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miércoles, 13 de noviembre de 2013

Dispara, yo ya estoy muerto. Julia Navarro

Me arrepentí de haber tenido tantos años en la estantería Dime quién soy, así que tan pronto llegó a mis manos comencé a leer la última novela de Julia Navarro, no quería que aparecieran reseñas que enfriaran mis ánimos lectores tal y como pasó con la anterior y con ello la relegaran al sueño de los justos en la estantería hasta que algún reto la rescatara o mi vergüenza ¿porque no?

Como he comentado alguna vez me interesa todo lo que tenga que ver con el conflicto árabe-israelí, y esta novela prometía moverse en su entorno, y lo que es más, dar luz sobre los orígenes del enfrentamiento, a mis ojos ya no podía ser más atractiva... pero me equivocaba, lo que iba a encontrar en esta historia ha superado todas mis expectativas, Julia Navarro me ha convencido, y se ha consagrado como una de mis escritoras favoritas, o mejor dicho se ha ratificado porque ya lo era.

A pesar de todo no es una novela que haya fluido entre mis manos, su tamaño conminaba a mantenerla en casa, así que las pocas horas de asueto y sofá se las dedicaba, y eso ha hecho que la haya arrastrado un mes y me he dado cuenta de que con ello no se ha hundido mi mundo, ni se ha parado mi blog, sobre todo porque tengo tantas reseñas retrasadas que ni se ha dado cuenta. En fin todo este rollo para deciros que voy a intentar perder el miedo a lo que yo llamo tochos y voy a intentar leer al menos uno al mes, y si lo arrastro para el siguiente supongo que el mundo seguirá girando.

La autor@:

Os he dejado las mismas pinceladas salvo algún matiz que en la reseña de Dime quién soy, en tan poco tiempo la autora no cambia tanto.

Julia Navarro nació en Madrid en 1953, es periodista y ha trabajado a lo largo de su carrera en prensa escrita, radio y televisión. Es autora de los libros de actualidad política Nosotros, la transición; Entre Felipe y Aznar; La izquierda que viene, y Señora presidenta.
Con su primera novela La hermandad de la Sábana Santa, obtuvo un espectacular éxito y alcanzó los primeros puestos de ventas tanto en España como en el extranjero. Con las siguientes La Biblia de barro, La sangre de los inocentes, confirmó su éxito de público y crítica y Dime quién soy la catapultó. Sus obras han vendido más de tres millones de ejemplares en todo el mundo y se han publicado en treinta países, entre ellos Italia, Alemania, Portugal, Rusia, Corea, Japón, China, Reino Unido o Estados Unidos.
Sus novelas han sido merecedoras de distintos galardones: Premio Qué Leer a la mejor novela española de 2004, VIII premio de los lectores de Crisol, premio Ciudad de Cartagena 2004, Premio Pluma de Plata de la Feria del Libro de Bilbao 2005, Premio Protagonistas de Literatura, Premio Más que Música de los Libros 2006.

Argumento

Considero que es una novela para descubrirla poco a poco, para ir sin ideas preconcebidas, dispuestos a disfrutar de la pluma de la autora y del ingenio que derrocha, por ese motivo voy a dejaros la nota que publica en la solapa, de la que poco vais a poder dilucidar si no os adentráis en sus páginas.

Hay momentos en la vida en los que la única manera de salvarse a uno mismo es muriendo o matando.

A finales del s. XIX, durante la última etapa zarista, los Zucker, perseguidos por su condición de judíos, tienen que abandonar Rusia huyendo del horror y de la sinrazón. A su llegada a la Tierra Prometida, Samuel Zucker adquiere las tierras de los Ziad,  una familia árabe encabezada por Ahmed. Entre él y Samuel nace un fuerte vínculo, una sólida amistad que, por encima de las diferencias religiosas y políticas, se mantiene generación tras generación.

Con las amenazas, la sed de venganza y muchas pasiones desatadas como telón de fondo, las vidas entrecruzadas de los Zucker y los Ziad conforman un mosaico de traiciones y sufrimientos, de amores posibles e imposibles, al tiempo que plasman la gran aventura de vivir y convivir en un territorio marcado por la intolerancia.

Intensa y conmovedora crónica de dos sagas familiares, la nueva y esperadísima novela de Julia Navarro nos adentra en las vidas de personas con nombres y apellidos, que luchan por alcanzar sus sueños y son responsables de su propio destino.

Impresiones

Julia Navarro ha vuelto  a enamorarme con su pluma y con una historia tan intensa como bien estructurada, con unos personajes cercanos y humanos, que en ocasiones parecen traspasar el papel y contarte en primera persona sus cuitas. Pero sobre todo ha sido capaz de abordar un conflicto como el árabe-israelí desde la neutralidad, dándole voz a las dos facciones en liza, sin tomar partido en ningún momento por ninguno de los dos bandos, y al mismo tiempo trazar temporalmente la línea en la que la brecha entre las dos comunidades fue agrandándose y sus posturas fueron convirtiéndose en irreconcilliables.

Un conflicto como el que aborda este libro, es complicado de explicar puesto que todos tenemos ya demasiadas ideas preconcebidas, mucho es lo que se ha abordado el tema en documentales televisivos, y ya comienza a cansar que sus posturas continúen tan enfrentadas como en 1948. Sin embargo pocos somos los que realmente conocemos como comenzaron los problemas entre las dos comunidades y porque no son capaces de llegar a un acuerdo, en el que ambos seguramente perderán y no están dispuestos a ello. Durante años no he entendido las políticas de asentamientos de los judíos en territorio árabe y no puedo decir que esta novela me lo haya aclarado, sin embargo si que a través de una historia muy bien estructurada o mejor dicho a través de dos historias que se entrelazan y entrecruzan, he sido capaz de adentrarme en los orígenes y he sido capaz de ir siguiendo el deterioro, y con ello he podido entender porque está en el punto en el que se encuentra.

La autora ha conseguido no tomar partido terminando la historia en 1948, a partir de ese momento solo se nos dan ligeras pinceladas, para poder cerrar la trama de una forma impactante, que me mantuvo con la boca abierta durante mucho rato y que convirtió esta novela en una de las mejores lecturas que he abordado este año, y eso que de candidatas no ando sobrada, porque he tenido bastante suerte al elegir los títulos.

Personajes:

No se si es lo más importante de la novela, pero si lo que a mi me ha llamado más poderosamente la atención. Nos encontramos ante una historia ambiciosa que recorre parte del s. XIX y también del s. XX, de la mano de dos familías,  una judía, que conocemos a través de uno de los miembros y de una árabe cuyo testimonio nos viene dado por el miembro de una ONG. La historia se nos cuenta desde el principio de la generación, o lo que es lo mismo desde los abuelos de  quienes nos la narran, por el lado de la familia Zucker es Ezequiel y por el lado de la familia árabe es Wädi. A ambos los veremos nacer, forjar su relación y sobre todo distanciarse.

Y quizás lo más impresionante es que en una novela de casi 900 páginas, la autora no haya repetido el nombre de ningún personaje, con ello ha hecho más sencilla la lectura, ya que yo he sido capaz de seguirla sin hacerme ni tan siquiera un árbol genealógico y eso es muy de agradecer. Al mismo tiempo destacar lo complicado que es crear tantos personajes, dibujados con guante blanco la mayoría y darles vida propia y caracteres en ocasiones contrapuestos.

En una historia de esta envergadura es casi imposible hablar de todos ellos por lo que destacaré aquellos que por una razón u otra hayan llamado más mi atención, y tengo que reconocer que la mayoría son mujeres, cuya fortaleza de carácter y física me han dejado en ocasiones sin palabras. Para mantener un poco el orden separaré por historias

Familia Zucker: Aquí voy a incluir a todos los miembros de la Huerta de la esperanza, ya que las tierras que labraban los Ziad fueron compradas por cuatro personas y crearon allí una especie de kibutz pero con características muy especiales.

Samuel: Con este personaje tuve sensaciones muy encontradas, ora empatizaba con él, ora no comprendía su comportamiento, era un volcán de sentimientos encontrados, que parece que solo al final de su vida hallaron cauce y tranquilidad. Con Samuel no comienza realmente la historia, porque cuando Ezequiel comienza a narrar este es apenas un niño que se ha quedado huérfano de madre. Isaac su padre intenta inculcarle amor por una religión que él ya ha repudiado y ve como algo malo. Para salvar la vida Samuel sale de Rusia y emprende viaje a Jerusalén, más por remordimientos por la muerte de su padre que por ganas de hacerlo, y allí comienza una nueva experiencia socialista con personas que no conocía hasta ese momento y  fragua amistad con un árabe que irá manteniendo generación tras generación.

Kassia: es una judía de Kiev, su fortaleza es tal que ningún hombre se atreve a cuestionar sus ordenes. Intenta adaptarse a la vida de la Huerta de la Esperanza y se afana en arrancarle a esa tierra tan desagradecida los frutos, nunca se queja y fragua amistad con Dina, una musulmana afable, que tiene tanto carácter como ella, pero que lo esconde por no avergonzar a su esposo. La evolución de Kassia quizás es la que más sorprende, porque va paralela al conflicto y se niega a aceptar que la política este dando al traste con tantos años de amistad.

Judith y Miriam: su peso en la historia es más bien escaso, sobre todo el de la primera, sin embargo las resalto porque son de origen Sefardí, sus raíces se anclan en España, concretamente en Toledo y mantienen la lengua que se hablaba en aquel entonces, además que siguen respetando costumbres y tradiciones propias de los sefardies y entre ellos comidas, para mi ha sido un placer. Miriam adquiere más peso al convertirse en la mujer de Samuel y la madre de Ezequiel.

Dalida: Es la hija de Samuel y Miriam, su historia comienza a coger algo de impulso cuando comienza la II Guerra Mundial y al encontrarse en Europa forma parte de la resistencia. Es una mujer tenaz, sin miedo aparente, que lucha por lo que cree justo y que tiene un final trágico, que tendrás que descubrir por ti mismo.

Sara: Es una superviviente de Auschwitz, un testimonio y un relato tan vivo, que llega a estremecer, su aparición en la historia es más bien escasa, pero lo suficientemente profunda para que merezca un sitio de honor.

Ezequiel: nuestro narrador, posiblemente no sea un personaje destacable, actúa como cualquier joven lo haría en su situación, con el corazón partido por enfrentarse a quién ha considerado sus amigos, pero con un fuerte sentimiento de patria que su padre no tenía.

Familía Ziad:

Ahmed: es el patriarca, un hombre reflexivo, poco amante de la violencia, muy juicioso que entabla una amistad sincera con Samuel a pesar de la diferencia de cultos religiosos, ambos piensan que no son diferentes y que pueden convivir. Les enseña a labrar la tierra y les ayuda a levantar su casa. El devenir de los acontecimientos le obligan a tomar una postura que no es precisamente la que el hubiera deseado.

Dina: es la esposa de Ahmed, una mujer respetuosa con las tradiciones y con su marido al que no avergonzará en ningún momento. A pesar de que le cuesta entender a Kassia y su comportamiento entre ambas mujeres se forja una amistad sin fisuras que mantendrán con tiras y aflojas hasta el final de sus días. La fortaleza de Dina se manifiesta conforme va avanzando la historia, y se muestra ante nuestros ojos de forma encantadora.

Mohammed: Es el hijo de Ahmed y Dina, es un muchacho impulsivo que venga todas las afrentas que se le comenten, mantiene con Samuel la misma amistad que su padre, pero el es consciente de que en algún momento la brecha será tan profunda que todo cambiará. Respetuoso con las tradiciones y con sus padres, se casa con Salma a pesar de estar enamorado de otra mujer.

Salma: Es la mujer de Mohammed, discreta y atenta con su marido, su suegra, y con todos los que a ella se acercan, una mujer que sabe que el corazón de su marido no le pertenece y aún así en ningún momento se lo reprocha.

Wädi: Es el hijo varón de Mohammed y Salma, un muchacho más parecido a su abuelo que a su padre, que poco a poco tendrá que virar sus convicciones para hacer frente a las vicisitudes de la guerra y la partición de su tierra.

Y lo dejo ahí porque personajes hay cientos, y todos ellos son atractivos por un motivo o por otro, quizás destacaría al otro narrador, a la Señora Miller, miembro de una ONG encargada de hacer un informe sobre las condiciones de los palestinos en los campos de refugiados. Una mujer con ideas preconcebidas que al conocer a Ezequiel se ven un poco tambaleadas, sin embargo, sus intenciones no son del todo loables...

Enclaves:

Y si personajes hay  muchisimos, también la historia se desarrolla en varios enclaves, unos más importantes que otros, pero todos de interés para el discurrir de la narración.

La historia comienza en Jerusalen en la época actual, con una Marian Miller dirigiéndose a casa de Ezequiel para hablar sobre asentamientos judíos, una mujer que de mala gana acepta esa entrevista porque realmente necesitaba hablar con el hijo.

Varios son los escenarios en los que se desarrolla esta acción:
Rusia: Los Zucker descienden de allí, de un pueblecito judío que es atacado por los hombres del zar, Isaac y Samuel logran salvar la vida porque se encontraban en ese momento en viaje de negocios. Incapaces de continuar la vida en el que hasta ese momento había sido su pueblo se trasladan a San Petersburgo, ciudad cosmopolita donde los judíos pueden vivir con permiso del zar, siempre y cuando no se signifiquen
Paris: Será el destino elegido por Samuel cuando tenga que huir de San Petersburgo para salvar su vida. Su madre era parisina y su contacto con la capital francesa ha sido continuo. Allí se refugia en los cuidados de Marie a quien le confía a Irina y Mijail que han escapado con él de las garras de la Ojrana.
A pesar de no ser el destino final de Samuel allí vuelve siempre que alguna de las mujeres reclama su presencia, y allí terminará afincando su residencia.
Jerusalén: Tras su paso por París, Samuel decide hacer realidad el sueño de su padre, y viaja a Jerusalén, allí comienza una vida llena de privaciones, compartida con otros judíos rusos, y lleva a cabo su idea del socialismo, entabla amistad con Ahmed y es feliz, aunque no siente que pertenezca a ningún sitio en especial.

Tel Aviv: ciudad enteramente judía en la Palestina de entonces, allí se instala finalmente Mijail.

Londres: ciudad en la que se instalan Konstantin, Vera, y Katia, amigos de la infancia de Samuel, que al final también tienen que dejar Rusia. Allí viaja Ezequiel en busca de pistas sobre el paradero de su padre.

Auschwitz: Parte del libro, se desarrolla en aquellos campos, de mano de Sara una superviviente, y más tarde lo visitan Ezequiel y Gustav.

Toledo: Samuel efectúa un viaje a los orígenes de su mujer Miriam.

Muchos enclaves diferentes que se van sucediendo a la par que los hechos históricos reales presentes en esta novela.

Un retazo de historia

Si algo me asombra de Julia Navarro es la ingente cantidad de documentación que maneja y que va introduciendo en la novela sin que en ningún momento llegue a abrumar al lector, porque está totalmente integrada.

A través de su pluma viajamos por la Rusia zarista, los pogromos judíos, las reuniones clandestinas bolcheviques, la represión zarista, la caída de los zares y la instauración del bolchevismo, aunque esto último con pinceladas muy ligeras.

También a vuelo de pájaro pasaremos por la I Guerra Mundial y las consecuencias que de ello se derivaron, en Palestina, la caída del Imperio Otomano, que supone el comienzo de las desavenencias entre judíos y musulmanes.

La II Guerra Mundial adquiere mucho  más protagonismo, musulmanes y judíos apuestan por distintos bandos en lucha, aunque los musulmanes no están unidos a la hora de elegir bando, como las consecuencias de esta guerra son más importantes la autora le dedica mucho más énfasis, y la aborda tanto en Palestina como en Europa, de la mano de los personajes que nos acompañan durante buena parte de la narración.

Con la victoria de los aliados llega la partición de Palestina, 1948 es el punto donde las posturas de ara bes y judíos se convierten en irreconcilliables, puede que ninguna de las dos facciones este de acuerdo con la partición, sin embargo los judíos la aceptan y los musulmanes no...

Con la partición la novela comienza a languidecer, la autora deja de darnos datos tan concisos, a partir de ese momento ligeras pinceladas de la mano de Ezequiel que se niega a dar por terminada la historia nos llevan a conocer la guerra de los seis días y atentados de uno y otro lado, las intifadas, los fedayines... Y una amistad que sigue latiendo aunque hay muchas cosas que no pueden perdonarse, y posturas enfrentadas que no pueden reconciliarse.

Y como broche para esta novela que ante todo es redonda, un final de lujo que impacta, que te descoloca y que te hace ver la historia desde otro prisma y sobre todo te permite constatar que hay formas de ser, y de ver la vida que se heredan.

Julia Navarro consciente de lo larga que es la novela y de la cantidad de datos que nos aporta crea al final de la novela un  glosario en el que nos explica algunos términos que puede que no conozcamos y también algunos acontecimientos históricos que ella resalta como interesantes en el devenir de la acción, como el caso Dreifus o la Declaración de Balfour.

Como en su anterior novela no todos los personajes son de ficción, algunos realmente existieron y supongo que algo habrá ficcionado para poder integrarlos con normalidad en la historia, pero al final también nos ofrece alguna pincelada de estos personajes históricos. Me ha gustado que haya tenido con los lectores ese gesto, puesto que no todos estamos puestos en historia, y en el caso de conocer el periodo en el que se desarrolla puede que algo se nos escape.

Conclusión

Si has sido capaz de llegar hasta aquí, habrás comprobado que la novela ha hecho mis delicias y de paso me ha hecho perder el miedo a afrontar un libro largo con el escaso tiempo del que dispongo, ya que el mundo no se ha parado porque yo haya arrastrado durante un mes un libro, y tampoco ha pasado nada por no llegar a tiempo a una iniciativa, creo que necesitaba una lección de esta categoría.

Por otro lado nos encontramos ante una novela en la que se entrelazan dos historias, dos formas de ver un mismo hecho, que nos permite ser imparciales, o al menos conocer las dos versiones, la vida de los Zucker y de los Ziad se enlazan y entrecruzan, ambos tienen una forma de ver los hechos y de vivirlos, pero entre ellos hubo una amistad sincera que las circunstancias menoscabaron, pero no pudieron romper, para poder entender estas afirmaciones tendréis que bucear en la novela, adentraros en sus páginas y embeberos de la belleza de la narración.

Nos encontramos ante una novela coral, con un gran cantidad de personajes y que sin embargo no es dificil de seguir gracias a la  deferencia de la autora de no repetir ningún nombre, imagino que el esfuerzo habrá sido grande pero ha valido la pena porque es un punto a favor de la obra.

Llegados a este punto solo me queda recomendárosla, que no os abrumen sus páginas porque van fluyendo sin apenas daros cuenta, a pesar de los capítulos que para mi gusto son demasiado largos.




lunes, 29 de julio de 2013

Dime quien soy. Julia Navarro

Cuando un libro ha pasado mucho tiempo en mi estantería, con el agravante de ser un préstamo, y lo disfruto tanto pienso porque he demorado tanto su lectura. En contra de esta novela jugaron varias cosas. La principal es que llegó en un momento en que no disponía de casi tiempo, estudiar unas oposiciones que se creen inminentes ocupa casi las 24 horas del día, pero hoy seguimos esperando a que se convoquen y con el panorama que tenemos ya podemos esperar sentados, más que nada para no cansarnos, porque después de más de dos años, sigo estudiando pero a otro ritmo.

También influyó su volumen, 1097 páginas es como para pensárselo, de haberla cogido de inmediato hubiera tardado como un año entero en leerlo y estoy segura que no hubiera disfrutado ni la mitad, porque me sentiría frustrada de no poder leer cuando me apeteciera. Y por último las críticas que leía en la blogosfera, que por aquella época eran más bien malillas, dejando a la novela a la altura del betún en muchas ocasiones, de ahí que se la haya querido devolver en infinidad de ocasiones a su propietaria quién insistía que como ya la había leído no tenía prisa por recuperarla, pero que la leyera porque merecía la pena.

Pasaban los años y la novela continuaba en la estantería con la consiguiente vergüenza por mi parte, debo reconocer que su dueña jamás me preguntó por ella, ni si la había leído, ni siquiera si la había comenzado, para no meterme presión supongo. Así que un buen día me dije, este año tienes que empezar a sacar libros de la estantería, que los hay con más de diez años de antigüedad, ¡¡¡no te da vergüenza!!!, y así nació el reto 12 meses, 12 libros. Cómo bien pensaba, el verano iba a ser mi gran aliado, solo tengo Internet unas horas y luego toda la tarde libre, y cuando el calor aprieta lo mejor es buscar una buena sombra, una tumbona y un buen libro. 

El tamaño de esta historia no invitaba a sacarla de casa, no quería convertir mis bíceps en algo escandaloso, ni cargar mi hombro con semejante peso. Así que después de comer, me sentaba en la mecedora y daba rienda suelta a la lectura, coincidió que me lastimé un pie y estuve una semana en reposo y por lo tanto las páginas se iban deslizando entre mis dedos sin que me diera casi cuenta, y en cinco días llegué al final, ni en mis sueños más optimistas había previsto tardar tan poco tiempo.

Sea porque había leído muchas reseñas, y unas ponían bien a la novela y otras a caldo, mis expectativas no estaban tan altas como cuando pedí que me la prestaran. Julia Navarro me enamoró con La Hermandad de la sabana blanca, se reafirmó con La biblia de barro y se convirtió en una de mis autoras de cabecera con La sangre de los inocentes, de ahí que me apeteciera tanto Dime quién soy, y después de disfrutar esta ya esté esperando como agua de mayo, Dispara, yo ya estoy muerto que supuestamente saldrá en septiembre bajo el sello de Plaza &Janés.

Cómo intuiréis de estas líneas la novela ha hecho mis delicias, he disfrutado cada línea, he empatizado con su protagonista Amelia Garayoa, aunque yo no hubiera actuado igual que ella, o eso creo, me lo he pasado como una enana con el recorrido que la autora hace por la historia del s XX y con las idas y venidas de Guillermo que bien podría ser mi alter ego en esta novela, porque me he sentido completamente identificada con muchas de sus reflexiones e incluso yo también hubiera aceptado la investigación y hubiera proseguido con ella cuando todo se me ponía cuesta arriba.

La autor@


Julia Navarro nació en Madrid en 1953, es periodista y ha trabajado a lo largo de su carrera en prensa escrita, radio y televisión. Es autora de los libros de actualidad política Nosotros, la transición; Entre Felipe y Aznar; La izquierda que viene, y Señora presidenta.

Con su primera novela La hermandad de la Sábana Santa, obtuvo un espectacular éxito y alcanzó los primeros puestos de ventas tanto en España como en el extranjero. Con las siguientes La Biblia de barro y La sangre de los inocentes, confirmó su éxito de público y crítica. Sus obras han vendido más de tres millones de ejemplares en todo el mundo y se han publicado en treinta países, entre ellos Italia, Alemania, Portugal, Rusia, Corea, Japón, China, Reino Unido o Estados Unidos.

Sus novelas han sido merecedoras de distintos galardones: Premio Qué Leer a la mejor novela española de 2004, VIII premio de los lectores de Crisol, premio Ciudad de Cartagena 2004, Premio Pluma de Plata de la Feria del Libro de Bilbao 2005, Premio Protagonistas de Literatura, Premio Más que Música de los Libros 2006.

Argumento


Guillermo, un periodista en paro recibe la propuesta de investigar la vida de su bisabuela, Amelia Garayoa, una mujer de la que sólo se sabe que huyó abandonando  a su marido y a su hijo poco antes de que estallara la guerra civil española. Para rescatarla del olvido debería reconstruir su historia desde los cimientos encajando, una a una, todas las piezas del inmenso y extraordinario puzle de su vida.

Marcada por cuatro hombres que la cambiarán para siempre; el empresario Santiago Carranza, el revolucionario francés Pierre Comte, el periodista estadounidense Albert James y el aristócrata, médico militar vinculado al nazismo Max Von Schuman; la historia de Amelia es la de una antiheroína presa de  sus propias contradicciones que cometerá errores que no terminará nunca de pagar y que acabará sufriendo, en carne propia, el azote despiadado tanto del nazismo como de la dictadura soviética.

Burguesa y revolucionaria, esposa y amante, espía y asesina, protagonizará junto a una extensa galeria de personajes inolvidables la aventura de vivir intensamente todo un siglo, desde la España republicana hasta la caída del Muro de Berlín, pasando por la Segunda Guerra Mundial y los oscuros años de la Guerra Fría. Madrid, Barcelona, París, Moscú, Berlín, Londres, Varsovia, Buenos Aires, o México son algunos de los escenarios de esta gran obra vertebrada entorno a los totalitarismos de nuestra historia reciente.

Como podréis comprobar he ulilizado al sinopsis de la editorial, en este caso Circulo de lectores, una novela tan extensa, con tantos personajes y tantos escenarios es  un poco complicado de resumir sin dar claves o pistas innecesarias, pocas veces las sinopsis que facilitan las editoriales me convencen pero esta, sinceramente me parece que resume bastante bien que podemos encontrar en este libro, sin exponer demasiado de la obra, aunque yo hubiera obviado alguna pista, eso sí supongo que es más un gancho que ganas de desvelar el contenido.

Impresiones


Como he confesado no esperaba que esta novela durara tan poco en mis manos, pero ha resultado ser muy adictiva, en algunos momentos incluso trepidante, por cuanto ha vivido Amelia, y en otros más reposada, porque la vida de esta mujer es de película, una vida llena de riesgos, de amores y traiciones, de culpa y de principios inquebrantables. Una mujer que siente que ha cometido un error y que lo ha pagado con creces, con una vida llena de dolor, de sufrimiento.

Ante todo nos encontramos con una novela muy difícil de encuadrar dentro de ningún género, podríamos calificarla de histórica y de hecho hace un recorrido por la historia del s. XX muy bien documentado a través de la investigación que Guillermo hace de la vida de su bisabuela, un recorrido que comienza con la II República española, pasa por la I Guerra Mundial, la revolución rusa, la II Guerra Mundial, la Guerra Fría y la caída del Muro de Berlín que supone la liberación de Amelia Garayoa.

Pero al mismo tiempo se podría considerar una novela negra, y si ese termino parece demasiado fuerte al menos criminal, por cuanto Amelia nos sorprenderá a cada paso que de Guillermo en esa investigación, su participación en las contiendas bélicas es de todo menos inocente. Amelia participa activamente como espía y cuando la situación lo requiere y siguiendo sus principios con la resistencia local a los nazis en el país en el que se encuentre. Amelía demostrará ser una agente muy valiosa, primero sin ella saberlo, luego teniendo conciencia de ello, la española fue una mujer singular, de apariencia frágil y etérea, pero con una fuerza de hierro y una voluntad inquebrantable que la llevaron a sufrir un dolor insoportable que ella siempre creyó merecer y que aguantó con valentía. En su cometido no dudó en apretar el gatillo e incluso detonadores convirtiéndose también en una asesina.

Y por si no tuviéramos bastante con dos géneros también encontramos diversas historias de amor, por que Amelia fue una mujer adelantada a su tiempo, una mujer que no llegó al matrimonio por amor, si no por salvar de la bancarrota a su familia, pero no dudó en ponerse el mundo por montera y seguir al que ella creía el amor de su vida, Pierre un comunista francés, para ello tuvo que abandonar a su marido y a su hijo, la historia que vivió con Pierre en un principio fue preciosa, pero no fue el único hombre de su vida, también Albert  un periodista estadounidense con raíces inglesas, vivió un romance con la bella espía basado más en la necesidad de protección por parte de Amelia que en el enamoramiento. El último hombre de su vida sería un aristócrata médico militar del III Reich, a quién arruinó la vida, y a quién se dedicó en cuerpo y alma, a pesar de que la llama del amor ya se había apagado por parte de los dos. ¿La podríamos calificar de romántica? Sin duda, yo creo que sería excesivo, pero su que el amor es un gran acicate en la vida de Amelia y se mueve hacia un lado o hacia otro en aras a este gran sentimiento. Sin embargo el amor más grande lo siente por su hijo Javier, a quién abandonó de niño por no sentirse una buena madre y a quien nunca dejó de querer.

Por ello pienso que es una novela que puede gustar a muchos públicos, porque toca tantos palos que puede ser atractiva para muchos lectores. A mi me ha atrapado por todas partes, pensaba que una novela tan larga podría hacerseme pesada, que seguro tendría muchas páginas de sobra, sin embargo una vez terminada, considero que tiene las que justas, porque una vida tan convulsa, e intensa no se puede narrar en menos espacio.

La novela se divide en seis partes, y cada una de ellas lleva un nombre de varón, Gillermo, Santiago, Pierre, Albert, Max y  Friedrich.

Guillermo: Es el periodista que lleva a cabo la investigación, primero por encargo de su tía Marta, la hermana de su madre que mueve los hilos de la familia y a quien Guillermo le tiene poca estima. El encargo consiste en averiguar que fue  de su bisabuela de la que nada saben en la familia salvo que abandonó  a su hijo cuando era un bebé. Y el reto es complicado porque el abuelo cambió su segundo apellido. Guillermo comenzará a tirar hilos, y conseguirá averiguar el nombre de su bisabuela e incluso conocerá a parte de su familia, y eso sucede tan rápido que te lleva a pensar que para que la autora necesita más de mil páginas para contarte la vida de Amelia.

Que equivocada estaba, esos primeros pasos sobre ser complicados fueron los más fáciles de dar. Al localizar a parte de la familia de Amelia la historia da un vuelco. Las ancianas se avienen a colaborar pero con condiciones, ellas verán el resultado antes que nadie y decidirán si puede o no entregarlo a la familia, Guillermo sabe que las necesita así que acepta. Cuando tía Marta deja de financiar la investigación recogen el testigo las ancianas, pero tendrá que hacerse paso a paso, sin saltos en el tiempo y la vida de Guillermo se convertirá en un constante ir y venir.

Parte de la historia de Amelia la conoceremos a través de dos diarios, que guardaba su prima Laura, conoceremos el carácter despierto de la vasca, su ideología política, sus deseos, sus penas y sus glorias, comprendemos porque Amelia da el paso que da y que lo aboca a ello. También contribuirá a reconstruir esos primeros años Edurne el ama de cría de Amelia que sigue viviendo con la familia. Esos años son los más fáciles de reconstruir porque los conoce la familia y va guiando a Guillermo.

Santiago: Fue el marido de de Amelia, un hombre que la amó con la misma fuerza e intensidad que terminó odiándola. Un hombre que se casó con ella completamente enamorado y que por ella se avino a ayudar a su familia política que se encontraba en la ruina por un negocio fracasado en la Alemania nazi. Un hombre que no supo ni quiso poner freno a las inquietudes de Amelia y que no se dio cuenta de que la estaba perdiendo hasta que fue demasiado tarde. Santiago fue un empresario un tanto peculiar que solía desaparecer sin decirle nada a nadie, y Amelia no fue capaz de superarlo. En aquella época ambos se movían en el mismo ambiente eran partidarios de la República, pero Amelia fue virando hacia el socialismo primero y hacía el comunismo más tarde de la mano de Lola, una mujer que siempre la vio como una rival y nunca como una compañera.

La soledad de Amelia y las ideas revolucionarias, unidas a una maternidad que no sabía llevar por su extrema juventud le hicieron enamorarse de un revolucionario comunista francés, en unos años en que España vivía la República pero esta generaba oposiciones tan fuertes que poco a poco degenerarían en la Guerra Civil, pero Amelía ya no estaría en Madrid, y el hombre de su vida sería otro, Pierre.

Pierre: Un revolucionario comunista, atractivo y con un don de gentes espectacular. Más que enamorarse de Amelia vio las posibilidades que esta le ofrecía. Venció su reticencia a abandonar a su hijo, con la falsa promesa de que volverían a por él una vez hubiera triunfado la revolución comunista. Amelia se dejó engañar, aunque luego se arrepintió en muchas ocasiones. Con Pierre se trasladó a París donde le sirvió de tapadera para sus actividades, sin embargo cuando el papel de Amelía fue más importante fue cuando se trasladoron a Buenos Aires y posteriormente a México. Con se convirtió en agente ciego, y sufrió su primera traición, desilusión y desamor. Con el conoció un nuevo mundo, maduró se abrió paso a la vida, y supo venirse arriba por primera vez. Con Pierre viajó a Moscú y aprendió ruso, y también sufrió por su suerte, aunque fue más amable que la de Pierre.

Albert: A pesar del desamor y la traición sufrida, Amelia se mantuvo al lado de Pierre hasta el final, y Albert vino a recoger lo que quedaba de ella, le unió al norteamericano la necesidad de sentirse protegida y amada, pero en ella se había secado la llama del amor, o al menos eso creía. Con él se estableció en Londres, con Hitler en el poder se convirtió en espía de los aliados a pesar de la oposición de Albert un periodista cuya objetividad le hacía mantenerse neutral.

Al final la guerra separó a la pareja, eso y la imposibilidad de Amelia de amarle como él se merecía aunque sus caminos se cruzarían en infinidad de ocasiones.

Max: Aristócrata alemán, médico del éjercito del III Reich, opositor a Hitler pero incapaz de traicionar a su patria. Amelía conoció a Max en México, y se enamoró de él, pero la integridad del barón que estaba prometido impidió que disfrutaran del su amor, hasta que se reencontraron en Alemania años más tarde y el matrimonio de Max se había convertido en una farsa. Max confió plenamente en Amelia y esta aunque seguía siendo una espía jamás sintió que estuviera traicionandola. A su lado vivió episodios amargos en Varsovia y posteriormente en Dachau, sin embargo en ambas ocasiones Max consiguió sacarla del infierno para volver a él  durante años, al cuidado de un hombre amargado, y acabado.

Con Max la vida de Amelia dio vuelcos en muchas ocasiones, tuvo tiempo de echar de menos a su hijo y de volcar todo su cariño en el de Max, vivió episodios convulsos, amó con desesperación a un hombre que debería haber odiado por cuanto representaba, se arriesgó y sufrió, se radicalizó y se convirtió en asesina para proteger a los suyos y una vez más sucumbió al espionaje, para hacer frente a una causa que ella creía justa, en aquel entonces fue la necesidad y el hambre de un niño que no era suyo, pero que ella sentía como tal la que la aboco de nuevo a jugar con fuego y  ponerse de nuevo en la boca del lobo.

La vida la llevó a Egipto, donde de nuevo demostró sus dotes de espía dejando al lector con la boca abierta y Guillermo con el veneno de la investigación en la sangre. De vuelta a Alemania no pudo parar, sin embargo lo mantenía en secreto y siempre intentó mantener a salvo a Max y a Friedrich.

Friedrich: es el hijo de Max. La adoró tanto como llegó un día a odiarla, motivos no le faltaban, pero tendrás que averiguarlo tú. Se acerca el final del libro cuando Fiedrich toma las riendas de la narración. La Guerra ha terminado, la situación en Alemania no es la más idónea, se pasa hambre, comienza la Guerra Fria, hay agentes dobles por todas partes, reaparecen en la vida de Amelia personajes del pasado, algunos que no querría recordar pero que le serán útiles. Se levanta el Muro de Berlin a escasos metros de su casa y Amelia vuelve a arriesgarse, Albert de nuevo es el artífice. La narración se hace más emotiva, Fiedrich la recuerda con mucha emoción contenida y lamenta no saber donde esta su tumba para poder visitarla.

La vida de Max extinta desde hace años, expira la misma noche de la caída del muro de Berlín, me ha gustado la metáfora que utiliza la autora, puesto que supone la liberación de Amelia y también el final de los hilos que tirar. La pista de Amelia se pierde en 1989 cuando ayuda a derribar el muro y desparece entre las brumas de la ciudad.

Guillermo siente que ha fracasado, al no poder seguir más su pista, los papeles todavía estan clasificados, sin embargo todavía le aguardan sorpresas. Un final redondo para una novela que te deja sin aliento en muchas ocasiones, que es tierna y dura a la vez, que supone un pedazo de historia a través de la vida de una mujer adelantada para su tiempo, que supo asumir riesgos, que se equivocó en infinidad de ocasiones y lo sufrió en sus carnes, a la que la culpa le corroió las entrañas en más de una ocasiones, y que sin embargo siempre actuó movida por unos principios que siempre creyó validos.

Amelia Garayoa fue una mujer valiente, aunque en un principio algo ingenua, una mujer que siempre creyó tener un lugar en la vida, que sacrificó a su hijo por amor y un ideal, aunque siempre intentó recuperarlo topándose con el muro de la incomprensión de Santiago. Cuando se dio cuenta que jamás recuperaría a su hijo Amelía se dedicó a vivir peligrosamente a combatir todo aquello con lo que había soñado. Combatió a Franco, a Hitler, a Mussolini y  a Stalin, su apariencia la de una mujer frágil a la que todos infravaloraban y que era capaz de matar para sobrevivir. Su vida fue una autentica tragedia, desde principio a fin, una vida sin duda apasionante que la llevo por medio mundo, y también la obligó a sufrir vejaciones, maltratos y torturas, que ella soportó sin delatar a nadie.

En ese recorrido por la historia del siglo XX encontraremos personajes reales que le dan mayor veracidad a la historia, como pueden ser Franco, Hitler, Stalin, Mussolini, Carla Alessandrini, Churchill, Paul James, y otros de ficción para dar cobertura a la historia.

Son muchos los personajes que desfilan por esta novela, todos ellos dibujados con cariño y guante blanco, la mayoría con un peso especifico que ayudan a retratar la realidad política y social del momento y del espacio en el que se desarrolla la acción. Guillermo sigue la pista de su bisabuela desde Madrid a Barcelona, de allí a Francia, Argentina, Rusia, Polonia, Londres, Roma, Jerusalén, y a cada paso que da la vida de su abuela le parece más una caja de sorpresas.

Una vida tan intensa contada por varios personajes que estuvieron presentes en su devenir presenta lagunas, que la autora ha sabido sortear de forma hábil recurriendo a figuras como es fácil imaginar lo que allí sucedió, o de lo que hablaron aquella noche... papeles desclasificados que se ponen al servicio del investigador a través de la narración de un archivero... En ningún momento sentimos que nadie esta rellenando vacíos, aparece alguna carta, algún papel o alguien que la conoció y coincidió con ella, o alguna investigación que de soslayo la trata.

La novela me ha apasionado tanto en la forma en que esta contada porque hay trabajo de investigación por parte de la autora impresionante que apenas se nota a lo largo de la narración porque se ha mimetizado en la historia, como los personajes que ha creado, la mezcla entre novela histórica, de espías y romance. Y como no  la forma de abordar esta novela, dándole el protagonismo a un periodista, profesión que ella conoce con profundidad por ser la suya, y también la forma en la que le hace abordar la investigación, sin dar saltos en el tiempo, para no obligarle a reconstruir nada después, obligándole a ser objetivo.

De todas las novelas de Julia Navarro, esta me parece la más madura y también la más arriesgada por cuanto es una novela de muy largo recorrido y mantener la atención y la expectación del lector en todo momento era complicado, sin embargo me parece que ha superado su reto y ahora le viene otro mucho más ingente, mantener el listón en su próxima novela que verá la luz en septiembre.

Conclusión


Quizás el verano a pesar de que el tiempo invite a la vida social, sea el mejor periodo para adentrarse en esta novela, por cuanto las horas centrales del día en el que el calor aprieta aconsejan mantenerse a la sombra y nada mejor que un libro y una buena bebida refrescante para combatir los rigores veraniegos. Esta novela a pesar de su extensión se va diluyendose ante nuestros ojos, avanza rápidamente gracias a la forma de narrar de la autora y a los acontecimientos.

Si te apetece un recorrido por la historia del s. XX ameno y lleno de acción sin duda esta es tu novela, no te asuste por su extensión y dale una oportunidad y ya me contarás tus impresiones, seguro que no te es indiferente, además te invita a viajar por medio mundo, tanto en el pasado como en el presente y con tanto recorte muchos no dispondremos de más oportunidades para viajar.


Retos

12 meses, 12 libros

De la A a la Z: N

25 libros de misterio y suspense

reto de caminos: negra y criminal, 10/10 . Circulo de lectores, 2010

25 españoles

lunes, 15 de julio de 2013

Perdida en...



Cuando un libro duerme el sueño de los justos en mi biblioteca, y cuando lo cojo me atrapa y llena mis ratos de ocio de luz, me pregunto porque he tardado tanto en darle una oportunidad. He reconocido en muchas ocasiones que mis ejemplares adolecen del mal del olvido, los compro con mucha ilusión, pero siempre he sido compradora compulsiva, con lo cual he ido acumulando con los años muchisimos libros, tantos como doscientos, libros que me apetecían mucho en su momento y que fueron desplazados por novedades.

Pero no os equivoquéis no es que mi presupuesto para lecturas fuera muy amplio no, sino que  servidora se movía entre prestamos bibliotecarios y de amigos, y claro daba prioridad a estos sobre los suyos. Me daba tanta vergüenza ver que tenía tanto acumulado, que propuse a principios de año un reto, 12 meses, 12 libros, y aunque las lecturas las llevo más o menos bien, las reseñas brillan por su ausencia, porque hasta hoy solo he publicado la de un libro, un poquillo retrasada voy, pero me pondré las pilas.

En especial un libro tuvo la culpa de ese reto que lancé a la blogosfera con una buena respuesta por vuestra parte, hay quien lleva el reto mejor que yo misma, y es el que me ocupa esta semana, aunque no creo que lo finalice pronto a pesar del buen ritmo que llevo. Sus más de 1000 páginas y el momento en el que llegó a mi, me hicieron postergar su lectura a pesar de ser un préstamo y ni siquiera era de un amigo mío. El libro ha dormido en la estantería de mi habitación más de dos largos años, y es que en aquel momento yo estaba preparando unas oposiciones que se preveían inminentes y se han alargado tanto en el tiempo que empiezo a dudar que se convoquen algún día. Se que no es excusa para retener tanto un libro que ni siquiera me pertenece, pero así ha sucedido.

Sin más preámbulos paso a presentaros un libro que me ha enganchado, que en tres días ha hecho que las horas resbalaran sin que me diera cuenta y me zampara más de 300 de las 1097 que tiene.

 
Título: Dime quién soy

Autor@: Julia Navarro

Editorial: Circulo de lectores

Nº Pág: 1097


Así comienza...


_ Eres un fracasado.
_ Soy una persona decente.

Mi tía levantó la vista del folio que tenía en las manos. Lo había estado leyendo como si el contenido del escrito fuera una novedad para ella. Pero no lo era. En aquel currículo estaba resumida mi breve y desastrosa vida profesional.

Me miró con curiosidad y siguió leyendo, aunque yo sabía que no había mucho más que leer. Me había llamado fracasado no con ánimo de ofenderme, sino como quien afirma algo evidente.



La historia ha conseguido atraparme, como ya me avisó Kayena que insistió en que no demorara más esta lectura, se lee rápido a pesar de sus muchas páginas, me esta entusiasmando la historia de Amelia Garayoa, una mujer adelantada para su tiempo, espero terminarla pronto y no tardar en contaros mis impresiones, que bastante tiempo la he tenido ya durmiendo.

lunes, 22 de marzo de 2010

Nuevo libro de Julia Navarro


No, no he leído todavía Dime quien soy, ni siquiera lo tengo en la estantería, aunque supongo que mi hermana no tardara en encargarlo al circulo de lectores. Desde hace años soy seguidora de esta periodista madrileña, puedo decir que he leído las tres novelas anteriores y que aunque no me he decido todavía con sus libros de actualidad política, la he visto madurar historia a historia.


Hace unos años cayó en mis manos La hermandad de la sabana blanca, me cautivó con su forma de contar las cosas, con ese viaje a través del pasado hasta el presente, el tema de los templarios me apasiona, también la novela de intriga y suspense y tengo que reconocer que disfrute como una niña con una novela en la que Julia Navarro era más periodista que novelista, se notaba que era su primera historia. Supe que seguiría leyendo lo que publicara porque su estilo narrativo me enganchaba a las páginas del libro y no era capaz de soltarlo, recuerdo en aquellos días a mi madre refunfuñando porque comía incluso con el libro en la mano.


No mucho tiempo después leí su segunda novela La biblia de barro, parecía que esta mujer acertaba con todos los temas que me interesaban y todas las culturas que me atraían, y sobre todo con el tipo de libros en los que me apasionaba sumergirme, en las novelas historicas con su toque de suspense e intriga y esta vez se metía de lleno en el tema de la arqueología, y en un viaje por Oriente Medio, me fascina Egipto y había fragmentos ambientados en la tierra de los faraones, las ambientaciones históricas también me llamaban poderosamente la atención. Le noté más soltura en esta novela, pero todavía seguía siendo una periodista con muchos datos en su poder y unas ganas tremendas por incorporarlos todos como si de un gran reportage sobre esa parte del pasado se tratara, sin embargo la evolución era notable.


En su tercera novela La sangre de los inocentes, terminó por ganarse una ferviente admiradora, de nuevo había tocado mi fibra sensible, los fanatismos religiosos, estaba en boga el terrorismo islámico, la sociedad había sido sacudida en sus cimientos con atentados tan fuertes con los del 11-S en Nueva York y posteriormente el 11-M en Madrid, uso este ejemplo por que nos pilla mas cerca a nosotros, sin embargo no fueron los únicos, en ese contexto, el libro sacudió todos mis resortes, casi lo devoré, encontré una historia mejor hilvanada, más novelada, para mi la autora se consagró como novelista y se hizo un hueco en la literatura española con esta obra. El recorrido por el pasado hasta el presente se repite, toca un tema que me apasiona el de los catáros, ambienta parte de su novela en Granada, expone el problema al que se enfrentan muchos musulmanes en occidente, sobre todo si son mujeres y pretenden occidentalizarse, sufrí mucho con uno de los personajes secundarios y la suerte que corre, como habréis podido adivinar es una mujer musulmana, hermana de un fanático islamista. Me conmocionó la forma en que captan a la gente para su causa, e incluso que se valieran de occidentales para sus fines. Un argumento que después de tanto tiempo todavía permanece en mi mente, las impresiones sobre la obra son tan frescas como el día en que termine de leerlo, y nunca he dejado de recomendarlo.


Desde hace unos días tiene nuevo libro en el mercado Dime quien soy y de nuevo ha tocado un tema que me interesa, la segunda república, española, la guerra civil, la II guerra mundial, como no lo he leído no puedo opinar sobre el libro, pero si estoy segura de que haré una reseña completa tan pronto como lo haya leído. Aunque de momento no tiene ni fecha de comienzo.


Para mi una autora a tener en cuenta en el panorama literario español, me gusta su forma de ambientar, sus recorridos históricos, sus misterios que te llevan a recorrer medio mundo y distintas épocas, la fuerza de sus personajes... un poco todo. Incluso puede que me atreva con sus libros de actualidad política, al fin y al cabo yo también fui periodista en ese campo, un poco aburrido la verdad, lleno de dimes y diretes, pero ella lo que hace son analisis de la actualidad política actualmente en diferentes medios. Escribe una columna en la revista Tiempo, hace muchos años que ni siquiera la hojeo, pero recuerdo que en mis tiempos de estudiante siempre tenía un ejemplar a mano. A todos aquellos que se muestren reticientes a leer libros escritos por periodistas, porque parece que hoy todo el mundo se atreve a escribir una novela, decir que merece la pena perderse por las páginas de los libros de esta mujer, desde la primera obra, hasta la penúltima, dejo fuera esta última publicación, aunque seguro que es tan absorbente y emocionante como sus anteriores libros.