Leí esta novela el año pasado, ya había casi declinado el reseñarla, ya no tanto por no tener frescas las impresiones, que las apunto nada más terminar la lectura, si no por el tiempo pasado desde la publicación de la novela. Sin embargo el otro día en twitter vi que ya iban, si no recuerdo mal por la segunda edición en formato bolsillo, y me dije, si todavía es una novela que la gente compra, ¿porqué no animar a quién pueda tener dudas?
Así que cogí mi libreta, releí mis impresiones, para refrescarlas volví al libro, y leí al azar unos cuantos capítulos, y me puse ante la pantalla del ordenador dispuesta a contaros mis impresiones sobre una novela que me cautivó por varios motivos, primero por sus protagonistas, una joven y una anciana, que a pesar de lo que pudiera parecer, tenían mucho en común y su encuentro podía ser beneficioso para ambas. También por narrar un episodio para mi desconocido de la historia americana, y como no por la forma de narrarlo, la prosa de la autora me ganó desde que comencé la lectura.
Por todo ello no me he resignado a que mi opinión se quedara en un cajón y he decidido compartirla con vosotros, igual suerte correrán otras novelas que se quedaron en borrador, o en meros apuntes, aquellas que crea que merezcan la pena saldrán a la luz.
La autor@:
Christina Baker Kline es novelista, ensayista y editora. Nació en Cambridge, Inglaterra, y se educó primero allí y luego en el sur de Estados Unidos y en Maine. Se licenció en Yale, Cambridge, y en la Universidad de Virginia, donde obtuvo una beca Henry Hoyns en Escritura de Ficción. Entre 2007 y 2010 una beca de la Universidad de Fordham le permitió dedicarse en exclusiva a escribir.
Sus ensayos, artículos y reseñas han aparecido en medios como el San Francisco Chronicle, The Literarian, Coastal Living, More y Psychology Today.
Además de El tren de los huérfanos, que ocupó el número uno en la listas de los más vendidos del New York Times, ha publicado las novelas Bird in Hand, The Way Life Should Be, Desire Lines y Sweet Walter.
Sus ensayos, artículos y reseñas han aparecido en medios como el San Francisco Chronicle, The Literarian, Coastal Living, More y Psychology Today.
Además de El tren de los huérfanos, que ocupó el número uno en la listas de los más vendidos del New York Times, ha publicado las novelas Bird in Hand, The Way Life Should Be, Desire Lines y Sweet Walter.
Vive en una vieja casa en Montclair, Nueva Jersey, con su marido y tres hijos.
Sinopsis:
Para evitar ser enviada a un centro de menores, Molly Ayer, de diecisiete años, se ve obligada a ayudar a una mujer de noventa a ordenar su desván. Al principio la tarea le resulta algo fastidiosa, pero a medida que revisa con Vivian Daly sus recuerdos y posesiones, descubre que ella y la anciana no son tan diferentes.
Desplazándose desde el Maine contemporáneo a la Minnesota de los tiempos de la Gran Depresión, El tren de los huérfanos es una novela inspirada en hechos reales que nos habla de pérdidas, de segundas oportunidades y de amistad inesperada.
El contexto histórico:
Me gustan los libros que además de entretenerme me ayudan a aprender, me descubren hechos históricos, o personajes ya sea reales o ficticios que me enamoren. Este es uno de ellos y es que la historia americana me es bastante desconocida y tampoco es que yo ahonde demasiado en el periodo histórico en el que se desarrolla
Los llamados trenes de huérfanos existieron y estuvieron vigentes desde 1854 a 1929. En los años cincuenta Nueva York esta sobre poblada de emigrantes, eran tiempos de hambre y epidemias muchos de ellos morían, y los niños quedaban desamparados. Los orfanatos se vieron desbordados. Pensaron que la solución sería reubicarlos, intentar encontrar para ellos una familía que los quisiera y los educara.
Por ello partían de forma regular desde ciudades ubicadas en la Costa Este estadounidense hacia las tierras de labranza del Medio Oeste, en el viajaron miles de niños abandonados, desde bebés hasta adolescentes, en busca de una vida mejor, pero no todos la encontraron. Y no todos lo hicieron voluntariamente. Después de muchos días en los trenes donde los mayores cuidaban de los más pequeños, cuando llegaban a las ciudades era bañados, vestidos y puestos en fila para ser exhibidos. Los que no tenían suerte volvían a subir al tren, hasta la próxima parada.
Los que más posibilidades tenían de encontrar una buena familia que los quisiera y los adoptara eran los bebés, sin embargo los más mayores tenían muchas papeletas para convertirse en mano de obra barata, y en ocasiones gratuita. Las familias que los acogían debían alimentarlos y darles una educación, las más de las veces esto último brillaba por su ausencia, y la comida era también escasa, muchos eran tratados peor que animales, incluso maltratados por aquellos que los acogieron.
Al profundo desarraigo que sufrían estos niños, había que sumarle que les era cambiado el nombre las más de las veces, si una familia los rechazaba volvía a comenzar para ellos el peregrinar y debían sentirse agradecidos. Al final de la novela la autora incluye el testimonio de algunos de esos niños que viajaron en esos trenes, niños que crecieron y se transformaron en adultos y a los que siempre les ha faltado algo.
Mis impresiones:
Desplazándose desde el Maine contemporáneo a la Minnesota de los tiempos de la Gran Depresión, El tren de los huérfanos es una novela inspirada en hechos reales que nos habla de pérdidas, de segundas oportunidades y de amistad inesperada.
El contexto histórico:
Me gustan los libros que además de entretenerme me ayudan a aprender, me descubren hechos históricos, o personajes ya sea reales o ficticios que me enamoren. Este es uno de ellos y es que la historia americana me es bastante desconocida y tampoco es que yo ahonde demasiado en el periodo histórico en el que se desarrolla
Los llamados trenes de huérfanos existieron y estuvieron vigentes desde 1854 a 1929. En los años cincuenta Nueva York esta sobre poblada de emigrantes, eran tiempos de hambre y epidemias muchos de ellos morían, y los niños quedaban desamparados. Los orfanatos se vieron desbordados. Pensaron que la solución sería reubicarlos, intentar encontrar para ellos una familía que los quisiera y los educara.
Por ello partían de forma regular desde ciudades ubicadas en la Costa Este estadounidense hacia las tierras de labranza del Medio Oeste, en el viajaron miles de niños abandonados, desde bebés hasta adolescentes, en busca de una vida mejor, pero no todos la encontraron. Y no todos lo hicieron voluntariamente. Después de muchos días en los trenes donde los mayores cuidaban de los más pequeños, cuando llegaban a las ciudades era bañados, vestidos y puestos en fila para ser exhibidos. Los que no tenían suerte volvían a subir al tren, hasta la próxima parada.
Los que más posibilidades tenían de encontrar una buena familia que los quisiera y los adoptara eran los bebés, sin embargo los más mayores tenían muchas papeletas para convertirse en mano de obra barata, y en ocasiones gratuita. Las familias que los acogían debían alimentarlos y darles una educación, las más de las veces esto último brillaba por su ausencia, y la comida era también escasa, muchos eran tratados peor que animales, incluso maltratados por aquellos que los acogieron.
Al profundo desarraigo que sufrían estos niños, había que sumarle que les era cambiado el nombre las más de las veces, si una familia los rechazaba volvía a comenzar para ellos el peregrinar y debían sentirse agradecidos. Al final de la novela la autora incluye el testimonio de algunos de esos niños que viajaron en esos trenes, niños que crecieron y se transformaron en adultos y a los que siempre les ha faltado algo.
Mis impresiones:
A pesar del tiempo transcurrido Nyamh, todavía regresa mi memoria, y pienso cuantos como ella viajaron a Estados Unidos en pos de un sueño y se encontraron con un infierno, de tener una familia a perderlo todo, en un país extraño, y con un color de pelo que suelen rechazar, puesto que nuestra protagonista es pelirroja y su pelo llama la atención, y no siempre para bien.
El tren de los huérfanos es una historia narrada en dos tiempos. Una trama se desarrolla en la actualidad, en ella nos encontramos a una joven cuya vida no es nada fácil, que vive en acogida desde que murió su padre y su madre se reveló incapaz de cuidar de ella. Arisca y siempre enfurruñada con el mundo, intenta que su imagen le sirva de escudo, aleje de ella a quién pueda hacerle daño, colecciona familias de acogida como otros coleccionan cromos. Su rebeldía le lleva a romper las normas donde va, hasta que llega un momento en que se ve obligada a hacer servicios a la comunidad o ingresar en un centro de menores.
Ayudar a una anciana nonagenaria a ordenar su trastero es infinitamente mejor, o eso piensa al principio, pero entre ellas no surge de forma inmediata la simpatía, las almas heridas es lo que tienen, siempre levantan muros que son difíciles de resquebrajar.
La otra trama se desarrolla en el pasado, desde 1929 hasta 1943, en ella la gran protagonista en Nyamh, nuestra anciana nonagenaria, que conocemos como Vivian Daly. Con ella viviremos su periplo desde Irlanda, hasta la Costa Este americana y mucho más tarde hasta el Medio Oeste, y la acompañaremos hasta su madurez.
Ambos hilos temporales son fácilmente reconocibles, y a pesar de ello la autora al principio de cada capítulo nos sitúa en la fecha y en el lugar en que se desarrollan. En la trama del presente la autora recurre a un narrador omnisciente en tercera persona que se centra en la perspectiva de Molly, sin dejar de lado la de la anciana. En la trama del pasado es la propia Vivian la que en primera persona nos narra su historia, por lo tanto es más intimista, también más extensa.
Cuando nos encontramos ante dos líneas argumentales es difícil conseguir el equilibrio de manera que una no eclipse a la otra, Christina no lo ha conseguido, la historia de Vivian es mucho más atractiva, y se impone, al menos en mi caso sí, a la del presente, en la que resulta complicado empatizar con Molly, pero también con Vivian al principio, sin embargo la pequeña Nyamh se gana al lector desde el principio, desde las primeras líneas que protagoniza.
La autora hace gala de una prosa ágil, cuidada, sencilla, en la que a pesar de la dureza de los tema que trata no se ceba en ellos, no los dramatiza, se limita a exponer los hechos, y a mostrarnos los sentimientos encontrados de esos niños que eran arrancados de lo que conocían hasta ese momento y llevados hacia una suerte incierta. La narración se combina con los diálogos, haciendo que la lectura fluya y que no decaiga en ningún momento, ni siquiera cuando se recala en el presente, mucho menos atractivo.
El que ambas protagonistas sean antagónicas y afronten de distinta manera su situación es parte de su atractivo. La vida ha sido dura para ambas, pero mientras Vivian siempre ha sido dulce, y muy responsable además de inteligente, Molly es más reservada, huraña, arisca, inconformista. La ilusión que pone Vivian en aprender, en sacar el lado positivo de todo, en tomar responsabilidades desde muy niña, no la muestra Molly, y sin embargo ambas tienen una infancia complicada, ambas han sufrido rechazo y no han vivido en el mejor de los ambientes, pero la forma de enfrentarse a ellos, hace que Vivian sea más afortunada que Molly.
Como ya he comentado es muy difícil empatizar con Molly, hay que ir avanzando en la lectura y conocerla para entender su forma de comportase, quizás por ello, porque sobre ser antagónicas son tan parecidas, entre ellas surge la amistad y la compresión, y nos regalaran momentos inolvidables, porque la vejez y la juventud no tienen porque siempre estar en extremos opuestos que no se puedan tocar.
La autora toma un hecho histórico, los trenes de huérfanos para tratar temas muy complejos, como las relaciones familiares, la importancia de conocer nuestro pasado para construir nuestro presente, el desarraigo, la pérdida de identidad, de los lazos afectivos, y como todo ello afecta en el desarrollo de una persona, en quién acaba siendo. El tren de los huérfanos es una historia de superación, de lucha contra la adversidad, de la capacidad de adaptación del ser humano, de segundas oportunidades y un canto a la amistad.
Por todo ello me parece una lectura recomendable, que no dejará indiferente al lector, que seguro que le toma cariño a esa niña pelirroja que termina convirtiéndose en una anciana que sigue mirando a través de esos ojos infantiles, que sigue acusando las pérdidas, que sigue soñando, y seguro que también termina queriendo a esa muchacha arisca que se refugia en los libros y que levanta muros para protegerse.
Conclusión:
Si además de entretenerte te gusta conocer episodios desconocidos de la historia, El tren de los huérfanos es una apuesta segura. Su lenguaje claro, sencillo y ágil te transportara a principios del siglo XX, a las dificultades que atravesaban aquellos que menos tenían, y te traerá de vuelta al siglo XXI, en que las circunstancias serán distintas, pero los que sufren siguen siendo los mismos.
Molly y sobre todo Vivian te robaran el corazón y el giro que da al final la historia te sacara una sonrisa que perdurara durante mucho tiempo.
Por si necesitas un empujoncito más te dejo el book trailer de la novela, espero lo disfrutes, sitúa muy bien el contexto de la novela y al menos a mí si no la hubiera leído ya cuando lo encontré me hubiera motivado a hacerlo.
El tren de los huérfanos es una historia narrada en dos tiempos. Una trama se desarrolla en la actualidad, en ella nos encontramos a una joven cuya vida no es nada fácil, que vive en acogida desde que murió su padre y su madre se reveló incapaz de cuidar de ella. Arisca y siempre enfurruñada con el mundo, intenta que su imagen le sirva de escudo, aleje de ella a quién pueda hacerle daño, colecciona familias de acogida como otros coleccionan cromos. Su rebeldía le lleva a romper las normas donde va, hasta que llega un momento en que se ve obligada a hacer servicios a la comunidad o ingresar en un centro de menores.
Ayudar a una anciana nonagenaria a ordenar su trastero es infinitamente mejor, o eso piensa al principio, pero entre ellas no surge de forma inmediata la simpatía, las almas heridas es lo que tienen, siempre levantan muros que son difíciles de resquebrajar.
La otra trama se desarrolla en el pasado, desde 1929 hasta 1943, en ella la gran protagonista en Nyamh, nuestra anciana nonagenaria, que conocemos como Vivian Daly. Con ella viviremos su periplo desde Irlanda, hasta la Costa Este americana y mucho más tarde hasta el Medio Oeste, y la acompañaremos hasta su madurez.
Ambos hilos temporales son fácilmente reconocibles, y a pesar de ello la autora al principio de cada capítulo nos sitúa en la fecha y en el lugar en que se desarrollan. En la trama del presente la autora recurre a un narrador omnisciente en tercera persona que se centra en la perspectiva de Molly, sin dejar de lado la de la anciana. En la trama del pasado es la propia Vivian la que en primera persona nos narra su historia, por lo tanto es más intimista, también más extensa.
Cuando nos encontramos ante dos líneas argumentales es difícil conseguir el equilibrio de manera que una no eclipse a la otra, Christina no lo ha conseguido, la historia de Vivian es mucho más atractiva, y se impone, al menos en mi caso sí, a la del presente, en la que resulta complicado empatizar con Molly, pero también con Vivian al principio, sin embargo la pequeña Nyamh se gana al lector desde el principio, desde las primeras líneas que protagoniza.
La autora hace gala de una prosa ágil, cuidada, sencilla, en la que a pesar de la dureza de los tema que trata no se ceba en ellos, no los dramatiza, se limita a exponer los hechos, y a mostrarnos los sentimientos encontrados de esos niños que eran arrancados de lo que conocían hasta ese momento y llevados hacia una suerte incierta. La narración se combina con los diálogos, haciendo que la lectura fluya y que no decaiga en ningún momento, ni siquiera cuando se recala en el presente, mucho menos atractivo.
El que ambas protagonistas sean antagónicas y afronten de distinta manera su situación es parte de su atractivo. La vida ha sido dura para ambas, pero mientras Vivian siempre ha sido dulce, y muy responsable además de inteligente, Molly es más reservada, huraña, arisca, inconformista. La ilusión que pone Vivian en aprender, en sacar el lado positivo de todo, en tomar responsabilidades desde muy niña, no la muestra Molly, y sin embargo ambas tienen una infancia complicada, ambas han sufrido rechazo y no han vivido en el mejor de los ambientes, pero la forma de enfrentarse a ellos, hace que Vivian sea más afortunada que Molly.
Como ya he comentado es muy difícil empatizar con Molly, hay que ir avanzando en la lectura y conocerla para entender su forma de comportase, quizás por ello, porque sobre ser antagónicas son tan parecidas, entre ellas surge la amistad y la compresión, y nos regalaran momentos inolvidables, porque la vejez y la juventud no tienen porque siempre estar en extremos opuestos que no se puedan tocar.
La autora toma un hecho histórico, los trenes de huérfanos para tratar temas muy complejos, como las relaciones familiares, la importancia de conocer nuestro pasado para construir nuestro presente, el desarraigo, la pérdida de identidad, de los lazos afectivos, y como todo ello afecta en el desarrollo de una persona, en quién acaba siendo. El tren de los huérfanos es una historia de superación, de lucha contra la adversidad, de la capacidad de adaptación del ser humano, de segundas oportunidades y un canto a la amistad.
Por todo ello me parece una lectura recomendable, que no dejará indiferente al lector, que seguro que le toma cariño a esa niña pelirroja que termina convirtiéndose en una anciana que sigue mirando a través de esos ojos infantiles, que sigue acusando las pérdidas, que sigue soñando, y seguro que también termina queriendo a esa muchacha arisca que se refugia en los libros y que levanta muros para protegerse.
Conclusión:
Si además de entretenerte te gusta conocer episodios desconocidos de la historia, El tren de los huérfanos es una apuesta segura. Su lenguaje claro, sencillo y ágil te transportara a principios del siglo XX, a las dificultades que atravesaban aquellos que menos tenían, y te traerá de vuelta al siglo XXI, en que las circunstancias serán distintas, pero los que sufren siguen siendo los mismos.
Molly y sobre todo Vivian te robaran el corazón y el giro que da al final la historia te sacara una sonrisa que perdurara durante mucho tiempo.
Por si necesitas un empujoncito más te dejo el book trailer de la novela, espero lo disfrutes, sitúa muy bien el contexto de la novela y al menos a mí si no la hubiera leído ya cuando lo encontré me hubiera motivado a hacerlo.
20 comentarios:
Este libro me apetecía un montón, pero luego lo fui dejando un poco olvidado y al final nunca me hice con él.
Besos.
Me atraía muchísimo en su momento, pero al final no llegué a leerlo.
Un beso
Yo no he leído aunque si que vi un montón de reseñas. Anotado esta en mi lista para cuando pueda hacerle un hueco.
Es un tema que me atrae, tomo buena nota. Besos
Lleva tiempo este libro anotado en mi lista de deseos. Es una temática sobre la que me gusta leer y no paro de leer buenas reseñas. En algún momento caerá.
Besotes!!!
Pues la verdad es que me alegro de que te hayas animado a compartir esta reseña, independientemente de cuándo se hubiera publicado la novela por primera vez. Nunca es tarde, ¿no crees?
Siiiiiiiiii...... este sí que me resulta apetecible. Besos.
A mi este libro también me cautivó y ha tenido muy buena acogida...es una de las reseñas con mas visitas del blog!
Un beso
Me encantó este libro y acercarme a esa historia tan desconocida para mi de los trenes de huérfanos.
Besos
No me suena, creo que es la primera vez que veo la portada, y reseña.. creo que igual, la tuya es la primera. Parece de esas historias que calan bien adentro, así que me la llevo a wishlist. Gracias preciosa.
tengo infusiones nuevas, a ver si me organizo esta semana y te mando un poquito de cada.
BEsotes
Vi varias reseñas de esta novela, pero no me termina de convencer.
Besos!
Es una buena lectura que me permitió saber de estos hechos de la historia. Besos
Una pasada de lectura, me gustó mucho.
Besotes.
Esta la tengo superpendiente
Esta la tengo superpendiente
Le tengo muchas muchas ganas =)
Besotes
Otra como tú que la tiene pendiente de reseñar. Me gustó mucho y me acercó a ese tren del que conocía poca información. La historia no puede quedar en el olvido.
Besitos
Me pareció una historia altamente emotiva sobre un episodio que desconocía de la Historia que debió de ser una experiencia terrible para tantísimos niños. El final de la novela me pareció excesivamente idílico, pero el resto fantástico.
Saludos.
Lo tenía apuntado pero ha ido cayendo en el olvido y se le han adelantado otros muchos... Veremos
Besos
La verdad es que el contexto histórico me atrae un montón, porque sabía de la existencia de estos trenes, pero nunca he leído nada al respecto.
Así que nada, otro libro que enviar a mi larga lista de deseos.
Un beso.
Publicar un comentario