domingo, 24 de agosto de 2014

El amor imperfecto. Sara Rattaro

Sara me enamoró con su anterior libro, Si escucharas mi corazón, me costó empatizar con Viola pero aún así la prosa de la autora me caló hondo, supo despertar mis emociones, subirlas a una montaña rusa y hacerme vibrar con una historia que poco tiene de alegre. Cuando vi que tenía nuevo libro en España supe que tarde o temprano me haría con un ejemplar, y mira por donde ha sido bastante pronto. Un buen día la editorial se puso en contacto conmigo y me ofreció la novela para reseñar, no me lo pensé dos veces y la acepté, llevaba al menos un par de meses viendola en los blogs y sabía a ciencia cierta que me iba a gustar porque trataba temas hacia los que estoy sensibilizada.

Si la entrada de Sara en el mercado fue triunfal, su segunda novela ha demostrado que se trata de una autora a tener en cuenta, si el personaje principal de Si escucharas mi corazón era una mujer, El amor imperfecto ha supuesto un reto para ella puesto que ha tenido que ponerse en la piel de un hombre, pensar y actuar siendo él, cuando salta a la vista que ella es mujer. Una papeleta nada fácil que ha sabido solventar con elegancia y madurez.

La misma autora reconocía en una entrevista, que había elegido un protagonista masculino porque las mujeres somos todo corazón y los hombres son más prácticos imponen la razón al sentimiento, y ella pretendía darle un enfoque distinto. No se si la novela ha resultado ser lo que ella tenía en mente, pero a mí me ha gustado por muchas razones que intentaré explicaros a lo largo de la reseña, pero sobre todo porque dismitifica ese amor romántico de los cuentos de hadas. El dia a día de una pareja no es un  camino de rosas, no es todo ideal, bonito y perfecto, si no que el enamoramiento inicial va sufriendo el desgaste de la convivencia, hay situaciones dificiles que hay que aprender a salvar, como bien dice la autora el amor no se termina, solo cambia de sitio.

La autor@:

Como ya os he comentado Sara no era una desconocida para mí, ya tenía la experiencia de una novela
anterior, sabía que podía esperar de esta y sin embargo superó mis espectativas. Nació en Genova en 1975 en el seno de una familia que no consideraba escribir un oficio, por eso se licenció en Biología y en Ciencias de la Información. Durante un tiempo trabajó de asesora farmaceutica, pero su vida no estaba completa, le  faltaba algo y saltaba de un curso a otro buscando la pieza que finalizara su puzzle. Un buen día decidió escribir un cuento, luego una novela, y se la dio a leer a un editor para saber si era buena. Una editorial pequeña le publicó su primera obra, de la que se vendieron 2000 ejemplares y comenzó así su toma de contacto con el mundo de la literatura,  con la vorágine de presentaciones literarias a las que a veces no iba nadie. Pero el boca a boca hizo funcionar esa primera novela y que una editorial más grande se fijara en ella. Su segunda novela en español se tituló Si escucharas mi corazón, se convirtió en un éxito de ventas en Italia,y se publicó también en España (editorial Martinez Roca), Alemania, Brasil y Bulgaria.

El amor imperfecto lleva camino de convertirse también en un éxito de ventas, aunque la autora considera que su mayor éxito en este libro ha sido haber hecho un viaje tan bonito a traves de una vivencias que para ella eran tan desconocidas. Reconoce Sara que empezó motivada por meterse en la piel de un hombre, que es la voz principal de la polifonía de personajes del libro y acabó feliz de haberse podido identificar con la madre de un niño sordo, de haber entrado en sus miedos y en sus silencios.

En su  nueva novela explora los matrimonios mixtos y ya estoy deseando que alguna editorial se anime a publicarla en España...

Argumento:

Para ser extraordinario, no es necesario nacer perfecto.

El amor dicen, no se termina: sólo cambia de sitio. En esta historia moderana, Sara Rattaro se sumerge en el corazón de una familia. Una pareja formada por Alberto y Sandra, y por sus dos hijos: Matteo, un niño muy sensible que padece sordera, y Alice, que descubre, en el inicio de la adolescencia que el amor entre sus padres no es tan idilico como ella siempre lo había imaginado.

Una historia que habla sobre todos nosotros; de la fragilidad de un amor tan grande como imperfecto. Una novela sobre un niño valiente, una joven con los pies en la tierra, un padre asustado y una madre que no ha olvidado lo que significa ser mujer. Un momento indescifrable de la vida en el que el amor, la culpa y el perdón se funden en un solo y único instante.

Me gustaría poder decir que es de mi cosecha, pero no es así,solo me queda felicitar a quien ha hecho esta sinopsis porque no puede ser más acertada, y no revela nada importante.

El génesis

Ya os contaba en la reseña de El Principe, que me gusta conocer de donde surge la idea para escribir una novela, cual ha sido el detonante que ha puesto en marcha la maquinaria de la escritura de una determinada historia. Sara se reconoce una escritora caótica, que no se impone una disciplina de escritura, surge una idea y se puede pasar días escribiendo y luego estar semanas que no escribe una sola letra porque no le sale, y se niega a sentarse ante una página en blanco.

Nos encontramos ante una exploradora de los sentimientos, ante una mujer que habla del amor, pero en un sentido muy amplio, no el que podemos encontrar en una novela romántica, muchas veces repleta de tópicos y de situaciones irreales, no, Sara va más alla y explora situaciones más cotidianas, que no se dan en el 100% de las parejas, o familias, pero que si que podemos reconocer la situacion que nos narra, en nuestro entorno.

Sara pretendía escribir sobre un hombre, confuso, asustado que un buen día se plantea abandonar a su familia para revivir su amor de la adolescencia, con esta idea en mente conoció a la madre de una chica de 20 años sorda que le contó que su hija se había apuntado a  clases de canto. A la autora le pareció dificilisimo pero a quien convive con una enfermedad de este tipo, sabe que solo con retos y con tesón se van superando obstáculos, al tiempo que no hacen de su enfermedad un handicap, si no una característia más.

Y así nace esta familia, que se fortalece y se crece ante el problema de tener un niño sordo. Sara ha sabido retratar una realidad que deberían tener presente muchas familias con una persona sorda en casa, no hay que poner limites, si no retos, y esta novela para mi es un ejemplo de superación, y considero que deberia leerla mucha gente, porque hay quien se considera normal y sin embargo padece una sordera selectiva muy importante. Dicen que no hay más ciego que el que no quiere ver y yo añadiría que no hay más sordo que aquel que quiere oir.

Temas:

La hipoacusia bilateral:

Al principio  os decía que este tema me toca muy de cerca, y es que estoy  muy familiarizada con la enfermedad, y se que el encararla de una forma positiva y el marcarte retos es muy importante para que la sociedad no te aparque.

Las personas que padecen hipocusia no son sordas totalmente, pero tal y como expresa su preposición tienen una audición menor, con pérdidas totales o parciales de algunos tonos, generalmente los agudos, por lo que no pueden disfrutar del canto de un pájaro, o del de un grillo, y sonidos muy estridentes los desestabilizan emocionalmente.

Son personas no diría yo que dificiles de llevar, pero si con grandes frustraciones cuando no se pueden hacer entender o cuando se pierden matices, porque la sociedad no está preparada para ayudarles a integrarse. Matteo es un retrato muy fidedigno, es un niño tierno, con unas referencias que el considera sus rutinas y que le hacen mantenerse estable animicamente, cuando una de estas referencias se altera, su ánimo se vuelve irascible,  hay algo que no comprende y su relación con el entorno cambia.

La enfermedad tiene tres estadios, leve, grave y muy grave, la autora   pone el liston muy alto y Matteo padece una hipoacusia bilateral muy grave, su sordera es casi total, depende del teson de su madre para que el niño hable y pueda comunicarse con voz además de con el lenguaje de signos.

He dicho en más de una ocasion a lo largo de esta opinión que Sara es una exploradora de los sentimientos, o una experta en expresarlos. Es capaz de colocarnos en el corazón de esta familia el día que descubren que su hijo es distinto, sufrimos con ellos cuando descubren que es sordo, pasamos su viacrucis particular en busca de una cura para algo que no comprenden como puede haberles pasado a ellos. Descubrimos una madre con una fortaleza increible capaz a renunciar a muchas cosas, a un padre que apoya en todo a su mujer sabedor como pocos que es el motor de la familia y a una niña cuya vida cambía por completo y que decide ayudar a su hermano a ser un niño autonomo, y como dírimos la mayoría normal.

Aunque la novela desarrolla dos temas distintos, este es el que a mi me ha llegado al corazón, el que creo que más sensibilidades arañará y que más corazones encogerá, es dificil no adorar a Matteo, no admirar a Sandra, y sobre todo a Alice y seguro que os preguntáis donde dejo a Alberto nuestra voz principal... os puedo decir que lo he comprendido, y sobre todo lo he admirado en la recta final de la novela.


La infidelidad y el resurgir del deseo


No se si este es el mejor titulo para este tema, intentaré explicarme lo mejor posible. Alberto es un hombre inmerso en un mar de dudas, tiene una familia perfecta, que han construido poco a poco a base de rutinas establecidas por el bien de uno de sus miembros. Adora a sus hijos y ama a su mujer. Sin embargo un hijo con una discapacidad es alguien muy absorbente que necesita cuidados durante muchas horas al día, dedicación yo diría que casi exclusiva, haciendo que la vida en pareja se resienta, si a ello se une la intromisión de un amor adolescente jamás olvidado, la vida de este hombre se tambalea y la lucha entre el deber y el deseo se convierte en su día a día.

Sara ha sabido meterse en la piel de Alberto, ha vivido cada una de sus dudas, contradicciones, deseos y culpas, y de esa manera nos ha hecho participes a los lectores,  que somos capaces de comprenderle, incluso de disculparle y eso pensé que jamás podría ser posible. Creo que incluso la autora intenta redimirlo y explicar el amor tan grande que siente por su familia, a pesar de todo el daño que ocasiona, con su acción final.

Sara ahonda en la sicología de este personaje, es el que mayor peso tiene en toda la novela y sin embargo el tema que a mi modo de ver predomina es la hipoacusia bilateral y la forma de vivirla de la familia, de encararla y superarla día a día, haciendo de Matteo una persona especial, extraordinaria, tremendamente humana e inteligente.

La estructura:

A parte de los temas que toca, para mi el éxito de esta historia se encuentra en la forma que ha elegido la autora para contarla.

La novela consta de cuatro partes de distinta duración e importancia, en la que cada miembro de la familia toma la voz para explicarnos su punto de vista. La primera en tomar la palabra es Alice puesto que ella es la desencadenante del drama que amenaza con destruir a esta familia. De esta manera se sientan las bases para comenzar a desarrollar la historia. Es Alice quien nos cuenta en primera persona, como si estuviera hablando con su hermano que sintió el día que le dijeron que iba a tener un hermanito, como vivió el descubrimiento de su sordera, como cambió su vida por la vorágine en la que se vio inmersa la familia, como poco a poco se dio cuenta de lo mucho que quería a ese niño especial, como su vida cambió por un descubrimiento que a ningún hijo nos gustaría hacer... Y como sin querer hizo tambalear los cimientos de una familia que ella creía perfecta.

A continuación toma la palabra Alberto, esta es la más extensa de las cuatro partes, a él llegaremos a conocerlo bastante bién, por ello en ocasiones entenderemos su forma de actuar e incluso la disculparemos. Esta segunda parte a su vez esta dividida en siete partes, que ocupan casi todo el libro y que hacen referencia a reglas ajedrecisticas, a su vez estas partes están divividas en capitulos. Conocemos a Alberto desde su niñez, su adolescencia, su primer amor, su ruptura, sus años universitarios, su mujer, como forma una familia, como la llegada de un niño especial cambia todos los ordenes establecidos hasta el momento y arrasa con una vida cómoda, como se las arregla para que el día a día los haga más fuerte. La adoración y casi admiración que siente por Sandra su mujer... y el torbellino que un día entra en su vida para ponerla patas arriba...

Alberto me ha llegado al alma, he disfrutado con sus tribulaciones, con esa lucha interna que se desarrollaba en su corazón y en su mente...

El tercero en tomar la palabra es Matteo y como lo he entendido, me parece maravillosa y a la vez sorprendente como ha entendido Sara y como ha plasmado literariamente un problema que sufren muchos niños y muchas familias. Las personas con discapacidad son heroes día a día sorteando obstaculos, pueden llegar donde cualquiera pero con mucho más esfuerzo

El broche final lo pone Sandra, una mujer a la que he admirado, una luchadora a la que la vida le pone un trago amargo en el camino que ella es capaz de sortear, que se siente flaquear, e incluso morir y se apoya en su marido para seguir arrastrando un carro que cada día le pesa más, que un buen día descubre una piedra que frena ese carro y no sabe como reaccionar. Que se descubre mujer para desilusionarse y tomar una de las decisiones más dificiles de su vida.

El lenguaje que utiliza la autora es sencillo, a la vez que tremendamente bello, imagino la musicalidad que puede tener en italiano, un idioma que me gusta especialmente a pesar de no haberlo estudiado, no es dificil  entenderlo, aunque imagino que si leo algo en esta lengua me perderé matices y juegos de palabras. La autora nos regala reflexiones de un gran calado, que te hacen cerrar el libro y pensar, quizás eso es lo que más he disfrutado,  esos momentos en soledad rumiando lo que he leído.

"Juzgar forma parte de  nosotros. Repetimos frases como: "No  es por hacer un juicio pero..." o también "No soy yo quién para decir lo que pienso, pero...", e inevitablemente la sentencia llega. Nos quedamos en la superficie y un pequeño detalle se transforma en la totalidad de las informaciones. Si alguien nos ignora, decimos que es un maleducado; si descubrimos que una persona nos traiciona, estamos seguros de conocer los motivos; si la vemos feliz sabemos que no durará. ¿ Y si echamos un vistazo a nuestras vidas? Encontraremos las semejanzas."

" El control nos gusta, nos da seguridad y hace que nos sintamos invencibles. Pero las cosas que realmente conseguimos controlar, por naturaleza, son pocas. Se nos pone la carne de gallina si tenemos frío, tenemos hambre si vemos comida, y nos ponemos colorados si algo nos da vergüenza. Nos enamoramos de  quien no queremos y somos bruscos con quien no se lo merece. Ejercitar el control nos resulta difícil y  nuestras reaccion es hablan por si solas"

Estos son solo dos de las reflexiones que el libro nos regala, quizás no las más bellas, pero si dos de las que más me han calado, podréis imaginar cuanto he disfrutado el libro. Lo que es imposible que entendáis es lo que para mí ha supuesto leerla, cuanto me gustaría que la actitud de Sandra y Alice la tuvieran todas las personas que conviven con gente sorda, porque son un regalo del cielo, no me refiero justamente a la sordera si no a la forma de actuar de estas dos mujeres, sobre todo la de Alice, siempre en la sombra, siempre luchando para que no le cerraran puertas y oportunidades a su hermano, ella era capaz de ver lo que sus padres por temor no veían.

Los personajes:

Al hablar de la estructura ya los he mencionado, y no es necesario volver a hacerlo porque no puedo aportar más que esas breves pinceladas, sin embargo me gustaría resaltar el trabajo que ha hecho la autora al crear cuatro personajes que se salen del papel, que tienen personalidad fuerte, que actúan en cada momento como lo haría cualquiera de nosotros. No los conocemos físicamente, tan solo algún breve trazo de Sandra o de Alberto, sin embargo sicológicamente no tienen secretos para el lector, estan muy bien construidos, con muchos matices, y somos capaces de percibirlos a través de ellos mismos y también a través de los otros miembros de la familia.

Conclusión:

Si habéis llegado hasta aquí sin saltaros una sola línea sabréis que os recomiendo encarecidamente sumergiros en el corazon de una familia tan bella como imperfecta, con una fortaleza inusual que les hace ir solucionando obstáculos y avanzar juntos a pesar de todo.

Os recomiendo llegar a ella con el corazón abierto, sin prejuicios, dejaros enamorar por Matteo, probablemente no comprendáis todas sus reacciones, no seré yo quien os culpe, hay que haber tenido a alguien al lado con ese problema para darse cuenta de lo real que es lo que cuenta la autora. Dejad que vuestros sentimientos vuelen libremente, dejarlos subir y bajar, disfrutad de las reflexiones que la autora nos regala, y en soledad rumiadlas, os sorprenderá vuestra reacción.

Conoced a Alice y a Matteo y no seáis demasiado severos con Sandra y Alberto, son dos almas gemelas que en un momento dado pierden el rumbo, pero no la capacidad de darse a sus hijos y amarlos

Tened sobre todo presente, que esta es una familia como podría ser la nuestra, quizás no tengáis un niño especial en vuestra vida, pero si que podéis encontraros con la segunda vivivencia.

Si he conseguido picaros el gusanillo para que os acerquéis a la novela me doy por satisfecha, si no espero que no os perdáis una bonita historia por no haber sabido hacerosla llegar


lunes, 18 de agosto de 2014

El principe. Salva Rubio

Me he llevado una grata sorpresa con este libro, he de confesar que no he visto la serie aunque oía hablar de ella a mis compañeras de trabajo, si todas mujeres, sin embargo, no hablaban más que de sus protagonistas masculinos, Fran, Morey, Faruq, siendo este último quien se llevaba más suspiros y alabanzas, hasta el punto de llegar a creer que él era El Príncipe.

Pero nada más lejos de la realidad, El Príncipe es un barrio de Ceuta, uno de esos que podríamos decir que raya la marginalidad, en el que la mayor parte de la población es de origen marroquí, en el que las mezquitas dictan doctrina, en el que hay que luchar día tras día contra la tragedia, la droga y también contra el reclutamiento de los yihadistas.

Dicho así la novela promete, y mucho y he de decir que a  mí no me ha defraudado, a pesar de esos tintes rosas que ya se perciben en la portada, no es una novela romántica, va mucho más allá y sabe equilibrar la balanza entre lo dramático y lo romántico, no es un camino de rosas el que recorren los protagonistas, más bien diría yo que es de espinas... Tienen que luchar contra la diferencia cultural, racial y sobre todo religiosa.

Aunque empiece la casa por el tejado, cosa a la que soy bastante propensa últimamente, os recomiendo su lectura, seguro que alguna de las subtramas os atrapa, a mí personalmente el tema me apasiona, siempre he intentado entender porque una persona es capaz de sacrificar su vida, de inmolarse por algo que a mí me parece tan poco atractivo como las vírgenes del paraíso, ¿será porque soy mujer y heterosexual?

El autor:

Conocí al autor a través de un mail cuando me ofreció su anterior novela, Zingara: buscando a James Morrison, una novela que me sorprendió aunque no reseñé en su día y que posiblemente relea para hacerlo. Cuando se puso en contacto conmigo para ofrecerme El Príncipe, le di un vistazo a los enlaces que me mandó y caí rendida a los pies de la novela, le agradezco de corazón que siguiera pensando en mi blog...

Salva Rubio, Madrid 1978 es guionista, escritor y algunas cosas más. Finalista del premio SGAE Julio Alejandro, ha ganado diversos galardones de guión. El corto Checkout, escrito y codirigido por él, fue preseleccionado a los Premios Goya 2010. Es analista de proyectos cinematográficos y máster de Guión de Cine y Televisión por la UC3M. Actualmente trabaja como guionista en varias películas para diferentes productoras españolas, entre ellas el largometraje de animación Deep. Como guionista de novela gráfica trabaja en varios proyectos para el mercado franco-belga como el titulado El fotógrafo de Mauthausen.  Como novelista ha publicado Zíngara: buscando a Jim Morrison para Suma de Letras y actualmente trabaja en su tercera novela, Perdida en la Movida. A ratos pinta, dibuja y compone.

Le gusta charlar con sus lectores en @RubioSalva. También lo podéis encontrar en su web
www.salvarubio.info

Argumento:


El agente del CNI Javier Morey recibe la misión de infiltrarse como inspector en la comisaria de el barrio ceutí del Príncipe para investigar la posible colaboración de policías corruptos locales con terroristas de la yihad islámica. Allí se verá obligado a enfrentarse a trabajar con el subinspector Fran Peyón, el principal sospechoso, un hombre que reina en la zona con unos métodos poco ortodoxos, protegiendo a delincuentes y tratando de esconder su pasado trágico.

Pero en el Príncipe Morey también encontrara el amor y su destino se unirá al de Fátima, una maestra local que se debatirá entre el respeto a las tradiciones de su familia, su matrimonio concertado, su hermano Faruq y la entrega a un amor prohibido que le ofrece la posibilidad de ser libre.

El Príncipe es la novela de la exitosa serie de Telecinco protagonizada por José Coronado, Alex González, Hiba Abouk y Ruben Cortada avalada por una audiencia de 5.200.000 espectadores.
El Príncipe no solo existe en la ficción. Es una barriada de la periferia de Ceuta, uno de los lugares más peligrosos de Europa donde conviven cristianos y musulmanes

Mis impresiones:


Cada uno tiene sus manías lectoras y a mí me gusta saber que impulsó al autor a escribir una novela, de donde nace la idea, lo que yo llamo las bambalinas de una historia, y en este caso la respuesta me vino en el prólogo, de mano del guionista de la serie Aitor Gabilondo, si buena es la trama, las dudas que a él le asaltaron, los malabarismos que tuvo que hacer para desarrollar el tema y no meterse en aguas pantanosas que pudieran herir susceptibilidades, no lo es menos, así que os recomiendo no saltároslo, deporte muy común entre los lectores, al menos con los clásicos es un hito.

Hasta que no leí este libro no conocía el barrio ceutí del Principe, no tan distinto a muchos otros que podemos encontrar en cualquier  ciudad española, o quizás si porque la convivencia entre dos culturas, dos religiones es quizás precaria y se sostiene en equilibrio en un fino alambre. Esta misma realidad es la que fascinó al guionista, y quizás también a Salva Rubio, al que se le encomendó que escribiera esta novela una vez el guión estuvo terminado.

Nos pide Aitor Gabilondo que olvidemos a los actores que están detrás de la serie, que cerremos los ojos y que seamos capaces de imaginarlos, tal y como él lo hizo, reconozco que no fui capaz, yo no he visto la serie y no me debería haber resultado complicado, sin embargo, la portada de la novela ya nos desvela los rostros de dos de los protagonistas, de Morey y de Fátima y la contraportada de los otros dos, Fran y Faruq. Y en el interior del libro encontraremos fotografías a todo color de los actores, así que sin querer les puse la cara de la serie, y  me pude imaginar a aquellos que por ser secundarios no se fotografiaron.

Nos encontramos ante una novela difícil de clasificar, donde hay tensión, corrupción policial, terrorismo islámico, crímenes y un romance con todas las dificultades que se puedan encontrar una mujer musulmana que debe respeto a su padre y a su hermano y un hombre no sé si puede calificar de cristiano, pero desde luego no musulmán, el dilema moral con el que se encuentra la mujer es tremendo, las convenciones sociales y las tradiciones contra las que tiene que luchar él no le van a la zaga y en medio de tanto dolor, esas notas de color rosa proporcionan un balón de oxigeno para rebajar el drama que se vive en el barrio, en la comisaria, y en la vida de la mayoría de los protagonistas, porque todos ellos tienen cicatrices profundas que no cierran, fantasmas ocultos dentro del armario que en algún momento afloran, algunas veces incluso noquean al lector.

Los personajes:

El trabajo que ha hecho el autor es encomiable, porque los ha dotado de vida, de sentimientos de una sicología distinta y rica en matices, tanto a los principales como a los secundarios, no es complicado imaginarlos, empatizar con ellos o todo lo contrario, el autor termina por conseguir lo que se propone. Si hubiera que quedarse con uno solo, ese sin duda alguna sería Fran, creo que es el personaje con más matices, reconozco que al principio le cogí manía, me parecía más chulo que un ocho y lo juzgué por las apariencias, y consiguieron engañarme y Fran salió mal parado de mi juicio.

Pero no me gustaría quedarme con uno solo ni tampoco ceñirme a los cuatro que se consideran principales, así que intentaré ser breve, concisa, pero haré una lista un poco más extensa en la que van a abundar los personajes masculinos, porque femenino con fuerza solo he encontrado uno digno de destacar.

Comenzaré por el que a mí me ha llamado más la atención:

Fran Peyon: subinspector de policía de la comisaría del Príncipe, un hombre que conoce su trabajo, que está bajo sospecha de corrupción, un hombre que daría la vida por sus subordinados y hace todo lo posible por no verlos en peligro, pero tampoco le tiembla la mano cuando tiene que pasar esa fina línea que separa lo legal de lo ilegal. Es un personaje que va de menos a más, que coge importancia conforme avanza la trama, y nos descubre un alma atormentada, y una moral si no intachable, bastante honesta, a pesar de los métodos poco ortodoxos de los que hace gala.

Javier Morey: Agente del CNI infiltrado en la comisaría del Príncipe, con un doble objetivo desenmascarar la corrupción policial y descubrir al jefe de una célula yihadista que está reclutando jóvenes en el barrio, lo que no contaba Javier era  encontrar a la mujer de su vida, que esta fuera musulmana, la hermana de uno de los capos del barrio. Poco a poco lo veremos transformarse, desmoronarse sus convicciones, estar dispuesto a abandonarlo todo por amor y vivir como un fugitivo.

Faruq: El jefe de una de las bandas que se disputan el control del narcotráfico del barrio, la tranquilidad  en este depende de las rencillas de las dos bandas rivales. Faruq es además el hermano de Fátima, y está en el punto de mira de la policía. Es un hombre atractivo, de unos penetrantes ojos verdes, conocedor de su atractivo, la cabeza visible de su familia ante la debilidad y la enfermedad de su padre, en una casa en la que predominan las mujeres Faruq impone su ley y una mezcla de respeto y temor.

Quilez: Compañero de Fran, su mano derecha, un hombre que esconde en su armario muchos fantasmas y secretos, quizás mi descubrimiento, porque lo veía como un pelele, como un hombre sin nada de carisma, ni de personalidad.

Khaled: El prometido de Fátima, todo un partido, un hombre de mundo, en apariencia moderno, sin embargo esconde un as en la manga que puede sorprender a propios y a extraños, un personaje a descubrir y quizás de todos el que está dibujado con menos precisión, el más difuminado.

Fátima: Una mujer moderna, trabaja para dar un futuro a los niños marginados como educadora, el ansia por encontrar a su hermano, Abdú le lleva a colaborar con la policía a pesar de que su familia no lo ve con buenos ojos. No contaba con enamorarse de Javier Morey y libra una dura batalla entre el deber,  el honor de su familia y su felicidad. De todos los personajes es el que más sufre, el que más contradicciones tiene que superar, el que más arriesga. Una mujer de armas tomar...


Hay muchos más personajes que han llamado mi atención, pero casi todos esconden ases en la manga y tengo miedo de decir algo inapropiado, haceros sospechar y quitarle emoción y tensión a la lectura, mejor ir descubriéndolos poco a poco, eso si no se si la serie se ha acabado o tiene otra temporada, si es así no se si deberíais encarar la lectura puesto que se resuelve la desaparición de Abdú y le resta intriga a la serie.

Nos encontramos ante una lectura fresca, ligera, con una prosa sencilla, en la que abundan los diálogos, en la que están marcados todos los cambios de de escenario, narrada en presente y en tercera persona, por un narrador omnisciente que controla todos los ángulos. Una novela que va de menos a más, en la que la tensión va creciendo, a la par que la intriga y el suspense. Se nota que el autor es guionista profesional porque nos encontramos ante un libro muy visual, que desfila ante los ojos del lector, no podemos decir que sea un page turner, pero engancha, una vez la comienzas no la puedes dejar, necesitas saber que va a pasar con Fran, con Javier y Fátima, donde está realmente Abdú, que esconde el jóven, que hay detrás de Khaled, quién es el topo de la comisaría.

Sin duda detrás de la novela y de la serie hay un trabajo arduo de investigación, de documentación, para trazar un perfil de la sociedad y del barrio lo más fidedigno posible, que no levante ampollas entre la comunidad musulmana. No es fácil encarar el tema de los fanatismos, y quizás es más difícil todavía cuando se encara el islámico, con su llamada a la Guerra Santa, lograr un equilibrio era primordial, no demonizar a los musulmanes por el mero hecho de serlo un reto, y lo logran a través de Fátima y de alguna manera también a través de sus padres y del propio Faruq.


No puedo decir que me haya quedado claro porque los jovenes deciden abandonar su familia, renunciar a lo que conoce hasta ese momento, para prepararse  y autoinmolarse en nombre de Alá. Quizás porque quién lo ha escrito tampoco por más que lo haya investigado le ha quedado claro, quizás porque hay que vivirlo en primera persona para entenderlo, tampoco entiendo porque siempre eligen a jóvenes cuyas voluntades son más vulnerables, porque todos aquellos que se dedican a captarlos no tienen el valor para dar su vida por ideales tan altos. Supongo que por más libros que lea sobre el tema, nunca llegaré a comprenderlo, solo doy gracias de no vivir en una sociedad así, porque tengo dos hijos, carne de cañón en un barrio así y no hubiera podido vivir en paz, pensando en que momento podrían desaparecer.

Ya he comentado que es una novela muy  visual, me ha gustado perderme por las calles del Príncipe, por sus acantilados, pasear por sus avenidas, mezclarme con su gente, con sus costumbres, podríamos decir que es un personaje más, uno con una personalidad propia, que a veces se desangra y otras consigue la paz en sus calles y en medio de todos la policía intentando hacer malabarismos para mantener una paz precaria, una lucha de bandas que siempre termina con muertos, en uno o en ambos bandos, la venganza es el pan de cada día, al igual que la corrupción y la lucha por la supremacía.

Conclusión:

El Príncipe me ha sorprendido y me ha gustado a partes iguales, es una novela ligera, que encara un tema complicado y de difícil solución, el radicalismo islámico, para rebajar tensiones un romance en el que nada es fácil y el sufrimiento se impone la más de la veces a la pasión.

Una novela con unos personajes muy bien perfilados, con matices y dobleces que es imposible que no sorprendan al lector, incluso cuando este sea capaz de atar cabos y de imaginar cosas antes de que le sean desveladas. Una historia apta para disfrutar al borde una piscina, a la orilla de la playa, en cualquier lugar con sombra, con la intriga y la tensión bien dosificada hasta el final. Un final que sin duda supone un broche de oro para la novela, y sin embargo es lo suficientemente abierto para que el lector pueda sacar sus propias conclusiones, no creo que pueda haber segunda parte, pero tampoco sería nada descabellado, sin duda da para más la trama, se ha cerrado un capitulo pero sigue sin descabezarse una organización terrorista.

Te recomiendo la novela te atraiga o no el tema islámico, seguro que encuentras algún hilo que te atrapa, incluso si eres una romántica empedernida, y si te asusta el tono pastel, no temas porque el azúcar no te va a subir a niveles desorbitados, además no está metido con calzador y eso se agradece.

Retos:

Cruce de caminos: negro y criminal

25 españoles

viernes, 8 de agosto de 2014

El caso del bar Balto


No es la primera novela que leo de la editorial Funambulista y me sigue llamando la atención el formato de sus libros, más pequeño de lo habitual, con tapas en mate en color azul o amarillo, una pequeña fotografía y un titulo casi siempre poco habitual. Pero quizás lo que más me sigue sorprendiendo es la calidad de las encuadernaciones, en una letra aceptable y unos márgenes generosos, que para nada perjudican la vista.

El tamaño y la longitud lo hacían ideal para los  traslados laborales en transporte público, y además la novela se encuadraba dentro de mi género favorito, la novela negra. Tantas excelencias reunía que todavía no entiendo porque ha estado en mi estantería dos largos años.

Reconozco que también me llamó la atención  su autora, a la que yo no conocía, ni había oído nombrar a pesar de haber conseguido premios con sus novelas anteriores. Una vez terminado  el libro puedo reconocer que me ha sorprendido tanto el contenido como el continente. Me he encontrado con un soplo de aire fresco dentro del género, con un análisis profundo del mundo marginal, con que la víctima disponía de información que jamás podría ser conocida por los investigadores y además se convierte en narrador activo.

Una novela narrada las más de las veces en primera persona por protagonistas distintos que aportan una heterogeneidad a veces caótica y al mismo tiempo tremendamente ordenada. No me contradigo no creáis, me costó entender la forma en la que la autora nos expone la trama, su fina ironía se mantiene hasta el final, y después de marear la perdiz durante toda la historia, le da al lector un golpe que lo noquea, un final que como poco sorprende y deja al desnudo la naturaleza perversa de la víctima, la inocencia de un niño con retraso mental y el coraje de una madre. Todo un retrato social de los bajos fondos, en los que la autora es una verdadera especialista.


La autora:

Faïza Guène nació en Paris en 1985, de padres argelinos que emigraron a Francia. De pequeña ya contaba historias a sus compañeros a cambio de caramelos. Más tarde, en el instituto, participo en cursos de lectura y escritura. Durante años asistió a un taller de guiones en el centro cultural del barrio. Ha escrito diversos guiones y ha  realizado cortos y  mediometrajes. Mañana será otro día, su primera novela, que fue un best-seller mundial traducido a 27 idiomas, la catapultó a los platós de televisión y estudios de radio en 2004, pero Faïza Guène no ha desistido de su espontaneidad ni de su afán por dar "otra imagen" de la vida de los barrios franceses donde viven las clases menos favorecidas. En 2006 publicó Sueños para marginados, con mucho éxito también. Ha dirigido diversos cortometrajes: La zonzonniére, en 1999, RTT i Rummeurs, en 2002, Rien que des mots, en 2004. En 2002 realizó un documental titulado Memoires du 17 octobre 61. En 2008 apareció El caso del Bar Balto traducida también a muchas lenguas y que ha supuesto su consagración literaria.


Argumento:

En una población de mala muerte de Francia, el Balto (el bar-quiosco-estanco del pueblo) es el punto de encuentro de toda una serie de personajes maltratados por la vida, pero cada cual a su manera. Joël Morvier, el amo del Balto, aparece apuñalado una mañana en el bar, pero no se puede decir que sea una tragedia para nadie, vistas las taras que acumulaba: racista, avaro, concuspisciente con las clientas...Igual que el lector del libro, el policía encargado de resolver el asesinato se va percatando de que la mayoria de los clientes del Balto tenían buenas razones para haber matado un tipo tan poco recomendable. Uno por uno todos ellos van desfilando para dar su propia versión de los hechos.

Con finura sicológica y humor negro a raudales, Faïza Guène se mete en la piel de cada uno de los personajes, recrea polifónicamente el lenguaje de cada uno de ellos al tiempo que nos brinda una radiografía de la Francia más profunda... y real.

Como afirma Marianne Payot, critica l'Express: "Es un análisis finísimo, de ritmo sostenido: rara vez alguien habrá pintado la Francia de "abajo" con tanto acierto como jovialidad".


La novela y yo:


A pesar de ser un género que frecuento, que me gusta y proporciona ratos de autentico placer lector reconozco que esta novela me chocó, me costó cogerle el hilo, un crimen, un protagonista que nos cuenta su propia muerte como podría estar contándonos una película o radiando un partido de futbol. Original, sí por supuesto, porque es la primera vez que me encuentro a una víctima dándonos su visión del hecho, incluso juraría que disfrutando del hecho de estar desangrándose, sintiendo una pizca de orgullo por saberse en la prensa al día siguiente, e incluso de la impresión que podría dar la simple visión de la escena en cuanto la descubrieran  los clientes del bar. El personaje no se gana las simpatías del lector en cuando habla en primera persona, pero tampoco cuando lo hacen el resto de personajes, sin duda era una joyita digna de poner a buen recaudo, por ello ninguno siente la muerte del dueño del bar y todos ellos se transforman en sospechosos.

Todos los capítulos están narrados en primera persona, pero por un narrador distinto, cada uno de los personajes incluso la víctima se presentan al lector, y nos dejan ver que sus relaciones no siempre son cordiales, sin embargo son muy verosimiles porque todo no son mieles entre amigos, vecinos, clientes... cada personaje tiene su propio modo de hablar, y la autora es capaz de ponerse en la piel de cada uno de ellos y crear registros distintos adaptados a la edad de cada personaje y su condición social, todos ellos de extracto bajo, pero generacionalmente a años luz.

Un mismo hecho lo vemos desde distintos puntos de vista, se trata de una comunidad pequeña, en la que todos se conocen y todos interactúan entre sí, el punto de encuentro el Bar Balto, así que por momento podemos darnos cuenta de cuan distintamente perciben cada uno de ellos el mismo suceso, sin embargo todos coinciden en lo mismo, la víctima merecía morir y la población no se ha perdido nada con su muerte.

Sabemos que ha habido un asesinato porque el autor nos lo cuenta en el primer capítulo con una pizca de orgullo. Una vez conocemos a todos y cada uno de ellos, y creedme que podemos hacer una radiografía bastante buena de ellos sicológicamente hablando, nos encontramos un artículo de la prensa, exponiendo los hechos, unos que el lector conoce de primera mano y que la policía descubre más tarde.
De nuevo toma la palabra la víctima, para explicarnos el momento estrella de su muerte, aquel en el que los parroquianos descubren el cuerpo sin vida del que fuera el dueño del bar, es desconcertante la forma en la que nos presenta el hecho, como mínimo el lector se pregunta si realmente la víctima no tenía algún trastorno mental. Acto seguido todos y cada uno de ellos vuelven a  tomar la palabra, como si contestaran a un interrogatorio policial, al que le faltan las preguntas... y dan su visión de los hechos, explican sus coartadas y vamos conociéndoles con mayor profundidad, y al mismo tiempo vemos como se ven entre ellos, porque en el relato de uno van apareciendo otros personajes. El lector se da cuenta de que todos se guardan un as en la manga que no se lo cuentan todo a la policía y supongo que por ende esta también se da cuenta.

Una vez terminada la ronda, aparece una nueva noticia del caso, y se produce de nuevo una toma de palabra de los personajes, aunque esta vez no la encabeza la víctima, puesto que ella es quién tiene toda la información y cierra la novela. El orden en el que se presentan los personajes y hacen sus distintas apariciones es aleatorio y no se repite nunca, excepto la victima que toma dos veces la palabra en primer lugar para luego cerrar la novela.

En esta última ronda somos conscientes de que la policía ha hecho algún avance en la investigación, porque algunos personajes como Yéva está absolutamente indignada, y contesta de malas maneras, aunque en ningún momento ha colaborado de buen grado, cada personaje saca el as que ha escondido en la manga y que en la mayoría de las ocasiones no es más relevante en la investigación que descartarlo como sospechoso, así uno a uno van cayendo todos menos uno... Una vez descubierto, la autora nos da el golpe de gracia para en lugar de redimir a la víctima hacerla más odiosa a los ojos del lector, no hay perdón, porque una persona de su calado no lo merece.

Aunque en ocasiones pueda parecer un poco repetitiva, y no voy a negar que no lo sea, entre todos crean un buen mosaico de un barrio marginal, en el que se respeta ya no tan solo la idiosincracia de este, si no su forma de hablar, de expresarse y de comportarse, el trabajo de la autora en este campo ha sido titánico, su forma de narrar fresca y su manera de estructurar la trama cuanto menos original para involucrar al lector en la investigación, o más bien en la unión de piezas.

Los personajes en sí son piezas únicas, irrepetibles y representantes de distintas etnias, y generaciones sociales. Resaltaría la labor que ha realizado Faïza con Yeznig, un chico con retraso mental que no controla los tiempos, su forma de expresarse es caótica, su mente la de un niño a pesar de la edad que tiene. La ternura con que trata la figura de este personaje otorgándole la dignidad que merece es encomiable, y posiblemente el mayor logro que le he visto a esta historia.


Conclusión:


Recomendar esta novela es un tanto difícil, a mi me ha gustado, me ha parecido innovadora,  fresca y distinta, un soplo de aire fresco dentro de un género en el que suelen abundar los clichés y esta autora se libera de todos y cada uno de ellos. Sin embargo creo que es una historia que tiene su público, en la que el asesinato es solo una excusa para realizar una radiografía social de las clases menos favorecidas.

La autora encuadra la acción en una localidad inventada, cuyo nombre esconde una gran ironía ya en sí mismo, porque es un juego de palabras, y en este pueblo cada cual sobrevive a su manera, todos y cada uno de ellos son perdedores, gente a la que la vida ha golpeado y que tratan de vivir de la forma más digna posible.

Y solo por ello y por descubrir el enorme trabajo realizado por la autora para dotar de voz propia y al mismo tiempo congruente a todos y cada uno de los personajes, merece la pena acercarse a esta novela, también para descubrir que la ironía bien utilizada es un arma más en manos de un escritor para dar a conocer una realidad que como poco los gobiernos pretenden esconder. El humor es la mejor forma de destapar aquello que permanece escondido por comodidad de unos y por conveniencia de otros.

Y esta misma realidad la podemos encontrar en cualquier zona marginal de España, estoy segura, no es necesario trasladarnos a Francia para encontrar culturas que se dan de bruces, jóvenes que fracasan en sus estudios y tienen problemas de violencia, con las drogas y tontean con chicas populares que se disputa medio barrio...


Retos:

12 meses 12 libros
Cruce de caminos: negro y criminal

miércoles, 30 de julio de 2014

La piel dorada. Carla Montero


A pesar de ser su tercera novela, me estreno con esta autora, y he de reconocer que ha sido un buen bautismo de fuego. La novela me sedujo por varias razones, quizás la más importante es la ciudad en la que se ambienta, Viena y la época que ha elegido la autora, finales del s.XIX y principios del XX, una época de tremendos cambios sociales, económicos, políticos y culturales... que se ven reflejados en la trama de forma amena, y no quiero olvidar el género en el que la han encuadrado, la novela negra. Quién me conoce y es asiduo al blog, conoce mi pasión por lo negro y criminal, a pesar de que mis lecturas últimamente se encuadren en otras vertientes y sean más bien pocas las reseñas que se pueden encontrar del género, en mi descargo diré que tengo muchos libros pendientes de opinión y que pertenecen a él.

He disfrutado tanto con este libro que ya puebla mi estantería La tabla esmeralda que en su día descarté por unas cuantas opiniones negativas que encontré por la red. La ocasión la pintaban calva y no pude resistir la tentación de llevármela a casa, además a buen precio porque fue fruto de un intercambio literario que organizó la concejalía de cultura de mi localidad. Espero encontrar pronto un hueco para sumergirme en sus páginas porque el periodo histórico también es muy de mi gusto.

La autor@:

Nadie como el autor para hablar de sí mismo,  en la solapa de esta novela Carla Montero toma la palabra
y he considerado que merece la pena conservar sus impresiones.
Carla Montero (Madrid 1973) Comencé mi carrera literaria con la novela Una dama en juego (Plaza & Janés, 2010; DeBolsillo, 2012), que obtuvo el Premio Circulo de Lectores de Novela el año 2009. Después me adentré en el mundo del expolio nazi de obras de arte con la novela La Tabla Esmeralda (Plaza & Janés, 2012; DeBolsillo, 2013), una historia que ha conquistado a miles de lectores en España y ha sido traducida a varios idiomas.

Mi tercera novela, La piel dorada, nació frente a un cuadro en el Museo del Prado y ante la mirada llena de secretos de una modela desde el lienzo.

Con esta historia he querido explorar una figura tan desconocida como fascinante, la de la modelo de arte: ¿Quién era?, ¿por qué posaba desnuda?, ¿por qué vivía al límite de la moralidad de su época?, ¿cuáles eran sus sueños? Escribirla ha sido un viaje maravilloso: emocionante, revelador y aleccionador. Ahora estoy deseando compartir con mis lectores esas sensaciones a través de la historia de Inés, una mujer muy especial.

Puedes seguir a la autora en:

www.carlamontero.com

www.facebook.com/Carla.Montero.Oficial

@CarlaMonteroM


Mis impresiones:

Me gustaría empezar entonando el mea culpa, puesto que hace mucho tiempo que leí esta novela, sin embargo me ha costado mucho encontrar el modo de encarar la reseña, la he tenido a medias durante más de un mes y ante la imposibilidad de encontrar luz al final del túnel he decido abordarla de nuevo, desde otro punto de vista. No se si os ha pasado alguna vez que una opinión se resiste a pesar de que el libro os ha dejado un buen sabor de boca, pero yo había llegado a un punto en que no era capaz de expresar mi opinión sobre la trama, ni sobre los personajes.

Confieso que me costó un poco entrar en la historia, que tuve que volver atrás dos veces para encontrarle sentido a lo que leía, al final he elaborado mi propia teoría, no se si será o no acertada, pero solo desde ella podía entender lo que leía, pero como siempre me adelanto y comienzo la casa por el tejado.

Ambientación:

Quizás sea el mayor acierto de esta novela, el periodo histórico en el que se desarrolla y la ciudad elegida, Viena. Nos encontramos a finales del s.XIX, principios del XX, en la capital de un Imperio, el Austrohúngaro en plena decadencia, en el que la nobleza lucha por no perder sus privilegios a manos de una clase media alta que comienza a controlar, el desarrollo de la sociedad, la economía, la política, la información y la cultura.

La autora ha realizado una espectacular labor de documentación que tiene su reflejo en la novela, sin que llegue a cansar, aburrir o ralentizar la trama. Ha sabido encontrar el equilibrio entre acción y documentación. Para que fuera todo más verosímil ha dado cabida a grandes personajes de la época como Klimmt, Mosser y Sigmund Freud, aunque no son los únicos.

Uno de sus aciertos a mi modo de ver es convertir a Viena en un personaje más de la novela, nos hace bascular entre la opulencia de las clases altas, sus fiestas y despilfarros, y la pobreza más extrema, la de aquellos que por no tener, no tienen ni un techo para guarecerse, o carecen de comida para alimentar a sus hijos. Y el nexo de unión entre ambos mundos es Inés, una mujer tan misteriosa como fascinante, a la que conoceremos a través de la mirada del resto de los personajes porque muy pocas veces toma la palabra para hablar de sí misma.

No resulta difícil pasear por los fastuosos salones, o en calesa de la mano de Carla Montero, como tampoco es complicado descender a los infiernos vestida con ropa de gala, y pasearte por los barrios más pobres, en los que los desheredados malviven sin lo más básico. Sin duda nos encontramos ante una novela de contrastes, yo diría que de fuertes contrastes que no solo se manifiestan en la ambientación, también en la estructura.

La estructura:

Ya he reconocido que me costó entrar en la trama, y la culpa no la tiene la historia en sí, si no la forma en que está narrada.Comienza la novela con un prólogo del detective Jack Sehlackman en el que nos habla de su adolescencia, de los crímenes de Whitechapel, o quizás os suene más Jack el destripador y de cómo los juegos de su temprana juventud se tornaron en una cruda realidad, una investigación que no avanzaba y un asesino en serie que tenía predilección por las mujeres bellas, modelos de arte, y que sospechosamente frecuentaban la compañía de Hugo von Ebenthal. Sin embargo ya nos advierte que no vamos a encontrar una historia de crímenes porque no fue nunca un gran detective, que su pretensión es contarnos la historia de Ines.


Y ahí es cuando comienzan a no encajar las piezas... porque Karl pretende contarnos una historia y el primer capítulo está narrado en tercera persona y en tiempo presente, por un narrador juraría que omnisciente puesto que conocemos los hechos desde distintos puntos de vista. La autora fecha los capítulos, incluso dentro de uno mismo encontramos distintas fechas. El desconcierto llega cuando en el segundo capitulo, desaparecen las fechas para encontrar un escueto Unos meses después, el presente se transforma en pasado y la tercera persona en  primera, el tono se vuelve más intimista y el narrador deja de ser omnisciente para cederle la palabra al detective Sehlakman.

Ahora es cuando toca explicar mi teoria, las dos lineas temporales, tienen que ver una con el tiempo real en el que suceden los hechos, y la otra más lenta, meses después de la resolución de los asesinatos, con un Sehlackman volviendo al pasado quizás para justificar algunos de sus actos. Por eso una se desarrolla en un tiempo definido y la otra no lo necesita, porque que más das que esa mirada retrospectiva se realice dos meses después que cuatro, o seis. Hasta que llegué a esa conclusión  me costó seguir el hilo de los acontecimientos me parecía que la autora repetía de forma desordenada los hechos.

A lo largo de 16 capítulos que van de menos a más la autora nos relata la historia de una mujer Inés, modelo de arte y a la vez dueña de la Maison des mannequins donde forma y da soporte a mujeres bellas que no tienen otra forma de ganarse la vida. Los crímenes que empiezan a ser cada vez más seguidos tienen que ver en cierta medida con ella, porque todas las victimas pertenecen a su escuela, o están relacionadas con ella, y a la vez todas frecuentan el circulo de amistades de Hugo von Ebenthal. No es de extrañar que ambos se conviertan en los principales sospechosos.

Conforme avanza la novela la acción gana terreno, los capítulos se hacen más cortos introduciendo al lector en una vorágine lectora, porque necesita saber quien es el asesino, y cuales son sus motivos, reconozco que no fui capaz de adivinarlo y que aunque una vez cerrada la trama todo tiene sentido, no habría puesto mis ojos jamás en ese personaje.

Llama la atención lo distintas que son las investigaciones ahora y en el pasado, a pesar de que la autora hace que su investigador siga las pautas de Hans Gross a quien se le conoce por ser el padre de la criminalistica moderna. No se si se ha cometido algún error de ambientación puesto que no estoy muy puesta en el tema, pero a mi me ha parecido verosímil.

Los personajes:

Son muchos y todos ellos tienen ejundia, aún aquellos que aparecen más difuminados, pocos son los que tienen voz propia en esta historia y sin embargo están bien trazados. Me he llevado una muy grata sorpresa sin embargo voy a resaltar unos pocos, los que quizás tienen más peso.

En la trama narrada en presente:

Ines: Bella, misteriosa, y muy humanitaria. Inés es de esas mujeres que fascinan a simple viste y que levantan multiples envidias, de esas mujeres que uno solo ve su fachada y se pierde un interior muy rico en matices. A Inés no le gusta hablar de si misma, se resta importancia y lucha porque la mujer por pobre que sea ejerza su trabajo con dignidad, sin tener que recurrir a la prostitución. Descubrirla ha sido toda una aventura y solo por ello merece leer la novela.

Hugo von Ebenthal: Un personaje desestabilizado, en ocasiones odioso y en otras tremendamente tierno, marcado en su juventud por un hecho que va arrastrando y que le llevó al exilio, vuelve a Viena por la enfermedad de su padre para encontrarse con que el pasado no muere y que muy a su pesar vuelve con fuerza y lo coloca de nuevo en el centro de una investigación policial. Hugo nos depara sorpresas agradables y nos ayuda a entender su forma de ser y los temores y angustias que lo azotan.

Kornelia von Zeska: posiblemente el personaje más extravagante de esta historia, una mujer enamorada del arte que por su condición femenina se ve abocada a crear su propia escuela, y a que no se le reconozca su merito. Sus gustos y su forma de ser la convierten en el ojo de huracán de la sociedad de la época, tía de Hugo von Ebenthal será su principal defensora.

Aldous Lupus: Artista y mecenas de Inés, en realidad su pareja, aunque un poco peculiar. Es un personaje que tiene un peso especifico, aunque para mi se le ha dado más importancia de la que debería.

En la trama narrada en pasado el personaje por excelencia es:

Karl Sehlackman: Amigo de la infancia de Hugo, ve como de nuevo se encuentra en el centro de las sospechas por asesinato, es un hombre tremendamente complejo, que eligió una profesión para la que reconoce que no está hecho, que se ve inmerso en una investigación que no avanza y enamorado de una mujer que nunca le va a corresponder. Es un personaje lleno de matices con el que no es dificil empatizar a pesar de que yo hubiera actuado en ciertos momentos de forma diferente a la suya.

Poco más que decir de los personajes, una breves pinceladas para ubicarlos pero merece la pena ir paso a paso y descubrirlos a través de la lectura de esta fascinante novela.

La modelo femenino de arte:

Dice Carla Montero que esta novela nace ante la visión de un cuadro, su modelo una mujer de mirada enigmática que le llevó a hacerse preguntas sobre porque una mujer elige esa profesión.

A principios del siglo XX, ser modelo de arte era equiparable a ejercer la prostitución, de hecho así las consideraban, ¿y si tan baja era la estima que tenían de estas mujeres, que les empujaba a dedicarse a este mundo? La respuesta es muy sencilla, la necesidad, toda aquella mujer que no estaba respaldada por un hombre, fuera este marido, hermano o padre, se veía obligada a trabajar para poder mantenerse. Aquellas que eran dotadas de belleza, podían dedicarse a ser modelos de arte, no tenían porque acostarse con los pintores, solo mostrar su cuerpo desnudo y el sueldo que se cobraba era suficiente para sobrevivir y el trabajo tampoco era demasiado cansado.

La autora a través de Inés y las respuestas que esta le ofrece al detective Karl Sehlackman, nos ofrece una visión muy completa de porque una mujer escoge ese camino y que es lo que ella pretende al crear la Maison des Mannequins, sacarlas de la calle, darles un oficio más digno y sobre todo menos expuesto a enfermedades. Y esta visión se completa a través de las reflexiones y confidencias de otra modelo Sophia y personaje que me enterneció.

Creo que más que los crímenes en sí es lo que más me ha gustado de la novela, esa visión del mundo del arte, del desmadre de los artistas y de los círculos en los que se movían, la realidad de esas mujeres que no siempre ejercían ese trabajo por placer, si no más bien por necesidad, una necesidad que las colocaba en el centro de mira de la ciudad, siempre señaladas con el dedo.

Conclusión:

Si habéis llegado hasta aquí sabréis que esta novela me ha gustado, y en ocasiones incluso fascinado, que una vez superado el escollo de ese cambio de tiempo y de narrador que me desconcertaba la disfruté como una niña. Tanto las investigaciones tan distintas a las que podemos ver hoy en novelas y series televisivas, como la narración de los hechos, incluyendo ese romance que surge entre Inés y Hugo von Ebenthal, porque hay grandes amores fuera de la novela romántica.

La autora ha sabido llevar la intriga bien dosificada, le ha imprimido ritmo a la novela conforme avanzaban los capitulos, ha ido dando giros y contragiros hasta llegar a la resolución de los crímenes y por lo tanto al momento de desvelarnos el asesino, y poco a poco todo va encajando.

Sólo le pondría un pero a esta historia y  no lo he mencionado hasta ahora, y es que en los capitulos en presente de momento el asesino toma la palabra, podemos entrever que se trata de alguién con la mente muy enferma, están escritos en cursva, pero a mi modo de ver rompen en ritmo de la narración y no aportan a penas información que no conozcamos ya de otra forma. No me ha gustado nada esa forma de meter con calzador los pensamientos del asesino, me han desconcertado más que otra cosa y tampoco daban pistas de quien pudiera ser, cualquiera de los dos sospechos podría tener ese tipo de reflexiones o salidas de tono.

A pesar de ello ganan los pros y es una novela que os recomiendo encarecidamente, seguro que encontraréis en la trama algo que os llame la atención, y si no os daréis un paseo por la Viena de principios de siglo XX , muy completo, que incluye las zonas de opulencia y también las más degradadas social y económicamente.

Retos:

Cruce de caminos: negra y criminal

25 españoles

domingo, 13 de julio de 2014

Deseo de chocolate. Care Santos

El virus de la lectura, o para decirlo de forma más amable el gusanillo, se inocula de padres a hijos, sin embargo estos también son capaces de transmitirnos su pasión por un género, un autor, o un libro en concreto... Care Santos fue una de las autoras fetiche de mi hijo mayor hace unos años, cuando tenía entre diez y once años, cetro que compartía con Laura Gallego. Tanta era la pasión que sentía por los libros de esta autora y tan poca la mía por el género en el que se moví,  la literatura juvenil que abrace con gusto Habitaciones cerradas, a esta le siguió El aire que respiras, sin embargo a pesar de llegar con muchas ganas a casa han dormido el sueño de los justos en las estanterías, a la espera del momento adecuado para zambullirme en sus tramas.

A pesar de eso cuando vi que había ganado el Premio Ramón Llull, volví a lanzarme a incorporar el libro a una lista de pendientes de lectura que ya empieza a ser preocupante. Esta vez quizás mi pasión por el chocolate, o porque el libro tenía un grosor asequible, no lo he dejado reposar demasiado. A ello se ha sumado que comencé a leer la historia en catalán, me gusta acercarme a las lecturas en su lengua original, pero pronto vi que no iba a disfrutarla porque se me hacía cuesta arriba el idioma. No leo con soltura en catalán y si veo que las primera páginas no me atrapan suelo dejar el libro de lado.  Sin embargo, me di cuenta que el problema de este libro no es que no me atrapara, si no que no llegaba a aprehender lo que leía, por eso dejé mi ejemplar en catalán y fui en pos de uno en castellano, seguro que me he perdido matices, porque los sentimientos se transmiten mejor en la lengua materna del escritor, pero no fui capaz.

El libro me ha gustado, pero no todas las partes me han atrapado por igual, aunque para ser sincera me ha parecido original la forma en que la autora ha construido la trama, el hilo constructor una chocolatera de porcelana, y las protagonistas sus tres dueñas. A ello como cada parte se desarrolla en una época distinta, también es distinta la forma de narrar, y si la trama no te engancha por igual, si lo consigue el estilo. Pero como siempre me voy por las ramas, me adelanto y os dejo con la miel en los labios...

La autor@:

Hace meses que por falta de tiempo la información sobre los autores se limitaba a la que la editorial ofrecía
en las solapas. Quizás la que sobre Care Santos se facilita no sea extensa para una autora de su calibre, una mujer que en literatura juvenil es y ha sido un referente y con sus novelas para adultos no se ha quedado atrás. Pero ahora a la falta de tiempo se le une que no tengo ADSL más que unas horas cada dos o tres días, así que este apartado seguirá sin más información que la que podéis encontrar en el libro en cuestión.

Care Santos nació en Mataró en 1970, ha publicado ocho novelas, seis libros de relatos y numerosos libros para jóvenes, campo en el que es una de las autoras más leídas de nuestro país. Entre sus títulos destacan Los que rugen, La muerte de Venus, con la que resultó finalista del Premio Primavera en 2007, Habitaciones cerradas y El aire que respiras. Su obra ha sido traducida a dieciocho idiomas. Deseo de chocolate ha sido galardonada con el Premio Ramon Llull 2014.

Si necesitais más información la podréis encontrar en su twitter, y en sus páginas web

@CareSantos
www.caresantos.com
www.silencioeslodemas.blogspot.com.es

Argumento:

Tres mujeres, tres siglos y la misma chocolatera de exquisita porcelana blanca:

Sara: propietaria de un apellido que en Barcelona es sinónimo de chocolate, se enorgullece de dar continuidad a la tradición heredada de sus padres.

Aurora: hija de una sirvienta de una familia burguesa del siglo XIX, para quien el chocolate es un producto prohibido.

Mariana: esposa del fabricante de chocolate más famoso del siglo XVIII, abastecedor de la corte francesa e inventor de una maquina prodigiosa.

A través de la pasión por el chocolate, Care Santos traza un apasionante viaje en el tiempo en el que recorreremos más de tres siglos de historia, desde su llegada a Europa hasta la sofisticación de nuestros días.

Vibrante y adictiva, esta maravillosa novela es un exquisito placer para los sentidos.

Mis impresiones:

Care Santos me ha sorprendido con una historia que comienza por el final para llegar al principio, nuestra gran protagonista es una chocolatera de porcelana blanca, que ha conocido mejores días, y que comienza a vivir una segunda oportunidad tras un fortuito accidente, sin embargo lo importante es como terminó en manos de Sara Rovira, y que significaba para ella ese objeto y sin comerlo ni beberlo la historia que buscaba Sara es la que acaba conociendo el lector, pero para ello tendrá que esperar a la tercera parte del libro.

Estilo:

La novela comienza en lo que podríamos llamar un falso prologo, y digo que es falso porque en realidad lo que nos narra es la muerte y resurrección de la chocolatera. A partir de este momento y conocido el objeto en cuestión y su final la autora nos relata su historia que corre paralela a la historia del Cacao y su manipulación y a la historia de Barcelona donde el chocolate es muy apreciado y se le da distintos usos.

Para ello divide la trama en tres partes o lo que ella llama actos cuyos titulos son bastante representativos de lo que vamos a encontrar en su interior y al mismo tiempo relacionados de un modo u otro con el chocolate.

Primer acto: Guindilla, jengibre y lavanda, tres ingredientes que uno de los personajes de la primera parte utiliza para crear unos bombones, que simbolizan la amistad entre tres personas a cada cual más distinta, unidas en un triángulo amoroso de lealtades y traiciones.

Segundo acto: Cacao, azúcar y canela, de nuevo los tres ingredientes que la protagonista de esta parte utiliza para hacer un chocolate espeso que tomaba primero la mujer a la que servía y más tarde ella y su marido a media tarde.

Tercer acto: Pimienta, clavo y achicoria, si los ingredientes del primer acto me parecen un poco atrevidos para un chocolate, los del tercero todavía me parecen más inviables sobre todo porque últimamente en pastelería se usa mucho la pimienta rosa, pero la achicoria no se si se me ocurriría darle uso alguno.

Sin embargo reconozco que pocas veces tres palabras han resumido mejor lo que se puede encontrar entre las líneas de un libro, o un acto en este caso.

Cada acto es una historia diferente con uno  o más hilos en común, la chocolatera de porcelana blanca en la que solo caben tres tacitas, el chocolate y su evolución a través de los siglos, ligado ello a la historia de Barcelona desde la actualidad hasta el s. XV, XVI, saltando de Barcelona a Francia, concretamente a Versalles.

Estos saltos en el tiempo los aprovecha la autora para cambiar el estilo en la narración desde el actual en el primer acto, en el que podemos prácticamente reconocernos de la mano de tres jóvenes que sueñan con hacer del chocolate su medio de vida, Sara desea mejorar la tradición pero mantenerse en su línea, mejorar lo ya bueno, Oriol desea innovar, darle un toque atrevido, y el tercer vértice del triángulo lo forma un catedrático de química, Max, que en el arte de manipular el chocolate es nulo pero su estructura la controla mejor que ninguno. La historia de esta amistad a tres bandas, es también la historia del chocolate en la actualidad . 

Y quién vertebra esta historia es la chocolatera que Sara  compró la primera noche en que los tres salieron a tomar copas tras el curso de Chocolate en el que participaban. Una historia de amor, amistad, lealtad y traiciones con un hilo conductor el amor por Barcelona y el chocolate.

De esta narrativa fresca y actual, saltamos a 1899, a una Barcelona de clases acomodadas, en la que el Liceo era el alma y el pulmón de la ciudad, en la que la alta burguesía tenía un papel predominante, a una sociedad clasista en la que unos tenían mucho y otros tenían que contentarse con servirlos y ganar un jornal que les permitieran vivir. Care Santos le resta frescura a la narración para acomodarla a la época, la historia está contada por uno de los personajes que ni siquiera es principal, sino meramente accesorio. 

Dos familias los Sampons chocolateros y los Turull, inventor de máquinas, unen en matrimonio a sus hijos y comienzan negocios para mejorar y facilitar la fabricación de Chocolate. Una historia unida a la de El Liceo de Barcelona, al amor por la música, la opera y el glamour, contada por el marido de la mujer que sirvió a la niña de los Turull, una mujer que cumplió el papel para el que fue criada. A veces me pregunto si Aurora tiene problemas de memoria porque el doctor Vulpi bastante mayor que ella recurre al recuerda, toda la historia esta narrada como si él se la contara a ella o esa es la impresión que me ha dado a mí porque la interpela en bastantes ocasiones.

De la segunda propietaria Aurora, pasamos a la tercera parte que en realidad es el principio, ese que tanto investigó Sara, la mujer que la mandó fabricar, perteniciente a la corte de Versalles. En esta parte vuelve a cambiar el registro para acomodarlo a la época. El lenguaje se hace más recargado, la narración se acomoda al lenguaje escrito, al diario que un secretario escribe para la hija del rey de Francia, Madame Adelaide. A través de ese diario conocemos el Gremio de Chocolateros, como funcionaba, como se estructuraba y como se las gastaban. Paseamos por una Barcelona muy distinta de la que conocemos. Conocemos la historia de Mariana, una mujer que con todas la aptitudes para ser chocolatera le es negado por la sociedad en la que vive, y que debe abandonar.


Tres historias que podrían conformar tres novelas diferentes y que la autora consigue aunar en un mismo libro a través del hilo conductor del chocolate y un objeto que va sufriendo desperfectos con el paso del tiempo, una chocolatera de porcelana blanca salida de la fabrica de Sevres en Versalles, como regalo de Mme Adelaide a  Fernández, el mejor maestro chocolatero de Barcelona.

Personajes:

Nos encontramos ante una novela coral, cada parte tiene sus personajes principales y los accesorios, todos ellos bien dibujados, con matices, por insignificantes que creamos que puedan ser. 

De la primera parte si alguien me merece respeto y una compresión absoluta es Max, un hombre que ama a su mujer y perdona lo imperdonable, aún así es capaz de encarar con su amigo una cuestión que lleva coleando desde el momento en que se conocen. Para mí el final de ese primer acto es magistral y desde luego reivindica a Max como personaje. A pesar de que los tres vértices del triángulo tienen sus virtudes y sus defectos me quedo con el catedrático al que en un principio llegué a menospreciar, me dio una gran lección de humanidad y de humildad.

En la segunda parte los personajes se multiplican, tenemos una sociedad burguesa que tiende a la fiesta y al despilfarro, a la participación en actos sociales. Esta parte a pesar de ser interesante se me ha hecho en ocasiones un tanto pesada. Quizás porque aunque estoy familiarizada con los compositores clásicos, no lo estoy tanto con las operas, género que no es santo de mi devoción.

Me gustaría resaltar a dos mujeres y a un hombre:

Hortensia: la matriarca del clan Turull, una mujer capaz de darse por entero a la hija de una criada, salvarle la vida, y proporcionarle un futuro sin salir de su clase social, siempre en la sombra, sin querer nada a cambio, una mujer que termina sufriendo lo indecible con el comportamiento de su hija biológica.

Aurora: Al servicio de la niña de los Turull es su confidente y amiga, y sigue con ella después de casada. Cuando esta desaparece vuelve al servicio de Dña Hortensia y más tarde al del Dr Volpi. Es una mujer que conoce su lugar en la sociedad, que le cuesta salir de él, pero que lo consigue. Se convierte en la segunda dueña de la chocolatera por un error, y al final consigue devolverla a casa de los Sampons, de donde nunca debería haber salido.

Dr. Volpi: Un hombre tremendamente interesante, es el narrador de este segundo acto y sin embargo aparece en él bastante avanzado. Desde el primer momento me llegó al alma, y me conquistó de la misma manera que logro que Aurora aceptara su propuesta de matrimonio.

No menos numerosos son los personajes en la tercera parte, sin embargo yo solo voy a destacar uno, porque me gustan los personajes femeninos fuertes, que vencen las pruebas que le pone la vida, que son capaces de renacer una y más veces de las cenizas. Y ese personaje es Mariana.

Mariana es una mujer hecha a si misma, desde su nacimiento ha recibido golpes de la vida, sin embargo ha sabido ir sorteándolos unas veces sola y otras con la ayuda del padre Fideo. La conocemos luchando por llevar adelante sola el negocio de su marido que es maestro chocolatero y tropezando con las envidias del Gremio. Una historia de superación, que merece ser leída.

Ya había comentado al principio que no todos los actos me han atrapado por igual, el primero lo hizo por actual, y el último por ser verdaderamente interesante, a pesar de que el lenguaje es un poco artificioso, como podríamos esperar de un francés que escribe a la Corte y que imita a un escritor de comedias, la trama que se despliega ante el lector es tremendamente adictiva porque tiene todos los ingredientes para gustar, hay un misterio en torno a uno de los personajes, otro que se convierte en detective aficionado a la par que en salvador de una dama en apuros, y una historia atractiva, la de Mariana.

Ya habréis adivinado pues que el acto  que menos me ha atrapado y que menos me ha gustado ha sido el segundo. No es que la historia de los Turull y los Sampons no merezca la pena, si no que se me ha ralentizado demasiado, quizás la culpa la haya tenido la opera a la que no soy  nada aficionada.

Ya solo me queda recomendaros esta novela, seguro que te atrapará alguna de sus partes, si no todas, ya tengo preparado Habitaciones cerradas, me gustaría leerlo este verano, aunque el mes de julio me esta resultando muy complicado, mi horario de trabajo es un poco difícil para compaginarlo con el blog, aún así lo voy a intentar.

PD: no tengo ADSL a mi disposición, apenas consigo tener unas horas libres al día y no encuebtro la forma de publicar, aunque voy redactando las reseñas en borradores en word. Del mismo modo os leo por el móvil, pero no puedo comentar. Me iré asomando por vuestros blogs aunque no deje rastro...

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Feliz verano!!