jueves, 11 de junio de 2009

El lector




Hace tiempo que la novela historica que refleja periodos algo turbios por no decir desagradables, me atrae, e intento deslizar alguno de estos libros entre las lecturas de bestseller, novela historica de otros periodos y ensayos. Fue precisamente cuando las carteleras españolas se llenaron con la proyeccion de la pelicula The reader, cuando descubri esta novela si es que puede catalogarse como tal.

Este libro me ha llegado aunque si soy sincera una razon muy clara no puedo dar, recuerdo que hace unos dias hablando con una amiga con la que suelo intercambiar impresiones sobre libros le comentaba que si no lo leia no se perdia nada, hoy sin embargo no pienso igual, creo que da una explicacion bastante clara de como pudieron sentirse las generaciones posteriores al holocausto judio y la generacion que la vivio en sus carnes, incluso de aquellos que sin saber muy bien que hacian participaron de las barbaridades del regimen del III Reich.

La historia esta narrada en primera persona, y distribuida en tres partes, en las que se va apreciando la madurez que el narrador va adquiriendo con el paso de los años y como aquello que lo marco va a condicionar su vida incluso despues de haber desaparecido.

En la primera parte Michael Berg es un joven de 15 años que cae enfermo y se siente indispuesto en plena calle, lo ayuda una mujer madura y atractiva, con la que despues de la convalecencia empezara una relacion amorosa a cambio de la lectura en voz alta de libros. Lo primero que me llamo la atencion es que el autor no pensara que podrian acusar a la protagonista femenina de un delito de abuso de menores, ya que Michael es solo un adolescente que se siente atraido por sus movimientos seductores. La relacion se mantiene durante unos meses y Hanna desaparece, dejando un hondo sentimiento de culpa en Michael, que piensa que es el causante de su marcha.

Esta relacion marcara a Michael profundamente llegando a condicionar su relaciones posteriores tal como se puede ver en la segunda y la tercera parte. De una primera parte erotica, sensual y emotiva en la que los sentimientos son los protagonistas, pasamos a una segunda parte politica, jurista, en la que la rudeza y la crueldad afloran en algunas partes del texto. Michael es un joven estudiante de derecho que se inscribe en un seminario para la revision de los crimenes del III Reich, y alli se encuentra con que Hanna es una de las acusadas. Se le imputan crimenes de guerra. En Michael se desata una tormenta de sentimientos.

Me ha hecho reflexionar muchisimo la lectura de esta segunda parte, con motivo del juicio el autor pone mucho enfasis en la figura de Hanna es como si quisiera que los lectores nos identificaramos con ella entendieramos el porque de todas las acusaciones, el porque de su comportamiento. Aflora un secreto, y gracias a esa revelacion yo me vi como atenuando la culpa de esta mujer, como si se hubiera visto abocada a hacer cosas que no deseaba. Un parrafo me llamo la atencion durante la lectura de esta segunda parte .

No podemos aspirar a comprender lo que en si es incompresible, ni tenemos derecho a comparar lo que en sí es incomparable, ni a hacer preguntas, porque el que pregunta, aunque no ponga en duda el horror, si lo hace objeto de comunicacion, en lugar de asumirlo como algo ante lo que solo se puede enmudecer; presa del espanto, la vergüenza y la culpabilidad.


Es tan dificil juzgar lo que desconocemos, es tan dificil ponernos en la piel de los demas para entender el porque de una actuacion, cuando el horror es tan fuerte, cuando los hechos que se juzgan son tan atroces, hay algun atenuante, hay alguna forma de respetar a las victimas...
En la tercera parte Michael asume que es incapaz de tener una relacion de pareja, compara a cada una de las mujeres con las que esta con Hanna, en todas ellas la busca, y ello da al traste con todos sus intentos por formar un hogar estable, una vez lo asume empieza a relacionarse de nuevo con Hanna, sigue leyendo para ella, graba los libros que lee en cintas y se las manda por correo, es una forma de mantener vivo su recuerdo, de no apartarla del todo, de no traicionarla. Es en esta parte donde se desarrolla el conflicto generacional... donde se puede ver claro los reproches que los padres recibian de sus hijos en un intento por borrar la vergüenza que sentian.
Toda generacion tiene el deber de rechazar lo que sus padres esperan de ella. En este caso resultaba mas fácil, ya que esos mismos padres quedaban desautorizados por el hecho de no haber sabido plantar cara al Tercer Reich, ni siquiera a posteriori. La generacion que habia cometido los crimenes del nazismo, o los habia contemplado, o habia hecho oidos sordos ante ellos o que despues de 1945, habia tolerado o incluso aceptado en su seno a los criminales, no tenia ningun derecho a leerles la cartilla a sus hijos. Pero los hijos que no podían o no querian reprocharles nada a sus padres tambien se veian confrontados con el pasado nazi. Para ellos la revision critica del pasado no era la forma que adoptaba exteriormente el conflicto generacional, si no el problema en si mismo.
La culpabilidad colectiva, se la acepte o no desde el punto de vista moral o juridico, fue de hecho una realidad para mi generacion de estudiantes. No solo se alimentaba de la historia del Tercer Reich. Habia otras cosas que tambien nos llenaban de verguenza, por mas que pudieramos señalar con el dedo a los culpables: las pintadas de esvasticas en cementerios judios; la multitud de antiguos nazis apoltronada en los puestos mas altos de la judicatura, la Administracion, las universidades; la negativa de la Republica Federal Alemana a reconocer el Estado de Israel; la evidencia de que, durante el nazismo, el exilio y la resistencia habian sido puramente testimoniales, en comparacion con el conformismo al que se habia entregado la nacion entera. Señalar a otros no nos eximia de nuestra verguenza, pero si la hacia mas soportable, ya que permitia transformar el sufrimiento pasivo en descargas de energía, accion y agresividad...
La mayoria de las disertaciones sobre ese conflicto generacional, y el conflicto interno de Michael hacen como minimo pensar... quizas el final podria haberse intuido y no por ello me hubiera dejado menos fría, menos pensativa... tanto el de la propia Hanna como el de su ultima voluntad y es que el perdon no se consigue con tan poca penitencia...
Para las personas que gusten de lecturas que les hagan reflexionar y a la par aprender un poco, es mas que recomendable pasearse por las paginas de este libro; un punto de vista desde el que nunca me habia acercado al nazismo, el de las personas que se ven abocadas a hacer lo que sus superiores ordenan por no tener capacidad para cambiar su destino.
Suelo poner la sinopsis al final de las reseñas pero en la contraportada de mi libro revelaba cosas que yo considero que debe descubrir el lector poco a poco adentrandose en las reflexiones y los juicios que emite el autor... por eso he decidido no ponerla y espero con mi reseña no haber desvelado demasiado del libro

11 comentarios:

Hilario dijo...

¡Soy el primero! ¡Qué honor!
Un tema interesante es de la culpa, ante situaciones de esta envergadura. ¿Eran complices? ¿Se daban cuenta de lo que hacían? Cada persona es distinta, y cada situación también. Pero lo que está mal no cambia, simplemente se aumenta o disminuye. Siempre se tiene elección, siempre podemos ejercer nuestra libertad. Aunque a veces la heroicidad es un camino que no todos somos capaces de seguir.
No he visto aún la película, porque antes me gustaría leer el libro. Veremos cuando cae.
Un saludo

Isi dijo...

yo tengo unas ganas locas de leerlo; he visto la película y me ha encantado!

Carlos dijo...

El libro será muy guay, pero no tengo tiempo ni de leer el periódico

Ni en mi silla extensible puedo relajarme "ya sabes"

Besos

lammermoor dijo...

Hola, Carmina. Me ha gustado mucho la forma en que hablas sobre el libro; también yo le dediqué una entrada así que para no repetirme te dejo la dirección por si quieres echarle una ojeada y luego seguimos comentando. http://delibroenlibro-lamemmour.blogspot.com/2009/03/el-lector.html

Carmina dijo...

Hilario:
La culpa esta presente en todo el libro, cuando no enfocada hacia una vertiente hacia otra, es un libro que al menos a mi me ha hecho reflexionar sobre lo gratuitamente que a veces juzgamos situaciones que no hemos vivido, yo ahora ya soy libre de ver la pelicula... y es un libro que te recomiendo vivamente.

Isi yo prefiero leer antes el libro, por lo del factor sorpresa, ahora ya sabes el final de la historia, que a mi me dejo mas bien fria...

Carlos ya tendras tiempo para leer, y cuida bien esa silla extensible, por fa marca? que hace años que ando buscando una que sea comoda.

Carmina dijo...

lammermoor, me he pasado por tu blog a leer tu reseña, coincido contigo en casi todo, no he visitado ningun campo de concentracion ni creo que me fuera indiferente lo que alli viera, es una parte de la historia que siendo española me duele mucho y que tengo tios alemanes que la esconden algo asi como pasa con el franquismo en las aulas españolas, yo al menos nunca lo he estudiado porque es un tema que los profesores evitan. Recuerdo que una chica alemana que estaba en practicas en la empresa de mi tio, me decia que no leyera el niño con el pijama de rayas que era muy deprimente, visto desde la optica que se hablaba de su pais y de una atrocidad entiendo su juicio de valor sobre el libro. Me ha gustado tu referencia a las otras dos obras, seguro que algun dia las leo, porque me interesa la novela historica si esta bien documentada. Me he dado cuenta que calificas este libro de una gran historia de amor... yo creo que es mas la narracion de una culpa, y coincido contigo en que ambos se enamoraron y jamas lo quisieron reconocer, pero que actuaban en consecuencia, ella alejandose de el sin despedirse para no ponerlo en evidencia, el intentando disculparla durante todo el juicio, y resolviendo no desvelar su secreto, mandandole mas tarde las cintas con las lecturas, ella con las miradas furtivas que le lanzaba durante el juicio, con el esfuerzo que hace para aprender y que el se sienta orgulloso de ella y finalmente por la decision que toma para no suponer una piedra en su camino... Por ultimo estableces la clave en la pregunta que ella le lanza al juez, yo tambien creo que ahi esta la clave para entender esa remision de la culpa que pretende el autor del libro

Alberto dijo...

Carmina, no he leído aún el libro por falta de tiempo y ya lo tenemos disponible como audiolibro. Así que ya ves... el protagonista lee libros a una mujer y amí me los leen también.
En este caso, es un señor el que nos lo lee para que los ciegos podamos acercarnos a la novela.
Curiosidades.
Ahora los lectores pertenecen a empresas subsidiarias y suelen cambiar mucho, pero sí que se establece una relación entre el ciego que lee libros y el lector que se los lee. Uno se imagina, como en la radio, quién será, si le gustará o no, etc. Es interesante y seguramente os escriba algo al respecto en Tiflohomero.
Besos cariñosos y feliz viernes.

Elwen dijo...

Por lo poco quehas copiado temo que sea una lectura demasiado densa para mi gusto aunque no dudo que sea buena. He tenido el gusto de ver la película y me pareció maravillosa, a uno le despierta el conflicto interior de saber que ella es culpable pero desear encontrar la manera de que sea inocente. No sé cómo de fiel será al libro pero a mí al menos me llegó.

Carmina dijo...

Elwen:

Pues tengo que reconocerte que hay trozos algo densos, pero que en general es un libro que se lee bien y es corto, de unas doscientas paginas no lo tengo ahora delante para ser mas especifica. Y por lo que cuentas de la pelicula, que no la he visto todavia, es bastante fiel al libro, porque ese conflicto lo tiene el narrador durante casi toda la obra

Anónimo dijo...

¡Felicidades Hilario que eres el primero! :-)

Carmina, me ha gustado tu reseña. Cuando yo lo leí, a mi me impactó mucho el embrujo que las palabras leídas tenían en Hannah. Te das cuenta de cómo la lectura realmente abre la posibilidad de otros mundos para las personas, y como este romance había marcado para siempre a Michael...primero exponiendolo a experiencias que no eran para su edad (y a la vez esto lo priva de lo que si era para su edad: el juego con los amigos, los primeros noviazgos de manita sudada, etc). Como dices, siempre mide sus demás relaciones con el rasero de la que tuvo con Hannah.
E indudablemente que fue un gran conflicto entre generaciones.
Yo conozco a una gran maestra de yoga aquí en méxico, que es alemana y dice que durante mucho tiempo se avergonzó de serlo por lo que su país había hecho a los judíos durante la segunda guerra.

Es algo a lo que cuesta trabajo enfrentarse y ciertamente hizo la relación entre dos generaciones mucho más difícil de lo que ya de por si es naturalmente.

¡Gracias Carmina!

A. dijo...

Me gustó el libro, algo que no pude decir de 'El regreso' del mismo autor. Aquí se puede aplicar el dicho de: lo bueno si breve 2 veces bueno porque Schlink se enrolla como las persianas. Aún no he visto la peli, quizá lo haga. Un beso.