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viernes, 21 de diciembre de 2012

El susurro de los muertos. Simon Beckett



Hoy es viernes y de nuevo la sección BBF se queda huérfana, y es que llevo una muy  mala racha lectora, desde octubre no consigo leer más de un libro al mes, y si este es tocho, puede durarme hasta mes y medio. El tener reseñas pendientes de publicar han salvado el blog de la inactividad pero, no creo que la situación mejore mucho con el nuevo año y voy a tener que poner mucho de mi parte para salvar los retos, incluido le mío.

Así que después de mucho arañar minutos, segundo y microsegundos, vengo a traeros la opinión de un libro que ha hecho mis delicias por varios motivos, porque el autor es siempre sinónimo para mí de éxito y disfrute lector, porque sus tramas son envolventes y sobre todo imprevisibles, porque su detective es humano donde los hayan, y porque la ciencia forense me apasiona aunque jamás me dedicaría profesionalmente a ella.

Este libro forma parte de mi maratón veraniega y me duró unos tres o cuatro días entre manos mientras iba y  volvía del trabajo en el tren, incluso en alguna ocasión he estado a punto de no bajar en mi parada de tren por estar demasiado metida dentro de la historia, y me ha tocado correr para ganar la puerta antes de que el tren iniciara de nuevo su marcha.

Os adelanto que me ha gustado tanto o más que los anteriores de la saga, que el autor gana con cada entrega como el buen coñac con los años, y que estoy esperando la traducción ya del cuarto título de la serie que espero no se haga mucho de esperar

El autor

Aunque os hablé largo y tendido de él en un monográfico que le dediqué voy a recuperar unas cuantas pinceladas.
 
Es escritor y periodista, nació en Sheffield, Inglaterra en 1968. Se licenció en Filología inglesa de ahí su amplio conocimiento de la técnica narrativa y artificios, de los que el inglés es un idioma bastante pobre. Durante unos años fue profesor en nuestro país. Fue percusionista en varias bandas musicales, antes de lanzarse a su carrera como periodista free lance. Mucha valentía si tenemos en cuenta que no se cuenta con un sueldo fijo y que tienes que vender tus noticias al mejor postor.

Como periodista ha publicado en The Times, The independent on Sunday Review, The Daily Telegraph y The observer. Antes de la serie de David Hunter, había escrito otras novelas que tuvieron quizás menos éxito y que no se nombran ni en su página oficial ni en las entrevistas.

La química de la muerte, fue nominada en 2006 para el premio Daga de Oro, y quedo finalista. En esta se estrenó como protagonista David Hunter, un antropólogo forense. Para crear el personaje y posteriores novelas se inspiró en una visita y una serie de artículos que realizó para la Granja de Cuerpos en Tennessee, la primera vez que tuve noticia de este Centro de Antropología Forense fue a través de una novela que lleva el mismo nombre de Patricia Cornwell, una de las que no tiene desperdicio y de las que se puede aprender un tanto sobre descomposición de cuerpos y técnicas de investigación.

Beckett presenció y participó en ejercicios prefabricados, y en reconstrucción de crímenes reales con cadáveres en descomposición, fue testigo de las técnicas empleadas para determinar la secuencia temporal de la muerte, como y donde se produjo y que objeto la provocó. De esta experiencia nació el antropólogo forense David Hunter. Un personaje encantador, atractivo, con un pasado que olvidar y tremendamente humano, aunque subyugado por su trabajo.

Lo que para otros es motivo de disgusto, para él representa un reto, conseguir que un cadáver le revele sus más íntimos secretos, como él dice en varias ocasiones en los dos libros que se han traducido al español, su trabajo consiste en conseguir que los muertos hablen y le cuenten lo que necesitan saber.

Sus obras

Novelas:

Fine Lines publicada en 1994
Animales publicada en 1995
Cuando el río suena publicada en 1997
Ser propietario de Jacob publicada en 1998

Serie David Hunter

La química de la muerte publicada en 2006 y traducida al español en 2009

Escrito en hueso, El titulo en español Entre las cenizas publicada en 2007 y traducida al español en 2010, 

Los sonidos de los muertos, publicada por círculo de lectores bajo el titulo El susurro de los muertos, opinión que me ocupa en este momento

La vocación de la tumba, publicada en 2010, desconozco si se está traduciendo

Por lo visto tenemos antropólogo forense para rato y podremos disfrutar del buen hacer de este autor.

Parece que al final he pintado el cuadro entero, porque poco más creo que se pueda añadir a esta biografía.

Argumento

Me siento incapaz de hacer esta sinopsis sin desvelar nada importante, después de desechar dos intentos he decidido copiar la que ofrece Círculo de lectores en una de sus solapas, ya que en la contraportada como gancho utiliza un fragmento del libro.

Hay ocasiones en que el destino te ofrece una segunda oportunidad. Después de filtrear con la muerte, víctima de una agresión que casi termina con su vida, el forense inglés David Hunter decide dar un giro radical y volver a sus orígenes, a la Granja de Cuerpos, Centro de investigación Antropológica Forense de Tenesse donde estudió. Aunque para el común de los mortales ese lugar sería lo más cercano al escenario de una pesadilla con cuerpos humanos en distintos estados de descomposición esparcidos aquí y allá, David se siente como pez en el agua estudiando los complejos procesos que  sufre el cuerpo humano tras la muerte. 

Durante la estancia su estancia en la Granja, David acompaña a Tom Lieberman, director del centro y antiguo profesor suyo,  a examinar el cuerpo de una víctima de asesinato en una cabaña en las montañas. Acostumbrado a ver todo tipo de cadáveres, Hunter nunca se había enfrentado a nada semejante: el cuerpo desnudo, con el torso hinchado por los gases, despedía un hedor que casi podía palparse. Al lado de la mesa  donde yacía tendido, había una silla, como si alguien, el asesino, no hubiera querido perderse detalle de la macabra función. El descubrimiento de un nuevo cadáver no hará sino confirmar sus sospechas: un asesino en serie anda suelto, uno particularmente metódico y retorcido, cuya fascinación por la muerte es tan intensa como el interés científico que por ella sienten los forenses que habrán de seguir su rastro.

Mis impresiones

Siempre he defendido que hay que comenzar las sagas por su principio, por lo menos por el principio que nos ofrecen aquí en España que tienen la mala costumbre de empezar por la tercera o cuarta entrega. A pesar de que Beckett suele contextualizar bien sus novelas y en algún momento acabas por reunir todas las piezas del puzle, hay cosas que quedan en el aire si te has perdido alguna  historia.

Todas ellas son independientes entre sí, sin embargo el hilo conductor de todas ellas y que evoluciona novela a novela es su detective David Hunter, un hombre que va evolucionando con los golpes que le va dando la vida, un hombre deshecho incapaz de asimilar tantos vaivenes y que después de un episodio especialmente trágico que se desarrolla en Entre las cenizas, se plantea recuperarse de las heridas del alma, necesita saber si todavía está capacitado para hacer su trabajo, para seguir teniendo de pareja de baile a la muerte que parece haberse fijado obsesivamente en él.

Para ello el mejor sitio para descubrirlo es la Granja de cuerpos, va en calidad de invitado y cuenta con la ayuda del que fuera su profesor y mentor Tom Lieberman, al que le queda muy poco para la jubilación. Tom cree saber por donde está pasando su pupilo y por ello a pesar de que no las leyes americanas son muy estrictas y los tribunales invalidan muchas pruebas por errores en el procedimiento, pide la ayuda de David en un escenario de crimen, este se muestra reticente pero al final le puede comprobar la mala salud de su compañero.

El espectáculo encontrado es dantesco, muchas piezas no encajan, cualquiera diría que es un escenario preparado y que quien se encuentra detrás sabe bastante de ciencia forense, David vuelve a encontrarse cara a cara con sus fantasmas del pasado, pero a su pesar se ve envuelto en una operación en la que no debería participar porque puede invalidar pruebas.

La novela como es normal en este autor está llena de pistas falsas que te llevan a sospechar de muchos personajes, todos ellos parecen tener un móvil, o alguna prueba les inculpa, se encuentran ante un asesino escurridizo y muy inteligente. Giros y contra giros nos van despistando mientras en el camino van apareciendo más víctimas y alguien está persiguiendo a los miembros del equipo de investigación, ¿quién necesita tomarse tantas molestias?

Quizás lo más original es dentro del capítulo haya partes  en las que el protagonista es ese asesino que desconocemos, ese hombre  especialmente cruel que tiene un motivo para matar y que nos desvela, pero contrariamente a lo que podríamos pensar, el narrador no es el asesino, sino  que el autor utiliza la  segunda persona, algo poco común en la literatura y que en ocasiones puede descolocar al lector, porque no sabe muy bien a quien se dirige. Y es en estos fragmentos en los que se nos explica porque  mata, que pretende conseguir, porque tiene una finalidad, como elige a sus víctimas y prepara los escenarios, como vive, como ha sido su infancia y quién o qué lo ha abocado a esa carrera desenfrenada y a ese juego con la policía que cada vez se encuentra más cerca de su pista.

Creo que sin desmerecer a ninguna de sus dos otras novelas, que en todas podemos encontrar mucha intriga, tensión y maldad, en esta el autor se ha lucido especialmente, ha sido capaz de meterse en la piel de David un hombre sicológicamente deshecho y con muchos problemas todavía para olvidar el incidente que casi le cuesta la vida. Pero también en la de Tom Lieberman que tiene que lidiar entre la ética y deontología y la necesidad de ayudar al amigo que está sufriendo, pero también en la del asesino, que no es más que otra víctima de la sociedad, un hombre con un trastorno mental, muy inteligente que es capaz de engañar a todos.

Nos encontramos ante una historia que cuenta con ingredientes de primera calidad, unos personajes creíbles y muy elaborados física y sicológicamente,  una atmosfera que a veces puede incluso ahogar, el trabajo en una Granja de cuerpos no es nada agradable para las personas ajenas al tema, y  no se nos ahorran detalles, pero tampoco de las escenas de los crímenes y el final es apoteósico, no digno de estómagos delicados. Sin embargo cuando la novela enfila la recta final, cuando la policía tiene en el punto de mira al asesino, cuando la ayuda de David y su intuición es más que necesaria para resolver el caso, se pega a tus manos y es imposible soltarla hasta que la trama se resuelve.

Sin duda David Hunter por su humanidad se ha ganado un hueco en mi corazón, y estoy deseando leer una nueva aventura, porque las heridas siguen abiertas y hay una trama pendiente de cerrar que se arrastra desde el segundo libro publicado en España y en algún momento encontrará el autor la forma de darle el carpetazo y con ello el descanso que necesita el forense que si algo comprende es que lleva esa ciencia en la sangre y que con muchas limitaciones puede seguir dedicándose a ella porque no ha perdido lo esencial.

Conclusión

Simón Beckett ocupa un lugar de honor entre los autores de novela negra en mi biblioteca porque consigue lo que pocos, que cada novela que saque me apetezca con locura. Su trabajo es impecable, cuida todos los aspectos de la novela, y pretende sorprender al lector, lo predecible no entra en sus obras, de ahí que siembre sus historias de pistas que llevan a múltiples callejones sin salida pero que sin embargo son imprescindibles para llegar al final. 

En sus novelas siempre hay un ingrediente original, en esta ha sido ese narrador en segunda persona que para resaltarlo está escrito en cursiva, es como si la conciencia del asesino estuviera contando sus hechos, y porque llega a esa situación, que busca y cuáles son sus métodos para conseguirlo. Cuesta mucho entender al asesino, empatizar es imposible pero cuando descubres quien está detrás de todo no puedes menos que sentirte estafado por el personaje, porque ha llegado a conmoverte, y a engañarte y no llegas a comprender como has podido estar tan ciega para no ver que tenías en las narices.

Supongo que la misma sensación del lector  la compartirán los personajes, puesto que son tan engañados como el propio lector, Simon Beckett hace gala de una gran maestría a la hora de hilar la acción y de mantener la intriga que no decae en ningún momento, y también a la de dar vida a unos personajes complejos, con una sicología muy elaborada y una forma de actuar muy marcada por sicopatologías.

Sin duda es una buena opción de lectura si eres amante de las novelas negras. El único pero no es para la obra que me parece redonda en muchos sentidos, sino para la forma de acceder a ella, de momento y yo no he sido capaz de encontrar lo en otra edición es exclusivo de Círculo de lectores, y es una lástima porque no todos estamos suscritos a él…

Si te animas a leerlo seguro que lo disfrutas, pero no olvides empezar por el principio... 

Con esta reseña inicio mi participación en el reto 25 novelas de misterio y suspense.

jueves, 22 de julio de 2010

Entre las cenizas. Simon Beckett


Menudo subidón de adrenalina. Debo agradecer a Mertxe que me diera el empujoncito que me faltaba para acometer esta lectura, era una locura llevando tantos libros al mismo tiempo, pero me apetecía tanto y había pasado tanto tiempo entre temarios que me merecía en ese descanso que hacía en mis estudios coger algo que realmente me llenara, y no me ha decepcionado, yo diría salvando la distancia de una año que hace que he leído su primer libro que con este se ha superado.

La contraportada del libro no puede ser más atractiva y si no juzgad por vosotros mismos.


Una terrible tormenta. Un asesino despiadado. Un cadáver carbonizado... Un telón de fondo nada halagüeño para el forense David Hunter, quien habrá de enfrentarse a un imprevisible criminal que parece dispuesto a sembrar la muerte en la pequeña isla de Runa, un remoto rincón de Escocia en el que da la impresión de que el tiempo se hubiera detenido.


El comienzo de la historia es un poco crudo por todos los datos que da, incluso lleva a convertirla en algo desagradable y eso que estoy acostumbrada a leer novelas de forenses, incluso al propio forense al principio da la sensación de que le repele y se la transmite al lector. A partir de ahí el autor empieza a dosificar la acción y sobre todo la investigación, los personajes parecen cobrar vida y llevarte en una dirección o en otra. Que los crímenes se hayan cometido en una isla de las Hébridas completamente aislada por una tormenta y sin posibilidades de comunicación por vía marítima ni aérea, y mucho menos por ondas normales, dificulta una investigación que se vuelve sórdida y termina angustiandote, sobre todo por ser una comunidad pequeña en la que todos se conocen y al forastero no le dan demasiada credibilidad.

En el último cuarto de libro la intriga va en aumento, el forense agudiza unos sentidos que tenía dormidos, y la historia da muchos vuelcos convirtiéndola en mucho más adictiva que al principio, no podía soltar el libro y llevaba meses en que nada me robaba el sueño, sin embargo Simon Beckett me ha robado muchisimas horas, porque no podía soltar la novela. LLegar al final se convirtió en un ansia que me hacia devorar página tras página. Cuando ya creía que tenía el desenlace una nueva vuelta de tuerca me hacia seguir leyendo, y hasta la última linea tiene su importancia.

Tengo que reconocer que no he sido capaz de intuir quien era el asesino hasta instantes antes de que lo revelara y que me he llevado una grata sorpresa, que Beckett se ha hecho un hueco por mérito propio entre mis escritores favoritos, y que si con La química de la muerte reconocí que me había gustado incluso más que Patricia Cornwell en esta me reafirmo, sabe llevar con mucho más estilo la historia, sabe mantener la tensión y el interés.

David Hunter es un personaje ante todo humano, muy profesional, pero incapaz de no verse afectado por lo que ocurre a su alrededor, aunque al final es objetivo y no se deja llevar por sus sentimientos. El final abierto invita a una nueva entrega cuya espera supongo que habremos de sufrir sus seguidores, porque si ha tardado casi un año en haber algo suyo en el mercado, supongo que nos espera otro año de espera para saber el desenlace del final.

Tengo que reconocer que me gustan los finales abiertos, esos en los que el lector con su imaginación puede llenar las lagunas que el autor ha dejado a propósito, este os aseguro que es redondo. Hay que darle un diez al conjunto, por su planteamiento bien esbozado, por el desarrollo magistral y bien dosificado y por un desenlace de infarto que parecía llevarte de sobresalto en sobresalto, y cuando pensabas que había páginas de relleno que no servían para nada la guinda del pastel. Sin desperdicio oigan.

Espero no os parezca una reseña demasiado entusiasta, supongo que habrán algunos fallos, yo no he sido capaz de verlos y el autor me gusta demasiado para ser objetiva al cien por cien, pero considero que ninguna reseña lo es, porque vertemos ante todo la opinión que nos merece un libro y su autor.

Por si la contraportada os ha sabido a poco a todos los amantes del genero, os dejo la sinopsis.

SINOPSIS

Unos restos humanos calcinados han aparecido misteriosamente en un caserío abandonado en Runa, uno de los islotes de las Hébridas, en la costa oeste de Escocia. En su intento por resolver el caso, y con los servicios forenses escoceses colapsados a raíz de una colisión ferroviaria en Inverness, la policía de la zona decide solicitar la colaboración del Doctor David Hunter, quien se desplaza hasta allí con objeto de esclarecer las causas de la muerte.

Incapaz de salir de Runa o de recibir refuerzos a causa de un terrible temporal que mantiene bloqueada la región Hunder se dedicará a analizar los escasos restos de que dispone-los cuales apuntan sin ninguna duda a un crimen- y a intentar descifrar el peculiar orden que rige en la isla. Una cerrada comunidad cuyos peculiares miembros: un policía jubilado incapaz de asumir su retiro, una madre soltera de oscuro pasado, una periodista entrometida o un matrimonio de excentricos filántropos, se obstinan en negar que entre sus miembros pueda esconderse un frío y calculador asesino. La aparición de otro cadáver carbonizado, sin embargo, los obligará a enfrentarse a la cruda realidad, a la vez que sembrará en todos ellos el miedo y la sospecha.


Simplemente magistral!!!!

lunes, 19 de julio de 2010

Simon Beckett.



No suelo escribir sobre autores, y menos sobre aquellos que solo he leído dos obras, sin embargo Simon Beckett se ha hecho un hueco en mi estantería por méritos propios. Conocí al autor y su obra a través del Circulo de lectores, aunque no soy socia, mi hermana si lo es, y como tiene un trabajo muy absorbente, cuando le llega la revista me la envía a casa para que yo le recomiende libros. Desde el primer momento vi que el estilo y la temática de este autor casaba con lo que a ambas nos apasiona. Lo comparaban con Patricia Cornwell cuyo último libro en aquel momento, yo había leído y me había sabido a gloria, tanto como para etiquetarlo como el mejor que he leído hasta el momento de ella.


Las comparaciones son odiosas y aún así se lo recomendé a mi hermana. Y a día de hoy no me arrepiento, porque he caído rendida a los pies de este inglés que retrata los escenarios británicos como pocos, y dosifica la acción y la intriga con una maestría única.


Es escritor y periodista, nació en Sheffield, Inglaterra en 1968. Se licenció en Filología inglesa de ahí su amplio conocimiento de la técnica narrativa y artificios, de los que el inglés es un idioma bastante pobre. Durante unos años fue profesor en nuestro país. Fue percusionista en varias bandas musicales, antes de lanzarse a su carrera como periodista free lance. Mucha valentía si tenemos en cuenta que no se cuenta con un sueldo fijo y que tienes que vender tus noticias al mejor postor.


Como periodista ha publicado en The Times, The independent on Sunday Review, The Daily Telegraph y The observer. Antes de la serie de David Hunter, había escrito otras novelas que tuvieron quizás menos éxito y que no se nombran ni en su página oficial ni en las entrevistas.


La química de la muerte, fue nominada en 2006 para el premio Daga de Oro, y quedo finalista. En esta se estrenó como protagonista David Hunter, un antropólogo forense. Para crear el personaje y posteriores novelas se inspiró en una visita y una serie de artículos que realizó para la Granja de Cuerpos en Tennessee, la primera vez que tuve noticia de este Centro de Antropología Forense fue a través de una novela que lleva el mismo nombre de Patricia Cornwell, una de las que no tiene desperdicio y de las que se puede aprender un tanto sobre descomposición de cuerpos y tecnicas de investigación.


Beckett presenció y participó en ejercicios prefabricados, y en reconstrucción de crímenes reales con cadáveres en descomposición, fue testigo de las técnicas empleadas para determinar la secuencia temporal de la muerte, como y donde se produjo y que objeto la provocó. De esta experiencia nació el antropólogo forense David Hunter. Un personaje encantador, atractivo, con un pasado que olvidar y tremendamente humano, aunque subyugado por su trabajo.


Lo que para otros es motivo de disgusto, para el representa un reto, conseguir que un cadáver le revele sus más intimos secretos, como el dice en varias ocasiones en los dos libros que se han traducido al español, su trabajo consiste en conseguir que los muertos hablen y le cuenten lo que necesitan saber.




Novelas:


Fine Lines publicada en 1994


Animales publicada en 1995


Cuando el río suena publicada en 1997


Ser propietario de Jacob publicada en 1998


Serie David Hunter




La química de la muerte publicada en en 2006 y traducida al español en 2009


Escrito en hueso, El titulo en español Entre las cenizas publicada en 2007 y traducida al español en 2010, de la que pronto podréis leer reseña


Los sonidos de los muertos, falta saber bajo que titulo saldrá al mercado español y se encuentra en estos momentos en proceso de traducción, se publico el año pasado


La vocación de la tumba, publicada este mismo año y sin proyecto traductor...




Por lo visto tenemos antropólogo forense para rato y podremos disfrutar del buen hacer de este autor

miércoles, 14 de julio de 2010

Perdida entre libros

Así me he sentido en los últimos meses, pero no precisamente entre los que me hubiera gustado perderme. Si no enterrada en temarios, jurisprudencia varía, procedimientos administrativos y un sinfín más de temas que espero dejar aparcados por unos días. Hoy he hecho mi examen y la verdad es que preferiría olvidarlo, aunque el comentario de la gente iba por los mismos derroteros, las preguntas no eran acordes con el temario estudiado, ni con el nivel exigido. Hoy no me premiado este nuevo chasco con la compra de libros, porque ya lo hice hace unos días y no esta la economía para tanto dispendio.

Asi que me he conformado, con el empujoncito que me dio Bookworm en los comentarios, con soltar todas las lecturas que tengo entre manos que no son pocas y leer lo que realmente me apetece Entre las cenizas de Simon Beckett.

Conocí a este autor por casualidad hace un poco más de un año, y también por estas épocas leí su primera novela traducida al castellano, La química de la muerte, me quedó tan buen gusto de boca que busque más libros para seguir deleitándome con el autor, para mi sorpresa, aunque tenía tres más publicados en su lengua, no se habían traducido, ni había proyectos de hacerlo. La desilusión fue tremenda.

Cuando mi chula me comunicó en un mail que había nuevo libro en el mercado, rauda y veloz se lo dije a mi hermana, quien con una sonrisa en la boca me informó de que ya lo tenía pedido para ese bimestre, en el Circulo de lectores. Nuestra sorpresa fue mayúscula cuando su agente se equivocó de pedido y en su lugar nos dejó un libro de puericultura. Pero al fin la semana pasada llegó a la estantería y mi hermana me lo ofreció en primicia.

La química de la muerte, se ofreció en exclusiva en el Circulo de lectores, y meses después Random House Mondadori se hizo cargo de la publicación para aquellos que no quieren estar atados a una suscripción. Desconozco si con Entre las cenizas, se ha hecho la misma jugada, o se puede encontrar en cualquier librería, pero de no ser así, tarde o temprano se podrá comprar en abierto.

El estilo directo de este autor me apasionó en su primera novela y espero encontrar más de lo mismo en esta, con este cambio de lecturas pretendo salir de mi atasco lector, y disfrutar un poco de estos días que me estoy tomando de descanso, puesto que tengo que volver a los temarios en breve, aunque intentaré no enterrarme durante el verano en ellos y disfrutar un poco de la placentera lectura, que nunca he abandonado del todo, pero no he disfrutado como merecería.

sábado, 25 de julio de 2009

LA QUIMICA DE LA MUERTE



Había sido otro David Hunter el que se había adentrado en los arcanos de la química de la muerte... Estaba familiarizado con la descomposición en todas sus formas, podía analizar su progresión en relación con el tiempo, el suelo o la época del año. En ningún momento olvidaba que habían sido personas, pero para mí eso sólo tenía un valor abstracto. Mi trato con ellos tenía lugar en la muerte, no en la vida."
Asi reza la contraportada de este novela negra, todo suspense que atrapa a un lector ávido de letras, de buena lectura de este genero en el que últimamente aflora demasiada publicación mediocre e incluso so pena de ser demasiado dura mala. Con la lectura de este libro me he reconciliado de nuevo con el género que sin lugar a duda más me ha apasionado en mis años de lectora.
Sin empezar a leer la novela en sí, ponemos los ojos en las solapas y podemos seguir leyendo:
"Han pasado ya tres años desde que David Hunter llegó al pueblo de Manham. Tres años ejerciendo de médico generalista en la región de de Norfolk, intentando olvidar su pasado en Londres, su trabajo como antropólogo forense y, sobre todo, la tragedia que destrozó su vida.
Una tarea nada fácil, si bien puede decir que no ha errado su elección... Al menos hasta el día que dos chavales del lugar descubren, oculto entre los juncos de las marismas, el cadáver de una mujer. De pronto, la vida en el aislado Manham dará un vuelco radical, alterando la existencia de sus habitantes, entre ellos la del propio David, quien deberá lidiar de nuevo con sus viejos fantasmas.
Frente al previsible desconcierto inicial, la sorpresa de los lugareños no tardará en tornarse en temor y en un recelo rayano en la paranoia cuando, todavía sin confirmarse la identidad de la víctima, una segunda joven del lugar sea secuestrada sin dejar rastro. Cada vez parece más evidente que un psicópata ronda el pueblo: un hombre despiadado y, en opinión de la policía, oriundo de la zona. Enfrentado a semejante pesadilla, el inspector Mackenzie, encargado del caso, deberá recurrir a la experiencia de David y vencer los recelos de éste a pisar de nuevo un terreno en el que, sin embargo, es una auténtica autoridad.
El asesino de Manham parece ser un verdadero experto en su cometido, y sólo otro experto puede ayudar a detenerlo."
Si la contraportada me había seducido e inclinado a leerla, esta sinopsis me llevo de cabeza a abrir el libro y leer ávidamente los primeros capítulos que como en cualquier relato situa la acción y a los personajes. Un libro muy en la línea de mi autora favorita Patricia Cornwell, y aunque las comparaciones son odiosas, sin quitar mérito a la estadounidense, esta tiene una genialidad y una brillantez que te atrapan desde la primera línea hasta un final de lo más sorprendente. Tiene todo lo que un lector de novela negra puede pedir, no es previsible, engancha desde la primera línea, unos personajes bien elaborados y creibles a los que describe de forma somera, una patología bien escondida hasta el último momento, una trama bien planteada, desarrollada y lo más importante, un final digno de una buena novela.
Su prosa sencilla, te lleva de la mano por los recovecos de la ciencia forense y de la patología clínica sin hacer alardes de un conocimiento desmesurado. Al mismo tiempo te muestra la cerrazon de los pueblos de la campiña inglesa, donde todo parece amable y que esconden una realidad alejada de ese paraíso, que se convierte en un infierno para quien se ve obligado a convivir con sus gentes.
El mismo autor opina de su novela en estos terminos: «La química de la muerte es el tipo de thriller que a mí me gustaría leer. Espero que lo encontréis verdaderamente escalofriante, esa clase de libro que te da miedo leer pero que no puedes dejar. Una novela fresca y excitante, llena de giros inesperados que te sorprenderán.»
Y para ser sincera, hay momentos en que la tensión te obliga a soltar un poco sus letras, para poder asimilarla, no es tanto el miedo que se pasa si no la tension sicológica que te crea, el que encontraras despues, un poco lo que sentí al ver la pelicula El silencio de los corderos, no era miedo, era desazón, inquietud... al leer esta novela se despertó de nuevo, por un lado necesitaba asimilar lo que estaba leyendo por otro lado no podía parar de leer.
Sólo un pero, esta novela sólo la publica Circulo de lectores, con lo cual es dificil de encontrar en bibliotecas y librerias, e incluso sólo es accesible para quien este suscrito a él. Por otro lado te quedas con ganas de más y cuando indagas en la bibliográfia de este autor te das cuenta de que de sus tres novelas ésta es la única traducida al castellano, espero que se animen a traducir sus otras obras y pronto podamos disfrutar de su pluma.
Espero haber picado tu curiosidad y que te animes a adentrarte en la campiña inglesa, y en los misterios que te ofrece Manham y sus gentes