jueves, 21 de mayo de 2015

In Vino Veritas. Virginia Gasull

No puedo decir que sea una gran amante de los vinos, ni siquiera me gusta el vino tinto que encuentro muy fuerte de sabor, sin embargo, me atrae el mundo de la enología, los viñedos, las distintas variedades de cepas y uvas. Disfruto oyendo hablar a mi marido y a mi sobrina en las improvisadas catas domésticas que sin pretenderlo se montan en cualquier celebración familiar.

A pesar de considerarme una neófita, lo paso bien en los eventos vinícolas, y todos los años desde que mi sobrina nos lo descubrió visitamos una feria de vino, en la que disfrutamos probando caldos y cavas, yo blancos y rosados, ellos un poquito de todo, pero sobre todo tintos Esta feria suele tener lugar en Noviembre y esta abierta dos tardes al público en general, aunque su principal misión es dar a conocer novedades y afianzar mercados entre los profesionales del sector, restaurantes, bares, y tiendas especializadas en venta de vinos.

Compartir estos días con mi sobrina es un placer, sobre todo porque vía wassap nos va poniendo los dientes largos el día que solo pueden acceder los profesionales, no os he dicho que es maitre, nos va aconsejando vinos que probar por si no podemos coincidir ya que sus obligaciones a veces se lo impiden. Luego si compartimos la tarde sus charlas con los enólogos son de lo más ilustrativas, y a mi marido le brillan los ojos como a un niño chico, y no seáis malos no es por el efecto del alcohol, yo disfruto viendo la pasión que ponen en vendernos su producto, como lo miman, como se esfuerzan en que pruebes sus novedades, como están pendientes de ti en todo momento y esperan tu opinión como si fueras un experto en la materia, qué vergüenza pasé por dios.

Cuándo vi entre las novedades de Suma de Letras este título, ya os podéis imaginar lo mucho que me apeteció, y en poco tiempo lo tenía en casa. No solo me atrajo la enología, sino que estuviera ambientado en una región como Burdeos, y que parte de la historia nos trasladará a San Sebastián, ciudad que no conozco pero que me atrae muchísimo, y como no que hiciera referencia a la Resistencia francesa y a la Segunda Guerra Mundial. Muchos puntos a favor, unas expectativas muy altas y una lectura simultánea que disfruté como una enana.

Autor@:


Virginia Gasull nacida en Irún en la década de los setenta, comienza su actividad profesional en el

sector de la arquitectura y después lo dirige hacia el desarrollo de proyectos relacionados con Internet. Durante la siguiente década  mantendrá su actividad en este campo. En paralelo realiza estudios de sexología y en 2009 inicia su  labor profesional como formadora impartiendo charlas sexológicas para grupos y asociaciones de mujeres.

Su afición por la cultura del vino la lleva también a realizar diferentes cursos de enología y cata, así como visitas a bodegas en las principales regiones vinícolas de Europa. Durante una de estas  visitas a la región de Burdeos comienza a conocer la historia de los viticultores franceses durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial y, tras años escribiendo relatos cortos, en 2013 se sumerge en la investigación y elaboración de In Vino veritas, una novela que auna la cultura del vino, el nazismo y el mundo del arte. Todos los acontecimientos históricos narrados en estas páginas están basados en hechos reales.

In Vino Veritas fue autopublicada en Amazon y obtuvo un gran éxito de descargas y críticas, manteniéndose durante varias semanas en el número 1 de los más vendidos. Dada la repercusión que tuvo Suma de Letras apostó por publicarla en formato papel.

Puedes encontrar a la autora en :

Facebook: facebook.com/v.gasull

Twitter: @VirginiaGasull

Blogger: www.virginiagasull.com/blog

Mi opinión:

Cuando me acerqué a esta novela no sabía que había sido autopublicada en Amazon y que gracias a las ventas y a mantenerse mucho tiempo en el número 1, de la lista de los más vendidos, había conseguido su publicación en papel, sin duda este es una atractivo añadido, puesto que no se trata de un autor consagrado que cualquier cosa que escriba tiene probabilidades de ser publicada. Los autores noveles lo tienen más difícil y si dan el salto al papel con el aval de una editorial es que vale la pena adentrarse en su historia.

Luego están las consideraciones de que el tema de la novela sea de tu gusto o no, que el género se adapte a lo que sueles leer, pero seguro que encuentras una prosa aceptable, unos personajes trabajados y una trama bien construida, cientos de lectores no pueden estar equivocados. Y eso precisamente es lo que encuentras en esta novela, que no defraudó mis expectativas, que me mantuvo atrapada entre sus líneas y me sumergió en el mundo de los cultivos y las catas de vinos, que lejos de parecerme pesado hizo mis delicias, me transportó a Chateau DeuVille, a sus viñedos y ese mundo agrario que raras veces he podido contemplar.

Personajes:

Virginia acierta con su inspectora, Anne Oteiza, una mujer con una infancia traumática que sigue arrastrando, que la convierte en una mujer arisca socialmente, que ha levantado altos muros en torno a su corazón para impedir que el rompan el corazón. Una profesional integra, inspectora de la Brigada de Patrimonio, que no es muy habitual en las novelas. Al comienzo de la novela la encontramos en un pueblecito pequeño que ha sufrido el expolio de un mosaico del Dios Baco.

Afincada en Madrid, a donde huyó de los recuerdos, se le encomienda la investigación de la desaparición de unas botellas de vino anteriores a la Segunda Guerra Mundial en el aeropuerto de Barajas. Al parecer no se trata de un hecho aislado si no que ataques similares se han producido en distintos puntos de Europa.

Su nulo conocimiento del tema la llevan a consultar a su amiga Sofia Duchamp, una francesa que recaló en España cuando su padre trabajador de una multinacional francesa fue destinado aquí. Su amistad con Oteiza viene de lejos, ambas estudiaron Historia del arte y después cada uno dirigió los pasos hacía un vertiente distinta. Sofía regenta una galería de arte y es una gran conocedora y amante de los vinos, por eso es la primera persona a la que acude Anne.

Quiere la diosa fortuna que navegando por Internet Sofía descubra que Edouard DeauVille se encuentra en Madrid para participar en una Subasta de vinos, y este se erija en la mejor baza para asesorar a Oteiza. Con aspecto de un verdadero playboy trasnochado la primera impresión que el aristócrata causa en nuestra inspectora no es precisamente la mejor. Pero su investigación sobre las botellas desaparecidas y las pesquisas sobre las que conoce que hay en circulación les llevan a colaborar bastante estrechamente.

Christine: Enóloga, secretaria y amiga de la infancia de DeauVille, un personaje un tanto misterioso, que termina por sorprender en más de una ocasión.

Bertrand: De la policía francesa, ha colaborado en más de una ocasión con Oteiza, entre ambos hay una gran camaradería que al francés no le importaría que fuera algo más.

Para mi estos cinco personajes son los que llevan el peso de la trama, aunque especialmente Anne y Édouard, entre ellos se crea una gran complicidad que va venciendo las barreras que la inspectora ha levantado con tanto esfuerzo.

De Madrid a Burdeos:

Aunque la historia comienza en Madrid pronto la investigación del robo de las botellas, la trasladará a Burdeos, a la campiña francesa y a una de las regiones productora de vinos más importante. Sin embargo, antes de pasar la frontera, nuestros protagonistas recalaran en San Sebastián donde Oteiza pasó su infancia, y a donde no había vuelto desde que huyó de los fantasmas que la atormentan. Este es el momento que elige la autora para desnudar el alma de su protagonista, para que la podamos entender y empaticemos con ella. Donosti es también la ciudad donde DeauVille estudió y de la que guarda muy buenos recuerdos. Su estancia coincide con el Festival de Cine y con la presentación de unos nuevos vinos de Perrier Jouët en el que se exhiben tres botellas anteriores a la Segunda Guerra Mundial.

Sin volver a Madrid las circunstancias los trasladan a Burdeos donde nuestro galán ha sufrido un robo, adivináis ¿de que?. Y es en la campiña, entre viñedos, tractores, cepas, barriles, enólogos, buenos caldos y catas muy interesantes y algo subiditas de tono donde transcurre el resto de la acción. Y donde los amantes del vino seguro que encuentran un plus muy interesante en esta novela.

Si el vino no te apasiona, puede que esta parte se te haga pesada, e incluso te parezca innecesaria, pero a mi modo de ver le añade un atractivo que pocas novelas han explotado, al menos de esta manera.

Aunque nuestros protagonistas transitan en estas tres zonas, las investigaciones nos sitúan también en la Alemania de Hitler y en el Burdeos ocupado por los arios, y nos describe como pocas tramas el papel de la resistencia francesa y de los viticultores en particular dentro de esta. Cómo he disfrutado esta parte, no os lo podéis imaginar.

Nos encontramos una novela muy completa en cuanto a personajes, algunos de gran complejidad como la inspectora Oteiza, o el mismo DeauVille que no sabemos hasta el último momento si es angel o demonio. La autora nos los describe con guante blanco atendiendo tanto a su físico como a su perfil sicológico, al menos a los cinco que antes he mencionado. Y no se quedan a la zaga los escenarios que describe, se nota que los conoce bien, sobre todo la campiña francesa, tanto sus relieves y morfología como a sus gentes.

Una segunda persona desconcertante:

La novela está narrada en tercera persona del singular, por un narrador omnisciente capaz de reflejarnos todos los flancos y con un lenguaje cuidado, sobrio y elegante. Dividida en 51 capítulos de extensión variada, y un epilogo la trama va llevándote de la mano de manera que quieres seguir leyendo para ver donde concluye la investigación y quien es DeauVille verdaderamente.

Sin embargo el primer capitulo está narrado en segunda persona, no hay muchas novelas que hagan uso de esta voz para narrar. Al principio me desconcertó, incluso me llegó a sacar de la novela, me vi volviendo las páginas atrás a ver si me había perdido algo. Pronto me di cuenta que era la voz interior de la inspectora Oteiza, como una especie de Pepito Grillo, de Voz de la conciencia, un mudo dialogo interior que la protagonista exterioriza de esta forma y que a mi empezó desconcertándome y terminó gustándome por el aire de intimismo que le daba a esos capítulos.

Pero si pensamos que la autora se ha conformado con ese juego de voces, estamos muy equivocados, para comprender porque se están produciendo esos robos después de tantos años y de unas botellas cuya añada no es que sea excepcional, será fundamental un diario, y como habréis deducido este está escrito en primera persona, por una mujer fuerte, dinámica y muy pero que muy excepcional. Deseaba llegar a los trozos de diario para que su voz me envolviera, y me explicara de primera mano su papel en la resistencia, y el de sus vecinos, como el vino ayudo a vencer a los alemanes, como perdieron sus bodegas, como siguieron a pesar de todo trabajando sus campos y suministrando caldos a los alemanes cuando estaban bajo mínimos.

Esta novela me ha convencido por muchos motivos, creo que la autora ha hecho un trabajo de documentación excelente, ha sabido dotar de personalidad y voz propia a los distintos personajes, ha sabido darnos una lección de historia sin abochornarnos con datos y ha sabido mantenerme pegada a las páginas de esta novela a pesar de no ser un thriller trepidante.

Conclusión:

Me da la sensación de dejarme muchísimas cosas en el tintero, cuando has disfrutado una novela se nota y tienes tantas cosas que decir sobre ella que no sabes muy bien por donde empezar y como terminar. Esta es mi aportación, en la que he intentado no desvelar demasiadas cosas, aunque no se muy bien si lo he conseguido.

Si el mundo del vino no te gusta, o simplemente te es indiferente afirmaría que igual la serás capaz d disfrutarla, porque si tuviera que encuadrarla genéricamente me sería imposible, no es una novela romántica, aunque encontramos en ella varias historias de amor, no es solamente una novela policial, o de intriga porque auna más facetas, es además una novela histórica, pero no solamente eso, porque nos transporta a la Segunda Guerra Mundial...

Virginia Gasull ha compuesto una opera prima donde auna aromas, paladares, historia, acción, amor, erotismo y vino, elementos que mezclados con maestría nos depararan horas de placer para los sentidos, sobretodo si maridamos la lectura cada uno con el vino que más nos guste.

Si has llegado hasta aquí ya solo te falta hacerte con un ejemplar y disfrutarlo tanto como yo.


Retos:

25 españoles

reto viaje con los libros

Yincana Criminal: sucedió en Europa: La acción transcurre en Francia

miércoles, 20 de mayo de 2015

Martyrium. Vicente Garrido y Nieves Abarca

No os podéis imaginar las ganas que le tenía a este libro, y más desde que Nieves en la mesa redonda a la que acudí en febrero nos estuvo hablando de su mala, malisima, esa mujer que poco empatizaba con los lectores y a la que ella le tenía un especial cariño, y veía como un personaje diez. Por una u otra razón siempre iba posponiendo la lectura y al final me subí al carro de otra lectura simultanea en twitter de la que confieso no pude disfrutar por problemas de salud en mi entorno familiar.

Con ello no quiero decir que no disfrutara el libro, si no más bien, que me perdí los comentarios en la red del pajarito, las interacciones con la autora que siempre son muy atractivas. He leído en algunos comentarios que posiblemente esta sea la más floja de las tres novelas que tienen publicada. A mi sinceramente me ha gustado, no tiene tanta tensión como Crímenes exquisitos, ni tampoco tantas páginas, pero la historia me ha parecido creíble, el reencuentro con los personajes que se arrastran de la anterior novela impresionante, y los nuevos malos, si bien no están a la altura de Delgado, era difícil conseguir un ser más depravado, tampoco se quedan mancos y nos darán ganas de ahogarlos.

Creo que esta pareja si sigue publicando nos va a dar muchas satisfacciones con el tándem Negro-Sanjuán, y si bien no he conseguido del todo mi justicia poética, esa que le reclamaba a Nieves para el final de Crímenes exquisitos, si que puedo decir que con Martyrium me han resarcido, aunque como lectora hubiera preferido un final más duro para Mendiluce, pero sabiendo que sufre, me doy por satisfecha.


Los autores: 


Vicente Garrido es criminólogo y Doctor en Psicología por la Universidad de Valencia, donde imparte Criminología Forense y Pedagogía aplicada a la delincuencia. Ha sido consultor de naciones Unidas. Sus libros de criminología forense y de estudios sobre violencia son obras de referencia. Ha participado como asesor científico en telefilmes y reportajes sobre casos criminales. Colabora habitualmente programas de radio y de televisión de debate, cultura y divulgación. Actualmente se encarga de realizar los perfiles criminológicos en Expediente X, en Antena 3

Nieves Abarca estudió Historia del Arte en la Universidad de Santiago de Compostela. Es Máster en Periodismo por la UOC y espcialista en Perfiles Criminales. Ha trabajado en diversos medios medios de comunicación en A Coruña y Ponferrada. Durante trece años trabajó en un cuartel de la policia local. Es una lectora incansable de la novela negra y criminal.


Argumento:


Cuando la magistrada Rebeca de Palacios recibe un extraño correo enviado por un desconocido, todo su mundo se tambalea: su hija Marta, una joven estudiante de Arte Dramático, ha sido secuestrada en Roma, y Rebeca ha de declarar inocente al hombre que dentro de poco va a juzgar, o Marta Morirá.

La inspectora de la Policía Nacional Valentina Negro, amiga de la infancia de la Magistrada, se ve obligada a ir a la Ciudad Eterna en una misión personal para liberar a Marta. Pero en Roma no solo hay un secuestrador, también hay un asesino apodado "Il Mostro", que ha conmocionado la ciudad durante los helados carnavales.

Mientras Valentina está en Roma, el criminólogo Javier Sanjuán acude también a la ciudad invitado por Alessandro Marforio, el millonario hermano de una de las supuestas víctimas de "Il Mostro" para que le ayude a atrapar al asesino de forma extraoficial. Sanjuán y Valentina se verán envueltos en una intriga endiablada en la que confluyen el Vaticano, el mundo de la política y los hombres y mujeres sin escrúpulos.


Una "Femme" Fatal:

Cómo os comentaba en la introducción, en la mesa redonda La mujer en la novela negra que se celebró en Castellón en febrero y de la que no os he podido comentar demasiado, Nieves habló largo y tendido de Rajiva, quizás el personaje más odiado de esta novela. Entonces comentó su fascinación por las mujeres fatales, por la maldad que algunas esconden, y a Rajiva no se le puede negar ese punto de ruindad.

De origen hindú, esta mujer menuda que maneja con maestría el arte de matar de forma sofisticada, o al menos a mi me lo ha parecido, se ampara en la impunidad diplomática que le proporciona su matrimonio, a la sombra de esa protección no duda en meterse en negocios de tráfico de drogas, trata de blancas y un rosario de delitos que incluyen el asesinato si se encuentra en peligro.

Como mujer fatal resulta muy atractiva, es un personaje al que se llega a odiar por esa sangre fría que demuestra, por esa dependencia del dinero que la lleva a vender mujeres al mejor postor, aunque para ello tenga que secuestrarlas, o drogarlas. Es la cara menos amable de un negocio que mueve dinero en las altas esferas y que arruina la vida de muchas jóvenes que se ven sometidas a la prostitución.

Quizás durante la lectura fui capaz de ver a Rajiva con los ojos que Nieves quería que la viera, para ello puso énfasis en su defensa, en presentarla como un personaje atractivo dentro de la novela e incluso añadiría que necesario porque es el que más vida le da.

Sin embargo como malvada no le llega a la suela de los zapatos a Delgado, que me ponía los pelos como escarpias cada vez que aparecía en escena, a Rajiva fui capaz de verle esa parte humana cuando su vida corría peligro, a Delgado jamás fui capaz de vérsela.

Por lo que he podido comprobar los malos, malisimos, esos que dan grima, siempre están protegidos por una persona poderosa o con dinero, a los que hacen el trabajo sucio y benefician económicamente. En el caso de Delgado era Mendiluce en el de Rajiva, el vicecapo de la Polícia de Roma,  Guido Barone.

Os recomiendo descubrir a Rajiva, no dejaros llevar por la rabia que os puedan causar sus acciones, seguro que así sois capaces de disfrutar más de un personaje que es absolutamente necesario.

Mis impresiones:

Si Crímenes exquisitos comienza fuerte, yo apostaría que Martyrium es mucho más impactante, a mi al menos consiguió noquearme, dejarme sin aliento, tremendo crimen y nada más comenzar, además cometido en Italia, y ahí se dispararon todas mis alarmas. Un crimen en el extranjero no podía ser competencia de la inspectora Negro. Y la verdad es que Valentina tarda en aparecer, y también Sanjuán aunque poco a poco vamos encontrándonos con viejos conocidos, con Mendiluce luchando para salir de la cárcel con una sentencia de inocencia, a Lúa Castro tan alocada, imprevisible y suicida como en la anterior novela, el horror hecho realidad, aunque no pienso deciros nada más y como no la inspectora y el criminólogo, aunque cada uno por separado e intentado resolver un caso distinto.

La Justicia esa dama que se representa con los ojos vendados y una balanza en la mano, nunca ha sido presentada con tanta crudeza en una novela, o al menos yo no me he encontrado con una forma tan directa de burlarla. Imagino que desde que el mundo es mundo, los poderosos han intentado eludir la pena de cárcel, y para ello han intentado comprar jurados, jueces, abogados, fiscales y todo lo que pudiera estar a su alcance.

Los tentáculos de nuestro corrupto, son más largos de lo que pudiéramos imaginar, tras la pérdida suponemos que irreparable de su mano derecha, Delgado y de su abogada, Raquel Conde, podríamos imaginarlo hundido, sin capacidad de reacción, pero nada más lejos de la realidad, con una nueva abogada deseosa de agradar a su jefe y con tan pocos escrúpulos como su antecesora, comienza a mover los hilos para conseguir ser declarado inocente de todos sus cargos, para ello pone toda la carne en el asador y extorsiona y coacciona, para que alguien haga por él el trabajo sucio.

Ser testigo de esa coacción a la Justicia, y más concretamente a los jueces me ha irritado, quizás por ser consciente de que puede darse, a lo mejor no de la forma que la novela lo pinta, pero hay mecanismos para subyugar la voluntad de un juez, para que este termine actuando de forma contraria a como piensa.

La mayor parte de la acción sin embargo, sucede en Roma, la Ciudad Eterna. Los carnavales son una buena época para que un asesino que huye de la gente, actúe amparado en el anonimato que conceden las mascaras y los disfraces. No nos es difícil descubrir a un antiguo conocido, quizás más radicalizado, más peligroso que nunca, con graves secuelas. Capaz de lo peor de si mismo, de la crueldad y la ruindad más absoluta. Un hombre que está sembrando el pánico, y que mantiene en jaque a la policía de Roma que nunca había lidiado con algo similar.

Y son precisamente estos asesinatos los que llevan a Lúa Castro y a Sanjuán a Roma, a la periodista en pos de la exclusiva, al criminólogo a saldar una deuda contraída que no le da descanso. Y mientras ellos intentan descubrir quién esta detrás de los asesinatos, Valentina Negro intenta salvar la vida de Marta e impedir que un corrupto se salga con la suya.

Que Valentina es una mujer de armas tomar nos quedó claro en Crímenes Exquisitos, sin embargo en Martyrium se encuentra con la horma de su zapato, Rajiva, una criminal que la pondrá contra las cuerdas en más de una ocasión, la pondrá en peligro, en incluso intentará acabar con su vida, y que finalmente será quien le proporcione la manera de sobrevivir a una mente enferma.

Si me habéis seguido hasta aquí, habréis deducido que nos encontramos con dos tramas paralelas, que aparentemente no tienen ninguna conexión, pero que acaban convergiendo para cerrar los flecos que quedaban abiertos en la anterior novela.

Comentaba en la introducción que había leído muchos comentarios de que esta novela es la que menos ha gustado de las tres que llevan publicadas estos autores, yo todavía tengo pendiente de lectura la tercera, pero a mi me ha parecido una buena consagración, si bien Nieves comentó en el encuentro al que asistí que una amiga suya la llamaba la novela de las felaciones, y a mi también me dio esa impresión, incluso llegó a agobiarme y eso que iba sobreaviso. No se si es por ello por lo que ha gustado menos, o por que Valentina y Sanjuán han tenido menos protagonismo, pero yo me he quedado con ganas de abordar la tercera entrega.

Mucho se ha comentado si es necesario abordar la serie por orden, yo lo creo más que oportuno, ya que aunque en Martyrium encontramos información más que suficiente para entender la lectura, también es verdad que si posteriormente abordas Crímenes exquisitos te restan parte de la intriga, puesto que ya conoces al asesino y te comes más de un spoiler, de ahí que comenzar con la primera de la serie sea más que necesario. Si ello no consiguiera convencerte esta segunda parte a penas ahonda en los personajes porque ya los conocemos de la entrega anterior, de ahí que la acción cobre mayor protagonismo, y sea mucho más ágil. A este dinamismo también contribuyen los capítulos cortos, que obligan a leer un poquito más, y cuando te das cuentas ese poquito se ha convertido en una hora, o más, arañando horas al descanso nocturno.

La mayoría de los personajes de esta novela son conocidos y aquellos que no lo son están descritos en ocasiones de forma somera, pero se aprehende bastante su forma de pensar y de ser, entre los nuevos me ha sorprendido Patrick Doyle, para ser un sicario, un hombre acostumbrado a matar, a secuestrar, torturar, lo veremos asquearse ante la trata de blancas. Casi parecía humano, y llegó a enternecerme, pero solo fue un espejismo, después su forma de actuar lo devolvió a su estatus. Si alguien me hizo dudar, y sobre todo tener sentimientos contradictorios ese fue Enzo Ferretti el novio de Marta, el que la vende a Rajiva para salvar su vida, y luego pone todo su empeño en lograr su libertad por mala conciencia. Ranucci me ganó, lo vi tan perdido, tan dividido entre lo que le gustaría y lo que debía hacer, por un lado tenía un caso que lo superaba, y con presiones por parte de un millonario para encontrar al asesino de su hermana, y por otra parte aceptar la injerencia de unos extranjeros que por otra parte echan por tierra el perfil del criminólogo italiano.

Tal y como sucediera con Crímenes Exquisitos, el final de la novela supone el gancho para que el lector desee embarcarse en una nueva aventura, la intriga esta servida y Valentina Negro de nuevo en el punto de mira, ¿qué le deparará el futuro? Espero descubrirlo pronto, quizás en el seno de otra lectura simultanea, en la que espero poder participar de forma más activa.

¿Tropezar dos veces con la misma piedra?

La novela en general me ha gustado, la he disfrutado, me ha parecido menos cruenta que Crímenes exquisitos, aunque sigue siendo poco apta para estómagos delicados, sin embargo si en la primera entrega me pareció que le sobrara tanta referencia a marcas de ropa y vehículos, en esta me ha chirriado el comportamiento de Lúa.

Y no que viaje a Roma buscando un reportaje, una exclusiva, eso entra dentro de lo cabal, una profesional siempre busca una primicia, y más si como le chivan los crímenes de Il Mostro son tan parecidos a los de El Artista, y el libro que ha escrito la ha catapultado a la fama. Sin embargo una vez en Roma, ya no entiendo como puede haber superado los traumas que debe arrastrar desde que arriesgara su vida y la de su padre, que no evolucione como lo ha hecho Sanjúan y sea tan irreflexiva que se meta en la  boca del lobo ella sola, arriesgando una vez más su vida.

Lúa es alocada, irreflexiva, pero no me la creo tan irresponsable, no puedo creer que tenga un carácter tan suicida, ninguna exclusiva merece pagarlo con la vida. Soy periodista y puedo entender parte de su forma de actuar, pero desde que descubre la guarida del Il Mostro no entiendo como no comunica su posición, como sigue intentado esconder algo tan importante en aras a proteger una exclusiva.

Es lo único en lo que les tiraría las orejas a los autores, creo que era innecesario y además le resta verosimilitud al resto de la trama.

Conclusión: 

Martyrium es una más que decente segunda parte, para mi la consagración de una pareja que ha demostrado que en España es posible hacer novela negra, y que esta no tenga nada que envidiarle a la que llega de fuera.

Nos encontramos ante una continuación de Crímenes Exquisitos, que retoma la acción donde aquella terminó, o en sus secuelas. Al encontrarnos tantos personajes conocidos  la trama cobra importancia, nos encontramos ante un thriller adictivo, en el que dos tramas paralelas terminan convergiendo y cerrando todos los flecos que quedaban pendientes.

Si quieres volver a vibrar con crímenes cruentos, secuestros, extorsiones a la justicia, si quieres volver a ver a Valentina Negro en acción y disfrutar con los perfiles de Sanjuán ya tardas en sumergirte en esta nueva entrega, yo ya tengo preparada la tercera de la serie.



Retos:

25 españoles

yincana criminal. Sucedió en Europa: La acción transcurre en Italia

12 meses, 12 libros

viaje con los libros

viernes, 8 de mayo de 2015

Crimenes exquisitos. Vicente Garrido y Nieves Abarca

No me preguntéis por qué, quizás por la extensión del libro, quizás por el título, pero yo me había hecho una idea muy distinta de este título, para empezar pensaba que se trataba de un libro de relatos, y aunque los disfruto mucho, reconozco que me cuesta tomar la decisión de adentrarme en sus páginas. 

Allá por el mes de enero Laky propuso una lectura simultánea comentada en Twitter, en mi estantería descansaba Martyrium y la yincana criminal empezaba a ser una realidad, y ante la insistencia de la donostiarra de lo mucho que podía gustarme a mi esta novela me dejé seducir. Solamente había un problema, no tenía el libro, en casa se amontonaban peligrosamente los títulos pendientes, mi marido empezaba a ver con malos ojos la entrada de un ejemplar más en casa hasta que no salieran algunos libros y sólo me quedaba una opción, el préstamo bibliotecario.

Así que aproveché que iba a la biblioteca a buscar una lectura obligatoria para mi hijo mayor e investigue si tenían el ejemplar en cuestión, lo primero que me sorprendió fue su tamaño, para ser una novela  negra asustaban sus páginas, y ello quedó más patente cuando lo abrí y constaté la letra minúscula que la editorial había hecho servir para esta publicación, 800 páginas son muchas, pero cuando uno se atreve a publicar una novela de esa envergadura me temo que un centenar de páginas más no llevan a ningún sitio y además minimiza el impacto visual en el lector. Al menos yo tengo prohibido por mi oftalmólogo acercarme a ese tipo de letras y suelo rehuirlas.

Sin embargo, la sinopsis de esta novela me ganó, el hecho de que fuera prestada también, no perdía nada si no me enganchaba o si mi vista se resentía, la verdad es que era bastante escéptica sobre los resultados de este titulo, una novela escrita a cuatro manos, con un número de páginas más que elevado, y que no perdiera fuelle a lo largo de la trama. ¿ Cómo pensaban lograrlo los autores?

Quizás esto fue lo que me llevó a enfrentarme a esta lectura por encima de otras consideraciones, mi ritmo lector es bastante lento, mi horario de trabajo de tarde, y los avances del resto de lectores participantes en la simultánea arrollador, pero no me desalenté, la lectura me ocupó unos veinte días, la acarree al trabajo durante una semana, un pertinaz dolor de hombro me convenció de que mejor elegía otra novela para las salidas y relegaba  Crímenes exquisitos a la comodidad del sofá. Me he sorprendido robándole horas al sueño, teniendo pesadillas, investigando obras de arte, literarias y cinematográficas. Toda una proeza os lo aseguro lo que han conseguido estos dos autores con esta novela negra, negra, cruel, sádica, con algunos toques ligeros de humor y maldad a espuertas. Donde la denuncia social también tiene su pequeño lugar de honor, junto a los perfiles criminales, una detective que sorprende y un criminólogo que a mi me ha seducido.

No digo que la novela no tenga peros, sin embargo, reconozco que los aciertos pesan más en la balanza, quizás porque soy una persona que no suele vestir de marca, que muchas ni las conoce, ni le apetece conocerlas, el que haga tanto hincapié en la marca de las ropas, de los relojes y modelos de vehículos me ha sobrado, pero supongo que a otros puede que sea eso precisamente lo que más les haya atraído, por eso no me parece relevante en una trama muy bien hilada, en una intriga muy bien dosificada y en unos hilos argumentales que encajan a la perfección en la trama principal dando lugar a una lectura adictiva que se lee con más rapidez de la que el lector podría pensar en un principio.

Los autores: 

Vicente Garrido es criminólogo y Doctor en Psicología por la Universidad de Valencia, donde imparte Criminología Forense y Pedagogía aplicada a la delincuencia. Ha sido consultor de naciones Unidas. Sus libros de criminología forense y de estudios sobre violencia son obras de referencia. Ha participado como asesor científico en telefilmes y reportajes sobre casos criminales. Colabora habitualmente programas de radio y de televisión de debate, cultura y divulgación. Actualmente se encarga de realizar los perfiles criminológicos en Expediente X, en Antena 3

Nieves Abarca estudió Historia del Arte en la Universidad de Santiago de Compostela. Es Máster en Periodismo por la UOC y espcialista en Perfiles Criminales. Ha trabajado en diversos medios medios de comunicación en A Coruña y Ponferrada. Durante trece años trabajó en un cuartel de la policia local. Es una lectora incansable de la novela negra y criminal.

Argumento:

El cuerpo de Lidia Naveira, una joven de la alta sociedad coruñesa, aparece flotando en el estanque de Eiris recreando la famosa Ofelia de Millais. ¿Qué relación tiene este crimen con el macabro asesinato acontecido meses antes en la Abadía de Whitby?. La inspectora Valentina Negro, con ayuda del famoso criminólogo Javier Sanjuán, liderará una investigación que la llevará a colaborar con Scotland Yard, en una oscura trama a caballo entre A Coruña y Londres. Lo que nadie puede llegar a sospechar es que en la vertiginosa cuenta atrás para atrapar al asesino, deberán enfrentarse a las obsesiones más inconfesables de la sociedad actual.

Una novela a cuatro manos:


Tuve el placer de asistir a una una mesa redonda  sobre la mujer en la novela negra, en la que participaban Nieves Abarca, y Marta Sanz, por aquel entonces yo ya había leído Crímenes Exquisitos y me había impactado sobremanera. Descubrí una mujer menuda que tenía muchas posibilidades dentro de la novela negra y que no era muy distinta a mí en cuanto a gustos lectores y a lo que busca en el género negro. La charla estuvo muy distendida, y el turno de preguntas fue quizás más corto de lo que me hubiera gustado, sin embargo se planteó una pregunta a la que yo le tenía mucha curiosidad. Y como podréis imaginar esta no fue otra que ¿Cómo se escribe una novela a cuatro manos, sin  que se note que no está escrita por un único autor?

Me encantó la respuesta de Nieves, ella no sabía como se escribía una novela así, solo sabía que su coalición con Vicente Garrido funcionaba, que Vicente se encargaba más del perfil social, de la denuncia que pretendía a través de sus novelas, y ella se encargaba del lado oscuro, del mal, de la vertiente sórdida, de la sicología de los personajes puesto que es lo que a ella más le interesa en una novela negra.

Sin embargo no sólo ahí puede radicar su éxito, comentó Nieves, que ambos releen lo que ha escrito el otro, y lo reescriben hasta que consiguen un tono neutro y uniforme, y  a fe que lo consiguen, porque en ningún momento he sido capaz de adivinar donde empieza la pluma de uno de ellos y donde termina la del otro, además siempre hubiera pensado que los pasajes más sórdidos podrían deberse a Vicente y por lo visto son obra de Nieves.

Disfruté muchísimo de aquella charla y después me acerqué a la mesa con mi ejemplar de Martyrium que me dedicó con mucho gusto, lamenté no tener más tiempo para comentar la novela, hubiera sido muy fructífero, pero el tiempo apremiaba, el local donde se realizó el evento cerraba sus puertas en pocos minutos y había que recoger, en otra ocasión espero hablar con ella largo y tendido, sobre todo ahora que ya he leído la segunda de sus novelas y tengo en espera la tercera.

Mis impresiones:

Crímenes Exquisitos apuesta fuerte, con un principio que descoloca al lector, que lo noquea y hace que la adrenalina se le dispare, no hay concesiones, el pasaje que se describe es de una brutalidad impresionante y se queda grabado en la retina, sobre todo si tienes una imaginación tan desbocada como la mía.

Desde las primeras líneas te haces incondicional de Valentina Negro, una inspectora de bandera, una mujer que no es consciente de su belleza, que siente la profesión, que arriesga en ocasiones demasiado, y que no sale muy bien parada en ese prólogo al que he hecho referencia, aunque luego termina pareciendo demasiado perfecta, al menos físicamente, una mujer dura, con ciertos fantasmas en el armario que la hacen vulnerable.

Podría pensar el lector que después de un comienzo tan duro la novela podría relajarse e incluso perder fuelle porque 800 páginas son muchas, sin embargo no es así porque nos encontramos con varias tramas y subtramas, todas ellas de una actualidad rabiosa, y que se se entrecruzan sin robarse protagonismo entre sí, complementándose para al final terminar encajando como un puzle y mientras el lector no tiene un momento de respiro gracias también a unos personajes soberbios, bien trazados y dibujados con una maestría sin parangón.

En la línea argumental podemos encontrar violencia, crueldad, gustos sexuales que se alejan de la normalidad pero que ya no nos resultan tan desconocidos gracias a la trilogía de las sombras, y otros no tanto, todo ello se mezcla con temas candentes como la trata de blancas, la corrupción, los sobornos, el deshonor, la deslealtad, la codicia sin medida, ese todo vale que a veces asquea.

Nos encontramos ante una novela muy completa capaz de tocar muchos palos y todos bien tocados, sus autores son polifacéticos y se nota, y ello a su vez obliga al lector a estar bien atento, a sumergirse en los mundos que nos dibujan, a descubrir lo que nos es ajeno, a buscar en internet datos, cuadros, pasajes literarios e incluso operas, puede que haya podido echar en falta unas representaciones de los cuadros, imágenes a las que se hace alusión, me hubiera resultado muy práctico.

Decía que se tocan muchos palos, entre ellos el mundo del periodismo que encarna Lúa Castro, una joven alocada que no duda en meterse en la boca del lobo para conseguir una exclusiva, y no siempre sale bien parada del ímpetu con que acomete ciertas empresas. De su  mano conoceremos las triquiñuelas de las que hacen gala algunos periodistas para conseguir información. Lua cuenta con un gran aliado Jaime Anido, un fotógrafo free lance sin escrúpulos que termina uniendo los dos hilos y relacionando crímenes similares.

Gracias a la inspectora Negro conocemos como funciona una comisaría de policía y gracias a Javier San Juan  como trabaja un criminólogo, cómo elabora sus perfiles, en que sustenta sus teorías. Pero no son los únicos temas o subtemas, Christian Morgado nos ofrece la visión de un profesor de Arte y crítico artístico y a través de Raquel Conde descubrimos la avaricia extrema, la falta de ética profesional puesta al servicio de los poderosos desvirtuando en exceso el ejercicio de la abogacía.

Pero si hay un personaje que pone los pelos de punta, al que se odia sin posibilidad de redención ese es Sebastian Delgado, mano derecha de Pedro Mendiluce, un hombre capaz de lo más vil y cruel, de su mano conocemos el mundo de la prostitución, la crueldad empleada con aquellas mujeres que no se doblegaban a sus deseos. Cuando el aparecía en escena un nudo se me formaba en el estomago, nada bueno podía suceder, tal era su maldad, todo lo emponzoñaba.

Pero los negocios de Pedro y Delgado no se suscribían solo al comercio de mujeres, también a la especulación inmobiliaria, y a la extorsión de cargos funcionarios para conseguir sus propósitos a pesar de que ello pueda perjudicar a muchas otras personas.

Y cómo colofón un asesino que recrea obras de Arte, reproduce escenas de libros, o pasajes de opera, que pone en jaque a la policía de A Coruña, pero también a la inglesa, una mente insana que pretende crear belleza a través de la muerte y la destrucción y que sumerge a la policía española y a la británica en una carrera contrarreloj para detener a El Artista como han llegado a bautizarlo.

La acción está garantizada durante las 800 páginas de la novela, todos los frentes quedan cerrados, ante tanta maldad y crueldad hay espacio para el humor y también para el romance, que no se enfade Nieves por esta afirmación, en ningún momento a esta novela se la puede tildar de romántica, con el mal campando a sus anchas en todas y cada una de sus páginas.

Si impactante es el inicio, no menos lo es el final, muy digno de la trama hilada y que golpea al lector y lo deja con ganas de más a pesar del poco respiro que ha tenido durante la lectura, no se le puede negar a estos autores que han sabido hacer una novela negra distinta a la que últimamente solemos ver, dura pero sin exceso, sin recrearse en el morbo, pero sin concesiones, para lectores con estomago, abstenerse los sensibles y aquellos que busquen un poco de intriga en una trama romántica, se les puede atragantar en las primeras páginas.

Pero si eres un amante del género negro sin duda disfrutarás de la prosa de estos autores, de su ritmo, de su puesta en escena, de los crímenes que describen, de sus personajes bien trazados y dibujados, y de los temas actuales que sin duda no te resultaran desconocidos y que seguro lograrán indignarte. Yo me quedé con ganas de más a pesar de que necesitaba un respiro, creer que en el mundo no puede haber gente tan ruin, por circunstancias tardé un poco más de lo deseado en leer Martyrium, que para mi supone la consagración de estos escritores al alimón.

Conclusión:

Si has llegado hasta aquí, te habrás dado cuenta de que el libro me ha gustado y me convencido, tiene algún que otro pero que no consigue desmerecer la impresión final de la novela. Sus ochocientas páginas están más que justificadas, aunque cuando uno se enfrenta a ese numero de páginas unas cuantas más y una letra aceptable sería un triunfo.

Su detective, Valentina Negro me ha gustado, pero si tengo que ser sincera yo soy más de Javier San Juan, un personaje que me ha enamorado, que no me importaría tener en mi vida, ni encontrar en otras novelas, son personajes complejos, pero humanos y cercanos.

Para mi el éxito de esta novela radica en sus personajes, en la complejidad de sus perfiles sicológicos, pero también en el ritmo que marcan los autores, en ese golpeo continuo al lector, que le obliga a leer sin parar, por mor de sus capítulos cortos, que sitúan siempre al lector tanto en la línea temporal como en el lugar donde se desarrolla, que os recuerdo que es a caballo entre España e Inglaterra, pero además está adornado con flash backs que nos permiten comprender ciertos pasajes.

Ahora te toca descubrirla a ti si he logrado captar tu atención y si no aquí te dejo el booktrailer a ver si así te acabas de convencer.





Retos:

Autores eternamente pendientes

Yincana Criminal: Made in Spain. Uno de sus personajes es un abogado

25 españoles