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lunes, 1 de febrero de 2016

El hombre de la máscara de espejos

Este verano leí esta novela que me dejó como todas las de Vicente Garrido y Nieves Abarca con el corazón en la mano, y una ligera arritmia que con el paso de los días va diluyéndose. Cuando una reseña tarda en escribirse a veces no se encuentra el camino para hacerlo, y necesitamos de una excusa para que vea la luz. Y a mí ese empujón que necesitaba me ha llegado con la publicación del cuarto libro de estos autores que escriben a cuatro manos como si solo fueran uno.

Ara un año más o menos Nieves pasó por Castellón Negro, en la semana dedicada a las escritoras de novela negra, por aquel entonces acababa de leer Crímenes exquisitos dentro de una lectura conjunta y todavía tenía pendiente Martyrium y aproveche para que me lo dedicara. Fue un placer escucharla hablar de como escriben sus novelas, de como se complementan ella y Vicente Garrido, descubrir que tiene ese lado oscuro tan inquietante desde pequeña.

Escuchar a Nieves es una delicia, un placer a pesar de que la conversación gire en torno a la maldad, al asesinato, a la parte más ruin del hombre. Como no podía ser de otra forma fue inevitable la pregunta ¿Cómo se escribe una novela a cuatro manos sin que se note donde empieza la pluma de uno y donde la de otro? Me sorprendió un poco su respuesta, puesto que en un primer momento ella confesó no saber tampoco como lo conseguían, pero bromas a parte, al final pude entender como pueden llegar a conseguirlo, puesto que cada uno de ellos relee y reescribe la aportación del otro, y cada uno tiene un campo de especialidad, Vicente es más comedido, más doctrinal, ella se siente más atraída por la maldad, por el lado oscuro. Sin duda forman uno de los mejores tándems del noir español, tanto que sus lectores esperamos las novelas para abalanzarnos sobre ellas. 

Creo que por la dureza del tema que tratan, esta entrega es de las que más me ha impactado, y eso que los autores no se recrean ni se solazan en las escenas cruentas, pero tampoco tienen por costumbre ahorrarnoslas. Con esta tercera entrega se termina una subtrama que comenzó con Crímenes exquisitos y que amenazaba directamente a la inspectora Valentina Negro. Que nos tendrán deparado los autores para el cuarto libro  lo desconozco, pero ganas tengo de descubrirlo ya.

Los autores:
Vicente Garrido es profesor titular de la Universidad de Valencia. Su importante obra científica se
ha dado a conocer al gran público a través de sus ensayos de divulgación, entre los que destacan El psicópata, Cara a cara con el psicópata y Amores que matan. Sus estudios sobre la personalidad delictiva y sus programas de tratamiento con criminales han hecho de él un profundo conocedor de la mente violenta.

Fue el primer criminólogo español que colaboró en la captura de un asesino en serie a través de la realización de un perfil criminológico. Ha impartido numerosos seminarios especializados a cuerpos y fuerzas de seguridad en España y América, así como a jueces y fiscales. El Ministerio de Justicia le concedió la Cruz de San Raimundo de Peñafort.

Nieves Abarca estudió Historia del Arte en la Universidad de Santiago de Compostela y obtuvo un máster en Periodismo por la UOC. Ha realizado estudios de Anatomía Patológica y medicina legal, y es especialista en perfiles criminales.

Ha sido directora de una revista de divulgación cultural, además de colaborar en varias publicaciones y programas de radio en A Coruña y Ponferrada. Es funcionaria de carrera y durante trece años estuvo destinada en un cuartel de la policía.

Juntos han publicado las novelas Crímenes exquisitos y Martyrium, que han tenido excelentes criticas y gran éxito entre los lectores.

Argumento:

La inspectora Valentina Negro lucha por superar los traumáticos recuerdos de su último caso, cuando estuvo cerca de perder la vida a manos de un asesino en serie. Pero la maldad no da tregua:  pronto se ve envuelta en una nueva y escalofriante cadena de muertes. La ayuda del criminólogo Javier San Juan será clave para desentrañar la compleja trama relacionada con la desaparición de varias chicas y el rodaje de unas terroríficas peliculas snuff que recuerdan extrañamente al cine expresionista de Fritz Lang.

La belleza y la locura se dan la mano en las páginas de esta adictiva novela negra, que es al mismo tiempo un excelente retrato de la mente del psicópata, firmada por dos expertos criminólogos. Las páginas de El hombre de la máscara de espejos son una invitación para asomarse al abismo a través de una historia diabólicamente inteligente que engancha desde la primera página.

Mis impresiones:

Antes he comentado que para mi con este libro se cerraba una subtrama que tenía en el punto de mira a la inspectora Negro, los libros podría decirse que son autoconclusivos, puesto que la trama principal se cierra, sin embargo hay un hilo que siempre colea, y que nos emplaza a la lectura de la siguiente entrega. Esta afirmación la podemos constatar en Crímenes exquisitos, y en Martyrium, aunque no es tan importante como para no poder leer las novelas sin haber disfrutado la anterior, puesto que las referencias son mínimas, sin embargo si que lo recomiendo porque de esa manera se tiene una visión más amplia y se disfrutan más. Esta es la primera vez en que los dos escritores no nos dan ninguna pista de por donde pueden ir los tiros de la próxima entrega que se publica este mes de febrero, y quizás por ello los incondicionales la esperamos con más expectativas, nos preguntamos que deparara el destino al tandem formado por Valentina Negro y Javier San Juan.


Las bambalinas:

No son pocas las veces que os he comentado que me gusta bucear en las razones que llevan a un escritor a escribir sobre un hecho, o por lo menos conocer los acontecimientos en los que se basan la novela. Reconozco que en mis años de estudiante de periodismo, dentro de la asignatura de televisión nos obligaron a ver una película que todavía tengo a fuego grabada en la retina, Tesis,  no se si fui capaz de darme cuenta de los planos, de los detalles que el profesor pretendía, pero pasé tanto miedo que no he logrado olvidarla, y no me quedaron ganas de investigar sobre ella.

Gracias a esta novela descubro que tanto este libro como la película esta basada en una leyenda urbana o no tan leyenda, los snuff movies, o películas snuff, en la que chicas secuestradas son sometidas a vejaciones y aberraciones, filmadas para deleite de los enfermos que disfrutan de su reproducción e incluso pagan ingentes cantidades para infligirlas e incluso provocar la muerte, todo ello en el más absoluto de los secretos y con la mayor de las impunidades. Como comprenderéis de no tratarse de una leyenda es como para poner el vello de punta.

La verosimilitud de las escenas que se narran coloca al lector en el abismo, mirando cara a cara al maligno y la antesala del averno, puesto que personas que pueden pasar por normales, mimetizadas en el entorno y con un aura de respetabilidad pueden convertirse en monstruos capaces de lo más bajo y abyecto. No hay duda de que ambos autores son conocedores de la mente humana y expertos en llevar al lector al límite sin recurrir para ello a lo macabro ni soez.


La trama:

Tras el traumatico final del anterior caso, la inspectora Negro ha perdido un poco el norte, reacciona con más violencia de la necesaria y se encuentra bajo inspección, sus superiores creen necesario alejarla de la primera línea de fuego, sin embargo, mientras acude al psicologo la trasladan a la sección desaparecidos, donde investiga la desaparición de Belen Egea tres años antes. 

También San Juan tiene que recuperarse del último caso, su vida volvió a estar en peligro, y su relación con Valentina se ha enfriado. Sus caminos se han separado definitivamente, el se ha reincoporado a sus clases y ella a sus investigaciones.

Sin embargo el mundo es pequeño, o el destino caprichoso, puesto que la muerte de un amigo de San Juan en circunstancias extrañas y el descubrimiento de un video snuff en el ordenador del periodista free lance, colocará al criminólogo de nuevo en  primera línea de investigación dispuesto a descubrir que se esconde detrás de la muerte de su amigo y del material de su ordenador.

Los caminos de ambos se cruzaran de nuevo al vislumbrar quien es la protagonista de ese video snuff y con la desaparición de una nueva chica, con repercusiones mediáticas. Tampoco esta vez nos quedamos únicamente en territorio nacional ya que una de las víctimas es inglesa y eso permitirá entrar en escena de nuevo a un viejo conocido Hugh Macfarlain, uno de los personajes secundarios más conseguidos y que menos se han resentido con el paso de las entregas.

Y afirmo esto, porque posiblemente Valentina nos muestre en este libro su cara más humana, pero sigue siendo demasiado perfecta, si ella se muestra más vulnerable, San Juan que de los dos era el más débil se endurece, podríamos decir que los papeles se cambian, aún así el desgaste de ambos es grande, por ello tengo curiosidad por ver como lo han solucionado en Los muertos viajan deprisa.

La clave de las novelas de estos dos escritores radica en la ambientación, yo diría que cuidada al máximo, tanto de las escenas snuff que hielan la sangre y aterrorizan al lector convirtiéndolo en voyeur de una situación que lo aboca al abismo, como en el lenguaje que utilizan, cargado de epítetos, cuidado y culto, y al mismo tiempo haciendo comprensible la fase de investigación.

Tanto las víctimas, los investigadores y me atrevería a decir el lector, son llevados al límite, las víctimas de sus fuerzas encontrando la muerte, y los investigadores y el lector de la cordura, porque esa fina línea puede ser traspasada en cualquier momento. Si algo he comprobado cuando tengo una novela de estos autores entre manos es que mi dormir es agitado, como si fuera presa de pesadillas, por ello cuando esta mañana Nieves Abarca escribía un tuit en el que expresaba que el bebe se portaba muy bien, refieriéndose a su nueva novela, me ha salido del alma preguntar si deja dormir, a lo que ella me ha contestado que duerme muy bien, no llora en toda la noche. Eso significa muchachos, que los lectores vamos a pasar noches en blanco y de nuevo vamos a tener sueños agitados.

En el hombre de la máscara de espejos nos encontramos ante una gran multitud de referencias, literarias con mención a Edgar Alan Poe, televisivas con mención a Twin Peaks, una serie que me mantuvo muchas noches en vela, y también a los mediáticos Iker Jimenez y Carmen Porter, pero también encontramos a un falsificador y ladrón retirado, Clementius van Berden, inspirado en la figura de René Alphonse Van den Bergher, más conocido como Erik el rojo, que tiene su momento de gloria de la mano de Lúa Castro.

Quizá sea la periodista el personaje que menos me ha convencido en esta entrega, aún siendo joven y alocada, las dos veces que ha estado al borde de la muerte deberían haberla hecho más cauta, sin embargo, sigue siendo una inconsciente y sigue metiéndose ella solita en la boca del lobo, cuesta creer que no aprenda de los errores y el poco aprecio que le tiene a la vida. No se que le tendrán deparado Garrido y Abarca, pero para mí es un personaje ya muy quemado, que necesita una renovación radical, porque no resulta creible.

Un aspecto sobre el que me ha hecho reflexionar es sobre la frase el miedo tiene mil caras, también la maldad añadiría yo, quizás por eso el jefe de todo el tinglado, quien maneja los hilos y quien se reserva la mejor parte, si es que puede llamarse de esta forma, va cubierto en las filmaciones por una mascara de espejos, en los que la víctima puede ver reflejado el temor que siente y sentirlo multiplicado. Aunque todos los personajes que participan en la grabación y que pagan por causar dolor y matar van cubiertos por máscaras se puede adivinar que no en todas son los mismos, salvo el de la máscara de espejos, y lo peor de todo es descubrir quien se esconde detrás, pero ello vas a tener que hacerlo tú sumergiéndote en las páginas de este thriller negro adictivo que no vas a poder soltar y que seguro te dejara huella.

Conclusión:

Que la novela negra está en auge es un hecho, que no tiene nada que envidiarle a la que viene de fuera también, que posiblemente Vicente Garrido y Nieves Abarca formen uno de los mejores tandems dentro del género esta fuera de toda discusión, para deleite de sus lectores que pronto tendremos a la venta la cuarta entrega de la serie.

Si todavía no te has estrenado con los autores te recomendaría que empezaras por el principio, por Crímenes exquisitos, porque aunque las tramas son concluyentes siempre hay un hilo que queda pendiente de enhebrar y que se resuelve en la siguiente entrega. Para mi de las tres que he leído esta es la más madura y también la que mayor carga de maldad alberga, aunque para gustos los colores y seguro que cada uno tendrá una entre sus preferidas.

Dejarse envolver por la prosa de estos autores es una delicia por el cuidado lenguaje del que hacen gala, por la cantidad de referencias de diversos tipos que desfilan por sus novelas que te llevan a bucear por google en busca de más información, o incluso a ver alguna película o leer algú
n libro que mencionan..

Si has llegado hasta aquí no hará falta que te diga que te recomiendo la lectura, si tan solo has leído esta línea, ya tardas en buscarla, yo espero el desembarco de Los muertos viajan deprisa.




















viernes, 8 de mayo de 2015

Crimenes exquisitos. Vicente Garrido y Nieves Abarca

No me preguntéis por qué, quizás por la extensión del libro, quizás por el título, pero yo me había hecho una idea muy distinta de este título, para empezar pensaba que se trataba de un libro de relatos, y aunque los disfruto mucho, reconozco que me cuesta tomar la decisión de adentrarme en sus páginas. 

Allá por el mes de enero Laky propuso una lectura simultánea comentada en Twitter, en mi estantería descansaba Martyrium y la yincana criminal empezaba a ser una realidad, y ante la insistencia de la donostiarra de lo mucho que podía gustarme a mi esta novela me dejé seducir. Solamente había un problema, no tenía el libro, en casa se amontonaban peligrosamente los títulos pendientes, mi marido empezaba a ver con malos ojos la entrada de un ejemplar más en casa hasta que no salieran algunos libros y sólo me quedaba una opción, el préstamo bibliotecario.

Así que aproveché que iba a la biblioteca a buscar una lectura obligatoria para mi hijo mayor e investigue si tenían el ejemplar en cuestión, lo primero que me sorprendió fue su tamaño, para ser una novela  negra asustaban sus páginas, y ello quedó más patente cuando lo abrí y constaté la letra minúscula que la editorial había hecho servir para esta publicación, 800 páginas son muchas, pero cuando uno se atreve a publicar una novela de esa envergadura me temo que un centenar de páginas más no llevan a ningún sitio y además minimiza el impacto visual en el lector. Al menos yo tengo prohibido por mi oftalmólogo acercarme a ese tipo de letras y suelo rehuirlas.

Sin embargo, la sinopsis de esta novela me ganó, el hecho de que fuera prestada también, no perdía nada si no me enganchaba o si mi vista se resentía, la verdad es que era bastante escéptica sobre los resultados de este titulo, una novela escrita a cuatro manos, con un número de páginas más que elevado, y que no perdiera fuelle a lo largo de la trama. ¿ Cómo pensaban lograrlo los autores?

Quizás esto fue lo que me llevó a enfrentarme a esta lectura por encima de otras consideraciones, mi ritmo lector es bastante lento, mi horario de trabajo de tarde, y los avances del resto de lectores participantes en la simultánea arrollador, pero no me desalenté, la lectura me ocupó unos veinte días, la acarree al trabajo durante una semana, un pertinaz dolor de hombro me convenció de que mejor elegía otra novela para las salidas y relegaba  Crímenes exquisitos a la comodidad del sofá. Me he sorprendido robándole horas al sueño, teniendo pesadillas, investigando obras de arte, literarias y cinematográficas. Toda una proeza os lo aseguro lo que han conseguido estos dos autores con esta novela negra, negra, cruel, sádica, con algunos toques ligeros de humor y maldad a espuertas. Donde la denuncia social también tiene su pequeño lugar de honor, junto a los perfiles criminales, una detective que sorprende y un criminólogo que a mi me ha seducido.

No digo que la novela no tenga peros, sin embargo, reconozco que los aciertos pesan más en la balanza, quizás porque soy una persona que no suele vestir de marca, que muchas ni las conoce, ni le apetece conocerlas, el que haga tanto hincapié en la marca de las ropas, de los relojes y modelos de vehículos me ha sobrado, pero supongo que a otros puede que sea eso precisamente lo que más les haya atraído, por eso no me parece relevante en una trama muy bien hilada, en una intriga muy bien dosificada y en unos hilos argumentales que encajan a la perfección en la trama principal dando lugar a una lectura adictiva que se lee con más rapidez de la que el lector podría pensar en un principio.

Los autores: 

Vicente Garrido es criminólogo y Doctor en Psicología por la Universidad de Valencia, donde imparte Criminología Forense y Pedagogía aplicada a la delincuencia. Ha sido consultor de naciones Unidas. Sus libros de criminología forense y de estudios sobre violencia son obras de referencia. Ha participado como asesor científico en telefilmes y reportajes sobre casos criminales. Colabora habitualmente programas de radio y de televisión de debate, cultura y divulgación. Actualmente se encarga de realizar los perfiles criminológicos en Expediente X, en Antena 3

Nieves Abarca estudió Historia del Arte en la Universidad de Santiago de Compostela. Es Máster en Periodismo por la UOC y espcialista en Perfiles Criminales. Ha trabajado en diversos medios medios de comunicación en A Coruña y Ponferrada. Durante trece años trabajó en un cuartel de la policia local. Es una lectora incansable de la novela negra y criminal.

Argumento:

El cuerpo de Lidia Naveira, una joven de la alta sociedad coruñesa, aparece flotando en el estanque de Eiris recreando la famosa Ofelia de Millais. ¿Qué relación tiene este crimen con el macabro asesinato acontecido meses antes en la Abadía de Whitby?. La inspectora Valentina Negro, con ayuda del famoso criminólogo Javier Sanjuán, liderará una investigación que la llevará a colaborar con Scotland Yard, en una oscura trama a caballo entre A Coruña y Londres. Lo que nadie puede llegar a sospechar es que en la vertiginosa cuenta atrás para atrapar al asesino, deberán enfrentarse a las obsesiones más inconfesables de la sociedad actual.

Una novela a cuatro manos:


Tuve el placer de asistir a una una mesa redonda  sobre la mujer en la novela negra, en la que participaban Nieves Abarca, y Marta Sanz, por aquel entonces yo ya había leído Crímenes Exquisitos y me había impactado sobremanera. Descubrí una mujer menuda que tenía muchas posibilidades dentro de la novela negra y que no era muy distinta a mí en cuanto a gustos lectores y a lo que busca en el género negro. La charla estuvo muy distendida, y el turno de preguntas fue quizás más corto de lo que me hubiera gustado, sin embargo se planteó una pregunta a la que yo le tenía mucha curiosidad. Y como podréis imaginar esta no fue otra que ¿Cómo se escribe una novela a cuatro manos, sin  que se note que no está escrita por un único autor?

Me encantó la respuesta de Nieves, ella no sabía como se escribía una novela así, solo sabía que su coalición con Vicente Garrido funcionaba, que Vicente se encargaba más del perfil social, de la denuncia que pretendía a través de sus novelas, y ella se encargaba del lado oscuro, del mal, de la vertiente sórdida, de la sicología de los personajes puesto que es lo que a ella más le interesa en una novela negra.

Sin embargo no sólo ahí puede radicar su éxito, comentó Nieves, que ambos releen lo que ha escrito el otro, y lo reescriben hasta que consiguen un tono neutro y uniforme, y  a fe que lo consiguen, porque en ningún momento he sido capaz de adivinar donde empieza la pluma de uno de ellos y donde termina la del otro, además siempre hubiera pensado que los pasajes más sórdidos podrían deberse a Vicente y por lo visto son obra de Nieves.

Disfruté muchísimo de aquella charla y después me acerqué a la mesa con mi ejemplar de Martyrium que me dedicó con mucho gusto, lamenté no tener más tiempo para comentar la novela, hubiera sido muy fructífero, pero el tiempo apremiaba, el local donde se realizó el evento cerraba sus puertas en pocos minutos y había que recoger, en otra ocasión espero hablar con ella largo y tendido, sobre todo ahora que ya he leído la segunda de sus novelas y tengo en espera la tercera.

Mis impresiones:

Crímenes Exquisitos apuesta fuerte, con un principio que descoloca al lector, que lo noquea y hace que la adrenalina se le dispare, no hay concesiones, el pasaje que se describe es de una brutalidad impresionante y se queda grabado en la retina, sobre todo si tienes una imaginación tan desbocada como la mía.

Desde las primeras líneas te haces incondicional de Valentina Negro, una inspectora de bandera, una mujer que no es consciente de su belleza, que siente la profesión, que arriesga en ocasiones demasiado, y que no sale muy bien parada en ese prólogo al que he hecho referencia, aunque luego termina pareciendo demasiado perfecta, al menos físicamente, una mujer dura, con ciertos fantasmas en el armario que la hacen vulnerable.

Podría pensar el lector que después de un comienzo tan duro la novela podría relajarse e incluso perder fuelle porque 800 páginas son muchas, sin embargo no es así porque nos encontramos con varias tramas y subtramas, todas ellas de una actualidad rabiosa, y que se se entrecruzan sin robarse protagonismo entre sí, complementándose para al final terminar encajando como un puzle y mientras el lector no tiene un momento de respiro gracias también a unos personajes soberbios, bien trazados y dibujados con una maestría sin parangón.

En la línea argumental podemos encontrar violencia, crueldad, gustos sexuales que se alejan de la normalidad pero que ya no nos resultan tan desconocidos gracias a la trilogía de las sombras, y otros no tanto, todo ello se mezcla con temas candentes como la trata de blancas, la corrupción, los sobornos, el deshonor, la deslealtad, la codicia sin medida, ese todo vale que a veces asquea.

Nos encontramos ante una novela muy completa capaz de tocar muchos palos y todos bien tocados, sus autores son polifacéticos y se nota, y ello a su vez obliga al lector a estar bien atento, a sumergirse en los mundos que nos dibujan, a descubrir lo que nos es ajeno, a buscar en internet datos, cuadros, pasajes literarios e incluso operas, puede que haya podido echar en falta unas representaciones de los cuadros, imágenes a las que se hace alusión, me hubiera resultado muy práctico.

Decía que se tocan muchos palos, entre ellos el mundo del periodismo que encarna Lúa Castro, una joven alocada que no duda en meterse en la boca del lobo para conseguir una exclusiva, y no siempre sale bien parada del ímpetu con que acomete ciertas empresas. De su  mano conoceremos las triquiñuelas de las que hacen gala algunos periodistas para conseguir información. Lua cuenta con un gran aliado Jaime Anido, un fotógrafo free lance sin escrúpulos que termina uniendo los dos hilos y relacionando crímenes similares.

Gracias a la inspectora Negro conocemos como funciona una comisaría de policía y gracias a Javier San Juan  como trabaja un criminólogo, cómo elabora sus perfiles, en que sustenta sus teorías. Pero no son los únicos temas o subtemas, Christian Morgado nos ofrece la visión de un profesor de Arte y crítico artístico y a través de Raquel Conde descubrimos la avaricia extrema, la falta de ética profesional puesta al servicio de los poderosos desvirtuando en exceso el ejercicio de la abogacía.

Pero si hay un personaje que pone los pelos de punta, al que se odia sin posibilidad de redención ese es Sebastian Delgado, mano derecha de Pedro Mendiluce, un hombre capaz de lo más vil y cruel, de su mano conocemos el mundo de la prostitución, la crueldad empleada con aquellas mujeres que no se doblegaban a sus deseos. Cuando el aparecía en escena un nudo se me formaba en el estomago, nada bueno podía suceder, tal era su maldad, todo lo emponzoñaba.

Pero los negocios de Pedro y Delgado no se suscribían solo al comercio de mujeres, también a la especulación inmobiliaria, y a la extorsión de cargos funcionarios para conseguir sus propósitos a pesar de que ello pueda perjudicar a muchas otras personas.

Y cómo colofón un asesino que recrea obras de Arte, reproduce escenas de libros, o pasajes de opera, que pone en jaque a la policía de A Coruña, pero también a la inglesa, una mente insana que pretende crear belleza a través de la muerte y la destrucción y que sumerge a la policía española y a la británica en una carrera contrarreloj para detener a El Artista como han llegado a bautizarlo.

La acción está garantizada durante las 800 páginas de la novela, todos los frentes quedan cerrados, ante tanta maldad y crueldad hay espacio para el humor y también para el romance, que no se enfade Nieves por esta afirmación, en ningún momento a esta novela se la puede tildar de romántica, con el mal campando a sus anchas en todas y cada una de sus páginas.

Si impactante es el inicio, no menos lo es el final, muy digno de la trama hilada y que golpea al lector y lo deja con ganas de más a pesar del poco respiro que ha tenido durante la lectura, no se le puede negar a estos autores que han sabido hacer una novela negra distinta a la que últimamente solemos ver, dura pero sin exceso, sin recrearse en el morbo, pero sin concesiones, para lectores con estomago, abstenerse los sensibles y aquellos que busquen un poco de intriga en una trama romántica, se les puede atragantar en las primeras páginas.

Pero si eres un amante del género negro sin duda disfrutarás de la prosa de estos autores, de su ritmo, de su puesta en escena, de los crímenes que describen, de sus personajes bien trazados y dibujados, y de los temas actuales que sin duda no te resultaran desconocidos y que seguro lograrán indignarte. Yo me quedé con ganas de más a pesar de que necesitaba un respiro, creer que en el mundo no puede haber gente tan ruin, por circunstancias tardé un poco más de lo deseado en leer Martyrium, que para mi supone la consagración de estos escritores al alimón.

Conclusión:

Si has llegado hasta aquí, te habrás dado cuenta de que el libro me ha gustado y me convencido, tiene algún que otro pero que no consigue desmerecer la impresión final de la novela. Sus ochocientas páginas están más que justificadas, aunque cuando uno se enfrenta a ese numero de páginas unas cuantas más y una letra aceptable sería un triunfo.

Su detective, Valentina Negro me ha gustado, pero si tengo que ser sincera yo soy más de Javier San Juan, un personaje que me ha enamorado, que no me importaría tener en mi vida, ni encontrar en otras novelas, son personajes complejos, pero humanos y cercanos.

Para mi el éxito de esta novela radica en sus personajes, en la complejidad de sus perfiles sicológicos, pero también en el ritmo que marcan los autores, en ese golpeo continuo al lector, que le obliga a leer sin parar, por mor de sus capítulos cortos, que sitúan siempre al lector tanto en la línea temporal como en el lugar donde se desarrolla, que os recuerdo que es a caballo entre España e Inglaterra, pero además está adornado con flash backs que nos permiten comprender ciertos pasajes.

Ahora te toca descubrirla a ti si he logrado captar tu atención y si no aquí te dejo el booktrailer a ver si así te acabas de convencer.





Retos:

Autores eternamente pendientes

Yincana Criminal: Made in Spain. Uno de sus personajes es un abogado

25 españoles