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miércoles, 3 de diciembre de 2014

Secretos del Arenal. Felix G. Modroño

Conocí a Félix con La ciudad de los ojos grises, una novela que me enamoró,  me dejó huérfana en el mismo momento en que la terminé y cuyos personajes se quedaron en mi corazón una buena temporada, por ese motivo cuando se fallaron los premios Ateneo de Sevilla supe que más pronto que tarde su nueva novela estaría entre mis manos.

Sin duda, me ha vuelto a sorprender con una historia bien estructurada, con varios hilos argumentales, bien documentada, ambientada y con unos personajes bien definidos y perfilados. A pesar de no gustarme el vino tinto, lo que primero me atrajo de esta novela fue el tema de la enología, el mundo de los sumilleres, su habilidad para reconocer olfativamente los distintos aromas,  gustos y retrogustos del vino. No hace mucho asistí a una Feria del vino en Castellón y pude disfrutar del deleite con que los entendidos y los que pretenden serlo catan los caldos para orgullo de viticultores y enologos.

La trama del pasado sin embargo no me enamoró de buenas a primeras, la verdad es que no entendía que relación podían tener ambas, el tema de la  guerra civil y posterior dictadura franquista lo tengo trillado y lo que menos podía esperar es que los tiros fueran por esos derroteros, además algún personaje que otro me repugnaba... sin embargo cuando empezó a tomar forma, me cautivó de tal forma Olalla y su historia que no sabía con que parte de la trama quedarme, obviamente con las dos porque terminan confluyendo y encajando a la perfección.

El autor:

Félix G. Modroño es un escritor vizcaíno, afincado en Sevilla. Tras publicar Villalpando, paisajes y rincones, en homenaje al pueblo zamorano de sus padres, se animó a emprender la aventura de su primera novela, La sangre de los crucificados (2007), protagonizada por el doctor Zuñiga, un peculiar investigador del s.XVII, que también sería el personaje principal de su siguiente obra: Muerte dulce (2009).

Con la ciudad de los ojos grises (2012) cosechó un gran éxito de ventas y el reconocimento de los lectores. Secretos del Arenal ha obtenido el XLVI Premio de Novela Ateneo de Sevilla.

Podéis seguir al autor en :

www.felixmodrono.com

@FelixModrono

y en facebook Félix G. Modroño


Sinopsis:

El voluptuoso mundo del vino ha unido a Silvia y Mateo en una relación tan intermitente como apasionada, donde nunca hay preguntas ni tampoco respuestas. Pero ella sigue atormentada por el dolor de hace muchos años: en 1989 el cadáver de su hermana mayor apareció en el monte Artxanda, salvajemente mutilado, y desde entonces el asesino sigue libre, sin que las investigaciones, primero de la Policía Nacional y luego de la Ertzaintza, hayan logrado sustanciales avances.

Un día, Mateo recibe el correo electrónico de una desconocida que le propone leer la novela Secretos del arenal: una historia de intrigas, venganza y supervivencia situada en la Sevilla de posguerra, una ciudad acosada por el hambre, la miseria y la represión política. Mateo no sabe que es la propia Silvia quien le manda ese correo, y por supuesto desconoce que claves se esconden tras la lectura de esa novela.

En la más reciente novela de Félix G. Modroño, galardonada con el XLVI Premio Ateneo de Sevilla, el destino parece entretejer las historias de dos mujeres, en dos ciudades diferentes separadas por más de mil quilometros, y con casi medio siglo de diferencia.

Quizás el Arenal, el de Bilbao o el de Sevilla,  aún oculte las claves de un misterio nunca resulto, y quizás un libro contenga las respuestas a las preguntas que nunca se formularon.

Dos historias entrelazadas...

Cuando en un mismo libro se entrelazan dos historias el autor corre el riesgo de que una de ellas no sea lo suficientemente atractiva y el resultado final quede deslucido. Como he reconocido al principio la historia del presente me atrapó enseguida, el mundo de la enología me resulta interesante, disfruto con una buena copa de vino blanco o cava, me atrae el mundillo del sumiller y de la elaboración de los caldos, así que por esa parte he disfrutado como una enana. Por ese lado la novela comienza para mí pisando fuerte, a ello ayuda también que la historia esté contada en primera persona por su protagonista, Silvia, y que tenga un caracter intimista muy marcado.

Cuando más enganchada me tenía la trama del presente, el autor muy hábilmente cambia de registro, de época, de narrador, de protagonista, y de ambientación. El autor nos traslada a Sevilla, nos sitúa en los últimos escarceos de la Guerra Civil española y en la miseria de la posguerra, con una ambientación muy descriptiva que se me hizo lenta en el momento en que más me apetecía saber que pasaba en Bilbao. A pesar de que la historia del pasado me resultó muy bonita, no era capaz de encontrar un nexo de unión entre ellas, la escasa acción me ralentizaba la lectura y cuando una es incapaz de encontrar ratos de asueto que duren horas, la impaciencia ataca. Supongo que tampoco ayudaba que la trama estuviera contada en tercera persona por un narrador omnisciente, que ofrece todos los puntos de vista posible pero para nada es capaz de interrelacionarse con el lector.

Con un estilo cuidado, casi lirico, un lenguaje culto y una proporción idónea entre las descripciones, la acción y el diálogo Félix ha logrado mantener el ritmo durante toda la novela, a pesar de que en algunos momentos ha podido parecerme lenta ha remontado con facilidad. Esto también ha sido posible gracias a los capitulos cortos y a la alternancia de las tramas, que nos mantenía en vilo hasta que la historia volvía al punto en que la habíamos dejado.

Estas dos historías por si mismas bastarían para conformar dos novelas independientes, de ahí que en un principio nada parezca relacionarlas y que tengamos que esperar hasta casi el final para que ambas tomen sentido, encajen y nos dejen con la boca abierta, porque si de algo no se puede acusar a esta novela es de previsible, los constantes giros que el autor imprime a ambas tramas nos mantienen bastante despistados hasta casi el final.

En Secretos del Arenal se conjuga el gusto por el vino de nuestro autor, su pasión por la lectura, los libros, y  la música. También conjuga dos ciudades a los que esta ligado de una u otra forma Bilbao y  Sevilla. Me ha gustado sobremanera los guiños que el autor ha hecho a la su anterior novela que fue un éxito de ventas, pero si queréis saber de que se trata os tendréis que meter en la historia y descubrirlos por vosotros mismos.

Dos mujeres tan diferentes como iguales...

Silvia y Olalla son dos mujeres distintas que viven en dos tiempos muy diferentes y sin embargo, más semejantes de lo que podría llegar a imaginar el lector.

En la trama del presente Silvia es la protagonista absoluta, es un personaje complejo, rico en matices que nos va a regalar reflexiones con las que podremos estar o no de acuerdo, hace una critica social encubierta y plantea temas como la infidelidad, las relaciones sexuales y amorosas, analiza el papel de la justicia, las victimas y de los familiares... Se puede o no empatizar con ella, cosa que creo díficil porque es un personaje egoísta y muy introspectivo, al que no podremos llegar a aprehender porque ella misma tampoco conoce todas sus facetas.

Como contrapunto a este personaje tenemos a Mateo, un sumiller al que conocemos a través de su ojos y por lo tanto de forma subjetiva y un tanto difuminado, la doble moralidad de Mateo puede sorprendernos, aunque en realidad en los tiempos que corren no creo que llegue a escandalizarnos. Y Asier el ertzaintza que se convierte en amigo a raíz de la investigación del asesinato de la hermana de Silvia y que le ayuda a manejar información privilegiada.

En la trama del pasado,  el personaje principal es Olalla, que esta muy bien perfilada y también esconde muchos matices, la conocemos siendo una muchacha apocada que ha perdido a sus padres en una noche de barbarie, convertida en una señorita recatada que vive entre versos y libros prohibidos, para convertirse en una mujer fuerte y decidida cuando las circunstancias lo precisan. La evolución de Olalla es impresionante y todo sucede a los ojos del lector que puede empatizar con ella, comprenderla, e incluso apoyarla.

Pero a su vera hay otros personajes perfectamente dibujados y que actúan como secundarios de lujo completamente imprescindibles. Como es el caso de Martin Villalpando, un aprendiz de periodista que intenta labrarse un futuro, un hombre sin mucha suerte. La Madrid, una mujer de vida licenciosa con una gran sensibilidad, fortaleza y decisión, Pepe el Tumba, delincuente reconvertido en policía por el régimen, hombre sin escrúpulos que maneja la ley a su antojo y con licencia para hacer lo que se le entoje con tal de mantener el orden, un personaje repulsivo como pocos, y quizás el que menos desarrollado y perfilado esté sea Eduardo Elorriaga, joven vasco de buena familia que pretende a Olalla y la convierte en su madrina de guerra.

Todos y cada uno de ellos aporta algo a la novela, sin ellos no sería posible que la trama avanzara, y mantuviera al lector pegado a sus páginas. Pero también contamos con dos ciudades que toman vida, que respiran y que son una parte importante de la historia, en el caso de Sevilla es impresionante el conocimiento de los comercios y bares de la época, de las costumbres que puede que no estén demasiado alejadas de las actuales, el trabajo de documentación hecho por el autor debe ser impresionante y la maestría con que lo vuelca en la novela me ha dejado sin palabras. Es posible pasear por las calles de la Sevilla de los años 40, entre señoritas y caballeros que se tocan el ala, con las rigideces de la época a la hora de que iniciaran relaciones. Lo que más me ha sorprendido es ese deseo de huir de los lugares más turísticos, de enseñarnos una cara que solo es conocida para los habitantes de la ciudad y para aquellos que huyen de los emplazamientos turisticos por excelencia o se preocupan por conocer rincones de gran belleza que no figuran en las guias.

Los paisajes vascos también tienen vida propia, tanto Bilbao como Urdaibai, es posible pasear por sus calles, vivir a orillas del mar, pasar una noche de tormenta o pasear por los bares menos transitados por los turistas. Me gusta la forma en que Félix nos acerca a los enclaves, nos hace pasear por ellos, tomarnos un vino, una tapa o simplemente admirar la bravura del mar.

La estructura y estilo

Lo que más me sorprendió y a la vez me lió en demasía es la forma en que se estructura el libro. Para entendernos el libro esta divivido en cinco grandes partes que se titulan Capitulo Primero al quinto. Pero a su vez estos están divididos en capitulos cortos, cuatro o cinco por cada parte y por capitulos numerados en romano que se corresponden con el capitulo en ordinal que se esté leyendo.

Supongo que es complicado de entender si no es con el libro en la mano, a la hora de comentar mi evolución en las redes yo misma no sabía como hacerlo. Supongo que lo más fácil sería decir que esta dividida en cinco partes, y cuarenta y ocho capítulos cortos que alternan ambas tramas, y prescindir del resto de subdivisiones que yo tampoco he sido muy capaz de entender.

Esta forma de presentar la trama hace que el ritmo se mantega en todo momento en ambas historias, saltando de una a otra de forma tan sutil que en ningún momento el lector se siente desplazado, y llevándonos de la mano hasta la confluencia de ambas casi al final sin que hayamos sido capaces de imaginarlo en ningún momento.

Nos encontramos ante una novela díficil de clasificar porque en ella dan confluencia muchos géneros, podemos encontrar toques negros en ambas tramas, investigaciones policiales, romances, toques costumbristas sobre todo en la trama del pasado, y una gran delicadeza a la hora de tratar los más sórdidos pasajes. Posiblemente lo mejor de este autor no sea lo que cuenta, sino la forma en que lo cuenta, que te pega a sus páginas y despliega una elegancia impresionante.

Me gustaría felicitar a la editorial por esa portada, capaz de unir ambas tramas, y sobre todo ambos Arenales, tan alejados entre sí, creo que ha sido una gran elección.

Conclusión:

Con una prosa cuidada, lírica y un lenguaje que mantiene las formas incluso en las escenas más truculentas que haberlas, haylas, Félix ha construido una historia que perfectamente hubiera podido dar para dos novelas independientes, a la que ha dotado de personajes dibujados con mucho mimo y les ha insuflado vida de forma que a veces traspasan el papel.

Si no sabes que novela regalar estas navidades, sin duda esta es una buena apuesta, puesto que con su mezcla de géneros y la elegancia de la narración hará las delicias de cualquier lector, frecuente el género que frecuente.


Retos:

25 españoles




sábado, 1 de febrero de 2014

La ciudad de los ojos grises. Felix G.Modroño

Este es uno de los libros que han dormido en la estantería el sueño de los justos, a pesar de que le tenía ganas empezaron a cruzarse otros compromisos y nunca veía el momento para dedicarle unas horas. Finalmente cuando relancé el reto 12 meses, 12 libros quise empezarlo con un libro diez, uno de esos que me dejara un buen sabor de boca y con ganas de seguir descubriendo que joyas se esconden en mi biblioteca.

Os adelanto que no me equivoqué de libro, que La ciudad de los ojos grises ha superado mis expectativas y estas no eran precisamente bajas, que he disfrutado de la historia, de ese Bilbao que se empieza a industrializar, del amor de los protagonistas, de la novela negra que se esconde dentro de la novela histórica que también podría ser una novela romántica, porque todos estos palos toca y todos con mimo y gran solvencia.

Solo lamento haber tenido esta novela tanto tiempo sin leer, a partir de ahora no dejaré de recomendarla, porque es una de las mejores lecturas de este mes y eso que no me puedo quejar del balance que arroja enero, muy positivo.

El autor:

Esto es lo que el autor nos cuenta en la solapa de novela, y quien mejor para presentarse que uno mismo.

La primera luz que vi fue la del cielo vizcaíno a mediados de la década de los sesenta. Aprendí a leer
en Bilbao y a escribir en Portugalete. Tras realizar mis últimos cursos de bachillerato en Alicante y Don Benito, estudié Derecho en Salamanca donde unos inquietos estudiantes fundamos la revista  Res Nullius en la que redacté mi primer articulo.

Como fruto de mi afición por la fotografía, publiqué Villalpando, paisajes y rincones (2002) en homenaje al pueblo zamorano de mis padres. Desde entonces he realizado algunas exposiciones y he colaborado en la revista Paisajes.

Un accidente que me obligó a permanecer inmóvil durante casi dos meses fue la causa que me empujó a retomar mi pasión olvidada de escribir. La obtención de algunos premios con mis relatos me animó a emprender la aventura de mi primera novela: La sangre de los crucificados (2007), protagonizada por el  doctor Zúñiga, un peculiar investigador del s. XVII, que también sería el personaje central de mi siguiente  obra: Muerte Dulce (2009). Con la ciudad de los ojos grises regreso a mis raíces para crear una emotiva historia que me ha llevado escribirla más de dos años y toda una vida.

Argumento:

Tras varios años viviendo en París Alfredo Gastiasoro regresa a Bilbao cuando se entera de que Izarbe ha muerto. Su retorno pretende ser el último homenaje a la mujer que amó, pero pronto se convertirá en una pesquisa sobre las inquietantes circunstancias que rodearon su muerte.

Alfredo tendrá que enfrentarse a su propio pasado, reviviendo una historia de amor que coincide con la época en que Bilbao deja de ser una población casi rural para convertirse en una de las ciudades más prosperas del Viejo Continente.

Magníficamente bien ambientada en los primeros años del s. XX, y a medio camino entre la novela negra, el género histórico, el relato sentimental y hasta el de viajes, La ciudad de los ojos grises es, sobretodo, una bella historia de suspense y nostalgia, de amor por una mujer y una ciudad.

Mis Impresiones:

La ciudad de los ojos grises es una novela bella que te atrapa con sus distintas tramas, comienza en 1914 con una Europa convulsionada por la cercanía de la guerra, con unas comunicaciones díficiles entre Francia y España, con un París casi paralizado por la inminencia de la entrada en la confrontación bélica y ese es el entorno histórico en el que el autor nos sitúa la historia, a caballo entre España y Francia con dos realidades bastante distintas, a pesar de que un país puede mantenerse neutral, pero las personas no.

También ese es el momento en que Alfredo decide volver a Bilbao, al enterarse de la muerte de la mujer que amaba, para rendirle homenaje, sin embargo a su llegada se encuentra ante un asesinato, y ante la imposibilidad de investigarlo por medios oficiales Alfredo se convierte en parte de la investigación de la mano de su amigo el Comisario Zumalde. Volver a Bilbao le ha supuesto enfrentarse a los fantasmas del pasado, a la ausencia de su madre, al secreto que le pesa desde que ella se lo confesó antes de su muerte, y a la ausencia de la que fue su primer y único amor.

Si en Europa se vive una guerra, España esta sumida en sus propios problemas, o más bien debería decir Bilbao, que comienza a industrializarse y esta sufriendo una transformación que no termina de agradar a los nativos. Está llegando mano de obra de toda España y el paisaje cambia a marchas forzadas, la situación por momentos se hace insostenible y ni siquiera dentro del mismo partido hay unanimidad. A ello se suma que la neutralidad que como país mantiene España no es extensible a sus ciudadanos y cada uno en defensas de sus intereses rema hacía el bando que más le conviene. Por lo que se convierte en un lugar donde los espías de uno y otro bando campan a sus anchas.

Como no puede ser de otro modo también existe la figura del policía corrupto, dispuesto a enmascarar pruebas, para salvar el pellejo del amiguete de turno y enriquecerse a costa de cometer ilegalidades, pero como bien dice el dicho a cada puerco le llega su San Martin y en ese caso no va a ser distinto, aunque también quedará puerco libre de la matanza.

La historia nos la cuenta Alfredo sin embargo esta escrita en tercera persona como si un narrador ominisciente cogiera las  bridas , y comienza en 1914 y en el epílogo avanza hacia los años de la posguerra, en cuanto ya no puede volver a España no ya porque  nada le ate a esta tierra sino porque la situación política no lo aconseja, cuando tantos huyen.

Félix nos ofrece un retrato del Bilbao anterior a la industrialización y nos muestra las transformaciones que esta sufriendo y como las viven las gentes, pasear de su mano por las calles de ese Bilbao de principios del s. XX es una delicia, la clase magistral de historia se agradece, puesto que la documentación pasa inadvertida, pero sin embargo debe ser el resultado de una investigación ingente que el autor ha sabido integrar en la historia.

La trama negra

Dentro de una novela que se puede presumir histórica no ya por estar ambientada en un periodo concreto de nuestra historia, si no por la cantidad de personajes reales que se pasean por sus páginas como pueda ser Indalecio Prieto, Perezagua, Sabino Arana, Miguel de Unamuno, Paco Durrio, Picasso, entre otros. La muerte de Izarbe marca el inicio de la trama negra, una línea muy bien construida, que mantiene la  tensión en la investigación puesto que el propio asesino se lo confiesa al lector que va un paso por delante del comisario. Pero no será la única muerte que se producirá. Ni tampoco será el único misterio que se habrá de resolver, y es que la evolución de la novela te mantiene pegado a sus páginas.

Me ha gustado la forma en que el autor ha sabido integrar dentro de una misma novela los distintos géneros que ha usado para dar forma a esta historia bella e instructiva. Alfredo no tendrá un único frente abierto, a su necesidad de conocer al asesino de Izarbe se unirá la de descubrir el secreto que el confesó su madre antes de morir. Y ahí es donde yo he visto algo predecible la novela, eso o soy un lince porque yo lo intuí muy pronto y me dejó ese saborcito agridulce que para nada va a modificar la nota que tengo en mente.

La trama sentimental

Pero sobre todo es una novela de AMOR, si en mayúsculas, un amor imposible que no puede evitar sucumbir a la atracción, un amor que lucha contra viento y marea y que no acaba de fructificar, y la razón la conoceremos casi al final del libro, sin embargo lo vivido a través de los recuerdos de Alfredo, de esos flash back que asaltan su mente por las calles de Bilbao y Portugalete, es simplemente inolvidable ¿Quién no quisiera un amor así?

A riesgo de repetirme  considero un acierto la combinación de los géneros de forma que ninguno de ellos gana en protagonismo absoluto y se van complementando.

Pero si la ambientación temporal me parece acertada por ser una época poco explotada y la espacial un acierto por el mismo motivo. Creo que lo más importante de esta historia son sus personajes y el carisma que destilan, y entre todos esos personajes destaca uno en especial, la ciudad de Bilbao que parece que tenga vida propia, que evolucione a la par de la novela.

Me voy a permitir la licencia de dar pinceladas sueltas de aquellos personajes que han llamado mi atención por un motivo o por otro.

Alfredo Gastiasoro: Es nuestro protagonista, enamorado desde su niñez de Izarbe la chica de las coletas, quiso el destino que ambos empezaran un noviazgo que terminó de forma fulgurante, y que dejaría a Alfredo completamente marcado, máxime cuando el afortunado que se terminó casando con ella fue su propio hermano. El destino les deparó una segunda oportunidad que no pudieron aprovechar.

Izarbe Campbell: Nuestra protagonista ausente, una mujer bella, adelantada a su tiempo, y con unas ideas poco aceptadas en aquella época, una mujer que podríamos tildar de valiente y luchadora, que terminó pagando su forma de actuar con la vida.

Javier Gastiasoro: Hermano de Alfredo y marido de Izarbe, todo un personaje lleno de dobleces que conviene no perder de vista. Posiblemente a quien menos he entendido y con el que menos he empatizado.

Fernando Zumalde: El comisario que decide desobedecer órdenes e investigar la muerte de su amiga, y como con un cadáver no andaban servidos, dos fiambres más se unieron a la causa, haciendo avanzar la investigación y ayudandoles a atar cabos. Amigo de la niñez de Alfredo y de la adolescencia de Izarbe

No son los únicos, hay muchos más entre los ficticios y los reales, todos ellos dibujados con esmero y con personalidades diferentes, algunos incluso me atrevería a decir que arrolladora, ninguno te dejará indiferente y a cada uno lo odiarás o lo amarás según el punto de vista que hayas adoptado en la lectura, puesto que todos los personajes tienen claro oscuros en su vida, más sombras que luces, siempre se empatiza más con uno que con otro, pero yo terminé entendiendo que no justificando la actuación de cada uno de ellos. Incluso la mítica Mata Hari tiene su momento de gloria en esta novela.

Conclusión

Sumergirte en la lectura de La ciudad de los ojos grises es iniciar una aventura a principios del s.XX cuando los trenes todavía eran de vapor y una de las principales alternativas para viajar, con sus vagones de clase alta y los de tercera clase. Darse un paseo por el Bilbao de la industrialización y conocer la gestación del partido socialista y de las ideas nacionalsocialistas de Sabino Arana, observar la transformación de un paisaje casi agrario en otro distinto con mucha mano de obra venida desde fuera y que comenzó a generar tensiones en la zona.

Al tiempo que supone conocer una historia de amor que se mantiene a lo largo del tiempo a pesar de su imposibilidad porque el corazón siempre alega razones que la razón no entiende. Un largo paseo que te llenará de nostalgia, la que destila su personaje principal, de incertidumbres, de miedos y en ocasiones de impotencia, porque el billete de tren también te lleva a los bajos fondos, aquellos en los que se mueven los desheredados pero también los policías corruptos y los ricos sin escrúpulos.

Os recomiendo su lectura tanto si os gusta el género negro como si abobinais de él porque seguro que en los otros géneros encontrareis motivos suficientes para que os guste tanto como a mí.


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