domingo, 11 de abril de 2010

La llave de la felicidad

Tras unos días de vacaciones en el sur de España y de poco leer, porque caía rendida en la cama, he retomado y finiquitado mi lectura de La bailarina y el ingles, pero esta no es la reseña del libro, que todavía estoy reposando y seguramente reseñaré en breve, tan sólo adelanto que después de las criticas que la novela tenía en la red, había bajado mucho las expectativas que tenía cuando la saque de la biblioteca, conocía sus puntos flacos y al ser consciente de ellos puedo asegurar que el resultado que he encontrado me ha gustado bastante, el resto lo descubriréis a su debido tiempo.

Estaba sentada cómodamente en el sofá de casa, en un relajado kit kat de lectura cuando me encontré con este cuento hindú, que viene a reflejar para mí el porque el hombre no es capaz de encontrar la felicidad. Los que me leen desde el principio de mi andadura por internet, que la verdad son pocos, saben que yo siempre he dicho que la solución a nuestros problemas y la posibilidad para ser feliz, esta dentro de nosotros mismos, sólo tenemos que ser valientes y realizar un viaje al interior de nosotros mismos.


Dios se sentía solo y quería compañía. Un día, pues, decidió crear a unos seres para este fin. Sin embargo, las criaturas encontraron pronto la llave de la felicidad y, con ella en la mano, se fundieron con la divinidad.

Dios se quedó triste, pues volvía a estar solo. Reflexionó, y pensó que había llegado el momento de crear al hombre. El problema que tenía era que temía que los hombres pudieran hallar también la llave de la felicidad, hallar el camino hacía El, con lo que volvería a encontrarse solo. Se preguntó entonces donde podría ocultar la llave de la felicidad para que los seres humanos no dieran con ella. Desde luego debería tratarse de un lugar recóndito. Primero pensó en esconderla en el fondo del mar; luego, en una caverna de los Himalayas; por último, en los confines del universo. Pero no se sintió satisfecho, pues pensó que, más tarde o más temprano, el hombre terminaría descendiendo a lo más abisal del océano, descubriendo las grutas de las montañas más altas de la Tierra, y explorando los vastos espacios siderales. ¿Dónde ocultar entonces la llave?, volvió a preguntarse. Pasó la noche en vela tratando de encontrar la respuesta a esta pregunta, y cuando el sol comenzaba a disipar la bruma matutina, se le ocurrió de súbito el único lugar donde el hombre no buscaría la llave de la felicidad: dentro de sí mismo.

Creó el ser humano y, en su interior, muy cerca del corazón, depositó la llave de la felicidad

18 comentarios:

sonia dijo...

Que razón tiene el cuento, y que dificil de ver es muchas veces...
Me alegro de que te lo pasaras bien y desconectaras que de eso se trata, aunque ya te estaba echando de menos ;-)
Besotes

Isi dijo...

Ya lo conocía, y creo que tiene toda la razón. La felicidad es una manera de enfrentarse a la vida, no un objetivo, creo yo (claro, que muchas veces es más fácil decirlo que hacerlo realidad)

R. dijo...

¡Bienvenida de vuelta, Carmina!

Yo tengo en lista de compra La bailarina y el inglés, sería mi primer libro de su autor, Emilio Calderón (ya nos darás más detalles cuando lo reseñes) así como la novela ganadora del Premio Planeta 2009.
En cuanto a la felicidad, yo creo que uno debe atesorar y reconocer momentos felices y disfrutarlos al máximo.

Saludos,
R.

Mertxe Costas-Bookworm dijo...

Yo lo leeré pronto, ya que lo usaré como uno de los recomendados del Reto. No he querido buscar reseñas que lo comenten pero he leído alguna dentro de las lista de blogs que sigo y no parecían entender el porqué de ese puesto de finalista, así para que no me influya en la lectura he decidido no leer ninguna más (bueeeno haré una excepción con la tuya).
Un beso

Iraya Martín dijo...

Para mi la felicidad está en aquellos que se conforman con lo que les va dando la vida día a día. No me parece ésta una cuestión de mirar dentro de sí mismo siempre mirar fuera y ver que todo a tu alrededor es una maravilla que no te estás permitiendo disfrutar.

Ismael Cruceta dijo...

Oh, que cuento más bonito!! Suena bastante típico, pero es cierto, y es tan fácil acceder a ella que ni nos damos cuenta de que está ahí, y hacemos todo más complejo y gris.

¡Feliz semana!

Besos

Inma Bretones dijo...

Qué bonito! me ha encantado!
Oye, nos tenías abandonadas! ya me parecía raro... yo estoy de pseudobaja lectora, a ver si me recupero prontito y vuelvo a la carga, no puedo estar mucho rato ante la pantalla...

Carmina dijo...

Gracias Sonia por tus muestras de afecto, en cuanto al cuento no pude dejar de compartirlo cuando lo leí, en muchos articulos publicados en otra plataforma he hablado sobre el tema, en forma de poesia y en narrativa, asi que me dije porque no publicarlo, demasiadas personas se pierden las pequeñas felicidades de esta vida buscando esa gran felicidad que nunca les llega.

Carmina dijo...

Isi que suerte que ya conocieras este cuento, creo que en algo tienes razon es una manera de enfrentarse a la vida, sin embargo aquellas personas que nunca estan de acuerdo con nada y que siempre ambicionan más lo convierten en su objetivo. Y tienes razón siempre es más fácil teorizar que poner en practica las cosas

Carmina dijo...

R. Muchisimas gracias por tu efusiva bienvenida. Te adelanto que al haber bajado las expectativas que tenia de la novela esta incluso me ha gustado, pero nunca he leido los premios planeta buscando nada brillante. De todas maneras no creo que se haga de esperar la reseña.
En cuanto a la felicidad cuanta sabiduria encierra tu reflexion, a menudo nos perdemos esos pequeños momentos de felicidad, en aras de esa gran felicidad que siempre se nos escapa cual arena entre los dedos

Carmina dijo...

Mertxe cuando la cogí de la biblioteca ni siquiera sabía que me podía servir para el reto, le costo mucho engancharme, o voy a mentir, pero tiene un motivo, una vez pasado ese escollo tengo que reconocer que la novela esta muy bien escrita, pero que por un pequeño detalle no puede gustar a todo el mundo. Yo si entiendo ese puesto de finalista, tiene un buen trabajo de documentacion detras, te traslada a la India yo en ocasiones he sido capaz incluso de aspirar aromas y de sentir su sofocante calor. Hay un personaje que me ha impactado muchisimo... pero vas a tener que esperar a leer la reseña. Yo si lei muchas reseñas y tengo que reconocer que con respecto a esta novela me ha servido para reconocer sus puntos flacos y no llevarme una decepcion con ella, una vez dicho esto no comulgo para nada con aquellas que la dejan la altura del betún.

Carmina dijo...

Elwen una aportación muy valiosa la tuya con respecto a la felicidad.

Ahi le has dado Ismael, con pocas palabras lo has dicho todo de una forma incluso bonita

Carmina dijo...

Hola Inma a mi tambien me ha extrañado volver y ver que no habías actualizado, la verdad es que debi poner que me iba, pero como ahora esto tambien se publica en paperblog pues no lo vi procedente... En fin tendras que explicarme que es eso de la baja seudolectora y de recuperarte...

Prunus e Hilario dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Hilario dijo...

Pues no estoy de acuerdo. Yo he sido más feliz cuando he estado más pendiente de los demás y me he olvidado de mis problemas. Cuando tu corazon está en las personas que quieres encuentras la felicidad, no cuando te miras al ombligo.
Perdón por el discursito!

Carmina dijo...

Hilario yo no me miro jamás el ombligo, ante todo y sobre todo estan lo demas y ultimo lugar yo misma, cosa que me recriminan casi todos mis amigos, porque no me preocupo ni lo más minimo por mí aunque me este cayendo de puro cansancio, o dolor porque mi salud no es un roble, y siempre sacrifico lo que me apatece hacer en aras a los demás y por ello soy infeliz? no señor, si no, imagino que hubiera aprendido a decir que NO en alguna ocasión, y confieso que no sé... Creo que no se trata de eso el cuento, intentamos buscar la felicidad en lo banal, en lo que tenemos lejos de nosotros, en lo imposible de alcanzar y por ello la felicidad misma es inalcanzable, sin embargo esta muy cerca, tanto como dentro de nuestro corazón, es decir aceptando lo que somos y lo que tenemos y no ambicionando más, atesorando los pequeños momentos de alegría, aquellas pequeñas cosas que nos hacen estar alegres y contentos, porque desdeñarlas por alcanzar una gran felicidad es un error, asi he entendido yo el cuento... y claro que te perdono el discurso y que disientas de lo que yo digo, tanto que si...
besotes y gracias por opinar

Hilario dijo...

Mujer, no pienses que lo del ombligo lo decía por ti. No sé como lo hago, pero siempre consigo que alguien se sienta atacado.
Y eso de no ambicionar nada más... No sé, no lo acabo de ver. Me parece muy conformista. Creo que es compatible el conocimiento de nuestras limitaciones con ciertas aspiraciones.
Au.

Carmina dijo...

Hilario con no ambicionar nada más no me referia a ser conformista eso no, pero si se realista por ejemplo si soy mileurista no empeñarme que para ser feliz necesito un chalet de 1000 metros cuadrado y un ferrari, porque no esta dentro de mis posibilidades, por cierto no me sentí atacada simplemente no quise que se quedara una imagen que difiere tanto de la mía, e imaginé que no lo decías tanto por mi como por lo que pudieras haber entendido del comentario..
besotes