miércoles, 24 de octubre de 2012

La bibliotecaria de Auschwitz. Antonio G. Iturbe



Cuando vi la portada de esta novela no pude evitar enamorarme de ella, y lo que más me llamó la atención el titulo, ¿era posible la existencia de una biblioteca en un campo de concentración como Auschwitz? Me llamó tan poderosamente la atención que supe que más pronto que tarde entraría en mi plan lector.

Pensaba encontrar una novela como muchas otras del nazismo y los campos de concentración, una novela que sobrevolara  por el horror, que se posara de puntillas y que narrará algún hecho puntual e incluso banal. Sin embargo me he  encontrado con una novela que duele, una novela cruda como lo fue la vida en aquellos campos, una historia que no he sido capaz de leer en poco tiempo, porque he tenido que intercalar lecturas para que los sentimientos que despertaba en mí  no terminaran ahogándome.

En la bibliotecaria de Auschwitz se hace un recorrido por la vida de una mujer coraje, de una niña entonces que maduró a golpes de infortunio y que se la jugó en muchas ocasiones, no se nos evita el dolor ni la crueldad, pero se nos matiza por ese valor y ese no rendirse jamás de muchos de los internos del campo.

En unos tiempos en que al menos en España leer se está convirtiendo en un lujo, o al menos el gobierno lo ha equiparado, con un IVA tan elevado como el de las joyas, Antonio G Iturbe nos demuestra que la cultura, la lectura, es un bien de primera necesidad, que nos puede ayudar a evadirnos en momentos duros, y sobre todo puede hacer felices a unos seres tan desprotegidos como pueden ser los niños.

En este libro se mezcla la realidad con la ficción, los personajes reales con los ficticios, porque habían tantos espacios en blanco, imposibles de rellenar con una documentación exhaustiva, que hacer un reportaje se convirtió en una misión imposible, esta mezcla ha permitido por una parte reconstruir la existencia de un campo familiar, una escuela y una biblioteca en medio del horror del campo de concentración de Auschwitz y por otra hacer coincidir personas que se sabe que pasaron por el campo pero que no coincidieron bien en el tiempo o en el espacio.

Con esta novela Antonio G. Iturbe rinde homenaje a Dita Kraus, a Freddy Hirsh, y a todos aquellos que pusieron en peligro su vida por conseguir poner en marcha una escuela con la que dar un poco de normalidad a unos niños que lo habían perdido todo. Es también un homenaje a los libros, a la educación y a la cultura, que son los primeros atacados cuando las cosas se ponen feas, cuando llega una dictadura…

El autor

Antonio G. Iturbe nació en Zaragoza y se licenció en periodismo. Lleva más de veinte años dedicado al periodismo cultural. Ha sido coordinador del suplemento de televisión de El Periódico, redactor de la revista de cine Fantastic Magazine y trabaja desde hace dieciséis años en la revista Qué Leer, de la que es actualmente director. Ha colaborado, entre otros medios, en las secciones de libros de Protagonistas, Ona Catalana, ICat FM y la Cope, y en suplementos de cultura de diarios como la Vanguardia o Avui.

Ha publicado las novelas Rectos torcidos y Días de sal, y es autor de la serie de libros infantiles Los casos del Inspector Cito en los que recopila las historias que le contaba a su hijo antes de irse a dormir. Esta serie ha sido traducida a cinco lenguas.

Llega a escribir esta novela a raíz de la lectura de La biblioteca de  noche, donde descubre una biblioteca clandestina en Auschwitz la curiosidad que desde niño le despiertan las bibliotecas,  le lleva a visitar el campo, donde ya no queda nada del pabellón familiar, ni del bloque 31, pero descubre otras lecturas. Intentando conseguir un libro que escribió Ota B. Kraus, descubre que la niña que cuidaba de esa biblioteca está viva y vive en Israel, y durante cuatro años se comunican por correo electrónico  e incluso tienen un encuentro en Praga en  el que una Dita ya anciana sorprende a Antonio. Ante la imposibilidad de escribir un reportaje como era su deseo por no poder rellenar los huecos en blanco decide escribir una obra de ficción, que bajo mi criterio es imprescindible para que  el mundo se conciencie que no podemos permitir que se produzca una barbarie similar.

Argumento

Pienso que es una historia que vale la pena descubrir por uno mismo, por ese motivo voy a dejaros la sinopsis de la editorial que bien poco desvela de lo que nos podemos encontrar en el interior y sin embargo consigue incitar a cualquier amante de la letra impresa a adentrarse en sus páginas.

Sobre el fango negro de Auschwitz que todo lo engulle. Fredy Hirsch ha levantado en secreto una escuela. En un lugar donde los libros están prohibidos, la joven Dita esconde bajo sus vestidos los frágiles volúmenes de la biblioteca pública más pequeña, recóndita y clandestina que haya existido nunca.
En medio del horror, Dita nos da una maravillosa lección de coraje: no se rinde y nunca pierde las ganas de vivir ni de leer porque, incluso en ese terrible campo de exterminio, “abrir un libro es como subirte a un tren que te lleva de vacaciones”

Una emocionante novela basada en hechos reales que rescata del olvido una de las más conmovedoras historias del heroísmo cultural.

Impresiones

Muchos son los libros que he leído ambientados en este periodo histórico, y no me canso de adentrarme en él, aunque no todo lo que leo me resulte igual de gratificante. Cuando buceo en el género histórico me gusta que me enseñen cosas que se me han escapado, que me descubran acontecimientos que ignoro y este libro  ha supuesto para mí una gran revelación. Primero porque desconocía la existencia de un campo familiar. Siempre he dado por supuesto que todos los niños que no pudieran trabajar entraban directamente en la cámara de gas. Aunque la existencia de este campo esté justificada, me ha sorprendido y es que los nazis no dejaban nada al azar, y ante el temor de que la Observadores Interancionales pidiesen inspeccionar el campo crearon una especie de oasis en medio del fango, la destrucción y la muerte.

Descubrir personajes reales como Fredy Hirsh ha supuesto para mi toda una aventura, gente valiente que se jugó la vida por defender sus ideales y por intentar hacer felices a unos niños que tenían que convivir diariamente con la muerte, con las cenizas de los hornos crematorios. Recuperar cierta normalidad dentro del encierro y el hambre que sufrían,  para que no fueran conscientes de lo que les rodeaba, o se les hiciera más llevadero.

De la misma manera,  la crueldad y el odio que destilaban algunos SS me ha resultado sorprendente, porque si algo consigue el autor a través de la caracterización es que los sintamos reales, como si fueran de carne y hueso y traspasaran el papel con solo abrir las páginas del libro. Este libro sin duda me ha dado una lección de valentía, de humildad y de coraje que tardaré mucho tiempo en olvidar.

Entre esos personajes reales Antonio tiene unas líneas para recordar a Ana Frank haciéndola coincidir con Dita en el campo de Bergen-Belsen. A lo largo de la lectura me fui haciendo un poco más fuerte, pensaba que ya me había inmunizado, que más horror no era posible  en ese deambular de Dita desde su infancia cómoda y aburguesada a su degradación como persona, pero me equivoqué y la novela me ha enseñado que siempre es posible bajar un escalón más. Que si Auschwitz fue una poderosa y eficaz máquina de matar. Bergen-Belsen degradó más si cabe a los internos, los despojó de la poca dignidad que les pudiera quedar y los hizo sufrir de una manera innecesaria y terriblemente cruel.

Siempre me he preguntado qué vida es posible después de vivir un trauma semejante, después de ver morir a familiares y amigos, después de vivir como un animal, mendigando un poco de comida, de agua… Por lo visto se puede vivir una vida más o menos normal, porque seguro que las pesadillas siguen poblando los sueños de los supervivientes, y todo lo vivido los ha formado como personas a ellos y a sus descendientes.

La novela está narrada en tercera persona, y aunque a mi modo de ver Dita es la protagonista el autor les otorga igual importancia a todos y cada uno de los personajes, puesto que todos tienen algo que aportar, todo ladrillo ayuda a levantar un muro y en este caso a edificar una trama en la que la documentación queda tan bien integrada en el texto que es irreconocible.

Normalmente suelo hacer un análisis de los personajes pero creo que en esta ocasión y en aras de que podáis ir descubriéndolos por vosotros mismos me abstendré de hacerlo. Pero a pesar de eso me gustaría apuntar que la novela cuenta con unos secundarios de lujo que logran que nos emocionemos y  ayudan a la pequeña y temeraria Dita a crecer y sobre todo a madurar.

La novela nos ofrece toda una lección de valentía, de coraje, de resistencia de unas personas que fueron despojadas de todo, de sus viviendas, de sus trabajos, de sus pertenencias, de su libertad, e incluso de su dignidad. Unas personas que no se rindieron ante la barbarie y que lucharon por conseguir un remanso de paz y de cordura en medio de la inmundicia, compartir con ellos las horas es un regalo que recibirá el lector de esta historia, que no podrá evitar sentirse asqueado, indignado, dolido y no por ello se despegará de sus páginas hasta que el autor nos explique ha sido de sus principales personajes.

El libro

Nos encontramos ante un libro de tapa blanda con solapas, en la portada una niña con un libro en la mano, los pies descalzos, y una estrella amarilla cosida en el vestido. Todo ello toma sentido en cuanto leemos el libro, porque encaja como un puzle en los distintos momentos de la narración. No es difícil imaginar que esa niña no es otra que Dita, nuestra protagonista y heroína.
 
Antonio G. Iturbe  dedica este libro a Dita Kraus, de soltera Dita Polachova, se divide en 32 capítulos de extensión variable, una etapa final, en el que nos narra un poco que ha sido del personaje en la actualidad y  un Anexo  en el que se nos explica que fue de algunos personajes reales que aparecen en la novela y la referencia bibliográfica que el autor utilizó en su documentación.

No me resisto a dejaros algunos fragmentos que considero importantes y que quizá pueda daros una idea de que podéis encontrar entre sus páginas.

“Escúchame bien: En Auschwitz nada es lo que parece. Pero habrá un momento en que se abrirá una rendija para la verdad, ya verás. Ellos creen que la mentira está de su parte, pero nosotros encestaremos la canasta en el último segundo porque se confiarán. Creen que estamos derrotados, pero no lo estamos. Y al decirlo, se queda un momento pensativo. Yo no podré estar ahí para ayudaros a ganar el partido. Has de tener fe Dita, mucha fe. Todo irá bien, ya verás. Confía en Miriam. Y, sobretodo, y entonces la mira en los ojos con la más seductora de sus sonrisas, no debes rendirte nunca.” (Pág. 273)

“Los nazis nos pueden despojar de nuestra casa, de los objetos, de la ropa y hasta del pelo, pero por muchas cosas que nos arrebaten, no pueden quitarnos la esperanza. Es nuestra. No podemos perderla. Cada vez se oyen más bombas de los aliados. La guerra no durará siempre, y hemos de prepararnos también para la paz. Los niños han de seguir estudiando porque se van a encontrar un país y un mundo en ruinas, y serán ellos y vosotros, los jóvenes, quienes tengáis que levantarlo.
Pero que el campo familiar sea un truco de los nazis es horrible. Vendrán los observadores internacionales, les enseñarán esto, verán que los niños sobreviven en Auschwitz, ocultarán las cámaras de gas y se marcharán engañados.
O no
¿Qué quieres decir?
Ese será nuestro momento. No dejaremos que se marchen sin saber la verdad." (Pág. 335)

Precisamente a eso se refería Freddy cuando dijo lo de encestar en el último segundo porque los nazis estarían confiados, y de ahí manaba gran parte de la esperanza de los judíos… Estos son los rayos de esperanza o el optimismo que el autor encastra entre la lúgubre realidad que se vivía día a día

“Por la mañana amanece nublado, hace frío. Las ráfagas de viento traen algunos copos de cenizas. Nada muy diferente de cualquier otro día. Ha habido una cierta confusión a la hora de formar filas, ya que el orden habitual ha variado; los de septiembre se han puesto a un lado y los de diciembre a otro. Los kapos se han empleado a fondo para conseguir hacer los grupos, los guardias de las SS también se han mostrado más nerviosos que de costumbre, incluso han soltado algunos golpes de culata, lo cual no suele verse habitualmente en los recuentos de la mañana. El ambiente es tenso, las caras largas. Se pasa lista con exasperante lentitud y los ayudantes de los kapos van marcando cruces en una hoja de registro. Dita tiene la impresión, tantas horas clavada allí de pie, de que se va hundiendo poco a poco en el barro y que, si el recuento se alarga mucho, terminará engullida por ese fango igual que esas piedras que se hunden en un estanque de barro.” (Pág. 274)

"En las semanas siguientes llegan más internos y las comidas se van espaciando aún más. La mortalidad aumenta de manera exponencial. Aún sin cámara de gas, Bergen-Belsen se convierte en una máquina de matar. La muerte es tan natural en Bergen-Belsen como una mosca en una cuadra.” (Pág. 424)

El contraste entre los grupos de dos fragmentos es muy grande, y eso que he rechazado los más duros, porque los hay, pero no se trata de disuadir a leer la novela, si no de mostrar que podéis encontrar para buscar el momento más idóneo para leerla.

Conclusión

Bajo mi punto de vista es una novela más que recomendable, no se trata de un page-turner, no es una novela que se lea del tirón, es una novela para reflexionar, para tomarte tu tiempo, para leer cuando el cuerpo te lo pida, porque da una de cal y otra de arena, la situación es insoportable y sin embargo los internos se dan fuerzas unos a otros, conservan la esperanza, y ello los hace luchar por sobrevivir, y ahí nos dan una lección magistral que deberíamos saber aprovechar.

No tenía muchas ganas de escribir esta reseña nada más terminar el libro, necesitaba una lectura más optimista y una reseña de igual modo, pero hoy es el Día Internacional de la Biblioteca y no se me ha ocurrido mejor forma para rendir homenaje a este bien tan necesario. Quien no lee es porque no quiere, puede ir mal de dinero, pero siempre hay otras opciones y Las bibliotecas son una, no hay que tenerles miedo y puede que no haya novedades pero siempre se puede rescatar alguna lectura.

Os deseo feliz Día Internacional de las Bibliotecas, y os recomiendo encarecidamente esta novela por ser un canto a la esperanza, y a la lucha ante situaciones difíciles.

30 comentarios:

LAKY dijo...

Yo también me fijé en ella cuando la vi entre las novedades de Planeta. Imposible no hacerlo con esa portada y ese título!
Pero, al contrario que tú, no me la apunté inmediatamente porque me daba que iba a ser una lectura muy dura y quería leer alguna reseña antes para saber hasta qué punto lo era. Ya me has aclarado que es durísima pero que merece la pena leerla así que no sé, la verdad. Me debato entre el sí y el no, por cobardía.
Feliz día de las bibliotecas!
Besos

Marina García dijo...

Carmina, yo la tengo fichada desde que escuché su título en la radio casi por casualidad. Me llamó poderosamente la atención: era una historia real y los libros eran protagonistas, además de suceder en una época histórica que, personalmente, me parece terriblemente trágica, pero apasionante.

Me alegra mucho que te haya gustado, a pesar de esos pasajes tan duros (pero tan esperados en una novela ambientada en la II Guerra Mundial).

Feliz día de las bibliotecas (y sí, tienes razón: quien sabe leer y no lee, es porque no quiere). Abrazos grandes.

Margari dijo...

Uff, sí que tiene que ser dura, pero me has dejado con unas ganas tremendas de leerla. A ver si logro pillar esta novelita pronto.
Besotes!!!

Alicia Tinte dijo...

Me muero de ganas de leerlo! En fin... Me tendré que esperar a pedirlo como regalo de Navidad porque estoy sin un duro jaja

Isi dijo...

Pues precisamente es el libro que estoy leyendo ahora mismo, aunque llevo muy poquito y todavía no he visto "las partes malas".
Me está gustando, pese a que las narraciones en presente no son lo mío, pero claro, la historia tira mucho :)
Besos!!

Tizire dijo...

Estaba esperando leer alguna reseña sobre este libro, y creo que esta es la primera que me encuentro. Hace mucho que no leo nada sobre la IIGM, y parece que este libro merece la pena para adentrarse en la temática. 1beso!

Al calor de los libros dijo...

Es un libro que me apetece muchísimo, ya me llamó la atención el título la primera vez que lo vi como próximas novedades en un blog. Pero desde que escuché una entrevista al autor en la radio, todavía han aumentado mis ganas de leerlo. Muy curioso como empieza a investigar sobre esta biblioteca y su bibliotecaria a raíz de una referencia encontrada en el libro "La biblioteca de noche" de Alberto Manguel. Y magnífico hasta donde llega su investigación.
Un abrazo

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Me han entrado ganas de leerla, ya me había llamado la atención antes, pero ahora con tu reseña, más todavía. Feliz día de las bibliotecas a ti también. Muchos besos.

Espe dijo...

Ya he leído varias reseñas sobre esta novela y me apetece muchísimo leerla; además hace no mucho estuve visitando el campo de concentración de Auschwitz y estoy segura de que me impactará mucho más la lectura...

Marina Ortega dijo...

Quiero leer este libro. La verdad es que me parece una historia super interesante y además tengo mucha curiosidad por saber como la enfoca el escritor. Hay que buscarle hueco para ya mismo =)

Pasajes románticos dijo...

Me ha encantado la reseña y tus impresiones. Yo también me enamoré de la portada y lo cierto es que al igual que tu no puedo resistirme a caer una y otra vez en leer historias sobre este periodo.
Llevo apenas unas cincuenta páginas pero la historia me tiene totalmente enganchada, espero acabarla pronto pero estoy segura que compartire tu opinión.

Un beso
Dácil

marta dijo...

Me llamó la atención este libro desde que lo descubrí entre las novedades de Planeta. No se si aguantaré mucho más sin leerlo después de leer tu gran reseña. Me has dejado con aún más ganas de disfrutar de su historia de las que ya tenía.

¡Feliz día de las bibliotecas!
Besos

Pedro (El Búho entre libros) dijo...

Ya tengo apuntada esta novela entre las que tengo que conseeguir. Parece muy inteesante

Pilar González dijo...

La he visto en las librerías pero no sé por qué no me atraía. Ahora, después de tu reseña, me lo pensaré mejor porque puede que sí que me guste. Un beso

Pakiko dijo...

Gran reseña. LLena de preguntas y reflexiones como nos comentas de la novela. Tengo que leerla.
Besos

lammermoor dijo...

bonita forma de celebrar el día de las bibliotecas. Y bonita reseña sobre un libro que me ha llamado la atención desde que lo vi.
Me lo apunto para reservarlo en la biblio -cuando me levanten el castigo por haber devuelto unos libros fuera de plazo. En mi descargo diré que estaba de viaje.

P.D: en los últimos tiempos siempre te leo deprisa y pienso: tengo que volver para comentar en esta entrada y...¡No vuelvo!
Hoy casi me sucede lo mismo y eso no puede ser.

Besos

Carla dijo...

Me llamó la atención en cuanto la vi en las novedades.
Por tu reseña la tendré en cuenta, aunque viendo que es tan dura, la reservaré para cuando tengo el ánimo más fuerte.

Un beso!!

Carlos dijo...

No se, pero según se mire ahora mismo hay personas, y mas de las que puedas imaginar, que lo están pasando muy mal aun que no peor que en Auschwitz. Nadie piensa en ellas, no nos asombra, lo encontramos muy normal.
Léete cosas mas alegres y pasa de las penurias de tiempos pasados
Saludos

Carm9n dijo...

Me apetece leerlo, la verdad, pero con tanta buena literatura suelta y tantas pendientes no sé si lograré hacerle un hueco...
Besos,

Shorby dijo...

Le tengo ganas, lleva a la cola ya desde que lo vi en Novedades. Espero que para Navidades caiga... =)

Besotes

David Gómez Hidalgo dijo...

Muy buena reseña.
Creo que el efecto blog está dando su frutos, pues no dejo de ver reseñas de esta novela.
A mí me picó la curiosidad y ahora es una de esas que tengo ganas de leer antes de que acabe el año.

Saludos

Anónimo dijo...

Many thanks for writing valuable post regarding the subject. I am a fan of your site. Maintain the great work.

Inmaculada dijo...

Estupenda tu reseña! Me parece que no estoy de ánimo para embarcarme en una novela con esta temática que me apasiona pero que me produce un enorme sufrimiento. Tal vez en otro momento.
Saludos.

María dijo...

Tengo muchísimas ganas de leer este libro. Es un tema que me atrae muchísimo pero me pasa como a Laky, la temática es tan dura que ahora no sé sí me apetece. Desde luego que después de leer tu reseña diría que sí pero... Ya veremos ;)
¡Muchos besos!

Kayena dijo...

La verdad es que no podías haber elegido un título mejor para celebrar este día, por lo que la historia lleva aparejado. Sabes que tengo mis reparos con esta novela, no por su calidad, de la que no dudo, sino por su ambiente. Aún así, espero leerla (cuando le llegue su momento), tomándome mi tiempo, como bien indicas, porque me imagino que lo pasaré mal.

Un beso.

Aran dijo...

Genial la reseña. Sin duda una historia conmovedora y abrumadora. A mi me sobrecogió también, y al igual que te sucedió a ti, no pude resistirme a la historia de una biblioteca clandestina, pese a que en mi caso soy hipersensible a estas realidades.
Saludos!

Pedro (El Búho entre libros) dijo...

Apuntada la tengo ya

porlomenix dijo...

gracias por la recomendación, aunque sea dura, seguro que se disfruta con el modo en el que está escrita,
besucus

Aran dijo...

Reitero y estoy contigo en que es una lectura muy recomendable y merece la pena.
Besos!

Ángela dijo...

Hola Carmina, he entrado en esta reseña desde el concurso de la reseña del mes del blog de Kayena, las voy leyendo todas para votar la que más me gusta, y creí que ya la habría leído, pero no es así, se conoce que en su momento me pillo ocupada.
Bueno decirte que es una de las mejores reseñas que he leído últimamente. Se que me costará bastante leer el libro, pues por lo que veo es durísimo pero estoy segura de que lo leeré.
Besos