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jueves, 5 de junio de 2014

La noche soñada. Màxim Huerta


Que lejos queda ya El susurro de la caracola, novela del mismo autor, que un buen día cogí de la biblioteca enamorada de su titulo, y que por poco descarto cuando descubrí quién era su autor, suerte que ya llevaba leído más de la mitad del libro y este me había atrapado poco a poco, y decidí vencer mis prejuicios. Cada día doy gracias a que fuera capaz de hacerlo, porque este autor se ha convertido en uno de los de cabecera, cuando saca una novela me tiro de cabeza a por ella, sin comprobar si la piscina tiene agua, o si por el contrario está vacía. De momento no me ha decepcionado, cierto es que su primera novela, Que sea la última vez... que se reeditó a raíz del éxito de El susurro de la caracola, era algo más floja, o el género no iba conmigo, que todo puede ser.

Cuando se falló el Premio Primavera, y vi que Màxim era el galardonado supe que tenía que leerla sí o sí. Así que no dudé hacerme con un ejemplar, por unas razones u otras el libro ha tardado un poquito en llegar a mis manos, encima lo hizo en un momento difícil de saturación de lecturas, de bajón emocional a cuenta de una rodilla que no termina de restablecerse, y acumulación en el ámbito laboral, que  me deja pocas horas de esparcimiento que en ocasiones no puedo aprovechar.

Una vez disfrutada, tengo que reconocer que esta lectura está más en la órbita de El susurro de la caracola, que en la de Una tienda en París, una novela con oscuros secretos que desvelar, muy emotiva, en la que nada parece lo que es y que cuando ya crees que has dado en el clavo y has descubierto lo que esconde te encuentras con una sorpresa en mayúsculas, lástima que esta se produzca casi al final y sin tiempo para digerirla por parte del lector, además el autor tampoco da demasiadas explicaciones...

Es difícil contar el argumento de un libro que toca tantos palos, intentaré sin descubrir nada tocar todos y cada uno de ellos, en una novela que contra todo pronostico tiene un marcado acento femenino por más que quién la narra sea un niño,y treinta años más tarde el hombre en que se ha convertido. Pero no adelanto más conclusiones, salvo que os la recomiendo encarecidamente porque seguramente removerá muchas cosas en vuestro interior.

El autor:

Màxim Huerta Hernández nació en Utiel, Valencia en 1971 y es periodista. Tras licenciarse en Ciencias
de la Información por la Universidad CEU San Pablo de Valencia inicia su trayectoria profesional en radio y medios escritos de su tierra natal. Su salto a la televisión se produce en 1997, en Canal 9.

Comienza a trabajar en Telecinco en 1999. Fue uno de los rostros de los Informativos Telecinco, formando parte del equipo que cubrió acontecimientos como la Guerra de Irak y la de Afganistan. En 2005 da un giro a su carrera profesional y se incorpora al equipo de presentadores de El programa de Ana Rosa. Es miembro de la Academia de las Ciencias y las Artes de la Televisión.

 Ha publicado las novelas Que sea la última vez..., El susurro de la caracola y Una tienda en París, uno de los grandes éxitos de narrativa del 2013.

Puedes conocer más del autor en

www.màximhuerta.com

@maximhuerta

www.facebook.com/Maximhuerta


Sinopsis:

En la víspera de San Juan de 1980, los habitantes de Calabella, en la Costa Brava, esperan a la mítica Ava Gadner, que va a inaugurar el cine del verano del pueblo. Todo el mundo está pendiente de la actriz, salvo Justo, el benjamín de la peculiar familia Brightman. Es el día más mágico del año, el muchacho ha decidido que , en vez de pedir un deseo, va a hacer todo lo que esté en su mano por cambiar el destino de los suyos.

La noche soñada es una historia sobre la búsqueda de la felicidad. De la mano de Màxim Huerta el lector descubrirá que el viaje más arriesgado es el que se emprende hacia el amor, tantas veces doloroso e imposible, pero con el nunca deberíamos dejar de soñar.

Mi opinión:

Nos encontramos ante una novela de emociones, que al contrario de lo que podríamos pensar está vista desde un marcado prisma femenino, al no ser el protagonista absoluto Justo, si no más bien un secundario muy necesario porque es el quién nos cuenta la historia en primera persona, al principio es la voz de un niño de doce años que ve que en su casa reina la opresión, que su madre no es feliz y el miedo paraliza a esa familia compuesta por doce mujeres y dos hombres.

Siempre he resaltado la facilidad con la que Màxim suele colarse en un mundo de mujeres, como es capaz de meterse en su piel y de transmitirnos emociones sin que se note que tras la pluma se encuentra un hombre, ahora me ha sorprendido dando voz a un niño, uno un tanto especial porque Justo no es como los chicos de su edad, es un niño con un sentido de la responsabilidad muy marcado, es un chico soñador, muy volcado en su madre y en una de sus tías, un chico inteligente, al que no le gusta la escuela y que espera como agua de mayo las notas que su madre le deja sobre la cama cada noche.

Ese niño un día decide cambiar el destino de su familia, en búsqueda de una felicidad que les es negada, y a costa de querer ser feliz no actúa como moralmente se espera, sin embargo el lector tomará partido claramente por él, otra cosa son las consecuencias que tiene esa decisión tomada que le acompañarán toda la vida como una losa, a pesar de haber sido muy feliz en su infancia esta le rehuirá en la juventud y si no aprende la lección en la madurez.

He comentado que se trata de una novela que toca muchos palos y me gustaría daros unas pinceladas sin descubrir demasiado.

Temas:

El amor: quizás este sea el tema más importante, pero el amor en su sentido más amplio, y sobre todo el materno filial, alfa y omega de esta historia. Entre Teo y su hijo hay una gran complicidad y un deseo de proteger al niño de la realidad que se vive en casa, no solo a Justo, también a Liz, sin embargo Teodora no cuenta con la perspicacia del menor, o quizás porque si cuenta con ella y sabe lo que sufre comienza una forma de comunicarse con él basada en notas que deja cada noche en su cama o en su mesita de noche, en ellas le escribe lo mucho que lo quiere aunque en su día a día no sepa expresarlo.

El fraterno: por la relación de complicidad entre las nueve hermanas de Teodora que comparten casa con la familia Brightman. Mujeres muy excéntricas, que se hablan en privado de usted y en publico se tutean.  Y la relación que mantienen Justo y Liz que va evolucionando a lo largo de la novela desde la indiferencia hasta la complicidad.

El de pareja: prefiero llamarlo así y no pasional o romántico porque todo amor real tiene una cara y una cruz. Y eso lo sabe bien Teodora, sin embargo la cruz se expone de forma tan sutil que no pasa desapercibida al lector, pero no se regodea en los aspectos más crudos del tema, y supongo que a estas alturas sin nombrarla ya imagináis cual es la cruz. Thomas y Teodora forman una pareja de apariencias que su marido ya no se molesta en esconder en privado, a pesar de obligarla a mentir día si y día también.

La vida le va a dar otra oportunidad para amar y ser feliz, de la mano de un músico italiano, pero esta historia os corresponde descubrirla a vosotros

Pero no es la única que vamos a encontrar aunque algunas son tan secretas que solo las vamos a conocer al final de la novela y no os las voy a desvelar yo aquí.

Además de ese amor de pareja podemos encontrar enamoramientos juveniles o adolescentes, el que siente Justo por su vecina Sofía, y el de Liz por un chico tosco y rural del pueblo, Ramón

Y si algo sobrevuela esta novela es el amor a la vida, a la lectura, a la fotografía, al cine y a la música, y cada uno de estos amores los encarna un personaje. Y no podía faltar el amor al mar, y es que este está muy presente en lo que yo llamaría la primera parte de la novela, la que está narrada por el Justo de 12 años y después encontramos ligeros guiños.

La felicidad: Entendida esta como ausencia del yugo opresor, de la libertad para poder volar, para hacer lo que uno crea más conveniente sin temor, sin miedo a las consecuencias que pueda tener. Sin embargo la búsqueda de esta felicidad no se hace de la forma más correcta, porque el fin jamás justifica los medios.

El cine: Este tema me ha llamado poderosamente la atención, por un lado está la excusa Ava Gadner y su visita a Calabella, y a partir de ese señuelo se nos habla de la actriz, de sus amores, de su  imponente físico, de sus películas. Y también se toca el tema a través de Liz y su afición la revista Fotogramas de donde recorta los artículos que le interesan.

La lectura: Me gustan los libros que hablan de libros. Teodora es una gran lectora, le sirve de evasión, para soñar y escapar de la realidad, tiene un libro recurrente Fiesta en París de Heminway, sin embargo son más los que se nombran, supongo que en ella plasma Màxim su amor por la lectura porque nos regala frases dignas de ser compartidas.

La música: tanto clásica, como jazz, pero más la primera para ser sinceros. A través de Francesco y de Sofia descubrimos un mundo de compositores, de instrumentos, de partituras, de estilos musicales y de notas. La excentricidad de ambos no tiene limite, la pasión por la música tampoco, el amor que destilan sus palabras para una conocedora amateur de la música no tienen precio.

La fotografía: Justo descubre unos fondos de ciudades que usaba su abuelo, fotógrafo, para trabajar, en ese momento decidió que sería de mayor, y que no usaría fondos, el viajaría, recorrería mundo. Esa faceta queda más patente en la parte narrada por el Justo adulto, y a mi modo de ver es tremendamente apasionante, igual es porque la fotografía me atrae mucho, porque me gustaría haber viajado tanto como Justo, haber sabido volar, pero no es compatible con la vida familiar y yo elegí esto último.

El amor por la vida: Visitación la hermana mayor de Teodora es una mujer excéntrica, que disfruta de cada instante cantando canciones, viviendo la vida entre dulces, y amores que esconde entre letras que unas veces reproduce y otras inventa. Su vida transcurre en la cocina entre harina, azúcar, y anís, siempre entonando un bolero, y escondiendo en él consejos de amor dirigidos a su sobrino, siempre aconseja ser feliz, aunque muchos la tomen como loca, ella simplemente disfruta de la vida.

La culpa: Actuar en contra de lo establecido siempre comporta remordimientos, aunque la vida de toda la familia cambia y la felicidad llama a la puerta, Justo no puede olvidar su secreto y lo carga a la espalda como si de una mochila se tratara, pero no es el único.

Entre líneas hay escondidos otros temas, sin embargo no los voy a hacer patentes para no fastidiar la lectura a quien la tenga prevista o pendiente.

Personajes:

No se puede decir que estemos ante una novela coral, aunque los hay y muchos, sin embargo no todos están desarrollados de igual forma, de algunos simplemente se ofrecen pinceladas y eso me lleva a no considerarla una novela coral.

Sin duda el personaje más desarrollado es Justo, el narrador de esta historia, se nos ofrece una visión bastante completa del personaje, comienza la historia cuando tiene 12 años y decide cambiar la suerte de su familia, hasta el capitulo 27 nos muestra de una manera u otra su infancia y adolescencia, a partir de ese momento el relevo lo toma el Justo adulto con flash back , y seguiremos conociéndolo, a través de lo que él nos cuenta, y también de lo que piensan los demás de él, su hermana, su tía Visitación, su madre, Francesco e incluso Sofia.

A Justo se le conoce como el hijo del irlandés, es rubio, con unos ojos azules inmensos, mal estudiante, muy sensible, se define como cobarde sin embargo no le tiembla la mano cuando toma una decisión, se cree incapacitado para amar y convierte su vida en una continua huida hacía adelante, que le facilita su trabajo como fotógrafo free lance de una revista de viajes.

Liz: Es la hermana de Justo, una chica en ocasiones adorable y otras las más odiosa, tiene un carácter difícil y siguiendo la estala de su padre se dedica a machacar a su madre hasta que entre ellas nace la complicidad. Me ha costado mucho empatizar con este personaje, pero al final he logrado al menos entenderla.

Teodora: Yo diría que junto a Visitación es la protagonista encubierta de esta novela. Teo como la llaman sus hermanas y conocidos, es una mujer hermosa que tuvo la mala suerte de enamorarse de príncipe que se transformó en ogro. El amor que siente por su hijo es tan grande y lo ve tan acomplejado que se dedica a curar sus heridas, a darle fortaleza y a mostrarle lo que no puede expresar en persona a través de unas notas que su hijo terminará coleccionando.

Visitación: De las nueve hermanas de Teodora, es la que más fuerza tiene en la novela y la que a mi me ha llegado más profundamente. La mayor de todas intenta llenar de música y alegría una familia que no tiene mucho que celebrar. Todos creen que está loca, pero ella se dedica a ser feliz. Mordaz, inteligente, y con mucho sentido del humor es un personaje que no dejará indiferente a ningún lector.

Thomas: El irlandés, personaje odioso donde lo haya, no aparece mucho en la novela, pero lo suficiente para que se gane la antipatía del lector. En todo cambio de príncipe a ogro hay un culpable, y en este caso me temo que es el alcohol. Las perrerías que inflige a su familia son de antología, pero la parte más dura se la lleva su mujer y en segundo lugar su hijo, del que se ha propuesto hacer un hombre porque entre tanta mujer teme que sea un blando.

Francesco: Un italiano que recala en Calabella, vecino de Teo en la cal donde viven desde que su vida cambiara. También arrastra un amor que ha terminado y se ha volcado en su única hija Sofía. La música es su vida, algo excéntrico aporta la parte más tierna y a la vez la más alocada. Francesco simplemente es único, a mi no me importaría tener uno en mi vida, aunque en cierta medida lo tengo.

Sofía: Algo mayor que Justo, es la hija adolescente de Francesco, tiene una sensibilidad especial para la música y se pliega a los deseos de su padre, aunque a escondidas los transgrede un poco. Su vida mejorará con la llegada a Calabella, entablará amistad con Justo y su hermana de los que se hará amiga.

Y estos son todos los personajes que yo destacaría, sobre todo porque son los que están dibujados con más esmero, a algunas de las hermanas de Teo solo se las nombra, por lo que no llegamos a conocerlas en ocasiones solo algún aspecto físico, como la gordura de María Montaña, otras algún aspecto de su personalidad como la ingenuidad de Maravillas...

Ambientación:

La novela transcurre en un principio en un pueblo fruto de la imaginación del autor Calabella, es la típica localidad a orillas del mar Mediterráneo con las características de la Costa Brava. Para ser sinceros poco conocemos de ella, la casa de las hermanas, la plaza, el bar del pueblo y el frontón y luego el camino rural que lleva a la finca que perteneció a los abuelos maternos de Justo y donde se instala los tres huyendo de la compasión del resto de habitantes y buscando un poco de intimidad.

El idílico paisaje que nos describe Màxim, con ese mar de fondo, ese acantilado, y la paz que se respira te llega al alma. Al menos a mí que soy una enamorada del mar, del sosiego y la paz que desprende hasta en los días en que anda agitado, de los reflejos de la luna en las tranquilas aguas que en ocasiones actúan de lienzo. Sinceramente me ha enamorado el pueblo que ha inventado, la forma en que lo ha descrito, la energía de este enclave casi rural donde todos se conocen y los vecinos actúan como juez y parte.

El tiempo en que transcurre es más o menos reciente, 1980, y el autor ha tomado como excusa una fiesta que en Cataluña tiene arraigo y tradición, me consta que también en algunos pueblos de la Comunidad Valenciana también pero desconozco si con la misma intensidad. La víspera de San Juan en toda Cataluña, sobre todo en los pueblos costeros, o puede que solo allí es posible encontrar verbenas, una fiesta para compartir, para conocer a gente y porque no para coger alguna que otra borrachera. Un día muy adecuado para poner en marcha un plan. Además es tradición hacer hogueras en la playa, en algunos sitios bañarse a media noche y pedir deseos. Justo decide que el ese año no va a pedir ningún deseo, va a hacer realidad los de su familia.

Aunque el autor toma como excusa la visita de Ava Gadner al pueblo, se puede ver como la población se prepara para pasar las fiestas, con la nevera a rebosar de comida cocinada que solo tendrá que ser calentada, las charangas en las calles amenizando la fiesta, las hogueras en la playa, la gente engalanada, la visita a la iglesia...

En 1982-1983, la familia cambia de país sin embargo eso solo lo conoceremos superficialmente, sin embargo el 75 cumpleaños de Teo la reune con su hijo en Roma, y ahí si que pasearemos de la mano de Màxim por alguno de los enclaves más turísticos. Y de la mano de Justo y sus fotografías de edificios, conoceremos algunos lugares emblemáticos de otros países, pero de forma superficial para mi gusto, si se hubiera recreado no me hubiera importado en absoluto, porque soy una enamorada de sus descripciones y de su forma de escribir.

La estructura:

Nos encontramos ante un libro con una encuadernación exquisita, tapas duras, con cubierta y solapas, y lo que llama la atención es que al quitar estas, no encontramos un color neutro para la portada si no que está reproducida a todo color y con brillo la misma que en la cubierta. Una portada que enamora a la vista, y que en cierta medida resume lo que vamos a encontrar en su interior, aunque sinceramente me parece que ese niño difícilmente puede tener doce años. Volar fue siempre el sueño de Justo, viajar, conocer mundo, sin darse cuenta estaba huyendo, una metáfora de su vida, siempre una huida hacía adelante que le pasa factura en el ámbito amoroso y le otorga el éxito en el laboral.

La novela se divide en treinta y ocho capítulos de longitud media, cuyos títulos son bastante reveladores y nos muestran un resumen de lo que vamos a encontrar en ellos, o esconden la clave de la narración. Como he comentado en varias ocasiones a lo largo de esta reseña se narra en dos tiempos verbales por un mismo narrador que cambia sorpresivamente de edad para que podamos comprender la magnitud de las consecuencias de su forma de actuar.

En los cinco primeros capítulos Màxim nos pone en situación, nos presenta a Justo y a su familia, nos va mostrando el infierno en el que viven, las ganas del muchacho de darle la vuelta a la situación, la gota que colma el vaso y el plan que traza y que por momentos se ve incapacitado para llevarlo a cabo y otras se crece y piensa que no hay vuelta atrás.

A partir del capitulo 6 cambia el tiempo verbal y del presente Justo comienza a relatar en pasado, todavía se impone el niño de doce años que ha cambiado el destino de la familia y es en el capitulo ocho cuando un Justo ya maduro comienza a imponerse, se encuentra en Roma para asistir al 75 cumpleaños de su madre, y tiene un regalo muy especial, confesarle que pasó treinta años atrás, comienza entonces a mezclarse a veces dentro del mismo capitulo, las menos y en ocasiones en capítulos alternos, aunque podemos encontrar incluso dos dedicados al pasado, presente y pasado, la voz del niño y la del adulto, en ocasiones podemos ver el mismo hecho tal y como sucedió y como se conserva en sus recuerdos. Empatizar con Justo no es nada complicado, entendemos porque hizo lo que hizo, sin embargo cuesta más entender que le pasa ahora, ¿porque sigue siendo un negado para el amor cuando entonces no lo era?. Nos muestra ligeras pinceladas de lo que le aterra, ser una copia de su padre, sin embargo seguramente no es solo eso... entre líneas el autor nos deja entrever algunos motivos, pero de forma vaga.

El capitulo 33 sin entender muy bien porque, nos relata la vida de Sofia en Londres, imagino que la excusa se encuentra en que Francesco y Justo hablan de ella, aún así a mi parece metido con calzador porque nada se nos cuenta de Liz salvo que ha vuelto a Calabella. Si hay algún motivo en especial para este capitulo la verdad es que yo no he logrado entenderlo, como no sea el guiño al pasado de los corazones de tiza que casi me hicieron dudar de la paternidad del hijo de Sofia, por ello no le veo sentido.

Puede que el capitulo 37 sea la clave de esta novela, sin embargo a mi se me ha hecho corto, me hubiera gustado conocer como reacciona Justo ante la revelación que se le hace y que en cierta manera le libera de algunos fantasmas de su pasado, sin embargo no es así, algo se ha removido dentro de él, lo demuestra el ultimo capítulo sin embargo este también me ha resultado corto, o me ha faltado algún epilogo. Aún así la novela me ha parecido muy interesante.

En ningún momento nos perdemos a pesar de esos capítulos alternos porque al principio de cada uno nos pone la fecha en la que transcurre, en los que acaecen en Roma incluso la hora, porque toda la acción transcurre un 14 de febrero, día que cumple años Teodora. No me ha parecido una estructura compleja, pero seguro que  la hora de escribir no resulto fácil hacer encajar todas las fechas.

Màxim hace gala de una pluma bella, sin demasiados artificios literarios, sin embargo recurre a la metáfora en muchas ocasiones, en boca de Visi sobre todo para explicarle a su sobrino los entresijos del amor. Nos regala reflexiones envueltas en frases bellas que no pueden hacer más que cautivar al lector, sobre todo a aquellos que nos gusta coleccionarlas.

Conclusión:

La noche soñada es una novela que no te dejará indiferente, entrar en el mundo de Màxim y su forma de narrar no siempre es fácil, recuerdo lo mucho que me costó hacerlo en El susurro de la caracola porque como no dispones desde el primer momento de las claves, hasta que las piezas encajan uno se puede perder. Esta es la cuarta novela que leo  del autor, así que secretos tiene pocos ya para mí y me ha enganchado desde el minuto 1.

Es verdad que en ocasiones puede resultar repetitiva, porque nos informa de que hay un plan, se nos dice que lo han puesto en marcha, conocemos el resultado del plan, pero hasta muchos capítulos después no se nos informa del como y para ponernos en situación nos lo vuelve a relatar todo o casi todo como si los primeros seis capítulos no existieran, a mi no me ha molestado, pero puede que algún lector si se pueda sentir molesto. Y eso es solo un ejemplo porque pasa lo mismo con otros hechos que narra

Si le tengo que sacar algún pero, se lo pondría al desenlace porque me he quedado con ganas de saber más, aunque reconozco que las revelaciones cuestan de digerir, me han faltado reacciones de Justo, y el ligero guiño del último capitulo podría servirme pero si no eres hábil para leer entre líneas se escapan muchas cosas. De hecho lo he leído cuatro veces y cada una de ellas he entrevisto cosas distintas.

No es una novela 10, pero si que está muy cerca de serlo, a mi me ha gustado mucho, pero reconozco que soy una fan del escritor. Un premio más que merecido, al menos en esta ocasión no me he preguntado que ha valorado el jurado...

Ahora te toca a ti decidir si te apetece adentrarte en el mundo de Justo y no temas no es una novela para mujeres, aunque el AMOR este muy presente en ella, no es romántica ni por asomo, aunque puedas encontrar sentimientos profundos en ella. Y muchas frases que coleccionar

martes, 27 de noviembre de 2012

Una tienda en Paris. Màxim Huerta



A veces cuesta vencer ciertos prejuicios a la hora de leer a escritores mediáticos, yo entono el mea culpa, aunque no precisamente con esta novela en la que ya los tenía más que vencidos. Creo que estamos demasiado acostumbrados a ver como hay famosos y famosillos de medio pelo que pueden publicar verdaderos ladrillos y escritores noveles cuya obra no encuentra editorial dándoles mil vueltas a las de estos personajes. ¿Quién tiene la culpa de ello? Pues creo que Don Dinero, puesto que en las editoriales como en cualquier negocio prima la ganancia y muchos de estos autores se venden solos, sin necesidad siquiera de marketing.

Sin embargo me gustaría romper una lanza por Màxim Huerta, porque yo vencí mis reticencias con una novela muy valiente, porque su protagonista es un poco difícil de entender y más difícil todavía de empatizar, pero está escrita con una elegancia exquisita y sobre todo mantiene hasta el final la incognita, sabe dosificar bien la trama y dar un giro sorprendente en el desenlace. Me pareció una novela muy arriesgada que tarda en enganchar mucho al lector. Sin pensarlo mucho me lancé a leer su opera prima, que me pareció menos elaborada, y que me sorprendió también muy gratamente.

Cuando vi Una tienda en Paris entre las novedades de Martínez Roca, me enamoré primeramente de su portada en tonos de gris en el que el único color lo pone la mujer que está frente a la tienda. La editorial ha sabido jugar con el tema de la novela desde el exterior y para mí ha sido un acierto. Os adelanto que la novela me ha gustado, que no me ha parecido redonda porque hay ciertas cosas que no me han acabado de llegar. Que me he entusiasmado con la historia aunque no he logrado siempre empatizar con sus protagonistas. Me parece mucho más comercial y menos arriesgada que El susurro de la caracola pero no por ello de peor calidad.

Màxim Huerta se ganó una lectora incondicional, por su bella prosa, por ese lenguaje poético que a veces despliega bien dosificado, por su buen hacer con los personajes femeninos, tiene una gran habilidad para meterse en la piel de una mujer, y por las historias que cuenta, tan diferentes entre sí y a la vez tan atrayentes.

El autor

Os dejo las mismas pinceladas que ya os apunté cuando hablé de El susurro de la caracola, y Que sea la ultima vez  poco se ha movido su biográfia desde ese momento

Màxim Huerta nace en Utiel en 1971. Inicia sus estudios de periodismo en la Universidad CEU San Pablo de Valencia, donde compartimos estudios durante cuatro años, yo me licencié una promoción después. Comienza sus pasos en radio y prensa valencianos, y en 1997 da su salto a la televisión en Canal 9, dos años después se hace cargo del informativo regional de Telecinco para la Comunidad Valenciana, y ese mismo año salta a la emisión nacional donde se convirtió en uno de los rostros de Informativos Telecinco, faceta que desempeño durante cinco años presentando distintas ediciones. Durante ese período presenta La noche temática de los juegos de rol, y forma parte del equipo informativo de elecciones y grandes acontecimientos, como la guerra de Irak, de Afganistán o la boda real.

En el año 2005 da un giro a su carrera, que a mi al menos me resultó poco convincente, y se incorpora al equipo de presentadores del programa de Ana Rosa Quintana. Formó parte también del equipo de Queremos hablar, en Punto Radio, junto Ana Garcia Lozano.

Es miembro de la Academia de las Ciencias y las Artes de la Televisión, y colabora mensualmente con la revista Vanidad. El susurro de la caracola es su segunda novela, con la que ha sido éxito de ventas y crítica y se ha convertido en uno de los fenómenos editoriales del 2011. Quizás el éxito conseguido haya sido lo que ha impulsado a Martinez Roca a reeditar una obra que no había tenido mucha resonancia en su primera andadura, dotándola de una portada menos chillona, y acortando el titulo.

Su última obra en el mercado es Una tienda en Paris, cuya reseña me ocupa en estos momentos.
Si quereis más información podeis acercaros a estos enlaces
@maximhuerta (en twitter)
#unatiendaenparis (en twitter)

Argumento

Teresa es una mujer gris y anodina cansada de los tonos negros y grises en los que su vida se ve envuelta. Una chica insegura que vive a la sombra de su estricta tía y sin capacidad para decidir. Teresa esta cansada de su vida, se aburre y necesita un cambio, sin embargo no es capaz de dar pasos por sí sola, necesita que la empujen para actuar.

El empujón necesario le llega cuando en una tienda de antigüedades compra un cartel que le llama la atención. A partir de ese momento se suceden una serie de señales que la hacen tomar la decisión de romper con la vida que lleva y marcharse a Paris a empezar de nuevo.

Sin pensarlo mucho compra la tienda a la que perteneció el cartel y entra de lleno en la vida de la anterior propietaria que parece haberse instalado en su vida. Ir en pos de Alice devuelve a Teresa la alegría de vivir, le descubre el color y le hace recuperar el gusto por el amor.

 Impresiones

En líneas generales Una tienda en Paris me ha gustado, tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles, y quizás yo los considere así porque no me gustan los fenómenos paranormales en la literatura, pero es que además considero que no hacen ninguna falta, que la novela hubiera seguido igual su cauce y quizás hubiera agradado más a los lectores. 

La trama se puede dividir en dos partes, en la primera se nos presenta a Teresa, una mujer de hábitos y costumbres, gris, anodina, aburrida de su vida, y con una tía que dirigió su infancia a la muerte de su madre con mano férrea y sigue haciéndolo a pesar de que ya se ha independizado. A Teresa no le gusta su vida, pero ni tiene valor para cambiarla, enfrentarse a su tía la aterra.

Conocemos a Teresa desde niña, la relación con la hermana gemela de su madre, Tía Brigida, una mujer de armas tomar, sus gustos, sus hobbies. Teresa como protagonista es demasiado normal, incluso aburrida, los pocos intentos por rebelarse a su forma de vida son débiles, tanto como  lo es ella. Todo cambia en una tienda de antigüedades y el cartel que le llama poderosamente la atención, tanto que decide autoregalarselo.
Màxim nos situa bien a Teresa en su ambiente, tanto cuando es niña, como cuando es adulta, no escatima en descripciones, esta primera parte transcurre en Madrid, y nos hacemos una perfecta composición, de la casa en la que ha vivido de niña y el ático de sus padres en el que vive desde que se ha independizado. También de las calles que suele transitar. Hasta aquí no tengo ningún pero para la novela, te puede gustar más o menos la protagonista, te puedes identificar con ella o no, pero el estilo y la prosa son espectaculares y te llevan de la mano página a página.

Con la llegada del cartel a casa comienzan unos fenómenos paranormales que para mí están metidos con calzador, creo que aquí se equivoca Màxim, no hacía falta introducir un fantasma, ya estaban los pálpitos que tenía Teresa, ya estaba decidida a viajar a Paris.

Comienza una segunda etapa para Teresa, viaja a Paris en pos del color para alegrar su vida, y siguiendo la estela de Alice Humbert, la dueña de la tienda cuyo cartel compró en el anticuario. El cambio de escenario le da más viveza a la narración, le aporta interés, porque Màxim sigue dibujando muy cada ambiente, conoce Paris no hay duda y nos ofrece un retrato de la actualidad, pero quizás lo más interesante es el que ofrece del Paris de los años 20 de la mano de Alice que toma la voz para contarnos su vida, aquella que no puede conocer Teresa con sus investigaciones.

La novela da un vuelco en este momento, si ya te había atrapado ahora no te deja, no puedes parar de leer, deseas saber más sobre esa enigmática mujer cuya vida aunque tu no la hubieras vivido igual te fascina, sin duda Màxim ha creado un personaje fascinante, con sus luces y sus sombras, una mujer de carne y hueso que se equivoca en muchos pasos que da, que sin duda es muy humana.

Pero se vuelve a equivocar introduciendo de nuevo la presencia del fantasma, y sigo creyendo que no es necesaria, aunque esta vez tiene una explicación más plausible, el estado de ansiedad de Teresa, y la obsesión que siente por esa mujer a la que ve en cada paso que da.

Siempre me ha sorprendido la capacidad que tiene el autor para meterse en la piel de una mujer, en su mente, sus personajes son muy femeninos. Además leyendo sus obras nos encontramos ante mujeres muy distintas, Alice y Teresa lo son, digamos que son la cara y la cruz de una moneda, la una se come la vida a grandes bocados, la otra la deja pasar sin pena ni gloria, pero ambas no se parecen para nada a Margarita ni a Angeles Alarcón, sin embargo todas tienen en común las obsesiones que les acompañan a lo largo de su vida, son mujeres muy complejas, y dibujadas con esmero.

Personajes

Nos encontramos con dos protagonistas femeninas de excepción, aunque para mi gusto, Alice termina comiéndole el terreno a Teresa puesto que es mucho más interesante

Teresa: Es una mujer de unos cuarenta años, cansada de su vida, de ser un pelele de su tía que todavía le dice como tiene que vestir, y comportarse. Su vida se ha anclado en los tonos grises, y necesita un cambio. Muchas de nosotras tiene un halo de esa mujer que tan poco nos atrae. La Teresa de Paris va evolucionando poco a poco, se ve más suelta, hace lo que quiere con su vida y sin embargo se ve eclipsada por una Alice exultante.

Tía Brigida: Es una mujer estirada, muy de clase alta y puesta en su papel, busca la perfección en su apocada sobrina y lo único que consigue es formar a una mujer débil de carácter a la que detesta. Delante de este personaje he tenido sentimientos muy encontrados, en momentos la he comprendido y en otros me he puesto en la piel de Teresa y la he odiado profundamente.

Alice Humbert: Fue modelo de pintores, una mujer con un carácter fuerte que se hundía con frecuencia, comparte con Teresa uno de sus matices la inseguridad. Su vida se desarrolla en los felices años 20, en ese periodo entre guerras que la gente se dedico a vivir de forma despreocupada.  A ella también la conocemos desde su infancia, como se fue labrando un futuro y los errores que cometió. Me he quedado con ganas de mucho más, hubiera seguido leyendo sobre Alice páginas y páginas.

Pero no todos son personajes femeninos también hay hombres que actúan como secundarios necesarios.

Laurent: El amor de juventud de Teresa, el que le dejó un tremendo vacío y le hizo perder las ganas de volver a amar. El personaje no está tan bien dibujado como las mujeres, pero tiene su aquel, conocemos su aspecto físico y sus miedos, sus rencores.

Mathieu Ardisson: El periodista parisino que ayuda a Teresa en su investigación, un hombre que propiciará un nuevo cambio en la vida de Teresa. Un personaje con el que también he tenido sentimientos encontrados, en ocasiones he sentido lástima por él y otras he pensado que se merecía todo lo que tenía, y también me ha levantado una ternura infinita. Tantas emociones caben en un mismo personaje, porque vive y respira y no es nada plano, aunque esto lo comparten todos.

Los felices años 20

Ya he dicho que quizás el acierto principal provenga de la aparición de la figura de Alice, que nos retrotrae a los años 20, a un Paris que tiene carencias, en las que los pobres sufren necesidades, donde cada uno intenta sobrevivir. De la mano de  Alice nos introduciremos en los barrios obreros donde el hambre y el frío reinan por doquier, y también de su mano daremos un salto a ese Paris frívolo, al Paris bohemio, en el que los pintores tenían sus modelos a las que alzaban a la fama, las compartían y solían dibujar desnudos.

Así comienza la ascensión de Alice en la vida, siendo modelo, pasando frío, tragándose su pudor y prestándose a situaciones que no se si yo hubiera sido capaz. Su belleza la hace entrar en círculos más selectos, dejar de ser una modelo que se codea con Modigliani, o Kisling este menos conocido, a pasar a brillar en la alta sociedad con personajes como Coco Chanel. 

Alice sabe aprovechar todas las oportunidades que se le brindan, y mejorar su situación personal, quiere olvidar su ascendencia, el hambre, el frío, quiere instalarse en su nueva vida y borrar su pasado, aunque ello signifique olvidarse de su familia, de su madre y sus hermanos. Pero Alice es débil y se equivoca en sus decisiones y su vida da vuelcos y vaivenes.

El retrato de ese Paris de los años 20 y los personajes que crea Màxim brillan con luz propia tanto que eclipsan la historia principal que leemos para llegar a una nueva narración de Alice.

Estilo

Me gusta la forma de narrar de Màxim, me enamoró en el Susurro de la caracola y sigue conmoviéndome y sorprendiéndome a cada novela. En esta ocasión le da la voz a sus protagonistas. Tenemos dos historias narradas en primera persona, son Teresa y Alice las que nos cuentan sus vidas, sus experiencias, sus debilidades, sus miedos, sus aciertos y sus fracasos. Y de ahí que la narración sea cercana, con profusión de descripciones, pero no menos diálogos.

Una narración que fluye, que va pasando sin un orden lineal porque los recuerdos son muy importantes para las dos mujeres, sin embargo en ningún momento nos sentimos perdidos como lector. El autor va salpicando la narración de golpes de efecto, reservándose para el final el más importante, me dejó con la boca abierta, sin duda un gran as guardado en la manga.

Utiliza un lenguaje sencillo con comparaciones y similes de fácil comprensión, bordea con elegancia la prosa poética. Uno de los recursos que más me ha gustado es esa maleta llena de pedacitos de ropa que guarda Teresa desde su infancia. Un guiño que tendrá su importancia a lo largo de la lectura, aunque a veces pase desaparecibido.

Conclusión

Podría seguir hablando de la novela, de los sentimientos que me ha levantado, podría desgranar todos los puntos, pero prefiero que los descubráis, que os acerquéis a Teresa y  a Alice que viváis con ellas sus aventuras, no es fácil empatizar con ellas, sin embargo las he comprendido, en muchas ocasiones hubiera actuado de forma distinta, pero siempre me ha quedado claro porque Màxim las hace actuar de una u otra forma.

Una novela que sin ser redonda cuenta una historia preciosa que tiene su culmen en ese Paris de los años 20 que seguro que te deslumbra y como no puede ser de otra forma Alice y Teresa terminaran unidas para siempre solo te falta descubrir de que forma…

¿Te animas a hacerlo? Seguro que lo disfrutas…

martes, 15 de mayo de 2012

Que sea la última vez... Màxim Huerta


Acababa de terminar El susurro de la caracola, cuando Martinez Roca reeditó la opera prima de Màxim Huerta, le di un vistazo al tema y enseguida supe que quería leerlo.
Varios factores se unieron a esta decisión, quizás el que considero más importante sea que había superado los prejuicios que me infundía este autor. Como en el caso de otros escritores he sabido desligar su faceta profesional y personal de sus obras y ha constituido uno de los principales logros.
En segundo lugar se metía de lleno en un tema que no me es desconocido del todo, el mundo de la televisión, sus bambalinas, para mi casi es más importante lo que se teje en dirección y realización que lo que vemos en pantalla, muchas veces fruto del trabajo perfecto de una presentadora con tablas y un equipo de profesionales que nunca salen a la luz que se trabajan al limite cada entrevista, y cada aparición en antena... reportaje etc..
También jugó un papel importante el que estuviera escrita en clave de humor y el querer ver como enfocaba este tema una persona que vive desde dentro el mundo de los magizines y al que no le convenía para nada indisponerse con ninguna de las diosas, reinas... de la pequeña pantalla...
A pesar de tenerlo en casa desde a penas una semana después de termina El susurro de la caracola, decidí posponer un poco su lectura, quizás porque tenía miedo de establecer comparaciones entre dos libros que a priori nada tenían en común salvo la pluma que les había dado vida. Creo que hice lo correcto, porque cuando me adentré en Que sea la última vez ... fui capaz de no tener presente su segunda novela y disfrutarla como si fuera la primera novela que leyera del autor.

El autor

Os dejo las mismas pinceladas que ya os apunté cuando hablé de El susurro de la caracola, poco se ha movido su biográfia desde ese momento
Màxim Huerta nace en Utiel en 1971. Inicia sus estudios de periodismo en la Universidad CEU San Pablo de Valencia, donde compartimos estudios durante cuatro años, yo me licencié una promoción después. Comienza sus pasos en radio y prensa valencianos, y en 1997 da su salto a la televisión en Canal 9, dos años después se hace cargo del informativo regional de Telecinco para la Comunidad Valenciana, y ese mismo año salta a la emisión nacional donde se convirtió en uno de los rostros de Informativos Telecinco, faceta que desempeño durante cinco años presentando distintas ediciones. Durante ese período presenta La noche temática de los juegos de rol, y forma parte del equipo informativo de elecciones y grandes acontecimientos, como la guerra de Irak, de Afganistán o la boda real.
En el año 2005 da un giro a su carrera, que a mi al menos me resultó poco convincente, y se incorpora al equipo de presentadores del programa de Ana Rosa Quintana. Formó parte también del equipo de Queremos hablar, en Punto Radio, junto Ana Garcia Lozano.
Es miembro de la Academia de las Ciencias y las Artes de la Televisión, y colabora mensualmente con la revista Vanidad. El susurro de la caracola es su segunda novela, con la que ha sido éxito de ventas y crítica y se ha convertido en uno de los fenómenos editoriales del 2011. Quizás el éxito conseguido haya sido lo que ha impulsado a Martinez Roca a reeditar una obra que no había tenido mucha resonancia en su primera andadura, dotándola de una portada menos chillona, y acortando el titulo.

Argumento

Margarita Gayo es una presentadora de éxito, lleva muchos años en la pequeña pantalla y se ha ganado el lugar que ostenta por mérito propio. Su mundo comienza a tambalearse cuando recibe una carta de la revista TP, en la que se le informa que ha sido galardonada con el Tp de oro a toda una vida. En lugar de saltar de alegría por el reconocimiento a su carrera televisiva Margarita se sume en una vorágine que amenaza con destruir el mundo que conoce hasta ese momento, por lo pronto se siente insultada, la han llamado vieja, y ella intenta esconder su edad a toda costa con toda clase de tratamientos estéticos, y siente que se la quieren quitar de enmedio para darle su puesto a jovencitas cuyo único mérito es haber ganado un concurso de belleza y que no tienen escrúpulos en amancebarse con el director de la cadena...
En clave de humor, Màxim Huerta nos contará los días que pasan desde la recepción de la carta, hasta la gala del premio, y compartiremos con Margarita sus estados de ánimo, sus éxitos y sus fracosos y sobre todo sus derrotas...

Protagonistas

Margarita Gayo: Una mujer hecha a si misma, cuyos sueños se han convertido en realidad. De pequeña soñó con ser presentadora de televisión y tras abandonar el pueblo e instalarse en la capital su oportunidad le llegó como chica del tiempo, cargo que ostentó una temporada corta, antes de convertirse en una presentadora de magazines de éxito, cargo que ostenta con orgullo. De su mano conocemos la presión de los indices de audiencia, la vejez que constituye una amenaza que hay que mitigar por todos lo medios. La veremos enamorarse de nuevo, sufrir, dudar, y al final liarse la manta a la cabeza y decidir ser feliz.
Sufrirá las consecuencias de ser un personaje público al ser juzgada por unas fotografías robadas, y nos adentraremos en los camerinos y en mundo que tras las cámaras de televisión nos es vedado a los televidentes y que es casi tan atractivo como la magia del programa en sí.
Marina: Es la descocada amiga de Margarita, una mujer muy liberal que colecciona hombres y disfruta de su cuerpo y de su juventud. Es la dueña de una galería de arte. El paño de lágrimas de Margarita, que recurre a sus consejos cada vez que se siente superada.
Ramiro: El marido de Margarita, lleva 20 años casado con ella y sin embargo llevan unos cuantos sin ser una pareja. Su escaso carácter, apocado y alejado de la polémica sacan a su mujer de quicio, que se pregunta miles de veces que pudo ver en él para casarse y que ve ahora para continuar a su lado.
Willy: Es la nueva oportunidad de Margarita, un español afincado en Paris, donde estudia en la Sorbona y se gana la vida como modelo. Su juventud asusta a Margarita sin embargo este vasco sabe como ganársela y que caiga rendida a sus pies. Ambos protagonizaran las escenas más tiernas, esas que nos hacen recordar que el amor no tiene edad y aparece cuando menos lo esperas.
La Mejillones, el Terciopelos, La postizos son amigas de Margarita, solo aparecen mencionadas por esos apelativos y en muchas ocasiones ponen la nota de humor. Irremediablemente me ha recordado a Chulas y famosas de Terenci Moix.
Luchi Lobo El contrapunto de Margarita, la chica mona y algo patosa que se quiere hacer con su sitio, no duda en sutilmente poner el dedo en la llaga y hacer sentir mal a Marga.
Podríamos hablar de más personajes sin embargo creo que estos dan una visión bastante general de que nos podemos encontrar en esta novela.

Estilo

Me ha sorprendido el comienzo de esta novela, de hecho tiene dos falsos comienzos que pueden descolocar un poco. El primero lo constituye la lista de la compra de Margarita Gayo, que ya nos da una idea del carácter de esta mujer, sobre todo porque en la parte principal y superior podemos ver tranquilizantes y ansiolíticos. Junto a ella encontramos las notas con lo que tiene pensado hacer en el día una hoja de agenda.
El segundo comienzo en falso que nos sitúa en la acción lo constituye la carta que Margarita Gayo recibe de la revista Tp en la que se le otorga el Premio Especial A toda una vida La carta esta fechada el 5 de octubre.
El comienzo propiamente dicho lo encontramos tres días después, el ocho de octubre, día en que Margarita recibe la carta y se le cae el mundo encima.
El autor nos plantea la novela en forma de diario, cada capitulo comienza con el día que se desarrolla la acción, es la propia Marga la que nos cuenta lo que va sucediendo en primera persona, tal y como lo leeríamos en el diario personal de una persona muy minuciosa que nos va detallando incluso las horas y reproduce al detalle las conversaciones que tiene con el resto de personajes si ello lo considera oportuno para trasmitirnos su estado de humor.
La novela nos relata lo que ocurre en la vida de Margarita y como esta pierde el rumbo y el timón desde que conoce la nominación al premio el ocho de octubre, hasta que la gala en la que se lo otorgan el día 23 de febrero. Unos meses en los que sus estado mental viaja continuamente en una montaña rusa, en la que la vejez ocupa un lugar importante en su vida y en los que mantener el liderazgo de audiencia se convierte en una cuestión de vida o muerte.

Opinión personal

Esta novela me ha sorprendido muy gratamente, por un lado me ha parecido tan bien escrita como la anterior, le he visto un guiño a Chulas y famosas de Terenci Moix, una novela en la que pone a caldo a la jet set española con motes, de ahí que las amigas de Margarita exceptuando Marina, se nombren siempre con los apelativos y también muchos personajes asiduos a la prensa rosa. Me he visto en muchas ocasiones intentando averiguar que personaje se escondía detrás de la mordaz crítica del autor. Sin embargo, así como en la obra de Terenci Moix era fácil deducirlos, Màxim Huerta no nos ha hecho muchas concesiones, quizás porque él mismo es miembro de esta farándula que parodia.
El sentido del humor que impregna toda la obra no me ha arrancado grandes carcajadas, pero si me ha mantenido una sonrisa permanente en los labios durante toda la lectura, porque el humor en literatura es complicado de manejar, mucho más que en la televisión y en los monologos en los que el autor se puede apoyar en las expresiones facciales o movimientos corporales.
Los temas que toca me han parecido interesantes, por un lado nos pone de manifiesto como lo que vende en televisión no es siempre la calidad, un escándalo puede hacer subir los indices de audiencia de forma desorbitada, a los televidentes les va el morbo. Las arribistas, esas jovenes que solo disponen de un cuerpo cañon que explotan poniendo toda la carne en el asador también tienen su lugar de honor, así como aquellas cuyo único mérito es haber ganado un concurso de belleza pero que acusan una falta enorme de cultura y de saber estar.
La vejez y los modos de atajarla, las cremas, los tratamientos de belleza express, las operaciones de cirugía estética, todo ello desfila por las páginas del libro de la mano de Marga y sus pijas amigas.
La doble moral, y los amores juveniles, porque una mujer de 61 años no puede enamorar a un joven de 20 sobre todo sino aparenta su edad?, puede ese joven sentirse solo atraído por la madurez de la mujer o hay algo más. Las páginas más tiernas se escriben en este apartado. De un plumazo se vuelve a la juventud, y el enamoramiento hace actuar a la protagonista como una quinceañera con su primer amor.
Cuando ya todo lo creíamos visto, cuando la novela nos podía parecer previsible, Màxim Huerta da un golpe de timón, un viraje en la trama que hace que nos quedemos pegados hasta la última línea. Que le ocurre a Margarita para actuar de esa manera?
Después de haberme devanado los sesos para descubrir que gran presentadora estaba detrás del personaje de Margarita Gayo, el autor me desmotó todas las teorías, puesto que la grandísima diva de la tele se encuentra arropada en la gala por todas las grandes del momento televisivo. Mª Teresa Campos, Ana Rosa Quintana y Concha Velasco... además de un sinfín de personajes públicos conocidos. Me da la sensación que con este guiño Màxim Huerta ha querido evitarse problemas si alguna de ellas se veía retratada en el personaje de Marga Gayo, porque si algo tengo claro que hay un poco de todas las grandes, mezclado a grandes porciones para no herir susceptibilidades.

Conclusión

Sólo me queda recomendarte la novela de viva voz, por si mis letras no te han dejado claro que es una buena opción. Te ofrece pasar un rato divertido, con un personaje muy bien dibujado, con una gran ambientación del mundo televisivo, de las galas. El escenario en los que se mueve la acción Madrid, el pueblo de la presentadora y Paris... Las pinceladas son muy acertadas y los toques de humor sublimes.
No nace con la intención de pasar a los anales de la literatura clásica, nos encontramos ante puro entretenimiento, la visión que del mundo de la televisión, de aquello a lo que el común de los mortales no tenemos acceso y que constituye la razón de porque muchos programas solo permanecen en antena unas semanas y el porque se producen los bailes de presentadores entre cadenas.
Para mi muy atractivo sin duda... Te animas a pasar un rato divertido?