Me vais a permitir que presuma de algo que me siento muy orgullosa y es que mi pueblo podrá ser pequeño, pero cuenta con un magnifico Club de lectura que ya lleva funcionando más de un año y se acerca a su segundo aniversario con mucha energía y nuevos proyectos. Por eso hoy quiero presentaros a la niña de mis ojos y homenajear de esa forma a todos los escritores que han pasado por él y a todos los lectores que mes tras mes aportan su entusiasmo y su saber hacer a este proyecto que ya es más que eso.
De la mano de unas mujeres valientes nació Cosas&Musas, una asociación que aglutina a las mujeres autónomas de mi localidad, y dentro de estas valientes una mujer que apuesta por la cultura y vio la forma de aportar su granito de arena, Mónica Mira, mujer, madre, empresaria, periodista y escritora, y creo que ella se lo considera por este orden, pero si no es así ya me lo dices en un aparte.
Armada con ilusión y colaboración de otras Musas, entre ellas Marina, Brigi y Miriam, pusieron en marcha el club de lectura que comenzó fuerte, muy fuerte, con la presencia de Eloy Moreno que acababa de publicar El Regalo. Desde ese día, nos hemos reunido una vez al mes, generalmente el primer viernes de cada mes, y siempre hemos contado con el autor del libro a debatir, el trabajo que hay detrás es impresionante pero supongo que a Mónica le compensa porque ahí sigue incansable, con la ayuda del resto de participantes, que le proponemos autores, lecturas...
Entre quienes nos han visitado y ahí si que podéis empezar a envidiarnos se encuentran Victor del Árbol, Pere Cervantes que ha repetido experiencia, Julio Cesar Cano, que la repetirá en breve, Raúl Ariza, David Jimenez el Tito que ha publicado recientemente con Versátil, Dolores García Ruiz, Juan Bolea, Mari Carmen Castillo, Antonio Arbeloa, Angel Gil Cheza, Jordi Llobregat y como no, la protagonista de este mes Rosario Raro que también ha visitado el club en dos ocasiones. La última el pasado 6 de octubre para hablarnos de La huella de una carta, y ya ha reservado plaza para el 2020, supongo que tendrá nueva novela para entonces.
Pero me vais a permitir antes de meterme de lleno con lo que dio de sí este club de lectura que presuma de autoras locales y es que como ya os he dicho antes, la promotora de este club es escritora y tiene dos novelas escritas En lo más profundo y Me cuesta tanto olvidarte, publicada por Versátil, pero no es la única autora en la localidad y en el club también contamos con la incombustible Petra Didinger que ha publicado con la editorial Acen, Eternos. A ellas mi reconocimiento, porque también pasaron por el club de lectura para presentarnos y charlar de sus libros.
Y ahora sí la protagonista de octubre ha sido Rosario Raro, La huella de una carta y las muchas sensaciones que tanto la autora como su obra han despertado en las lectoras, porque esta vez en la sala solo eramos mujeres.
Rosario Raro es una mujer muy cercana, una apasionada de su trabajo, una comunicadora incansable que como bien dice se obliga a callar porque si no no dejaría que nadie hablara, y todo eso porque tiene mucho que contar y lo hace tan bien que no nos cansamos de escucharla y de esa forma se van deslizando las horas, sin que nos demos cuenta, entre charlas, alguna que otra risa y desgranando los entresijos de la novela.
Rosario es de las que tiene cuidado cuando habla de la trama, porque muchas veces participa gente que no ha leído aún la novela, en esta ocasión no ha sido distinto, y La huella de una carta hay que ir descubriéndola poco a poco, sin saber de más y creo que Montse se fue con muchas ganas de leerla y las expectativas muy altas, espero se cumplan.
Comenzó la de Segorbe explicando porque escribió La huella de una carta, que motivó que se interesara por dos temas que entre si no parece que tengan nada en común, y nos confesó que desde hace años acumula historias que la gente mayor le va contando, y cuando una se queda dentro de ella mucho tiempo y la sigue acompañando es porque necesita escribir sobre ella. Y así un buen día leyó un reportaje que se titulaba el Detective de la talidomida, espero Rosario no haberle cambiado el título que soy muy dada a ello, y aquella historia se quedó dentro de ella. Pero también las cartas que leyó del consultorio de Elena Francis, muchas de las cuales aparecen en la novela, y que se pueden consultar sin necesidad de ser investigador.
Y así nació una historia que tiene como excusa una mujer que se siente sola, aunque parece que lo tenga todo, un consultorio que desbordado por las cartas de las oyentes necesita que contesten las que no se radian, una carta que llega a obsesionarla por su contenido, un compañero que contesta unas preguntas técnicas y un laboratorio farmacéutico dispuesto a todo porque no metan las narices donde no les llaman. Creo que no puedo haber hecho un resumen más escueto en el que he obviado que hay una trama internacional en la que nos vamos a reencontrar con dos viejos conocidos de Volver a Canfranc.... ¿Qué os parece?
Con esta última revelación Rosario nos dejó con la boca abierta, no habíamos sido capaces de ver la conexión, aunque a algunas les había picado el gusanillo, les sonaba pero no habían llegado a hacerla completa.
La velada dio para hablar mucho del consultorio que parte de la audiencia habíamos conocido, pero también para hablar de la Talidomida y sus efectos, de la lucha de Avite porque sea reconocido en España el daño generado y reparado como lo ha sido en Alemania. Rosario ha estado en contacto con ellos, ha ido pergueñando la novela con mucho cuidado para que pudiera salir a la luz y una vez publicada no verse inmersa en juicios. Ha querido poner su granito de arena para hacer visible una lucha que ya dura muchos años y que se pierde en un mar de burocracias sin llegar a ningún sitio. Petra que lleva muchos años en Nules pero es de ascendencia alemana y vivió allí su infancia y parte de su juventud nos hizo participe de lo que ella recordaba y es que en Alemania la foto de los niños salió en los periódicos, y lo mucho que a ella aquello le afectó, quizá por ello allí se ha reparado el daño y aquí como siempre lo han escondido siguen sin hacerle demasiado caso.
Y es que cuando don dinero hace acto de presencia, la gente mira hacia otro lado, se lucra y permite que se comercialice un medicamento que es perjudicial en una embarazada, aunque tiene otras aplicaciones. Nos comentó Rosario como consiguieron en Alemania que no tomaran el medicamento durante el embarazo, poniendo carteles rojos en los consultorios médicos que lo advertían, y buscaron la forma de que el medicamento no saliera del país pero no lo consiguieron, y aquí en España vendieron la concesión y durante muchos años se comercializó para paliar vómitos y nauseas durante el embarazo. Mejor suerte corrieron los americanos donde una heroína que descubriréis en el libro, logró impedir que se comercializara.
Las participantes del club destacaron a su protagonista, Nuria Somport, y ahí Rosario también nos hizo su particular confesión, quería lograr que el lector se diera cuenta de la dificultad de una mujer para organizarse y trabajar cuando tiene hijos y ningún apoyo para criarlos, Máximo pasaba fuera toda la semana y ella no tenía a mano abuelas. El azoramiento porque ante todo era madre, pero no quería renunciar a su trabajo, y menos en el momento en que la carta que recibe la llena de preocupación. Pero no fue el único personaje del que hablamos, porque Rosario nos fue desvelando el significado de los apellidos que utilizó, porque ella les da mucha importancia y la verdad es que me dio para pensar un poco.
A pesar de encontrarnos ante una historia de ficción se basa en personajes reales a los que ha cambiado el nombre y ha ficcionizado, de ahí que la trama internacional que vuelve a hundir sus raíces en la Alemania nazi a mi personalmente me haya resultado muy atractiva, y como podéis imaginar por ahí fueron los tiros de mi pregunta, que si me permitís me la reservo por si no habéis leído la novela. Creo que a Rosario no le extrañó un ápice que aprovechando que se preguntara por un personaje yo guiara mis pasos a una de las escenas más duras de la historia.
Creo que quedó muy clara la predilección de Rosario por Boro y el cariño por el padre Vilasermes, y es que ambos son entrañables a su manera y encarnan valores muy perdidos en nuestros días.
No quiero terminar sin mencionar a las participantes del club, no serán todas las que están, pero me perdonaréis si se olvida alguna. Mención especial para Marta Cañadas para quien el Club es ese balón de oxigeno que necesita para encarar el resto del mes, en eso nos parecemos, pone pasión en todos los encuentros, suele ser certera en sus intervenciones y no sobre todo muy sincera, ahhhhh y se me olvidaba suele traer amigas que siempre se quedan y participan los meses que pueden. Marina llega siempre apurada a penas se quita los guantes del tinte y siempre lleva anotaciones para preguntar, Petra suele hacer aportaciones muy interesantes cuando sus obligaciones se lo permiten, Monica en su papel de moderadora siempre suele encauzar las preguntas cuando se hace el silencio, Mayte ayuda con la intendencia, Juani nuestra bibliotecaria, Brigi nos provee de libros, Rosa llega en cuanto cierra la farmacia, Miriam siempre va a remolque con las lecturas y las suele terminar en el último momento y mi hermana, Rosana con quien comparto mi amor por la lectura, y mis libros.
Supongo que me habré dejado a alguna, pero estas son las que mes tras mes comparten conmigo impresiones y luego cena, porque no solo de letras vive el hombre.
Solo me queda invitarte si eres de Nules o alrededores a participar en nuestro próximo club de lectura, previsto para el viernes 3 de noviembre, la novela a debatir y comentar Ojalá estuvieras aquí de Julio Cesar Cano publicada por Maeva y ganadora del Premio Letras del Mediterráneo 2017. Y si lo pruebas te quedas, o repites en el caso de autores... Crea adicción lo advierto
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