuñando porque comía incluso con el libro en la mano.


No mucho tiempo después leí su segunda novela La biblia de barro, parecía que esta mujer acertaba con todos los temas que me interesaban y todas las culturas que me atraían, y sobre todo con el tipo de libros en los que me apasionaba sumergirme, en las novelas historicas con su toque de suspense e intriga y esta vez se metía de lleno en el tema de la arqueología, y en un viaje por Oriente Medio, me fascina Egipto y había fragmentos ambientados en la tierra de los faraones, las ambientaciones históricas también me llamaban poderosamente la atención. Le noté más soltura en esta novela, pero todavía seguía siendo una periodista con muchos datos en su poder y unas ganas tremendas por incorporarlos todos como si de un gran reportage sobre esa parte del pasado se tratara, sin embargo la evolución era notable.


En su tercera novela La sangre de los inocentes, terminó por ganarse una ferviente admiradora, de nuevo había tocado mi fibra sensible, los fanatismos religiosos, estaba en boga el terrorismo islámico, la sociedad había sido sacudida en sus cimientos con atentados tan fuertes con los del 11-S en Nueva York y posteriormente el 11-M en Madrid, uso este ejemplo por que nos pilla mas cerca a nosotros, sin embargo no fueron los únicos, en ese contexto, el libro sacudió todos mis resortes, casi lo devoré, encontré una historia mejor hilvanada, más novelada, para mi la autora se consagró como novelista y se hizo un hueco en la literatura española con esta obra. El recorrido por el pasado hasta el presente se repite, toca un tema que me apasiona el de los catáros, ambienta parte de su novela en Granada, expone el problema al que se enfrentan muchos musulmanes en occidente, sobre todo si son mujeres y pretenden occidentalizarse, sufrí mucho con uno de los personajes secundarios y la suerte que corre, como habréis podido adivinar es una mujer musulmana, hermana de un fanático islamista. Me conmocionó la forma en que captan a la gente para su causa, e incluso que se valieran de occidentales para sus fines. Un argumento que después de tanto tiempo todavía permanece en mi mente, las impresiones sobre la obra son tan frescas como el día en que termine de leerlo, y nunca he dejado de recomendarlo.


Desde hace unos días tiene nuevo libro en el mercado Dime quien soy y de nuevo ha tocado un tema que me interesa, la segunda república, española, la guerra civil, la II guerra mundial, como no lo he leído no puedo opinar sobre el libro, pero si estoy segura de que haré una reseña completa tan pronto como lo haya leído. Aunque de momento no tiene ni fecha de comienzo.


Para mi una autora a tener en cuenta en el panorama literario español, me gusta su forma de ambientar, sus recorridos históricos, sus misterios que te llevan a recorrer medio mundo y distintas épocas, la fuerza de sus personajes... un poco todo. Incluso puede que me atreva con sus libros de actualidad política, al fin y al cabo yo también fui periodista en ese campo, un poco aburrido la verdad, lleno de dimes y diretes, pero ella lo que hace son analisis de la actualidad política actualmente en diferentes medios. Escribe una columna en la revista Tiempo, hace muchos años que ni siquiera la hojeo, pero recuerdo que en mis tiempos de estudiante siempre tenía un ejemplar a mano. A todos aquellos que se muestren reticientes a leer libros escritos por periodistas, porque parece que hoy todo el mundo se atreve a escribir una novela, decir que merece la pena perderse por las páginas de los libros de esta mujer, desde la primera obra, hasta la penúltima, dejo fuera esta última publicación, aunque seguro que es tan absorbente y emocionante como sus anteriores libros.

viernes, 19 de marzo de 2010

Tribulaciones de un sicario


El mundo de los blogs me ha deparado muchísimas sorpresas, tanto en el ámbito lector, como en el ámbito escritor. Y es que soy de ese grupo reducido de lectores a los que les apasiona escribir, yo de momento sin grandes pretensiones, pero disfruto cuando algún blogger conocido publica sus creaciones. Debo reconocer que he leído pocas de esas creaciones y que tengo algunas en la recámara porque no puedo compaginar todas las lecturas, pero me gusta de vez en cuando adentrarme en las páginas de autores no consagrados. Esta no es la primera novela que publica Elena Casero, pero si la primera que he tenido el placer de leer, si tuviera que expresar en pocas palabras lo que para mi ha significado su lectura, estas serían un soplo de aire fresco.


Desde el primer párrafo la autora me engancho en una narración dinámica con un estilo directo, con unos personajes muy bien delineados, a los que en el caso del protagonista vemos crecer y transformarse ante nuestros ojos de un ser anodino y mediocre a una persona capaz de tomar las riendas de su vida y de mirarla de tu a tu los ojos, no simplemente dejándose arrastrar por ella.


Con gran naturalidad y frescura Elena Casero nos relata las andanzas de Anselmo de la Rua, el ultimo eslabón de una familia adinerada e indolente que ve desaparecer lo poco que le queda a la muerte de sus padres, por el dispendio de su progenitores. Al amparo de una renta vitalicia otorgada por su abuela se traslada a una pensión donde ve pasar la vida sin terciar para nada en su destino, hasta que por azares informáticos se ve privado de ese dinero con el que languidecía y se ve abocado a tomar una decisión que cambiará el curso de su vida y le hará madurar a los cincuenta y tres años.


El hábito no hace al monje, eso parecía pensar Anselmo cuando se plantea el buscar un trabajo con el que vivir hasta que se subsane el error informático que se alarga demasiado en el tiempo, mientras vive de la caridad de su casera, y a la vez bálsamo de sus cuitas. Lo único que le queda a un señorito de provincias que nada ha hecho en su vida es convertirse en sicario, pero parece que ni eso es capaz de hacer sin la ayuda de Doña Celia que lo acurruca entre sus brazos mientras le dirige la vida.


La misión encomendada no es difícil si no fuera porque no cuenta con los medios adecuados y porque el hombre al que tiene que vigilar es el dueño del museo ubicado en el palacete en que ha pasado su infancia y parte de su juventud, ello le provoca sentimientos encontrados y en el curso de las investigaciones descubre cosas sobre su familia que le harán cambiar su forma de actuar y de ser, madurando de golpe y siendo capaz de mirar a la vida a los ojos y tratarle de tu a tu.


Se trata de una historia hilarante, divertida, que cumple el cometido de toda literatura, entretener y divertir, es fácil de leer y te atrapa entre sus páginas consciente del cambio que se esta gestando en Anselmo y ansioso de llegar al final en que un hombre asentado es capaz de gobernar su día a día e incluso dar ordenes. Como contrapunto al personaje de Anselmo se encuentra Antonio, el personaje más cómico, el que es capaz de arrancarnos sonrisas y porque no alguna carcajada, pero para mí también el menos creíble, esa disociación de personalidades me parece poco probable, aunque quien sabe, a veces la realidad supera a la ficción.


Tribulaciones de un sicario, tal y como el propio título indica es un viaje a través de los pensamientos de un hombre enfrentado a su propia realidad, que terminará descubriendo secretos de familia y será incapaz de cumplir con su misión al tiempo que contará con la inestimable ayuda de Antonio y de una balsámica Doña Celia que dará a Anselmo empujones para afrontar el día a día cuando este se muestra indeciso.


Me ha gustado también la ambientación en una ciudad de Provincias, y sobre todo los rumores y como ha entretejido la trama de forma que era imposible soltar el libro una vez empezabas a leer. Para mi más que recomendable una mirada a la realidad de muchas personas indolentes en clave de humor.


miércoles, 10 de marzo de 2010

El compositor de tormentas


Publicar tu primera novela y que esta sea un éxito de ventas es un logro que esta al alcance de pocas persona, escribir la segunda y quedar finalista en un premio tan prestigioso como el premio Ciudad de Torrevieja, es una odisea y que la novela te mantenga encumbrado en los primeros puestos de ventas es realmente complicado y todo esto lo ha conseguido Andrés Pascual con El compositor de tormentas.

Es difícil ser objetiva cuando una novela te ha atrapado desde la primera página, cuando se entremezclan en ella y con tanta maestría tantos géneros bien hilvanados, cuando cada línea refleja el amor que siente por la música este escritor logroñés, cuando las frases descontextualizadas son una joya literaria si recargamientos innecesarios. Hablar de El compositor de tormentas, es hablar de una novela de aventuras, con sus barcos, sus piratas, sus viajes transoceánicos, de la corrupción de los lobos de mar, de venta de esclavos, de unos paisajes idílicos de la isla de Madagascar magistralmente narrados, hablar de crueldad tribal y belleza paisajística todavía no adulterada por la mano del hombre. Es hablar de la suntuosidad de la corte Versallesca y de las intrigas que allí se cocinaban, y es hablar del amor en estado puro, aquel que es capaz de componer la melodía del alma, la música que escucharon los primeros hombres creados por Dios, es hablar de alquimía y de un personaje como Isaac Newton un entendido en esta materia....

Muchas cosas se entremezclan en sus más de 500 páginas y dan como resultado una novela redonda, estructurada en tres actos que sigue un esquema peculiar. La novela fue publicada en 2009 y esta ambientada en 2010, se le puede tachar de futurista... ?yo diría que no. Transcurre en apenas unas horas, en las que Michael Steiner un director de orquesta y violinista es incapaz de dirigir su último concierto y tocar la melodía que compuso para su esposa Raquel quien falleció años atrás, de forma natural y con elegancia nos introduce en un flashback que nos lleva hasta el siglo XVII, al París del Rey Sol, para terminar de nuevo en el año 2010 y con un final más que sorprendente.


La novela esta dividida en tres actos, que responden al esquema clásico presentación, nudo y desenlace, y fluye con tanta agilidad que te lleva a leer página trás página dejandote llevar por la musicalidad del texto, la belleza de las descripciones, por el dolor de Matthieu el protagonista del flashback, por los bajos instintos de las personas superficiales que ansían el poder a cualquier precio. Es un texto que recuerda a clásicos, como puede ser la obra de Defoe al rescatar a su capitán Misson y a su sueño la isla de Libertalia que tan bien le venían a la novela por estar ambientados en la misma época, del mismo modo es un guiño a la Odisea de Homero, por los viajes transoceánicos, los peligros en altamar, los ataques de piratas, y así como Paris rapta a Helena de Esparta, Mattieu vuelve a Paris con su sacerdotisa... Luna que se convertirá en el gran amor de su vida. Es al mismo tiempo una novela de misterio en la que un asesinato desencadena un cambio de vida en el discurrir diario de un músico con grandes dotes musicales que sólo ansiaba llegar a ser violinista de la Corte y se ve arrastrado a un sinfín de situaciones que le harán darse cuenta de lo banal de sus pretensiones.


La música se revela en esta novela como ese lenguaje universal que siempre ha sido capaz de favorecer la comunicacion entre personas que nada tienen en común... dejo que vosotros descubráis esta gran aventura que me ha abierto las puertas a un autor para mi desconocido del que seguro leeré su opera prima El guardián de la flor de Loto

lunes, 8 de marzo de 2010

De verdad nos ven asi...?


Llegó la hora, desde el pasado 1 de marzo en Valencia, y desde el viernes pasado en Castellón, el exceso de decibelios rasga el cielo al mediodía, el humo y el olor a pólvora invade el recinto acotado para las "mascletás". No puedo negar que me gustan mucho, que soy poco amante de ruido pero que hago una honrosa excepción con los fuegos de artificio que llevó muy arraigados en mí. Quizás sea por ello que me impactó tanto la cita que recuperé de un libro que tuvo muy pocos comentaristas, Asesinato en el Palacio de las Artes, pero cuya fina ironía me atrapó entre sus páginas, en las que encontré diversión y evasión si bien no pasará a los anales de la literatura, pero creo que tampoco era la intención de sus autores.


Como el valenciano es comerciante rico, no hay nada que más le satisfaga que lo incontable. El hecho de que las cosas dejen de representar dinero, que su derroche se practique entre todos sin que nadie pueda sustraerse, se convierte en un fuente inagotable de satisfacción. Por eso sus diversiones civiles consisten en la explosión de petardos a tal velocidad que ni siquiera un sabio podría determinar su número; o echar a perder quintales de tomates para manchar la ropa de los paseantes; o como en la Batalla de Flores, tirando toneladas de ellas con la pretensión de convertirlas en proyectiles poéticos mientras se pasean en carroza.


Y yo me pregunto de verdad desde fuera nos ven así?, nos conocen solo por nuestras fiestas, como pueden ser las fallas y la Magdalena, con su explosión de cohetes, o por la tomatina de Buñol, o por el Fib de Benicasim... a eso se reduce el conocimiento que por ahí se tiene. Una cosa si se manifiesta en las fiestas de Castellón que en este momento celebran su día grande de fiesta, la fiesta se desarrolla para todos, y todo el que acude disfruta de ellas, se vuelcan en la calle castellonenses y foráneos disfrutando por igual de todos los actos, cada rincón de la ciudad se inunda de música, representaciones teatrales, animaciones para niños y como no el mesón de la tapa y la cerveza y el mesón del vino, separados por muchos quilómetros, pero al mismo tiempo accesibles.


Las fiestas de mi provincia me han servido de excusa para compartir con vosotros este texto que a mi me hizo reflexionar y plantearme muchas preguntas

miércoles, 3 de marzo de 2010

La forma importa...



Durante muchos años he sido una devoradora compulsiva de libros, leía con deleitación cualquier cosa que cayera en mis manos, nunca he tenido en cuenta ni géneros, de formatos, tan solo la sinopsis, si esta era capaz de atraparme el libro sin duda alguna se venia conmigo. Otras veces sin embargo ha sido una portada la que me ha enamorado, pero si el libro era caro buscaba la edición de bolsillo que probablemente no respetaba la portada. Por ello siempre había pensado que la forma del libro no importaba, si no que lo realmente valioso era su interior.


Semejante planteamiento cambio gracias al razonamiento de mi ratoncito de biblioteca. Le apetecía leer algo de Julio Verne, generalmente nunca me comenta sus lecturas, ni me pide opinión, pero con motivo del estreno de Viaje al centro de la tierra, recuerdo haber comentado que me ha había leído casi toda la bibliografía de este autor. A mi niño que no se le pierde ningún matiz recordó ese comentario y un día me pregunto mamá si tuvieras que volver a leer a Julio Verne por cual empezarías?


Pregunta harto complicada donde las haya porque hace muchisimos años que he leído a Verne, porque sus novelas las tengo difuminadas, porque hay muchos titulos que se me escapan... en fin recuerdo que le dije que probablemente acertaría con cualquiera que escogiera siempre y cuando le gustaran las aventuras y le di varios títulos. Regresó del colegio con un libro de tapas rojas, con motivos en dorado y negro, hojas amarillas y un olor a polvo insoportable... y sorpresa nadie había leído ese libro en años y la bibliotecaria casi lo miro como un bicho rarisimo.


Pasaban los días, el libro no salía de la estantería y recordé que mi hermana tenia una colección con los ocho títulos más afamados y le pregunté si tenía Viaje al centro de la tierra, el libro que el chiquillo había elegido, y cuando lo trajo a casa el niño comentó mamá esto es otra cosa, se me habían quitado las ganas de leerlo en cuanto lo vi. Y no es que la edición fuera nada del otro mundo, pero lucia unas portadas azules de fantasía, sus hojas estaban blancas, la letra era mas grande y no olía a polvo y abandono.


A partir de ese momento tuve que colegir que realmente el exterior de un libro si importa, que el formato, las dimensiones, el cuerpo de la letra y la variedad de las ilustraciones, e incluso el material de la encuadernación son elementos importantes para atrapar a los lectores con una sola mirada, porque a veces uno se enamora de lo que tiene delante de su mirada y ni siquiera mira la sinopsis del libro. Por ello tengo que colegir que no entendí las portadas de los libros de Larson, si no llega a ser por la campaña de marketing que tenían detrás, ni los títulos largos y recargados, ni el diseño de la portada, ni que decir del formato del libro tan grueso y con tapas blandas, hubieran atraído a un lector bombardeado por miles de libros más.




Mi hijo me hizo abrir los ojos ante muchas más cuestiones, me comentó que en la biblioteca del colegio habían empezado a comprar adaptaciones de algunos libros clásicos... ejemplares muy logrados con unas ilustraciones muy vistosas, un cuerpo de letra muy grande y para mi gusto demasiado resumidos, pero que al menos cumplió con el deber de acercar los clásicos a los alumnos, mi hijo se leyó de esa forma la Odisea, la Iliada, y Tirant lo Blanch, un libro de caballerías con un protagonista valenciano, repleto de erotismo bien visible en la adaptación y que fue el libro más leído por los chicos ese año. Ante el comentario de la bibliotecaria que no entendía porque, me sonreí, fui a la estantería, cogí el libro y le mostré donde subyacía el éxito de un clásico que mi hijo pese a tenerlo en casa no ha vuelto a coger. Pero esta disertación es motivo de una próxima entrada.


Ahora cuando compro libros para mis hijos o para regalar a niños, cualquiera que sea su formato me fijo en aquello que entra por los ojos, porque los niños tienen demasiadas cosas con las que distraerse, algunas a menudo mucho mas atractivas que un libro, léase todos los videojuegos y juguetes electrónicos. Para formar a buen lector este debe disfrutar con la lectura, y la imposición de esta es la mejor forma de lograr que no se acerque a un libro, así que hay que jugar con todo lo que nos ofrecen las editoriales, los libros de bolsillo son muy económicos pero poco atractivos, así que suelo descartarlos y busco ejemplares en tapa dura, a menudo con formatos grandes, e ilustraciones lujosas sobre todo para el pequeño que esta empezando a leer, el mayor aunque le da importancia ya va buscando un contenido impactante, más que un exterior atrayente, aunque ello no significa que no le importe, porque huye como alma que lleva el diablo de los ejemplares con letra minúscula que requieren de un mayor esfuerzo en la lectura.


Creo que el éxito de muchas colecciones de literatura infantil y juvenil reside en el diseño de sus libros, Harry Potter, Gerónimo Stilton, Arcanus... y muchos más le dan bastante importancia a los formatos, ilustraciones y demás elementos visibles capaces de atrapar a un lector por poco que les guste leer, luego el resto del éxito recala en una historia bien hilvanada y capaz de enganchar al lector para que lea un libro tras otro... Incluso la saga que comenzó con Crepúsculo creo que le debe bastante a su portada porque a mi me ha atraído en muchisimas ocasiones.



Y vosotros comprais un libro por la portada? Le dais importancia? o sólo una buena sinopsis os atrapa?