Mostrando entradas con la etiqueta desafio 25 españoles. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta desafio 25 españoles. Mostrar todas las entradas

jueves, 9 de abril de 2015

La ultima llamada. Empar Fernández

Cuándo off versátil publicó La mujer que no bajó del avión me quedé con las ganas de leerlo, pero en aquella época como hoy, las novelas se amontonaban en mi estantería sin que fuera capaz de darles salida. Siempre he sido compradora compulsiva, todas entraban en mi casa porque me apetecía adentrarme en sus páginas, y por unas cosas u otras todas terminaban cogiendo más polvo del esperado en un primer momento. Ahora, lo confieso, me contengo bastante, también es verdad que la economía no está para lanzar cohetes, y teniendo tantos libros en casa una se lo piensa más.

Así que cuando salió La última llamada no me lo pensé dos veces, iba a darle prioridad, me apetecía darle una oportunidad a Empar Fernández, me apetecía comprobar por mi misma esas criticas positivas que se gestaron con su anterior novela. Para que el impacto fuera mayor, no leí ninguna reseña, y casi pase por encima de la contraportada del libro, la portada la verdad es que prometía mucho y no defrauda.

Quizás por ello la he disfrutado mucho, porque no iba predispuesta contra ese elemento paranormal que tanto me asusta en literatura y que calza como un guante en esta narración, acrecienta la atmósfera opresiva de la culpa, la que los personajes sienten y que el lector por empatía terminará compartiendo. No he podido evitar meterme en los zapatos de Julio Monteagudo, y darme cuenta de que yo en muchos sentidos hubiera actuado como él, en otros quizás me hubiera parecido más a Yolanda. Pero el miedo y la culpa son gratuitos y cada cual coge el que quiere...

Me ha sorprendido la forma en que Empar maneja el sentimiento de la culpabilidad, y también la sicología de los personajes, tan distintos entre sí, una familia destruida por la desaparición de uno de sus miembros en la que cada uno intenta sobrevivir a su manera, Julio ahogando su desesperación en alcohol, Marisa adormeciendo con medicamentos sus sentidos, y Yolanda intentando mantener la cordura y sostener a duras penas lo que queda de su familia, sacrificando incluso sus relaciones.

La autora en el prólogo nos pone en antecedentes para que podamos entender a los personajes, una noche de finales de junio Noemí Monteagudo salió con su novio y amigas a celebrar el final de  los exámenes de selectividad, en el transcurso de la noche Noemí se enfada con Sergio y decide volver sola a casa. A pesar de que su padre le había avisado de que no iría a recogerla, realiza una última llamada que no es atendida por encontrarse el teléfono silenciado. A partir de ese momento se pierde el rastro de Noemí y comienza el calvario de Julio su padre que esconde a todo el mundo esa llamada, pero no puede evitar recordarla cada día de su vida.

La autora:

Empar Fernández (Barcelona) es profesora, columnista de prensa y autora de guiones para documentales. Para que nunca amanezca, Hijos de la derrota, Mentiras capitales y Sin causa aparente. Ha sido finalista del Premio de Novela Fernando Quiñones con la obra El loco de las muñecas y ganadora del Premio de Novela Corta Rejadora por La cicatriz.
Ha publicado, entre otras obras de ficción

Junto a Pablo Bonell es autora de Cienfuegos, 17 de agosto, de la serie de novelas negras protagonizada por Santiago Escalona y el Thriller Hombre muerto corre.

En 2014 publicó, también con OffVersatil, La mujer que no bajó del avión, recogiendo excelentes críticas entre los entendidos del género.

Recientemente ha quedado finalista del Premio Medellín Negro 2013 y del Ciudad de Carmona 2014.


Sinopsis:

Noemí Monteagudo salió una noche para celebrar el fin de curso, pero nunca regresó a su casa. Antes de desaparecer realizó una última llamada que su padre no atendió. Tres años después su familia ha perdido toda esperanza: su madre sobrevive a base de ansiolíticos, su padre aplaca la  culpabilidad con la ayuda cómplice del alcohol y solo su hermana, Yolanda, es capaz de rescatar algo de  cordura para seguir adelante.

Todo cambia cuando Julio, el padre de Noemí, descubre en un show de televisión a una vidente que asegura entrar en contacto con el más allá. Mientras Julio se deja arrastrar por las palabras de la enigmática mujer; Yolanda se propone desenmascarar a la poderosa médium.

Pero los secretos mejor guardados acaban por aflorar y casi nada es lo que parece.

Mis impresiones:

Si algo llama la atención en esta novela es la elegancia, y la maestría con la que la autora maneja el sentimiento de la culpabilidad, la soledad y la derrota. La atmósfera tan opresiva que es capaz de crear con unos personajes muy trabajados psicológicamente con los que no podremos más que empatizar, meternos en su piel y vivir el tormento que ellos sufren día a día.

En este caso no es tan importante la investigación que para mí queda en un segundo o incluso en un tercer plano, como el sufrimiento y la cotidianeidad de esa familia devastada por la pérdida, por el desconocimiento, y la incertidumbre, aunque después de tres años sin noticias pocas esperanzas albergan, pero sin cuerpo tampoco hay delito.

Nos encontramos ante una novela corta que explora como pocas el dolor desde distintas vertientes, y que al mismo tiempo ahonda en la crítica social, sacando a la palestra la crisis en la que España está sumida,  el cierre de negocios y fábricas que deja polígonos industriales desiertos, jóvenes trabajando por poco dinero y descontentos de su situación. Y sobre todo el trabajo periodístico que puede que sea de los más mal pagados en la actualidad, con contratos de becarios... pagándose ellos mismos las dietas, jóvenes dispuestos a todo por demostrar lo que valen y lograr ser tenidos en cuenta.

Y como llovido del cielo un programa televisivo de máxima audiencia que explora el dolor, que juega con los sentimientos, puesto que los seres desesperados se agarran a un clavo ardiendo, con la racionalidad anulada, cualquier soplo de esperanza es bienvenido. De esta forma aparece en escena Samantha Damon, una irlandesa, que afirma contactar con el más allá. También ella tiene su momento de gloria es un personaje secundario de peso, por ello la autora se recrea en su infancia, en el poco cariño recibido de su abuela, e incluso de su madre que pasaba muchas horas trabajando, las largas ausencias de su padre hasta su muerte, las visitas que su espectro le hizo en ocasiones y que la salvaron de alguna situación comprometida. Pero sobretodo impacta la confesión que su madre le hace en su lecho de muerte y que cambia muchas cosas, sobre todo la cambia a ella.

De la historia de Samantha tenemos conocimiento a través de una biografía que lee Yolanda. Periodista inquieta, la única que intenta mantener la cordura en casa tras la desaparición de su hermana, no entiende como su padre es capaz de agarrarse como un clavo ardiendo a la vidente, cómo no es capaz de ver el engaño al que está siendo sometido. Por eso pretende desenmascarar el programa, para evitar de esa manera que su padre se arruine. Más tarde se dará cuenta de que puede hacer un buen reportaje y con suerte lo publicará algún medio importante.

Para ello decide empezar por el principio leyendo la biografía para acercarse al personaje, a la mujer que pone en escena el guión, y también hará uso de contactos que tiene en el programa de la médium, para conocer como funciona por dentro el programa y también para asistir con probabilidades de ser escogida entre el público.

Quizás porque soy periodista aunque no ejerza, quizás porque el gusanillo que me llevó a estudiar esa profesión y también a abandonarla por no poder ejercerla libremente sigue vivo en mi, me he sentido identificada con Yolanda, con su investigación para el reportaje, con la visión del programa desde dentro, desde las bambalinas, donde se tejen los engaños, porque en directo y con todo tan medido es difícil contactar con el más allá. El montaje televisivo queda al descubierto, el programa deja de emitirse, sin embargo eso lejos de convencer a Julio lo sume en una desesperación más profunda porque le niega la única vía de comunicación con su hija. La única posibilidad de saber que pasó aquella noche y donde está Noemí.

A pesar de la denuncia de ese tipo de programas que se dedican a explotar el dolor de las personas y a vender desgracias ajenas. La autora no pone en entredicho a las médiums, como comprobaremos en el correo que Samantha Damon le manda a Yolanda después de hundir su negocio y en el desenlace de la novela. Yo no creo en ellas, sin embargo, cada cual es muy libre de hacerlo. Reconozco que una persona desesperada necesita asirse a algo, reconfortarse, saber. ¿Se puede establecer contacto con el más allá? Lo desconozco.

Escrita en tercera persona, a través de un narrador omnisciente tenemos una visión  de los hechos desde todos los puntos de vista. Con una prosa ágil, sencilla, sin florituras ni grandes golpes de efecto, la autora no busca engañar al lector, darle pistas falsas que le despisten, pretende y consigue ahondar en los sentimientos de los personajes, en los aspectos psicológicos más que en los físicos, construyendo personajes ricos en matices, tremendamente humanos, tanto los principales como los secundarios.

Antes he afirmado que la investigación policial es secundaria, sin embargo me ha gustado el subinspector Recasens, un policía muy humano y empático. Un hombre que se entristece cada vez que tiene que dar una mala noticia a un familiar, sabe que es su trabajo, aún así no deja de afectarle. El caso de Noemí, su imposible resolución hasta el momento, lo tiene como un escollo en su carrera. Por ese motivo sigue todas las pistas que Julio le da aunque las vea improbables.

La autora consigue noquearnos con el desenlace, con su peculiar forma de resolver la investigación, con esa puerta abierta al mundo de lo esotérico, cada cual que crea lo que quiera. Me ha gustado mucho ese golpe de efecto, quizás el único que la autora se ha permitido, y que supone un broche final para una novela que mantiene la tensión desde el principio hasta el final.

Los bastidores de la trama:

Toda novela tiene un desencadenante, algo que la motiva, que sirve de punto de partida para que un escritor empiece a ficcionar. En este caso la autora en entrevistas ha reconocido que la desaparición de una adolescente en su pueblo le sirvió de punto de partida. En los pueblos, al contrario que en las capitales la gente se suele conocer, un tragedia de este tipo suele golpear a todos los habitantes, el dolor de las familias es palpable y visible, además los espectáculos televisivos que venden desgracias y que cada vez son más frecuentes permiten adentrarnos en los devastadores efectos que  la desaparición de una persona causa en sus familiares más cercanos.

Por otro lado las videntes, y sus programas son una constante en las cadenas locales, incluso hubo un programa muy parecido presentado por Jordi Gonzalez que también desapareció de antena al ser acusado de ser un guión preparado...

Con todos estos ingredientes Empar Fernández ha sido capaz de crear una novela negra distinta, que seguro que no dejará indiferente a los amantes del género, gusten o no de ese elemento paranormal.

Conclusión:

Nos encontramos ante una novela corta, que te mantiene pegada a sus páginas por la tensión que transmite, por la empatía que desarrollaremos con los personajes, por esa necesidad de saber donde está Noemí, por esa historia dentro de la novela que al final resulta tan interesante como la principal, por esos personajes tan bien construidos y llenos de matices del primero al último. Y por esa situación que puede tocarnos de lleno a cualquiera, y que se desarrolla ante el lector de forma tan verosímil, que este forma parte de ella, comparte el dolor con los personajes, su desesperación...

El elemento paranormal está introducido de forma natural, así que aunque no gustes de él no te resultara molesto, ni se te hará pesado.

Sin duda lo mejor de esta novela la construcción de los personajes y ese final que yo veía venir, y que sin embargo no sabía como se podía llegar a él. Para mi la autora ha sabido plantear y desarrollar una trama interesante y le ha dado un final que está a la altura.


Retos

Yincana criminal. Made in Spain: La víctima o el asesino pertenecen a la clase baja o marginal

25 españoles

viernes, 25 de abril de 2014

Cartas a Palacio. Jorge Diaz

Comencé abril con mucha ilusión y como un reto personal. Los que me leéis con frecuencia sabréis que tuve un final de enero un tanto desafortunado que me dejó tocada la rodilla, después de dos meses de rehabilitación, de los que mes y medio estuve de reposo absoluto, había llegado la hora de hacer vida más o menos normal, con muchas limitaciones, pero normal. Para ponérmelo en bandeja me llegó un contrato, y pensé que no podría ser más feliz. Pero la realidad se impuso pronto, mi pierna aguantaba y aguanta bastante mal la jornada de 8 horas de trabajo, por más que la mayor parte del tiempo estoy sentada.

A ello se unió que por la Semana Santa y ahora por el puente de mayo, que hay quien se ha concedido acueducto, la plantilla se ha reducido bastante porque lo que los que nos hemos quedado hemos tenido que trabajar más, y la pierna no ha hecho más que quejarse, el resultado, vuelvo a estar con corticoides, de nuevo en el fisio, y dopada para poder aguantar mis jornadas laborales. Creo que ahí tenéis un poco la explicación de porque este mes ha sido tan poco productivo en cuanto a reseñas, que no en cuanto a lecturas.

Hoy me he propuesto coger el toro por los cuernos y hablaros de una novela que ha hecho mis delicias, que confieso que no comencé con buen pie, porque la leía en el tren, y con tanto personaje me dispersaba, además pesa lo suyo y mis sufridos hombros elevaron queja formal para que aligerara el peso de mi bolso. Queja que por mi parte fue escuchada y terminé disfrutando la novela muchisimo, en el salón de mi casa, sentada en mi sofá y acompañada en ocasiones de algún zumito, té, o refresco... Una delicia vamos.

Creo que sobra, pero aún así os adelanto que me ha gustado, porque tiene todo lo que le pido  a un libro, una trama atrayente, una ambientación lograda, unos personajes bien perfilados, atractivos y con personalidad propia, y que pueda aprender algo de ella... y en esta conozco un periodo de la historia de España y una faceta de un rey bastante denostado, que me eran completamente ajenos. Más entusiasta no se puede ser al principio de una entrada, espero que eso no me pase factura en algún momento.

El autor:

Nació en Alicante en 1962. Es escritor, periodista y guionista de televisión. Es uno de los creadores
y ha sido coordinador de guionistas de Hospital Central, serie con la que ha cosechado todos los premios de la profesión, el TP y el Ondas, entre otros muchos.

Tras un año sabático en Brasil regreso con Los números del elefante, su primera novela. La justicia de los Errantes, en la que se narraba el viaje latinoamericano de los anarquistas españoles Francisco Ascaso y Buenaventura Durruti en los años veinte del pasado siglo, fue su primera incursión en el género histórico.

Cartas a Palacio es su tercera novela.

Argumento:

Se acerca el año más triste que se recuerda en el viejo continente. La guerra ha estallado hace unos meses y avanza sin piedad, sembrando de muertos y heridos el corazón de Europa, cuando al Palacio Real llega una carta que remueve profundamente el ánimo de Alfonso XVIII: una niña francesa suplica su ayuda para dar con el paradero de su hermano, desaparecido en el frente. Conmovido por tal petición, el monarca emplea la diplomacia española para saber la suerte del hermano de la pequeña Sylvie, pero su acción navideña tiene consecuencias imprevistas y provoca la llegada de un alud de solicitudes a palacio.

Impresionado por la magnitud de la tragedia, Alfonso XVIII reune a un excepcional grupo de colaboradores entre los que se encuentran su intimo amigo Álvaro Giner, Manuel Campos, profesor de mecanografía y simpatizante anarquista, o Blanca Alerces, una joven aristócrata madrileña dispuesta a tomar las riendas de su vida. Con ellos, el rey pondrá en marcha la Oficina Pro- Cautivos donde, gracias a la ayuda de funcionarios y diplomáticos, buscarán el modo de dar respuesta a todas esas familias rotas por la guerra, desesperadas por encontrar a sus seres queridos.

Inspirada en un hecho real, Cartas a Palacio recrea un momento histórico fascinante. Una ambiciosa novela en la que se mezclan el amor y la guerra, reyes y anarquistas, ambientes aristocráticos y humildes, el frente de batalla y el bullicio de las ciudades. Una emocionante novela coral de héroes anónimos, que con su compromiso llevaron a cabo una misión extraordinaria.

Mis impresiones:

Si tuviera que definir esta novela con pocas palabras, diría que es una novela de contrastes, de fuertes y duros contrastes, que nos hacen tener una visión muy amplia de lo que se estaba gestando en las primeras décadas del siglo XX en Europa, con una guerra que se preveía corta y con a penas bajas y que supuso un gran sangría. Y aunque la posición de España estratégicamente fue neutral por su poco peso militar tras los desastres sufridos con la perdida de las colonias de ultramar, en el terreno diplomático hizo cuantas gestiones estuvo en su parte para minimizar el gasto de vidas humanas en los campos de prisioneros.

Ambientación:

En el párrafo anterior ya he encuadrado un poco el periodo en el que transcurre la historia, y cual fue el papel de nuestro país. Sin embargo pienso que vale la pena dedicar un apartado a este tema en particular, porque nos encontramos a mi modo de ver ante una novela compleja, no en cuanto a su lectura, si no en cuanto a su escritura, al andamiaje que la sustenta. Y baso esta afirmación en la multitud de palos que toca, en los distintos escenarios en los que transcurre, en esos contrastes en los que hacía hincapié y que nos lleva de la opulencia a la pobreza, de la aristocracia y la monarquía al anarquismo, del Palacio de Oriente y los barrios ricos a las chabolas de Las Injurias.

Comienzo por nuestro país, en aquel momento gobernado por Alfonso XIII, un rey muy denostado, mujeriego, al que se le achaca la ruina de España, la  pérdida de las últimas colonias... Un monarca poco querido en la historia y que sin embargo tuvo la sensatez de obviar las decisiones de los militares, reconocer que el país no estaba preparado para una guerra en la que no tenía ninguna posibilidad de salir bien librado, y ahorrarle sufrimiento a una población que ya de por sí pasaba hambre y arrastraba miserias. A pesar de que el la principal guerra la tenía en casa representada por su madre y su mujer, la primera representante de la casa de los Austrias que quería España se alineara en el bando germanófilo, la segunda de origen ingles pretendía que su majestad apoyara a los aliados. Dada la situación económica del país y la familiar, lo más inteligente fue optar por la neutralidad.

Nuestro país no fue el único que se mantuvo neutral, también lo hizo Suiza, y ambos se ocuparon de velar porque los contendientes respetaran los derechos de los ciudadanos. La novela nos presenta un Alfonso XIII cercano, un hombre al que le gustan las mujeres, pero no por ello descuida a su familia y su mujer, un hombre que se preocupa por el dolor de aquellos que han perdido el contacto con sus familiares que luchan en el frente, que paga de su propio bolsillo una oficina para dar respuesta a tanta búsqueda, y que pone a sus diplomáticos a trabajar por el bien de los prisioneros de ambos lados. Un hecho real poco conocido, que ha hecho mis delicias, porque he sido capaz de meterme en la piel de esos hombres y mujeres, que se leían la correspondencia, buscaban en listados, bajas, heridos, y prisioneros y que se alegraban cada vez que una encontraban una coincidencia y podían dar una noticia positiva a un familiar angustiado.

Supongo que tan poca cosa no sirve para reivindicar la figura de un rey que la historia no ha tratado demasiado bien, pero a mis ojos y a pesar de sus muchas carencias porque cuando uno nada en la abundancia no es capaz de meterse en todos los zapatos, creo que al menos se le puede dar una pincelada de luz entre tanta sombra.

Mientras el rey establece la neutralidad, los poderosos hacen negocios con ambos bandos enriqueciéndose a costa de subir los precios en España, que la población pase hambre y ese es el caldo de cultivo que necesitan los anarquistas para actuar, para manifestarse si es que se puede llamar de esta forma, para reunirse clandestinamente y para intentar terminar con la figura del rey que para ellos encarna todos los males. Y si la aristocracia y la monarquía se pasea por las zonas altas de la ciudad, los anarquistas y los desheredados lo hacen por las bajas, por las insalubres, por la zona de las sombras. Y ambos mundos están muy dibujados, con guante blanco diría yo, tanto el boato como la miseria y podríamos decir que también tiene sus representantes en los personajes que desfilan por esta novela, que podríamos denominar coral.

En el bando de los afortunados estarían el Rey, Alvaro Giner, y Blanca Alerces para citar a los personajes más importantes.

En el de los desheredados, Manuel Campos, su amigo Miguel Segura, La murciana...

Y en tierra de nadie, en aquello que podríamos llamar burguesía, colocaría a Elisa y a su hermano Gonzalo Fuentes, ambos personajes bastante importantes.

Una novela Coral

Ya hemos comentado que nos encontramos ante una novela con una gran profusión de personajes, todos y cada uno de ellos bien perfilados, con su atractivo, con su personalidad, con sus penas y sus glorias, con sus amarguras y sus dichas. Personajes que sienten y viven, que a mi modo de ver no te dejaran indiferente, los podrás odiar, los podrás amar, pero creo que en ningún momento te dará igual que pase con ellos. A mi me han hecho desarrollar filias y fobias, cambiar de parecer con respecto a uno y otro en nombrosas ocasiones, sentir deseos de zarandearlos, de pedirles explicaciones, de darles un empujoncito para que se centraran, para que lucharan, para que abrieran los ojos a la realidad. Y a pesar de que son muy numerosos, y que hacen su aparición en los capítulos sin seguir una estructura trazada, llegan a ser tan familiares para el lector que los ubica con poco esfuerzo en su escenario.

Por lo que he comentado sería casi imposible hacer un análisis de todos y cada uno de ellos, así que me voy a quedar con unos pocos, los que a mi por un motivo u otro han conseguido llegarme más adentro, me han conmovido en el buen sentido o en el mal sentido... aquellos que me han arrancado un sinfín de emociones y que junto a un episodio para mi desconocido han hecho que esta novela me haya gustado más de lo que esperaba al principio.

Blanca Alerces: Para mí la verdadera protagonista, una mujer adelantada a su tiempo, afortunada de nacimiento en el seno de una familia nombre, una mujer de mundo gracias a los destinos diplomáticos de su padre que le han abierto las miras, hasta el punto de no conformarse con ser una mujer florero, que consienta las infidelidades de su marido, porque los trapos sucios se lavan en casa. Una mujer que no duda en tomar una decisión que la marcará en un futuro y que sin duda hará daño a su familia, y a ella misma por no medir las consecuencias. Una mujer que después de rechazar un matrimonio sin duda conveniente por estatus social, pero nada por humanidad decide ponerse a trabajar sin tener en cuenta su condición social. Para mi es el personaje que más evoluciona a lo largo de toda la novela, porque la pobre niña rica, es capaz de ponerse en la piel de aquellos que sufren...

Elisa Fuentes: La mejor amiga de Blanca cuando comienza esta historia, una serie de hechos las separaran de forma definitiva, si la evolución de Blanca es positiva, la de Elisa es todo lo contrario, se transforma en un ser egoísta que pierde la razón y es capaz de hacer daño a las personas que la quieren.

Carmen: Una gitana de Sevilla, casada por el rito calé con un pintor francés que ha marchado al frente. Después de salir del clan y verse obligada a la marcha de su marido a regresar a él se da cuenta de que no puede vivir de nuevo esa misma vida, decide escaparse, viajar a Madrid y desde allí buscar noticias de su marido. La vida para esta mujer no será nada fácil tendrá que instalarse en Las Injurias, trabajar para mantener a su hijo e incluso prestarse a cosas que jamás hubieran entrado en sus planes. Carmen para mí ha sido todo un descubrimiento.

La Murciana: Sin entrar a juzgarla puede que sea el personaje que al final menos me ha calado, y más me ha decepcionado. De ser verla como una heroína, me cayó del pedestal y se me hizo este en miles de pedazos, tanto que la verdad no acabé de disfrutar del personaje a pesar de la gran labor que realizaba en el barrio marginal.

Como os habréis dado cuenta tengo predilección por los personajes femeninos y por ellos he comenzado, sin embargo el elenco masculino no le va la zaga

Carlos de la Era: comienzo por el personaje que me ha sido más antipático, por el único que el autor no ha hecho ningún esfuerzo por redimir. Por el novio despechado que saca lo peor de sí mismo para hacer que la mujer que lo plantó delante del altar lo lamente todos los días de su vida, para ello no duda en jugar con los sentimientos de cualquier mujer de su entorno, hacer el mal es su prioridad y las tornas se volverán en su contra, quizás lo único positivo es la justicia poética que al final se hace con él.

Alvaro Giner: Quizás este sea el personaje más amable, un hombre integro, aristócrata, amigo personal del Rey, pero con valores. Un personaje sumido en una serie de contradicciones entre el deber y los sentimientos. Un trabajador incansable, dispuesto a sacrificar su tiempo, e incluso su integridad física. También es un personaje que evoluciona en sentido positivo.

Manuel Campo: Para mi el personaje masculino por excelencia, no se si es el que el tiene mayor peso, pero si es el que a mi más me ha impactado. Anarquista de convencimiento, no comulga con las formas de actuar de sus compañeros. La vida lo pone en una encrucijada al tener que trabajar codo a codo con el Rey. Discernir quien es y donde está le resulta complicado, asumir sus sentimientos una locura, atender a las peticiones de sus compañeros de filas simplemente inaceptable... Manuel es un personaje que enamora, con el que apetece pasar el tiempo, al que gusta escuchar y participar de sus tribulaciones.

Gonzalo Fuentes: El hermano de Elisa, la mejor amiga de Blanca, y de su mano entra otro tema que para la época debió ser controvertido, la homosexualidad, los locales clandestinos, las relaciones fijas o esporádicas escondidas, las palizas.... A Gonzalo se le aprende a querer, a entender e incluso a admirar a lo  largo de la novela.

Y como ya he comentado antes, no son todos los que son, pero si todos los que a mi me han impactado de un modo u otro, quizás dejarme a Marcos, o Luis Segura sea un delito que pocos que hayan leído la novela me querrán perdonar, pero es que si resalto estos de su mano vendrán otros y otros más, y en algún momento debía finalizar este análisis.

Temas:

Puede que al encarar este apartado me repita un poco, pero es que creo que se me quedan cosas en el tintero y a modo de esquema me gustaría plantearlos.

La liberación de la mujer... Estamos en una época en que la mujer esta bajo la tutela del padre, hasta que pasa a la tutela de su marido, es poco más que un florero que sirve para dar placer a su marido, o mejor podríamos decir hijos, porque lo primero se lo procuran con amantes, y acompañarles embelleciéndolos a cualquier acto social. Blanca decide que ese no es su camino, por ser una señorita de clase alta no tiene porque no estar preparada, trabajar, poder elegir un marido que la respete por quien es, por como es y no por su riqueza y por su titulo nobiliario.

Pero si ella lo representa en la clase alta, en las bajas este exponente lo tenemos en Carmen, la gitana que decide no someterse más a la voluntad de su hermano como jefe del clan, a la  Murciana que lucha para que las mujeres de Las injurias y las que acuden a ella puedan decidir sobre su cuerpo, sobre su historia, sobre la forma de cuidar a sus hijos.

En el lado contrario en el de las tradiciones, y el sometimiento al marido podemos encontrar a Elisa.

La guerra... Vista desde la trinchera, y desde las casas de los familiares que esperan noticias. Pero no es una guerra de estrategias militares, es una guerra de seres humanos, que no entienden porque luchan, que hacen en aquellas trincheras esperando a que los maten o a que se les presente la posibilidad de matar para salvar la vida. El máximo exponente es un personaje que no he resaltado Jean Marie Huguet, el marido de Carmen, gracias a él las trincheras son más humanas, nos refleja el miedo, las miserias las ilusiones de esos soldados que fueron movilizados a la fuerza, en contra de su voluntad y que por el camino lo fueron perdiendo todo, algunos incluso la dignidad.

Los campos de refugiados... Si hay una cosa que me ha gustado de esta novela es que el autor no demoniza a ninguno de los dos bandos, en ambos se cometieron locuras, se torturo a los prisioneros se los uso en beneficio propio, se los alimento mal, se les obligó ha hacer trabajos forzados.

El movimiento anarquista en España, de la mano de Manuel Campos, Luis Segura y en ultima instancia de Marcos, un fiel reflejo de la clandestinidad en el que se movían y respiraban sus miembros, el caldo de cultivo de la guerra, y las exportaciones hacía el exterior que desabastecieron el mercado español.

La homosexualidad: quien crea que es una moda de hoy en día, por llamarla de alguna manera, que los lugares de ambiente son de lo más novedoso, se equivoca, y aquí tenemos a Gonzalo Fuentes y a Frank Heimer para contárnoslo de la primera mano, sin morbo, los sentimientos son lo realmente importante en este tema.

Y por supuesto el tema estrella La Oficina Pro-Cautivos el trabajo que desarrollo para aliviar a las familias que tenían a sus hijos en el frente, primero con noticias sobre su paradero, después logrando liberaciones e intercambio de prisioneros.

Y no nos podemos olvidar que nos encontramos ante una novela de AMOR, que no romántica, formada por dos hombres y una mujer, Blanca Alerces divida entre los sentimientos de dos hombres, Manuel Campos y Alvaro Giner, y dos hombres enamorados de la misma mujer. Pero no es la única historia, también encontraremos la obsesión de Elisa por Carlos de la Era, el amor del padre de Blanca por la flores de su jardín, el de Gonzalo Fuentes por Frank Heimer, el de Carmen por Jean Marie y más tarde por Diego, el de La Murciana por Manuel Campos...

Historias que se entrelazan, se tejen y destejen para construir una novela que a mi me ha gustado, me ha entretenido y me ha enseñado. Quizás si tuviera que ponerle algún pero, es ese optimismo final en el que casi todo sale a pedir de boca, hay sombras claro que las hay, en cualquier novela que se precie las hay, pero al final el regusto que se me ha quedado en varias historias es el de un cuento de hadas, fueron felices y comieron perdices, pero eso no empaña el trabajo que ha hecho con el resto de la novela.

Estructura y estilo:

Después de todo lo que llevo hablado solo me queda hacer una breve mención, so riesgo de aburriros en exceso y que dejéis de leerme, si no habéis hecho ya, a la estructura del libro y al estilo del autor.

El libro esta estructurado en 13 largos capítulos, y dentro de estos a su vez vamos a encontrar las distintas historias separadas por asteriscos, de forma que tenemos siempre una visión completa de los hechos, desde todos los puntos de vista posibles. En cada una de las historias es el personaje que la protagoniza quien toma la palabra, generalmente en primera persona, aunque hay descripciones en tercera y una gran profusión de diálogos que le dan profundidad y agilidad a la trama. De ahí que la historia se vaya escurriendo entre los dedos independientemente de las filias o fobias que despierten los personajes en el lector.

El epilogo sirve para ir cerrando flecos, para dar fin a historias o hechos que se quedaban abiertos o un poco en el aire. Y al menos yo cuando la termine fui incapaz de empezar otra lectura, me había quedado huérfana, necesitaba a Manuel, a Blanca, a Alvaro, a Marcos, a Alicia, a todos y cada uno de los personajes que me habían acompañado durante mis tardes de reposo después de cargar la rodilla por la mañana. Y aún hoy cuando ha pasado un tiempo desde que lo finalicé me sorprendo pensando en sus personajes, en lo que me hubiera gustado trabajar en esa oficina pro cautivos, ayudar a las familias a encontrar a sus hijos, maridos... en el frente, en los campos de prisioneros, en las enfermerias...

Conclusión

No conviene más alargar esta opinión, ya se que para gustos los colores, que ha habido blogueros a los que esta historia no les ha convencido, no creo que sea la mejor novela que leeré este año, sin embargo si que tiene muchos puntos para estar en el top ten. Me hubiera gustado un final menos de cuento de hadas, pero tampoco este es demasiado dulce, ni inverosímil.

Ya solo me queda recomendaros la lectura de esta novela, dedicándole tiempo porque ni su peso, ni la cantidad de personaje que pululan por ella la hacen idónea para el disfrute en transporte público.


Retos:

1914

1ª Guerra Mundial

25 españoles

lunes, 3 de diciembre de 2012

Las tres heridas. Paloma Sanchez-Garnica

Aunque tenía la firme convicción de tomarme las cosas con mucha más paciencia después del verano, no pude desperdiciar la ocasión de apuntarme a la iniciativa de Priceminister para elegir la mejor novela del año. Y no lo puede hacer o no lo quise hacer porque entre las candidatas estaba una novela a la que le tenía muchas ganas, Las tres heridas, era este un libro sobre el que había leído infinidad de opiniones que lo recomendaban, pero sobre todo estaba ambientado en una época de la historia de España sobre la que me gusta investigar y aprender.

Recuerdo todavía mis años de estudios, en el colegio era impensable llegar a esos años del s. XX que practicamente nos quedaban a la vuelta de la esquina, pero tampoco lo fue en bachillerato, y ni siquiera en carrera. Cuando me matriculé en Ciencias de la Información lo hice muy consciente de que había mucha historia que estudiar, pero apenas me importó porque me apasionaba esa asignatura, con el paso de los años me di cuenta que siempre había un tema que se obviaba en el temario, la mayoria de las veces con los ojos velados, daba igual la edad del profesor en cuestión, la respuesta siempre era la misma, ese tema va por cuenta de ustedes, tienen mucha bibliografía donde prepararlo.

El primer año me recuerdo preparando el tema con denuedo, sin embargo pronto comprendí que ningún profesor tenía intención de examinarnos tampoco al respecto. Creo que desde entonces arrastro esa necesidad de saber, de comprender, y sobre todo de aprehender que paso en España en esos años y los que siguieron para que el tema sea poco menos que denostado por los profesores de historia, al menos con los que yo me he encontrado en mi camino académico.

Son varias las novelas que he leído ambientadas en este periodo y no todas me han calado por igual, sin embargo podría recomendar unas cuantas que están a mi parecer tratadas con un gusto exquisito y con una imparcialidad muy dificil de conseguir, como es el caso de la que hoy me ocupa.

La autora

Paloma Sánchez-Garnica (Madrid, 1962), es licenciada en Derecho y en Historia. Abandonó la abogacia --'me implicaba demasiado en los casos'-- y se volcó de lleno en la Historia.
En la actualidad se dedica al absorbente y fascinante mundo de la literatura, al que llegó por pura casualidad.
Es una autora dedicada a la mezcla de novela histórica con grandes dosis de intriga y misterio.
En 2006 publicó El Gran Arcano(2006), a la que siguieron La brisa de Oriente y El alma de las piedras, en las que deja patente la huella que en ella dejó la realización del Camino de Santiago; acaba de publicar (Enero 2012) Las tres heridas, una potente historia que habla de reconciliación, de sentimientos, de las razones por las que es importante vivir e, incluso, morir.

Argumento

Ernesto Santamaria es un escritor en busca de una historia que lo encumbre, que le de ese éxito que parece serle esquivo. Viudo desde hace cinco años, mitiga la soledad que ha elegido paseando por el Rastro madrileño y comprando recuerdos de otras personas. 

Es precisamente en una de estas incursiones donde compra una carta de latón, en la que encuentra una fotografía y un atado con cartas. Con ver la foto de la pareja empieza a vislumbrar la historia que puede haber detrás y piensa que esta es con la que conseguirá su ansiado sueño.

Comenzará a indagar en la vida de la pareja y esto le llevará a un apasionante viaje por la España de la preguerra, de la guerra fraticida y de la posguerra, esa que pensaban iba a traer la paz y que no lo consiguió. A traves de sus pesquisas descubriremos un mundo que nos es desconocido, una población civil que lo pasó mal, una historia de sentimientos y valores en los que podremos constatar, porque merece la pena vivir, morir y luchar.

Impresiones

Quizás con esta novela se hace más imprescindible que con otras seguir un orden y organizar bien los pensamientos, son tantas las sensaciones que ha levantado en  mí, tantos los sentimientos desbocados que ha despertado, tanta la rabia que he sentido en algunos pasajes y tanto el deseo que jamás pueda repetirse la historia.

Quizás lo más destacable de esta novela es la imparcialidad con la que la autora nos narra los hechos, una historia que gira en torno a una pareja y  las personas que con las que tuvieron trato de forma directa o indirecta, y al elegir un periodo y dos poblaciones tan cercanas entre sí, nos presenta a los mismos personajes en dos situaciones distintas, con lo cual nos pone ante las dos caras de una misma moneda, ante un espejo que refleja la realidad y ante unos personajes sufriendo una situación que para nada han buscado y que les es ajena.

De ahí que la mirada del lector sea aséptica y poco partidista, y sin embargo no exenta de sentimientos, aquellos que son capaces de despertarnos los personajes de la historia, da igual en que bando esten situados, y cuales sean los ideales que defiendan, o se vean obligados a defender. Nos encontraremos con situaciones que si bien no compartiremos, seguro que comprenderemos, y con otras que escaparan a nuestro entendimiento porque no haber vivido en la época y no haber sufrido los estragos de una injusticia nos velaran el raciocinio. O bien porque las injusticias vengan del bando que vengan son eso mismo y cuesta comprenderlas.

Siempre he defendido que con la guerra perdieron las dos Españas, la que se creyó vencedora y la vencida, porque en ambos bandos las pérdidas fueron tremendas, luegos unos sufrieron más que otros, pero quien de verdad sufrió desde el principio fue la sociedad civil, aquellos que solo pretendían vivir de su trabajo, ser felices y que no se les metiera en asuntos de política que ni entendían ni querían entender. Sin embargo en esta novela si que hay una perdedora, y esa por muchos motivos es Mercedes la mujer de la foto que encuentra Ernesto. Por que nadie es culpable de que la amen dos hombres a la vez, y el encontrarse en esa tesitura desencadena todo su sufrimiento, porque un hombre despechado es capaz de maltratar hasta aquello que más ama.

Pero por partes, me gustaría empezar por la ambientación, tanto espacial como temporal, creo que ambas suponen un acierto de la autora porque nos permiten por una parte ver el mismo hecho desde distintas ópticas, desde las que tienen los diferentes personajes de la historia, también agilizar la lectura con los saltos temporales, y por último encuadrar los hechos en dos enclaves tan cercanos como distintos entre sí.

Ambientación temporal

Nos encontramos ante dos hitos temporales, el presente narrado en primera persona por Ernesto Santamaria en el que asistimos a una vida anclada en la soledad, y a un trabajo que no acaba de despegar aunque la perseverancia del autor conmueve. La autora aprovecha para mostrarnos la fase de documentación de una novela a través de un hombre un tanto peculiar con una imaginación muy vivida, y con una faceta onirica que ha hecho mis delicias como lectora.

De esta investigación y de los hilos que va tirando Ernesto llegamos al 19 de julio de 1936, fecha en la que comienza la Guerra Civil, una contienda que muchos pensaban que iba a durar poco y que sin embargo se alarga en demasía provocando hambre, miedo, torturas y muchas injusticias.

Esta mirada al pasado que comienza en una fecha tan concreta se arrastra hasta 1939 año en el que la guerra toca a su fin, o eso dicen los nacionales porque siguen produciendose desmanes, injusticias, y muertes inexplicables.

Ambientación espacial

En este apartado me voy a centrar más en la historia que se desarrolla en el pasado, la autora nos plantea una dicotomía, al presentarnos la acción en un pueblo como era Mostoles en 1936 donde todo el mundo se conocia y las filias y las fobias podían tener mucho que jugar en esta contienda de locos, y en la capital, Madrid, donde la gente iba mucho más a su aire y eran reducidos los circulos en los que se podían producir las denuncias.

Al mismo tiempo pone de manifiesto como la gente de ciudad pensaba que la de pueblo era inferior y por ello fácilmente manipulable y engañable. Ese contraste entre la campechanía del pueblo y la frialdad de la ciudad es fácilmente comprobable a traves de la figura de los médicos, Don Honorio en Mostoles un personaje cercano a la población, siempre atenta a sus necesidades, y Don Eusebio Cifuentes en Madrid mucho más altivo y encasillado en su posición social.

Pero también es patente entre los dos personajes femeninos fuertes de esta novela, por un lado Mercedes, la gran perdedora de esta historía una mujer fuerte, que ansía encontrar a su marido, que no tiene fisuras en su amor, una mujer sencilla a la que le abruma el lujo de la casa en la que la acogen y los ademanes de marquesona de su dueña. Y Teresa una mujer con el corazón dividido, una mujer que tenía muy claro que ganara quien ganara la contienda ella tenía las de perder y esa herida seguro que se haría más profunda. Una mujer marcada por un amor que no le conviene según su familia, pero que la hace feliz y al que no quiere renunciar, pero al mismo tiempo teme la vida que pueda llevar con él. La perdida de esas comodidades que conoce desde niña. Y aunque ambas son personajes muy humanos a los que no nos costara querer, las diferencias son patentes.

Considero que ha sido un acierto de la autora el acotar tanto los enclaves en los que se sucede la acción y con ello permitir al lector una mirada a una realidad cercana, aunque no sea de Madrid ni de los alrededores. A través de la mirada de los viejos del lugar constatamos como ha cambiado Mostoles, sigue siendo un pueblo, pero con grandes edificios, lo que hoy llamamos una ciudad dormitorio.

Y aunque ya he dado una somera mirada a los personajes me gustaría meterme a fondo con ellos, hay unos que conocemos mejor y otros que tienen menos protagonismo vemos a traves de otros ojos.

Los personajes 

Nos encontramos ante una novela coral, será muy dificil poder analizarlos todos sin embargo voy a dar unas ligeras pinceladas de aquellos que a mí me han resultado más interesantes.

En Mostoles

Andres Abad: Con él comienza la novela, con sus recuerdos, con sus penalidades, con ese arriesgar la vida para poder ver a la mujer de su vida, nos encontramos ante una injusticia, un hombre cuya única ambición era labrar su tierra para poder alimentar a su mujer y al hijo que le venía en camino. Un hombre sencillo, trabajador, como muchos de su tiempo que querían a la mujer en su casa, porque creían a pies juntillas que ese era su sitio. Los rencores de un hombre que le tenía en el punto del mira por haberse casado con Mercedes hicieron que pasara la guerra haciendo trabajos forzados junto a su hermano Clemente.

El tio Manolo: La humanidad de este hombre de campo me ha abrumado en muchas ocasiones. Un hombre tosco que se desvivía por los suyos, que no dudó en hacer aquello que pensó que era más adecuado en cada momento. La guerra no iba con él y arriesgo su vida para salvar la de otros.

Nicolasa: La madre de Mercedes y la suegra de Andres, una gran mujer, más inteligente de lo que muchos podrían apreciar, desaparece muy pronto en la historia y creo que habría podido dar muchisimo más juego.

Mercedes: La gran perdedora de esta historia, por el rencor de un hombre, pierde a su marido, se ve obligada a abandonar su pueblo, y acostumbrarse a la vida en una ciudad que no conoce y en una casa en la que no es bienvenida. El dolor se ceba en ella, las necesidades también, aún así no flaquea, su único deseo reencontrarse con su marido, la vida no será justa con ella, sin embargo luchará hasta el limite de sus fuerzas.

Don Honorio: Es el médico de Mostoles, un hombre muy cercano para desempeñar un cargo tan importante, carga sobre sus hombros el bienestar de Mercedes y sin saberlo la envía a un dolor seguro, a una vida injusta. La guerra tampoco va con él y como médico siente que su deber es ayudar a todo el que lo necesite

En Madrid

La protagonista en la capital es la familia Cifuentes, una familia burguesa acomodada, que vive en un piso muy bien situado gracias a la herencia de Doña Brigida. Defienden aquello que consideran suyo, su bienestar, su riqueza, su posición, la guerra también viene a trastocar su mundo, y sobre todo a producirles dolor.

Don Eusebio Cifuentes: Es el cabeza de familia, un hombre arisco, machista en extremo, la mujer es un mal menor al que hay que tener amordazado y lo menos instruido que se pueda. Es tocologo del Hospital la Princesa y con la guerra se ve desposeido de sus riquezas, de su trabajo y de su bienestar, ello le convertirá en un hombre amargado y hosco al que será muy dificil de comprender.

Doña Brigida: Es una mujer muy religiosa, un mueble para su marido que la humilla cada vez que puede, esa humillación que ella sufre de la mano de los hombres de la casa la traslada a las criadas Joaquina y Petra. Quizás es el personaje junto con su hija Charo que menos he tragado.

Mario: El mayor de los hijos de matrimonio. Un joven sin ideas políticas declaradas, estudiante de derecho que es hecho prisionero el 19 de julio junto con otros amigos. Desde ese momento comienza un calvario que se ve mitigado en parte gracias a la benevolencia e intercesión de Arturo Erralde y Luisa Sola, ambos simpatizantes de izquierdas. Su cambio es tan drástico que al principio serntiras simpatía por él y terminarás odiándolo con toda el alma

Los gemelos Juan y Carlos: a pesar de ser mellizos no pueden ser más distintos entre sí. Juan es una persona altanera, maleducada, todo temperamento, el que siempre arrastra a Carlos en sus decisiones. Este es más dulce apocado, se ve arrastrado a un guerra que ni desea ni comprende y que le resulta cara. Los sentimientos que tendremos hacía los dos son muy diferentes, aunque Carlos quedé como personaje mucho más difuminado.

Teresa: El alma mater de esta novela junto con Mercedes. Ninguneada en su casa por ser mujer, despreciada por su padre y por su  madre. Teresa es una mujer con corazón, una chica de su tiempo que le interesa aquello que defiende la izquierda le gustaría ser tenida en cuenta, envidia a las milicianas al mismo tiempo que las teme. Teresa es una rebelde con el corazón y el alma divididos. Criada entre lujos no sabe muy bien si será capaz  de afrontar el futuro que le espera si desoye a sus padres y se casa con su novio. Al mismo tiempo es incapaz de renunciar a él. Y en una guerra en la que se encuentran en distintos bandos, ella sabe que gane quien gane la única perdedora será ella porque tendrá que sacrificar algo.

Charito: Es el personaje que menos simpático me ha parecido junto a su madre, es malcriada, déspota, inhumana, en ella se conjugan muchas de las cosas que más odio en una persona. Quizás por ese motivo no he sido capaz de verla con ojos benevolentes.

Luisa Sola: Creo que esta mujer es uno de los personajes que más juego han dado en la novela. Miliciana porque no le gusta el mundo en le que vive, quiere ser tenida en cuenta, no es un mueble y no quiere vivir bajo la protección de un hombre. Actúa con el corazón y se la juega en varias ocaiones por humanidad o por amor. Sin embargo cuando las tornas se vuelven contra ella no encuentra ni un rayo de compasión de aquel por el que se jugó la vida en varias ocasiones. Sus reflexiones son de lo más jugoso de toda la historia.

Arturo Erralde: Estudiante de Derecho, más por cumplir una promesa que por vocación. Amante de las letras y de la literatura, su sueño ser escritor. Su ideología le acerca a la izquierda, sin embargo no es partidario ni de la guerra, ni esta de acuerdo en como el Frente Popular esta llevando las cosas. Por amor se juega el tipo en varias ocasiones por personas que no le tienen ningún afecto, y que no moveran un dedo por salvarlo cuando el se encuentre en desventaja. Al personaje lo vemos evolucionar desde la esperanza al desaliento. Lo vemos codearse con escritores e intelectuales de la época. De su mano desfilan por la novela Miguel Hernández, Ramón J. Sender y se mencionan a muchos más como Unamuno, Lorca...

Manuela: Una niña peculiar, un tanto especial, capaz de preveer los acontecimientos en la mirada de la gente, me ha levantado mucha ternura, este personaje.

No son todos los que son, podríamos estar muchisimo más rato, porque en la pensión La Distinguida donde se aloja Arturo, hay muchas individualidades dignas de estudio.

En el presente destaca el personaje de Ernesto Santamaria, un hombre gris, de costumbres, que ha elegido la soledad como compañera, que vive buscando una buena historia sobre la que escribir, que la termina encontrando en una caja de laton comprada en el Rastro, su voz nos guía por toda la historia del presente y rescata personajes del pasado, como puede ser a Genoveva la hija de Don Honorio. Eugenio el enterrador del pueblo en los tiempos en que se sucede la trama, o la misma Teresa Cifuentes, o Manuela la niña convertida hoy en una anciana.

Paloma nos regala personajes bien dibujados y perfilados, humanos, con sus defectos y sus virtudes, con los que nos será fácil empatizar o odiar, no hay ninguno que resulte indiferente, y no hay ninguno que no tenga su función en la historia.

Contraposiciones

La novela en sí es un juego de contraposiciones, el frío que pasa Ernesto en sus investigaciones contrapuesto al calor del torrido verano de 1936 que achicharra a Teresa y a Mercedes a lo largo de gran parte de la trama, puesto que los meses de invierno a penas se tocan.

La autora se sumerje en un mundo masculino, podría haber creado un personaje femenino, una escritora, sin embargo elige a un hombre, se tiene que poner en su piel, pero salva bien los muebles. Sin embargo en la trama del pasado a pesar de que los hombres son los que llevaban el peso de la vida, ella apuesta por dos mujeres luchadoras, que se enfrentan a los hombres en sus decisiones.

Contrapone la sencillez de la vida en un pueblo, con la vida en la ciudad mucho menos cercana, más solitaria, en la que cada uno se procura su propio bienestar.

Como en toda novela, la realidad se codea con la ficción, y la fina línea que separa la realidad de la ficción en Ernesto Santamaria se diluye en muchas ocasiones, y gracias a esos momentos oníricos podemos avanzar en la historia de una forma agradable, y agil, en la que el dialogo tiene su importancia.

Y por último nos ofrece una misma mirada de personas imparciales durante todo el proceso, contrapone lo que hicieron los republicanos, con lo que hicieron los nacionales a su llegada, dejando claro que los extremos llegan a tocarse y que ni unos eran tan buenos ni los otros tan malos. En todos los bandos se cocian habas y dependiendo de quien tuviera la paella por el mango les tocaba sufrir a unos o a otros.

El principio  

Toda novela tiene un desencadenante, algo que la hace nacer, en el caso de la ficción de las tres heridas es una foto que encuentra Ernesto Santamaria. En el caso de la novela en sí, las conversaciones que la autora mantenía con su suegro.

Siempre he considerado que una buena forma de escribir la histori es recurrir a la memoria de nuestros mayores, personas que han sido testigo directo de ella. En mi familia no se ha hablado nunca de la guerra, ha sido un tema que mis abuelos han preferido olvidar, no remover heridas, porque cada uno sufrió lo suyo. Por otro lado nunca conocí a mi abuelo paterno y  mi abuela solo hablaba del hambre de aquellos días cuando veía que rechazabamos la comida.

Sin embargo la abuela de mi marido fue una mujer más abierta, no dudó en ayudar en su estudio a una profesora de historia, y los recuerdos le empañaban los ojos, fueron años de muchas privaciones, de mucho dolor... Pero sin testimonios como estos no seríamos capaces de escribir ciertos pasajes.

De ahí que me haya conmovido tanto el personaje de Genoveva, o el del propio Eugenio a pesar de lo corto que es, las lagrimas que arrasaban sus ojos me enternecieron, porque los secretos de aquella epoca deben pesar como losas y uno tenía que cumplir ordenes si quería seguir con vida.    
  
Conclusión 

Las tres heridas es una novela preciosa que se adentra en un periodos bastante triste de nuestra historia, pretende ser una mirada aséptica, mostrandonos los desmanes de unos y de otros, y dejando bien patentes que quienes más sufrieron los estragos de esta contienda fue la población civil, aquella a los que los ideales políticos poco le importaban y que solo aspiraban a vivir una vida que se les vio truncada.

La mayoría de ellos si mal vivieron con una opción peor lo hicieron con la otra, en un tiempo en que la denuncia era un medio para salvar la vida, todo tenía un precio, y cualquier persona que estuviera en el punto de mira de otra tenía las de perder.

Me ha gustado perderme por esta ficción salpicada de personajes que existieron, me ha parecido una lectura preciosa, que ha despertado en mí muchos sentimientos, como siempre ocurre con estas novelas ambientadas en una guerra entre hermanos que me ha costado, me cuesta, y me costará de entender.

Me ha gustado esos saltos que da del presente al pasado, y de la primera persona a la tercera para recrear una historia bella, bien hilvanada, con unos personajes solventes y una intriga muy bien dosificada. Las tres heridas es una lectura más que recomendable imprescindible. No es una novela más ambientada en la Guerra Civil, esas hace tiempo que dejaron de interesarme. Es una historia en la que los protagonistas no son los generales y esos hombres grandilocuentes que la historia ha ensalzado y elevado a un altar. Son la población civil, personas anónimas que se vieron envueltos en una guerra que no era la suya, obligados a coger un fúsil, por convencimiento o para lograr comer.

La historia de Teresa y Mercedes seguro que es la de muchas mujeres que tuvieron la desgracia de encontrarse en el fuego cruzado del odio. Te animo a acercarte a este libro, a dejarte envolver por su historia, a investigar junto Ernesto el paradero de esta pareja, a desalentarte por la falta de datos, a ilusionarte por los avances, a pasar miedo y a cuestionarte si es moral lo que estas haciendo.

Te animo a conocer a Teresa, a pasearte por su Madrid del brazo de Arturo o de Mercedes, te animo a angustiarte con ella, a alegrate, a ilusionarte, a sufrir porque esa es la vida que le tocó vivir a esa mujer, te animo a conocer a Luisa Sola, porque no todos los milicianos fueron iguales. Te animo a vencer tus reticencias ante este periodo de nuestra historia, porque hay que conocer los hechos para que estos no vuelvan a repetirse y pocas veces encontrarás autores que no se posicionen que sean bastante imparciales, porque ya sabemos que cada uno tenemos nuestras ideologias y a veces estas nos traicionan.

Si he logrado sembrar en tí las ansias por leer este libro me daré por satisfecha, y si ya lo has leído te animo a compartir opiniones, porque da para mucha conversación.

Gracias a Priceminister por el ejemplar y por la iniciativa